Mujeres por cuenta propia

por Gabriela Mejías Gispert
mujeres

Por un mundo donde seamos socialmente iguales,

humanamente diferentes y totalmente libres”

Rosa Luxemburgo

El último año en Cuba se ha caracterizado por grandes cambios estructurales, en busca de dinamizar la sociedad y formalizar la economía en sus transformaciones. Conseguir mayor productividad, beneficiar el sector financiero, rentabilidad e independencia del sector cuentapropista; se han enlazado con la necesidad de contemplar jurídicamente aspectos tales como la seguridad social y derechos de trabajo de quienes incursionan en este sector.

Según encuestas realizadas existen cerca de 600 mil trabajadores por cuenta propia hasta finales del año pasado. Cifras oficiales del Ministerio de trabajo y Seguridad Social, afirman que un 32% son jóvenes y un 36% mujeres. He aquí un dato interesante, a pesar de que las mujeres cubanas llevamos cinco decenios participando activamente en el mercado laboral, la desigualdad de género y su construcción social en este ámbito, se han visibilizado más notoriamente durante los cambios económicos fundamentales en las últimas décadas.

Momentos de quiebre fueron las depresiones económicas que surgen a partir de 1989, donde se agudiza una pirámide invertida en la cual las mujeres se vieron profundamente afectadas; siendo estas quienes en mayor número dejaron el trabajo remunerado para ocupar espacios de cuidado de la casa y de personas dependientes. Otro punto contrastante, fue la reapertura en 2010 de los empleos por cuenta propia. Las féminas constituyen un porciento mínimo de las licencias solicitadas, no llegando a alcanzar siquiera el 40% del total de los empleos privados, incluso en las últimas estadísticas del 2019.

¿Serán menos emprendedoras las mujeres que los hombres?

Quizás la respuesta haya que buscarla en la relación entre la base estructural de la desigualdad de género y la construcción social de las relaciones individuales.

Sobre las bases de tres elementos fundamentales, se van permeando las relaciones interpersonales que iluminan muchos aspectos que componen las sociedades modernas tal como las percibimos: El Estado, La familia y El mercado. A través del Estado se regula la participación, la voz y los intercambios de poder a partir de la ciudadanía. La familia suele contemplar la vida emocional, la herencia, la reproducción y la identidad a partir del contrato conyugal. Mientras, el mercado regula los intercambios económicos y la valorización del capital humano.

A esta definición de Teresa Inchaústegui yo agregaría La Educación como otro pilar fundamental, más importante en el caso de Cuba, donde el sistema educativo llega a todas las personas con un plan de estudios unificado. Corremos con una ventaja hermosa, que debemos saber aprovechar.

Teniendo en cuenta la relación dialéctica de estos elementos y su importancia como formadores de sentido en la identidad ciudadana, intentaré encontrar respuesta a mi interrogante desde estas pautas.

Si hacemos un pequeño recorrido por las actividades aprobadas para el sector cuentapropista, vemos que en su gran mayoría están redactadas en masculino. Un pequeño detalle no menos significativo si hablamos de promover voces diversas en este sector. De igual forma se aprecia una falta importante de propuestas profesionales a desarrollar.

En este sentido entra en juego otro factor: los oficios como salida laboral poseen una carga machista dentro del imaginario social. Como en los juegos de la infancia, parecieran divididos en “cosas de niñas y cosas de niños”. Yo al menos no conozco carpinteras, plomeras, electricistas, aunque muchas saben hacerlo a la perfección.  ¿Por qué no formamos parte de ese sector tan bien pagado en Cuba?

Desde otra mirada de análisis, vemos cómo la mayoría de las tareas de menor rédito económico dentro de la paleta de empleos privados, son las que suelen emprender las féminas. Asociadas a roles de cuidado, atención al público o trabajos relacionados con las tareas domésticas.

Tomado de: Statista

Quizás muchas de las “normas” con las que crecimos nos han jugado una mala pasada: sabemos dirigir, somos mayoría de graduadas universitarias, pulpo a cuatro manos para cumplir una doble jornada; pero nos educaron fuera de la competencia laboral porque el hombre es quien siempre cumplía el rol de proveedor fundamental de la familia. No lo digo como un generalidad, si como una construcción patriarcal muy arraigada; al tal punto que a las madres solteras suelen decirles que han sido mamá y papá, como si necesitaran una existencia binaria que complemente.

Por otro lado, los proyectos de economía, no contemplan el trabajo no remunerado cubierto usualmente desde el hogar. Dentro de la jerarquía del mercado, las actividades que forman parte de la vida cotidiana poseen un reconocimiento menor, aunque a los efectos de bienestar social e incluso económico, suponen un valor cualitativo igual de necesario que el trabajo remunerado. Una tradición patriarcal liberal, de la cual Cuba no está exenta.

Según un análisis de la Encuesta sobre igualdad de género (ENIG,2016) existen diferencias significativas por sexo en el tiempo dedicado al trabajo no remunerado. Las mujeres emplean 14hs semanales en estas tareas, por encima de su contraparte masculina. Sin embargo, en cuanto al trabajo remunerado, ambos dedican similar cantidad de horas.

Esto constituye una doble jornada no reconocida, enmascarada de un lado tierno y de cuidado que supuestamente es inherente a la feminidad.  Donde ser “buena madre, esposa e incluso hija” implica resetear nuestro organismo luego de las 4 de la tarde; devolverlo a cero y enfrentar otra jornada. Capacidad biológica que supuestamente viene con nuestro sexo asignado al nacer.  Esta diferencia se duplica cuando vemos los resultados de la encuesta en personas que no se encuentran vinculadas laboralmente.

Por consiguiente, existe desigualdad en la carga laboral; condicionada por un conjunto de roles asignados, que a pesar de tantos logros siguen influyendo negativamente en la economía y la calidad de vida de las mujeres cubanas.

Pensemos qué sucede cuando una mujer decide dedicar más tiempo a actividades de desarrollo personal o recreativas. En primer lugar, gran parte de ellas puede alcanzarlo cuando les hijes ya crecieron; aunque esto nos las exenta de comentarios machistas sobre “estar desatendiendo el hogar” (comprendiendo hogar como familia, pareja, cuidado de la casa, adultos mayores, etc.)

En segundo lugar, quienes consiguen no emplear tiempo libre en estas tareas, suelen tener la posibilidad de que otra persona las realice: generalmente otra mujer. Basta con ver los anuncios de solicitud de trabajo de algunas páginas o revisar quién cuida al abuelo durante el día o limpia nuestra casa, si es que tenemos la posibilidad de pagarlo. Una cadena infinita, donde a través de generaciones se legitima la mano de obra femenina desde una mirada estigmatizada y menos valorizada en el mercado. Esta mirada se exacerba con la apertura del sector cuentapropista.

Respondiendo la pregunta inicial: Una doble jornada limita la disposición del tiempo para emprender un proyecto propio. La falta de una base monetaria, creada por esta misma dependencia económica, ya sea mayor o menor, lo asevera. Los estereotipos persistentes y la falta de versatilidad en las propuestas reducen las posibilidades: así si respondes a estos estereotipos de belleza, no tienes hijos, eres soltera y preferiblemente joven, quizás te contraten en buen empleo como adorno imprescindible.

Estamos sin dudas de acuerdo con Marx cuando señala el carácter económico de la producción doméstica como generador de valores de uso por medio de un trabajo. De una actividad humana transformadora. ¿Pero quién paga este trabajo? También cuando lo coloca en el foco de las relaciones de producción capitalistas, como sector explotado en detrimento del mercado.

Bien aplicamos sus tesis, al defender que la liberación de la mujer y su inserción en trabajos fuera del hogar, como elementos fundamentales dentro de la lucha de clases desde inicios de la revolución. Sin embargo, nuestro modelo nos ha demostrado que el patriarcado y sus formas de dominación, persisten aún sin el capitalismo. Es hora agrandar los postulados. Las relaciones de mercado cambiaron al abrir el juego y es necesario contemplar en las legislaciones futuras las garantías necesarias para que sea con todes y para el bien de todes.

14 comentarios

cubanuestraeu 17 febrero 2020 - 1:52 PM

Qué necesidad tiene una mujer de ser emprendedora, si, en virtud de las leyes patriarcales imperante, puede encontrar un panolis que trabaje para ella ( y para sus hijos) de gratis, y por si fuera poco que le de placer sexual y ay del día que no cumpla en este terreno, que pierde la plaza de proveedor esclavo de inmediato y bajo escarnio público.

Gabriela Mejias 17 febrero 2020 - 5:12 PM

Si no lo conociera, creería que es un comentario inteligente que intenta ser sarcástico ante el pensamiento machista de muchos hombres. Pero lastimosamente aún contamos con sus dichos poco acertados, mal intencionados y misóginos en este blog.

cubanuestraeu 19 febrero 2020 - 5:55 AM

Descalificativos contra el que piensa diferente, eso es lo único con que cuenta el feminazismo, como a cualquier otro totalitarismo, cuando de manera simple le enfrentan al absurdo de sus conspiranoias, de unos discursos incoherentes y sin el menor fundamento científicos, elaborados en universidades protestantes, y que en tierra de mujeres y hombres de verdad como Cuba, solo intentan avergonzar a la mujer de sus mas bellas virtudes y contagiarla con los peores vicios del género opuesto. Pero escúchenlo bien, señoras del imperialismo feminista: LA MASCULINIZACIÓN FORZADA DE LAS CUBANAS NO PASARÁ, para impedirlo se bastan las mujeres en nuestra tierra que lo son de verdad, quienes siempre contarán con la solidaridad de quienes más las pueden amar, sus padres, hermanos, maridos e hijos.

Mujeres por cuenta propia — La Joven Cuba | Cuba Nuestra: Polémica 17 febrero 2020 - 1:56 PM

[…] NOTA DE CUBANUESTRA:”Qué necesidad tiene una mujer de ser emprendedora, si, en virtud de las leyes patriarcales imperante, puede encontrar un panolis que trabaje para ella ( y para sus hijos) de gratis, y por si fuera poco que le de placer sexual y ay del día que no cumpla en este terreno, que pierde la plaza de proveedor esclavo de inmediato y bajo escarnio público.” Mujeres por cuenta propia — La Joven Cuba […]

manuel 17 febrero 2020 - 2:29 PM

Estimada Gabriela…..un post muy bonito con pinceladas criticas y muy alejado de la realidad que vivio la mujer cubana con la profundisacion del periodo especial revolucionario(crisis ciclica de la economia socialista cubana en relacion al bloqueo yanqui , la dependencia politica economica de socios mayores y los garrafales errores internos ).
El terremoto del periodo especial solo dejo flotando a los que tenian mejor economia y recursos estatales y personales a su dispocion sirviendole en bandeja de plata para los que tenian mas recursos …tener muchso mas.
Los pobres , los negros , los viejos , los ninos , los enfermos y LAS MUJERES sufrieron duramente este periodo si estaban en los de abajo porque el cubano medio simplemente desaparecio ………………se estaba arriba o abajo …….. no hubo profesion , ni servcios estatales a la poblacion que su calidad y cantidad , no haya caido en picada.
Ud habla que las mujeres en mayoria se dedicaron a trabajos en la casa y personas dependientes en este periodo ………….por favor diga cifras .
Los sectores de educacion , salud , cultura son mayoritaiamente femeninos y aqui la mano de obra que mas rapido falto fue la de los hombres que se fueron a ser cocheros , bicitaxi , carpinteros , chofer de alquiler , camionero , etc…..el exodo al turismo en hoteles y servicios de todo tipo para el turismo estuvo marcado por las mujeres ………. de doy un ejemplo en el Hotel Covarrubias, que pêrtenece a una cadena cubana en Holguin ……. las jovenes que trabajaban o trabajan de camareras , todas eran profesoras de lengua extrajera (ingles y frances) .
No voy a tocar por etica al jineterismo ……….desgraciadamente marcaron el entorno cultural cubano que todavia hoy cuando vas a una discoteca en cualquier parte de Cuba ……se respira en la vestimenta la huella dejada por ellas .
Como se comporto la emigracion entre hombres y mujeres en este periodo ? seria interesante ver la emigracion legal y la ilegal …….todavia resuena el caso de Elian y su mama ahogada en el mar.
Discrepo de ud en la redacion de los documentos oficiales cubanos……..su redacion es correcta…… son escritos en mayoria se acuerdo a la real lengua espanola ………………la unica oficial como el PCC en Cuba.

Gabriela Mejias 17 febrero 2020 - 5:09 PM

Hola Manuel,ante todo el artículo no pretende hacer un análisis del período especial ( ya hemos tenido varios) Se trata de una propuesta a qué elementos mirar dentro de las nuevas organizaciones. En segundo lugar esa mano de obra masculina que usted dice que faltaba (olvidó aclarar en el sector estatal) aún así constituía trabajo asalariado aunque no fuera dentro del sector del estado. Si ejemplo del sector hotelero no es contrario a lo que yo afirmó. En cuanto a los documentos legales están bien fundamentados y responden a la Cuba de hoy, que usted no ha tocado en su comentario. Me parece que desvía el artículo y noto cierto mainspleining inherente a su condición de hombre en la lectura de mi artículo.

Tony 17 febrero 2020 - 3:05 PM

Por favor, pensar que el patriarcado es una invencion o teoria capitalista, es totalmente falso, el origen se remonta a los albores de la humanidad y persiste inclusive en la actualidad, no hay que politizar lo que es obvio. 😎 Saludos

cubanuestraeu 19 febrero 2020 - 12:24 PM

Pos supuesto que hubo patriarcado y matriarcado en los orígenes de la humanidad; el absurdo es extrapolar esa forma de organización tribal a nuestros días, con el objetivo de incentivar una guerra civil sexual entre los trabajadores, que solo beneficia a sus explotadores y de paso a los apocalípticos del maltusianismo que dominan las ciencias sociales anglosajonas.

otrocesar 17 febrero 2020 - 9:13 PM

bastante mal el tema nuevo. no se ve bien en el celular y un poco confuso en escritorio.
Lo peor es que no aparecen los comentarios nuevos.
A ver si arreglan, o le dan para atrás.
gracias

jovencuba 18 febrero 2020 - 7:41 PM

Gracias por su comentario, es útil para retroalimentarnos y buscar una plantilla mejor. Saludos,
Harold

manuel 18 febrero 2020 - 1:17 AM

mainspleining ?…..No podia haber dicho un concepto mas cubano …digamos cavernicola.
Un concepto popularisado por las feministas americanas con una autovision muy estrecha de acuerdo al desarrollo general del capitalismo yanqui y los problemas generales de las mujeres en ese Pais donde el conservadurismo politico y los dogmas religiosos siempre estan jugando con el liberalismo social y economico
Dios salve America.
Es ud una feminista ? …entonces nada tenemos que intercambiar .
Son companeras de viaje de los machistas.
Amo a las mujeres …..solo las quiero por debajo de la ley……. como yo.
Nuestra diferencia de rol natural va con la igualdad de deberes y derechos .
Esa es mi vision aunque continue a escribir …por el bien de TODOS
Y yo solo trate dos aspectos colaterales de su guion principal …….

manuel 18 febrero 2020 - 1:20 AM

Me disculpo con ud…….me falto responder a su saludo. Tenga unas buenas noches .

cubanuestraeu 19 febrero 2020 - 12:42 PM

Feminazis al servicio de la derecha en Estados Unidos:

https://youtu.be/Vb50QXSZ4UQ

feminiateo 25 febrero 2020 - 7:46 AM

Para luchar contra el patriarcado, una buena estrategia sería intentar que se desarrollase una religión diferente de la que lo sustenta. Una atea/agnóstica que, partiendo de un gran amor a la naturaleza y basándose en la igualdad y la no discriminación, pueda atenuar nuestro dolor ante la muerte de las personas a las que queremos y calmar la inquietud ante la propia. Lo explico más detalladamente en infinito5.home.blog

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