A nuestras manos ha llegado este texto… saque usted sus propias conclusiones:
Por: Carlos Luque
“Un crítico no debe juzgar una madera por sus virutas, estropeadas por el cepillo y mudadas de color como todo lo que corta el hierro y oprime la mano del hombre, sino que ha de esperar, para juzgarla bien, a verla como puntal sosteniendo edificios; o como lanza arremetiendo contra los enemigos, o como casco, ayudando al cargamento de la nave amenazada a sostenerse a flote.” José Martí.
El 19 de febrero del año en curso el periodista Fernando Rasvberg publicó en su bitácora del momento (Cartas desde Cuba) el siguiente post:
“La Contralora General de la República, Gladys Bejerano, asegura que publicar los casos de corrupción en la prensa “no siempre trae consigo la reacción deseada”. Según la dirigente, los periodistas deben limitarse a “fortalecer alianzas para cumplir la misión de todos los cubanos de frenar y liquidar la corrupción como fenómeno”. Resulta curioso porque la mayoría de los especialistas internacionales coinciden en que el primer paso en la lucha contra la corrupción es la transparencia de la sociedad, para lo cual el papel de la prensa es clave.”
Ver el post de Fernando Rasvberg en: http://cartasdesdecuba.com/la-frase-del-dia-2/
Entrevista a Gladys Bejerano Portela, Contralora General de la República de Cuba en: http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2014-02-15/en-la-corrupcion-nadie-cae-en-paracaidas/
Ya entonces me extrañó la afirmación, y localicé la fuente original de la noticia. En efecto, pude comprobar que se trataba, cuanto menos, de una interpretación errónea de las palabras de la funcionaria, que no decidí completamente a tener como malintencionada, aunque me debatía entre dudas por el modo muy ingenioso en que estaba ensamblado el breve párrafo.
En efecto, la lectura del texto original me permitió hacer una primera constatación: Rasvberg no completaba la paráfrasis mencionando cuáles eran las reacciones no deseadas a que se refería la entrevistada, lo cual es un procedimiento típico para sacar de su contexto una idea, en este caso mucho más grave, por cuanto lo omitido permitía interpretar correctamente la primera parte de sus palabras. Elemental conclusión de una lectura atenta y comparada con la noticia del blog de Fernando: omitiendo el texto del periodista cuáles eran esos efectos no deseados, se desplazaba la atención, de lo verdaderamente importante que deseaba subrayar la funcionaria, hacia lo que verdaderamente deseaba, como dicho entre líneas o sugerido que surte un efecto más poderoso, hacer pensar el periodista que la funcionaria dijo. Hagamos el análisis.
Hasta el final de la primera oración del párrafo del post, – según la cual la funcionaria aseguró que, y (cito yo de Rasvberg), “publicar los casos de corrupción en la prensa”, “no siempre trae consigo la reacción deseada” (esta última es la cita de Rasvberg que toma de los periodistas de Juventud Rebelde, que a su vez citan a Gladys Bejerano), – no hay compromiso todavía con el mensaje final que después surgirá muy subliminalmente, pues no se dice todavía que la Contralora esté en contra, o esté defendiendo la idea de que los casos de corrupción no se deban publicar en la prensa. Por supuesto, si el lector de este post a su vez no es, ni fue, ni será quizás lector de la publicación original, y al no tener ninguna referencia de cuáles son las reacciones no deseadas que se refieren, ya es libre de estar haciendo la lectura contextual, o no, de que la entrevistada se opone a que los casos de corrupción sean publicados en la prensa al faltar la conclusión de la idea. Ya es libre, pero lo será mucho menos apenas tome el sendero de la segunda oración.
Porque si en ese momento el lector algo apurado – como suele leerse en internet – sólo se ha hecho una brumosa idea, ya podrá írsela formando más clara apenas doble y choque con la palabra mágica , que es donde está la información importante que quiere (in)formar la nota, es decir, lo que busca la aparente objetividad del blog, y que se revela en una semántica muy significativa, a modo de cita que no es cita: resulta que, y cito yo ahora del periodista, “Según la dirigente, los periodistas deben limitarse a…” y acto seguido sí que viene una cita de la funcionaria: ¿a qué deben limitarse los periodistas, pregunto yo, y pregunta cualquier lector en ese momento en que le está recién bailando una afirmación negativa en la cabeza?. Veamos las palabras de la Contralora: los periodistas deben limitarse (recuerden que LIMITARSE es una palabra del redactor del post) a “fortalecer alianzas para cumplir la misión de todos los cubanos de frenar y liquidar la corrupción como fenómeno”. Es decir, el lector no demora nada en sacar la idea limpia que no se dice pero se dice: Los periodistas no deben publicar los casos de corrupción en la prensa porque trae efectos o reacciones no deseadas, al contrario, los periodistas deben limitarse a…etc.
Como los eventuales lectores de internet, y más si ya están prejuiciados, suelen leer muy rápido, mareados por el bombardeo instantáneo de la información resumo mi análisis, en este caso, de la proposición periodística del blog que ahora comento: (más adelante veremos su repercusión en otro blog): en el más elemental análisis textual, la palabra limitarse no es nada ingenua en la construcción del breve párrafo; ni su yuxtaposición, inmediata con la idea anterior, mucho menos, porque el significado que se ha formado en la mente del lector ya ha perdido la bruma y queda muy claro: 1) la contralora no cree que deban publicarse los casos de corrupción en la prensa, 2) eso provoca reacciones indeseadas (¿?), 3) sino que los periodistas deben limitarse, (palabra que comparte muchos semas de significación con: poner freno, prohibir, y también la negatividad, la reciente noción de NO que nos acaba de dejar en la mente la lectura de lo anterior.
Pero resulta que eso no solamente no es lo que se puede interpretar en el texto original, sino que eso no es lo que ha dicho la entrevistada, pero ya el mal está hecho, como decía mi abuela…Sólo los que tengan la curiosidad de buscar la fuente, o el periódico de aquel día, comprenderán la justa idea trasmitida. (Por cierto uno ve lo que quiere ver, o incluso lo que buenamente puede ver, en unos casos se llama prejuicio, en otros, deficiencia lectora o interpretativa, pero en ningún caso da derecho a presentarlo como verdad. No es lo mismo lo que acabo de leer de Ubieta, en el sentido de que “todos tenemos nuestra perspectiva de la verdad, porque la observamos –nos relacionamos, somos parte de ella– desde ángulos diferentes, según nuestra pertenencia a una familia, a una clase social, a un género, a un grupo discriminado o enaltecido, a un país, a una región, a una época.”, que malinterpretar unas palabras, o mal citarlas, o cercenarlas, o quizás manipularlas sabiendo que se hace, y entonces pasarlo por una verdad, “verdad” que comienzan a reforzar y legitimar mentiras, y a ser repetidas y amplificadas por otros, quizás de buena fe, aunque con falta de rigor.
En cuanto a todo lo anterior, ya había olvidado la escaramuza, de tan frecuente que se ha hecho el procedimiento en los paladines de la objetividad periodística, hasta que entonces volví a encontrar en otro blog la repetición de la idea de aquella entrevista, esta vez muy recientemente en La Joven Cuba, (ver http://jovencuba.com/2014/06/04/vacios-informativos/), sitio del que recibo notificaciones y leo con mucho interés y atención porque de vez en cuando aparecen textos que considero valiosos, y aunque en muchos criterios se nota la inmadurez bisoña de quienes se abren al mundo en todos los sentidos y a veces buscan la notoriedad a cambio de cierto ímpetu juvenil característico, me parece hecho por jóvenes que desean expresarse con sinceridad y honestidad, pero que en el caso que nos ocupa de inmediato, se pone en evidencia cómo se forma y difunde un tópico, quizás inconsciente, pero no menos dañino e irresponsable, por cuanto coincide y contribuye a fortalecer en muchos lectores la magnificación o deformación que sufren los problemas de Cuba internacional y nacionalmente.
Y como últimamente hay interesantes intercambios entre periodistas y blogueros, y me parecía que era de interés subrayar el tema nuevamente más allá de lo anecdótico, señalo algo que me parece objetivo: muchos blogueros pretenden cumplir funciones cívicas de información y creación de opinión pública, pero cuando se le hacen críticas que no pueden refutar, entonces se escudan en que el blog es sólo una bitácora personal, o proclaman la supuesta libertad personal e individual, sin asumir que desde el momento en que lo que se escribe, opina o enjuicia puede ser de acceso público, ya comienza a cumplir otras funciones y, por lo tanto, debe sentirse responsabilidad por las repercusiones y consecuencias públicas y responder por esa responsabilidad, al menos procurando el mayor rigor posible. No es gratuito que las leyes contemplen la figura dolosa de la difamación o el deterioro de la imagen pública.
Y la manipulación de la frase de la Contralora de la República no le hace favor a la función periodística que muchos blogueros de hoy reivindican para sí. Me explico.
Unas de las funciones de un blog personal puede ser la de los “primitivos” diarios, o cuaderno de apuntes personales, con la diferencia de que si en algún caso no se hace o “actualiza” un blog sino para registro o consumo propio – algo raro que no ocurría ni en las correspondencias personales pues se sabe que muchos escritores también han escrito pensando inconscientemente en la posteridad – de todas formas lo registrado en un blog está al acceso de cualquiera en cualquier lugar del mundo y entonces ya comienza a cumplir una función muy distinta que entraña responsabilidad, pero ya de carácter social, no meramente individual.
(Por cierto, lo del acceso para cualquiera es sólo un decir, pues al cierre del 2013 sólo un tercio de la humanidad tenía acceso a internet, África, el 14%, América del Norte, el 74%, lo que es una cifra que debe hacer pensar a los que concentran todas sus energías contestatarias y sus rebeldías intelectuales en exigir la plena y universal conexión en cualquier circunstancia y a cualquier costo, con lo cual descontextualizan un problema que deforma la probidad y eficacia de sus argumentos).
La muy enarbolada y famosa plena libertad de expresión – que no existe todavía en ningún rincón de esta tierra para nadie, y mucho menos para los periodistas, que tienen siempre una responsabilidad y un compromiso al que responder, o asumido y autoimpuesto y honesto si sus íntimas convicciones coinciden con las instituciones u órganos para el que trabajan (curiosamente a estos algunos llaman peyorativamente los oficialistas), o en otros casos son o mercenarios pagados para que sirvan a intereses innobles, o si se rebelan, son constreñidos, prohibidos o despedidos si se atreven a seguir otra línea que la exigida por sus sostenedores (véase reciente caso Rasvberg).
En todo caso, la libertad de expresión que no se asume a partir del conocimiento de la necesidad, que no trae cambios efectivos y que no se pone al servicio de los intereses colectivos, esa que pretende emanar del individualismo, es una engañifa, un espejismo, un señuelo que se le tira al ciudadano para hacer tarea de distracción, algo muy semejante a las elecciones, y que lo es tanto más en las resplandecientes “democracias” cuanto más digan defenderla y propiciarlas – esa libertad, digo, es el argumento blandido por muchos para creerse en el derecho de manifestar cualquier opinión, o ejercer y proponer una interpretación, más allá del bien y el mal, o lo que es lo mismo, más allá de la responsabilidad que asumen cuando pretenden informar, crear opiniones, cristalizar matrices de opinión, influir, en fin, en quien pueda leerle. Y claro que se tiene el derecho, en cuanto individuo y frente a su consciencia, pero suele confundirse, o se quiere pasar, el derecho por la razón, por el acierto y por la verdad. Por eso me parece tan acertada la reflexión de Ubieta: “Diluir la verdad entre todos –y aquí parecen caber todos, al margen de ideologías o posiciones políticas– es decretar el fin de su búsqueda, el final del viaje. Aunque no es absoluta, la verdad sí existe.” Traigo esto a colación porque el tema de fondo que me interesa, y por el cual he redactado estas líneas, es la dialéctica de las libertades y las responsabilidades, no sólo de los blogueros, sino de cualquier individuo que pretenda que su palabra y su acción en cuanto individuos, se convierta en cívica y salga más allá de sus puertas y contribuya o no a lograr la unidad de los que deben estar unidos, o contribuyan a los objetivos contrarios. Y porque siempre he tenido la convicción de que la generosa gratuidad de tantas herramientas modernas de comunicación persiguen otros muy distintos objetivos que trasmitir la verdad a la gente: parece que hubiera cierta correlación entre ese relativismo de la verdad que algunos esgrimen y alientan entre los ingenuos, o poco avisados, y esa especie que se hace correr con profusión de que las redes sociales, los blogs, nos hacen más democráticos y libres, – y que al fin justifica a los verdaderos recios poderes económicos de este mundo porque en fin, si la verdad (en este caso política, ideológica es relativa), tanto vale, vale tanto, Isabel como Fernando, y entonces no hay nada que sea verdaderamente legítimo cambiar. Algunos así pierden la perspectiva de que la verdadera contradicción, la que está en el fondo de todo, es la del capital contra el trabajo. Pero esos son otros temas. Regresemos.
Cualquiera que lea lo que ya está escrito imaginará – ya lo han hecho – que quien esto escribe es periodista, o es o fue militante de algún partido, o debe su salario a alguna institución a la que debe responder por sustentar estas ideas, o acaso es amigo o pariente de algún funcionario gubernamental. Pues nada de eso. Pero cuando descubro la manipulación, o la mala interpretación, si no malintencionada al menos por falta de inteligencia, o por buscar notoriedad, esas u otras causas ajenas a la ingenuidad, me molesta porque busco la información en quienes tienen, o asumen, o pretenden asumir, esa función social.
Así me sucedió, volviendo a nuestro tema central, cuando me leí la primera vez la nota sobre las palabras de la Contralora de la República. La intuición me decía que se había descontextualizado la frase. Y así lo comprobé, como ya se vió más arriba. Es que siendo sólo un poco malicioso, hay que pensar que es una ofensa a la inteligencia ajena suponer que una persona de función pública, precisamente contra la corrupción, va a exponer un criterio tan pedestre como manifestar su oposición a que se publiquen en la prensa informaciones que son de interés ciudadano.
En aquella primera ocasión comprobé que en el artículo “En la corrupción nadie cae en paracaídas” del diario Juventud Rebelde, 4 de junio del 2014, edición digital, no se publicaban las preguntas y las respuestas, sino, como es usual, pero no lo exacto si no se redacta con acierto, los periodistas se refieren a lo dicho por la entrevistada de esta manera, recordemos para concluir ahora el análisis completo: “Sobre el reflejo de los casos de corrupción en la prensa, explicó que publicarlos no siempre trae consigo la reacción deseada. Algunas personas no ven alerta y prevención, sino que creen que es solo un problema del lugar y no se llaman a perfeccionar las formas de hacer.”
Por cierto, esta manera de reelaborar las respuestas de los entrevistados, cuando no se hace con precisión, es la que se presta para la descontextualización y para las interpretaciones varias. En buen castellano, el comienzo del párrafo no informa que le han hecho una pregunta sobre el reflejo de los casos de corrupción en la prensa – uno puede suponerlo – o la entrevistada lo expresó por su cuenta, algo menos probable, quizás. Véase cómo cuando se reelabora de esta forma, ya entramos en un terreno de ciertas imprecisiones que en este caso son importantes porque la que se supone la respuesta de la funcionaria, no hay citas, no hay comillas, – (“explicó que publicarlos no siempre trae consigo la reacción deseada”) – no está diciendo de ninguna manera que en su opinión los casos de corrupción no deben ser publicados en la prensa. Ni tampoco autorizan a afirmar que ha querido decir eso, si es que se quiere hacer un ejercicio interpretativo, porque de inmediato menciona las reacciones a que se refiere la entrevistada. Y que es: algunos lectores no ven alerta y prevención, sino que creen que son problemas locales y el conocimiento de los casos no les lleva a perfeccionar las formas de hacer. La entrevistada se está refiriendo – en todo caso, dada la ambigüedad del párrafo, hay derecho también a esta interpretación, pero que creo mucho más cerca de la intencionalidad expresiva del hablante – a que cuando se publican casos de corrupción en la prensa algunas personas no ven su intención educativa social y se alertan de que no son sólo problemas locales, sino que está dado por las llamadas causas y condiciones propicias, y se deben perfeccionar las formas de su hacer, quizás como funcionarios de diverso tipo que pueden caer o propiciar la corrupción. ¿Ha dicho la entrevistada que no está de acuerdo en que se publiquen los casos de corrupción? Ni siquiera lo ha insinuado, sino en quien quiera interpretarlo de ese modo, y ya entonces, si uno es periodista, o bloguero en función de periodista ciudadano, está asumiendo una responsabilidad en cuyo cumplimiento pone el prestigio de su escritura, la eficacia y la autoridad del papel que asume y autoasigna, papel que los llamados modernos medios de comunicación e información parecen propiciarle a muchos, también en la creencia de que se va a lograr así una mejor y mayor democracia. Por cierto, no es deformando, o informando mal, como seguimos el mejor camino. Por último, es probable que el autor del post en La Joven Cuba haya repetido de buena fe lo que leyó en el blog de Rasvberg y su intención no haya sido manipulativa, pero entonces, dado el papel que desea desempeñar el sitio en la realidad cubana, quizás hubiera sido conveniente cierta curiosidad “periodística” y haber comprobado la fuente. En todo caso esta pequeña y trivial contribución de análisis textual de una noticia sólo quiere alertar que una bitácora moderna va más allá de ser una cuestión individual, personal, que no es ese diario íntimo que alguna vez, remotamente, leerán quizás nuestros nietos, sino un arma pública y que como toda arma, su efecto depende de quién la esgrima y sobre todo hacia dónde acierte su puntería. Y por cierto, a veces se corre el riesgo de que el tiro nos salga por la culata o disparemos en la dirección equivocada. No es el momento de discutir si son galgos o podencos. Galgos o podencos vienen por nosotros y somos nosotros los que debemos unirnos, lo cual no debe amordazar la crítica pero sí hacerla atinada, inteligente y rigurosa.
23 comentarios
Realmente no entiendo cual es la preocupación y el esfuerzo de algunos por querer meternos en la cabeza lo que ellos interpretan quiso decir La Contralora General de la República, Gladys Bejerano.
Esta Sra. perdón Compañera es una figura publica, y en todas sus presentaciones, entrevistas etc debería manifestarse a favor de la transparencia regulada por una Ley de acceso a la información y por derogar la Ley 88 de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba mas conocida como LEY MORDAZA que pende como una espada sobre la cabeza de todos los comunicadores, lo cual facilitaría su trabajo anticorrupcion de forma considerable.
Bueno, despues de leerme este largo post no pude definir que habia dicho la entrevistada. Segui el enlace y aqui va el parrafo en cuestion
“Sobre el reflejo de los casos de corrupción en la prensa, explicó que publicarlos no siempre trae consigo la reacción deseada. Algunas personas no ven alerta y prevención, sino que creen que es solo un problema del lugar y no se llaman a perfeccionar las formas de hacer”
Ciertamente, no esta diciendo que la prensa no deberia publicarlos, mas bien esta diciendo que la prensa deberia hacer mejores reportajes sobre ellos pues lo actuales no estan concientizando lo suficiente.
Sobre la alerta general acerca de la calidad que debe primar en la labor del bloguero estoy de acuerdo. He visto que muchos blogs reproducen los trabajos de otros. La verdad es muy comodo para mi porque viendo uno veo lo mas interesante, pero es muy peligroso si algunos no tienen calidad.
lo que pasa que hay unos más prejuiciados que otros y por lo tanto lo que yo puedo dar por cierto a otro le hace sospechar y a un tercero desde lejos le parece mentira.
eso pasa de lado a lado ( con y en contra del gobierno ) y como dice el autor los intereses de cualquier tipo, inclinaciones ideológicas y espirituales de un informador o comentador influyen casi siempre en la labor de estos, independientemente del corte editorial y demás.
las dinamicas sociales actuales son apresuradas, la noticia como mercancia necesita venderse antes de que se deteriore y ahí vemos que se maneja casi como la moda, creo que se ha perdido un poco el sentido de contar la verdad, más bien se busca contar una verdad de forma que venda, y en esas licencias para vender se pierde la veracidad.
pero me complace que los muchachos de LJC creo por sus escritos que tienen la dignidad para asumir la responsabilidad de algo que digan y no escudarse en que es un blog personal,
sobre la libertad de expresión, en realidad si existe en muchos lugares como también existe la responsabilidad penal de lo que se dice. Cualquier persona puede decir lo que quiera y como quiera, si haciendo esto afecta a otra persona o grupo de personas por ley es sancionada aunque como dicen las abuelas “el mal está hecho”, pero un mal hecho si es sancionado al menos debería eliminar la impunidad, un mal demasiado presente en este mundo
Este es uno de esos post que nos llegan por correos. Algunos nos critican por no poner bian claras las fuentes pero a veces no las tenemos y nos parece que abordan temas interesantes.
El autor siempre tiene la posibilidad de comentar aquà o escribirnos por correo. Saludos
Lamento que el comentarista Inti Glez no haya podido definir, a partir del largo post, qué quiso decir la funcionaria. Ha sido un fracaso mío. Pero me place que su lectura sí coincida con mi propuesta, y ese esclarecimiento, que otros no han aceptado, es el que importa, al fin y al acabo. El declara: “Ciertamente, no esta diciendo que la prensa no deberia publicarlos, mas bien esta diciendo que la prensa deberia hacer mejores reportajes sobre ellos pues lo actuales no estan concientizando lo suficiente.”
Yo sostengo: que la entrevistada no afirmó de ninguna manera que estaba opuesta a que los casos de corrupción se publicaran en la prensa.
Y en cuanto al margen que pudieron dejar sus palabras a las interpretaciones, tampoco hay razones para que ningún atento lector “suponga” que quiso decirlo. ¿Por qué? Porque inmediatamente dice paladinamente cuáles son esas reacciones no deseadas, es decir, si hay dudas todavía: ella explicita en buen español que las reacciones no deseadas a que se refiere son: algunos lectores no ven prevención, no ven lo que esos trabajos se proponen o se deben proponer, que es: alertar.
¿Qué más dice con claridad? Que algunos lectores creen que sólo son problemas locales, es decir, algunos no piensan en que se deben cumplir las medidas de control en TODO lugar donde es propicio que ocurran casos de corrupción. Se está refiriendo a que las denuncias en la prensa se hacen con un propósito educativo, profiláctico, preventivo, que deben alertar y enseñar por qué ocurren los casos de prevención y que esas reacciones a veces no son los que tienen sus lectores. El que no lo vea con claridad es, sinceramente, porque no quiere verlo, dicho con respeto pero con franqueza.
Quizás mi texto ha sido muy extenso y no está bien escrito por falta de la pericia, el poder de síntesis que debe tener el periodista de profesión o el bloguero brillante y talentoso para escribir. Si es así, pido disculpas, pero agradezco a la Joven Cuba su publicación. Ahora: sostengo que no creo que nadie tenga razón lógica, argumentada, para opinar, con razón, lo contrario de lo que he planteado. Por eso quizás hice el texto tan extenso, buscando responsablemente explicar mi punto de vista, que no es subjetivo, sino razonado sobre elementos objetivos.
Como hombre común me molestan tanto la deficiencias de la prensa cubana, que no es mayormente, por cierto, atribuible a que los periodistas no sean profesionales o talentosos, sino a razones muy complejas y multifactoriales sobre las tengo mis opiniones formadas, pero no es el caso directo que nos ocupa. Me molesta y preocupa tanto eso, como cuando noto que hay superficialidad, o manipulación, en alguien que publica para ejercer una función pública y formar matrices de opinión, y que uno se toma el trabajo de leer de buena fe.
Por último, no afirmo – ni puedo saber – si en su fuero íntimo la funcionaria que nos ocupa está o no opuesta a que se publiquen los casos de corrupción en la prensa. Esa afirmación no es la que quise ni puedo hacer.
En cuanto a mi opinión sostengo que los casos de corrupción deben ser publicados, deben ser analizados, por ejemplo, también en un espacio como la Mesa Redonda, incluso, pero el periodista o analista que lo haga debe evitar los daños del sensacionalismo, que, no seamos ingenuos, entonces no sirven para alertar o prevenir sino para otras muy oscuras intenciones de la guerra mediática.
Y para eso se necesita mucho talento, probidad, información, responsabilidad, valentía y todas las cualidades que se requieren para el caso. La frontera entre la búsqueda de notoriedad, el sensacionalismo y el periodismo responsable es muy delgada y algunos resbalan en ella, a veces no se sabe si de mala o buena fe.
Debemos recordar las palabras de Galeano con respecto a esa lupa muy especial que se pasa sobre Cuba, magnificando cuando no manipulando los hechos con propósitos muy aviesos y nada educativos. Eso no debe frenar el debate y la transparencia, pero a la vez exige una responsabilidad especial.
chilecuba los textos deben ser cortos, una cuartilla y media, dos maximo, la gente es vaga para leer en internet, es una realidad. Saludos Jimmy
Bien por su consejo, Jimmy, pero cuando no se tiene el talento de decir mucho, o todo, con poco (que está reservado para los buenos escritores), pasa que uno se extiende. Pero por las razones que me explicas es que muchos temas son tratados con superficialidad. Claro, es un problema de cada quien. Cortázar por eso hablaba de lectores machos y lectores hembras, pero ahora eso ofensivo, no? Pero se entiende lo que quiso decir, con perdón de las feministas… En cuanto a mi, si le fajo a la lectura de un texto, es para hacerlo bien, con detenimiento, aunque nunca sobra el tiempo, y por eso no me molestan los textos largos, sino los que, aunque cortos, tengan muchas deficiencias de estilo, o de sintaxis, o son de fanáticos sin ideas, sin argumentos, etc. Supongo que sabe de qué le hablo. Pero no dude que tendré en cuenta su consejo, que le agradezco. Un saludo.
chilecuba tienes razon en lo que dices, coincido contigo, pero te hablo de la dura realidad de la internet. Saludos
Osmany, quiero hacerte una reclamación por haberme excluido con tus palabras de la clase de la gente 🙂 – ya que yo he leído con mucho interés el texto en cuestión. Asimismo, yo soy del criterio de que lo que valdría hacer con las cuartillas (dos máximo) de las que hablas, es limpiarse el cul0 con ellas, por excelencia. Por cierto, tienes razón con tu “es una realidad”, pero, cómo acertaste en decir tú mismo, es sólo una realidad, mientras que hay otras también; cuál de ellas escoger para sí – esa es la cuestión. Es decir, escribir para vagos internet-vagabundos demasiado ocupados por su ADHD y en su zapping para leer, y conque compartir con ellos su sino intelectual (para nada envidiable) o escogerse otros grupos focales / otros referentes.
También me gustó que LJC no teme de publicar textos donde se les incrimine de tales pecados de mortales como los de inmadurez y ansias de una notoriedad barata (¿aunque quién de nosostros esté sin ellos? que él me tire la primera piedra; como decía un abogado del diablo “vanity, definitely my favourite sin”).
Saludos, Sergio
Chilecuba en su texto, en más de una ocasión, lanzas fuertes críticas y ofensas a los blogueros y a mi en lo personal. Pero vi muy poco análisis sobre la esencia y causas del problema. de todas manera me has dado motivo para un nuevo artículo. Para nada me he sentido ofendido ya estoy acostumbrado.
y por cierto no notas una diferencia entre el diario Juventud Rebelde y la de este blog? es una pregunta que te hago
Roberto Peralo: recibí un correo de Roberto González Peralo que trata un tema conmigo, pero que nunca me dice que ofendí a los blogueros y a una persona en especial. Supongo que no debe ser el mismo de este post, no? Porque si es así, no comprendo por que me habla ud. alli de una forma, y aquí se considera ofendido.
Si se toma ud. el trabajo de indicarme esas ofensas a los blogueros que halló en mi texto, y a ud. en lo pesonal, tenga por seguro que pido disculpas públicas, pero no veo esas ofensas, y menos personales.
Duramente se critica hoy bastante, y también en este sitio que, tengo entendido aboga, por la dura crítica. ¿Quiere ud. hacerme el favor de citarme las ofensas, no las críticas? Y disculpe que le haga una pregunta personal en el comentario de este blog que no debe ser para eso, pero estoy realmente asombrado…Y el análisis que me propuse fue puntual, sobre la interpretación o manipulación de la cita de la funcionaria, no otros problemas…
Reblogueó esto en Cree el aldeano vanidoso….
Chilecuba, gracias por su participación,eso se llama ser responsable con lo que se escribe. Evidentemente està bien informado con lo que acontece en la Isla
¿Le interesa que hablemos de los que tradicionalmente “se han caìdo para arriba? Sì de los mismos que la Contralora ha destituido por corruptos y según sus palabras textuales, después, al cabo de un leve tiempo se lo ha encontrado en puestos de mayor responsabilidad y por lógica con posibilidad de robar màs y mejor?
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Contra esto es mas del mismo cuento de siempre…
“no darle armas al enemigo”
“hay otros mas jodidos que nosotros”
“Guerra desinformativa”
y etc etc
Las palabras completas de la entrevistada siempre estuvieron accesibles, pero despues del profundo analisis hecho del articulo, que pasa si al final la entrevistada estaba “sutilmente” dejando caer de verdad “que no queria que se publicara en la prensa los casos de corrupcion”, en esto del doble discurso hay mucha experiencia en cuba.
No sólo si “sutilmente”, sino que si lo declarara así, ya tendríamos razones justas para polemizar con ese o cualquier otro funcionario. Por otra parte, no creo que un buen criterio periodístico deba sostener sus argumentos sobre base tan imprecisa y de tan poco rigor como que, si “quizás” quiso decir, “lo quería dejar caer”, “tal vez” pensaba…
En ese sentido también podríamos suponer que el periodista redactó mal, no citó lo que debía completamente, tuvo un mal día, trabajó con premura, étc..
De lo que se trata aquí es de la forma de abordar su tarea el periodista, y de la deformación del juicio a que puede llevar cuando manipula, o maneja al sesgo. Claro, un periodista tiene el derecho a decir lo que ud dice: “Yo creo que la funcionaria lo ha dejado caer sutilmente étc.”, eso sería muy honesto, pero entonces dejaría claro que el citado no ha dicho eso, sino que él lo piensa, y eso ya es otra cosa, no?
Lo mas dificil de romper hoy en dia en Cuba …….son las habitudes sembradas en el cubano medio por la Revolucion………la dosificacion de la informacion y la “escondedera” de la misma en nombre de que somos una “plaza sitiada” y “no darle armas al enemigo” …….puede hacer que una declaracion editada a medias tintas de un representante del gobierno sea aceptada ampliamente por la poblacion.
El secretismo que fue un aliado util del estado cubano en un determinado momento historico , hoy se vuelve contra sus utilisadores.
El propio gobierno ha reconocido la problematica y desde sus centros de poder han salidos lineamientos para reducirla y modificarlas ……dejando las mismas estrusturas de filtro , los mismos censores y las mismas funciones.
Hoy el “paquete” le gana a cualquier publicacion informativa del sistema cubano…….mama con 90 anos tiene una clé.
Primero que todo me parece una contradicción lo que plasma el articulo de JR y que supuestamente expreso la funcionaria en cuestion.Acaso cuales pudieran ser esas,”no deseadas reacciones”,por las cuales habria que debatirse si publicar noticias de esa indole?,acaso no es infantil(cuando mejor ambigua)la argumentacion que sigue en el parrafo del articulo citado?…”Algunas personas no ven alerta y prevención, sino que creen que es solo un problema del lugar y no se llaman a perfeccionar las formas de hacer.”
Que “algunas” personas no vean “alerta y prevencion” en un buen articulo denunciando ese cancer que PUEDE perfectamente dar al traste con el proceso revolucionario y mas en estos momentos tan complejos,puede ser motivo valido para su no publicacion???..acaso no es una tremenda contradiccion esgrimir este(cuando mejor ambiguo,debil) ultimo argumento y a continuacion instar a los periodistas a fortalecer alianzas para liquidar el fenomeno de la corrupcion???……como fortalecer tal alianza??,con secretismo??,ostracismo??….no seria tambien un poco de impunidad??
En fin,en mi modesta y particular opinion la que gracias a este blog puedo expresar con toda la responsabilidad que acarrea el hecho que pueda ser leida por miles de personas en todo el mundo,no hay que leer el post de Fernando Rasverg para tener la sensacion que cuesta mucho trabajo y toca MUCHOS intereses tratar de romper la inercia de la prensa cubana,no hay que leer articulos con la palabra “LIMITARSE”,para perfectamente con esos argumentos tan pobres dejar de verla en el articulo de JR
A mi modo de ver aqui el pollo no es la descontextualizacion de las frases de la funcionaria en uno u otro espacio,sino la ambiguedad de lo publicado por JR en cuanto al tema de la prensa y la corrupcion,curiosamente en un articulo tan completo respecto a todas las demas aristas de ese fenomeno en nuestro pais.
El arroz,en este caso,seria todo ese analisis sobre libertad de expresion,
responsabilidad,”curiosidad periodistica”,acceso a internet,con el que concuerdo en muchas cosas pero que bien pudiera haberce dado en otro contexto y no dando lecciones(desde una posicion de “supuesta” superioridad generacional,dando veredictos de inmadurez e impetu juvenil,de “deformado” e “informar mal”)
saludos
1000% de acuerdo con su comentario,
[…] Fuente: http://jovencuba.com/2014/06/09/sobre-una-funcionaria-cubana-anticorrupcion-que-limita-o-del-rigor-d… […]
No. Robaina y Carlos Lage, están trabajando. Uno es cuentapropista y el otro médico
Queridos jóvenes:
Siempre se cae en darle la razón a Lenin cuando dijo: “QUIEN ABORDA LOS PROBLEMAS PARTICULARES SIN RESOLVER PREVIAMENTE LOS GENERALES HABRÁ DE CHOCAR CIEGAMENTE CON ESTOS, Y CHOCAR, EN CADA OPORTUNIDAD, ES CONDENAR A LA PROPIA POLÍTICA A LA PEOR DE LAS VACILACIONES Y FALTA DE PRINCIPIOS.”
Es como el Cuento del nunca acabar.
Dejen que los trabajadores sean los dueños… Y ya veràn si permiten corrupciones… Ningún dueño permite corruptos en sus propiedades.
¡Esa es la esencia, ¡FALTA DE SENTIDO DE PERTENENCIA!
NO ESTÁN CON-VEN-CI-DOS DE QUE TODO EN CUBA ES DE ELLOS… DE NO-SO-TROS.
Si alexiscanovas se refiere principalmente a los dueños de pequeños y medianos negocios, quizás, pero los dueños de los grandes negocios en efecto no permiten la corrupción si esta les daña: es que ELLOS MISMOS SON LOS CORRUPTOS cuando les beneficia!! ¿Pero es que no se está al tanto de los frecuentes escándalos de corrupción de las grandes corporaciones financieras de los últimos años aquí, allá y acullá!!!? ¿Pero es que cuando se hace el salvataje por parte de los gobiernos con dineros públicos, porque esas empresas (big to fail), son muy grandes para caer, no estamos ante los casos más insólitos de corrupción? si los trabajadores son los dueños pero no existen las formas de control, digamos, republicanas y democráticas, TAMBIEN SURGIRAN LOS CASOS DE CORRUPCION!! Porque el ser humano es muy diverso y las circunstancias vitales muy dinámicas y complejas. Se conocen casos, bien probados, en que una persona ha sido proba y honesta durante muchos años, y de momento, roba millones!, porque siempre fue infeliz, y de repente, en el otoño de su recia y pulcra vida, se enamoró y quiere satisfacer a la novia!! Así de sencillo. Lo cual no lo justifica, nunca, pero explica que no es el caso de que existan dueños, ni privados, ni cooperativistas, ni la autogestión fabril, ni el ya largo etcétera de fórmulas que se han ensayado aquí y allá.
Los hechos demuestran constantemente – no son juicios, no son opiniones, son HECHOS!, – que son precisamente los grandes dueños los que más fácilmente se corrompen, pero -claro- tienen un gran sentido de pertenencia PUES QUE SON LOS DUEÑOS y entonces se corrompen para dañar a otros, siempre a otros y las más de las veces no a sus congéneres poseedores, sino a las grandes masas desposeídas que confían, por ejemplo, en depositar sus ahorritos en una caja de compensación: y después esos grandes dueños HASTA SE SUBEN EL SUELDO con el dinero que le dan para que den créditos e impulsen la economía. Son hechos recientes muy conocidos y documentados. Entonces, no sacralicemos la propiedad, no es cuestión de propiedad, es otra, que quien esto escribe no sabe decir qué es porque si no ya existieran países socialistas, y es muy fácil criticar al socialismo pues nunca ha dejado de ser una criatura tratada de nacer a sangre, fuego y sufrimiento y teniendo en contra un modo de vivir que tiene más de dos siglos y que se aprovecha del instintivo individualismo humano, de la falta de instrucción de millones, del freno que le pone a la ascensión social de las mayorías para conservar su estatus, en fin, quén le pone el cascabel al gato!!
Alexis, le responde un tal Ernesto Guevara desde el lejano 1965 [negrita mía]:
“Lo cierto es que hoy no existe una plena identificación al trabajo y creo que parte de las críticas que se nos hacen son razonables, aunque el contenido ideológico de esa crítica no lo es. Es decir, se nos critica que los trabajadores no participan en la confección de los planes, en la administración de las unidades estatales, etc., lo que es cierto, pero de allí concluyen que esto se debe a que no están interesados materialmente en ellas, están al margen de la producción. El remedio que se busca para esto es que los obreros dirijan las fábricas y sean responsables de ellas monetariamente, que tengan sus estímulos y desestímulos de acuerdo con la gestión. Creo que aquí está el quid de la cuestión; para nosotros es un error pretender que los obreros dirijan las unidades; algún obrero tiene que dirigir la unidad, uno entre todos como representante de los demás, si se quiere, pero representante de todos en cuanto a la función que se le asigna, a la responsabilidad o el honor que se le confiere, no como representante de la unidad ante la gran unidad de Estado, en forma antagónica. En una planificación centralizada, correcta, es muy importante la utilización racional de cada uno de los distintos elementos de la producción y no puede depender de una asamblea de obreros o del criterio de un obrero, la producción que se vaya a hacer. Evidentemente, cuanto menos conocimiento exista en el aparato central y en todos los niveles intermedios, la acción de los obreros desde el punto de vista práctico es más útil. Eso es real, pero también nuestra práctica nos ha enseñado dos cosas para nosotros axiomáticas; un cuadro técnico bien situado puede hacer muchísimo más que todos los obreros de una fábrica…”
O podemos, por ejemplo, alegar acá la historia con los comités de fábrica (los fabsavcoms) en la Rusia de 1918.
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