Carlos Luis Jorge Méndez: un joven promovido a viceministro primero del MINCEX

En una escueta nota, se anunció ayer el cese de Ricardo Cabrisas Ruiz como ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX), cargo que ocupará ahora el actual viceministro primero, Oscar Pérez-Oliva Fraga. En sustitución de este último, fue designado Carlos Luis Jorge Méndez, de apenas 36 años, quien ha venido acumulando una carrera ascendente dentro del MINCEX, y probablemente sea la persona más joven en la Isla que ha ocupado su cargo.

Varios indicios apuntan a que la decisión se había tomado con algún tiempo de antelación. A inicios del presente año se comunicó que quien hasta entonces ocupaba la segunda silla en el MINCEX, Ana Teresita González Fraga, había sido «liberada». González Fraga, una veterana del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), ocupó diversas posiciones en la cancillería cubana, incluso de viceministra. En 2018, junto a Josefina Vidal, recibió el rango vitalicio de embajadora, lo cual es inusual. Luego, en enero de 2020, pasó al MINCEX como viceministra primera. Diversos medios han dado a conocer en el último mes que, después de su liberación, regresó al MINREX y ha visitado Madrid y Washington como directora general de Asuntos Consulares y Atención a Cubanos Residentes en el Exterior.

Jorge Méndez, por otro lado, es un licenciado en Economía por la Universidad de La Habana, que durante varios años fue presidente de la FEU de su facultad. Quienes lo conocen dicen que es de personalidad introvertida. No obstante, señalan que era un dirigente universitario respetado, incluso por sus pares de otras facultades en la colina. Tras finalizar los estudios, fue captado por el anterior ministro de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca, que lo nombró en 2018 su asesor. Dos años después, en 2020, pasó a ser director general de Inversión Extranjera, cargo que ocuparía hasta enero último, cuando fue nombrado viceministro.

Desde hace décadas, uno de los principales reclamos de la juventud cubana ha sido la posibilidad de forjar ella misma los destinos de la nación. Durante los años noventa, se anunció la promoción de algunos jóvenes para los más altos cargos del país: Carlos Lage, Roberto Robaina, Felipe Pérez Roque. Desde entonces, mucho ha sucedido.

Si bien celebramos la promoción de figuras jóvenes, causa sorpresa que sea la de responsables de atraer la inversión extranjera directa (IED) al país en los últimos años, un renglón en donde Cuba se encuentra a la zaga del continente y que ha traído más preguntas que respuestas a los economistas cubanos.

Obtener datos fidedignos de la IED en Cuba es virtualmente imposible, dado que el gobierno cubano no reporta los datos a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el principal centro de estudios de las Naciones Unidas para la economía regional.

El año pasado, palabras del secretario ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar Xirinachs, causaron polémica entre varios economistas cubanos: a pesar de que los datos de la Isla no fueron incluidos en el reporte de la CEPAL del 2023 dada la falta de confirmación oficial por parte de Cuba, en la presentación del reporte el funcionario regional comentó que en el país había 35 nuevos negocios con capital extranjero por un valor de 400 millones de dólares.

A pesar de lo llamativo de las bajas cifras comentadas, economistas como Pedro Monreal cuestionan estas cifras. No obstante, de tomar estos números como ciertos, apenas representarían un 4% de toda la inversión extranjera destinada a las islas del Caribe, y un 0.24% de toda la inversión en América Latina y el Caribe, cuyos montos totales fueron 9.740 millones y 166.094 millones de dólares en el 2022, respectivamente.

En el último balance anual del Ministerio de Comercio Exterior, el primer ministro se preguntó «¿Cómo solucionar los problemas presentes en el comercio exterior? ¿Por qué no está dando el resultado que se quiere? ¿Por qué no somos tan atractivos en el mercado internacional?».

No le falta razón. España, históricamente uno de los principales socios comerciales de Cuba, apenas ve el 2% de sus firmas con representación en la Isla. De hecho, Cuba es el país iberoamericano con menor representación española en su territorio. Compárese ese número con otros países como México (82%), Colombia (75%), República Dominicana (29%), Panamá (22%), y Venezuela (12%). Esto se entiende dado que, a juicio de los ibéricos, Cuba y Venezuela son los países donde se avizora una situación económica más «complicada».

En el 2020, Jorge Méndez comentó en el programa televisivo Mesa Redonda, que la Tarea Ordenamiento debía tener un impacto favorable para la atracción de la inversión extranjera, y ratificó que no habría afectaciones financieras para las empresas que operaban en Cuba. Esta afirmación, sin embargo, causa algunas dudas a la luz de hoy, cuando, incluso las máximas autoridades del país, han criticado tanto el diseño como la implementación del llamado (re)ordenamiento.

Pocos meses más tarde, en una reunión con Manuel Marrero Cruz, Jorge Méndez expuso que el capital foráneo aún no había logrado ocupar el papel que le corresponde. «Se necesita que nuestros negociadores sean más precisos y efectivos —dijo—, y encontrar alternativas para solucionar las trabas que aún limitan la inversión extranjera en el país». A tres años de esa afirmación, quedan serias dudas acerca de si hoy la inversión extranjera está ocupando el papel que le corresponde en el desarrollo del país. Solo resumir que, en el 2023, apenas se aprobaron solamente 30 proyectos frente a una cartera de 729 proyectos disponibles.

Quedan muchas interrogantes sobre los resultados obtenidos en la captación de inversión extranjera. Por ello, con más preguntas que certezas, le deseamos a éxitos a un miembro de esa Cuba más joven, y lo exhortamos a alcanzar resultados por el bien de Cuba y su gente.