Conocí a Edith García Buchaca cuando estaba escribiendo “Esperanzas y Desilusiones”, creo, en el año 2004, estaba interesado en saber si Ordoqui había hablado con Machado en los momentos finales del 12 de agosto de 1933. Ella me dijo que estaba preso en ese momento. Le regalé mi libro sobre Guiteras “Aquella Decisión Callada” y eso me abrió las puertas de su confianza. Me dijo algo que recuerdo aún, después de leer el libro: “yo pensaba que todo lo que sucedió en aquella época lo había soñado, ahora sé que no”.
Después me pidió otro libro para enviárselo a España a su hijo Joaquinito. Nuestras conversaciones eran fluidas, con confianza, ¡lo que hace un libro!, pensaba yo. Era alguien que había saludado a Stalin, creo, a Mao y otros. No dejaba yo de pensar que era alguien que había remontado los más altos niveles y que yo estaba por debajo de ella, en conocimientos y experiencias. Hasta que tomé conciencia que ellos no se miraban de manera crítica y por eso lo justificaban casi todo.
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En otra ocasión le dije: ¿Cómo es que ustedes no se dieron cuenta que aquello se iba a derrumbar? No fue la única vez, en otra ocasión hablamos del desmerengamiento. Me dio una explicación que no me convenció. Sin embargo, le dije, alguien como el Che habiendo visitado la URSS menos veces que los dirigentes del PSP, Blas, Marinello o Carlos Rafael, lo anticipó en 1963. Este fue otro razonamiento que la dejó fuera de balance. Desde luego debía respetarla por su edad y por su trayectoria, por la posibilidad de que no volviera a hablar conmigo, aunque nunca me rechazó.
En una ocasión ella me preguntó por lo que pensaba sobre el pacto del PSP con Batista, en 1938. Si consideraba era un error o no. Le dije que había sido un error y comenzó a decirme los beneficios que habían obtenido, el reconocimiento del PSP, el periódico Hoy, una estación de radio. Entonces le respondí: “¿y por qué no hicieron eso con Guiteras cuando este les habló para integrar la Marina de Guerra? No me contestó, creo fue una respuesta contundente.
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Me prestó las memorias de Ordoqui confeccionadas en Calabazar. De ellas extraje datos importantes, como la organización de la lucha contra Franco, durante la república española. Él habló y autorizó a Pablo de La Torriente, en USA, para ir a España. Esto no es mencionado por otros y por tanto desconocido. Me regaló cartas originales de Chibás y de Orestes Ferrara, demostración de su confianza en utilizar la información para mis libros.
Edith me habló del caso Marquitos, yo no me atrevía a hacerlo para no ofenderla o disgustarla. Entró en detalles y eso me dio la oportunidad de preguntarle con mayor libertad para saber si, como se afirmaba, lo habían protegido. También le pregunté por la visita de Castaño a México y me contestó con amplitud, sin temor a responder. Eso me dio seguridad en afirmar asuntos oscuros, los hechos están en mi libro “Victima” o Culpable.
Un error histórico común es suponer que Aníbal Escalante era el segundo de Blas Roca, y no lo era, sino que era la única persona que sabía dónde se ocultaba Blas. Otro mérito suyo que no se dice y creo le han robado, es que organizó la defensa de la república española por encargo de la URSS. Queda mucho por investigar sobre ellos dos.
Al final la acusación de estar vinculados a la CIA les hizo mucho daño a ambos. En el libro de Phillips Agee, él describe la medalla dada por la CIA al oficial de su caso. Edith me dijo que un nieto de ella, hijo de Teresita Ordoqui, llegó hasta la casa de aquel oficial pero había muerto tres días antes. Sobre Edith, las interpretaciones de su opinión siempre pueden ser variadas.
(Comentario de Newton Briones a propósito del artículo Segundas Muertes en Cuba, de Harold Cárdenas Lema)
5 comentarios
El libro de Fabian Escalante sobre la conexion gusana de los asesinos de JFK exculpa a Ordoqui..
Harold: Disculpa la molestia nuevamente. Dime dónde se pudiera conseguir el libro de Briones Montoto por favor. Gracias de antemano y saludos.
Muy interesante, el las personas estalinistas como las fascistas pueden ser de lo mas común y corriente, no diré que todas, pero muchas nada que ver con la caricatura que nos hacemos de ellas y de los líderes que adoran.
Uno de los asesinados en la Masacre de Humbolt 7 fue el luchador revolucionario Fructuoso Rodríguez Pérez. Su hijo, Osvaldo Fructuoso Rodríguez está exiliado y no lo dejan entrar en Cuba. Insiste en que Edith García Buchaca encubrió al delator de su padre y que en su exilio en México recibía dinero de la CIA.
Wow “General Regreso”, uno de los mejores libros que me he leído en mi vida, junto con “La historia de mi vida” de Padura. Y “Triologia sucia de la Habana” de Pedro Juan Gutiérrez. Me da mucha alegría leer el pragmatismo y la elocuencia de este señor
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