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La noticia es que la operadora estatal cubana ETECSA por fin anunció los tan temidos cambios de precios ya avisados por el primer ministro Manuel Marrero Cruz.
La información publicada indica que se topará el monto de lo que se puede recargar en moneda nacional a solo 360 pesos mensuales, y el plan más alto que puede comprarse ofrece solo 6 GB de datos móviles, 60 minutos de voz y 70 SMS, manteniendo los 300 MB de navegación nacional que ya traían los paquetes anteriores.
Una vez agotado el saldo o los 6 GB, el usuario solo dispone de los llamados planes «Extra», vendidos en CUP a precios que multiplican por 10 el valor del paquete básico:
-3 GB cuesta 3,360 CUP
-7 GB cuesta 6,720 CUP
-15 GB cuenta 11,760 CUP
Todos con los mismos 300 MB de navegación nacional. También podrán adquirirse paquetes en dólares:
-4 GB por 10 USD
-8 GB por 20 USD
-16 GB por 35 USD
Aunque los paquetes «extra» en moneda nacional y en dólares tienen cantidades de GB diferentes, puede inferirse que el cálculo fue realizado tomando en cuenta el mercado informal a 370 pesos por un dólar, priorizando la compra siempre en «moneda fuerte».
Por ejemplo, en la oferta más económica del paquete «extra» en moneda nacional cada gigabyte saldría a 3 USD (si se divide 3 360 entre 370, lo cual da un total de 9 USD), mientras que en la compra directamente en dólares, al dividir 10 USD entre los 4 GB costaría a 2.5 USD el gigabyte.
La vicepresidenta comercial de ETECSA, Lidia Esther Hidalgo, justificó la decisión con «la compleja situación financiera» de la empresa y el impacto del «bloqueo», que «encarece la tecnología». En paralelo, recordó que las recargas internacionales seguirán sin límite y que «usted puede adquirir tantos planes como desee mientras tenga saldo».
Esto significa que ante la crisis que afecta a la empresa supuestamente «estatal socialista» la población cubana —y parte de los emigrados— serán quienes paguen el déficit.
En ocasiones anteriores el primer ministro Manuel Marrero Cruz se había referido a que la empresa necesitaba captar divisas para reparar su debilitada infraestructura tecnológica, y avisó que se prepararían unos paquetes para altos consumidores, sin embargo, aún teniendo en cuenta «historial» de la empresa era difícil imaginar los estratosféricos montos.
Llama la atención, sin embargo, que no se haya tenido en cuenta que en diciembre de 2024, Mayra Arevich Marín, ministra de Comunicaciones, dijo en sesión de la Asamblea Nacional que «el consumo promedio mensual de internet por datos móviles es de 9.9 GB», lo que significa que el techo de consumo básico se puso por debajo de esa cifra. ¿Por qué? No sabemos.
El nuevo techo de 6 GB «asequibles» equivale a 60 CUP por gigabyte. Al tipo de cambio informal (1 USD por 370 CUP) ese paquete cuesta apenas 0,16 USD/GB, muy por debajo del índice global de 2.61 USD/GB según la plataforma BestBroadbandDeals.
Sin embargo, todo consumo posterior sube abruptamente: el plan Extra si bien se mantiene al índice global supera con creces países latinoamericanos como Argentina (0.54 USD/GB), Nicaragua (0.55 USD/GB), y Guatemala (1.17 USD/GB).
Pero además la Isla tiene la peculiaridad de sus bajos salarios. Con un salario medio estatal de 5,736 CUP en el sector presupuestado, —unos 16 USD al cambio informal— y un salario mínimo de 2,100 CUP, el paquete «extra» más barato (3 GB) supera el sueldo básico y el de 15 GB equivale a dos sueldos medios. Médicos, maestros que dependen de datos móviles para comunicarse con pacientes o estudiantes deberán elegir entre restringir su conectividad o pagar cifras prohibitivas que, en la práctica, empujan a buscar recargas en dólares enviadas desde el exterior.
La medida refuerza así la brecha digital interna. Quien disponga de remesas o de una tarjeta en divisas podrá sortear el tope mediante recargas internacionales —opción que ETECSA mantiene «sin límites»—, mientras que la mayoría, con ingresos en CUP, quedará confinada a 6 GB mensuales.
Igualmente podrían aumentar las redes informales de servicios de conectividad que busquen tener precios por debajo de los establecidos por Etecsa.
La subida impacta, además, en la política de transformación digital que el propio gobierno proclama. Aunque la directiva de la compañía afirmó que «se continúa asegurando la conectividad a importantes instituciones de diversos sectores, entre ellos científicos, educativos, de salud» lo cierto es que varias instituciones reportan conexiones inestables pese a los planes oficiales. Asimismo, el estudio o trabajo en casa muchas veces se hace utilizando la conexión personal, por lo tanto, la medida también limitará significativamente las posibilidades de quienes dependen de acceso a internet.
Por último, la medida aumentará la ya incontenible espiral inflacionaria en el país, pues la población no solo tendrá que pagar más, sino que algunos negocios pondrán el costo del consumo de datos al precio final de los productos.
Al ser un monopolio legal, ETECSA fija precios sin contrapesos regulatorios ni competencia que obliguen a eficiencia. El propio perfil corporativo reconoce que la empresa es «la única autorizada» para ofrecer servicios de telecomunicaciones en la Isla.
Nuestra opinión es que el nuevo esquema limitará el desarrollo de actividades, negocios que han encontrado en la vía digital una forma de captar clientes, y el acceso de no pocas personas. En resumen, un bloque más en la pirámide de razones acumuladas para emigrar en busca de mejores condiciones de vida.
La razón que justifica que ETECSA sea la única empresa autorizada a brindar servicios de conectividad en la Isla es que supuestamente el Estado garantizaría que estos servicios sean de calidad y a precios justos. Este «paquetazo» va por un camino contrario a la obligación de la empresa ¿pública? de equilibrar sostenibilidad y accesibilidad.
Es entendible que una empresa estatal con baja rentabilidad busque soluciones para ingresar divisas, pero estas deberían basarse en ofrecer nuevos servicios atractivos, no en restringir los ya existentes o encarecerlos de manera exponencial.
El país no puede construir una sociedad digital robusta asumiendo que la diáspora financiará el consumo interno. Ni la dignidad ni la soberanía pueden basarse en el flujo constante de remesas. El acceso a internet —reconocido por Naciones Unidas como derecho habilitante— debe estar respaldado por un modelo tarifario que respete la capacidad adquisitiva local.
En medio de una crisis interna con fuertísimos apagones y los precios de la comida cada vez más prohibitivos, ETECSA le da más presión a la caldera en un país necesitado de buenas noticias. La pregunta ahora es: cómo saldrá el vapor. Ya comienza a verse en redes sociales.


Pienso q con esta decisión impopular hay algo más q limitaciones económicas,blokeo,obsolescencia tecnológica etc.Lo cierto es q el uso de la internet empodera a las masas y esto q permite sortear preferencias informativas se puede traducir,al restringirse económicamente,en limitaciones en cuanto a poder elegir lo q la persona quiera para consumir su tiempo libre.Habria q ver las consecuencias sociales q pueden derivarse,en cuanto a la juventud en un pais q cada dia esta ofreciendo menos opciones para socializar sanamente.
Comentario técnico:
Sin haber visto los datos de los cuales se calculó el promedio mencionado en la Asamblea Nacional, sólo para comentar que tal vez allí se refirieron al promedio aritmético (se suman todos los valores y se divide esa suma total por la cantidad de valores) pero, a raíz del reciente y pronunciado aumento de precios, se ha hablado de «consumo medio».
La «media» se define como el valor por debajo del cual están el 50% de todos los valores.
En general, el promedio y la media son diferentes. A veces muy diferentes. Ése es particularmente el caso cuando los patrones de uso del servicio por la población son muy diferentes para diferentes niveles de consumo. Por ejemplo, cuando hay una gran diferencia entre cuántos paquetes se compran según los diferentes precios ( 500 CUP, ….)
Tal vez, aunque no está claro, se usó el promedio en la Asamblea para subrayar, con un valor más alto, que ETECSA estaba facilitando altos consumos de datos pero ahora, para restarle importancia a lo restrictivo del alza de precios para un porcentajesignificativo de la población, se usó el valor, más bajo en este caso, de la «media».