La Manigua: cuando el extremismo cruza la línea

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En los últimos días se ha hecho visible una polémica entre integrantes del grupo de activismo político La Manigua, Revolución Pa’ Rato, con otros militantes autodenominados de izquierda, vinculados a instituciones en Cuba. El espacio comenzó atacando a la oposición y prosiguió con grupos, medios no estatales y artistas críticos hacia el gobierno cubano. Terminaría confrontando a otros colectivos y personas afines al Estado cubano, que respondieron a partir de la reciente arremetida contra el periodista Francisco Rodríguez Cruz, del periódico Trabajadores. 

El presente texto explora la evolución del contenido de los mensajes de La Manigua y particularmente la de su líder, conocido como Rodrigo Huaimachi, con énfasis en las muestras de extremismo. Asimismo, aborda su relación con espacios institucionales y los criterios más relevantes publicados alrededor de la última polémica.

¿Qué es La Manigua?

Según un artículo publicado en la página de Facebook del blog Brújula Sur, a cargo de Roly Medina, su antiguo administrador, el surgimiento de La Manigua, Revolución Pa’ Rato data de 2021, a partir del espacio Blogueros Revolucionarios. Quien crea el canal y el grupo —por tanto, posee su control digital— es el activista político chileno, radicado en Cuba, Rodrigo Huaimachi. Sobre su liderazgo y la participación de varios miembros en ataques hacia otras personas plantea:

«Rodrigo Huaimachi no es solo un miembro de La Manigua: es el propietario de La Manigua según Telegram, es su representante ante el Foro de Juventudes Revolucionarias La Comuna, su vocero, su líder. […]. Los perfiles falsos que han sido sistemáticos en los ataques faltos de ética y vergüenza revolucionaria, tienen un rosario de «reacciones» en Facebook, de los cuales gran parte de su cuota son dispensados por estos administradores, moderadores, o perfiles destacados de La Manigua».

En su Declaración de Principios, el colectivo de La Manigua se identifica como «un espacio plural y diverso, respetuoso» que asume «la defensa de la Patria, la Revolución y el Socialismo como un deber y un derecho inalienable». Sobre su relación con el gobierno cubano expresa que «brindará su apoyo [al gobierno] siempre y cuando garantice la defensa de la patria y sea constructor del socialismo como sistema político». Afirma además que su trabajo «siempre se proyectará pensando en la unidad como arma estratégica».

Activismo y articulación

El espacio de La Manigua ganó notoriedad a partir de los debates organizados en su plataforma en Telegram, como los ocurridos entre el actor y dramaturgo, devenido activista opositor Yunior García Aguilera y Rodrigo Huaimachi, y el perfil anónimo Karlitos Marx.

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(Tomada del perfil de Twitter de La Manigua)

Huaimachi fue una de las figuras en redes sociales más activas en la defensa de la postura del gobierno cubano ante la oposición, para cuyos fines asumió y legitimó formas de lucha como los mítines de repudio. También estuvo entre los participantes de la sentada «Los Pañuelos Rojos» en el Parque Central, que se organizó en 2021 con militantes a favor del gobierno cubano, coincidiendo con los días en que García Aguilera había anunciado una protesta antigubernamental.

El discurso de La Manigua no se circunscribió a la confrontación con marcados opositores, sino que también fue hacia medios no estatales y sus profesionales, artistas con una obra crítica o que consideraban que «atacaba a la Revolución cubana». Para esto se valieron de recursos como las descalificaciones, las acusaciones sin pruebas de estar financiados por el «enemigo», campañas de linchamiento. Algunas de estas las llegaron a organizar contra figuras públicas, incluso, por solo declinar debatir con ellos en su grupo de Telegram.

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(Captura de pantalla de un post publicado por miembros de La Manigua)

Pese a la agresividad de su discurso, La Manigua ha obtenido la acogida de varias instituciones estatales cubanas para la organización de sus eventos, por ejemplo, participó en el encuentro La Comuna, respaldado por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Dicha articulación entre «espacios emergentes revolucionarios» fue ampliamente celebrada por los medios de comunicación estatales cubanos. El órgano oficial de la UJC lo calificó como un «evento de juventudes heterogéneas trenzadas por el fin común de la unidad».

No obstante la heterogeneidad que puede existir en cualquier grupo humano, el mismo reporte aclara que «prevalece un discurso comunista y se busca extender a todos los espacios emergentes revolucionarios, con la UJC como guía, hacia la transformación política protagonista y creativa», dejando fuera, en consecuencia, a otras formas de militancia e ideas políticas —aun dentro del espectro de la izquierda— en la Isla.

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Primer Encuentro para la Articulación y Construcción Colectiva», en el que se plantea la creación del espacio La Comuna. (Foto: Agencia Cubana de Noticias)

De aliado a divisor 

A finales de 2021, luego de la salida del país de varios opositores, Huaimachi y otros miembros de La Manigua, empezaron a confrontar espacios respaldados por instituciones estatales, que, según ellos, se alejaban de su concepción del «socialismo» o de la «Revolución». Uno de los enfrentamientos más visibles fue contra el antiguo equipo de la revista Alma Mater. En ocasiones afirmaron que la publicación se estaba desviando de sus objetivos, para luego celebrar la decisión de la UJC de destituir a su director.

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Más adelante se suscitaron enfrentamientos con Luis Emilio Aybar e Iramís Rosique,  integrantes de la revista La Tizza, ambos vinculados con la Asociación Hermanos Sainz, alegando «sus excesos de vanidad, sus egocentrismos, una agresividad desmedida contra sus propios compañeros, y reiteradas muestras de altanería». También fueron visibles las descalificaciones al profesor de la universidad habanera Fabio Fernández, por sus opiniones en torno el patriotismo en Cuba.

Cruce de línea y respuesta

Aunque los mencionados sucesos habían provocado respuestas de los implicados, la confrontación directa entre La Manigua y sus anteriores compañeros de militancia en La Comuna ocurre a partir de las andanadas contra el periodista y delegado del Poder Popular Francisco Rodríguez Cruz, recientemente elegido presidente de la delegación del ramal de la Prensa Escrita de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). La motivación para los ataques —protagonizados principalmente por perfiles anónimos vinculados al grupo— fue una crítica del periodista a la gestión del Sistema Eléctrico Nacional.

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Ante esto, varias de las organizaciones y activistas, que habían compartido espacio con La Manigua en La Comuna, empezaron a responder de forma frontal. La página El Necio, administrada por el periodista Pedro Jorge Velázquez —quien antes había participado en varios espacios de este grupo—, enumeró los miembros de La Manigua que habían realizado «linchamientos contra revolucionarios» y propiciado «un ambiente de sospecha, acusaciones, intolerancia y dogmatismo en el campo de la Revolución».

Al citado texto se sumaron otras declaraciones como la del blog Brújula Sur y un artículo publicado en La Tizza, el cual expresó: «el llamado “maniwerismo” (sic) se encuentra en el centro o los alrededores de muchas de las discusiones y polémicas más amargas, infértiles y dañinas de los últimos tiempos en las redes sociales. Convendría también separar a las personas que por una razón u otra han encontrado ahí cauce para su militancia, de un minúsculo grupo que de manera sistemática usa esa cobertura para campañas de descrédito y linchamiento».

Asimismo, el imputado periodista Rodríguez Cruz, en un post de Facebook sobre el auge del extremismo, aseveró: «Las personas extremistas son aquellas a quienes les resulta más fácil sospechar que confiar, por causas injustificadas, e incluso sin ningún motivo. […]. No dudemos entonces un segundo en oponernos a extremos y extremistas, en cualquier contexto donde ese malsano fenómeno aparezca. Nos puede ir la vida y el futuro en ello».

Por su parte, La Manigua, en su canal de Telegram, respondió a las críticas en un comunicado en el que alegaron: «¿Qué atacan cuando emplazan a La Manigua? Atacan a un espacio de resistencia mediática y de intransigencia revolucionaria. Atacan la frontalidad con que se apoya la Revolución y sus instituciones. Atacan a quienes no se identifican con las tendencias del activismo político en redes que dirigen su agenda a la fabricación de liderazgos individuales, sobre la base de vínculos y simpatías personales, descalificando a quienes piensan diferente y contribuyendo a la desmoralización pública de las formas de organización colectiva del pueblo cubano».

***

En las contestaciones a La Manigua surgidas en los últimos días sobresalen dos argumentos: el primero es el de la ética y el segundo es el del «fuego amigo». Con respecto al primero, cabe destacar que las conductas en el activismo alejadas de la ética no son novedad y han caracterizado al grupo desde sus inicios.

Algunos de estos métodos —como el uso de perfiles anónimos, con un discurso ofensivo hacia la oposición— se han naturalizado en el accionar político vinculado al gobierno cubano. Hasta ciertos «cibercombatientes» de esta orientación han sido entrevistados elogiosamente y citados como fuentes de información verídica en medios estatales. Mientras La Manigua empleaba formas de lucha alejadas de la ética —como las ofensas, campañas de linchamiento y actos de repudio— solo contra la oposición, el resto de las organizaciones y colectivos afines al Estado cubano no parecía alarmarse.

Entonces, quedaría como causa de la reacción actual el problema del «fuego amigo». Cabría preguntarse quién y cómo se define al amigo y al enemigo, si es viable y sostenible alimentar una corriente extremista y pretender que esta actúe eternamente de forma disciplinada, sin definir adversarios propios —más allá de los orientados—, ni utilizar para su combate los mecanismos amorales a los que está habituada.

23 COMENTARIOS

  1. En esta «manigua» se esconde el fascismo. Hay que estar alertas . Busquemos en la historia los métodos del.nscional-socialismo y encontraremos muchas coincidencias

  2. No es gastar balas con la Manigua es analizar el entorno mediático y las tendencias políticas en Cuba ,ojo todo es importante, el extremismo existe en los dos bandos y son peligrosos pueden llevar al país a una situación peor, entiéndase a una dictadura peor que la actual

    • El uso de conceptos simplones y vacíos como «extremismo» es realmente decepcionante a la hora de hacer un análisis político, porque es impreciso, inexacto y tendencioso. No es posible describir el actual contexto político de la sociedad cubana reduciéndolo, de manera simplista y maniquea, a dos polos «extremistas», ajenos a los cuales estaría el «Observatorio», que por tanto pretende erigirse como fortaleza neutral e independiente, ajena a todo pecado y con la presunción de pretender hacer un análisis supuestamente despolitizado y despojado de todo matiz político. En mi opinión, tales conceptos que son asumidos por el Observatorio son confusos y bastante ambiguos. No tuviera ningún problema si evitara las generalizaciones gratuitas, porque es muy cómodo desde un sillón ajeno a las vicisitudes del pueblo cubano tachar a todos los demás de «extremistas», mientras que no se dice nada sobre la necesaria autocrítica y mirada introspectiva que se debe mantener. Por último, no creo que el conflicto entre «los dos bandos» (no se acaba de definir bien los límites entre cada uno de ellos) puedan llevar a un país a una situación peor que la actual por varias razones, pero me interesa más dejar claro que, si en Cuba la dictadura logra perpetuarse, o bien haciendo cambios cosméticos y reprimiendo fuertemente cualquier actitud de disenso (algo cada día más difícil), o bien asumiendo un modelo autoritario mafioso de tipo ruso, ello no será en ningún modo responsabilidad del «extremismo de los dos bandos » puesto que la responsabilidad de tal continuidad del oprobio y despotismo caerá, únicamente, sobre la tiranía.

  3. Es increíble cómo las redes sociales, por el absoluto desconocimiento de sus mecanismos de manipulación de opiniones y deseos, auxiliadas por la inercia e incompetencia del gobierno para regular dichos espacios, brindando a todos las mismas condiciones de acceso y preservando la integridad de la imagen de todos, asumen proporciones de grandes propagadores de verdades y principalmente de versiones que, luego de ser publicadas, no hay manera de contener el daño producido.
    Hoy, más que actitudes y acciones políticas concretas, lo que cuenta son las versiones. Basta ver cómo se desarrolla la guerra en Ucrania para ver cómo se acumulan las narrativas de ambos bandos negando al otro mientras la población atónita es engullida por la crueldad y el dolor, estos sí, reales y verdaderos, de una guerra interminable y sin sentido.
    No tengo una fórmula para resolver los efectos nocivos de las redes. Sólo puedo decir que son acciones muy bien planificadas y que tienen un claro objetivo de subvertir patrones y construcciones civilizatorias que, especialmente en la posguerra, sustentaron el desarrollo humano. Con errores, retrocesos y avances, la humanidad podría, por primera vez, actuar de manera planetaria, entendiendo que sus problemas no se resolverían sólo en sus territorios. Que la aventura del hombre es planetaria y que, por tanto, las soluciones deben llegar también al planeta en su conjunto.
    Las redes, bajo un velo de libertad de expresión y democracia, difunden mentiras y prejuicios, cancelan personas, destruyen imágenes y desorganizan el entramado de valores humanos que hemos construido hasta ahora para provocar cualquier tipo de reacción a esta destrucción. . Es interesante comparar el discurso con la práctica, como lo hicieron militantes de ambos bandos en esta fratricida disputa de egos. Aunque predican la libertad de expresión, las redes sociales son entes privados en manos de los inversionistas del mercado y cambian de manos como la gente se cambia de ropa. No hay transparencia en sus algoritmos y mucho menos formas de verificar sus actitudes de exclusión/inclusión hacia personas, ideas, valores o creencias. Ellos mismos definen sus criterios y prácticas en base a quién sabe qué valores o en qué valores monetarios se sustentan estas creencias y valores.
    Y nosotros, manipulados y encadenados, nos peleamos entre nosotros bajo la mediación de gente que se esconde detrás de algoritmos y otras cosas complicadas de la programación, cuyo único objetivo es que tú, yo, nosotros quedemos pegados a la pantalla y expuestos a la propaganda, al producto. a la capital En lugar de crear nuestras propias redes, basadas en valores humanos y con total transparencia, gestión colectiva y compartida, nos quedamos con gente firmemente financiada y pagada por el poder para desestabilizar, crear discordia, crear odio e ira, por saben que el mundo se mueve por la emoción y no por la racionalización. La acción tiene lugar a través de la movilización y la movilización ocurre solo cuando la emoción está presente. El miedo, la ira, el amor, la impotencia, la tristeza, son manipulados al antojo de los algoritmos y de quienes los fabrican.
    ¿Seguimos con esto? ¿O nos vamos a centrar en cuál es nuestro problema y qué podemos solucionar? ¿Vamos a seguir siendo un juego en manos del poder constituido, o realmente vamos a tomar ese poder y ponerlo a nuestro servicio?

  4. El gobierno de Cuba siempre se ha valido de elementos extranjeros radicalizados para mantener el control reprimiendo a los cubanos. Nadie cree con tan ciegamente en la «revolución» como los extranjeros, quiénes creen fielmente en todo el discurso oficial del gobierno. Han sido muchas las personas extranjeras que han sido puestas al mando en oficinas de control político desde los primerísimos años de la «revolución». Siempre al gobierno de Cuba le ha sido más fácil confiar al cien por ciento en un extranjero que en un cubano; de ahí que la MANIGUA parezca intentar dirigirse a convertirse en los tonton macoute del gobierno por cuanto ya las tropas de asalto de respuesta rápida están demasiado desprestigiadas como para seguir utilizandolas en la represión; o sea, el gobierno cubano parece que ha perdido su confianza los pandilleros de sus brigadas de respuesta rápidas y parece estar buscando crear una agrupación semi intelectual pero con la misma disposición de defender violentamente a la «revolución» de la misma manera que la «contrarrevolución» contó con el favor de los intelectuales para enfrentarse al dominio totalitario donde ellos gobernaban. Esta es obviamente una apuesta que difícilmente pueda prosperar, pero no se pierde nada con intentarlo para así buscar la manera de ganar prestigio.
    Si bien los muy entusiastas defensores extranjeros de la revolución cubana son incondicionales y fanáticamente leales, la realidad es que en Cuba difícilmente se puedan sustituir a los pandilleros de las brigadas de respuesta rápidas para mantener amedrentada a la población; al gobierno no le queda de otra que seguirse valiendo de esas caras feas con tipos con apariencia de delincuentes para seguir teniendo el control de las calles.

  5. Los comunistas son fantásticamente hiperactivos.
    Viven «combatiendo al enemigo para salvar la revolución». «En pie de guerra», como les gusta decir, para vivir con ese ridículo sentido de urgencia que los mantiene con «un pie en el estribo».
    Llegan hasta el punto de arremeter en contra de otros revolucionarios considerados por ellos como «poco intransigentes con el imperio».
    Si ese mismo ingenio y esa energía la tuvieran en el terreno económico, Cuba fuera el país más desarrollado del mundo.
    Pero hasta ahí no llegan. Lo de ellos es el «modelo cangrejo»: mucha muela y poca carne.
    Fue así que, entre invasiones que nunca llegaron y promesas de bienestar que tampoco, hoy estamos en el oscuro y pestilente fondo de la charca de miseria y desesperanza en que hundieron nuestra nación y a nuestra gente.

      • CUBANO DE ANTES:

        Para saber si algo triunfo o fallo hay que referirse a los objetivos. Le recuerdo los objetivos principales:

        1.- Convertir a toda Cuba en propiedad de la familia Castro y a todos los cubanos en sus servidores.
        2.- Gobernar de por vida como un dios, decidiendo quien vive y quien muere, de acuerdo a la sumision y adoracion demostrada.
        3.- Expandir el domino personal de la familia Castro a los paises vecinos mediante el apoyo a los grupos terroristas del area.
        La Revolución ha sido un exito extraordinario porque sus objetivos principales se cumplieron. Los objetivos que no se cumplieron no importan porque nunca fueron objetivos reales.

  6. Sea la Manigua, sea La Comuna, sea el
    Necio, sea Con Filo, en todos los casos hay una lealtad absoluta al estado totalitario-mafioso, al poder ignominioso que ellos siguen defendiendo bajo la figura de ese cadaver putrefacto que llaman revolución. Mitines de repudio, descalificaciones, linchamientos políticos, manifiestos de reafirmación revolucionaria, utilizados en mayor o menor medida, desligitiman de origen a esos bloggs, asociaciones, etc, con muy limitado calado intelectual y demasiada pestilencia a barricada . Los mismos perros con diferentes collares. Las mismas garras con algun guante de seda. Puro folklore totalitario.

  7. El extremismo existe en todas partes, en todos los paises, en todos los pueblos. Luchar contra ese extremismo es luchar contra todos…. No me suena productivo, El problema es cuando el extremismo invade al poder y no permite control al poder. En las sociedades libres tambien hay extremismo, pero el poder es controlado por la misma democracia, division de poderes, instituciones que no son mas que mecanismos de control al poder. Hace unos años, y que me perdonen quienes comulgan con el, un extremista llego a la casa blanca.. llego ejerciendo su derecho legitimo salio legitimamente electo. Y si, Trump era un extremista, en el poder, pero los mecanismos del sistema democratico lo controlaron y hasta lo sacaron del poder, y hoy, tiene posibilidades de regresar, igual, legitimamente, y su derecho le asiste, pero el poder es controlable en ese pais.. el peligro es menor.

    Entonces, este jueguito de luchar contra los extremistas, en su mayorias civiles es un juego esteril de llegar a ninguna parte, por lo que hay que luchar es porque se acabe de ir el sistema que impone el extremismo sin posibilidad de ser controlado. Cuando ese estado de cosas termine, cuando Cuba sea libre, y lo sera, seguiran habiendo extremistas, como en todas partes, y.. que importa? Pues nada, no importaria nada.

    Por otro lado, no puedo evitar pensar, de tan absurdo que me suena este tema anti extremismo, que responde a dos razones. 1. Una inmadurez enorme de los luchadores contra civiles (sean como sean estos) o posiciones que sostengan civiles, en pleno derecho a sostenerlas, ser extremista no esta prohibido por ley. 2. Una jugarreta tapa verdades… por que es que es tan obvio cual es el verdadero problema.

    En fin, con todo respeto.

  8. lo mas gracioso es la individua en primer plano, mucha manigua pero el celular de ultima tecnologia ni siquiera lo oculta, como si en la isla prision tener un celular fuese cosa de ir simplemente a una tienda y comprarlo.

  9. Jejeje tremenda tiradera. Podrían ser dos reguetoneros improvisando uno contra el otro.
    Que suerte la mía de solo enterarme de la existencia de esos «revolucionarios» por este artículo. Y seguro que en una semana ya los olvidaré.

    • Yo me rio porque esos manigüeros y los demás están como la cúpula y los militares tal cual se merecen sin valores éticos y morales sin virtudes humanas y conocimiento eso es lo que resulta… ya yo no me acuerdo de lo que acabo de leer
      No nutre , no enseña nada . Me dio ? risa

  10. Si la Manigua es un extremo, entonces Con Filo es otro? Entonces Cubadebate es otro? (Cubadebate que dio espacio a Huamachi para entrevistar al filósofo argentino Nestor Kohan y estimularlo a calumniar a LJC y a mi persona, una acádemica de este país, lo cual este texto del Observatorio, por cierto, ni rememora). Entonces Pedro Jorge Velázquez es otro? En serio? Se supone que un Observatorio sobre extremismo devele los extremos de una relación política. Son estos? En serio?

    • Profe Alina, lo cierto es que si vamos al concepto: Observatorio quiere decir, «sitio para observar». No quiere decir precisamente que este deba ser imparcial. Aunque en realidad no me agrade la parcialidad, ya es bastante evidente hacia donde va el blog nuevamente. Solo haga un resumen de los artículos publicados en lo que va de año y verá que muchos no solo están parcializados a la izquierda, sino que tienen ese toque de deshonestidad que caracteriza al Gobierno de la isla. Quizás sean ideas mías y no trato de ofender a nadie. Pero la honestidad es un ingrediente fundamental para llegar a buen puerto en esta vida. Los intelectuales representan a una Sociedad y deben hacerse eco de ella, educándola con valores que la hagan crecer. Si estos intelectuales no son sinceros, ¡apaga y vámonos!

      • Jose A Huelva, un Obervatorio no tiene que ser imparcial pero debe ser objetivo, debe recopilar la data para llegar a develar tendencias. No ha sido el caso acá. Y tampoco creo que estos artículos estén parcializados a la izquierda. En todo caso no a lo que entiendo por izquierda. Si acaso a la izquierda autoreferencial, que hace mucho dejó de serlo acá. Saludos.

    • Alina, es lamentable que el Observatorio desperdicie la oportunidad para hacer un análisis que vaya más allá de la propaganda y la manipulación del régimen y que analice, ahonde en las causas, las manifestaciones del problema, algo que claramente no se hace, y en cambio, se mantiene una postura ambigua y confusa, que no aclara absolutamente nada y nos deja con más interrogantes que certezas. Varios foristas hemos propuesto ya que se reflexione sobre la conveniencia de publicar estos textos del Observatorio, porque realmente estamos convencidos de que, lejos de reducir la polarización existente en la sociedad cubana, la ahonda; lejos de acercar posiciones y contribuir a un consenso mayor y a un diálogo plural entre muchas fuerzas -de dentro y de fuera- que la nación tiene, parece dispuesto a estimular las diferencias entre distintos actores sociales y a profundizar las tensiones y desacuerdos, es decir, que en la práctica está desempeñando el mismo inglorioso papel del régimen en su afán de impedir la reconciliación entre cubanos y la conquista de la libertad y democracia para Cuba. Es mucho lo que se pudiera decir, pero yo preferiría que se rectificara este lamentable rumbo hacia la ambigüedad, la complacencia y la simpatía hacia el desgobierno que ha predominado en estos últimos meses en el blog, porque es políticamente arriesgado y éticamente insensible, porque no es otra cosa que un salto al pasado y al vacío, una involución que causa pena en quienes veíamos -y todavía vemos, en algunos casos- en el blog una fortaleza de pensamiento y decoro ciudadano, un faro de luz en medio de las tinieblas, un espacio donde se cierre la puerta a las consignas y justificaciones, y se abra, en cambio, para la reflexión y el análisis, para el ejercicio intelectual desprejuiciado y honesto, y para el debate sobre la realidad de Cuba, sin eufemismos ni excusas vanas, donde se abandone necesariamente la complacencia, el inmovilismo y los infecundos actos de fe, enarbolándose la bandera de la ética, la vergüenza y la decencia, que tan pasados de moda parecieran estar hoy en la isla.

    • Mejor esperemos a ver que sucede con el nuevo gobierno que viene a partir de Abril cuando sea sucedido Díaz Canel por Mariela Castro. Seguramente ella le está exigiendo a su padre que la deje en el cargo antes de que se muera. Y ya Raul habría hablado con Canel para que renunciara en su favor. La dictadura no va a acabar, solo que ésta vez va a ser más odiosa. Todos saben cuáles son los «grandes sueños» de Mariela para con la gente con los que ella se identifica. Y eso lo impondrá con un gobierno férreo como el de la reina loca que hubo en Madagascar. Es lo que veo venir.

      • Sr. Raul Sobrino:

        De acuerdo con Ud. La legitima heredera al trono es la princesa Mariela Castro. Aunque tambien pudiera ser el principe Alejandro Castro. Lo importante es la continuación de nuestra monarquia, feudalista, militar, bajo la dirección exclusiva de nuestra familia real.

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Observatorio sobre Extremismo Político
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El Observatorio sobre Extremismo Político (OSEP) analiza la escalada de extremismo en la esfera política cubana y su relación con fenómenos como la polarización y la violencia política

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