Derechos humanos, la manzana de la discordia y más noticias

Cubanos en la reunión del Consejo de Derechos Humanos / ONU impulsa el desarrollo de las Mipymes en Cuba / Relaciones Cuba - Rusia

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La noticia es una discordia entre el representante cubano y activistas opositores en la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU llevada a cabo este 26 marzo.

Yusnier Romero Puentes, representante adjunto del gobierno cubano ante las Naciones Unidas afirmó que «el gobierno de Cuba reafirma su compromiso de trabajar con los mecanismos de la ONU», también celebró el Examen Periódico Universal (EPU) como mecanismo para abordar, en igualdad, las problemáticas de derechos humanos en todos los países.

En relación al EPU y al 4to examen a Cuba, el funcionario indicó que el gobierno cubano aceptó el 81% de las recomendaciones, sobre las que se tomó nota, explicó que serían aplicadas cuando estuvieran dadas las condiciones, y sobre las rechazadas, afirmó que estaban «sesgadas políticamente y construidas sobre bases que no se apegan a la realidad», además que se negaban a «aceptar el derecho de libre determinación del pueblo cubano y la diversidad de sistemas políticos, económicos, sociales y culturales en el mundo».  

Asimismo, Romero Puentes aprovechó para denunciar las medidas unilaterales coercitivas de Estados Unidos como «una violación masiva, sistemática y flagrante de los derechos de nuestro pueblo». Más adelante afirmó que «desde abril de 2018 hasta febrero de 2023 el bloqueo causó a Cuba daños y perjuicios estimados conservadoramente en el orden de los 24 700 000 000 de dólares». También recalcó que este era la principal causa de cualquier carencia que afectara el pleno ejercicio de los derechos humanos en la Isla.

Otras organizaciones y países aliados al gobierno lo celebraron por sus resultados en el EPU y destacaron avances como el nuevo Código de las Familias.

Por su parte, la activista opositora Rosa María Payá compareció ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas a través de un turno cedido por la ONG UNWatch. En el espacio volvió a acusar al gobierno cubano de haber asesinado a su padre Oswaldo Payá y al activista Harold Cepero, igualmente de facilitar el envío de jóvenes al ejército ruso y de reprimir a la ciudadanía cuando se manifiesta pacíficamente.

La también fundadora de la plataforma CubaDecide exigió expulsión de Cuba del Consejo de Derechos Humanos bajo el mismo precepto con el que se retiró a Rusia en 2022. Además hizo un llamado a la comunidad internacional a presionar al Estado cubano para que liberara de presos políticos y realizara «un plebiscito vinculante para cambiar el sistema e iniciar la transición a la democracia».

En adición, la activista Kirenia Núñez, coordinadora de la Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana, si bien celebró avances legislativos para combatir la violencia de género, cuestionó que el Estado no reconozca aún el feminicidio como término jurídico. También se opuso a la permanencia de la pena de muerte y denunció presuntas detenciones y «desapariciones forzadas» en la Isla cuando la ciudadanía enfrenta al gobierno.  

Otras organizaciones internacionales disputaron aspectos relacionados con la libertad de creación y la falta de una estrategia educativa integral para minimizar la discriminación al colectivo LGBTIQ+, el tratamiento a los manifestantes del 11 de julio de 2021, entre otros.

En respuesta, el representante cubano calificó a UNWatch como «un peón del imperialismo» por apoyar «el genocidio que se comete actualmente contra la población palestina la Franja de Gaza» y cederle su espacio a quien consideró «una mercenaria», para que actúe «como oradora financiada por el gobierno de los Estados Unidos».

Sobre Rosa María Payá más adelante afirmó que «existen amplias evidencias de que esta oradora recibe de potencias extranjeras dinero y engorda sus arcas a expensas de lucrar con la causa de los derechos humanos, sus declaraciones a favor del bloqueo y de una intervención militar en Cuba solo le han procurado el absoluto desprecio de nuestro pueblo».

Esto significa que el tema de los derechos humanos sigue generando conflicto entre el Estado cubano y la oposición.

Cuba ha sido electa en seis ocasiones para integrar el Conejo de Derechos Humanos, el cual utiliza un mecanismo de votación directa y secreta por parte de los Estados miembros de Naciones Unidas. Si bien la elección implicaría un compromiso del Estado elegido a respetar los derechos humanos, lo cierto es que en la mayoría de los casos responde más a alianzas políticas que a garantías probadas sobre este eje.

La oposición a menudo exige la expulsión del Estado cubano del mencionado consejo, no obstante, Cuba no es el único país elegido con señalamientos en materia de derechos humanos. Entre los 43 miembros actuales, otros Estados como Eritrea, Qatar, Chile o Estados Unidos, por solo poner algunos ejemplos, han sido cuestionados en múltiples ocasiones por este tema.

La suspensión requiere que el consejo y la Asamblea determine que el Estado en cuestión haya cometido «violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos». Para este proceso se exige una mayoría de dos tercios en la Asamblea General y solo se ha dado en dos ocasiones: Libia en 2011, por múltiples asesinatos a líderes opositores, y Rusia en 2022, por las violaciones en el territorio ucraniano durante la vigente guerra.

Nuestra opinión es que es poco probable que sea expulsado del Consejo, más si se tiene en cuenta que muchos otros integrantes también tienen «techo de vidrio» en este aspecto.

En el caso cubano, por lo general las organizaciones aliadas al gobierno evitan hacer cualquier crítica hacia problemáticas relacionadas con los derechos humanos, mientras que las opositoras evitan reconocer las garantías.

Asimismo, los representantes del Estado utilizan el principio de «no injerencia en los asuntos internos» o la «legitimidad de un modelo político diferente en occidente» para justificar los señalamientos a los problemas de la participación política de la oposición, y otros autoritarismos y fallas democráticas que sobresalen en el modelo político de la Isla.

Por su parte, organizaciones y activistas de la oposición acusan al Estado cubano de asesinatos y torturas sin las suficientes pruebas para hacerse creíbles en el terreno internacional.

Los mecanismos actuales de Naciones Unidas, si bien son una forma de intercambio multilateral sobre el tema de los derechos humanos, y pueden servir para presionar a determinados Estados a partir de señalamientos sobre sus violaciones, no han logrado pasar de ser espacios de debate y confrontación con limitadas posibilidades para transformación real.

Una de cal para el sector privado

sector privado Cuba ONU
Mipyme en Cuba, imagen de referencia / Foto: undp.org

La noticia es que la ONU anunció la voluntad de impulsar el desarrollo de las Mipymes en un contexto de sanciones del gobierno norteamericano.

Estarán a disposición de los empresarios cubanos recursos, agencias, fondos y programas para contribuir al fomento de micro, pequeñas y medianas empresas, cooperativas y trabajos de ciudadanos por cuenta propia, según Francisco Pichón, coordinador residente del sistema de Naciones Unidas. 

En el boletín de la ONU en Cuba el oficial reconoció el potencial acelerador que tienen estos actores para el desarrollo sostenible y el interés en fomentar «políticas habilitadoras» en la Isla, en medio de las restricciones para acceder a financiamiento, infraestructura y tecnología.

Además, advirtió la necesidad de «traer de la experiencia internacional las mejores prácticas para impulsar marcos normativos aceleradores y negocios inclusivos, con igualdad de género, dentro de un contexto donde la participación de mujeres como socias de Mipymes ronda apenas el 24%».

A partir de información ofrecida por este organismo internacional, las Mipymes representan alrededor del 90% de las empresas y generan más de dos tercios de empleo a nivel internacional.

Este porcentaje tiene un impacto considerable en el desarrollo económico a escala local, nacional y global, y representa un impulso a la producción y los servicios. Al tiempo que fomenta la innovación y la competitividad en diversas áreas de la sociedad.

Esto significa que en medio de la grave crisis económica que enfrenta el país es un buen síntoma el compromiso de la ONU por alinear el sector no estatal a las prioridades del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2030 y a las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

Para Cuba, la iniciativa ofrecería nuevas perspectivas de crecimiento al desarrollo empresarial, una guía metodológica y de acompañamiento para nuevos emprendimientos además un estímulo a la diversificación económica.

La noticia llega luego de que el congreso norteamericano prohibiera destinar fondos para el apoyo de la empresa privada en la Isla, lo cual incluso pudiera afectar iniciativas en curso como la anunciada por la Embajada de dicho país que brinda alrededor de 400 000 USD para apoyar a emprendedores cubanos.

Nuestra opinión es que los nexos entre la ONU y estos actores económicos representan oportunidades de desarrollo en diferentes áreas, al tiempo que generan empleos, conectan con experiencias internacionales innovadoras e inclusivas y fortalecen el tejido empresarial en el país.

No obstante, el apoyo de las Naciones Unidas no es suficiente para el impulso que necesita el incipiente sector empresarial privado cubano. El gobierno podría y debería hacer mucho más para que este sector se desarrolle, se encadene con las empresas estatales y extranjeras y contribuya mejor a suplir las grandes carencias que padece el país.

No obstante, en medio de tantos golpes de «tirios y troyanos» que un organismo internacional decida apoyar al emergente sector en la Isla es, sin dudas, algo a celebrar.

Tovarichs cubanos… spasibo

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Dirigentes cubanos firmando el libro de condolencias en la embajada de Rusia en Cuba / Foto: Prensa Latina

La noticia es que Miguel Díaz Canel, presidente de la República; Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República; Manuel Marrero Cruz, primer ministro del ejecutivo; y Esteban Lazo, presidente del Parlamento, asistieron juntos a firmar el libro de condolencias por el atentado terrorista ocurrido hace justamente una semana en Rusia.

El presidente y su comitiva expresaron sus condolencias al gobierno y pueblos rusos de parte de sus homólogos cubanos.

Por otro lado, Ricardo Cabrisas, ministro de Comercio Exterior cubano, regresó hace una semana de Moscú, donde se reunió con funcionarios del gobierno y el sector empresarial del país eslavo. De la agenda reseñada por los medios cubanos se desprende que el ministro intenta agilizar los vínculos comerciales y económicos con uno de sus socios estratégicos.

Entre los sectores priorizados está el transporte marítimo, aéreo y ferroviario, la exploración y explotación de hidrocarburo, así como la producción de alimentos y la actividad agropecuaria.

En adición, Reynaldo Velázquez Zaldívar, viceministro de Educación Superior de Cuba, ofreció declaraciones al medio ruso Sputnik en las cuales dio a conocer un programa de becas para cubanos en Rusia enfocado en áreas como «energía, minería, petróleo, transporte, logística, tecnologías de la información y las comunicaciones, informática y ferrocarriles».

«El Gobierno ruso dispone del financiamiento para costear los gastos de la estancia de los estudiantes, condiciones de vida y pasajes. Cuba también aporta su talento, pues los alumnos pasan por un riguroso programa de selección», indicó el funcionario cubano.

Esto significa que el gobierno cubano apostará por una mayor integración con su otrora benefactor. No hay otra salida por el momento. Ni siquiera la Venezuela «bolivariana» parece estar cumpliendo sus compromisos.

Llama la atención que los cuatro hombres más importantes del gobierno en Cuba hayan ido al mismo tiempo a presentar sus respetos a un aliado. Esto demuestra la importancia que le otorga el gobierno cubano a las relaciones con el gobierno de Vladimir Putin.

Rusia se ha convertido, una vez más, en el «apagafuegos» de Cuba con respecto al déficit de petróleo para generar electricidad.

Aunque el turismo ruso se ha disparado con respecto a años anteriores y ya funciona el sistema de tarjetas MIR en la Isla, no se ven avances significativos en la agenda del cubano de a pie. Tampoco se aprecian resultados tangibles de casi ninguno de los viajes de altos funcionarios gubernamentales cubanos a Moscú en los últimos años.

Nuestra opinión es que esta acción, además de ser consecuente con una cortesía diplomática totalmente válida ante un caso de terrorismo, responde a la estrategia del Estado cubano de afianzar sus lazos con Rusia como un aliado que pudiera ayudarlo a salir, o al menos sobrellevar mejor, la actual crisis socioeconómica que padece la Isla.

Otras de las formas de mostrar «gratitud» con el Kremlin por parte del gobierno cubano, ha sido evitar la condena de la invasión a Ucrania en los escenarios internacionales, o las acciones que han afectado directamente a la población civil.

En el reciente caso, también han evitado hablar de las presuntas torturas por parte de los organismos rusos a los comisores del atentado terrorista, que han generado debate acerca de si es válido utilizar esta forma de violencia para combatir el terrorismo.

Veremos hasta dónde nos llevan las cada vez más estrechas relaciones con la exsocialista Rusia, que hoy intenta consolidarse como un polo profundamente capitalista, aunque alternativo a los Estados Unidos.

Hasta ahora, ninguna alianza de las recientes han podido devolverle al pueblo cubano algo del —cada vez más lejano en el tiempo— bienestar que vivió en los años de la «carne rusa».

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Redacción
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