A las doce y tres minutos el hombre llegó al bar. No sé cómo, si el mundo se le movía tanto. Para suerte suya, la barra todavía estaba ahí. Se sostuvo con la izquierda mientras con la otra mano trató de acercar una banqueta, que terminó cayendo al piso, pero suavecito, sin escándalo. Los clientes continuaron con sus tragos y sus pizzas, envueltos en nubes de humo azuloso y ajenos al rollo.
El barman dio la vuelta a la barra para poner en su lugar la banqueta, supongo. O quizás para poner en su lugar al hombre, hablarle bajito al oído y que nadie se enterara de lo que iba a decirle. ¿Que se fuera a su casa? ¿Que ya había tomado demasiado?
El hombre tenía los ojos inyectados de sangre, según dicen cuando se ven tanto las venitas rojas sobre lo blanco. Aún así, esos mismos ojos le sirvieron para ver perfectamente que los cuatro bármanes venían hacia él, y le habrá parecido que venía hacia él el olímpico Stevenson y el olímpico Roberto Balado, y decidió rendirse. Pero rendirse no de levantar una bandera blanca en son de paz, sino de sucumbir en el acto. Tan fácil como abrir los dedos que lo sostenían a la barra y caer como un saco de papas al suelo, hacia el lado opuesto al que estaba la banqueta. Grande y fuerte sí era el de seguridad, que lo levantó en peso, sin demasiado abuso, y lo sacó de la vista.
Un amigo de los que estaban conmigo mordió una croqueta y la bajó con un buche de whisky. Otro encendió un cigarro, para envolvernos también en una nube azul, supongo, como los clientes de la mesa vecina. Yo miré hacia la calle a través de la ventana. Pero el cuarto ya tenía sus tragos de más y tuvo que decir lo que nos había pasado por la mente a todos:
—De madre el alcoholismo, brother.
Al innecesario parlamento le siguió un breve silencio que quería decir: “Sí, de madre, pero no menciones la cuerda en casa del ahorcado”. Todos miramos a la vez nuestros respectivos tragos e hicimos un brindis por no llegar nunca, solos, a la barra de un bar, embriagados de tal modo.
—Por la amistad —dijimos al unísono. O eso intentamos.

(Foto: Néster Núñez / LJC)
Y ya que nunca se habla de política si no es en el baño —que es donde ponen los micrófonos, según nos enseñó Nicanor— y como las dos horas previas ya habíamos agotado todo sobre la actuación del Team Asere en el clásico de béisbol y no habían anunciado apagón para esa noche, aunque aquí uno nunca sabe; el amigo pijo quiso hacerse el del tema nuevo y gugleó algo es su iPhone 13 y leyó:
—De hecho, el consumo excesivo de alcohol es una de las causas más frecuentes de las transgresiones sociales, tales como violaciones y riñas, así como abandono familiar y laboral. Se vincula mundialmente con el 50% de las muertes ocurridas en accidentes de tránsito, con el 60% de los ahogados, con el 50% de las violencias domésticas y con el 30% de los homicidios y arrestos policiales.
—Mundialmente no. Busca a ver las estadísticas del alcoholismo en Cuba. En Ecured, por ejemplo.
Etecsa funciona bien cuando menos falta hace. La conexión era estable esa noche.
—Hay 173 entradas. La primera: sección del alcoholismo en Cuba. La segunda: Santiago de Cuba, algo sobre el hotel Casa Granda. La tercera: Federación de Mujeres Cubanas. La cuarta, también sobre Santiago de Cuba; algo por el 500 aniversario de su fundación. La quinta dice: Vitamina B1… le siguen tres nombres de personalidades y después una serie de televisión cubana del 2009. Mucho Ruido, se llama.
—Na´, búscalo en Google entonces.
—Cubadebate: Consumo de alcohol. Un artículo del 29 de agosto del 2022. Que el ministro de Salud Pública presentó ante el parlamento la estrategia para la prevención y el control de…

(Foto: Néster Núñez / LJC)
—Entra en ese a ver.
—Dice: “Más allá de estadísticas…”
—Ya, ya. Ni sigas. Entendimos.
—Habla de la presión arterial.
—¿Pero no era que el ministro de Salud Pública presentó ante el parlamento…?
—¿Tú ves que en el NTV hablen de que en Cuba hay un problema con el alcohol? Si en el noticiero no lo dicen, es porque no existe.
Casualmente estaba sonando la canción aquella de Natti Natasha y Thalía: “Pero no me acuerdo, no me acuerdo, y si no me acuerdo no pasó. Eso no pasó”.
—Medios independientes sí hablan de eso: 14 y medio, Cubanoticias360, Radiotelevisiónmart…
—Te dije que ni sigas. Que entendimos. La cosa con el alcohol debe estar bien mala entonces.
—Depende. El mío está muy bueno —dijo el amigo de mi derecha y le hizo una seña a la camarera—. Otro wiski, por favor.
A mí se me acababa el dinero y si pedía otra cerveza no tendría para el transporte de regreso. Aproveché que ya la camarera estaba y le pregunté por el trago más barato. Lo que respondió me sonaba a refresco instantáneo marca Zuco con lo que iban dejando en sus vasos los otros clientes. Desestimulante total.
—Estoy bien, gracias —le dije, pero el pijo me embulló con otra. Que me la pagó él, quise decir. Y así sucesivamente.
A las cuatro, nuestras correspondientes lenguas, a saber cuál más enredada, continuaban hablando que si los pobres que toman el ron de la bodega, que si chispaetren en los aceras del barrio jugando dominó, que en los bares hay una pila de mujeres que facturan y se pagan ellas mismas un montón de tragos azules como el humo, que mejor emborracharse que meterle cabeza al asunto de los precios de la jama en la calle, que la copa rota y que el veneno de tu amor.

(Foto: Néster Núñez / LJC)
Algo curioso y fuera de tono: el amigo pijo nunca dijo jama, sino víveres, y todo el tiempo se mantuvo muy interesado en saber cómo sería vivir allá abajo, hasta que otro de los amigos le preguntó qué dirigente era su padre y este se ofendió. Se tiraron unas palabras duras y unos golpes que recibió el amigo pijo que al final salió huyendo y se montó en Mercedes Benz negro que llegó nada más él puso un pie en la calle. Todo muy pijo y misterioso, pero me había pagado las cervezas, y si de verdad era hijo de un dirigente pues para algo servían ellos, y yo que pensaba que no.
Apenas salió el amigo pijo sin intercambiar teléfonos ni nada, escuchamos aquel canto de sirena, y se me aflojaron las piernas pero a nivel gelatina en medio de un apagón. Por suerte no era la policía sino una ambulancia que se parqueó afuera para llevarse al hombre del principio del cuento, que al parecer aún seguía vivo, pese a la demora.
El guardia de seguridad entró a buscarlo en el lugar desconocido donde lo habían guardado, y yo, haciendo uso y alarde de la poca conciencia que me quedaba, me dije: “Esta es la mía”. Y me dejé caer como había hecho el hombre antes, como un saco de papas, tumbando incluso no una sino dos banquetas, y estas sí que sonaron y llamaron muchísimo la atención, supongo, porque yo estaba desmayado a la vista de todos.
Después, por mucho que me echaron agua en la nuca y me golpearon la cara, mantuve los ojos cerrados, pero en plan “yo sé lo que hago”. Reaccioné, claro, cuando el ambulanciero dijo que me dejaran tirado, que era la tercera vez que le hacía la misma gracia:
—Lo que quiere es irse gratis porque él vive, como quien dice, a dos puertas del policlínico.
Abrí los ojos, dejé que los amigos me levantaran del suelo y fui a darle un abrazo de agradecimiento al ambulanciero, por las veces anteriores y por esta, si la fuerza estaba de mi lado. Él me dijo que no, que gracias por la muestra de cariño espontáneo, y yo entendí perfectamente. Esta vez hice uso de todo mi altruismo y toda mi fuerza de voluntad, saqué la cartera del bolsillo y compré una cerveza y se la regalé al chofe, bajo la promesa de que se la tomara al finalizar la pincha, su turno de trabajo.

(Foto: Néster Núñez / LJC)
Ya en la ambulancia me habló de cómo le iba la guardia, que menos mal que tenían gasolina y que la gente con el alcohol no paraba. Yo le dije: “Na´, ese problema en Cuba no existe y, si existiera, ya el ministro de salud tiene pensada una estrategia eficaz para combatirlo. Ahora el gobierno coge los dólares que los ciudadanos van a depositar otra vez en los bancos y los dedica a la prevención, porque quién ha dicho que el hombre nuevo (y la mujer) que construimos a partir del 59 tenga que ser un (a) borracho (a)”.
—Y también practicar sexo sin protección.
—Nada de eso lo ponen en el noticiero, y si no lo ponen en el noticiero, no existe.
9 comentarios
Exacto. Ya ni nosotros ( el pueblo) hace bastante rato dejamos de existir..¡ Que viva
Chispa ‘e tren , la Warfarina y Abejin sin ellos la vida sería un martirio . Buen artículo Nester.
en el granma solo sale la crisis de los opioides en los EEUU y la anfetamidas,tambien en los EEUU…….el mundo virtual de la izquierda mundial !!
Pues si Sr. Nester Núñez creo que un poco “TODOS están ebrios” en esta cascada de acontecimientos, hace solo dos días el primer ministro Marrero, y muy probablemente próximo presidente, si no es en esta es en la próxima, en ese típico enroque típico de poder para cambiar todo y dejarlo todo como está, dijo sobre el crítico desenvolvimiento de agricultura en su campaña de invierno, resultado vivo de las 63 medidas, “nuevas acciones” y política en general trazado por el mismo y el consejo de ministro que el dirige para poner comida sobre el plato de la mayoría de los cubanos.
“Los resultados de este primer trimestre son malos, sin embargo, hay lugares donde se hacen bien las cosas y hay buenos niveles de producción”.
“son pobres, en un sector en el que tan solo el 20% de la producción está en manos del sector estatal, y el resto a cargo de formas de gestión no estatales”.
“¿Qué vamos a hacer diferente? El pueblo, al que nos debemos, exige resultados, y al sector lo monitorea todos los días, al menos dos veces”.
Pues dos veces al día cada señor primer ministro, la inmensa mayoría de la población concuerda en que usted y ese equipo de gobierno de la continuidad se han mostrado incapaces, con su accionar y su comportamiento frente a los retos presentes de responder a las exigencias del pueblo y deberían renunciar, a su pregunta lo único diferente y digno, que en este caso pudiesen ofrecer es por decoro que se vayan todos, como se que eso no va a ocurrir, pues aguante callado usted y los que siguen en la borrachera de la revolución triunfante.
Buen fin de semana para todos.
Y ya fue “ratificado” Canel para continuar como “presidente” o todavía falta hacerlo? Lo pregunto porque yo daba por hecho que Mariela lo sustituiría por los “errores” cometidos.
Es difícil de pronosticar pero el pueblo de Cuba espera que su presidente digital , por lo menos, una vez en su vida, le dé una buena noticia a la nación. Desde que fue impuesto en la silla presidencial lo único que ha hecho es dar malas noticias. Es para echarse a 😭. Que clase de aguante tiene el pueblo. Feliz sábado para todas y todos, claro está, sin desgracias.
Sr. Raul Sobrino:
Con Mariela implementaremos la Ideologia de Genero, una ideologia muy compatible con la Revolucion, ya que todos usariamos la misma ropa y el mismo baño.
COMUNISTA, yo creo que más bien lo que se trataría de hacer es de invertir la forma en que los hombres y las mujeres se visten para así romper con los estereotipos creados por el patriarcado. O sea, los hombres se vestirían como comúnmente se visten ahora las mujeres y las mujeres se vestirían como comúnmente se visten ahora los hombres, además de que en las escuelas pre primarias a los niños lo pondrían a jugar con muñecas y a las niñas a jugar con camiones. Pero en cuanto al uso del mismo baño eso sería un arma de doble filo. Pudiera dar lugar a que las mujeres consigan el control sexual de las faldas y sean ellas las que los acosen, ya que los nacidos con pene habrían perdido sus instintos salvajes y primitivos de buscar a la hembra -separandose del animal que había en ellos-, por lo que inspirarían sexualmente a las feminas al considerarlos inofensivos y chillones cuando los tocaran. Bueno, siempre que el reinado de esa señora no sea como el que fuera el de la reina de Madagascar…
Un enorme porciento de las personas que conoci en cuba y pertenecieron a las FAR o al MININT de forma permanente ya fallecieron por problemas relacionados con el alcoholismo. Algunos jovenes y otros antes de retirarse. No conoci a ninguno que no bebiera y muchos comenzaron a hacerlo despues de ser miembros de algun cuerpo armado en cuba. No es una exageracion sino un hecho.
En la poblacion civil aunque no es tan grave la cosa, tambien es algo muy usual ver a la gente, sobretodo hombres, bebiendo alcohol en las aceras y los parques. En las guaguas se siente el olor a alcohol frecuentemente.
Un artículo entretenido de leer y con mucha crítica social,… muchos son los temas que afectan a Cuba y los Cubanos de a pie pero son invisibles para los medios de comunicación cubanos.
Los comentarios están cerrados.