2023: año de la búsqueda salvadora

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La noticia ha sido la intensa agenda internacional del presidente cubano Miguel Díaz-Bermúdez durante el año 2023. El liderazgo de Cuba ante el Grupo de los 77 + China propició varios encuentros internacionales que sirvieron a La Habana para promover los intereses del grupo, pero también para estrechar vínculos con varios países del mundo.

Sin ánimo de hacer un diario de viaje, les contamos aquí sobre las principales visitas y qué se puede leer de ellas, considerando que rara vez se declara públicamente qué se firma, y aún más importante: en qué se concretarán los diálogos y reuniones en pomposos salones.

El principal objetivo de este año de visitas internacionales tan numerosas fue la búsqueda de alternativas de comercio exterior, de alianzas políticas, y el envío de un mensaje alto y claro que contradiga las voces que afirman que Cuba está aislada diplomáticamente debido a supuestas violaciones de derechos humanos.

México lindo y querido

En febrero, el presidente cubano fue recibido con los mayores honores en México, era la cuarta visita desde que Díaz Canel es presidente de Cuba. En Campeche, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) impuso al mandatario cubano la Orden del Águila Azteca, la más alta condecoración otorgada en México a un jefe de Estado extranjero. El encuentro estuvo marcado por las declaraciones políticas de simpatía y solidaridad, e inauguró un año en que México y Cuba han tenido gran coherencia política.

AMLO no ha escatimado discursos en sus Mañaneras diarias para condenar las sanciones a Cuba y exigir la retirada de la Isla de la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo, incluso se ha ofrecido como mediador en un diálogo entre Washington y La Habana que, según él, no debe esperar.

El gobierno mexicano contrató los servicios de 600 médicos cubanos, lo cual le ha valido críticas al AMLO por parte de colectivos médicos locales, la oposición también ha hecho de la presencia médica cubana en el país un tema de gran importancia, pero AMLO ha defendido la alternativa como una solución a urgentes problemas de atención primaria y especializada en zonas del país con poco acceso.

Posteriormente, 2023 marcó una cercanía con México en el enfrenamiento a la migración irregular. El país azteca ha hecho gran esfuerzo por marcar límites:  comenzó a exigir visa de tránsito a cubanos que usan el país para llegar muchas veces a Panamá o Nicaragua en aerolíneas mexicanas, además de que conseguir una cita para pedir visa en el consulado mexicano en La Habana es prácticamente imposible.

Acogidos por la vieja Europa

En el verano de 2023, el presidente cubano tuvo una intensa agenda internacional. El mandatario cubano visitó Europa para ser bienvenido en el Vaticano —donde sostuvo una audiencia privada con el Papa Francisco—, en Serbia y Francia.

El país galo fue el de mayor importancia en términos de visibilidad, ya que en su calidad de presidente pro témpore del G77 + China, el mandatario cubano se sentó al lado del presidente francés Emmanuel Macron en la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial. Allí Díaz Canel repitió el discurso que marcó cada declaración este año del diverso grupo de naciones: reformar el injusto orden económico mundial.

De esta gira, como es habitual, en términos concretos de resultados para Cuba, se conoció poco.

Pero no faltó mucho para que Díaz Canel regresara al llamado viejo continente. Volvió entre 13 y el 19 de julio, y durante dos de esos días, participó en la Cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, un bloque que vuelve a la vida lentamente después de años de escasa actividad. El encuentro sucedió 8 años después del primero que unía a Europa con América Latina, y esta vez tuvo como mantra: «Renovar la asociación birregional para fortalecer la paz y el desarrollo sostenible».

Bruselas acogió este encuentro que tuvo como evento paralelo una Cumbre de los Pueblos, donde Cuba repitió el formato de participación de otros eventos con cumbres paralelas, uniendo fuerzas con grupos de solidaridad, y llevando a su más locuaz sociedad civil estrechamente vinculada al gobierno.

En la cita se escucharon discursos poco reseñables de ambos lados del mundo, aunque la condena a las sanciones de Estados Unidos contra Cuba fue repetida en voces como la del ex presidente argentino Alberto Fernández y el mandatario chileno, Gabriel Boric.

Cuba ha impulsado la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) desde su fundación, y La Habana fue sede de una Cumbre que reunió a buena parte de la región en la capital habanera. Sin embargo, el desdén de gobiernos de derecha hacia el bloque regional debilitó la alternativa de integración.

En esa misma visita, el presidente cubano cumplimentó una visita oficial a Portugal, cuyo gobierno también es causa de polémica por contratar a 300 médicos cubanos que laboran en la nación lusa para fortalecer el débil sistema de salud. Mantener estas misiones médicas, allí donde los gobiernos paguen y los médicos cubanos sean aceptados —no sin críticas al sistema de distribución de ingresos con el gobierno— es fundamental para Cuba, ya que es un tímido rescate de un rubro exportable fundamental que en el pasado supuso oxígeno salvador para su maltrecha economía. La exportación de servicios profesionales ha complementado los fluctuantes ingresos por concepto de turismo durante varios años, con una marcada disminución tras la campaña promovida desde Washington que calificó esta práctica como «trata de personas».

Nazdarovie

Durante el último verano, otra visita de alto nivel acaparó titulares: el primer ministro cubano, Manuel Marrero, visitó Rusia: comenzó en Sochi, donde se celebraba el Consejo Intergubernamental Euroasiático y el III Congreso Euroasiático. Era la primera vez que un jefe de gobierno de Cuba intervenía en un foro de estos. El contexto fue propicio para la firma de tres documentos entre el grupo empresarial Biocubafarma, empresas rusas y bielorrusas, y promovió alianzas en el sector de la producción de vacunas y fármacos.

Allí, Marrero se reunió con Mijail Mushustin, su homólogo ruso, el primero de varios encuentros de alto nivel. Luego en Moscú, tuvo un encuentro con Vladimir Putin, así como con directivos de ambas cámaras del parlamento ruso, y con la amplia misión oficial cubana en Moscú.

Luego, Marrero participó e incluso pronunció un discurso en el XXVI Foro Económico Internacional de San Petersburgo donde aprovechó para reiterar una línea de mensaje fundamental del gobierno cubano: la Isla es territorio seguro y propicio para las inversiones rusas.

Esta visita fue el punto más alto en un año de estrechamiento de relaciones con Rusia sin precedentes desde la desaparición de la URSS. Si bien los medios internacionales gustan de estos contenidos e inflan el verdadero alcance de la participación rusa en la economía cubana, la realidad es que aún las intenciones están lejos de los proyectos concretos.

Entre sus efectos visibles está el aumento del turismo ruso que ya ronda los 200 mil para este año, así como la puesta en práctica del uso del sistema electrónico ruso de pago con tarjetas MIR.

Entre las coberturas de cierre de año en Canal Cubano de Noticias, sobresale la entrevista que ofreciera el embajador ruso en la Habana, Victor Koroneli, anunciando «buenas nuevas» para el próximo año. En una visibilidad atípica, la única de su tipo que ofrece un Embajador extranjero en Cuba, el veterano diplomático confirmó lo que muchos dicen: «en solo cuatro meses del 2023 nuestro intercambio bilateral aumentó nueve veces» en comparación con el mismo periodo del año pasado.

Hay varias empresas turísticas rusas interesadas en invertir en La Habana, específicamente en Santa María y Tarará. El reporte periodístico mencionó como los proyectos «más emblemáticos» la asesoría y ejecución del yacimiento petrolífero del Boca de Jaruco y el avance de la modernización del central azucarero Uruguay.

A su vez, la participación rusa en la formación de directivos del sector público, así como la poco clara pero evidente labor de Boris Titov, que desde enero de 2023 está al frente del Consejo Empresarial Rusia-Cuba, un político y empresario que incluso ha corrido en contra del actual presidente Putin y ha dicho alguna vez que el mayor problema para Rusia es la corrupción. El aparentemente leal a Putin lidera los intentos de influencia sobre Cuba para supuestamente adoptar o aprender del modelo ruso para el desarrollo del sector privado en el país y fue recibido en julio por Díaz Canel durante una visita en La Habana

Nuestra opinión es que si bien el intercambio es significativo, el sector turístico es el de mayor potencialidad, mientras que aún yacen en el área de las intenciones y los buenos deseos la inversión concreta en sectores o industrias que empujarían a la economía cubana fuera de la crisis en la que está.

África nuestra

Antes de que se acabara el verano, el presidente cubano junto a una amplia delegación cubana visitó cuatro países africanos: Sudáfrica, Angola, Mozambique y Namibia. La razón más importante fue la invitación a la presidencia pro témpore del G77 + China a participar en la Cumbre de los BRICS, un grupo de países de grandes economías y territorios que intentan diseñar un contrapeso a Occidente. Brasil, India, China y Sudáfrica estuvieron representados por sus líderes, con la visible ausencia de Vladimir Putin, que envió un mensaje grabado.

El mandatario cubano reiteró el mantra del liderazgo cubano ante el bloque: «El G77 y los Brics tenemos la responsabilidad y la posibilidad de actuar por un cambio de ese injusto orden mundial. No es una opción; es la única alternativa».

País en crisis que recibe a medio mundo

Sin dudas el evento multilateral más importante liderado por Cuba este 2023 fue la organización en La Habana de lo que el gobierno calificó como una Cumbre austera que reunió a representantes de los más de 100 países miembros del Grupo de los 77 + China.

El encuentro llamó a debatir «los retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación». Celebrada días previos a las sesiones de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, La Habana fue la primera parada de varios presidentes y líderes mundiales, incluyendo el secretario general de la ONU, António Guterres quien dijo que «el mundo le está fallando a los países en desarrollo».

La celebración de la cumbre recibió críticas debido a la precaria situación energética y el limitado acceso a alimentos de la población cubana durante los mismos días de la Cumbre. Sin embargo, desde el punto de vista diplomático fue considerada como un éxito por la oficialidad cubana.

Una vez más se escucharon una y otra vez la condena a las sanciones de Estados Unidos contra Cuba, así como a la inclusión de Cuba en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo.

La Cumbre fue probó que Cuba no es un país aislado, sino que mantiene una sólida maquinaria diplomática, y las potenciales represalias de Washington por vincularse con La Habana no persuadieron a la centena de países que estuvieron representados por 31 jefes de estado, 12 vicepresidentes y docenas de ministros de diferentes carteras.

COP 28 y un nuevo amigo

También en su calidad de vocero del bloque, Díaz Canel lideró la delegación y una cumbre paralela durante la celebración de la COP28, nombre corto de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que tuvo lugar en Emiratos Árabes Unidos.

Era la primera vez que un presidente cubano visitaba ese país, desde que hace pocos años se abrieron sedes diplomáticas en ambas capitales.

En ese periplo, el mandatario visitó Qatar e Irán, cuando ya la crisis en la Franja de Gaza estaba en su apogeo, y el gobierno cubano había expresado más de una vez su solidaridad con Palestina, la cual ha sido la posición oficial de Cuba por décadas.

En el caso de Irán, Díaz Canel devolvió así las atenciones del presidente y otros ministros que visitaron la Isla en meses anteriores. De todo lo hablado y de los documentos firmados, el acuerdo que parece seguir vivo es la producción de vacunas cubanas en el Instituto Pasteur que fue el primero con el que Cuba compartió la fórmula del fármaco.

Aterrizando…

La agenda internacional de Díaz Canel y Marrero en Cuba durante el 2023 ha sido interpretada por muchos en la Isla en contraste con la profunda crisis económica que ha marcado el año cubano.

En el caso del presidente cubano, las críticas han continuado en torno al hecho de que se hace acompañar de su esposa, y del hijo de ella, quien está cerca del mandatario en casi todas las reuniones y recorridos nacionales e internacionales.

Nuestra opinión es que a pesar de la profunda crisis interna, el gobierno cubano fue capaz de ofrecer una imagen de estabilidad y gobernabilidad para la audiencia política y diplomática externa. La presidencia pro témpore del G77 + China fue aprovechada por Cuba para catapultarse en el escenario internacional, demostrar el músculo diplomático y ubicar la condena a las sanciones en buena parte de los escenarios internacionales que agrupaban al sur global.

Viejos conocidos

Promesas, intenciones, alertas de urgencia, anuncio de lo no cumplido… y así, de un eterno aperitivo de pasos políticos no salió Washington con Cuba en 2023, lo cual sostiene hasta hoy el trumpismo rosa, una política de máxima presión que ya resulta injusto endilgar al anterior presidente republicano, cuando ha sido adoptada tan orgánicamente por el actual representante del Partido Demócrata.

Este año al menos hubo diálogos y muchas declaraciones, sobre todo de la parte cubana. Las conversaciones migratorias periódicas continuaron, y en reiteradas ocasiones altos funcionarios cubanos visitaron Estados Unidos ofreciendo entrevistas en medios de prensa estadounidenses.

Una vez más la resolución cubana en la Asamblea General de la ONU que exige el levantamiento de las sanciones, tuvo un abrumador apoyo de la comunidad internacional, y el presidente cubano visitó Nueva York y sostuvo varios eventos públicos auspiciados por organizaciones neoyorquinas de izquierda con el liderazgo de The People’s Forum.

Intrigas palaciegas

El discurso oficial de Estados Unidos con Cuba sigue siendo el mismo: Cuba es un país que supuestamente viola los derechos humanos, y por tanto las sanciones deben ejercer la máxima presión para derrocar al gobierno. Una política que por 60 años se ha demostrado como fallida y que además contrasta con su política exterior hacia otros países que también son señalados por las mismas razones.

Mientras tanto, observan más de cerca a la Isla pero no por el conflicto histórico, sino como zona de disputa que Washington perdería ante una supuesta influencia china y rusa.

La historia no confirmada de que China tenía una unidad de escuchas en Cuba, y la supuesta «segunda invasión rusa» crea preocupación y genera cierta noción de urgencia de que todo espacio abandonado por no presentación de Estados Unidos será ocupado por otros. Esta visión de Cuba como territorio yermo a la espera del imperio de turno subestima la soberanía cubana y la capacidad de discernir qué socio comercial y político es conveniente.

El discurso alternativo que más alto se escucha parece ser el de «engage now or never», que básicamente significa propiciar el vínculo ahora que la economía cubana está «cambiando», afirman algunas voces como el Cuba Study Group, y algunos cubanoamericanos que pretenden invertir en la Isla o que ya lo hacen. Sin embargo, las nuevas oportunidades creadas en la economía cubana, que más de una vez el discurso de cambio de régimen exigió como cambio sine qua non para la reconciliación, no parece atractivo suficiente para sopesar la histeria de los representantes en el Senado y la Cámara que reaccionarán con amenazas de bloquear fondos para otros propósitos políticos.

Miami sigue siendo Miami

Mientras tanto, desde el sur de la Florida, el discurso hacia Cuba es liderado por influencers políticos que operan enteramente en el entorno virtual, algunos de ellos programas en YouTube altamente consumidos en las dos orillas.

La perreta desde un micrófono en cualquier lugar de Estados Unidos permite al emisor elevar el nivel de hostilidad a límites inéditos que han profundizado la polarización política en el escenario cubano. El fenómeno, que ha contado además con la complicidad de las autoridades estadounidenses, ha naturalizado los llamados a la violencia, las difamaciones, la discriminación a terceros por razones políticas y ha surtido algunos resultados, entre los más visibles, cancelaciones de presentaciones artísticas y autocríticas forzadas. No obstante, queda por demostrar cómo esto pudiera promover valores democráticos en la Isla o el derrocamiento de su sistema político.

La pequeña Habana se queda chiquita

Crece la comunidad cubana en Estados Unidos: Hialeah, Fort Myers, o el rural Kentucky recibe a los cubanos por bultos: 200 mil llegaron a Estados Unidos durante el último año fiscal que terminó en octubre de 2023.

Si bien la administración Biden ha intentado disminuir el flujo de cubanos por la frontera debido a la proximidad de las elecciones en las que su cargo está en juego, y por eso aplicó el parole humanitario, la realidad es que el potencial migratorio cubano sigue siendo grande debido al agravamiento de una crisis que Washington empeora con sanciones, persecución financiera, y con tildar a la Isla de terrorista sin un solo argumento válido, cuando ya antes había retirado a la Isla bajo otro signo político.

Este año Cuba participó por primera vez en una cumbre de países emisores de migrantes en Palenque, Chiapas, donde mandatarios y representantes de Cuba, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Haití, Panamá, Venezuela y otros países se reunieron para trazar una posición común que enseñarle a Biden en una Cumbre posterior.

En la larga lista de prioridades que ocupa al anciano presidente estadounidense, Cuba parece ser más un costo que un beneficio, y aparentemente sigue existiendo una preocupación por la instrumentalización electoral de la Florida, un estado que votará republicano, haga lo que haga la administración demócrata de Joe Biden, quien se sentaba en la oficina de vicepresidente cuando su entonces jefe, Barack Obama implementaba un acercamiento histórico con el gobierno cubano de Raúl Castro.

La Unión puja por mantenerse unida en tema Cuba

El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, visitó Cuba en mayo y se reunió con empresarios locales, así como con los líderes políticos de la Isla. Desde las protestas del 11 de julio, varias voces desde la derecha mundial han llamado a una revisión de las relaciones con el país, debido a la respuesta gubernamental a estas marchas que sacudieron el país en el verano del 2021, en plena pandemia, apagones y cierre de fronteras.

Borrell vino también a contar qué vio, a quién, y a rendir cuentas para quien le exige revisar el Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación (ADPC) vigente desde 2017. Algunos estados miembros consideran que la situación con respecto a los derechos humanos es peor que antes, por lo que ese acuerdo debe cesar, lo cual sería un problema para ambos lados, ya que el ADPC organiza el vínculo y establece reuniones y canales de comunicación que fuerzan a ambas partes a conversar periódicamente. Además, condena las sanciones de Estados Unidos hacia Cuba en posición de bloque, por lo que todos votan igual sin importar las dinámicas políticas internas.

Borrell vino también al país que es supuestamente el principal aliado de Moscú en el Caribe, en medio de la guerra que disputa Rusia y Ucrania con el apoyo de Occidente. Si bien Cuba tiene una relación de décadas con Kiev, y recibió a muchos niños y jóvenes víctimas del accidente nuclear de Chernobyl, ha evitado condenar la invasión ordenada por Putin, alegando el derecho de Rusia a defender sus fronteras de la expansión de la OTAN, no obstante, parablemente ha privilegiado siempre el diálogo como alternativa a la agresión armada. Si bien en el ambiente mediático interno el lenguaje ha sido marcadamente prorruso, en el ambiente multilateral Cuba se ha abstenido en votaciones relacionadas con ese tema.

Pero la visita de Borrell trajo consigo otra: el irlandés Eamon Gilmore, representante especial de la Unión Europea (UE) para los Derechos Humanos, vino a La Habana a «observar» el respeto o no a los derechos humanos. El funcionario recibió mensajes previamente para que indagara sobre los presos vinculados a las protestas del 11 de julio, y se reunió con algunos miembros de la sociedad civil cubana. Gilmore culpó además a las sanciones por el empeoramiento de las condiciones de vida en Cuba.

Borrell defendió la presencia de la UE en Cuba; sabe que es la única manera de mantener un puente abierto con la Isla. El vínculo con el bloque es fundamental para el gobierno cubano, por la relevancia política y comercial de países como España, además de que la posición común en contra de las sanciones deja en descubierto el rechazo internacional a la aplicación de medidas coercitivas unilaterales.

 


Este texto fue editado posteriormente a su publicación para corregir impresiciones.

2 COMENTARIOS

  1. Al parece hay un error en relación con la autoría de este artículo, el mismo podo ser tomado del Granma, de Cubadebate o escrito por Atilio Borón. Me niego a creer que haya sido redactado por los editores de La Joven Cuba, a menos que ellos hayan sido sustituidos por los redactores de ConFilo. Es una vergüenza que cubanos radicados en Cuba escriban ese texto.

    • Si los textos publicados por LJC no satisfacen los intereses del lector, sugerimos que lea otra de las muchas revistas de oposición política que abunden en Internet sobre Cuba. Nuestra audiencia meta comparte y agradece estos textos, para los cuales seguiremos escribiendo. Reciba un cordial saludo.

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