La post-ironía y el humor negro en internet: más allá de la intención

por Marcos Adrián Alemán Alonso
Postironia

Dentro de tres meses se cumplirá un año de un acontecimiento peculiar, que en su momento generó un encarnizado debate en redes sociales, y que aún hoy es recordado por muchos, a pesar de la notable fuerza con que las aguas rápidas del internet suelen barrer la memoria. Si usted, estimado lector, estuvo activo en Twitter —ahora X— por aquellos días, muy probablemente lo recordará: en la noche de Halloween del año 2022, en la oriental provincia de Holguín, un grupo de jóvenes había decidido salir al parque con disfraces del Ku Klux Klan.

Cuando la noticia se difundió, en aquellos días de apagones y cazuelas, las reacciones fueron diversas. Por un lado, se criticó duramente la actitud irresponsable que promovía, de forma inocente o no, una imagen que entraña por sí misma el odio y la discriminación racial, en nada menos que una de las provincias donde, según el decir popular, está más presente el racismo en la Isla. Sin embargo, por otro lado, una considerable cantidad de usuarios en redes, algunos con más matices que otros, salió a defender «con todos los hierros» a los muchachos, diciendo que «solo era humor negro», y que por lo tanto lo que hicieron era completamente inofensivo.

Memes sobre el caso del KKK en Holguín

En medio de la discusión, entre reacciones de indignación y otras supuestamente satíricas, se colaban mensajes y memes que, en efecto, transmitían de forma explícita ideas con una connotación claramente racista, donde el «chiste», si era eso lo que se buscaba, brillaba por su ausencia. Es por eso que, ahora, cuando el tiempo ha bajado las pasiones del momento, podemos preguntarnos, ¿era realmente inofensiva la actitud de los muchachos, solo porque la intención era, supuestamente, la de hacer «humor negro? Y podemos ir más allá, ¿es el «humor negro» en todo momento inofensivo? Para comprender esto, primero debemos entender un concepto fundamental: la post-ironía.

post-ironía

Tomado de Bed With Social

Se denomina post-ironía al fenómeno que se produce en situaciones donde las intenciones irónicas de una acción o declaración se confunden con las genuinas, o bien, a la llegada a posiciones sinceras a partir de posturas originalmente irónicas. El término, proveniente del mundo anglosajón y popularizado por los análisis de las obras de escritores contemporáneos como Thomas Pynchon y David Foster Wallace, se utilizó en principio para definir la ambigüedad en ciertos elementos discursivos de uso creciente que van más allá de la ironía característica de la posmodernidad, especialmente en literatura, y refiriéndose a contenidos con un predominante matiz satírico. Posteriormente, la post-ironía pasó a ser considerada una característica recurrente de la cultura popular en los tiempos actuales, donde las comunicaciones, principalmente a través de internet, suelen poseer diversas capas de significación, en dependencia del medio y el público que las recibe.

En años recientes el concepto ha recibido la atención de la opinión pública, porque se ha utilizado para describir las tácticas que utilizan ciertos grupos extremistas —fundamentalmente de la «derecha alternativa», o alt-right—, para captar jóvenes y promover la radicalización en foros de internet y redes sociales. Esto último no extraña, ya que, siendo sinceros, a los muchachos de la generación zoomer, la de los famosos «nativos digitales», cuyas edades ahora oscilan entre los 13 y los 28, les suele fascinar la post-ironía, y esto se hace más que evidente en el fenómeno cultural de los memes.

Meme sobre el feminismo

Los memes son el producto post-irónico por excelencia. En un meme no hay, por lo general, mucho contexto. Para producir un meme nos basta alguna imagen y algo de texto para acompañarla, y las explicaciones sobran, pues se asume que aquel que reacciona al meme debe entenderlo partiendo de un contexto previamente conocido. Sin embargo, esto no siempre es efectivo, y como muchos memes describen fenómenos complejos de una forma excesivamente simplificada, es habitual que el espectador rellene el resto de la historia con sus propias ideas y convicciones.

Este fenómeno se da a menudo con el humor negro. Por ejemplo, un meme sobre el Holocausto y su relación con ciertos productos de aseo personal tendrá una connotación diferente para un joven cualquiera, para una persona de origen judío y para un simpatizante del nazismo. Es precisamente ahí donde reside el peligro de la post-ironía en el humor negro de internet. Si bien la imagen que ven los tres es la misma, para el primero, quien podría considerar «evidente» que nadie haría tal «broma» antisemita de forma sincera, es posible que el componente irónico prevalezca y que lo crea retorcidamente gracioso, aunque no sin cierta inocencia. Para el segundo, probablemente el meme será claramente antisemita, y podría sentirse indignado con toda la razón. Sin embrago, es el tercer caso en el que la situación se torna verdaderamente peligrosa, pues el simpatizante nazi verá sus conductas y convicciones reforzadas. Si el meme antes referido recibe una gran aceptación, el sujeto sentirá que muchos están con él, y podría utilizar esto para atraer a otros a su ideología radical, incluso a algunos de los que estaban en el primer grupo. La intención original del que publicó el meme ni siquiera importa ya: acaba de extenderse una interpretación post-irónica.

Tomada de memedroid

En honor a la verdad, a casi todos nos gustan los memes. La comunidad cubana en redes sociales, fundamentalmente en Twitter, tiene en gran estima el «humor negro», o al menos, lo que muchos de ellos llaman así. Los llamados «memeros» —cubanos cuyos orígenes pueden ser trazados hasta la vieja comunidad LINLT— recurren constantemente a él, bien sea como forma de crítica social, de desahogo o simplemente para caer en gracia. Fueron muchos de estos influencers los que defendieron la «iniciativa» de los muchachos de Holguín, aludiendo unas supuestas y puras intenciones de comedia.

Sin embargo, como se demostró en su momento, y lo que puede deducirse por las maneras en que opera la post-ironía, incluso si el objetivo era provocar risa —ya me dirán cómo— las intenciones detrás de un acto expresivo no siempre determinan sus interpretaciones y consecuencias. Una «inocente» salida con disfraces puede terminar incentivando o consolidando el racismo en aquellos que lo interpreten post-irónicamente, incluso si esto nunca pasó por la mente de los jóvenes.

De manera similar ocurre con bromas y memes machistas, sexistas, clasistas, que pueden extender estereotipos nocivos, pero cuya crítica es desestimada en nombre de la libertad de hacer humor, o haciendo alusión a cierta «generación frágil». La transgresión es parte integral de toda juventud, así como la sublevación contra «lo establecido». Si lo trasgresor es la irreverencia absoluta, y aquello que se percibe como «lo establecido» es la llamada «corrección política», todo lo políticamente incorrecto será en sí una reafirmación de la identidad de aquel que busque transgredir de esa manera. No es de extrañar, pues, que la emoción y el sentimiento de pertenencia al grupo, suelan predominar por sobre la razón cuando se abordan estas cuestiones en el debate público.

Meme sobre la llamada generación de cristal

Internet hoy está cargado de post-ironía, lo cual ha preparado el caldo de cultivo para que se extienda una nueva y peligrosa ola de irreverencia, permeada por el discurso anti-woke y el alza de ciertos conservadurismos, y presentada como una «reacción legítima» en defensa de la «libertad de expresión», que muchas veces resulta ser, de forma irónica —o post-irónica—, la libertad para atacar a alguna minoría o grupo vulnerable.

Por supuesto, no es cuestión de abandonar el humor negro, o dejar de hacer memes, pues ambos son ya una parte indisoluble y fascinante de la cultura cibernética de nuestra época. Se trata, más bien, de no tomar el camino fácil del «descargo de responsabilidad», para luego desentenderse de las consecuencias no deseadas que puedan traer la propagación ciertos discursos; pues incluso las mejores intenciones pueden ser instrumentalizadas por los verdaderos promotores de las posturas que pretendían ser satirizadas.

No tenemos de otra. ¿Memes y humor negro? Sí, gracias, pero usando la cabeza.

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9 comentarios

Manuel Figueredo 10 agosto 2023 - 11:33 AM

En este mundo 🌎 que nos toca vivir nada es verdad, nada es mentira, todo es según con el 🔮 cristal que cada cual lo mira, dice el viejo refrán. Sólo un comentario : Me parece que el racismo está en toda Cuba. Esa 🎒 mochila la lleva cargando cada Cubano desde el mismo día que nació. Le pueden preguntar a un nacido en Camagüey que opina sobre el particular.
Nada más, para no levantar polvo.

José Darío sanchez 10 agosto 2023 - 12:42 PM

Entonces harán una ley que regule los chistes ?El que se burle de Anna Frank es un enfermo,pero el que se burle del Presidente ,con todo lo que tiene para ripostar,es un chistoso !!Aún así,los enfermos existen y los chistosos también!! Cultura para saber escoger…solo eso.No sigan regimentando..

Marcos A. Alemán 11 agosto 2023 - 11:05 AM

Buenas. ¿Podría señalarme dónde en el texto se da a entender que sería necesario regular los chistes mediante la ley, o que aquellos que los hagan deben ser reprendidos judicialmente? Gracias por comentar.

Marcos A. Alemán 11 agosto 2023 - 4:24 PM

¡Buenas! ¿Podría decirme con precisión dónde en el texto se da a entender que es necesaria una ley para regular los chistes? Muchas gracias por su comentario.

Marcos A. Alemán 11 agosto 2023 - 5:59 PM

Se envió doble. Cosas de la conexión, mis disculpas.

Darvis 10 agosto 2023 - 2:40 PM

Yo sí defendería el derecho de los jóvenes holguineros a disfrazarse como lo hicieron en Halloween, y querer tomar medidas judiciales contra ellos lo veo muy mal.

Darvis 11 agosto 2023 - 4:19 PM

Tengo que aclarar que en el artículo no se habla de legalidad. Está muy bien abordado desde un punto de vista filosófico. Sólo hacer una aclaración respecto a la libertad de expresión para que no hayan mal intencionados.

Aldo 11 agosto 2023 - 12:34 AM

El articulo usa tantas etiquetas que se puede armar un juego de barajas con el.
La verdad en esencia el derecho a la libre expresion ampara hasta actos de sumo mal gusto en contexto histórico.
Que no ssben el peso del significado de esos atuendos? La mayor parte de los miembros del unico partido tampoco sanen lo que hizo el compañero stalin en nombre del socialismo, o el camarada Mao.
Es mas menos lo mismo.solo hay que darle la oprtun9dad a la gente de saber la puesta en escena que estan armando. Por mi parte no creo en ninguna superioridad racial ideologica politica ni ninguna vanguardadia ni cambio ni esquema social irrevocable, es una reverenda falta de respeto a la evolucion del libre pensamiento.
Gracias

David 11 agosto 2023 - 1:19 PM

Según mi percepción el fenómeno del meme y su relación con el humor negro es un problema que radica principalmente en el desconocimiento cultural sobre el mismo y sus bases, pues producto a una falta de conciencia plena sobre lo que consumimos en internet es muy sencillo influir sobre la mente de masas que carecen en estos momentos de bases educativas consistentes para diferenciar la delgada línea entre lo real y lo irónico, lo que constituye un peligro enorme para cualquier sociedad.

Los comentarios están cerrados.

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