|
Getting your Trinity Audio player ready...
|
Incendio en la Guiteras, y más noticias
Fue noticia este viernes el incendio ocurrido en áreas de la termoeléctrica Antonio Guiteras. La alarma fue especialmente inquietante, pues se trata del principal generador de energía en el país.
El incendio afectó uno de los tanques de combustible de la central con capacidad para almacenar 10 mil metros cúbicos de crudo.
El fuego fue extinguido sin que se lamentaran vidas humanas. Asimismo, el periódico Granma afirmó que «no hay, de momento, razones para detener la planta por falta de combustible».
Los medios oficiales aplaudieron la eficiencia de los bomberos de Matanzas. Se investigan las causas.
Esto significa que la vulnerabilidad de las instalaciones industriales cada vez es mayor, producto de la incapacidad financiera del Estado para realizar inversiones y posiblemente la violación de protocolos de seguridad.
Nuestra opinión es que esta frecuente accidentalidad, además de las limitaciones humanas y tecnológicas para enfrentar los siniestros, son una consecuencia de la crisis económica que está poniendo en riesgo la seguridad del país.
Las instalaciones industriales de Matanzas han sido de las más afectadas por estos incidentes. En 2022 los depósitos de petróleo de la base de supertanqueros también sufrieron un incendio de grandes proporciones que provocó la muerte de varios bomberos, la evacuación de miles de personas y una afectación notable a los servicios eléctricos.
En el incendio de esta semana, con un alcance mucho menor, pero también complejo, todo resultó más manejable. Sin embargo, este incidente deja muchas preguntas sobre las condiciones reales que tiene Cuba para controlar las causas que propician estos siniestros.
Mariel, el proyecto inconcluso
También fue noticia la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (Zed), cuyo futuro abordó una Mesa Redonda en la Televisión Cubana.
Comparecieron como invitados Ana Teresa Igarza Martínez, la directora general, y Leonardo Sosa Barrios, el director adjunto de la terminal de contenedores.
Igarza comentó que el programa de desarrollo de la Zed está planificado hasta 2042 en tres ejes fundamentales, «infraestructura, servicios y negocios».
La directora especificó que las infraestructuras fueron construidas por el Estado cubano y, en lo adelante, la Zed debe minimizar gastos en construcciones que no sean utilizadas de manera inmediata, con el objetivo de no ser «una carga para la economía cubana». En ese sentido, se decidió «ralentizar» la urbanización de la zona planificada.
«En cuanto a la producción, hemos continuado atrayendo negocios que tributen al Programa nacional de desarrollo económico y social, con énfasis en la producción de alimentos, que es un eje fundamental para la población», explicó Igarza.
La directora admitió que la Zed, que cumplió una década recientemente, no escapa de la crisis económica en términos de suministro de materias primas, combustible y «tensiones energéticas».
Sobre los frenos que enfrentan para crecer, Igarza señaló en primer lugar a las sanciones estadounidenses.
«Es cierto que la Zona no marcha como todos quisiéramos, todos los días hacemos acciones para captar nuevos negocios. Pero la Zona no se ha detenido», dijo la directora. Según la funcionaria, Mariel abarca el 20% de las inversiones extranjeras.
Esto significa que la Zed de Mariel, a pesar de que tiene un peso importante en la economía cubana, no cumplió con las expectativas que existían en el momento de su fundación.
Nuestra opinión es que difícilmente las cumplirá en los próximos años si no se modifican las circunstancias que impiden su crecimiento, como el engorroso mecanismo para procesar la inversión extranjera. No obstante, su relevancia actual ya es significativa para un país tan deprimido.
En esta situación desalentadora de la economía cubana, las máximas autoridades del país han optado por renunciar temporalmente al crecimiento. Es inteligente como medida temporal.
Falta que reevalúen integralmente las posibilidades reales de crecer que tiene el proyecto, uno de los más ambiciosos ejecutados en el país. La Zed es vital para Cuba, incluso a media máquina.
Díaz-Canel, el visitante
Fue noticia este sábado la visita del presidente Miguel Díaz-Canel al municipio de Playa, en La Habana.
Díaz-Canel ya había visitado el barrio de La Cantera, en ese municipio, en julio de 2022. Desde entonces, según Cubadebate, se construyeron un consultorio, una bodega y un punto de venta.
Al parecer, el presidente visitó en esta ocasión centros con experiencias exitosas. Destacan los Laboratorios Dalmer, que lograron pagar con sus productos una inversión en divisa para maquinarias.
Díaz-Canel esta semana se reunió, además, con líderes de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (Feem) y de la Federación Estudiantil Universitaria (Feu).
En el intercambio se refirieron a problemas que afectan especialmente a los jóvenes como el consumo de drogas, el empleo para mejorar la situación económica y el embarazo en la adolescencia, entre otros.
Sobre el empleo de los estudiantes, trascendió que la Feu tiene el tema en su agenda y ya ha promovido «Ferias de Empleo Universitario».
El presidente aprovechó para compartir mensajes optimistas sobre el futuro de la Revolución Cubana y prometió encuentros periódicos a los asistentes.
Esto significa que la agenda presidencial está en la primera línea de la estrategia del gobierno, para legitimarse ante la ciudadanía en medio de la actual crisis.
Opinamos que las visitas de Díaz-Canel a las comunidades y sus intercambios con sectores que requieren especial atención, como los jóvenes, son una estrategia inteligente en sí, aunque no queda claro si está rindiendo resultados prácticos.
A la vista de lo que comunican los medios oficiales, Díaz-Canel realiza recorridos convencionales, pactados de antemano, y algunas veces hace declaraciones que desconocen la situación específica de los territorios.
El propósito de oxigenar la imagen del presidente, mostrándolo en acción frente a la crisis, es una estrategia oportuna. Lamentablemente, al menos en términos comunicativos, el discurso no pasa de la exhortación.
Tampoco se ha visto cómo las opiniones de la población han retroalimentado las políticas públicas que afectan sectores clave como la economía y parecen bastante inmóviles en medio del creciente deterioro de las condiciones de vida de los cubanos.
En cuanto a los encuentros con jóvenes y estudiantes, este último pareció más provechoso que otros. El empleo de los estudiantes es una realidad. Queda facilitarla desde las instituciones implicadas.
Las empresas estatales bajo la lupa
Y fueron noticia las declaraciones del primer ministro Manuel Marrero acerca de la deficiente gestión de las empresas estatales.
En una sesión de trabajo en Antilla, provincia de Holguín, Marrero dijo que las empresas deben «desterrar mecanismos de trabajo que propicien acomodamiento, burocracia e ineficiencia».
Granma resaltó «su estilo directo» y en particular «la severidad» que usa «cuando las circunstancias lo requieren».
A diferencia de la visita de Díaz-Canel a Playa, Marrero en Holguín se enfocó en la evaluación de aspectos negativos en empresas e instituciones sociales, «con el fin de detectar distorsiones y emprender correcciones».
Esto significa que el gobierno sigue colocando a las empresas estatales al centro de su promoción de la eficiencia, aunque a veces parezca que el debate económico ciudadano está enfocado en las mipymes.
Opinamos que las empresas estatales tienen una larga historia de disfuncionalidad nada fácil de corregir.
Los vicios de una administración centralizada y burocratizada con excusas a la mano para justificar la improductividad, están muy arraigados.
Estas valoraciones constantes ayudan a entender el mapa empresarial nacional, más allá de cualquier esquema estructural. Las diferencias entre las empresas incompetentes y las pasablemente funcionales, por ejemplo, ¿en qué se basan?
El discurso gubernamental sugiere que «el factor humano» es central. Este parece el análisis más simple. Habría que evaluar claramente cuánto influyen en su productividad la ubicación de las empresas, sus historias previas, y sobre todo, su modelo de gestión, subordinaciones y encadenamientos con otras.
Por eso estas evaluaciones, más allá de su impacto mediático, resultan demasiado escuetas para entender la situación específica de los territorios.
Impulsar a los trabajadores a hacer rentables las empresas, a nivel político es correcto, pero si estos no están motivados, y sobre todo, sus salarios no les permiten reproducir la vida y garantizar estándares mínimos de bienestar, es muy difícil que cumplan con las constantes exhortaciones.
Una reforma integral de las empresas estatales debe implicar comprender y resolver las complejas relaciones económicas, de mercado, e incluso de factores culturales influyentes, que no se resuelven con «la severidad» de un instante.

