Por: Guiteras
Hoy me propongo saldar una deuda que tenía que con mi conciencia desde hace un tiempo, referirme a Esteban Morales y su denuncia de la corrupción en el país. Recuerdo la tarde que escuché la sanción que se le hiciera y que esta era producto de su artículo sobre los peligros de la corrupción en el país que se publicara el día 12 de abril de este año. Cuando escuché esto una ola de indignación me invadió, me parecía injusto, descabellado, carente de lógica y que no se correspondía con el llamado de la Revolución en los momentos actuales.
Desde el comienzo me llamó la atención la falta de una postura, llamémosla “oficial”, sobre el caso. Reconozco que soy un completo ignorante en el funcionamiento interno del Partido, pero como tampoco pertenezco a este no tengo que subordinarme a la disciplina partidista y esperar a que pronuncie su fallo de manera oficial. Voy a comentar mis impresiones, al fin y al cabo escribir en La Joven Cuba nunca ha sido un hobby autocomplaciente. Mientras la sanción a Esteban esté en proceso de reclamación cualquier declaración o pronunciamiento al respecto tendría un efecto negativo (algo así como la negativa a comentar casos abiertos por la policía a la prensa en cualquier país del mundo) y por lo tanto el Estado ha obrado en consecuencia.