No me gusta hablar del pueblo, ni que me hablen (o escriban) de él o por él. Cada vez que sale el término mi mente se desvía. ¿Qué pueblo? ¿El enérgico y viril? ¿El disciplinado y sacrificado? ¿El hambriento y manipulable? ¿El de Regla, el de Morón, el de Moa, el de Mantua? ¿Qué coño es, por fin, “el pueblo”? Evito hablar del “pueblo” de Cuba, porque creo que, tal como andan las cosas, pocas personas pueden invocarle legítimamente, y en contadas circunstancias. Nuestros representantes estatales cuando están en la Asamblea General de la ONU, ¿tal vez?
Prefiero referirme a la nación –que es imaginaria y real–, porque la nación es el espacio político compartido por quienes pertenecen a un territorio. La nación es más que “la tierra que pisan nuestras plantas” –la nación es sus residentes y sus migrantes–, y ciertamente es más que sus pueblos –la nación es su idioma, su historia, sus artes, su cocina–. Dentro de la nación (mal) conviven sus habitantes, sus comunidades imaginarias, se desarrollan luchas de poder y se intenta entender qué somos como variedad específica de la humanidad: la cubanensis.
Antes de exponer mis argumentos quiero compartir tres certezas. Como las certidumbres absolutas son escasas en política y sociología, son extremadamente valiosas. Quiero celebrarlas.
Primera Certeza: Cuba es un Estado laico. Lo dice el artículo quince la Constitución. Explica la RAE –entidad por encima de toda sospecha de filiaciones comunistas– que el adjetivo “laico” viene del latín tardío “laĭcus”, y este del griego “λαϊκός” (laïkós); propiamente “del pueblo”. La segunda acepción del vocablo es la que aquí interesa “Independiente de cualquier organización o confesión religiosa. Estado laico. Enseñanza laica.”
Segunda Certeza: La nación cubana nunca tuvo una sola religión. Digo nunca a propósito: antes de ser república, como colonia, ya había en Cuba diversidad de credos.
Tercera Certeza: La población cubana nunca se compuso solo de personas heterosexuales y cisgénero. Esto es redundante, pero me gusta recordarlo. Llegan tarde quienes quieren expulsarnos de la nación. La Inquisición trató, la comisión para cumplir los Acuerdos del Primer Congreso de Educación y Cultura de 1971 trató, los ministerios de Salud Pública, Fuerzas Armadas, Educación y Educación Superior trataron, el Instituto de Historia de Cuba trató. Aquí seguimos.
Las personas LGBTIQ+ cubanas somos parte de la nación por nacimiento y nuestra ciudadanía responde a los mismos criterios que el resto de Cuba (Título IV de la Constitución).
La argumentación que sigue parte de esas tres “Certezas” y reflexiona sobre la legitimidad del reclamo de algunas agrupaciones religiosas cubanas al Estado cubano. Su objetivo –manifiesto, explícito, confeso- es que sus visiones específicas sobre la sexualidad, la familia, la salud pública y la educación definan el marco legislativo nacional.
Empecemos porque Cuba es un Estado laico. Es diferente de “ateo”, y MUY diferente de “confesional”. Nuestra ley de leyes explica que “las instituciones religiosas y asociaciones fraternales están separadas del Estado y todas tienen los mismos derechos y deberes. Las distintas creencias y religiones gozan de igual consideración” (art. 15). La laicidad del Estado implica, entonces, que la Iglesia Ortodoxa Griega sea atendida por las instituciones estatales con el mismo respeto que la Asociación Yoruba de Cuba, o el colectivo budista.
Hay algo más en el atributo laico. A partir de la incorporación del adjetivo, el Estado adquiere la obligación de legislar para normalizar los marcos de ejercicio de las diversas religiones o credos, de modo que se puedan ejercer con seguridad -que nadie les ataque o discrimine- y para que esas prácticas no violen otras leyes, la letra o espíritu de la Constitución y los Acuerdos o Declaraciones internacionales de las cuales el Estado es signatario. En breve: el ejercicio de un credo no es excusa para la violación de la ley o de los derechos de otras personas. Para eso serviría una “Ley de Cultos”, que nos urge -como muchas otras.
Hago énfasis en la obligación del Estado porque algunas personas entienden que el debate es entre dos visiones contrapuestas del mundo. Una que se autodenomina defensora del “verdadero” mensaje bíblico, del cual emana toda posibilidad de entendimiento de la familia, la sexualidad y el ordenamiento social que de ello se deriva.
Otra que afirma que la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y la obligación del Estado a garantizar una vida libre de discriminaciones para toda su ciudadanía, son los criterios para el entendimiento de la familia, la sexualidad y el ordenamiento social que de ello se deriva.
Creer que se trata de que ambas partes expongan sus posiciones y convenzan al público, a la nación, ignora por completo la responsabilidad del Estado como mediador de las demandas, y garante de derechos para TODA la ciudadanía. No hay que convencer a nadie: el Estado es laico, así que no puede ser definido por las reglas de ninguna religión, no importa cuán popular sea, ni cuánto tiempo lleve en el país -por cierto, las iglesias evangélicas cubanas no pueden reclamar primacía en ninguno de los dos criterios.

Pastor Adrian Pose, paladín de la “derecha conservadora” en Cuba y defensor de Donald Trump.
Al Estado corresponde regular cómo se define y reconoce a la familia en Cuba, cuánto control tienen las personas sobre su cuerpo, cómo se castigan la discriminación, la incitación a la violencia, y la colaboración con otras naciones para promover agendas políticas específicas. Le corresponde al Estado porque el acceso a los derechos garantizados en la Constitución no es algo sujeto a debate. El debate fue el referéndum constitucional.
Aunque en su momento los cambios en el texto constitucional, a partir de los debates públicos, reflejaron criterios irregulares sobre qué opiniones populares atender, es un hecho que la Constitución de 2019 moderniza profundamente la legalidad cubana.
Desde el 10 de abril de 2019 tenemos la garantía constitucional de que el ejercicio de los derechos es “imprescriptible, indivisible, universal e interdependiente” (art. 41), y de que nadie puede ser objeto de discriminación “por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género, edad, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquier otra condición… lesiva a la dignidad humana” (art. 42).
Frente a la claridad de la Ley de leyes, el intento de algunas denominaciones evangélicas por justificar su empeño en que el Estado no reconozca los derechos de las personas LGBTIQ+ y sus familias no solo es discriminatoria, es simplemente un ataque frontal a la nación cubana.
En esa línea, invocar la tradición nacional de machismo, homofobia y transfobia, las políticas estatales de persecución contra personas LGBTIQ+ en otros países autodenominados socialistas, o la importancia del credo evangélico entre amplios sectores de la población, solo evidencia que la intensión de estas agrupaciones religiosas no es garantizar las condiciones para la praxis de su culto, sino la intervención activa en el espacio público para imponer políticas públicas de carácter conservador y confesional.
No se trata de tener simpatía por las personas LGBTIQ+, se trata de comprender que ese grupo no tiene respeto por la soberanía nacional y acepta cualquier tipo de apoyo para impulsar sus ideas.
3/ Las 7 denominaciones son: Asociación Convención de Cuba Occidental, Convención de Cuba Oriental, Iglesia Buenas Nuevas en Cuba, Iglesia Evangélica Bethel en Cuba, Iglesia Evangélica Pentecostal de Cuba Asamblea de Dios, Iglesia Metodista en Cuba, Liga Evangélica de Cuba. pic.twitter.com/dns6qmVqXd
— El Bohío Mío (@ElBohioMio) September 15, 2020
Hay tanto compromiso entre el liderazgo de estos grupos religiosos por la transformación legal y política de Cuba en un estado confesional evangélico, que no dudan en asociarse a proyectos cuyo único objetivo es destruir al Estado cubano. Es de público conocimiento que la Alianza de Iglesias Evangélicas de Cuba (AIEC) recibe apoyo material de Evangelical Christian Humanitarian Outreach for Cuba (ECHO Cuba), dirigida por Teo Babún, que recibe recursos del Departmento de Estado y la Agency for International Development (USAID) para “promover la democracia en Cuba”.
En el caso específico de los dineros para la AIEC, el objetivo es dar una voz fuerte a la comunidad cristiana, de modo que alcance a todas las personas posibles: intervenir en las políticas públicas del país. De ahí que tuvieran la capacidad material para coordinar una campaña nacional contra el matrimonio igualitario a lo largo de 2018, que llevó al gobierno a posponer la definición del matrimonio a través de una nueva votación, supuestamente en 2021, sobre el nuevo Código de Familias, en gestación prolongada al menos desde 2009.
Llama la atención que, a pesar de la abundante información sobre las intenciones de intervención pública de estos grupos evangélicos conservadores, las intenciones explícitas de varios por hacer Cuba confesional (#MakeCubaGodlyAgain es una etiqueta popular en ese círculo) y el documentado vínculo monetario entre la AIEC y la USAID el gobierno cubano, tan rápido para señalar, perseguir y castigar a otras personas o entidades críticas de su desempaño, deje que estos grupos se expresen y actúen.
¿Qué pasa? ¿Dónde están la combatividad revolucionaria frente a la ocupación del espacio público de manera coordinada por entidades no estatales, algunas con documentado financiamiento de una potencia extranjera?
No es extraño que Teo Babún haga conversatorios en Facebook Live para explicar cómo los grupos religiosos que asesora y financia son “una fuerza social emergente” en Cuba.

Debate sobre grupos religiosos en Cuba, auspiciado por organizaciones conservadoras, un medio opositor cubano y con la participación especial de John Barza, administrador de la USAID.
Mientras todo esto ocurre, la ciudadanía de las personas LGBTIQ+ se desarrolla a contrapelo. No porque el Estado la reconozca, sino porque las personas encuentran caminos para reconocerse, dialogar, actuar. Desde que, en 2008, el CENESEX empezara a organizar cada mayo jornadas para celebrar el Día Mundial de Lucha Contra la Homofobia, hasta que la etiqueta #LaMarchaVa se hiciera viral en mayo de 2019, muchas cosas han cambiado, para bien y para mal.
#LaMarchaVa culminó en el “11M” la primera marcha política exitosa de la comunidad LGBTIQ+ cubana. Claro que la consciencia y el compromiso de lucha contra la discriminación no aparecieron en la primavera a inicios del siglo XXI. Hay una historia de presencia, persecución, resistencia, solidaridad y perseverancia, tan antigua como la de la nación.
Nuestra ciudadanía es real. No tenemos que pedir perdón a nadie por existir. En cambio, tenemos derecho a exigir la garantía de nuestros derechos. La libertad religiosa, la libertad de pensamiento, la libertad de expresión, son valiosos elementos del nuevo contrato social de Cuba, firmado en 2019. No son, no pueden ser, amparo para el discurso de odio y la promoción de agendas políticas que nieguen el reconocimiento de derechos para una parte de la población o la pérdida de derechos ya conquistados.
Repito, esto no es asunto de convencer al público de quién tiene la razón. Quienes sienten orgullo de llamarse fundamentalistas tienen toda la libertad de serlo. Su fe no les da derecho a dictar cómo hacen sus familias, disfrutan sus cuerpos, o expresan su amor el resto de las personas de la nación.
No acepto sus reglas del juego.
Miro al Estado, mi garante.
Las personas LGBTIQ+ esperamos la respuesta legal del Estado y también espera, ¿por qué no decirlo esta vez?, el pueblo de Cuba.
34 comentarios
La iglesia en un Estado laico, debe estar separada del Estado. Educar a sus adeptos, sin meterse con los que no lo sean. Tambien los pertenecientes a ” minorias sexuales” deben limitarse a sus vida.
No se debe aceptar ni la propaganda religiosa, ni la propaganda LGBT.
Creo que se equivoca porque los grupos LGBT no son una organización religiosa…
Duro eso!
Llueve sobre mojado .
Señora Yasmín , en este post , escrito por usted demuestra que nadie la persigue ni discrimina , es usted muy joven para saber lo que es eso . Si este artículo suyo fuese escrito décadas atras , entonces si sabría lo que es discriminación .
Nuestro govierno actual , mediante sus leyes , le ofrece garántias legales de que no puede ser discriminado , ni perseguido por ser homosexual . Ahora bien, de ahí a ser gendarme de una minoría , por sobre otra , va un buen trecho .
El movimiento LGBetc , tuvo la suerte de tener alguien, en el poder real , con los recursos y la voluntad política de luchar por sus derechos , hasta lograr en mi humilde opinión ser la minoría con mejores oportunidades .
¿ Que otra minoría tine acceso a desfilar en nuestras calles ?
¿ Que otra minoría tiene espacio con spot en la tv ?
¿ Que grupo tiene entrada en nuestras escuelas para dar charlas de educación sexual ?
Como puede ver no son tan víctimas ni tan discriminados .En cuanto a exigirle a nuestro govierno que aplique medidas contra otra minoría , ellos también pueden apelar a la carta magna para ser defendidos por el .
“usted demuestra que nadie la persigue” – trata de cambiar los temas de discusión
“es usted muy joven para saber” – niega capacidad de discernimiento en base a la edad.
“El movimiento LGBetc , tuvo la suerte de tener alguien, en el poder real” – desprecio por el valor de los procedimientos legales del país
“Como puede ver no son tan víctimas ni tan discriminados” – ignora los mecanismos a través de los cuales funciona la discrminación por orientación sexual e identidad de género
“ellos también pueden apelar a la carta magna para ser defendidos por el” – asume que quienes agreden tienen derecho a la protección del Estado para practicar la violencia solo porque creen que es justa.
¿Cómo responder?……. No, no ya tengo canas compañero, no me gasto con gente como usted 😛
Qué explicaría la tolerancia del gobierno y los órganos de seguridad cubanos hacia estos grupos religiosos vinculados a la política estadounidense de cambio de régimen? Es triste recordar que mientras estas iglesias pudieron hacer campaña en templos, calles y redes sociales, en defensa de su concepción del matrimonio, las autoridades locales no permitieron que integrantes de la comunidad LGTBIQ hicieran los mismo en el habanero Paseo del Prado.
A dónde realmente va Cuba?
¿Por qué se mezcla religión con homosexualidad?
Una vez más lo voy a repetir: Cristo jamás condenó la homosexualidad.
Personas de todas opiniones y religiones, incluso ateos, tienen puntos de vista muy diversos en todo y también en el tema de la homosexualidad.
Algunas sectas se agrupan entre personas con ideas semejantes. Es lícito.
En fin, hay que dejar a los homosexuales en paz, y a quienes no le gusta también en paz. A mí no me gusta el fútbol y dejo que quien quiera juegue al fútbol.
Cristo no condenó la homosexualidad, es la mayoría de la feligresía católica, del clero y las altas instancias de la iglesia católica quienes ven mal la homosexualidad.
Y digo la iglesia católica pero en realidad por lo general todas las religiones son anti homosexualidad.
Yasmín está haciendo una denuncia pública en contra de organizaciones religiosas fundamentalistas, financiadas desde los EE.UU. por aliados de enemigos confesos del Estado cubano y su Revolución, que hacen proselitismo religioso que contraviene la letra y el espíritu de nuestra Carta Magna de 2019. Las autoridades tienen la palabra, y la acción, para restablecer la legalidad y dejar de ser cómplices por omisión, al no actuar con el mismo celo con que acostumbra hacerlo ante otras manifestaciones de supuestos quebrantamientos de la Constitución y de las leyes. Aquí el problema no es de homosexuales o heterosexuales, ni de creyentes o ateos. Se está hablando de respeto estricto a la legalidad y de la función del Estado de ser garante de los derechos de todos los ciudadanos.
Shyri, no sé si lo sabrás pero El Che era un homófobo declarado al igual que la plana mayor de los históricos de la revolución. Solo así se explica que se quedasen de brazos cruzados cuando mandaron a los homosexuales a campos de concentración. Lo digo porque ese discurso del enemigo externo está muy gastado de tanto usarlo.
El proselitismo religioso es una forma legítima de libertad de expresión. Recuerda que la separación Iglesia-Estado es una autopista de dos direcciones: la Iglesia no se mete en asuntos de Estado y el Estado no se mete en asuntos de la Iglesia.
Manuel* para mi está claro, debe respetarse la libertad de practicar el proselitismo religioso, mientras no transgreda nuestro orden jurídico. Por eso afirmé: “que hacen proselitismo religioso que contraviene la letra y el espíritu de nuestra Carta Magna de 2019”.
“el propósito que nos une a todos, enfocados en la unidad de la iglesia, la defensa de la doctrina y los principios bíblicos con el fin de ganar a Cuba para Cristo.”
Comité Ejecutivo General
Iglesia Evangélica Pentecostal de Cuba Asambleas de Dios.
29 de septiembre de 2020
Si eso no es la iglesia metiéndose en los asuntos del Estado… no se qué lo será
No hay dudas el Che, el Papa y todos en la época del Che eran homófobos, pero en aquel entonces ¿quién no lo era entre los grandes responsables políticos de gobierno y religiosos? Lo CONDENABLE es que aún hoy el Papa actual lo sea, y muchos gobernantes también (Duterte en Filipinas, por ejemplo). Ni Raúl Castro lo es ya, lo que ocurre es que el pueblo cubano (lamentablemente) es muy conservador en este aspecto. Lo visto cuando el debate en torno a la nueva Constitución del país así lo reveló.
Shryi , no creo que con el encabezamiento del post , sea ella muy revolucionaria , en cuanto a identificar a sectores religiosos como enemigos de la Revolucion , complices de govierno extranjero , poniendolos a la altura de otras “manifestaciones de supuestos ” …. etc , parece un golpe bajo y desesperado por eliminar un rival a cualquier precio , sin calcular concecuencias venideras
, tanto para los ” fundamentalistas “, como para nuestro govierno y ” pueblo enérgico y viril ” en general .
Por favor, me explica la lógica de esta frase “no creo que con el encabezamiento del post , sea ella muy revolucionaria”. Digo, ya que usted sabe tanto de la gente solo con el título de sus textos, tiene que compartir el método.
De nuevo con lo mismo…
A ver, si una cadena de TV en Cuba televisa una entrevista con una pastora evangélica que milita en el movimiento LGBT, situación extremadamente excepcional en el ámbito mediático y religioso, cómo pretender que todas estás Iglesias no reaccionen. Imaginen que de repente un miembro del Comité Central del PCC es televisado por teleSUR cuestionado el sistema ideopolítico del Partido. ¿Qué pasaría? Y si encima no se ofrece la posibilidad de un debate en igualdad de condiciones pues ya están creadas las condiciones para toda esta algarabía. Si le dan palos a un perro de seguro ladrará y si le pones bozal, alguna manera encuentra de rebelarse.
Sigo diciendo que ninguna Iglesia en Cuba tiene la posibilidad real de imponer agendas. No veo en la Asamblea Nacional a ningún Torquemada; no existe un Richelieu en el Consejo de Estado. Si bien es sabido que casi todas las denominaciones religiosas son muy críticas en cuanto homosexualidad y liberalidad sexual se refiere, estos grupos intransigentes y fundamentalistas son minoría. Lo repito: NO TIENEN LA CAPACIDAD DE IMPONER AGENDAS.
No levantemos más cortinas de humo ni sobredimensionemos el asunto religioso detrás de los cuestionamientos sociales al matrimonio igualitario. La sociedad cubana en una buena mayoría aún tiene muchos prejuicios en relación a estos asuntos y en mi ámbito a pocos escucho invocando el nombre de Dios para justificar su posición. Entiendo que puede resultar más cómodo y atraer más simpatías una lucha contra el fundamentalismo religioso que emprenderlas contra el pueblo de a pie y sus prejuicios, pero esto ya no es sincero.
Y cuidado con lo del financiamiento externo, que puede convertirse en una buena gota de saliva cayendo sobre el ojo del dueño. Recuerdo que la marcha LGBT no autorizada también lo tenía…
Realmente el tema no es de los mas acuciantes en nuestra realidad, pero no está demás tomar posiciones. La comunidad de personas con preferencias sexuales diversas tienen en Cuba suficientes libertades, tantas como la que disfrutan en agregarles letras al nombre que les identifica y, comparadas con otras minorías, realmente no se pueden quejar.
La confrontación entre denominaciones religiosas y esta comunidad se profundiza por la pretensión de esta comunidad de que se apruebe el matrimonio gay, la adopción de niños y el derecho a crear una familia y la crianza de niños en ese marco, que por supuesto pasaria por la aprobación de leyes por el Estado y quizas por una aprobación o consulta de la población, es decir, el pueblo, tan traido y tan llevado en este artículo.
El tema es de una complejidad tal que requerirá de un debate amplio y profundo, como el que no hemos tenido, y que debera desbordar los espacios de las instituciones politicas y sociales (confinadas a una sola ideologia y supeditacion confesa a un solo partido) y trascender a la sociedad en su conjunto, en la que estan incluidas esas organizaciones religiosas y la comunidad homosexual, porque el tema afecta a todos y no exclusivamente a ellos. El pretexto de que “a mi no me afecta si…” es de una ingenuidad, irresponsabilidad e ignorancia que asombra oirlo decir con determinada frecuencia.
La abrumadora mayoría de la población me parece apoya que ese grupo no sea discriminado en sus derechos esenciales, todos conocemos que en muchos espacios y sobre todo en etapas anteriores se ejercian indignas marginaciones y atropellos a homosexuales sin la menor de las justificaciones. Pero tal como exprese en otro comentario, hay lineas rojas que no deben cruzarse, al menos en la sociedad cubana de estos tiempos.
Por cierto, me parece que me he perdido parte de la historia, cuando dice el articulista que la constitución actual garantiza, entre otras …”la libertad de pensamiento”… De verdad?
No recuerdo ahora mismo. Pero hay algún país en que reconocen la unión de dos personas del mismo sexo. Pero no la llaman “matrimonio”, sino emplean otro término, concediéndole a sus integrantes iguales derechos que a las parejas heterosexuales en cuanto a herencia, comunidad de bienes, etc. Creo que no sería una mala opción pues tengo entendido que esa falta de derechos que sufrían los integrantes de parejas homosexuales fue una de las razones por las que se promovió la idea de legalizar dichas uniones. Pero parece que los legisladores no se han sentado a buscarle una salida a esta situación sobre la base de este enfoque que creo satisfaría a todos.
El problema es que la tienen cogida con las iglesias protestantes y los acusan de fundamentalistas sin siquiera saber lo que el término significa. Para que se entienda algo el fundamentalismo en las iglesias católica y protestante terminó con la Inquisición. Cuando se hicieron las cruzadas había fundamentalismo, pero ahora lo que simplemente han hecho es lo mismo que hicieron siempre, protestar contra todo lo que huela a LGBTIxxxx. Las iglesias SIEMPRE hicieron eso, pero mas, que alguien me diga ¿cuál de las grandes religiones del mundo acepta el homosexualismo? Todavía la estoy buscando. Pero mas, vamos a los mundos agnósticos y ateos. ¿Aceptan el homosexualismo? No!
Con todo, yo aceptaría una sociedad inclusiva donde el LGBTIxxx hiciera con su cuerpo y vida lo que les de la gana. Lo que no aceptaré es que adopten niños. Si tienen los propios y los quieren criar, adelante!, pero para un niño sin hogar lo mejor es un hogar con un padre y una madre. Cuando ud cría chicos en un hogar de fumadores, la probabilidad de que a la larga estos sean fumadores es mas alta. Igual aumentaría la probabilidad de que fueran homosexuales en un hogar homo. Y en la medida que aumente la población gay disminuirá lapoblación general porque hombre con hombre no procrea, como tampoco lo hace mujer con mujer. Por supuesto que sé la implicación que tiene mi comentario y sé que ya me deben estar tildando de imbécil, troglodita, homofóbico de m…, pero es como pienso. Creo que soy muy tolerante. Yo también me eduqué en un ambiente católico. Al menos digo lo que pienso sin mojigaterias.
Como Ud. conoce, el fundamentalismo cristiano surgió en los EE UU. en el siglo XIX y está presente hoy en Cuba. Hacía varios siglos que había dejado de existir la Inquisición.
Hay muchas congregaciones cristianas y musulmanas que se han radicalizado y han transgredido sus fines religiosos y de pureza de sus religiones y están incursionando cada vez más en la política. Ante una pérdida real de fe, cientos de miles de cubanos están abrazando distintas iglesia y congregaciones.
Estos nuevos “hugonotes” y sus inspiradores estàn recibiendo mucha “ayuda” del exterior. Por algo será. Hay que estar ¡Mosca!
En cuanto a sus convicciones que le impiden aceptar que los gays adopten niños, solo le haré una pregunta: ¿A tenido la oportunidad de visitar un centro de acogida de niños sin amparo filial en nuestro país? Cuando lo haga, saldrá de allí con el corazón constreñido y abogará que cada uno de esos niños sea adoptado y criado en una familia decente y honrada, a si sean homoparentales o no.
Ud. parece tener prejuicios.
De de Errata: iglesias, ¿Ha tenido…
Gracias.
De nuevo con lo mismo…
A ver, si una cadena de TV en Cuba televisa una entrevista con una pastora evangélica que milita en el movimiento LGBT, situación extremadamente excepcional en el ámbito mediático y religioso, cómo pretender que todas estás Iglesias no reaccionen. Imaginen que de repente un miembro del Comité Central del PCC es televisado por teleSUR cuestionado el sistema ideopolítico del Partido. ¿Qué pasaría? Y si encima no se ofrece la posibilidad de un debate en igualdad de condiciones pues ya están creadas las condiciones para toda esta algarabía. Si le dan palos a un perro de seguro ladrará y si le pones bozal, alguna manera encuentra de rebelarse.
Sigo diciendo que ninguna Iglesia en Cuba tiene la posibilidad real de imponer agendas. No veo en la Asamblea Nacional a ningún Torquemada; no existe un Richelieu en el Consejo de Estado. Si bien es sabido que casi todas las denominaciones religiosas son muy críticas en cuanto homosexualidad y liberalidad sexual se refiere, estos grupos intransigentes y fundamentalistas son minoría. Lo repito: NO TIENEN LA CAPACIDAD DE IMPONER AGENDAS.
No levantemos más cortinas de humo ni sobredimensionemos el asunto religioso detrás de los cuestionamientos sociales al matrimonio igualitario. La sociedad cubana en una buena mayoría aún tiene muchos prejuicios en relación a estos asuntos y en mi ámbito a pocos escucho invocando el nombre de Dios para justificar su posición. Entiendo que puede resultar más cómodo y atraer más simpatías una lucha contra el fundamentalismo religioso que emprenderlas contra el pueblo de a pie y sus prejuicios, pero esto ya no es sincero.
Y cuidado con lo del financiamiento externo, que puede convertirse en una buena gota de saliva cayendo sobre el ojo del dueño. Recuerdo que la marcha LGBT no autorizada también lo tenía…
Iglesias a favor de las uniones gay
Distintos movimientos cristianos en todo el mundo han permitido las uniones homosexuales. Entre las principales iglesias destacan las de tradición luterana, anglicana y congregacional bajo sus diferentes denominaciones. Dentro de las iglesias más grandes sobre la base de su importancia jerárquica dentro de un país o al número de fieles se encuentran las siguientes:
La Iglesia de la Comunidad Metropolitana, presente en cuarenta países, realiza bodas a parejas homosexuales y participa regularmente en actividades y manifestaciones en favor de las minorías sexuales, aludiendo los principios de la igualdad, el amor al prójimo y la dignidad humana.
Iglesias nacionales de Estado confesional
En los Estados confesionales de tradición cristiana, donde no hay una separación Iglesia-Estado, las organizaciones eclesiásticas se han visto forzadas o han optado por reformar en pararelo a las legislaciones estatales que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La Iglesia del Pueblo Danés, religión oficial del Reino de Dinamarca, comenzó a realizar bodas religiosas tras la aprobación en el sínodo de junio de 2012 en todas las iglesias del país. La medida entró en vigencia el 15 de junio de 2012. Años antes ya comenzaron con la realización de bendiciones a parejas del mismo sexo.
La Iglesia nacional de Islandia, iglesia oficial del Estado, permite las uniones homosexuales desde 2008 y debate equipararlas al matrimonio.
La Iglesia de Noruega, institución estatal y religión mayoritaria del país, aprobó el matrimonio homosexual en su sínodo de abril de 2016 con 88 votos a favor de 115 en total.
Iglesias nacionales separadas del Estado
Algunas iglesias de tradición nacional pero separadas del Estado también han optado por realizar matrimonios homosexuales:
La Iglesia evangélica en Alemania, la mayor protestante del país, es subdivida en veinte iglesias regionales (Landeskirche), en la que cada una tiene la libertad de elegir si realizar una unión a parejas del mismo sexo o no. Algunas de ellas han optado por realizar “bendiciones”, mientras que otras han reformado su constitución acerca del matrimonio, permitiendo las bodas a parejas homosexuales sin diferencias de las heterosexuales.
La Iglesia evangélica luterana de Finlandia, la religión mayoritaria de los finlandeses, aprobó en su sínodo de 2010 la realización de plegarias especiales para parejas homosexuales, llamadas “momentos de oración”, comparables a una bendición realizada por otras iglesias, pero no así a un matrimonio.
La Iglesia de Suecia aprobó durante su sínodo de junio de 2012 el matrimonio religioso de las parejas del mismo sexo. Entró en vigor a partir del 1 de noviembre del mismo año.
Otras iglesias
La Iglesia Unida de Australia, la tercera mayor religión en el país, reformó su liturgia marital en su asamblea nacional de julio de 2018 para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, dándole libertad a cada ministerio de clebrarlo o no.
La Iglesia Protestante Unida de Bélgica, la mayor denominación protestante del país, aprobó en su sínodo de 2007 la bendición a parejas homosexuales, reformando su liturgia marital a fin de no hacer distinción del sexo de los contrayentes. Cada congregación tiene la facultad individual de realizarlas o no, tomando la decisión mediante sus propios mecanismos.
El consejo de gobierno de la Iglesia Unida de Canadá, permitió los matrimonios entre personas del mismo sexo en 2013, pero cada congregación debe individualmente, bajo su propio permiso y responsabilidad, tomar la decisión de celebrar bodas a nivel local.
La Iglesia Evangélica Española, una de las dos iglesias protestantes históricas que hay en el país, aprobó en su último sínodo de 2016 la “Declaración de Mamré” la cual exhortaba a una pastoral de la acogida de las personas homosexuales y sus familias, evitando la invisibilidad y trabajando en el acompañamiento de la diversidad. (Gálatas 3, 28). A la vez se comprometían a hacer pedagogía contra la homofobia desde el Evangelio de la Gracia. (Hechos 10), a cultivar un lenguaje inclusivo respecto a las construcciones de género, y al testimonio de la unidad (Hechos 4, 19), incluso si esto implica tensiones entre nuestra libertad de conciencia y nuestra llamada a preservar el testimonio, siendo capaces de abordar los temas conflictivos sin que haya rupturas.
La Iglesia protestante unida de Francia, la mayor del protestantismo del país, permitió las bendiciones a parejas homosexuales en su sínodo de mayo de 2015.
La Iglesia evangélica valdense se convirtió en 2010 en la primera iglesia cristiana italiana en permitir la bendición a parejas del mismo sexo mediante la aprobación en su sínodo anual de ese año.
La Iglesia Reformada Unida, de tradición presbiteriana, aprobó en su Asamblea General de julio de 2016 el matrimonio entre sus fieles del mismo sexo a nivel local, es decir, que empodera a cada pastor la libertad de celebrar y registrar bodas homosexuales. La Iglesia episcopal escocesa aprobó el matrimonio homosexual en junio de 2017, siendo así la primera iglesia británica de tradición anglicana en celebrar una boda gay.
Varias iglesias de la Federación de Iglesias Protestantes de Suiza (la mayor denominación protestante del país) permiten la bendición a parejas homosexuales, entre ellas se cuentan la de los cantones de Argovia, Berna-Jura-Soleura, los Grisones, Lucerna, San Galo, Schaffhausen, Ticino, Turgovia, Vaud y Zúrich.20 Asimismo, la Iglesia cristiana católica de Suiza, de tradición veterocatólica, también permiten las bendiciones a parejas del mismo sexo.
Estados Unidos
Dentro del protestantismo estadounidense, el país con el mayor número de protestantes del mundo, existen amplias divergencias de argumentos entre las diferentes iglesias con respecto a las uniones gay. Entre las más importantes que realizan algún tipo de unión del mismo sexo se encuentran las siguientes:
La Iglesia episcopal en los Estados Unidos realiza una «bendición» a parejas del mismo sexo, además fue la primera del país en ordenar obispos homosexuales dentro de su congregación desde 2003.
La Iglesia Unida de Cristo fue la primera iglesia cristiana de Estados Unidos en promover el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2005. En 1972 fue la primera iglesia protestante en ordenar a un reverendo abiertamente gay y la primera ministra lesbiana.
La Iglesia evangélica luterana en Estados Unidos permite el matrimonio gay, pero deja la libertad para que cada ministerio de la congregación decida si realizarlo o no, de acuerdo a la resolución de 2009.
La Iglesia presbiteriana, que reformó su constitución sobre el matrimonio en marzo de 2015, definiéndolo como un «compromiso entre dos personas» y no «entre un hombre y una mujer», de esta manera reconoció oficialmente el matrimonio gay.
América Latina
Argentina: La Iglesia Dinamarquesa de Buenos Aires permite las bodas entre parejas homosexuales, siendo la primera iglesia latinoamericana en oficiar un matrimonio religioso a una pareja del mismo sexo en 2006.25 Asimismo, la Iglesia Evangélica Metodista Argentina a través de su obispo, Frank de Nully Brown, expresó que «hay libertad para que cada congregación acompañe a parejas homosexuales», dejando a cada pastor del ministerio en libertad de acción para oficiar bodas gay.
Brasil: La Iglesia episcopal anglicana del Brasil permite las bendiciones a parejas del mismo sexo,27 argumentando que “todos los bautizados, fieles y obedientes a Dios, independientemente de su orientación sexual, son miembros plenos de la Iglesia”.
Chile: La Iglesia Evangélica Luterana de Chile reformó su constitución conyugal, permitiendo las uniones del mismo sexo, definiendo el matrimonio como «el amor y la unión entre dos personas basado en la confianza y la fidelidad mutua», sin hacer distinción del sexo de los contrayentes.
Colombia: La Iglesia Misionera San Pablo Viejos Católicos, una facción veterocatólica colombiana, celebra bodas a parejas del mismo sexo sin distinción del matrimonio heterosexual. En mayo de 2009 celebraron la primera boda religiosa homosexual de Bogotá, habiendo oficiado matrimonios anteriormente en Medellín y Cali.
Uruguay: La Iglesia Evangélica en Uruguay, de denominación metodista, resolvió «que cada pastor que desease realizar una unión homosexual pueda hacerla en libertad». Cada pastor tiene la facultad de oficiar una boda del mismo sexo si así lo desea
Sr pulsares, la suma de todas esas iglesias que menciona son una gota de agua dulce en el medio del océano. Por cada una de esas les puedo mencionar al menos 2 en contra del homosexualismo en esos mismos países que menciona. Solo la iglesia ortodoxa es mas grande que todas esas juntas y vaya a hacerle a ellos un cuento de LGBT+++ para que vea. Ahora también falta que me ponga ejemplos en el islamismo, el hinduísmo y el budismo de bodas gay. No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Ya en un comentario anterior dije lo errado que es usar el término “fundamentalismo” cuando se trata de lo que defienden estas iglesias. También expliqué que es el fundamentalismo y porqué es tan errado mencionarlo acá. Para un ejemplo de fundamentalismo miren a chiítas y sunitas (mayorías musulmanas en países árabes), por solo hablar del tema ya tienen latigazos y si se les ocurre practicarlo, ya se pueden despedir de sus cabezas sin mucho miramiento. Cuantos siglos hace que terminaron esas prácticas en las iglesias católica y protestantes que ahora nos ocupan. Pero es que el término vienen como anillo al dedo para crear el terror sobre enemigos del LGBTIxxx. No quieren acabar de ver que al final tendrán que cambiar el criterio no solo de los feligreses, sino de toda la comunidad Yoruba (que hoy en Cuba es mas grande) y la mayor aún comunidad de ateos que desaprueban el homosexualismo. Las religión cristiana SIEMPRE estuvo en contra del homosexualismo y ha sido uno de los pilares en los que ha basado su educación ya milenaria. De todos modos vuelvo y repito que me resbala lo que hagan con sus vidas. Si quieren casarse, que lo hagan, si quieren tener sus propios hijos y educarlos que los tengan. Con lo que no estoy de acuerdo es con la adopción. ¿Por qué habiendo una mayoría de hogares hetero hay que condenar a un niño sin hogar a ser criado por una pareja homo?
Los derechos no se someten a referendums. Imaginen si se hubiera preguntado que queria la gente antes de eliminar el esclavismo en el sur de los USA. No importa cuan homofóbico, machista o racista sea la gente, los derechos humanos no son negociables.
El matrimonio, por otra parte, tiene dos versiones, la legal, que es un contrato que estipula los derechos y deberes de dos personas que unen sus vidas y bienes, y el religioso, que es la bendición de una unión entre personas según lo entienda la religión dada y en lo cual hay una variedad enorme. Las iglesias deben ser libres de bendecir o no cualquier tipo de unión, pero no pueden imponer sus conceptos de matrimonio a la ley civil. Eso contradice la separación de iglesia y estado y además, ¿Qué concepto de matrimonio religioso se va a usar como ley, el musulmán, el mormón,…etc, etc?
Respecto a la adopción, está mas de estudiado que lo que un niño necesita para crecer con buena salud mental es tener una familia que le de amor y donde se sienta aceptado y protegido. El que los mayores que lo cuiden seaa homosexuales o no, no tiene mayor influencia. La orientación sexual no se educa ni se contagia, si así fuera, no existirían homosexuales, pues en un 99% los gays son hijos de heterosexuales y educados por la familia y la sociedad para ser heterosexuales. Se sabe que el ser criado por una pareja gay no aumenta la probabilidad de que el niño sea gay, aunque si lo hace menos homofóbico. Y es mucho mejor tener unos padres gay que te traten bien que unos padres hetero que te maltraten o simplemente crecer en un orfanato.
Ya hay unos cuantos países que ha legalizado el matrimonio y la adopción homosexual y no se han visto efectos negativos. Ya es hora de que Cuba se una a ese grupo y le diga a las iglesias que si ellas no están de acuerdo, son libres de no bendecir matrimonios gay, pero que no pueden imponer su criterio al estado, elcual debe velar por la igualdad de todos los ciudadanos.
Y la gente no religiosa que no esté de acuerdo, simplemente no tiene que casarse con alguien de su mismo sexo. Su vida no va a cambiar en nada por ese cambio legal… a menos que hayan estado en el closet hasta ahora.
Muy buen comentario. Lo felicito. Coincidimos.
La humanidad no desaparecerá porque seres humanos del mismo sexo decidan unirse en matrimonio. Es un derecho que tienen y no se les debe seguir colculcando. No debemos seguir imponiendo nuestras preferencias y gustos a esa minoría. Tampoco debemos temer al contagio. ¿O sí?
“Nuestra Iglesia no es de izquierda ni derecha. Es Cristocéntrica y sí cree en la interpretación literal de la Biblia, su carácter infalible e inerrante. Estas son creencias y prácticas que datan de siglos. Quizá esta sea la razón principal para tildar a la iglesia de “fundamentalista”. El concepto eje que sustenta la constante estigmatización actual que intenta denigrar a la mayoría cristiana en el país. Vale mencionar que dicho término nació a principios del siglo XX y rápidamente pasó a definir ideologías cristianas que buscaban un regreso a las posturas fundacionales del cristianismo, enarbolando la infalibilidad de la Biblia. Se trataba de un fundamentalismo bíblico.”
DECLARACIÓN OFICIAL de la Liga Evangélica de Cuba
23 de septiembre de 2020
O sea, dicen que practican el fundamentalismo con orgullo.
A ver _ un poco de levadura leuda toda la masa_ .Cuando Jesús aseguró en Luc:16.17 que el cielo y la tierra pasarán pero ni una tilde de la ley quedará frustrada, a qué ley se refería sino a la ley Dada por Dios a Moisés y donde de forma EXPlICITA no aceptaba la homosexualidad. Jesús dijo en varias ocasiones que no había venido a derogar la ley sino a reafirmarla. Entonces cómo Jesús contradecía a Dios Padre si más bien reafirmaba la Ley; pero además el Padre y el Hijo son uno, como entonces se van a contradecir. Por otro lado los derechos de unos no pueden ir en detrimento de otros, son muchas las implicaciones sociales del matrimonio homosexual, mis hijos serán instruidos en la escuela en una ética diferente a la de sus padres, se les daria el derecho a adopción con las implicaciones psicológicas y emocionales que podría tener para no pocos niños. Por último los derechos son actos naturales, no veo como el matrimonio homosexual cumple con las leyes de la naturaleza. Es una mentira rotunda que el hombre puede hacer todo lo que hace una mujer y viceversa.
Gracias por su artículo. Muy interesante e ilustrativo de la situación actual en materia de derechos LGBTQ.
En mi opinión, luchar por los derechos de la comunidad LGBTQ, en un país donde nuestro derecho a la libertad de expresión llega hasta donde a ELLOS les convenga, resulta muy difícil.
Sin duda los grupos religiosos, financiados o no desde USA, tiene una agenda política. Aunque no debemos olvidar que también tener creencias religiosas fue un estigma en Cuba.
Ahora parece haber más libertad, para nosotros (LGBT), para ellos (religiosos); pero mientras esas alianzas cristianas se entretienen en intentar limitar nuestros derechos afectivos, sexuales etc., los derechos de todo el pueblo siguen aplastados bajo la voluntad del PCC, materializada en la constitución, y seguirán.
Sólo espero que cuando le llegue la hora al PCC, no ocupe su lugar una de esos grupos, y sigamos siendo un estado laico. Fingers crossed.
En Cuba el problema actual con la comunidad homosexual no la tiene tanto el Estado como la propia población que es muy conservadora, y machista.
Mayoritariamente la consciencia de la población cubana respecto a la homosexualidad es la homofobia, algo que está muy difundido en toda Latinoamérica.
Saludos
[…] escritora y activista Yasmín Portales Machado, en un análisis publicado por La Joven Cuba, señaló que las iglesias integradas en AIEC quieren transformar Cuba en «un Estado confesional» […]
[…] escritora y activista Yasmín Portales Machado, en un análisis publicado por La Joven Cuba, señaló que las iglesias integradas en AIEC quieren transformar Cuba en “un Estado […]
[…] escritora y activista Yasmín Portales Machado, en un análisis publicado por La Joven Cuba, señaló que las iglesias integradas en AIEC quieren transformar Cuba en “un Estado […]
Comparto la postura del autor aunque yo no pertenezca a esa comunidad. Me parece que no puede sentar cátedra en temas tan personales, como pretenden hacer ciertas congregaciones religiosas. Los miembros de esa comunidad deben ser respetados en su preferencia sexual con los mismos derechos que tienen los heterosexuales. Lo que no sé por qué el autor hace referencia a que el Pastor X )no recuerdo su nombre ahora mismo) es defensor de Trump. Trump representa una corriente política que tiene tanto derecho a existir como cualquier otra y él en particular nunca ha manifestado rechazo hacia la comunidad LGBTIQ. De hecho, una persona que se movió en el mundo de las Miss Universo donde hay montones de modistos, maquillistas, coreógrafos, asesores de imagen, etc. que pertenecen a esa comunidad, no puede tener prejuicios contra ella. Hay miembros de esa comunidad que lo apoyan públicamente e incluso alguno que forma parte de su gabinete.
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