En cualquier análisis sobre la evolución de la economía cubana, especialmente en el desempeño de su sector externo, debe destacarse el contexto internacional, donde indiscutiblemente pesan las medidas unilaterales coercitivas de Estados Unidos, y el deterioro de los términos de intercambio por la propia estructura, tanto de las importaciones como de las exportaciones cubanas. No obstante, en Cuba persisten problemas estructurales de larga data, especialmente la escasez de divisas por las magras exportaciones, las deudas comerciales con un grupo de países siempre crecientes, entre otros factores, que influye en los niveles de producción. Lo dicho, evidentemente, tiene un fuerte impacto en el comercio exterior y la deuda externa del país.
La fragilidad que caracteriza a la economía cubana, y sus dificultades para mantener sus relaciones comerciales y financieras internacionales, colocan el tema del financiamiento externo como un factor imprescindible para alcanzar elevadas metas de desarrollo económico y social en el 2030.
Sucede que la cuestión de la deuda externa transciende las finanzas y afecta el desenvolvimiento integral de la economía; de su adecuado enfrentamiento depende en gran medida la normalización del flujo crediticio procedente del exterior, que aún no llega o se demorará si no cambian las reglas de juego existente en la política económica interna.
Es preciso recordar que al finalizar el decenio de los ochenta y producto de la moratoria de pagos en 1986, la deuda se había prácticamente duplicado respecto al nivel de 1980, y durante los noventa continuó su crecimiento ininterrumpido producto del efecto combinado de elevados intereses, incremento de obligaciones vencidas y capitalizadas, y la contratación de nuevos créditos en condiciones muy onerosas, a lo cual se le añadió la pérdida de las relaciones beneficiosas con el extinto campo socialista.
La incapacidad para enfrentar el servicio de la deuda en Cuba se vieron exacerbadas por diversos fenómenos ocurridos en el primer decenio del siglo XXI, entre estos: el deterioro del sector eléctrico nacional en el 2004; la crisis financiera y económica internacional del 2008; el fuerte incremento del precio del petróleo y de los alimentos en el mercado mundial; el embate de varios huracanes de gran intensidad y los graves problemas de liquidez del sistema bancario doméstico, sumados a la ineficiencia interna relacionados con la poca capacidad exportadora de bienes.
En el 2013, Cuba comenzó a concretar resultados en materia de renegociación y reducción de deudas, en gran medida relacionados con la mayor confianza y credibilidad que inspiraron entre los acreedores oficiales y privados, varias de las reformas económicas y sociales emprendidas por el gobierno de Raúl Castro en el marco del denominado proceso de «actualización del modelo económico» que había comenzado en el 2011.
En esos procesos de renegociación de la deuda, jugó un importante papel el nuevo escenario económico, comercial y financiero entre Cuba y Estados Unidos (EE.UU.), que se creó en la administración Obama. Algunos analistas han partido de supuestos muy válidos, al plantear que los antiguos acreedores de la Isla no querían quedarse al margen del proceso de apertura de las relaciones y, por eso, pretendieron aprovechar las oportunidades que podrían brindarle el mercado cubano.
Debe aclararse que las cifras anteriores son las que recoge el Anuario Estadístico de Cuba publicado en 2023. Aunque las estadísticas deben llegar al 2022, el documento sólo las incluye hasta el 2020. En términos de deuda activa, los montos se refieren solamente a la deuda corriente que refleja las transacciones financieras y comerciales, cuyo saldo está en función de los nuevos financiamientos recibidos y los pagos realizados.
Respecto a esa deuda activa, cuya última cifra disponible en el anuario era de 19 743 millones de dólares hasta 2020, su complejidad radica en la incapacidad del país para moverla o renovarla, ya que sus fuentes de financiamiento son muy pocas. Revertir la crítica situación del financiamiento y el endeudamiento externo de la economía cubana constituye una tarea muy compleja, que abarca el enfrentamiento de múltiples problemas de carácter interno, asociados a la estructura económica e institucional del país y también supone sortear adversas condiciones del entorno internacional en el que se desenvuelven los vínculos externos de la nación.
Otras cifras de la deuda que muestran volúmenes superiores, son publicadas por la entidad de análisis Economist Intelligence Unit Country Report Cuba donde, por ejemplo, en el primer semestre del 2023 se reflejaba una deuda de 27 505 millones de dólares.
También la complejidad de la deuda se refleja en la relación Deuda externa con respecto a las exportaciones de bienes y servicios, que de un 64.1 % en el 2013 pasó a un 225 % en el 2020. Es decir, a modo de ejercicio técnico, se necesitaría destinar más de 2 veces la totalidad de las exportaciones de bienes y servicios del país, para eliminar dicha deuda.
La conjunción de los múltiples factores ya descritos, especialmente la mejoría de las relaciones con EE.UU., provocó el impulso que experimentaron las negociaciones para reestructurar y reducir adeudos externos vencidos, tanto de carácter oficial como privados.
El 12 de diciembre del 2015, luego de dos años de negociaciones, el gobierno cubano y el grupo Ad Hoc del Club de París acordaron reestructurar el pago de los 11 110 millones de dólares adeudados por Cuba, en pasivos a mediano y largo plazo. De estos, se condonaron 8 484 millones de dólares en intereses de mora que representaban el 70 % de la deuda negociada, y los restantes 2 600 millones de dólares se pagarían en un plazo de 18 años, en cuotas gradualmente crecientes.
Dada la crítica situación económica imperante en Cuba, por factores explicados, el gobierno cubano y el Club de París acordaron en 2021 modificar su acuerdo de renegociación de la deuda del país caribeño, en ese momento en situación de impago. Cuba incumplió parcialmente sus obligaciones en 2019, y en 2020 se declaró incapaz de asumir la cuota en su totalidad. Por ello, solicitó una moratoria de dos años para un total de unos 200 millones en pagos atrasados al organismo multilateral, que aceptó solo un año con la posibilidad de renegociar.
La deuda con el Club de París se ha renegociado constantemente, la última reunión para lograr acuerdos de esa índole se efectuó en agosto del 2023, donde Cuba presentó de nuevo su incapacidad de hacerle pagos por el momento, dado que su situación económica sigue siendo de crisis.
Al finalizar 2022, Cuba era el segundo país de América Latina y el Caribe en contraer la mayor deuda con ese Club, con cifras superiores a los 4 800 millones de dólares.

Deuda cubana con el Club de París en millones de dólares. No incluye los intereses atrasados hasta el momento. Elaborada en base a publicación de Pedro Monreal basada en la fuente del Club de Paris.
Aquí se pueden ver 2 momentos de reducción significativa: el primero en el 2014 por la reducción de un 90 % de la deuda con Rusia, y el segundo en 2015 por el acuerdo con el mismo Club de París.
En uno de sus trabajos sobre la economía cubana, el ex ministro de Economía José Luis Rodríguez expresó que: «El país debe Renegociar y liquidar la deuda comercial de corto plazo para asegurar las importaciones indispensables para el país, segregando fondos específicamente para esos fines. De ser posible, tomar créditos adicionales con este objetivo» y es necesario a la vez «renegociar y liquidar la deuda con inversionistas extranjeros compuesta por dividendos y rentas que no se han podido liquidar en moneda libremente convertible, valorando la alternativa de aplicar un swap de deuda por inversiones».
Acreedores | Deuda total millones de USD | Condonada millones de USD | % |
Rusia (2014) | 32 200 | 29 000 | 90 |
México (2013) | 487 | 340 | 70 |
Japón | 1750 | 1 400 | 80 |
China (2011) | 6000 | 2830 | 47.2 |
Uruguay | 35 | 35 | 0 |
Club París (2015) | 11 084 | 8 484 | 76.5 |
Total | 51 556 | 42 089 | 81.6 |
Fuente: Publicado en Diario Las Américas el 9 de marzo 2021 basado en Havana Consulting Group.
En años recientes como el 2021 y 2022 se produjeron acuerdos de renegociaciones con China y Rusia. En febrero de 2022 esta última aplazó hasta 2027 la deuda cubana pendiente.
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La deuda externa se ha convertido en una soga que aprieta cada vez más el cuello del gobierno de la Isla, y al mismo tiempo, repercute fuertemente en el bolsillo de los cubanos. Esta situación agravará aún más la crisis que hoy enfrenta el país. La falta de créditos y divisas impacta en el aumento del desabastecimiento en las tiendas del Estado y hace que los precios aumenten cada día en el mercado informal y de comercios privados o estatales que se rigen por la ley de oferta/demanda, es decir, hay una elevada inflación y un alza considerable del costo de la vida. Al mismo tiempo, la situación tensa aún más las relaciones comerciales entre el gobierno y las empresas extranjeras con inversiones en el territorio nacional, pues están pendientes de pagos importantes de los bancos cubanos por las utilidades logradas en el país.
La solución a la deuda solo será posible si el país emprende una ruta de crecimiento sostenido, y eso solo puede lograrse si se implementara una reforma integral de la economía. Instrumentos existen, solo se necesita la voluntad política de aplicar medidas de mayor impacto en la sociedad económica. Otros países como Viet Nam lo han logrado con una base de partida, más compleja como la cubana, y también enfrentando un cerco económico por parte de EE.UU., ¿por qué entonces no mirar esos ejemplos?
Referencias
[1] Anuario Estadístico de Cuba 2020 . Sector Externo . Edición 2022, pagina 6, tabla 8.2
[2] Country Report 2nd Quarter 2023. Economist Intelligence Unit Limited, 2023, page 11.
7 comentarios
Hasta ahora y como veo las cosas en la actualidad no le veo salida al pago de la deuda,será un arrastre que tendrá que pagar el gobierno y el pueblo cubano por varias generaciones que obviamente repercutirá muy negativamente sobre todo en este último
En esta historia hay un actor con responsabilidades que posa como el avestruz metiendo la cabeza en el hueco del suelo; y a la vez engordando. Que lo motiva? Porque la prosperidad y bienestar de su pueblo no es.
Dijo el más grande de los cubanos: Hacer es la mejor manera de decir.
El paso que llevan es no pagar nunca. La deuda Externa es IMPAGABLE, se recuerdan
Que yo sepa, después de la Guerra Vietnam nunca enfrentó un cerco económico por parte de los EEUU.
Viet Nam estuvo bajo un embargo norteamericano desde el fin de la guerra hasta los 90’s. Esa informacion esta disponible publicamente.
Señor Perez Villanueva, es verdaderamente frustrante que personas de su nivel profesional, con evidente talento y solidez académica e intelectual hayan estado gastando tanta energía, tinta y neuronas a aconsejar a los miembros de la elite del régimen cubano. Convénzanse por favor: ellos nunca le prestaron ni le prestaran atención, ni ahora ni nunca a un buen número de buenos economistas, sociólogos, especialistas en temas financieros, académicos, etc., que han escritos libros y tratados sobre la economía cubana, dando argumentos sólidos y planteando soluciones racionales de cómo salir de la crisis permanente y ya en estado terminal de la economía cubana. Le aconsejaría humildemente que dedicara su talento a plantear las únicas soluciones posibles al proceso de destrucción nacional por la que se desliza nuestra patria: soluciones políticas. Si no se encuentra una solución política y se cambia de modelo político, económico y social la nación cubana desaparecerá. Eso lo sabe usted y lo saben todos. Dediquémonos a lo prioritario, partiendo de la realidad dura y pura: con el actual régimen no hay solución para Cuba. El cambio debe ser total, devolviéndole al pueblo de Cuba su soberanía, y creando las condiciones para que todos los componentes de la cubanidad estén donde estén, vivan donde vivan, en su diversidad y en su pluralidad, pueda tener garantías de libertad, derechos civiles y perspectivas reales de prosperidad. Ayude en eso señor Perez Villanueva. No tire más sus consejos, análisis e inteligencia a un saco roto, no espere mas que ya no hay tiempo.
Yo no puedo dejar de preguntarme: todos esos miles de millones de dólares (los que se adeudan y los que se han condonado) en qué se usaron? Si yo, obrero pobre, toda mi vida he trabajado por un salario de subsistencia y nunca he disfrutado de esas riquezas, por qué tengo que cargar con esa deuda y transmitirla a mi descendencia? Yo veo que los funcionarios cubanos que afirman no tener dinero para pagar, acuden a esas citas en autos de lujo y vestidos con ropas carísimas. El juicio de Londres fue un derroche de glamour.
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