Por Abel Sierra Madero y Nora Gámez Torres
Alfredo Guevara (1925-2013), una de las figuras más influyentes de la política cultural de la Revolución cubana y amigo personal de Fidel y Raúl Castro, murió el año pasado en La Habana. Desde el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), que fundó y dirigió por varias décadas, se exportaron imágenes épicas que dieron la vuelta al mundo en medio de la Guerra Fría. El ICAIC contribuyó a que la Revolución fuera una representación, una gran película, de la que aún desconocemos el final.
Unos meses antes de morir, y gracias al cineasta Arturo Sotto, sostuvimos un par de entrevistas con Alfredo Guevara. El resultado de esas conversaciones, o más bien confesiones, es una visión inédita y de primera mano de alguien que estuvo en el epicentro mismo del poder. Seguro de su corto tiempo de vida, Guevara habló sin tapujos de los líderes de la Revolución, de las intrigas y luchas intestinas que marcaron las primeras décadas; de su papel como censor, de la viabilidad del socialismo en Cuba y las recientes reformas planteadas por Raúl Castro.
El primer encuentro ocurrió en su casa de El Vedado habanero, en febrero de 2012. La conversación se dio en un ambiente lujoso, adornado con cuadros de famosos pintores cubanos –podían distinguirse al menos, un Servando Cabrera y un Amelia Peláez–. Los bienes de Guevara –considerados “patrimonio cultural de la nación”– se encuentran hoy en el centro de atención de las autoridades cubanas, luego de que un inventario realizado en su casa tras su deceso arrojara la ausencia de tres obras importantes. El segundo y último encuentro fue en su oficina del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, un mes después. Su salud ya estaba deteriorada. “Siento que tengo poco tiempo de vida”, dice apenas comienza a hablar, “por eso me ha entrado en estas últimas semanas un deseo inmenso de apurar la vida que quede. Les estoy dando la entrevista porque no quiero que se queden cosas dentro de mí”.
La obsesión de Guevara por la trascendencia está implícita en el título de su último libro ¿Y si fuera una huella? (Ediciones Autor, 2010), que junto a Tiempo de fundación (2003) yRevolución es lucidez (1998) intenta no solo asentar su legado y biografía sino también reescribir la memoria y la historia de la Revolución cubana. “Yo no sé cómo nos van a juzgar; debía saberlo porque ya empezaron y puedo sentir que van a ser muy agudos y a veces muy crueles, injustos”, comenta a pocos minutos de comenzar el primer encuentro y aclara: “Yo leí el último libro de Fidel [Fidel Castro Ruz: Guerrillero del tiempo, de Katiuska Blanco Castiñeira] y no le voy a mandar una carta diciéndole que las cosas no fueron de la manera en que él las está contando. Pienso que él tiene su versión y yo tengo la mía; pero no quiero ninguna contradicción. Quiero ser muy cuidadoso, yo tengo miedo… No es que esté cambiando la Historia pero es que se pone a hablar y a hablar… como hacen los viejos, que se les olvidan las cosas.”
A Guevara le gustaba pensarse como un romántico: “Yo quería que mi vida pudiera mirarse hacia atrás como una novela, que me pasaran muchas cosas, que viviera muchas cosas, esa era mi imaginación y pensaba que para eso había que ser o millonario o revolucionario. Decidí escoger el camino de la Revolución. Claro, también era más difícil emprender el camino de ser millonario. Lo bueno sería ser millonario y a la vez revolucionario” [ríe]. Su vida fue, efectivamente, agitada y marcada por las luchas dentro del poder. Interpelado sobre el tema, cita a Marguerite Yourcenar y su Memorias de Adriano. El emperador Adriano “era un dios porque podía con su sola voluntad disponer de la vida de los demás. Esa es la clave del poder, y la clave de la educación antipoder es ejercer el poder como una obligación moral. Yo he tenido esa experiencia y es desgarrador pensar que la vida y el destino de otros dependen de ti. Efectivamente, el que tiene el poder es un censor, porque si yo tenía dinero para producir siete películas pero tenía doce guiones, tenía que censurar también al decidir a cuáles de ellas les iba a poner el dinero y a cuáles no. Eso es censura también, eso es gobernar. Cuando Raúl Castro está invirtiendo en el puerto del Mariel y no en el mercado mayorista que hace falta para desarrollar el sector privado y para que los cuentapropistas no tengan que robar, porque todos roban, está censurando y tomando una decisión política, está ejerciendo un poder. ¡Las cosas que me han hecho decir! Ya no me importa”.
Rápidamente su memoria regresa varias décadas y salen a relucir sus desavenencias con el Partido Socialista Popular –antiguo Partido Comunista de Cuba– al que culpa de imponer el estalinismo dentro de la Revolución: “Muchos de los errores que se cometieron a inicios de la Revolución son responsabilidad de los miembros del partido, que no tenían más méritos que el de ser confiables, pero eran unos incapaces y estaban en todas partes. Algunos eran obreros con ninguna formación política, sin la más mínima creatividad, era gente limpia y abnegada pero estaban deformados por el estalinismo, con una interpretación del marxismo que produjo una cosa que se llamó marxismo-leninismo, que no era otra cosa que la doctrina estalinista. Así no se puede dirigir un país”, concluye. Para Guevara, este partido había perdido legitimidad tras haber construido una alianza con la dictadura de Fulgencio Batista: “El Partido Socialista Popular seguía las instrucciones de Stalin de crear un frente único antifascista, y para instaurarlo en Cuba establecieron incluso una alianza con el dictador Fulgencio Batista. El libro Los fundamentos del socialismo en Cuba de Blas Roca, en el que acaba con la historia de Cuba, se había publicado antes de la edición que seguramente ustedes conocen, que es la de 1961. Esa edición de la que hablo, que fue la primera, estaba dedicada a Fulgencio Batista. Eso no era condenable, porque estaba siguiendo la línea de la Internacional Comunista, pero esa alianza los derrotó para siempre políticamente; el partido se manchó.”
Al referirse al impacto nefasto de las fórmulas estalinistas en el diseño y manejo de la cultura en esos primeros años y sus intentos por imponer el llamado “realismo socialista”, Guevara rememora la polémica que estableciera con el secretario del partido, Blas Roca Calderío, quien en 1963 lanzó airadas críticas al ICAIC por proyectar en los cines de La Habana las películasLa dolce vita de Federico Fellini, Accattone de Pier Paolo Pasolini, El ángel exterminador de Luis Buñuel y Alias Gardelitode Lautaro Murúa. En una carta que nunca se publicó entonces, sino muchos años después en su libro ¿Y si fuera una huella?, Alfredo Guevara comparaba a Blas Roca con Stalin y Beria: “Yo creo que fui muy duro con él entonces. Él no era una mala persona, pero sí estaba muy aferrado al modelo y a la experiencia soviética que ellos consideraban triunfadora, y al final se demostró que era un fracaso. La Internacional Comunista era el Partido Comunista Internacional, o sea que estaba más allá de las naciones mismas. Es un ideal al igual que el anarquismo, que el cristianismo. La Internacional era un Vaticano. Yo ya no creo en una globalización partidista y en consignas que sirvan a todos por igual.”
Pero las ambiciones de los líderes del psp iban más allá de imponer criterios estéticos. A inicios de la década de los sesenta coexistían en la cúpula del poder al menos tres grupos bien diferenciados: el Movimiento 26 de Julio, dirigido por Fidel Castro; el Directorio Revolucionario, con una fuerte base estudiantil y de clase media, y el psp. Miembros de este partido, liderados por Aníbal Escalante, intentaron aumentar su control sobre las instituciones –entre ellas el ICAIC– y desplazar del poder a los líderes del 26 de Julio, incluso a Fidel Castro, a quien consideraban un “pequeñoburgués”.*
“Para hablar de la conspiración en el ICAIC tengo que hablar de Edith García Buchaca, quien vive todavía y sigue fastidiando con más de noventa años. Era la directora de la comisión de cultura del psp y, a la vez, secretaria del Consejo Nacional de Cultura. Ella se había planteado tomar el ICAIC con la anuencia de unos cuantos de sus fundadores, que se asombrarían si les dijera quiénes eran. Fue al ICAIC como presidenta de la Comisión Cultural del partido y dijo algo así: ‘Fidel, como ustedes saben, nos está pasando el poder al partido’, lo cual era mentira porque yo estaba al lado de Fidel y de Celia Sánchez y ellos no sabían de esto. Ella siguió hablando y me dijo que yo debía aceptar la presencia de un comisario político. Yo no puedo juzgarme ahora, debo de haber estado muy desconcertado. Le pedí un tiempo para pensar qué decisión tomar, si iba a renunciar o iba a aceptar al comisario político. Del ICAIC salí para la calle 11 en El Vedado, Fidel vivía ahí con Celia Sánchez, y en el momento que llego a la casa Fidel no estaba pero hablo con Celia y le cuento. Ella empezó a gritar y a decir malas palabras porque Celia era fuerte, y me dijo que eso estaba pasando en todo el país. Me dijo que los sacara a todos ‘a patadas por el culo’, ‘¡nos tiene tomados los teléfonos, incluso el de aquí de la casa!’, me dice. En ese momento me di cuenta de que lo que se conoció después como la microfracción estaba andado ya.
”Yo no hice lo que Celia me dijo. Cuando al cabo de los días regresó a una reunión en el ICAIC con Edith García Buchaca, le dije que había decidido renunciar, pero no ante ella, sino ante Fidel, a quien le iba a explicar lo que ella decía acerca del traspaso de poder al partido. En ese momento, ella empezó un recoge velas, que si esto, que si lo otro… Ella se fue y yo regresé a mi despacho y me puse a pensar, y decidí que todos los que [se] me habían colado en el ICAIC se iban de allí. Iba a dejar solo a los que yo consideraba que eran cineastas o tenían potencial para serlo. Por ejemplo, a Santiago Álvarez lo dejé de milagro porque en aquel momento no parecía que iba a ser el cineasta que fue, parecía más un militantón [sic] que otra cosa; pero después fue algo extraordinario.”
El 26 de marzo de 1962, Fidel Castro anunciaba ante las cámaras de televisión la existencia de una corriente sectaria –así se prefirió llamarle a la conspiración– al interior de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ori), que agrupaban a los miembros del Movimiento 26 de Julio, al Partido Socialista Popular y al Directorio Revolucionario. Años más tarde, en 1968, el mismo Aníbal Escalante volvería a estar involucrado en lo que se conoció en Cuba como la “segunda microfracción”.
Al parecer, entre Aníbal Escalante y Alfredo Guevara, quien provenía del 26 de Julio, existían serias contradicciones. “Estoy seguro –señala Guevara– de que si llega a triunfar Aníbal Escalante, que intentó dos veces tomar el poder, yo no estaría vivo. Lo que no hizo la dictadura [de Fulgencio Batista] lo habría hecho el partido, del cual fui militante en mi juventud. Aníbal pretendía acusarme de agente de la inteligencia francesa, y comenzó a hacerme un expediente. Esto se basa en que, en una ocasión, estando yo en París, se me acercó la inteligencia francesa para enviarle una información a Fidel a través de mí. Así se hizo, yo le traje los documentos a Fidel y él me pidió que se los diera al Che, quien estaba manejando el asunto de una conspiración que estaba en curso para frustrar una negociación azucarera cubana; y ello afectaba a Francia, que dependía en ese momento del azúcar cubano. Esa conspiración la estaban llevando a cabo personas que estaban incluso en el Consejo de Ministros y con los que Fidel se reunía frecuentemente, pero Fidel, como buen estratega, sabía quién iba a ir renunciando y abandonando el país. Aníbal guardó toda la información para conformarme un expediente que me desacreditara.”
Pero aunque Guevara insiste en distanciarse del psp, no dudó en utilizarlo para acabar con el proyecto “Lunes de Revolución”, encabezado por Carlos Franqui –también miembro del 26 de Julio– y que agrupaba a varios intelectuales de renombre, entre ellos a Guillermo Cabrera Infante y Virgilio Piñera. En abril de 1961, Guevara aunó esfuerzos con Edith García Buchaca para censurar el documental PM, realizado por Sabá Cabrera Infante, hermano de Guillermo, y Orlando Jiménez Leal. El filme documentaba una parte lúdica y extravagante de la noche habanera, que permanecía desconectada del contexto de plaza sitiada y del discurso revolucionario del momento. La censura de este material desencadenaría acontecimientos cuya repercusión sería muy negativa en la cultura cubana. En la entrevista Guevara confiesa que el asunto fue más lejos de lo que él habría querido o imaginado. “Con la experiencia que tengo hoy digo que no debí haberme prestado para eso, aunque yo no estaba de acuerdo con la distribución de PM porque estábamos en el preludio de Playa Girón; ya estaban las ametralladoras emplazadas en las azoteas y en las calles. Estábamos esperando una invasión a Cuba. El problema es que el viejo partido se metió de cabeza en el asunto y llevó las cosas más lejos de lo que yo quería. Yo no tenía la experiencia que tuve después, pude haber jugado mejor, pero no jugué con toda la inteligencia. Pero aprendí a ser diabólico después. Aunque asumo responsabilidad en el asunto, a lo que me negué fue a distribuir la película en los cines, pero yo les entregué la copia.”
Un mes después de nuestro último encuentro con Guevara, entrevistamos a una nonagenaria pero aún lúcida Edith García Buchaca en su casa, donde se encuentra recluida en prisión domiciliaria desde 1964. De acuerdo con García Buchaca, fue Alfredo Guevara quien se le acercó para manifestarle su preocupación por la exhibición de PM y solicitar su ayuda pues no quería prohibirlo él directamente. Aunque ambos relatos no concuerdan en lo relativo a las cuotas de responsabilidad de cada quien, lo cierto es que García Buchaca, con otros miembros del partido, convocó a una reunión en Casa de las Américas para discutir el material y de esa reunión salió un documento que prohibía oficialmente, con la anuencia del ICAIC, la proyección y circulación del documental.
Sin embargo, la censura al documental PM fue solo el acontecimiento más visible de una lucha que sucedía tras bambalinas por el control de los medios de comunicación. El propio Guevara da las pistas y cuenta también cómo asaltaron una de las televisoras más importantes del país, cuando el proceso de nacionalizaciones aún no había sido planteado en la isla: “Mi problema con Franqui viene dado porque yo vi un interés de él en apoderarse de las televisoras; el Che también se dio cuenta de eso. Carlos Franqui sabía que aquel que dominara los medios podía obtener mucho poder y eso fue lo que trató de hacer, pero gente clave de la Revolución comenzó a conspirar conmigo para adelantarnos a él y así fue. Asaltamos literalmente la televisora de Gaspar Pumarejo, que era el dueño del Canal 12 que estaba en la calle Prado y tenía una salida por la parte de atrás. Ustedes me ven así ahora pero yo era un joven calientico y con muchas posibilidades físicas. Fui acompañado de unos cuantos salvajes con mandarrias. Asaltamos aquello por la noche y en la mañana, cuando entraron las secretarias y el personal que trabajaba allí, se encontraron que yo era el nuevo Pumarejo. Ya teníamos dos televisoras. Esa noche me acompañaron el Che, Ramiro Valdés y el propio Raúl. Esto lo estoy diciendo por primera vez.”
Al final, Alfredo Guevara acudió directamente a Fidel Castro y cuenta: “Entonces yo hablé con él y le planteé mi preocupación con respecto a ‘Lunes de Revolución’. Mi posición era que ellos no podían seguir hablando en nombre de toda la juventud intelectual del 26 de Julio y Fidel hizo lo que le dio la gana y convocó a las reuniones en la Biblioteca Nacional y dio el discurso famoso que se conoce como ‘Palabras a los intelectuales’.” Dicho discurso, cuya sentencia más conocida es “dentro de la Revolución todo, fuera de la Revolución nada”, estableció públicamente el marco que, hasta la fecha, no solo ha regido el campo de la cultura sino también el de la política más general. Guevara, no obstante, insiste en que Fidel solo buscaba dirimir las diferencias internas de miembros del 26 de Julio que se disputaban el campo cultural y, de paso, menciona que las ideas socialistas en Fidel se remontaban a mucho antes de 1959: “Para mí ‘Palabras a los intelectuales’ es una acción de Fidel para tratar de mantener la unidad de la Revolución a un nivel superior; pero desde luego que ese es mi punto de vista. Todo esto es un enredo, no vayan a creer que esto fue fácil. Fidel no aceptaba ni acepta que dentro del movimiento 26 de Julio hubo divisiones internas. Y sí las había, porque no todos en el 26 de Julio aceptaban las ideas socialistas. Fidel tenía las ideas socialistas incluso antes de embarcarse en el yateGranma, pero no las transmitía. Fidel era el cemento de todos nosotros, y tenía una idea clara de lo que debía ser la unidad, por eso las divisiones en el 26 de Julio nunca afloraron, nunca se supieron.”
Durante las primeras décadas de la Revolución, Alfredo Guevara supo navegar con acierto en las turbulentas aguas del poder. Al parecer, su cercanía a Fidel Castro lo mantuvo a flote ante las embestidas de algunos miembros del Partido Comunista en los años sucesivos. Sin embargo, en 1981, un altercado con Antonio Pérez Herrero, quien supervisaba el campo de la cultura desde el buró político del Comité Central del partido, lo hace salir del ICAIC. Cuenta Guevara que el pretexto del altercado fue una polémica que se dio a partir de Cecilia, una coproducción cubano-española que demandó grandes sumas de dinero: “Se decía que yo había dilapidado el presupuesto del ICAIC para producir esa película y eso era mentira, porque esa película recuperó la inversión incluso antes de terminarse. Todo fue un montaje. En ese montaje estaba metido Antonio Pérez Herrero; habíamos tenido broncas tremendas que el propio Fidel conocía. Yo me reuní en un momento dado con Pérez Herrero y le dije que no aceptaba los métodos que estaba utilizando en el área de la cultura y le dije que si continuaba haciendo eso iba a provocar un problema para la Revolución. ‘Voy a tener que matarte’, le dije en una ocasión y saqué mi pistola. Antonio Pérez Herrero le llevó calumnias a Raúl de mí, y Raúl me llamó la atención y me dijo que Pérez Herrero tenía unas grabaciones que me perjudicaban. En ese momento le dije a Raúl que exigiera la grabación completa del material que él había recibido. Esa fue una de las causas que me llevaron a París… Fidel me pidió que saliera del ICAIC y que no hiciera comentarios, que se supiera inmediatamente que me iba para la unesco.”
Luego de una década en París, Fidel Castro le pide a Alfredo Guevara que regrese a dirigir el ICAIC, pero Guevara encuentra un nuevo escenario. Había ya caído el Muro de Berlín y, con él, el gobierno cubano había perdido sus principales socios económicos, comerciales y políticos. En ese nuevo panorama de los años noventa, aquel viejo marco binario –que redujo la cubanidad a estar dentro o fuera de la Revolución– comenzó a fracturarse. Una vez de regreso, Fidel Castro le pide que trabaje junto a él en una nueva política dirigida a los emigrados cubanos en Miami para tratar de incentivar el consumo de estos en la isla.
Casi al finalizar la segunda entrevista, Guevara se veía ya un tanto fatigado. Convino que tocaría un tema más, las reformas de Raúl Castro, y luego haría una pausa hasta un próximo contacto, que nunca llegó a ocurrir. Se mostró optimista ante las reformas, aunque realizó una extensa crítica al papel del Estado en Cuba: “Yo creía, incluso mucho antes de estos cambios que se están dando y de la convocatoria al Congreso del Partido, que si se empezaba el desmantelamiento de un Estado que usurpa a la sociedad –porque el Estado que ha sido creado en Cuba es usurpador de la sociedad, y la desburocratización es un modo de desmantelarlo de modo realista– resurgirá entonces una sociedad civil que ya existe pero que está aletargada. Con eso se puede crear una sociedad civil que presione al Estado.”
Desde su posición muy cercana a Fidel y Raúl Castro, Guevara confirma las versiones de quienes creen que las reformas no se han acelerado debido a la cautela que ha mostrado el general presidente, no solo para no cometer errores estratégicos, sino para no incomodar a su hermano Fidel. Sobre esto dice: “Yo soy muy optimista, sigo creyendo a veces que de verdad vamos a cambiar. Y Raúl es amigo mío personal y conoce a mi familia también, venían aquí a cenar y a estar con nosotros. Mi hijo siempre me interpela diciéndome que lo que yo le digo se lo he repetido muchas veces y que nada cambia, y tiene razón; pero yo sigo optimista, porque conozco muy bien a Fidel y a Raúl. Creo que con Raúl llegó el momento en que se pudiera transformar esta sociedad. Pero es que Fidel le tiene tanto miedo al capitalismo, a que toda su obra se desmorone, que Raúl no quiere contradecirlo. Raúl tiene que ir arrancando los cambios. Yo creo que ya él arrancó tanto, tanto de lo que parecía más difícil, que tal vez, si logra dar algunos pasos más, ya los cambios que se necesitan puedan venir más rápido. Yo se lo he dicho muchas veces a la cúpula del gobierno, a la dirección, ya no movilizamos a nadie porque la gente no se siente protagonista.”
También se refiere a la inmovilidad de las estructuras del Partido Comunista, al que compara con la Iglesia: “Yo no veo diferencia alguna entre un cristiano y un socialista aquí en la Tierra; en el cielo, veremos […] ¿Cuál es la diferencia entre la organización estructural de la Iglesia y la del partido? La pregunta me hace pensar en las cruzadas y en la Revolución también, porque la Revolución es el proyecto de imponer o propagar una idea en la conciencia de un individuo o de una colectividad. Ahí está la clave de que el proyecto socialista no haya funcionado, porque una cosa es proponer una idea al otro y otra cosa es imponerse al otro.”
Pero, aunque Guevara intenta presentarse como un miembro más crítico y lúcido de la élite en el poder, su distanciamiento de la realidad de la isla se hace evidente y lo lleva a negar y relativizar el empobrecimiento que han sufrido grandes sectores de la población como consecuencia de la crisis de las últimas dos décadas: “Algunas veces, personas cercanas a mí me reclaman que nosotros no vemos la miseria, y no se dan cuenta que antes de la Revolución sí había miseria. Me viene a la mente ahora un restaurante que estaba al costado del Capitolio, en esa cuadra que está entre el Gran Teatro de La Habana y las ruinas del Campoamor, donde les vendían a los niños abandonados los cartuchos de las sobras de los platos en cinco centavos. Eso sí es miseria y entonces ahora le llaman miseria a la gente que vive en edificios de microbrigada con las tendederas en la calle y la gente medio en cueros. A mí no me pueden decir que esa miseria existe.”
Mucho más sorprendente, por su descarnada franqueza, es su visión del “pueblo”, aquel en nombre del cual dirigió instituciones, escribió borradores de las primeras leyes revolucionarias y obtuvo una silla en el parlamento. Guevara, como Raúl Castro en su discurso del 8 de julio en la Asamblea Nacional, sentía una gran decepción del pueblo cubano y sus cualidades: “De todas maneras, y me lo creo, soy portador de una visión casi mística de mi país y de mi pueblo, pueblo en el que no creo, no creo que mi pueblo valga la pena. Creo en sus potencialidades pero no en su calidad. A nosotros siempre nos han querido meter en el molde de la Unión Soviética. Conversando con un intelectual francés sobre las particularidades de Cuba en una ocasión, yo lo quería convencer de que éramos muy diferentes y ese día lo convencí, porque le dije: ‘Sal a la calle. ¿Tú crees que con esos culos y con esas licras alguien puede entender Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana? ¿Tú crees que es posible eso?’ Acto seguido se rio y me entendió. Hay que tomar en cuenta el trópico, dios mío. En el trópico no se pueden aplicar ni siquiera las fórmulas más puras de Carlos Marx.”
Sin embargo, a pesar de sus críticas y dudas, el anciano Guevara se resiste a hablar del fracaso del socialismo en Cuba. Puesto a juzgar, en definitiva, su propia vida, Alfredo Guevara prefiere creer que la Revolución y con ella algo de su propio legado tendrá cabida en la Cuba del futuro: “Nunca ha existido el socialismo, tampoco en Cuba. En Cuba lo que hay es una sociedad más solidaria, más preocupada por lo social. Nuestro proyecto original ha sido deformado y la única esperanza que nos queda es que tengamos la fuerza para cambiar, no la imagen sino la esencia estructural del proyecto. Si me equivoco, entonces habré perdido toda mi vida y será una novela como la he soñado, pero trágica. Porque lo único que merecería mi vida es que me suicidara.” ~
*Véase Raúl Castro, “Informe ante el Comité Central del partido”, en Verde Olivo. Órgano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, año IX, núm. v, 4 de febrero de 1968, pp. sup.III-XV.
41 comentarios
Reblogueó esto en Cree el aldeano vanidoso….
Otro que sera borrado de los libros de “historia” revolucionaria.
Ya no sera mas fundador del ICAIC, ni del Festival del nuevo cine latinoamericano.
Su obra ya no habra sido escrita.
Su biografia nunca existio.
Alfredo Guevara no califico nunca ni como intelectual o escritor, solo fue un funcionario mas en la nomenclatura cubana cobijado por el paraguas de Fidel Castro y su hermano Raul.
Reconocido como homosexual no se tiene conocimiento de que se le haya enfrentado a los hermanos Castros principales responsables de la represión que estos llevaron a cabo contra los homosexuales concentrados en los tristemente llamados campamentos UMAP, siguiendo el pensamiento de Fidel Castro de que el trabajo los haría hombres.
Nota hay discursos de esa época que demuestra la mentalidad homofobica de FC.
Mentalidad homofobica en aquella epoca?y donde no en aquella epoca? si en casi todos los estados de la union era un delito condenado con carcel ser homosexual?bueno por ahi si llamas a muchas cosas repression andan algunos que por saltar el charco o cambiar de camisa son libres de pecados.No se que pensara Regina que era del departamento de censura del G2
Yo pense que el Socialismo estaba supuesto a ser superior al Capitalismo.
Blen Blen
por fin hay o no hay socialismo en Cuba????
En mi opinion no. No digo lo que es por respeto a casa ajena.
Estaria bueno que los afines respondieran esta misma pregunta y expusieran argumentos de por que si o no.
DEFINITIVAMENTE,NO CONOCES NADA DE ALFREDO GUEVARA
Y por todas esas razones fue que él prefirió atornillarse en su sillón de la nomenclatura en vez de codearse con el pueblo al que supuestamente representaba. Clase’e tipo.
En cualquier caso, enhorabuena a los entrevistadores. No me extraña que el narcisista haya preferido que se publicase póstumamente.
Sr Carlos de NY “elocuente” contertulio asiduo de este blog.
El otro dia Ud decia que todo lo expuesto en esta entrevista ahora presentada en LJC era una falsa propaganda de la Guerra mediatica contra Cuba.
Bueno y ahora en que bando ponemos la LJC?
Sr Carlos
Entonces en que quedamos?
La entrevista es una propaganda falsa montada por la propaganda anticubana, O solo las partes de la entrevista que ud selecciona son las verdaderas?
No se asombre que en el ultimo suspiro, a cualquiera le da un ataque de sinceridad, y como este sennor, que podriamos decir fue el primer revolucionario gay aceptado, nunca se pronuncio abiertamente a favor de sus pares ( cuando la UMAP) va y quizo rectificar a tiempo.
No se en realidad quien seras que tanto defiendes lo indefendible , señor Carlos de New York. Pero antes de emitir algún criterio infundado al respecto mejora tu horrible ortografía española. Porque en realidad a pesar de no saber exactamente porque tratas de tapar el sol con un dedo después de haber transcurrido 55 años de barbarie política y económica en aquel país que fuera una joya del Caribe. Tus pensamientos están plagados de mucha incoherencia, estupidez, inmadurez política y cultural. Si en realidad fuiste como cuentas no te acuerdas al parecer, entonces es mejor mantenerse callado cuando no tenemos nada que decir.
Ademas de todo respeto el derecho de cada quien de contar, ya sea por repugnancia o despecho lo que en su vida dejo de hacer o hizo motivado por la razón o la falta de ella. mucho mas si se sintió con culpa y antes de partir quiso redimir su alma.
Venderle el alma al diablo fue la carrera de ese señor de acuerdo a lo que leo aqui. Pero ello no es nada raro. Un buen trabajo ó posición no es rechazado facilmente por una cuestion de diferencias politicas, las que incluso son mucho más dificiles de que nos percatemos tenerlas si estamos en una posicion que nos permite pasarlas bien. O sea, que si es un trabajo que nos permite viajar, hospedarnos en hoteles, reunirnos con personas interesantes y desempeñarse en lo que a uno le gusta, es muy dificil, casi que imposible, el que uno se pueda dar cuenta de que está al servicio de un mal, pero especialmente si el lado contrario es tanto ó mas condenable que el lado al que se le sirve. De todas manera alguien va a ocupar el puesto. Siempre alguien va a estar detras de la oportunidad de que se le de para escalar en una posicion más alta.
He disfrutado las confesiones de este señor hasta la saciedad.
Mil gracias a los periodistas que lo entrevistaron y que hicieron pùblicas las declaraciones de este comunista de salòn.
Honor a quien honor merece, política aparte sus Noticieros semanales sentaron pauta en el mundo cinematogràfico.
Entonces la Sra Edith García Buchaca es mujer que màs tiempo ha estado presa por delitos políticos en Cuba, se desprende de la narración que fue apresada desde 1968 y que aùn hoy continùa con prisión domiciliaria.
Esto viene a confirmar lo que muchos sospechamos, y no es nuevo, que algunos están o estuvieron dentro de la Revolución por un problema de fama. Es decir, la heroicidad y la admiraciones que despierta un movimiento revolucionario armado y victorioso atrae este tipo de perosonas, sobre todo cuando ya pasaron los momentos más peligrosos (la lucha en la Sierra). Después de la Revolución y bajo sombra protectora es muy fácil revolucionario. Por eso él dice que la diferencia, para él, entre un revolucionario y un millonario es un problema de logística, para él era más fácil ser revolucionario. Hubieron muchos como él, su mérito es que supo moverse en ese ámbito.
Son muchísimas las contradicciones de este señor, habla de Revolución pero su pensamiento pequeño burgues y elitista es evidente. Entonces, cuando uno dice que la clase burocrática a la larga no viene a diferenciarse en cuanto al desprecio a la manipulación de la clase obrera no deja de tener razón. El principal peligro es que esta clase burocrática se de cuanta que no le queda mucho tiempo sin que los cubanos no se den cuenta de su verdera esencia y se empiecen a delatar como este señor. Se impone en Cuba ya un verdadero mando obrero y mayores espacios de participación de clase obrera.
@ Raul Felipe Sosa…estoy de acuerdo en algunas cosas de tu comentario, pero te llamo la atencion, la mayoria de los dirigentes historicos de Revolucion Cubana, han terminado sus dias como el personaje de la novela, Juan Criollo de Carlos Loveira, no es solamente Alfredo Guevara, son muchos los elitistas, de hecho la “castrocracia” actual en Cuba, tiene mas cosas afines con los pequeños burgueses y capitalistas extranjeros, que con la mayoria de los cubanos que se buscan el “dia a dia”, yo se Felipe, que tu esperas un futuro de “mando obrero”…yo preferiria la politica de manera democratica, en manos de los politicos “realmente elegidos” y los obreros trabajando en sus especialidades, cuando los obreros pasan a la politica todos terminan como JUAN CRIOLLO!!! 🙂 🙂 🙂 Saludos 😉
Solo un comentario introductorio antes de comentar el articulo completo, considero con el respeto que me merecen los escritores de esta entrevista, que se ha incurrido en una total, falta de respeto y sensibilidad humana para con Alfredo Guevara, los argumentos vendran posteriormente.
El instinto de dejar huellas en las personas que han ejercido el poder, es muy común en el humano al final de sus vidas. Aunque la mayor huella de los que dirigieron la revolución está en la familia Cubana dividida, en la emigración hasta de sus propios hijos.
Nadie se llame a engaño, este señor como muchos otros de la elite gubernamental encontró la forma de ser revolucionario y millonario con la revolución de los humildes, desde su posición en la elite logro sobrevivir imponiendo sus criterios personales por sobre cualquier cabeza que se le opusiera, y claro esta no entendió el fracaso del socialismo porque como muchos otros de las alturas no lo viven, ni siquiera bajan la ventanilla del carro para olerlo desde la distancia, reconocer ese fracaso es reconocer el fracaso de su proyecto de vida en el que han embarcado a por lo menos 2 generaciones, que descanse en paz si es que puede.
A la espera de los argumentos anunciados por Elpidio Valdes que quizás fue de los que mejor conoció al verdadero Alfredo Guevara cuando actuaba junto a palmiche en el ICAIC de los años mozos.
Bueno alguien en la Joven Cuba ha declarado que la mencionada entrevista con Alfredo Guevara es una farsa y una gran mentiras sa de unos senores contrarrevolucionarios, llenos de odio, frustraciones y deseos de destruir la unidad del pueblo cubano alrededor de su proceso revolucionario.
En toda sociedad siempre hay senores que se van con la de trapo como se dice en el argot popular como el senor Livio Delgado, estos son los que sangran por la herida la frustracion en sus vidas de contrarrevolucionarios, de no poder destruir el pais, el proceso y el gobierno de los historicos, los que hemos participado por mas de 50 anos en el proceso cubano, conocemos muchas interioridades que no son ni la sombra de lo que trataron de armar los dos senores agentes de la CIA residentes en el exterior.
Todos los Livios de Cuba o fuera de ella, deberian de aprender a respetar a los que se han sacrificado y se sacrifican a diario por el proceso cubano, el pensamiento de los Livios, no es el pensamiento de los cubanos de apie, no es el pensamiento de los cubanos que dia a dia con su ejemplo y dedicacion hacen de este pais, un ejemplo, aun cuando existan Livios delincuentes, ladrones, activos participantes de la bolsa negra, activos participantes de la burocracia que trata dia a dia de hundir el pais, activos participantes de la nueva anexion que en su ambicion de destruccion y muerte en el pais, piden a gritos una intervencion armada de los gringos en el pais, como si esa intervencion los fuese a dejar a ellos vivos, como unico que se metan como los sapos bajo una piedra, pero que tengan la seguridad que aun no bajo una piedra, en un hueco para ratas como lo hizo el cobarde de Sadam Hussein, los vamos a encontrar y tendran que darle la cara a sus salvadores en la primera linea de combate, pues si el pueblo muere en esa lucha, los primero en caer, seran los Livios, que no les quede duda alguna al respecto y esto no es amenaza sera la realidad que tendran que enfrentar, no somos bocones y habladores, la vida nos ha ensenado a decir en cada momento lo que es necesario unica y exclusivamente.
Nosotros respetamos la vida de todo ser humano y sus derechos, aun cuando conspiren para destruirnos, pero cuando llegue el momento, que no queremos ni deseamos de enfrentarnos con las armas de todo tipo en nuestras manos, no nos temblaran las manos ni las piernas pues antes de que muera un revolucionario, marxista, y martiano, morira un delincuente anexionista, traidor y vende patria.
Los Livios no deben confundir Libertad de Expresion con Libertinaje de la contrarrevolucion, son dos conceptos opuestos y en constante contradiccion, contradiccion esa que sabremos independizar al precio que se necesario, por favor jueguen con la cadena pero dejen al animalito tranquilo, no se confundan y pequen de zonsos y berracos, no les conviene y no les queda bien.y nosotros no estamos aqui para reirles sus gracias y pesadeces, han pasado mucha agua bajo el puente de la revolucion y todavia estamos limpios de polvo y paja, aun cuando algunos Livios traten de embarranos con sus desinformaciones, sus tergiversaciones y demonizacion que le son pagadas en dolares, depreciados y despreciados, Roma paga a los traidores pero los desprecia, nosotros conocemos quienes son y llegado el momento, si el mismo llegase, el balance negativo lo tendran que pagar muy caro, y que conste nosotros no amenazamos en lo absoluto, asi que acojanse a la verdad y la justicia que hoy impera en el pais y no tendran problemas, respeten para que los respeten.
No tengo que hacer aclaracionesa la entrevistas, pues el 99% de lo dicho en la misma es totalmente falso, inclusive cuando citan a la senora Buchaca, la esposa de Joaquin Ordoqui, personajes que trataron de tirarle la tohalla a Marquito, el traidor de Humblod 7 ese que fue fusilado por su criminal traicion a los muchachos de Humboldt 7 al testaferro, torturador y criminal Esteban Ventura Novo, por lo tanto lo falso de la entrevista queda probado por otros muchos factores que ellos mencionan y no se ajustan en lo mas minimo a la realidad de lo ocurrido, y mucho menos para los que conocimos a Alfredo Guevara y sus formas de pensar y actuar, y aun sus propias contradicciones, que nunca fueron antagonicas con el proceso cubano, el pueblo y los dirigentes historicos, lo hecho por esos dos delincuentes que se dicen cubanos, tiene un solo calificativo, traicion al pais, al pueblo y a los dirigentes historicos, como parte de la gran propaganda que el Imperio quiere utilizar para destruir la unidad del pueblo cubano, igual hicieron con Stalin en la URSS y siguen haciendo para tratar de que nunca se pueda llegar a la verdad sobre Stalin y su obra, por eso es que todo lo que provenga del Imperio y sus lacayos lo calificamos de MENTIRAS, PLANES DEMONIZADORES, PLANES TERGIVERSADORES DE LA HISTORIA PATRIA Y TRAICION AL PAIS, EL PUEBLO Y LOS DIRIGENTES HISTORICOS.
Los Livios, los Pedro Campos, los Vividores del Cauto, los anexionistas de nuevo tipoi, intimos amigos de los terroristas de Miami, los social democratas, los de la izquierda nebulosa, etc, todo ellos unidos son los que estan cooperando en todas las formas posibles con las Agencia de Inteligencia del Norte Revuelto y Brutal, con el fin de crear en el pais Cuba, una situacion como la que crearon en Iraq, Afghanistan, Libia, Siria, Ucrania, Honduras, Paraguay, Venezuela etc, es decir una intervencion militar directa de los ejercitos del Imperio para terminar con el proceso cubano y los cubanos que defendemos este pais, su proceso, su partido comunista, sus organizaciones de masas y sus dirigentes historicos, nosotros defendemos el proceso cubano con las ideas, con el enfrentamiento directo a los contra, a los terroristas, a los anexionistas, a los demagogos, a los politiqueros, es decir a todos los que no tienen lo que se necesita para tratar de alzarse en una de las lomas del pais, pues saben que seran bajados mas rapidos que los bandidos en el Escambray en los anos 60 y por supuesto a los gringos si llegase el momento, por favor no lo duden seria muy peligroso para ustedes caer en esa falla que seria historica, es una sugerencia sana y directa.
Wao! Qué entrevista más poderosa! Felicito a Nora y Abel.
Muy interesante el trabajo de estos periodistas. No se nada sobre Cuba, salvo lo que leo ocasionalmente en la prensa de mi país (y aquí en Argentina se escribe poco o nada de Cuba) y por lo tanto me pierdo el sentido de muchos detalles de lo que dice este señor. Pero el cinismo y maquiavelismo que expresa es “admirable”. Ahora, que es eso de que una mujer de 90 años está en prisión domiciliaria desde 1964? Eso tiene que ser un error, no? Dónde se publicó esta entrevista? Un hallazgo.
Triste …….”no creo que mi pueblo valga la pena “……..me recuerda el filme ……en que Hitler en su bunker , horas antes de morir decia….”.que no creia en su pueblo porque ya lo mejores alemanes habian muertos en nombre de su ideal “…….
Ningun pueblo debiera sacrificarse en nombres de las ideas y los suenos de sus lideres ……siempre al final le echan la culpa al pueblo de no lograr los mismos ……
Los lideres. hombres, que en nombre de sus ideas….. queman etapas , brincan leyes naturales , olvidan leyes sociales , borran leyes economicas y se crean leyes y estrusturas politicas que respondan a sus grandesas.
Tristes verdades de una Revolucion que siempre se presento como ejemplo a seguir para los pueblos del mundo………con desisores como Guevara que…SI.. tuvo poder de desicion en lo idéologico y lo politico y que en el fondo no creian en su pueblo.
Olvido Guevara que Cuando triunfo la Revolucion eramos un pueblo con un alto nivel analfabetismo……olvido que fue nesesario una alfabetisacion general……la batalla del sexto grado…..la batalla del noveno grado …..que despues vino la ascesibilidad a la universidad en libre albedrio con una serie de problemas de formacion en cuanto a lo que se formaba y lo que se nesesitaba……..olvido Guevara que cuando mejor se podria ir para ese pueblo , llego ,,,,,,,el adios de la URSS y que muchos de aquellos licenciados , ingenieros , especialistas , doctores …..tuvieron que buscarse la vida en estado de sobrevivencia y,,,,,,,queria que la gente trajera como él ……el libro ” del fin de la filosofia clasica de alemania “………
Cubanos sin tanta cultura morian en nombre de su Revolucion cuando Guevara se paseaba por las calles de Paris……..
Los dejo con Silvio;
Yo digo que no hay quien crezca
Más allá de lo que vale
Y el tonto que no lo sabe
Es el en que en zancos se arresta;
Y digo que el que se presta
Para peón del veneno
Es doble tonto y no quiero
Ser bailarín de su fiesta.
Yo digo que no hay talante
Más claro que el ir desnudo,
Pues cuando se tiene escudo
Luego se quierem los guantes.
Y al que diga que me aguante
Debajo de una sotana,
Le encajo una caravana
De sentimientos gigantes.
Yo digo que no hay más canto
Que el que sale de la selva
Y que será el que lo entienda
Fruto del árbol más alto.
Y digo que cuesta tanto
Y que hay que cruzar la tundra,
Pero al final la penumbra
Se hace arco iris del canto.
… pueblo en el que no creo, no creo que mi pueblo valga la pena …
Que fuerte!
Siempre hay intelectuales
juntos al mejor postor.
La conciencia es un doctor
que no remedia esos males.
Y cuando sienten que sale
del cuerpo su alma impura,
muchos pretenden la cura
confensando sus maldades,
penas que esas verdades
ya no alivien su amargura.
Queridos jóvenes:
En varias oportunidades he explicado los dos Eslabones Fundamentales de la csdena de acontecimientos que garantizarían una verdadera rectificación:
1°- El gobierno desde abajo, con un Parlamento Legislativo y Ejecutivo a la vez;
2°- La Distribución con arreglo al trabajo, ¡a raja tablas!, que el que no frabaje que no coma, que implica también el pago de las consecuencias a los “elefantes en una cristalería”.
Ambos eslabones violados desde que oermitieron que se le hiciera el atentado a Lenin, que prooició el ascenso del stalinismo con la deformación del Marxjsmo-Leninismo.
Defender esta postura hizo que me pusieran el mote de Gusano de Izquierda.
Pero ES, el pueblo gobernando: democracia l proletaria… No democracia representativa.
Sin esos dos eslabones seguirá el cuento de la buena pipa o del nunca acabar.
Es terror al poder del pueblo.
Por eso la lentitud en los imprescindibles cambios: miedo al pueblo.
Dijo Bertolt Brechet: “El partido se queja del pueblo, ¿habrá que cambiar al pueblo?”
Hay que aplicar la política como dijo Martí.
Que a estas alturas alguien aun piense en el marxismo…..tiene que ser un chiste.
José Varela:
A estas alturas no pensar desde el Marxismo-Leninismo, partiendo de los fracasos de las “interpretaciones”, es TRAICIÓN.
Ningún “revolucionario” ha aplicado el gobierno como lo aclararon Marx y ordenó Lenin.
Excelente entrevista, un poco de historia patria contada desde adentro. Tiene frases muy fuertes. Cuantos mas pensaràn asi? Cuantos mas estaran desconectados de la realidad.? Quien mas tiene sus propias vrrsiones de los he hechos? La Historia es como fue, no como nos hubiera gustado que fuera, y si cuando se es protagonista y ni siquiera tienes idea de lo
que eres le recuerdo esa frase de otro cubano genial: nadie sabe el pasado que le espera.
Otro post excelente,
Saco algunos apuntes, dice Guevara: “…Yo leí el último libro de Fidel …y no le voy a mandar una carta diciéndole que las cosas no fueron de la manera en que él las está contando… Quiero ser muy cuidadoso, yo tengo miedo …”
Si él tiene miedo ¿qué dejan para el resto de los mortales cubanos?.
Y más adelante decía: “… y para que los cuentapropistas no tengan que robar, porque todos roban …”. ¿Oiste eso, Claudio?, eso no lo dijo Yoani.
Y lo más insólito de todo, la reclusión domiciliaria de una sra de más de 90 años, presa desde 1964. ¡QUE HORROR!
Y tener que escuchar por nuestros líderes que si algunas sentencias son exageradas.
Queridos jóvenes:
Todos los culpables de NUESTROS MALES; los de afuera y los de adentro; tienen sus “versiones”, pero, nosotros el pueblo tenemos la nuestra: los que hemos hecho todo lo que se nos ordenó y orientó, lo bueno y lo malo.
Cuba es NUESTRA, conquistada con nuestro sudor y nuestra sangre.
Ningún hijito de papá estuvo con nisotros en la primera línea de combate.
Nuestra versión es la Verdad Objetiva, la Historia No Oficial, nuestras vidas y nuestras viudas.
Cuba es NUESTRA.
¡NO INVENTEN!
Si por ahora “errores” hemos dado nuestras vidas, ¿qué no seremos capaces de hacer por salir hacer las cosas bien?
[…] No creo que mi pueblo valga la pena. Entrevista con Alfredo Guevara […]
[…] A través de la Internet anda circulando una apócrifa entrevista con Alfredo Guevara supuestamente realizada por una pareja de jóvenes cubanos residentes en el […]
[…] través de la Internet anda circulando una apócrifa entrevista con Alfredo Guevara supuestamente realizada por una pareja de jóvenes cubanos residentes en el […]
[…] que piensa justo antes de morir. Pero resulta que ustedes, en su blog, fueron divulgadores de la entrevista.. lo que me lleva a varias reflexiones: 1… No se puede copiar y pegar en esto de bloguear con […]
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[…] lo que piensa justo antes de morir. Pero resulta que ustedes, en su blog, fueron divulgadores de la entrevista.. lo que me lleva a varias reflexiones: 1… No se puede copiar y pegar en esto de bloguear con […]
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