Por: Lilibeth Alfonso Martínez
La conversación con Sergio Emilio Castillo Torres, Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Guantánamo, es siempre reveladora. Su pasión por la historia constitucional cubana y su posición en diferentes frentes de esa rama, vuelven un ejercicio del pensamiento hasta el más simple cruce de palabras.
Con él, conversamos sobre derechos ciudadanos, un tema que en los últimos tiempos ocupa muchos espacios académicos en nuestro país, sobre todo, a raíz del llamado a la institucionalización de la nación, al ordenamiento y al respeto de la ley.
—En tiempos en los que se insiste en reforzar la institucionalidad del país, ¿qué importancia tiene, en primer lugar, que las personas conozcan sus derechos y cómo hacerlos honrar, y, en segundo lugar, que estos, efectivamente, sean respetados?
—Es muy importante, yo diría vital, sobre todo en un sistema socialista como el que queremos construir. En cualquier país es fundamental que las personas conozcan pero, sobre todo, que tengan garantizados esos derechos, el derecho a la libertad, a la educación, al empleo, a la salud, a la intimidad…, y las maneras para restituirlos si estos fueran violentados.
«Pero, en el tránsito al socialismo, lo es más. Si los ciudadanos no tienen mecanismos de garantías para defender sus derechos, si estos de alguna manera se vulneran y las personas no saben dónde ir, queda en entredicho la esencia misma del sistema, se resiente el consenso social que mantiene la gobernabilidad, el país en funcionamiento».
—¿Cuál es la situación real de Cuba en este sentido?
—Doctrinalmente, es importante que las sociedades, los ciudadanos tengan institucionalizados los mecanismos de garantías a sus derechos, pues no basta con que estos estén plasmados en el texto constitucional. De hecho, en estos temas se habla de tres condiciones fundamentales para el disfrute pleno de los derechos humanos. La primera, cumplida plenamente por Cuba, es que la enunciación o reconocimientos de esos derechos estén en la Constitución.
«La segunda, es la condicionalidad material, que también es un hecho en nuestro país. Significa que estén dadas las condiciones materiales para su disfrute eficaz en la práctica. Por ejemplo, un país puede declarar que todos sus ciudadanos tienen derecho a la salud, pero si no hay hospitales, ni un sistema gratuito y universal de salud, entonces el derecho está enunciado, pero objetivamente es imposible cumplirlo. Tiene que ver con la voluntad política del Estado.
«Y un tercero, que es una condición sine qua non para que estos derechos sean realmente respetados. Y es que se establezcan mecanismos para garantizar, ante una posible violación, que los primeros sean restablecidos con inmediatez.
«Mecanismos que, además, requieren, como decíamos, ser agiles, expeditos. Es el caso ante posibles violaciones a los derechos fundamentales, como el derecho a la libertad, a la intimidad; fuera ideal que dichos mecanismos funcionen en lo fundamental al margen del poder, porque desde esa posición —no importa de qué país o sistema político estemos hablando— es de donde se cometen los mayores abusos a los derechos, sea por acción o por omisión de un funcionario. Es esta una de nuestras carencias en este tema».
—¿De qué carencias estamos hablando?
—La fundamental es que nuestra Carta Magna vigente, aprobada en 1976, no está dotada de un sistema definido de garantías a los derechos constitucionales, lo que no quiere decir que no las tengamos y se apliquen en la práctica y sobre todo la existencia de voluntad política dirigida a su observancia. Pero no están sistematizadas constitucionalmente y las que existen están dispersas en nuestra normativa ordinaria, de ahí su poca efectividad desde el punto de vista jurídico.
«Otra carencia lo constituye, las muchas reservas legales sin desarrollo que tiene nuestro texto fundamental. Más de 20 instituciones relativas a los derechos ciudadanos no han encontrado desarrollo en leyes ordinarias transcurridos 38 años de la promulgación de nuestra Constitución Socialista, otras están obsoletas y necesitan modificación. Y eso, como es lógico, limita los derechos ciudadanos, porque la Constitución establece los principios generales en cada precepto, pero es necesaria la existencia de normas que lo desarrollen. De hecho, es una de las deudas de nuestro Parlamento que debe ir resolviéndose a corto plazo si queremos avanzar.
«Nos falta, por ejemplo, una ley de quejas, una ley de ciudadanía, de prensa,… Por suerte, en las nuevas leyes que se están promulgando eso ya no pasa, pues van saliendo paquetes de normas que las complementan, lo que evidencia una conciencia al respecto.
«Y la tercera carencia fundamental es el hecho de que ninguno de los mecanismos de garantías que existen en nuestro país funciona al margen de las instituciones del Poder. Esa es una seria limitante porque no es muy entendible por el ciudadano que la misma institución que le esté incriminando un delito en defensa de los intereses del Estado simultáneamente le defienda de posibles arbitrariedades en la tramitación de dicho proceso. A veces es difícil actuar y, sobre todo, entender que el estado actúe de juez y parte al mismo tiempo. En nuestro contexto el ejemplo más cotidiano es el de la Fiscalía, órgano que lleva la acción penal pública y, además, es garante de los derechos ciudadanos».
—¿No es contradictorio?
—Es una cuestión de contextos. Nuestro derecho positivo se vio influenciado con el ideal romántico «heredado» del campo socialista de que, precisamente por la esencia humanista del sistema, no eran necesarias estas garantías a los derechos ciudadanos como, por ejemplo, en el capitalismo.
«Esto, en la práctica, ha resultado una utopía y se ha demostrado que siempre que exista el poder, y la posibilidad de que un funcionario pueda en el ejercicio de sus funciones excederse y quebrantar un derecho, son necesarios estos mecanismos, estas garantías para su restablecimiento inmediato».
—Resumiendo, ¿hacia dónde puede ir una persona cuando son violados sus derechos ciudadanos en nuestro país?
—En primer lugar a los tribunales —conocidos en la teoría como vía jurisdiccional— que son los principales órganos para el restablecimiento de la legalidad en general. En segundo lugar, la Fiscalía, donde existe, a todas las instancias, un departamento para la protección de los derechos ciudadanos, y como tercera opción, hay un gran número de oficinas de atención a la población en entidades, sobre todo, en el Partido y el Gobierno, que también atienden a la ciudadanía.
«Pero eso no lo es todo. En Cuba tenemos una garantía adicional, que es la voluntad política del Estado en función de que las personas disfruten de todos sus derechos, y eso hace la diferencia para bien del pueblo cubano, a pesar de cualquier limitación que pueda tener la legislación».
—De estas vías, los tribunales son los más conocidos. Sin embargo, profesor, no son una vía expedita…
—Ciertamente, si bien en los tribunales se restituye el derecho, no se logra de una manera expedita, rápida, inmediata como se requiere cuando hablamos de derechos constitucionales, y fundamentales, en específico.
«En Cuba, por ejemplo, tenemos un precedente bastante cercano en la figura del Tribunal de Garantías Constitucionales que instituyó la Carta Magna de 1940, y que, al triunfo de la Revolución, no se retomó por su triste papel ante el Golpe de Estado de Fulgencio Batista en 1952, y se anuló finalmente en el texto de 1976».
—¿En qué posición se encuentra Cuba con respecto al resto del mundo, a la proyección internacional por los derechos humanos, ciudadanos?
—Cuba es firmante de la Declaración de Derechos Humanos de Ginebra de 1948, y de cuanto convenio exista para la defensa de la vida y las libertades del hombre, lo que ha sido reconocido por muchas instituciones internacionales, sobre todo, en temas como la educación, la salud, el derecho a la vida, a la inclusión…, a pesar de que este es un tema muy politizado y muy manipulado.
«Tampoco, cuando hablamos de derechos humanos en nuestro país, uno se puede olvidar del diferendo con Los Estados Unidos, del hecho de que vivimos en una nación asediada de muchas maneras, y eso nos condiciona también en ese sentido.
«Uno de los temas más criticados, por ejemplo, era el derecho de libre tránsito —que limitaba la llamada Carta Blanca o Carta de Salida instituida desde los tiempos de Batista—, lo cual se saldó definitivamente con la reforma migratoria del pasado año.
«Sin ánimo de ser absoluto, diría que somos uno de los países donde más se respetan los derechos fundamentales del hombre en el mundo, con énfasis en el derecho a la vida, que es el más primario de todos y, por cierto, no está enunciado dentro del elenco de derechos reconocidos en nuestra Constitución.
«Pero sobre todo, lo digo, por la voluntad política expresada y contenida en nuestro texto constitucional donde se consagra, con las palabras de José Martí, que la ley primera de la República es el respeto a la dignidad plena del hombre».
Tomado de: http://www.soycuba.cu/noticia/cuba-derechos-desde-la-izquierda
14 comentarios
Así que Cuba es uno de los países donde más se respetan los derechos humanos. Que cómico el decano. Habrá querido decir que Cuba es uno de los 500 países donde más se respetan …
¿Y qué hay del derecho a la libertad de expresión y libertad de asociación?
Orlando sería bueno q dieras algunos argumentos para sustentar tus criterio hasta ahora comparto las ideas del profesor
Si libertad de asociación significa que puedes escoger entre el PCC o ningún otro entonces sí existe en Cuba.
Si libertad de expresión significa que puedes expresarte libremente en favor de su único partido y la revolución entonces también existe en Cuba.
En caso contrario, NO existe.
Ej.
Los que salieron legalmente antes de la nueva Ley Migratoria, somos portador de un pasaporte que reconoce que somos ciudadanos cubanos y eso solo nos da derecho a visitar a Cuba por un periodo no mas de 3 meses(extranjeros 6 meses), no tenemos derecho a la propiedad, inversione, trabajo ese decir somos cubanos solo para pagar por los altos precios que nos cobran por el pasaporte pero para mas nada.
Orlando:
En una Asamblea laboral; sindical; de la Organización de Masa o Social en que milites; o Política, si se es militante; o la más masiva, de los CDR; o la de Rendición de Cuentas del Delegado uno tiene PLENA LIBERTAD DE EXPRESAR SUS IDEAS Y DEFENDERLAS CON DEMOSTRACIONES, el que se deje coartar es por un problema de FALTA DE VALOR PERSONAL… Y si se hace esa coerción, tienes el DERECHO de remitirte a hacer la DENUNCIA, como he explicado y aclara el entrevistado: “En primer lugar a los tribunales —conocidos en la teoría como vía jurisdiccional— que son los principales órganos para el restablecimiento de la legalidad en general. En segundo lugar, la Fiscalía, donde existe, a todas las instancias, un departamento para la protección de los derechos ciudadanos, y como tercera opción, hay un gran número de oficinas de atención a la población en entidades, sobre todo, en el Partido y el Gobierno, que también atienden a la ciudadanía.”
Y como he dicho en otras oportunidades aquí, es mejor hacerse el aplastado, para echarle la culpa al Sistema Social, para auto justificar su falta de valor político… Para eso inventaron “NO COGER LUCHA”… Que es aplicarla LEY DE LA EVASIÓN en Psicología.
Canovas
Si tú que eres comunista, devoto de esa ideología y tuviste que entregar el carnet del partido y salir rumbo a Chile (de donde ya no regresas), te buscaste mil problemas y hasta el mote de gusano de izquierdas, ¿que esperas para el resto? ¿que se conviertan en héroes y les caigan a bofetones a cada rato?
Orlando:
Precisamente, por los faltos de VALOR POLÍTICO me vi la mayoría de las veces solo en los debates, y hasta me ganaron en las votaciones. por mayoría, sabiendo que muchos compartían mis enfoques Marxistas-Leninistas, porque los habían estudiado junto conmigo en la “Ñico López”.
Conocimiento con CONVENCIMIENTO, (como la FE convencida), es lo que da VALOR POLÍTICO.
Muchas verdades reiteradas, todos lo sabemos pero los de arriba no quieren y los de abajo no pueden. Agradable escucharlo de una persona docta en la materia pero el Decano en Derecho podria serlo tambien en equilibrismo y malabarismo; camina exactamente en un centimetro de cuerda floja y mantiene los objetos en el aire, nada toca el suelo, nadie es responsable y no enuncia soluciones. Al menos hay que felicitarlo por aceptar la entrevista y abordar el tema aunque sea tangencialmente. Saludos.
Fuera de la ciudad
desde mi pequenha aldea,
discutir esta diarrea,
carece de seriedad.
Proclamar la libertad,
proclamarla a todo pecho,
no significa, de hecho,
que esta sea permitida…
Despierta, tierra dormida,
y lucha por tus derechos.
Que lindo trabalenguas. Me hace recordar a Fidel en sus ultimas intervenciones, pero aun asi todo el que ha vivido la mayoria de su vida en Cuba sabe bien q teoria y realidad no tienen “naaaadaaaa” que ver. Y claramente entendimos que despues de mas d 50 anos asegurando q teniamos la verdad absoluta y el camino correcto resulta q estamos “supuestamente” rectificando errores, como ese de hace solo 1 ano atras en que eliminaron la llamada “tarjeta blanca” (permiso d salida). De las condiciones del sistema d salud o de educacion no digo nada, todo el que estuvo “becado” o ingresado sabra de que estamos hablando. En fin, que si de justificar se trata habra que sentarse con paciencia otros 50 anos para ver si los “errores” se pudieron corregir. Otros como yo ya habran perdido la fe, y anos de su vida esperando algo q nunca llego.
Al ilustre decano (dejame adivinar: miembro del PCC e integrado cien por ciento), le falto solo decir que todo cubano tiene el derecho y la libertad de pararse en cualquier rincon o plaza del pais y gritar todo lo que le de la gana en contra de ……George Bush.
Llevamos mas de 55 años hablando de lo mismo.
Cuba firmó la carta de derechos humanos pero no la ha ratificado, le falta algunos pasos por dar.
La Constitución no se adapta a las situaciones actuales y el pueblo que es quien manda en la soberanía del país no puede cambiarla, hay que esperar a que el que mas manda la cambie y de la manera que quiere pero que no sea el pueblo sino él, el que mas dice y no se contradiga porque algo pasará.
Un gobierno socialista de izquierda como el cubano le ha quitado todos los años trabajados a los que salieron del país por causas económicas, existen miles de personas en edad de jubilación en el exterior que no pueden gozar de su dercho a la pensión por los años trabajados, eso no es Socialismo, pero al parecer no se reconoce ese dercho en la constitución.
Se hizo una reforma migratoria que dió algunos pasos en eliminar algunas restricciones que tenían los ciudadanos cubanos en sus derechos individuales pero faltan muchos por rectificar.
Poe ejemplo el derecho al retorno al país donde nació , se crió y trabajó mucho tiempo. Este caso solo se da donde el gobierno cree conveniente hacerlo con una investigación por medio y con no menos del tiempo burocrático establecido.
hay muchas cosas que el Sr. decano no conoce o se quiere hacer el de los ojos cerrados.
Muy interesante lo que expresa el Decano de la facultad de Gtmo, aunque no quiso “quemarse” mucho y lo comprendo. Aunque dejó algo bastante claro: en Cuba no existen los mecanismos eficaces y efectivos que garanticen la protección de los derechos ciudadanos, y según expreso eso es un requisito ” sine qua non”. Otra cosa que resulta muy interesante es cuando dice que los mecanismos deben ser independientes del poder, y ya con esto ha dicho lo mas importante, y al pobre lo entiendo cuando trata de hacer su zig zag intelectual, pero en esos dos puntos reside todo:
En Cuba tenemos un gobierno omnipresente y omnipotente que dirige, supervisa y controla ( al menos cuando le conviene) todos los aspectos de la vida ciudadana. Segundo, el organismo que debe defender la violación de los derechos ciudadanos es la Fiscalía, y entonces viene la pregunta del millón: ? y si yo como simple ciudadano me siento afectado o creo que la fiscalia vulnera mis derechos, que pasa en ese caso?, y la respuesta es : nada, porque simplemente un fiscal no se va a meter en candela contra uno de sus colegas ( con el que trabaja y se ve todos los días) por una queja de un ciudadano, yo estuve en mis años de estudiante haciendo practicas en ese departamento ( se llama Defensa ciudadana) y esos fiscales tienen que hacer mas malabares que Houdini, para no meterse en problemas ellos mismos, sobre todo cuando las quejas son contra jueces, policías o miembros del PCC o del gobierno, asi como contra los funcionarios de la vivienda, etc.
Cuba debería, como tantos otros países, crear un Tribunal Constitucional, verdaderamente independiente de otras instituciones del estado, pero por el momento eso me parece una utopía ( no la creación, que eso se puede decidir rápido, sino el hecho de que el mismo pueda funcionar de manera independiente)
Reblogueó esto en El blog de La Polilla Cubanay comentado:
Una excelente entrevista de Lilibeth
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