Juventud, Cultura y Revolución en Cuba

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Los enemigos de la Revolución cubana nos critican todo, absolutamente todo, menos nuestra televisión. ¿Será que les estamos haciendo un favor?
Los enemigos de la Revolución cubana nos critican todo, absolutamente todo, menos nuestra televisión. ¿Será que les estamos haciendo un favor?

Por: Osmany Sánchez

Durante el V Pleno del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) se hizo un llamado a los jóvenes a la defensa cultural de la Revolución. No estoy al tanto del resto de los temas tratados en el cónclave pero no dudo que ese fuera uno de los asuntos principales.

Se repite todos los días la importancia que tienen los jóvenes para el futuro de la Revolución y del interés que tienen en estos los adversarios del gobierno cubano pero a veces me parece que las estrategias para preparar a las nuevas generaciones no son las más acertadas.

Los miembros del Pleno de la UJC hablaron del peligro que representa la “avalancha mediática y seudocultural” producida fuera del país y que le llega a la población por la televisión, por los bancos de películas o por las memorias flash, pero a mí sinceramente me preocupan más las cosas que se hacen o se dejan de dentro de Cuba.

He escuchado la frase: “los malos que hacen cosas buenas” para referirse a los productos realizados en los Estados Unidos. Yo diría mejor “los malos que hacen las cosas bien”. ¿Quién no se ha conmovido con las experiencias de un soldado norteamericano en Irak, Somalia o cualquier lugar del mundo? ¿Quién que vio la película Unthinkable no quedó con dudas sobre la necesidad de aplicar métodos de tortura en algunos casos? ¿Cuántas personas no quedarán con la duda del papel de la Unión Soviética en la Gran Guerra Patria después de ver una película “americana” sobre esa epopeya?

En los Estados Unidos no existe el Ministerio de Cultura. Desde hace mucho tiempo es la CIA la que se ocupa de esos temas. No estoy proponiendo que en Cuba sea la Seguridad del Estado la que dirija la cultura pero sí que tengamos en cuenta la importancia de los medios audiovisuales en la formación de valores para nuestros jóvenes.

¿En cuántas novelas, aventuras o películas cubanas se ve la bandera nacional o se canta el himno?, ¿Cuántas veces se dice “este es el sistema más justo”, “lo más importante es nuestra soberanía” o se defiende explícitamente nuestro sistema político? No se trata de decirlo como una lección o un “teque” como en el reciente Tras la Huella sobre el tema de los Guardabosques. Hay que ser creativos para llevar el mensaje.

Hace apenas unas semanas se vivió en toda Cuba una verdadera fiebre de béisbol con los Play Off. Piensen a ver cuántos peloteros (atletas y directivos) cantaban el himno nacional a medida que la cámara pasaba por los bancos. En eso los “malos” no se equivocan.

Los más jóvenes no tienen referente en la televisión o el cine cubano de cómo deben actuar o cuál debe ser su guía. Nunca se habla de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) o de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Las únicas veces que se habla de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) es cuando en uno de los policíacos cubanos el Jefe del Sector va a preguntarle al presidente del CDR sobre la vida de alguien del barrio. Es decir que para los jóvenes su papel es “echar pa´lante a los vecinos”.

Nos queda clara la importancia del papel del Partido Comunista de Cuba (PCC) dentro de nuestra sociedad sin embargo el tratamiento que se le da en los medios es desfavorable. Si tomamos el caso de los policíacos cubanos que mencionaba anteriormente, nos encontramos que en todos hay jefes (directores, almaceneros, administradores, gerentes, etc) corruptos. Viven en tremendas casas, tienen varios carros, en fin que salta a la vista que viven por encima de sus posibilidades. Al final del capítulo la justicia los alcanza pero jamás sale a la luz algún análisis en sus núcleos del PCC.

Existe la poco probable posibilidad de que ninguno de ellos sea militante del PCC pero de todas formas se pierde una excelente oportunidad de mostrar cómo debe funcionar un núcleo del PCC y su intransigencia con los militantes corruptos.

Qué hacemos conque los spot televisivos que promuevan la educación formal y las buenas conductas si luego la mayoría de los protagonistas de los programas juveniles se comportan de manera diferente. En estos programas los más populares son los chabacanos, los presumidos, mientras que los jóvenes más educados, los “buenos muchachos” son presentados como “medios bobos”.

Cuando hablo de esto algunos me dicen que la televisión debe mostrar la realidad para que sea creíble. Yo sinceramente discrepo con eso, lo considero un facilismo. La realidad la vivimos todos los días cuando vamos a la escuela o al trabajo, cuando nos sentamos frente a la televisión entonces buscamos otra cosa. No podemos olvidar que la esencia de nuestra televisión no es comercial sino educativa.

Creo que hay una intención en promover los programas juveniles pero a mi juicio lo que está fallando es que no son realizados por jóvenes. Por mucho que se esfuerce y por mucho talento que tenga, un director que sea un “temba” no obtendrá el mismo resultado que si el guión lo hace un joven. Pero estos no lo podrán hacer sino les dan más espacios.

No los quiero cansar con muchos más ejemplos. Dejo en manos de ustedes el análisis de lo que estamos haciendo para que de verdad este sea un pueblo culto y revolucionario. Termino con algo relacionado a la educación que es el medio donde estoy. En la novela cubana que se pasa actualmente por la televisión se presenta por primera vez (al menos según recuerdo) a una joven profesora universitaria, recién graduada, pero la joven es, como diría mi abuela, “más sata que las gallinas” además de otros atributos negativos.

Los enemigos de la Revolución cubana nos critican todo, absolutamente todo, menos nuestra televisión. ¿Será que les estamos haciendo un favor?

186 COMENTARIOS

  1. El post que se hizo con idea, de criticar la propaganda cubana, aunque fuera a medias, termino como siempre en que los mismos que la criticaron terminaron defendiendola. Como?. Pues criticando a la propaganda enemiga.

  2. Jorgealenadro:
    Le recomiendo sinceramente actualizarse con lo que ha pasado en los últimos veinte años en cuanto arte se refiere, en Cuba; sus criterios, eran propios del discurso de la crítica contrarrevolucionaria de los años 60`, 70` y 80` del pasado siglo.
    Como usted debió notar pasaron muchos años, eso de los funcionarios ineptos en puestos claves de la cultura, fue, comprende, fue; hoy cuando menos son todos universitarios con un mínimo de preparación, y en la mayoría de los casos con preparación en Humanidades, Ciencias Sociales o en la propia manifestación artística que rectorean como directivos de cultura.
    En cuanto a la polémica de Blas Roca y Guevara sobre la obra de Fellini, solo un sin-verguenza podría negar la altura intelectual de cualquiera de los dos contendientes, supongo que a usted eso es lo que le molesta, que ambos se «lían a golpes», pero, al final, comparten la fe en elproyecto humanista y liberador de la Revolución.
    En relación a la por usted llamada «disminución de la calidad artística en el arte cubano» merece una soberana carcajada, reitero actualécese, el arte cubano en algunas manifestaciones está en su mejor momento de los últimos 50 años, lo que está pasando hoy mismo en los campos de la la pintura y la danza en Cuba, merecen el aplauso generalizado de la crítica nacional y foránea, la crítica, Jorgealejandro, y no un advenedizo como usted.
    Lo de la estigmatización, también es pasado, señor, hoy Lezama, Virgilio, etc., ocupan el lugar que se ganaron con su obra dentro de la Cultura cubana. En fin, le dejo de tarea para la casa, actualizarse con relación a lo que pasa hoy en Cuba en materia de Arte.

    • Jorge

      Yo,me fui de Cuba hace 8 años, y he vuelto dos veces. En ella viví 42, es decir el doble del tiempo que ud dice que «investigue». No hizo falta. lo viví; es más, lo estudié.

      Si Blas Roca hubiera tenido la «altura intelectual» que ud le concede, la polémica con Guevara (Que sí la ha tenido siempre), nunca hubiera sucedido, al menos por el motivo que fue.

      «Quinquenio gris» no es un nombre que me inventé yo, sino que fueron los propios intelectuales cubanos.

      Le reitero algo que le dije; y parece que no entendió bien:

      «ud no advierte que esas obras llegan a producirse, no gracias a esas situaciones adversas, sino a pesar de ellas.»

      El resto, epítetos incluidos, es un ataquito de «revolucionario ofendido», que no vale la pana tomar en serio: es previsible y típico. Y mientras más previsible es un mensaje (Lo dice la teoría de la comunicación) menos efectivo es.

      Y nunca contestó mi pregunta, pero acaba de contestar entre líneas todas las interrogantes de Tatu.

      • Y no le hago aquí uno de los tantos chistes que creó el pueblo, no un servidor, sobre la «altura intelectual» de Blas Roca, porque es posible que no me lo publiquen,

      • Un último detalle, fíjese lo «desactualizado» que estoy que tengo ahora mismo ante mí toda la información sobre la reciente Bienal (catálogos incluidos), que conservo la crítica que se le hizo en Inglaterra reciente mente al Ballet Nacional, donde uno de los críticos dice que bailaron «como una compañía de provincias» (Y no tiene idea lo que esto me apenó), y que mañana voy a Linconl Road a ver la puesta en escena de «Caligula» por el grupo de teatro «El Público», con la participación especial de Brocelianda Hdez, a quien me honra conocer personalmente.

  3. Su pregunta es capciosa, señor presuntuso, si lee con detenimiento se dará cuenta de que la respuesta está implícita. «¿Cómo puede haber desarrollo de la creatividad, si no hay libertad de expresión?» Como que hay libertad de expresión, también hay creatividad, esa es la respuesta directa que le doy, por supuesto, utilizando su «lógica metafísica».

    Sobre sus otros razonamientos, le repito, » en la historia del arte hay ejemplos de extraordinarias obras hechas en contextos políticos adversos, contextos en que la censura era total; incluso le digo más, son hoy tan extraordinarias, no solo a pesar del contexto en las cuales vieron la luz, sino por inspirarse en él.” Ambas razones, señor presuntuoso, ambas causas pueden generar mágnificas obras de arte. Y sobre lo de «darse a conocer» o hacerse públicas es un tercer factor que introduce usted, oportunistamente, en el debate, irrelevante desde el punto de vista artístico. Las obras después de creadas son tales, el momento o lugar donde se dieron a conocer es secundario para la obra misma y su artisticidad.

    Jorgealejandro, usted asegura que «cuando se le trata de imponer al arte una camisa de fuerza, la creación artística se resiente». Sí la obra de arte es verdadera, auténtica y producto de la inspiración honesta del artista, ninguna «camisa de fuerza» le acomoda y la que le intenten ajustar se romperá irremediablemente.
    Sus ejemplos son, además de manidos y fáciles, una demostración parcial e incompleta del asunto. Incluso en esas condiciones extraordinarias que usted menciona se produjeron excelentes obras de arte, lo que demuestra mi primera aseveración: el factor principal es la CREATIVIDAD, los demás son secundarios, y algunos como, la fecha de publicación, irrelevantes desde el punto de vista artístico.
    ¿Complacido ahora?, entonces dedíquese y cumpla con la tarea que le dejé para la casa.

  4. Jorge

    Yo,me fui de Cuba hace 8 años, y he vuelto dos veces. En ella viví 42, es decir el doble del tiempo que ud dice que “investigue”. No hizo falta. lo viví; es más, lo estudié.

    Si Blas Roca hubiera tenido la “altura intelectual” que ud le concede, la polémica con Guevara (Que sí la ha tenido siempre), nunca hubiera sucedido, al menos por el motivo que fue.

    “Quinquenio gris” no es un nombre que me inventé yo, sino que fueron los propios intelectuales cubanos.

    Le reitero algo que le dije; y parece que no entendió bien:

    “ud no advierte que esas obras llegan a producirse, no gracias a esas situaciones adversas, sino a pesar de ellas.”

    El resto, epítetos incluidos, es un ataquito de “revolucionario ofendido”, que no vale la pana tomar en serio: es previsible y típico. Y mientras más previsible es un mensaje (Lo dice la teoría de la comunicación) menos efectivo es.

    Y nunca contestó mi pregunta, pero acaba de contestar entre líneas todas las interrogantes de Tatu.

    Jorgealejandro, si como usted dice las «obras (de arte) llegan a producirse, no gracias a esas situaciones adversas, sino a pesar de ellas”, explíqueme entonces, cómo es que usted le achaca a causas como la falta de libertad de expresión, el catastrófico estado del arte en Cuba; como es esto posible si a pesar de la libertad de expresión, pueden producirse extrodinarias obras de arte. Se da cuenta de la gigantesca contradicción que encierran sus palabras. Pero no se preocupe, yo lo comprendo, si porque en fin de cuentas, negar la existencia de libertad en cualquiera de sus variantes en Cuba, es la posición política que usted aprendió y la defiende a capa y espada aunque entre en contradicción con la teoría del arte aprendida.

    Muchos vivimos y estudiamos en Cuba, no solo usted, Jorgealejandro, y algunos hemos estado 8 años más en laIsla que usted. Si eso es significativo para su persona, imagínese cuanto lo será para mi.

    Mencionar hechos y eventos traídos «por los pelos» todo el tiempo en sus comentarios no le beneficia, más bien le perjudica. Ya le dije, pasaron muchas cosas en los 60`, 70`, 80, y 90` cubanos; pero resulta que estamos en el siglo XX. El Quinquenio Gris pudo ser una etapa muy negativa para la cultura cubana, pero a estas alturas, pasados casi 40 años, me resulta cuando menos, una tabla de salvación a la que se adhieren los que fracasaron en destruir la revolución durante todo este tiempo. ¿Está usted entre ellos?

    Su opinión de Blas Roca también es previsible, como casi todo lo demásy los epítetos los comenzó diciendo usted,o no se acuerda de lo del «bitongo de izquierda», vamos que nos conocemos, o usted es como la gatica…

    Lo de la efectividad del mensaje y su previsibilidad, es como la mayoría de sus ideas, generalizaciones incompletas de una realidad que pretende conocer, pero que verdaderamente no conoce, por eso lo califique hoy de presuntuoso.

      • Y si ud supiera algo de comunicación como disciplina, ni siquiera se atrevería aponer en duda lo que le digo acerca de la previsibilidad y la efectividad del mensaje. (Que no es de mi autoría, por cierto). Eso hasta un estudiante de Comunicación de primer año lo sabe.

  5. Como decía Jack el Destripador: «Vamos por partes».

    Primero, se llena toda la boca y me dice:

    «Los dos elementos que usted agrega, o sea, la libertad de expresión y la correspondencia del mensaje con la realidad, no constituyen factores que determinen la creatividad, cuestión a la que considero hay que otorgarle la primacía en relación con el tema del post»

    UD dice que la libertad de expresión NO es un factor que infuya en la creatividad. (Evidentemente la relación entre mensaje y realidad aplicada a lo que se dice en el post, no la entiende, y no tengo tiempo de explicárselo ahora)

    Ahora me cambia de palo para rumba:

    «Como que hay libertad de expresión, también hay creatividad, esa es la respuesta directa que le doy,»

    Entonces, como decimos los cubanos:

    «¿Te peinas o te haces los papelillos?»

    «Y sobre lo de “darse a conocer” o hacerse públicas es un tercer factor que introduce usted, oportunistamente, en el debate, irrelevante desde el punto de vista artístico.»

    De verdad que en toda la historia del arte creo que no existe el ejemplo de algo que se haga para no darse a conocer. La relación artista- receptor es clave dentro del desarrollo del arte, es más, enriquece la obra de arte.

    «Sí la obra de arte es verdadera, auténtica y producto de la inspiración honesta del artista, ninguna “camisa de fuerza” le acomoda y la que le intenten ajustar se romperá irremediablemente.»

    Muy bonitas palabras, pero la realidad lo desmiente muchísimas veces. Me recuerda esos discursos de » cuando la causa es justa…bla bla bla bla, olvidando aquello que decía el Virrey Príncipe de Esquilache, que se las daba de poeta:

    «Vinieron los sarracenos,
    y nos cayeron a palos.
    Que Dios ayuda a los malos
    cuando son más que los buenos.»

    Va mayoría de las obras creadas por la camisa de fuerza que llamaron «Realismo Socialista», desmiente todo lo que acaba de decir. El stalinismo fue funesto para todo el arte soviético, incluso después de la muerte de Stalin. esta influencia abarcó la etapa de la sovietización cubana, donde se exaltaba a Manuel Cofiño como autor realista- socialista, y como el gran novelista que jamás fue, a la vez que se ignoraba a Lezama y a Piñera. Sobran las obras premiadas en diversos concursos de aquel momento que ningún editor cubano hoy en día publicaría, porque son una reverenda basura. Vale lo mismo para el arte producido en la Alemania hitleriana. además le puedo citar gran parte de lo producido durante la camisa de fuerza del Clasicismo y el Neoclasicismo.

    Y, si la cosa es ponerse engreído, para que no emita juicios tan temerarios, ni se apresure tanto en descalificara quien, por lo que se nota, le puede dar a ud un doctorado en Teoría del Arte, Historia del Arte e Historia y Teoría de la Literatura, le recomiendo dos libros:

    1- Este es para que se empape bien de qué fue el llamado Realismo socialista, y se dé cuenta de lo que le digo, porque se nota que no tiene, ni lecturas ni vivencias para ello. «Artículos Literarios», de Mirta Aguirre. Ed Letras Cubanas. El dedicado al Realismo Socialista (Hasta esta genial filóloga cayó en esa trampa).

    2- Para que aprenda lo que son el arte y la literatura y cómo funcionan, y la diferencia entre «arte comprometido» y «arte planificado». «Teoría de La Literatura», de Victor Manuel Aguiar e Silva. Ed «Gredos». Sobre todo los dos primeros capítulos, aunque todo el libro es excelente. Me perdonará que no me acuerde del año.

    Y no trate de bailar en casa del trompo, que lo único que podrá hacer es el ridículo.

  6. Jorgealejandro, si como usted dice las “obras (de arte) llegan a producirse, no gracias a esas situaciones adversas, sino a pesar de ellas”, explíqueme entonces, cómo es que usted le achaca a causas como la falta de libertad de expresión, el catastrófico estado del arte en Cuba; como es esto posible si a pesar de la libertad de expresión, pueden producirse extrodinarias obras de arte. Se da cuenta de la gigantesca contradicción que encierran sus palabras. Pero no se preocupe, yo lo comprendo, si porque en fin de cuentas, negar la existencia de libertad en cualquiera de sus variantes en Cuba, es la posición política que usted aprendió y la defiende a capa y espada aunque entre en contradicción con la teoría del arte aprendida.

    Muchos vivimos y estudiamos en Cuba, no solo usted, Jorgealejandro, y algunos hemos estado 8 años más en laIsla que usted. Si eso es significativo para su persona, imagínese cuanto lo será para mi.

    Mencionar hechos y eventos traídos “por los pelos” todo el tiempo en sus comentarios no le beneficia, más bien le perjudica. Ya le dije, pasaron muchas cosas en los 60`, 70`, 80, y 90` cubanos; pero resulta que estamos en el siglo XX. El Quinquenio Gris pudo ser una etapa muy negativa para la cultura cubana, pero a estas alturas, pasados casi 40 años, me resulta cuando menos, una tabla de salvación a la que se adhieren los que fracasaron en destruir la revolución durante todo este tiempo. ¿Está usted entre ellos?

    Su opinión de Blas Roca también es previsible, como casi todo lo demásy los epítetos los comenzó diciendo usted,o no se acuerda de lo del “bitongo de izquierda”, vamos que nos conocemos, o usted es como la gatica…

    Lo de la efectividad del mensaje y su previsibilidad, es como la mayoría de sus ideas, generalizaciones incompletas de una realidad que pretende conocer, pero que verdaderamente no conoce, por eso lo califique hoy de presuntuoso.

    • Le respondo. porque en esas circunstancias se le dificulta mucho al artista crear al margen de las norma vigentes Cuando un estado totalitario fija las normas o los cánones sobre qué temas o no tocar, y cómo tocarlos, eso influye dentro de la producción artística, porque el artista vive de su trabajo (Hablo del artista de verdad); y si no vende el cuadro, o la escultura, o si no se publica su obra, se muere de hambre, porque el artista vive de eso. Así de simple. el artista en ciertas circunstancias se ve obligado a hacer concesiones para poder sobrevivir, o morirse dignamente de hambre. Y eso afecta la calidad, porque no crea como le da su gana, que es lo que debería ser, sino que crea para sobrevivir, y eso crea una gran diferencia entre lo que pudiera hacer, y lo que realmente se ve obligado a hacer.

      En Cuba le han cerrado exposiciones a un montón de gente. Hay un montón de gente con talento que tiene que irse para poder ser reconocida, y lo son, cuando salen de Cuba (Y sin tener que desbarrar del sistema, ni darle entrevistas a nadie.), Y hay gente talentosa que se las está viendo negras para subsistir.

      Es más, ahora mkismo se está siguiendo una política funesta de cerrar escuelas de arte y de reducir las matrículas. ¿Las consecuencias de eso?
      Las verás en unos años. Da lástima con el potencial cultural que tiene Cuba, que el gobierno esté haciendo exactamente olo contrario de lo que se debería hacer.

      ¿Y quién le pone el cascabel al gato?

      Ahí está el detalle,

  7. Jorgealejandro:
    Veo que insiste en la misma contradicción una y otra vez.
    Intentaré, por última vez, aclararle las ideas.
    Yo digo que la creatividad no está regida por la libertad de expresión, que la creatividad, si es auténtica y verdadera, se alza, se impone por sobre los estrechos límites y fronteras que significa la libertad de expresión de una época o circunstancia determinada, o sea, que la creatividad es una entidad autónoma, y que ello se prueba con algunas extraordinarias obras de arte surgidas en medio de dictaduras, estados totalitarios o como mejor guste usted llamarlos. Por su puesto que la obra de arte es también el resultado de un contexto histórico, pero ese contexto histórico no tiene que determinar total, completa y absolutamente la calidad de la obra; es el artista, en última instancia, quien determina la calidad mayor o menor de la obra, el artista como creador, único portador de eso que denominamos creatividad.
    Los factores como la libertad de expresión apoyan o no, contribuyen o no, influyen o no; pero nunca serán determinantes en el logro de una obra de arte acabada, excepcional o perfecta, si este último caso es posible.
    Si, según su lógica, es imprescindible la libertad de expresión para producir el verdadero arte; ¿cómo es posible que en contextos donde existe una total libertad de expresión no todo el arte es vedadero, excepcional o extraordinario? De la respuesta a esta pregunta se desprende que algunos factores como la creatividad son principales, fundamentales, básicos y otros como la libertad de expresión, secundarios, no básicos, ni fundamentales.

    La segunda cuestión, su pregunta y mi respuesta. Es sencilla de entender, más claro ni el agua, como también decimos los cubanos; pero no hay peor ciego que el que no quiere ver.

    Sobre su argumento:
    «De verdad que en toda la historia del arte creo que no existe el ejemplo de algo que se haga para no darse a conocer. La relación artista- receptor es clave dentro del desarrollo del arte, es más, enriquece la obra de arte.»

    Es basicamente así, pero la recepción no es la obra de arte, y aquí y ahora hablamos de la obra y no del receptor. ¿Quién es,entonces, el que cambia de palo pa rumba?

    Y lo del Realismo Socialista, no insista, ya le dije una tabla de salvación …. de los que naufragaron en su viaje de reconquista del pasado.

    En cuanto a:
    «Y, si la cosa es ponerse engreído, para que no emita juicios tan temerarios, ni se apresure tanto en descalificara quien, por lo que se nota, le puede dar a ud un doctorado en Teoría del Arte, Historia del Arte e Historia y Teoría de la Literatura».

    Alguien por aquí le pidió su currículo y usted se equivocó y me lo lanzó a mi a la cara. No, pues solo uedo añadir:… y no quiere que le digan presuntuoso. ¿Quiere le envíe el mío a vuelta de correo y en privado?

    • Además, nunca se olvide que, en el mismo momento en que debatimos, hay artistas que son muchos de ellos glorias de la cultura cubana, que están vetados todavía en Cuba, porque, o se fueron del país, o manifestaron su desacuerdo con el gobierno cubano. No hay nada que justifique semejante injusticia que es, en última instancia, también un ataque a nuestra cultura

  8. «Si, según su lógica, es imprescindible la libertad de expresión para producir el verdadero arte; ¿cómo es posible que en contextos donde existe una total libertad de expresión no todo el arte es vedadero, excepcional o extraordinario?»

    Aplique de cuando en cuando la Navaja de Occam:

    Porque, un artista no se fabrica, y porque no todos tenemos talento suficiente para serlo; menos aún, para ser un gran artista (Que son los menos) cualquiera que sea la época en que vivamos. Acabe de entender que una obra de arte y un chorizo no se hacen de la misma forma, que parece que le cuesta trabajo entenderlo. De toda la producción artística que ha producido la humanidad, menos de la mitad es lo que ha podido pasar ese gran filtro de calidad que es y será siempre la «Prueba del Tiempo.» Es más, hay obras que surgieron y debido a una serie de acontecimientos muy particulares; y fueron muy celebradas en un momento dado. Cuando el efecto de esos sucesos pasó, esas obras han sido olvidadas hasta el sol de hoy.

    «Y lo del Realismo Socialista, no insista, ya le dije una tabla de salvación …. de los que naufragaron en su viaje de reconquista del pasado.»

    Si ud no se da cuenta de que las consecuencias de eso, todavía se dejan sentir en los que todavía ponen trabas ideológicas al desarrollo del artista y el arte cubanos, entonces es porque no quiere darse cuenta. En ese caso, nada puedo hacer, sino dejar un día detrás de otro, y que la realidad lo convenza. Aquí el único que se empeña en enquistarse en el pasado es su gobierno, que sigue proscribiendo obras y autores, aunque mundialmente sean reconocidos como máximas expresiones de su arte.

    «que algunos factores como la creatividad son principales, fundamentales, básicos y otros como la libertad de expresión, secundarios, no básicos, ni fundamentales.»

    Si lo que me quiere justificar con esto es la censura absurda que hace medio siglo existe en Cuba, pues eso es su problema. Ahora, un buen consejo: No diga nunca esto delante de ningún artista, so pena de hacer el más espantoso de los ridículos.

    Y de verdad que no gana nada con que yo vea un carretón de títulos por e- mail: de que no son de arte o literatura, estoy más que convencido. Pero como la experiencia me ha enseñado que en Cuba «socialista» todo es posible, en ese caso debió ser unos de los alumnos más mediocres que pasó por la Bicentenaria, en el caso que sea graduado de allí, aunque, si lo llegan a coger algunos de sus maestros que yo conozco, con esas «teorías» ni siquiera hubiera termminado el primer año.

    Lea los libros que le sugerí, que le aseguro que le van a gustar; y que va a aprender mucho. Siempre se aprende algo nuevo.

  9. Le voy a poner dos ejemplos de cómo esa censura que, en el fondo ud defiende, es capaz de hacer que una obra contestataria mediocre pueda tener éxito en un momento dado, aun a despecho del gobierno. ¿Ud cree que la película «Alicia en el pueblo de las maravillas» sea de lo mejor que ha producido el cine cubano? Yo nunca lo creí, sin embargo ¿Por qué tuvo el éxito que tuvo y por qué la gente se mataba por verla? Pues por el show ridículo y el papelazo que hizo tu gobierno de mandar al cine a todos los militantes del partido a ver la película y a reprimir cualquier manifestación de apoyo a lo que se mostraba, si esa manifestación era más ruidosa de lo conveniente. Sinceramente, compadezco a todos aquellos que se la tuvieron que disparar, aunque no quisieran. Después de poquísimo tiempo de exhibición, la desaparecieron de los cines.

    Sencillamente, patético.

    Voy al caso contrario: «Fresa y Chocolate», que es de lo mejor del cine cubano, por poco no se llega a exhibir, y si no es por el éxito que tuvo en el extranjero, no se pone. Hasta el cuento de Senel Paz que inspira la película y que le ganó un Premio Juan Rulfo, tardó tiempo en publicarse. Yo lo pude leer gracias a una fotocopia que me prestó un amigo. Sólo mucho tiempo después de estrenada en los cines y de ser aplaudida a porfía por la intelectualidad y el público, fue que permitieron ponerla en la tv.

    Otro ejemplo que no iba a poner, pero viene al caso es la defensa que tuvieron que hacer Alfredo Guevara y Mirtha Ibarra de la figura de Titón, gloria del cine cubano, cuando a tu actual gobernante le dio por decir públicamente que «Guantanamera» era una película «contrarrevolucionaria», y muchos de los mediocres que no le llegaban a la suela a Titón, le rieron la gracia. La cosa al final se calmó, pero mira cuántas veces han vuelto a poner esa pelíciula.

    Por suerte hay quienes tenemos buena memoria.

    • Jorge Alejandro,

      Me da la impresión de que Jorge es uncensor del ministerio de cultura defendiendo sus frijoles.Yo no se nada de arte pero creo que si en la época de Leonardo se hubiera dictaminado que sólo se podíanpintarcerdos azules, hoy tendríamos algunos cuadros, tal vez, de cerdos muy bien pintados, pero la Mona Lisa no existiría. Es tan difícil darse cuenta de eso?

      • Amel:
        No lo creo, porque su vocabulario y la nomenclatura que usa no me indica alguien que pertenezca al sector del arte. Hay cosas de teoría del arte y de estética que no domina, ni de lejos. Sí me parece que es uno más a favor de la mordaza y la censura en aras de «salvar la recvolución», pero con la realidad nadie puede.

  10. Tatu, mijito, esas dos «ideas» («necesitamos creatividad a la hora de mostrar que este es el sistema más justo» , y » lo deben hacer los jóvenes») son a cual más patética
    La ‘justeza’ de un sistema es algo que se demuestra en la práctica, no en la ficción. Y, alas! , hay tienen un problema tanto el gobierno adorado como los ‘jovenes de las brigadas culturales’ como tú.

  11. Lector y Jorgealejandro, cuando digo que Hollywood saca sus películas después que el problema pasa, quiero decir que Hollywood hace la película cuando el presidente de turno o la compañia que denuncia ya está fuera del aire.
    La guerra en Iraq fue en el 2003. Ya en el 2004 se sabía que allí no había armamento de destrucción masiva ( bueno, siempre se supo que allí no había nada). Hollywood mostró algo? Creo que no. No sé , yo no vi nada. En el 2009 sale la película Green Zone que toca el tema. Ya
    Bush no estaba en el poder.
    Excelente el comentario de Robertico sobre el zoo.

  12. lagiraldilla en LJC no se censura pero tenemos el derecho de eliminar los comentarios que consideremos que no se ajustan al blog. No tenemos que dar explicación, en otras ocasiones hemos tratado de hacerlo y algunos se han creído con el derecho de poner condiciones en el blog.

    Quitaremos los comentarios que no aborden directamente el tema del post y si alguien lo hace varias veces lo baneamos. NO vamos a perder más el tiempo tratando de razonar con personas que no tienen la menor intención de hacerlo.

    Saludos

  13. jorgealejandro:

    No me sorprende que tú no vieras el país que la mayoría de los cubanos vio. Se ha demostrado de sobra aquí cual es la visión que has decidido hacerte de Cuba.

    Tienes razón, en el socialismo en Cuba nunca se acabaron las colas, más o menos. En el capitalismo no las había. Lo que había era una tablita con los precios, y tú sabías automáticamente cual «era tu lugar», más o menos como le enseñan todavía al indio en las novelitas mexicanas. (Hablando de buen arte, o «representación de la realidad»).

    Esa época que te cae tan mal fue la única en la que cualquier cubano -y digo CUALQUIERA- pudo ir a un hotel en Cuba. Ni antes ni después ha sucedido eso. En eso todos estuvieron también muy bien educados antes de la revolución, y sabían cual era su lugar. El mercado tiene esa forma maravillosa de ubicar a cada cual en su puesto, y luego nos convencen a través de todo el esquema que hemos estado analizando hoy aquí de que es el orden natural de las cosas, y de que si no podemos ir a un hotel es «porque no queremos», o «hicimos un uso distinto de nuestra libertad».

    A ti te parece que era un mundo irreal. A mí me parece que era un intento de proyecto en que las relaciones entre potencias y países pequeños tenían un carácter más solidario. El mundo sería más justo si se le pagara al cortador de caña en Santo Domingo, el obrero de la maquiladora mexicana o el minero congolés recibieran un ingreso por su trabajo que les permitiera tener una vida digna. Claro, tú vivirías con menos allí donde estás. Los cientos de miles de campesinos cubanos que por primera vez tuvieron un hogar, o vieron a sus hijos escribir, o disfrutaron de la electricidad, estarían de acuerdo conmigo.

    Al final esa es nuestra principal diferencia filosófica. Para mí Cuba somos todos, los que conozco y los que no, y yo uno más de entre ellos. Para tí obviamente la mirada comienza por otro lado. Por eso vemos las cosas de diferente manera.

  14. jorgealejandro:

    No me sorprende que tú no vieras el país que la mayoría de los cubanos vio. Se ha demostrado de sobra aquí cual es la visión que has decidido hacerte de Cuba.

    Tienes razón, en el socialismo en Cuba nunca se acabaron las colas, más o menos. En el capitalismo no las había. Lo que había era una tablita con los precios, y tú sabías automáticamente cual “era tu lugar”, más o menos como le enseñan todavía al indio en las novelitas mexicanas. (Hablando de buen arte, o “representación de la realidad”).

    Esa época que te cae tan mal fue la única en la que cualquier cubano -y digo CUALQUIERA- pudo ir a un hotel en Cuba. Ni antes ni después ha sucedido eso. En eso todos estuvieron también muy bien educados antes de la revolución, y sabían cual era su lugar. El mercado tiene esa forma maravillosa de ubicar a cada cual en su puesto, y luego nos convencen a través de todo el esquema que hemos estado analizando hoy aquí de que es el orden natural de las cosas, y de que si no podemos ir a un hotel es “porque no queremos”, o “hicimos un uso distinto de nuestra libertad”.

    A ti te parece que era un mundo irreal. A mí me parece que era un intento de proyecto en que las relaciones entre potencias y países pequeños tenían un carácter más solidario. El mundo sería más justo si el cortador de caña en Santo Domingo, el obrero de la maquiladora mexicana o el minero congolés recibieran un ingreso por su trabajo que les permitiera tener una vida digna. Claro, tú vivirías con menos allí donde estás. Los cientos de miles de campesinos cubanos que por primera vez tuvieron un hogar, o vieron a sus hijos escribir, o disfrutaron de la electricidad, estarían de acuerdo conmigo.

    Al final esa es nuestra principal diferencia filosófica. Para mí Cuba somos todos, los que conozco y los que no, y yo uno más de entre ellos. Para tí obviamente la mirada comienza por otro lado. Por eso vemos las cosas de diferente manera.

  15. De que era irreal, no hay mejor prueba que el desastre que están viviendo ahora. La historia es del carajo,muy tozuda a veces.Siempre se ha dicho que no se debe escupir para arriba pues te puede caer en la cara tu propio esputo.

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