Cuando tenía 7 años, mi tío Pedrito mató a Rosaura, su mujer, «por puta». Al menos eso repetían mis tías: «la pobre, pero se lo merecía». Después de 11 años, cuando ya estudiaba Sociología en la Universidad de las Villas, entendí par de cosas relacionadas con tío Pedrito y Rosaura, su mujer, que nunca fue nombrada como mi tía porque usaba licras y le gustaba ir a los carnavales.
Aun sabiendo que era cuestión de género, estudiando el tema y siendo —cinco años después— profesora de dicha disciplina, seguía sin entender por qué era un feminicidio y no un femicidio. Fue un asesinato de un hombre a una mujer, por ser su mujer, punto. En Cuba no queda ningún asesinato impune, me repetía. El sistema nos protege, somos las flores de la Revolución, y seguía con la consigna. No fue hasta que cambié de rol —en ese mismo sistema—, que entendí que las mujeres en Cuba no somos ni siquiera un número.
Entre femicidio y feminicidio, más allá del asesinato
Feminicidio es una palabra fuerte. Sin embargo, en el imaginario popular se desliga del golpe de efecto que sí provoca la palabra asesinato, aun cuando inequívocamente una contiene a la otra en la totalidad de los casos. No obstante, la primera, por su carácter de violencia estructural y epistémica, es incluso más profunda.
El femicidio, a su vez, viene a ser homólogo del asesinato cometido por un sujeto o sujetos de forma individual; en tanto se considere el ser mujer como motivo para acabar con una vida. Es el hecho de morir por ser percibida como inferior a manos de un hombre, cuyas causas van desde el odio, desprecio, placer y hasta sentido de propiedad sobre la sujeta.
Es un término tan aborrecible en su esencia como inexacto para explicar un fenómeno muchísimo más insondable: al no reconocer en su matriz conceptual el papel del Estado, el término esconde o minimiza todo un grupo de mediaciones sociales y violencias estructurales —como las violencias simbólicas otorgadas a sujetes bajo una lógica patriarcal; modos políticos aprendidos y aprehendidos y la impunidad otorgada por el sistema— que determinan la comisión de estos crímenes, y, por tanto, hacen a dicho Estado corresponsable.
El concepto de feminicidio sí logra resumir lo horrendo del hecho, su carácter sistémico y la culpabilidad del sistema que «pare» tanto a víctimas como a victimarios. Es definido como el escalón último de un proceso perpetuo de terror que incluye las violaciones, maltratos, torturas, mutilaciones sexuales, abuso sexual, violencia física y emocional, maternidad y heterosexualización forzadas, etc.
Es la conclusión de la desprotección de los cuerpos feminizados ante una masa amorfa denominada sistema y que presenta muchas formas de patriarcados, por tanto, sus conclusiones-feminicidios son tan variadas y atroces como diversas sus formas de opresión.
El feminicidio se convierte en un crimen colectivo materializado en cuerpos individuales. Es perpetrado a través de un sujeto/s, pero como ejercicio de semiótica de la violencia, al tiempo que enuncia todo un aparato de poder-dominación-impunidad. Hablar de Estado feminicida es una redundancia, en tanto está implícito en el segundo la responsabilidad del primero. Sin embargo, nunca está de más colocar un sujeto al enunciado.
En 2022, Cuba fue incluida por primera vez en el Mapa Latinoamericano de Feminicidios que confecciona Mundo Sur, una plataforma feminista con sede en Francia y Argentina encaminada el empoderamiento social y económico de las mujeres latinoamericanas. En Cuba, nos están matando y el Estado sigue jugando a fingir que todo está bien.

Mapa de feminicidios en Latinoamérica. (Imagen: Alas Tensas)
Estado feminicida y activismos feministas
En 1999, Radhika Coomaraswamy, relatora especial sobre la violencia contra la mujer de la Organización de las Naciones Unidas, instó a Cuba a aprobar una legislación contra la violencia de género. En marzo de 2000, la Misión Permanente de la República de Cuba ante la Oficina de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales con sede en Ginebra, entregó una nota verbal en respuesta a las recomendaciones expuestas por la relatora en su informe sobre la visita al país.
Lejos de reconocer las recomendaciones realizadas por la relatora en materia de violencia de género, se dedicó una amplia parte de dicha nota a justificar y criminalizar la intervención por parte de la sociedad civil, así como negar la situación de desprotección de la mujer en Cuba, etc.
Veinte años después, cuarenta mujeres cubanas entregaron una carta titulada Solicitud de Ley Integral de Género en Cuba (conocida como Carta de las 40) a la Asamblea Nacional del Poder Popular y a la Presidenta de la Comisión Permanente de Atención a la Niñez, la Juventud y los Derechos de Igualdad de la Mujer. Una vez más, los ejes centrales iban en torno a la situación de las mujeres en Cuba y la violencia que contra nosotras se ejerce, tocando como fin último el feminicidio.
En 2020, se fundó el observatorio de feminicidios de Alas Tensas Revista Feminista Cubana, primer subregistro del fenómeno. Dicha plataforma, acompañada de los subregistros pertenecientes a la Plataforma Yo Sí Te Creo En Cuba y la Red Femenina de Cuba, han llevado la carga sistemática de hacer, al menos, justicia epistémica, poniendo los nombres donde van.
A menudo estos observatorios son cuestionados en los medios estatales por su carácter independiente; sin embargo, hace un año, como parte del llamado Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, la viceprimera ministra Inés María Chapman anunció la creación de un Observatorio de violencia de género con datos oficiales en Cuba que sigue esperando por salir a la luz. En ausencia de un registro por parte del Estado, estas iniciativas —con las limitaciones a las que se enfrentan— constituyen la única cifra pública actualizada en el país sobre estos crímenes.
El feminicidio en Cuba, como fenómeno y no como acto a secas, arrastra, no solo lo execrable de los sucesos, sino la criminalización de grupos y movimientos que se encargan de visibilizar y trabajar en torno a los subregistros, el descrédito en cuanto a la responsabilidad estatal de tomar cartas en el asunto, sumado al acoso por parte de la policía política a los familiares de las víctimas para evitar que ofrezcan información valiosa.
El feminicidio no se asume con la connotación política que le es inherente, sino como una de las tantas «guerras mediáticas para desarticular el sistema político y económico». La historia de David y Goliat, la siempre repetida, el imperio que desacredita a un país que juega a ser justo. No es un discurso nuevo, solo que esta vez apuesta con las vidas de sus mujeres.
Los antes mencionados puntos desembocan en la demanda más importante del movimiento feminista cubano: el Estado tiene que hacerse cargo de lo que le corresponde o, en ausencia, permitir que la sociedad civil se organice para solucionar sus conflictos. Más allá del debate sobre el papel del punitivismo en la solución —que sería objetivo de otro texto—, hay medidas que el Estado debe tomar para proteger la vida de sus mujeres.

(Foto: Jorge Torres/EFE)
En primer lugar, reconocer el papel que le corresponde como perpetrador o corresponsable de modos de actuar: la discusión entre femicidio o feminicidio, que puede parecer superflua, solamente denota una necesidad de dicho Estado de desligarse de una situación que le sobrepasa.
En Cuba ocurren feminicidios. Lo demuestran los años de lucha para que se reconocieran los asesinatos a mujeres y la criminalización desde el gobierno hacia grupos y movimientos feministas. En el artículo 43 de la Constitución de la República de Cuba, aprobada en 2019, se recoge la obligatoriedad del Estado de proteger a las mujeres de la violencia de género y crear los mecanismos institucionales y legales para ello; sin embargo, el Estado se niega a implementar una Ley Integral de Género, aun cuando es probablemente el único punto en que estamos de acuerdo casi todas las feministas cubanas más allá de nuestra afiliación partidista.
En 2019, como respuesta a la Carta de las 40, la ANPP expuso la transversalización del tema violencia de género en todo el cronograma legislativo hasta 2028, no obstante, el acto por parte del Parlamento de responder a la sociedad civil ya fue sorprendente por sí solo. Hasta ahí todo bien, pero, a cuatro años: ¿se ha transversalizado el tema en cada proyecto de ley aprobado o siquiera se ha tratado correctamente la violencia de género en las leyes en las que sí se ha colocado? ¿Es efectiva la transversalización? ¿Existe menos violencia de género?
Estadísticas sobre feminicidio en Cuba, el registro inexistente
En el propio año 2019, se hizo pública la Encuesta Nacional sobre Igualdad de Género (ENIG), aplicada en 2016, en el informe de país que rindió Cuba a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sobre la implementación de la Agenda 2030. En consonancia con dichos datos oficiales, la tasa nacional de femicidios (feminicidios) fue de 0,99 por cada 100 000 adolescentes y mujeres mayores de 15 años, para un total de 47 en 2016, exponiendo que había decrecido en un 33% en relación al año 2013.
Según se explica en la antes mencionada Carta de las 40, cálculos realizados a partir de estos datos permiten estimar que el número de femicidios (feminicidios) oficial en el año 2013 fue 63. Para un análisis más profundo es importante aclarar que esta encuesta solo toma como femicidios (feminicidios), los asesinatos perpetrados por parejas o exparejas, dato que evidentemente, deja fuera a un monto grande de casos.
Los observatorios conjuntos de la Revista Alas Tensas y la Plataforma Yo Sí Te Creo En Cuba han subregistrado en los últimos tres años y lo que va del año 2023, 126 feminicidios, de ellos en 2019, 11 fueron a manos de parejas o exparejas; en 2020, 24 de ellos; en 2021, 27 de los casos; en 2022, 26 del subregistro total y en el presente año, 10 de un total de 13 verificados hasta el 17 de febrero; para un total de 98 feminicidios perpetrados por parejas o exparejas.
Lamentamos el feminicidio de la enfermera Vanelis, en el poblado de Tuinucú, en Taguasco, Sancti Spíritus, sucedido el 28 de febrero, a manos de su expareja. Lleguen nuestras condolencias al hijo pequeño que la sobrevive, a la mamá de Vanelis y demás familiares. pic.twitter.com/pgVQy89COx
— Yo Sí Te Creo en Cuba (@YoSiTeCreoCuba) March 1, 2023
De acuerdo con estos datos, podemos estimar que alrededor del 78% de los feminicidios subregistrados han sido a manos de parejas o exparejas. Si tenemos en cuenta la notable diferencia entre los datos oficiales y los subregistros de dichas plataformas, se puede especular que la tasa de feminicidios oficiales de 2013 y 2016 solo expone una parte incompleta del problema. Existe un estimado 22% que no está siendo tomado en cuenta, como también debemos recordar que estos números se toman de subregistros con limitado acceso a la información, por tanto, asumimos que los números son, probablemente, mayores que los que aquí exponemos.
Si tomamos como referentes, además, otras formas de feminicidios subregistrados por dichas plataformas y que son menos comunes y difíciles de demostrar, como pueden ser los transfeminicidios, infanticidios, los matricidios y los feminicidios vicarios, el problema toma una connotación política sin precedentes.
El Estado debe reconocer su responsabilidad, tanto política como de deber hacer. Son necesarias medidas estructurales y logísticas que nos permitan sentirnos seguras. Urge legislar sobre un problema que va más allá de grandes imperios y pequeñas islas: a las mujeres cubanas nos están matando y ni siquiera somos un número para las estadísticas oficiales.
El feminicidio no es una guerra mediática contra el sistema, es un fenómeno real que conlleva un acompañamiento estatal. Criminalizar a activistas y grupos feministas solo engrosa un problema que, ya de por sí, es de vida o muerte. Mientras el Estado cubano continúe definiendo el enemigo como quienes luchamos por el derecho a la vida de las mujeres, seguirá siendo responsable por cada nombre que se sume a una lista interminable de madres, abuelas y hermanes que lloran a sus hijas, nietas y hermanas.
No queda más que estar de acuerdo con lo dicho por la activista y periodista Kianay Anandra al ser detenido Fernando Bécquer, luego de un año de lucha de sus víctimas contra un Estado que le regalaba impunidad al agresor: «Agradezcan que pedimos solo justicia y no venganza».
17 comentarios
Que pasa cuando una mujer golpea a un hombre esperando que este no la va a golpear porque para la sociedad el hombre seria un cobarde? Femicidio o feminicidio cuando un hombre mata a una mujer; y que es cuando una mujer mata a un hombre? Homicidio? No importamos los hombres? Estudien lo que está pasando en España, donde se acaba de lograr la verdadera igualdad de género, donde los hombres pueden cambiarse el DNI por género Mujer y se eliminarán todas estas cuestiones confusas. Es homicidio, un acto criminal y repudiable, cuando un ser humano independientemente de su sexo ultima a una 2da persona, siempre y cuando no sea en legitima defensa, para lo cual tiene todo el derecho del mundo a defenderse de su agresor. Imagínense si se hubiese aplicado el Me Too a Jonnhy Depp? Ah no… se le aplico… en un juicio. Todos los casos de violencia deben ser primero probados, antes q juzgados.
Si una mujer mata aun hombre eso tiene un nombre: Androcidio. Y no me haga reir con que en España se ha logrado la verdadera igualdad de genero!!! Un pais donde las mujeres como promedio ganan 30% menos salario que los hombres con igual cargo. Un pais donde en cargos importantes hay el doble de hombres que de mujeres. Un pais donde la violencia a la mujer esta a la orden del dia (solo en los primeros 28 dias de enero de 2023 asesinaron 13 mujeres). Y no me hable de la ley de si solo es si (que ha logrado reducir penas a mas de 700 delincuentes sexuales incluyendo 74 liberados), ni la futura ley de Pedro Sanchez de igualdad de cargos … Por favor!!!! Por demas, apoyo plenamente este articulo!!!!
Usted me perdona que no me explicara bien en mi irónico post. Modo serio: Quienes son las que impulsaron las leyes el solo si es si y la ley de cambio de género? La mujer en España esta legalmente, legalmente, legalmente más protegida que los hombres. Tienen mas subvenciones en caso de ser autónomos, subvención por regla menstrual, subvención por ser mujer, menos rigor en pruebas físicas en la policía, bomberos o actividades físicas, los tribunales solo toman la declaración de la mujer ante una acusación de violencia de genero, sin tener en cuenta pruebas. En toda sociedad existen cromagnones que actúan como machistas y tratan a sus mujeres como trapos, pero estas leyes del actual gobierno español no son la respuesta. Ahora en Cuba hay un programa que se llama Adelanto de las mujeres, y yo pregunto, no esta la mujer cubana a la par de un hombre en termino de derechos? cuando ocurre un feminicidio o un hombre mata una mujer mucha gente se lamenta, como si a ese hombre no le fuera a pasar nada, pero todo asesinato en Cuba es condenado penalmente. Recientemente una mujer de 17 años fue ultimada, pero si investigamos mejor, sus padres no tomaron todas las medidas efectivas para evitar que eso suceda. La gente la toma contra los policías pero…. no están nuestros hambrientos y famélicos policías bajo una campaña de descrédito por sus abusos de poder? Ya nadie quiere ser policía, entonces quien nos protegerá de los delincuentes? La solución global al parecer sería un cambio de gobierno pero… es mas seguro emigrar, nadie va a hacer una Revolución aquí, ni usted, ni yo. Emigrar es mas fácil. me fui por las ramas pero … Muchas gracias por lo del termino de Androcidio, no lo conocía. pero no aparece en la RAE, pero si de Feminicidio. Al final…. los hombres no importamos.
Compañera Tenesmo, no sé si usted es española o si vive en Cuba. Pero déjeme avisarle que el gobierno cubano y sus leyes llevan bien recio a los asesinos, y mucho más si asesinó a una mujer; no importa si la descubrió tratando de ahogar a sus hijos en una palangana o bañera; de todas maneras él va a ser condenado cuando menos a 30 años de trabajo forzado (esclavitud de presos que ha sido condenada por las Naciones Unidas). Entonces cuánto más recio usted quiere que sean llevados los hombres que golpeen o asesinen a una mujer? Acaso usted quiere una ley que antes de los hombres puedan entrar a su casa tengan que ser encadenados por la mujer por cuanto las feministas le han enseñado que todos los hombres son potencialmente violadores y peligrosos?
Mira, compañera Tenesmo, recientemente en España se obligó a un hombre a pagarle más de 200,000 a su ex esposa por exploración laboral doméstica. Y déjame decirte algo sobre el asunto:
A los más de los hombres nos importa un carajo si una mujer cocina o no cocina, si limpia o no limpia, sí lava la ropa o no la lava; ellas son las que no pueden vivir sin hacer esas cosas y quieren que el hombre las ayuden con esos problema mentales que son exclusivos en ellas y en los gays. Por ejemplo el hombre macho viviría así como en la película Fuera de Borda (Overboard) vivía el carpintero con sus cuatro hijos: todo un desorden y todo sucio, y nada de eso le molestaba. Y él llevó a la millonaria que perdió la memoria para su casa, no para esclavizarla sino para darle una lección por el desprecio con que lo había tratado.
Yo he vivido con mujeres; unas más y otras menos obsesionadas con limpiar. A ninguna yo le exigía que me lavara la ropa o que me cocinara o que limpiara. Si yo tenía hambre me hacía unos espaguetis que acompañaba con salsa de tomate o con mantequilla o me hacía un arroz blanco con huevos fritos. Algunas de mi ropa la lavaba una vez al mes usándola casi a diario cuando vivía solo, especialmente los pantalones. Y quizá una vez cada seis meses limpiaba el baño. Pero todo se veía bien.
Ahora vivo con una mujer que todas las semanas limpia la casa y limpia los baños. Ella es la que se ha creado esa esclavitud.
https://elpais.com/sociedad/2023-03-07/una-jueza-obliga-a-un-hombre-a-pagar-200000-euros-a-su-exmujer-por-el-cuidado-de-sus-hijas.html
Hay una razón para lo que plantea el artículo.
Parece ser que los hombres son mucho más propensos a matar mujeres que las mujeres a matar hombres. Específicamente:
Un estudio encontró que el 90,4% de la violencia mortal fue cometida por hombres, mientras que solo el 9,6% fue cometida por mujeres.
Los estudios clásicos de comparación sugieren que hombres y mujeres cada uno mata de maneras que reflejan el comportamiento de género aprobado socialmente. Sin embargo, investigaciones más recientes sugieren que las mujeres que matan a menudo lo hacen en respuesta a amenazas de violencia por parte de los hombres.
En general, aunque los números exactos pueden variar según el estudio, parece que los hombres son más propensos a matar mujeres que al revés.
https://www.ojp.gov/ncjrs/virtual-library/abstracts/gender-and-homicide-comparison-men-and-women-who-kill
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/2098088/
https://www.sciencedaily.com/releases/2016/06/160617105045.htm
Excelente escrito. Tema muy sensible, bien tratado destacando sus nudos problemicos, aunque podría tener más conexiones con otras áreas disfuncionales de nuestra sociedad, pues en realidad, el asunto es uno de los componentes de una crisis sistémica enrutada hacia el caos socio_ económico_politico. No obstante, Dada su gravedad, se entiende que se destaque como problema particular especialmente sensible. Mis respetos para la autora.
La manera de pensar de la persona hasta los años 50 era muchísimo menos enferma que la manera en que piensan ahora. Es muy difícil que en estos momentos se produzca una película en la que entre los malos haya una mujer mala que sea matada o golpeada por un hombre bueno; siempre ponen a una mujer para que resuelva el asunto. O sea, para que se faje con la mala, la golpe y la mate. Ningún productor de cine se atrevería a poner a un hombre matando a la asesina de la película.
Algo parecido -aunque no tan extremo- sucede con las películas en las que de un lado hay blancos y negros que son buenos, y por el otro hay blancos y negros que son malos. Por lo general se prefiere que los negros maten a los negros o a los blancos que sean malos, pero evitan que los blancos buenos maten a algunos negros malos.
La realidad es que el feminismo es controlado en su mayoría por lesbianas que odian a los hombres, que los creen innecesarios en la Existencia, lesbianas que sueñan con un mundo sin machos… a no ser que necesitaran a algunos de ellos pensando en nada bueno para con ellos.
Hay una realidad: en el mundo hay asesinatos, pero los negros se enfurecen si se enteran de que un negro fue matado o golpeado por un blanco; con las mujeres influenciadas por las feministas lesbianas pasa algo parecido: las mujeres pueden asesinar hombres o asesinar niños, pero se enfurecen si se enteran que un hombre le aguantó el brazo a una mujer para que no le metiera una puñalada a alguien a quien querían asesinar; quieren que los hombres literalmente no “existan” entre ellas y no intervengan en sus asuntos. Y si un salvavidas saca a una mujer del agua donde se estaba ahogando, ella debería tener derecho a demandarlo por haberla tocado sin consentimiento.
Otra manera de pensar tienen la mayoría de las mujeres en otras partes del mundo, tanto ahora como en época distinta. De no haber sido así hubieran hechos cambios que favorecieran los pensamientos feministas contemporáneos cuando ellas tuvieron el poder absoluto; si no lo hicieron fue por una razón: seguían pensando que para con los placeres sexuales seguían necesitando los genitales masculinos y los deseos del hombre sobre ellas; de no haber sido así al menos la reina loca de Madagascar – y de la que se dice que redujo la población del país a la mitad de tantos hombres que mató de la manera más brutal o torturándolos- tuvo todo el tiempo y el poder para haber establecido un reino de lesbianas, pero parece que nunca le pasó por la cabeza.
Oiga, con todo el respeto pero, por que no visita a un psicologo?? O es que usted es el rey de la ironia (vaya, un gran jod …)??? Madre mia!!
Yo soy la psicología y la psiquiatría, mucho más ahora que a las feministas les ha dado por acaparar esas dos “profesiones”. Algunas de ellas parece que se sienten tan locas y enfermas de la mente que buscan curarse a sí misma declarando locos o enfermos a todos los que no las entiendan o no estén de acuerdo con ellas, al mismo tiempo que defienden a todos los enfermos mentales que estén del lado de sus posiciones.
Perdón, ese comentario No era para usted sino que para la autora. Fue un error de envío
Feliz Día de la mujer, mi solidaridad hacia ellas, sobre todo a esas abnegadas madres que tienen que buscar el sustento de cada día
en una soleada cola. A las que se tienen que romper el lomo, contra viento y marea, para sacar a sus hijos adelante. Hacia ellas mi abrazo fraterno.
Para ellas habrá que elaborar un reportaje bien elaborado, como el que nos ocupa hoy.
Me gustaría que la autora hablar un poco sobre el poder que la mujer está alcanzando en Cuba más allá de la FMC. Por lo que he notado hacen mención de diferentes organizaciones y publicaciones que ellas controlan en las que dicen lo que les da la gana. Pero acaso hay alguna organización o publicación de cubanos (hombres y mujeres) en toda la isla de Cuba independiente del gobierno y que no sean una falsa careta de independencia o desligamiento del poder oficial? Si en Cuba ni siquiera personas totalmente fieles a la revolución, al marxismo y a Fidel Castro como lo es la persona de René González -quién es una persona culta y abierta a la discusión política a pesar de que cree totalmente en el discurso oficial y jamás acepta revisiones- le dieron la oportunidad de entrar como un miembro de la asamblea nacional por órdenes de arriba (fuera por cualquiera de los castros que están o estuvieron activos en el momento de las elecciones), pues ya por ahí podemos imaginarnos cómo sería con el resto.
Lean en el enlace lo que dijo la esposa de René en Facebook
https://www.14ymedio.com/cuba/espias-cubanos-quedan-Parlamento_0_2371562828.html
Excelente artículo, Jessica! Sigue escribiendo con argumentos y deja que los perros tontos ladren.
Gran artículo. El silencio por parte del estado y sus gobernantes prueba el punto de la historia. Si los gobernantes dedicaran a denunciar los feminicidios sólo una décima parte del tiempo que dedican a culpar al bloqueo o a los críticos de izquierda de sus problemas, la epidemia de asesinatos de mujeres en Cuba acabaría rápidamente. Sólo podemos concluir que acabar con la plaga de feminicidios no es una prioridad para los machistas al mando.
Julio: sin ahondar en detalles,solo le dire que la civilizacion occidetal es la civilzacion de los derechos de las personas,la de la libertad,la del liberalismo,eso ante todo.Precisamete por estos das se libra esa batalla.Occidente es el progreso,el cambio,la libertad.Lo “otro” desgraciadamente es falta de occidentalizacion: elitismo,supremasismo racial,cutural,sexual,etc,etc…ostracismo ,tirania.No hay que tener miedo a los derechos de las persona,grupos,minorias,debemos complacernos que los humanos se vuelvan mas humanos cada dia y que todos reclamemos derechos.Si nos miramos al espejo,los occidentales tenemos que sentirnos orgullosos de formar una poblacion que esta aprendiendo a vivir con respeto a las diferencias y de poco a poco,llevar a las minorias a goce de sus derechos….no es facil la tarea,pero para una persona que ha vsto lo horrible de la segregacion de cualquier tipo ,es una alegria ver que el mundo avanza,tratando de no pisotear al que tiene una vision del mundo y la vida diferente.por eso es importante para los liberales,aletar los cambios que inspiren mas derechos !!
Según ONU Mujeres, la violencia contra las mujeres es una pandemia mundial que ocurre en espacios públicos y privados.
El informe: El mundo para las mujeres y las niñas: 2019-2020, reconoce que una de cada cinco mujeres y niñas, incluido el 19% de las mujeres y las niñas de 15 a 49 años, han sufrido violencia física y/o sexual por parte de una pareja íntima, durante los últimos 12 meses.
La violencia de género es un fenómeno mundial y nuestro país no escapa a que en nuestra sociedad ocurran hechos que tipifican como ello.
Es por eso que el Estado cubano amplia su marco jurídico y junto a la FMC como mecanismo para el Adelanto de las Mujeres desarrollan un sistema de acciones contenidas en la Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar, para la atención de los casos desde lo local comunitario hasta el cumplimiento del marco sancionador. Específicamente el Código Penal amplió desde 30 años o pena de muerte a quien asesine a una mujer. Pensar que nuestro Gobierno da la espalda a estos temas es demasiado analfabeto. Negar los avances de nuestro país en estos 64 años de Revolución es parte de la manipulación pagada para denigrar el sistema Social Socialista. Solo voy a citar un solo ejemplo que demuestra el humanismo, el respeto a la dignidad humana y la justicia, el Código de las Familias quien dirige un capítulo solo para tratar el tema tan sensible como la violencia en Cuba se ratifica la #ToleranciaCero a la violencia de género.
Yaneidys, “Yo sí te creo”. Y te creo mientras no tengas un problema con un hombre. Por las razones que fueran, las mujeres -que siempre tienen en la boca la palabra humillación- jamás aceptan la “humillación” de perder ante un hombre. Y en los juicios suelen destacar sus capacidades teatrales naturales, en los que el llanto y las lágrimas y la victimización son sus fuertes. Y si por casualidad tenían fantasías sexuales que puedan voltear las contra el hombre diciendo que eran sus partes de abusos, pues lo más seguro es que consiga destruirlo.
El “Yo sí te creo” es que no importa lo que haya pasado o lo que el hombre diga; las mujeres le van a creer a la mujer solo por ser mujer. Y van a creer culpable al hombre de cualquier acusación solo por ser hombre.
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