Entre ciclones, sismos y ayudas: la economía cubana tampoco crecerá este año

Getting your Trinity Audio player ready...

La noticia es que los ministros cubanos de economía y planificación, y el de comercio exterior y la inversión extranjera, han reconocido en conferencia de prensa que los eventos naturales sucedidos en las últimas semanas indican que no habrá crecimiento en la economía durante este año.

En una inusual conferencia ofrecida a la prensa acreditada en el país desde la sede en la capital cubana del Ministerio de Relaciones Exteriores, Joaquín Alonso Vázquez, titular de economía, informó que uno de los sectores particularmente impactados fue el de la vivienda, donde se reportan hasta el momento 34 mil hogares dañados por el paso de los huracanes Oscar y Rafael, y los dos sismos por encima de 6 en la escala de Richter que afectaron al oriente cubano.

Según el ministro, los planes de recuperación están en marcha, pero dependen de la disponibilidad de recursos.

El panorama descrito sobre la situación del sistema eléctrico nacional es verdaderamente dantesca: tras dos caídas totales del sistema y el paso de los huracanes, se reportan afectaciones en alrededor de 2449 transformadores, un número aún indeterminado de postes caídos, 200 kilómetros de líneas de distribución y la caída de ocho torres de alta tensión.

Las mermas en la ya frágil producción agrícola son significativas, con pérdidas en 37 mil hectáreas de tierra y en 381 instalaciones agrícolas, y estiman pérdidas preliminares en torno a los 383 millones de pesos, o alrededor de 3 millones 192 mil dólares según el cambio de la tasa oficial.

Óscar Pérez Oliva-Fraga, ministro de Comercio Exterior y la Inversión extranjera resaltó el papel del Sistema de Naciones Unidas y la respuesta inmediata desplegada con los recursos que pusieron a disposición de los afectados.

Ambos ministros indicaron que la Isla también sufre el peso de las sanciones estadounidenses, una de las causas por las que la situación técnica de las termoeléctricas es tan precaria.

Mientras tanto, Rusia donará a Cuba 80 mil toneladas de diésel y equipos por un monto de 62 millones de dólares por «instrucción del presidente ruso Vladimir Putin», informó el viceprimer ruso Dmitri Chernysheno, quien llegó a Cuba justo tras el paso del huracán Rafael, para participar en una reunión de la comisión intergubernamental ruso-cubana.

La crisis del sistema electro energético cubano tiene como una de sus causas fundamentales la falta de combustible, aunque pesa significativamente también la situación técnica de las termoeléctricas.

El viceprimer ministro informó que su país también enviaría material de reparación para los equipos dañados a través del Ministerio de Situaciones de Emergencia de ese país.

El titular de esa cartera, el Teniente General Alexander Viacheslavovich Kurenkov visitó la Isla a finales de esta semana y obtuvo el tratamiento de mayor nivel que se da en Cuba a visitantes extranjeros: el líder cubano Raúl Castro Ruz lo recibió y sostuvo conversaciones con el alto funcionario. Según reportes de prensa, Raúl agradeció las donaciones solidarias realizadas por el gobierno ruso en distintos momentos.

En relación con Rusia, esta semana también fueron noticia declaraciones del ministro de turismo cubano, Juan Carlos García Granda, a la agencia rusa TASS sobre que «estamos muy cerca de que en Cuba aparezcan los primeros hoteles construidos por empresarios rusos. Además, algunos de los hoteles existentes podrían ser gestionados por empresas turísticas de Rusia».

La comunicación ocurre en medio de una fuerte crisis del sector turístico que no ha podido recuperarse a los niveles pre-padémicos y las múltiples críticas de varios economistas sobre la estrategia de seguir apostando a la construcción de hoteles, en detrimento de otros sectores como la electricidad. El mismo alto funcionario cubano reconoce que la meta anunciada a principios de año de «superar el umbral de 200,000 turistas rusos», no se alcanzará.

Esta noticia significa que la situación de la economía nacional mostrará números negativos en los reportes de finales de año.

Vázquez Alonso dijo que había una recuperación del déficit fiscal, pero que el PIB anual no daría signos de crecimiento económico, sino todo lo contrario.

Lo informado en la conferencia de prensa indica que la cuantificación de los daños pone al país en una situación de gran fragilidad, sintiéndose el peso mayor sobre las comunidades en situación de vulnerabilidad.

Por otro lado, la ayuda de Rusia, que junto a la del sistema de Naciones Unidas ha sido la más relevante, muestran que Moscú sigue rescatando a la Isla cuando más lo necesita. Esto ocurre en un contexto en el cual la mayoría de los países occidentales miran con recelo a Moscú por su guerra con Ucrania, mientras La Habana ha apoyado directa e indirectamente a Putin ante el aislamiento internacional. Por su parte, el Kremlin agradece al Estado cubano con estos «salvavidas» en un momento clave para el mantenimiento de su sistema político, que además, pronto recibirá los embates de una administración Trump posiblemente más agresiva.

Nuestra opinión es que el gobierno cubano debe hacer una evaluación más exhaustiva de las razones de los daños, así como del funcionamiento de sus instituciones, para así aprender de estas experiencias y evitar que se repitan daños como los vividos.

Cabe destacar que el número de funcionarios públicos, trabajadores del sector estatal, y también emprendedores y actores de la sociedad civil que se han lanzado a las labores de recuperación es impresionante, con especial mención a los linieros y trabajadores eléctricos que laboran en condiciones de alto riesgo y no siempre con los equipos de protección que requieren.

Pero si bien una buena parte de los daños ante un desastre natural son inevitables, una estrategia para clara para la adaptación al cambio climático pudiera repercutir en una mayor preparación ante estos sucesos y por ende minimizar sus efectos en la economía.

Como servidores públicos, las autoridades locales y nacionales deben también transparentar las medidas que se toman para ayudar a todos los afectados, así como los presupuestos destinados a mitigar los efectos de futuras catástrofes.

La crisis del sistema electroenergético nacional que afecta a todos, y no necesariamente por el paso de fenómenos naturales, tiene su base tanto en las repercusiones de medidas unilaterales coercitivas externas como en decisiones financieras que se tomaron en años anteriores, en los que la renovación de esta tecnología debía haber sido prioridad.

La ayuda internacional es bienvenida, pero no será eterna. El estancamiento económico anunciado pone otra alarma más sobre la necesidad de hacer una reforma integral de la economía cubana que priorice el desarrollo de las infraestructuras base y que permita la cooperación público-privada en áreas clave, además de estimular a los trabajadores y productores.

Solo había que observar el Vedado habanero en medio de la noche, donde todo estaba en la más absoluta oscuridad con excepción de hoteles que albergan a muy pocos turistas extranjeros y que sí tienen electricidad por la disponibilidad de generadores independientes, para confirmar la magnitud de la crisis y que el tiempo para hacer las reformas económicas es ya.

Deja una respuesta

Redacción
Redacción
Equipo donde se escriben, editan y organizan los contenidos en LJC. Compuesto por el equipo de comunicación y los editores

Más de este autor

Descubre más desde La Joven Cuba

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo