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apagones

Veinte hechos

Veinte hechos que impactaron a Cuba en 2022 (II)

por Redacción 29 diciembre 2022
escrito por Redacción

Durante estos doce meses, Cuba ha vivido hechos y procesos históricos, entre los cuales debe destacarse el mayor éxodo migratorio en la historia de la nación y una crisis económica que ha dejado estragos en todos los sectores. También marcaron el año, escasos triunfos en el panorama deportivo al más alto nivel, la actualización del cuerpo legislativo, apagones, protestas y una posible distensión con Estados Unidos. A continuación, La Joven Cuba completa la lista de los veinte acontecimientos más importantes del 2022 en la nación caribeña.

1. Victoria en mundiales de canotaje, béisboll5 y judo.

Del panorama deportivo no hubo muchas alegrías, pues el éxodo de atletas ha marcado de manera negativa el desempeño al más alto nivel. No obstante, hay tres noticias que sobresalen: los triunfos en canotaje,  béisboll5 y judo. La primera corresponde a la victoria del binomio femenino de piragüismo, compuesto por Yarisleidis Cirilo y Katherin Nuevo, quienes se agenciaron el oro en la prueba C2 a 200 metros del Campeonato Mundial de Canotaje con sede en Canadá.

Otro título que llegó para la Isla estuvo a cargo del equipo de béisboll5, coronados como campeones en la I Copa Mundial de la disciplina, celebrada en México. Con ninguna derrota, la plantilla antillana venció dos veces a Japón, su principal rival, e hizo gala de su condición de favorita.

En el apartado de deportes de combate, el matancero Andy Granda conquistó en octubre la única medalla dorada para la Isla en el Mundial de Judo de Tashkent, tras vencer en la final de la división de más de 100 kilogramos al japonés Tatsuru Saito.

2. Aprobación del Código de las Familias

Con un 66.87% de votos a favor, a finales de septiembre se aprobó el Código de las Familias, un instrumento legal más inclusivo y coherente con las realidades familiares y de género en la actualidad. Entre sus novedades destacan la prohibición del matrimonio infantil, la introducción de conceptos como autonomía progresiva de niñas, niños y adolescentes y la sustitución de «patria potestad» por «responsabilidad parental».

También se incluyeron en la propuesta la posibilidad de recurrir a la reproducción asistida, el derecho a la adopción y el matrimonio igualitario. Este último elemento convirtió a la Mayor de las Antillas en el noveno país de América Latina en aprobar la unión legal de personas no heterosexuales.

Veinte hechos

Dos meses más tarde, los cubanos volvieron a acudir a las urnas para participar en las elecciones de delegados a las asambleas municipales del Poder Popular. Con un 68.58% de votantes que ejercieron su derecho al sufragio, el país registró un mínimo histórico de participación en procesos eleccionarios luego de 1959, si bien se trata de una cifra alta comparada con la región.

3. Paso del huracán Ian, apagón y protestas

Una de las noticias más tristes para Cuba fue el paso del huracán Ian por la región occidental del país, con una huella desoladora para la provincia de Pinar del Río, donde ocasionó 2 mil 213 derrumbes totales. A nivel nacional, el fenómeno hidrometeorológico cobró la vida de tres personas, dejó pérdidas en la agricultura por un valor superior a las 8.5 mil hectáreas y provocó daños en 36 mil viviendas.

Debido a las afectaciones causadas por el ciclón, el Sistema Electroenergético Nacional sufrió un colapso que devino apagón generalizado. Las labores de recuperación del servicio se extendieron por siete días, a excepción de la provincia de Pinar del Río, donde las familias permanecieron cerca de un mes sin recibir fluido eléctrico en sus hogares.

Los cortes de electricidad motivaron protestas, en su mayoría no violentas y que tuvieron lugar sobre todo en La Habana. Se trató de una oleada de manifestaciones de descontento en las calles poco vistas en la historia de Cuba después del triunfo de la Revolución.

4. Reinicio del Programa de Reunificación Familiar Cubana

En el mes de junio el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anunció que reanudaría el Programa de Reunificación Familiar Cubana, establecido en 2007 y suspendido por la administración Trump. Se trata de un mecanismo que permite a ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales solicitar el parole para sus familiares en Cuba.

La decisión del gobierno estadounidense se inserta en lo que apunta a una época de acercamiento entre La Habana y Washington, si bien ninguna de las dos administraciones ha hecho anuncio oficial al respecto. Entre los factores que indican una nueva distensión figuran el restablecimiento de vuelos directos desde Estados Unidos a todas las provincias cubanas y de los servicios consulares, el retorno del personal diplomático a la embajada en La Habana, las conversaciones migratorias del mes de abril, la visita de congresistas demócratas a la Isla, además de la noticia de la liberación de Ana Belén Montes y Alina López Miyares.

5. Mayor crisis migratoria en la historia de Cuba

El año 2022 se lleva el récord de la cantidad de migrantes cubanos que dejaron atrás su patria en busca de mayor calidad de vida. De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, 224 607 ciudadanos provenientes de Cuba han llegado ilegalmente a ese país durante el año fiscal 2022. No obstante, debe aclararse que la cifra anterior no contempla aquellas personas que, mediante becas de estudio, contratos de trabajo o visas de turismo, abandonaron la Isla y tampoco están dispuestos a regresar.

La crisis económica que atraviesa la nación caribeña, el desabastecimiento de productos de primera necesidad, la inflación y las escasas garantías para expresar descontento con la gestión gubernamental figuran entre los factores principales que motivan a los cubanos para dejar el país, en muchos casos de manera irregular y a riesgo de su propia vida.

El número de balseros con rumbo a Estados Unidos también aumentó con respecto a 2021. Uno de los episodios más dolorosos de este año fue el caso Bahía Honda a finales de octubre, cuando el choque entre una lancha rápida y una embarcación de guardafronteras cubanos ocasionó la muerte de siete personas, incluida una menor de edad. El hecho desató la polémica en torno al accionar de las fuerzas de seguridad marítima en Cuba.

6. Gloria y canto para Pablo

Entre las pérdidas más significativas de 2022 destaca la del cantautor cubano Pablo Milanés, uno de los principales exponentes de la nueva trova, que falleció el 21 de noviembre a los 77 años. Pablo, como lo llamaba su público, ofreció su último concierto en Cuba en el mes de junio.

Lo que sería un evento a celebrarse en el Teatro Nacional, con la mayoría de las entradas reservadas y una gran polémica alrededor de la decisión de destinar pocos boletos a la venta, terminó en una gran presentación en el coliseo de la Ciudad Deportiva. Fue su último concierto y la despedida definitiva de la Isla. La muerte del compositor generó un sinnúmero de reacciones y mensajes de duelo en redes sociales que exaltaron su legado para la música y la nación cubanas.

Veinte hechos

Concierto de Pablo Milanés en la Ciudad Deportiva de La Habana. (Foto: Otmaro Rodríguez)

7. Aprobación del nuevo Código Penal

El 1 de diciembre entró en vigor el nuevo Código Penal que, si bien introduce elementos positivos, dígase la tipificación de delitos como la violencia doméstica y de género y la eliminación de las medidas de seguridad predelictiva, ha generado preocupaciones en la sociedad civil y la comunidad internacional.

Con la aprobación de este marco legal no consultado con la ciudadanía, como sí ocurrió con el Código de las Familias; se recrudecen los mecanismos para procesar y sancionar cualquier manifestación de disenso.

La normativa despierta inquietudes acerca del futuro del periodismo y otras actividades independientes, pues la norma castiga a personas que reciban financiamiento extranjero con el objetivo de «fomentar acciones contra el Estado o el orden constitucional», formulación cuya vaguedad deja espacio a la aplicación discrecional. Igualmente, criminaliza el empleo de redes sociales con supuestos fines delictivos y se amplían a veinticuatro la cantidad de crímenes que pueden ser castigados con la pena de muerte.

8. Gira del presidente

La visita oficial del mandatario cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez a Argelia, Turquía, Rusia y China en el mes de noviembre fue uno de los acontecimientos más mediáticos del año. La gira acaparó la atención de la prensa oficial e independiente, al coincidir con un momento de gran tensión social en el país debido a la crisis del Sistema Electroenergético Nacional y los prolongados apagones sufridos por los habitantes de la Isla en los últimos meses.

Aun cuando se desconoce el alcance de muchos de los encuentros que sostuvo el presidente por esos días, entre los resultados más relevantes de su periplo figuran la restructuración de la deuda cubana con varios acreedores, la firma de acuerdos en materia electroenergética y de otros de índole comercial, de intercambio de servicios y de cooperación.

9. Fin de los LCC (Lucha Contra Coleros)

A inicios de diciembre La Habana aprobó un nuevo sistema de venta liberada en las cadenas de tienda TRD y Caribe que incluye la eliminación de los grupos de Lucha Contra Coleros (LCC), creados por el gobierno en 2020 para evitar la corrupción y el acaparamiento durante la pandemia.

Sin embargo, en la práctica estas figuras se convirtieron en parte de la red de venta de turnos en colas y tributaron al comercio ilegal de mercancías, actividades recurrentes a partir de la crisis económica que vive la nación. Estos hechos fueron denunciados continuamente por la ciudadanía durante los dos años que funcionaron los grupos.

10. Apagones, ¿por fin se acabaron?

La inestabilidad del servicio eléctrico fue una de las mayores agonías que enfrentaron los cubanos este año. Durante meses, los habitantes de la Isla vivieron prolongados apagones, provocados por roturas y un enorme déficit en la capacidad de generación en las termoeléctricas. La situación tensó el panorama social y fue el motivo de protestas a lo largo del país.

A inicios de diciembre, se logró la estabilización del fluido eléctrico a nivel nacional y aunque se desconoce si se trata de una solución temporal o definitiva, todo parece indicar que los cubanos podrán celebrar con servicio eléctrico la llegada del 2023.

29 diciembre 2022 20 comentarios 1k vistas
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Cien

Cien

por Jorge Fernández Era 4 diciembre 2022
escrito por Jorge Fernández Era

―¡Qué resultado! ¡Qué victoria!

―El Mundial te tiene entusiasmada.

―Hablo de la gira del presidente.

―No clasifica, aunque esté en el grupo de Argelia, Turquía, Rusia y China.

―¿Tú crees? Heredó del director técnico una condición imprescindible: la defensa. Solo falta que mejore… la producción.

―¡Pero si hasta para los discursos se auxilia de la pantalla!

―Está bien, no pone un gol, no lo busca, pero las asistencias aumentan. Mira la que logró de su contraparte: cien millones de dólares que «utilizaremos, por supuesto, en prioridades de nuestro pueblo».

―¿Y quién te garantiza que antes de partir de Beijing no le haya dicho a Xi que sí, que se quedara con ellos y los descontara de lo que se le debe?

―Los cien millones vienen, y de que vienen, vienen. «La firma de doce convenios y la concesión de donaciones evidenciaron el interés mutuo por fortalecer la cooperación en Cuba de la iniciativa china de la Franja y la Ruta de la Seda».

―¿Y eso te seda? Lo único que falta es que alguien retome la idea planteada en el Fórum Iberoamericano de Turismo de 1993 de importar no menos de diez parejas nativas del gigante asiático con miras a salvar al Barrio Chino de La Habana.

―Xi Jinping tenía congeladas varias inversiones, incluido el dique que llegó a Cuba en 2019 y lo único que ha logrado es el barqueo del personal de aquí para allá y de allá para acá.

―Dizque flotante.

―¿Qué me dices de las Yutong? En un obsoleto informe del Mitrans se señala que solo queda en la ciudad el treinta por ciento de los ómnibus que circulaban en la urbe hace una década. Plantea que el bloqueo norteamericano es el causante de que muy pronto se retomen las calesas.

―El primer ministro señala que «ahí está un pueblo esperando por nosotros». En las paradas.

―Comoquiera es un relanzamiento de las relaciones de nuestro país con los otrora «mandarines». Gil Fernández se ha referido, entre otras inversiones, al «programa de reconversión o modernización de la prensa, que también es un crédito importante de China que no se había concluido».

―A ver si lo emplean en mejorar los memes de Con Filo.

―Yo invertiría los cien millones en una campaña de Michel por mejorar la imagen del primer secretario. Me parte el alma que llega el último mes y no se cumple su promesa de «alejarnos lo más posible del apagón» y «antes de diciembre recuperar entre 700 y 900 megawatts». Cuando lanzó esa quimera exclamé: «¡¿Watt?!».

―Ya no hay respeto. Él y Marrero visitaron Tallapiedra, que, según un tuit del presidente, entregaría cuarenta y cinco megawatts. El primer ministro indagó cuántos días hacían falta para que llegara a generar sesenta. Parece que demasiados, pues de eso hace ya medio año, y la termoeléctrica, con medio siglo de existencia, no existe, nunca resucitó, su parálisis es perpetua.

―Un monumento a la continuidad.

―¿Sabes algo del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030?

―El ministro de Economía y Planificación recordó que «constituye un instrumento valioso para el desarrollo de la economía, en tanto es, además, una herramienta de gestión con mayor rigor científico e integralidad, que potencia la transversalidad, la complementariedad de análisis y criterios y la toma de decisiones más consensuadas sobre los principales desequilibrios y problemáticas que limitan el crecimiento y desarrollo». El tipo sabe.

―Va haciendo falta una inteligencia artificial como la creada por el Instituto Alan Turing, el centro de investigación operado por las universidades más prestigiosas del Reino Unido. Ha predicho qué país tiene más probabilidades de ganar la Copa del Mundo. Y lo ha hecho «tras cien mil simulaciones».

―Simuladores los nuestros. Mira la plataforma web Ticket, «eliminará las colas presenciales para la compra de Moneda Libremente Convertible (MLC) en Cadeca».

―A finales de 2021, Miguel sentenció que entre las prioridades para el 2022 estaba la de «construir el país de abajo hacia arriba».

―Lo cumplió: hemos llegado tan abajo que ni siquiera podremos adelantar los cimientos. Ahora se aparece con que «el 2023 tiene que ser un mejor año».

―Pide tregua. Ya no habla de comienzos del mes. Alega que «se han buscado financiamientos…

―De ahí el aguinaldo de los cien millones.

―…que permitan lograr reparaciones y mantenimientos y concluir el mes de diciembre en una mejor situación». Insiste en «lograr la estabilidad del sistema».

―¿El social?

―El electroenergético. Ha dicho de sus trabajadores que no se rinden, que están «al pie del cañón».

―Disparando el breaker.

4 diciembre 2022 7 comentarios 1k vistas
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Almendrones

Un sueño creativo con almendrones eléctricos

por Néster Núñez 5 noviembre 2022
escrito por Néster Núñez

La botella dejó de dar vueltas y el pico apuntó al Miri, que tenía que darse un buche y decir rápido un deseo:

–Lo que deseo es que Elon Musk pase una temporadita aquí en Cuba.

Elon Musk, el de la compañía SpaceX, el de Tesla, el reciente dueño de Twitter. Y nosotros, un grupo de socios cubanos esperando mi cumple cuarenta y siete. Y el Miri salía con aquello.

–Elon Musk y bien. Pero que venga no en plan turista ni como CEO ni empresario. Que deje allá su influencia y sus millones y llegue de incógnito a vivir, por ejemplo, en la piel de un mecánico de almendrones.

Nos reímos. Elon Musk dándose una zambullida en el pasado.

–Aseres, sí. Que venga y bien —insistió Miri— ¿qué daño puede hacerle eso al mundo? ¿Qué daño puede hacerle al propio Elon vivir como un cubano? Lo ponemos en una casa de tablas con techo de fibrocemento y lo dejamos ahí una temporadita nada más, cuarenta y cinco días, vaya, el mismo tiempo que duraban aquellas escuelas al campo.

Almendrones

(Foto: Néster Núñez)

La botella pasó de mano en mano. El ron Cajío no estaba tan malo.

El Dani dijo:

–Si Elon va a estar entre nosotros, que no tenga almendrón ninguno: que espere guagua o se monte en un camión pa′ La Habana. Que maneje una yunta de bueyes. Que se haga su café Hola de la bodega en una cafetera artesanal y toda prieta. Que no tenga gas en la casa, que sea una hornilla eléctrica. Que tire su propia red al río y, si no pesca nada, que se quede sin comer esa noche.

Almendrones

(Foto: Néster Núñez)

Yo dije después que Elon Musk había venido al mundo con ciertos dones de gerente y empresario, que lo pusiéramos de administrador de una panadería a ver si no se robaban más el aceite y si el pan nuestro de cada día venía completo y no a la mitad de su tamaño.

Gracias a la idea del Miri, estaba siendo una fiesta diferente. Al Miri, y también a Kiko, hay que darle su mérito, que hizo un truco en el hotel donde empezó a trabajar y trajo unos jamoncitos y unos quesos para picar mientras bebíamos. Entonces el Kiko dijo:

-Hablando ahora en serio… Imaginen que Elon se enamore de Cuba y de los cubanos. Que dirija pa´ca´ todos sus satélites y nos dé Internet gratis. Que ponga paneles solares en todas las casas. Que los almendrones sean eléctricos. Que desarrolle una Inteligencia Artificial que gobierne este país de un modo próspero y sostenible.

Almendrones

(Foto: Néster Núñez)

Un cumple diferente, el primero después de la pandemia, aunque sin David, sin Elsita, sin Yuria, sin Yoanny y sin mis hijos presentes. Igual, a las 12 soplé la velita del cake y me cantaron felicidades por WhatsApp y en vivo y en directo. Todavía estábamos en eso cuando quitaron la corriente. A lo lejos sonaron enseguida muchos calderos. De inmediato se cayó la Internet y me puse creativo: le di vueltas a la botella, dejé que girara unos segundos y la detuve auto-apuntándome con el pico.

-Yo lo que más deseo es que Díaz-Canel venga a Cuba. Una temporadita nada más. Que corte con sus propias manos un árbol de verdad, que lo suba al camión él solo y que escoja el arroz de la bodega sentado en el quicio de su casa.

Almendrones

(Foto: Néster Núñez)

La gente me miró como si yo estuviera loco.

-Aseres, sí. ¡Que venga y bien! ¿Qué daño puede hacerle eso al mundo? ¿Qué daño puede hacerle al propio Díaz-Canel vivir como un cubano?

El Dani, que se anotó por décima vez en el bombo de EE.UU. para ver si por fin le toca la suerte y se acaba de ir, dijo que veía más fácil a Elon Musk viviendo entre nosotros. Entonces Kiko se comió el último pedacito de jamón y dijo que Díaz-Canel sí era socialista y bien, que asumió el liderazgo del Partido solo porque es el más destacado de la vanguardia, y que el Estado es un mal necesario para garantizar temporalmente la dictadura del proletariado y que será abolido junto a toda la burocracia cuando el pueblo victorioso por fin conquiste el comunismo.

Almendrones

(Foto: Néster Núñez)

La bandejita vacía de jamón y queso brillaba a la luz de la luna, o de la linterna. No lo sé, porque el ron Cajío empezaba a caer pesado en la barriga.

Alguien dijo que pusiéramos a Elon Musk y a Díaz-Canel en la misma casa.

Esa noche soñé que Díaz-Canel iba rumbo a la luna en un cohete de SpaceX. La verdad, se le veía un poco triste porque no se pudo despedir de su pueblo que tanto lo quiere, porque Elon Musk le había cerrado su cuenta de Twitter.

5 noviembre 2022 15 comentarios 1k vistas
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Ian

Ian, autopsia de un desastre

por Observatorio sobre el Extremismo Político 25 octubre 2022
escrito por Observatorio sobre el Extremismo Político

Antes de la llegada del huracán Ian, Cuba vivía una tensa situación socioeconómica, agudizada luego por el paso del meteoro. El evento hidrometeorológico, que afectó tierras cubanas a finales de septiembre, debilitó servicios básicos como el abastecimiento de agua potable y agravó la crisis del Sistema Electroenergético Nacional, hechos que avivaron el descontento ciudadano.

Las posturas ante el desastre fueron diferentes: por un lado, sectores opuestos al gobierno estimularon, además de la protesta cívica, formas de violencia como barricadas y quema de bienes públicos, a la vez que culparon al Estado cubano de los problemas causados por Ian; en cambio, los grupos pro-gobierno se empeñaron en resaltar la labor asistencialista desplegada por las autoridades, a la vez que criminalizaron las protestas para justificar una respuesta violenta.

Desastre, polarización y extremismo político

Si bien la Isla está acostumbrada a eventos ciclónicos, el último llegó en un momento de especial precariedad. En tiempos de mayor bonanza económica, una parte significativa de la población se habría aprovisionado para los días de apagón, mas en esta ocasión el desabastecimiento de alimentos y víveres lo dificultaba en gran medida.

En algunas zonas de La Habana, donde las afectaciones por el fenómeno no fueron tan graves con respecto al fondo habitacional, la electricidad tardó hasta seis días en ser restablecida. En Pinar del Río la restauración del fluido eléctrico fue más lenta e incluso todavía hay zonas que permanecen afectadas. El prolongado apagón dificultó la conservación de los alimentos, a lo que se adiciona como agravante la inexistencia de otras alternativas, como conservas, en el mercado en pesos cubanos (CUP).   

Frente a los destrozos y la falta de energía, en localidades principalmente capitalinas, se percibió la respuesta de las autoridades como demorada y torpe, pues no se ejecutaron a tiempo estrategias para distribuir agua o alimentos. Ello generó protestas con diferentes niveles de masividad y violencia, lo que a su vez provocó cortes de Internet como medida gubernamental para evitar su extensión.

Asimismo, debe tenerse en cuenta que Ian pasó por Cuba luego de que importantes acontecimientos sociopolíticos —como los sucesos del 11 de Julio, por ejemplo— exacerbaran la polarización y el extremismo, tanto entre los habitantes de la Isla como en la emigración.

Dos matrices se han entronizado: por un lado, los actores contrarios al gobierno acusan a las estructuras políticas del país de ser los únicos culpables de la crisis y piden sanciones que afectarían aún más a la población cubana, además alientan la violencia ciudadana y el enfrentamiento como forma de lucha. Mientras, los sectores polarizados pro-gobierno niegan o restan importancia a las causas internas y responsabilizan exclusivamente al enemigo exterior, algunos incluso asumen como legítimos el uso de la violencia política, física y judicial como vía para la solución de conflictos.

Si bien la Constitución contempla el derecho a exigir cambios mediante la protesta cívica y mostrar desacuerdo ante cuestiones relacionadas con la administración pública, en videos que circularon en redes sociales y medios no estatales se observan  barricadas y fuegos, la destrucción de elementos de propiedad pública como tanques de basura, la obstrucción de arterias viales e incluso la detención de un tren en plena marcha.

Dichas acciones violentas obstaculizan el normal desenvolvimiento de la urbe y la convivencia ciudadana, por lo que, como en cualquier país, las fuerzas del orden debieron intervenir en cumplimiento de su función social. No obstante, es preciso que ello suceda con apego a la ley, como establece un Estado de derecho.

Es importante destacar que no todas las protestas fueron iguales ni las respuestas, las mismas. En ocasiones las autoridades dialogaron con los manifestantes y lograron entendimientos, en otras se respondió con violencia, la cual, en determinados casos, fue ejecutada por personas vestidas de civiles —protegidas y convocadas por estructuras estatales— que arremetieron contra los manifestantes con golpes y palos. También se reportaron detenidos entre los que tomaban las calles.

A esta forma de represión física se sumó la deslegitimación de las protestas, sin distinción de formas, para lo que se usaron los medios estatales/públicos. Un ejemplo fue el texto reproducido por Cubadebate en el cual se estigmatiza a los manifestantes por su procedencia, apariencia o vestimenta.

Un fragmento ilustra su fuerte carga clasista: «Entonces el más grandote, el de las muelas doradas, al que jamás se le conoció un empleo en el barrio, vamos, el más distante de ser un ejemplo para las futuras generaciones agarra una rama de árbol caído y grita: “Arriba, vamo a viral to ejtooo”». En muchos comentarios de la publicación se refuerza la idea de denigrar y deslegitimar a quienes salieron a la calle.

IanSumado a esto, fue publicada una carta titulada Mensaje de educadores, periodistas, escritores, artistas y científicos cubanos a sus colegas de otros países que, si bien tenía una comprensible denuncia a la manipulación mediática a partir de los sucesos relacionados al meteoro y la instrumentalización de las protestas; negaba la represión con la que algunas habían sido sofocadas. Para ello se aseguraba que «la represión solo existe en los mensajes que incitan a la violencia y respaldan el bloqueo, contrarios a los intereses y anhelos de la Patria».

La actitud de la oposición política

En la otra cara de la moneda, activistas e influencers políticos opositores al gobierno cubano —la mayoría radicados en el exterior— llamaron al pueblo a salir a las calles e incrementar la violencia en las manifestaciones. Se utilizaron etiquetas como #CubaParaLaCalle o #CubaEstadoFallido para alentar a más personas a sumarse y emplear mecanismos de desestabilización del orden.

IanIan

Como elemento a destacar, luego de la represión a las manifestaciones fueron revelados, sin una comprobación completa en algunos casos, datos personales de presuntos represores para que fueran linchados por el pueblo. Si bien es reprochable que el Estado propicie enfrentamientos entre civiles, llamar a la violencia ciudadana por parte de la oposición es igualmente irresponsable. Las posturas criminalizantes y centradas en extremismos hacen imposible el entendimiento cívico, al tiempo que potencian un desenlace violento del conflicto.

Ian

En este contexto, se publicó la carta abierta Por un cambio real en Cuba: ¡No más oxígeno a la dictadura!, iniciativa llevada a cabo por opositores radicados fuera del país, algunos vinculados al Movimiento San Isidro. El texto relata una situación crítica de derechos humanos en la Isla y como salida pide la intensificación de las medidas unilaterales coercitivas de Estados Unidos:

Sostenemos que las sanciones son necesarias cuando se trata con un régimen totalitario que ha militarizado también la economía y que impone la violación de los derechos humanos en cada negociación comercial. Ojalá el mundo sancionara a la Dictadura de manera coordinada, sería una forma concreta y con miras a largo plazo de ayudar al pueblo de Cuba a librarse de sus opresores.

Más adelante, solicitan al gobierno de los Estados Unidos que niegue ayuda a su homólogo cubano. Aseguran que «ayudar al régimen de La Habana sería como ayudar al régimen de Putin, ni más ni menos […] Ayudar al régimen cubano no es ayudar al pueblo cubano». Tal postura no ha estado exenta de cuestionamientos, incluso por parte de sectores críticos al gobierno que han apuntado la falta de empatía con el sufrimiento del pueblo en la Isla y la esterilidad de lanzarlos, desde la distancia, a enfrentar las consecuencias de salir a las calles, sin un programa político alternativo sólido que garantice la mejoría de sus condiciones de vida.

Ian, una catástrofe meteorológica que provocó más de 100 muertos en la Florida y graves daños materiales en Cuba, fue otro detonante de protestas sociales en respuesta a una crisis para la que no se vislumbra salida. Ante situaciones límite, el descontento se hace notar, como también los intentos por negar sus causas o instrumentalizar sus resultados. Ian no será la última adversidad que enfrente el país, de cómo se manejen en lo sucesivo dependerá el futuro de la nación.

25 octubre 2022 6 comentarios 1k vistas
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Viaje

El otro viaje

por Néster Núñez 22 octubre 2022
escrito por Néster Núñez

En semanas previas a su viaje pasaban horas conversando sobre lo urgente de dar un nuevo rumbo a sus vidas. Porque no querían dormir más noches bajo el agobio del calor, los mosquitos, los apagones. No querían que su vida de treintaitantos años continuara siendo ese ciclo de trabajar-para-comer-malamente. No querían gastar más horas de su existencia esperando bajo el sol implacable una guagua que no pasa. No querían escuchar más triunfalismos y falsedades en la televisión. No querían que su futuro estuviera en manos de políticos que ellos mismos no habían elegido.

Decepcionados, desesperados por los tantos NO acumulados, una noche intentaron expresar sus frustraciones sonando calderos vacíos. Pero temieron a la energía de la multitud, a las sirenas de la policía, a los palos, a la cárcel. Mis amigos supieron, y aceptaron, que no tienen madera de héroes. Fue cuando tomaron la decisión de hacer el viaje.

Viaje

(Foto: Néster Núñez / LJC)

Me llegué a darles un abrazo y desearles luz, suerte en la travesía y la vida que se merecen. Pero me dijeron que no era lo que yo estaba pensando. Que no iban a volar en avión, ni a cruzar la selva ni el mar ni el Río Bravo. Que no se alejarían, sino todo lo contrario. Su emigración sería hacia adentro: «Hace rato se nos presentó la oportunidad de ser los administradores de una finca, y aceptamos».

Viaje

(Foto: Néster Núñez / LJC)

De La Habana al campo. De videos en YouTube, memes de Facebook y fotos de animales en Instagram; a reír jugando con un gatico lindísimo al alcance de la mano. Del cuarto 5×5 en el Vedado, a hectáreas de césped. De la cola interminable para el pollo, a pelar el pollo con tus propias manos. Del sonido del transporte urbano, al croar de las ranas. De pelar y hacer queratina a las mujeres, a curar a ese perro que perdió el pelo por la sarna. De vivir haciendo fotos de quince, a disfrutar viendo los paisajes cubanos. Y hacer tu propio vino con las frutas que tienes a mano, aunque salga amargo o avinagrado.

Viaje

(Foto: Néster Núñez / LJC)

Al principio pensé que sería un escape temporal, que para unas vacaciones estaba bien, pero no para la vida completa. También pensé en la responsabilidad social de la juventud con el futuro de esta isla, en la evasión colectiva… Cuando los visité, ellos dejaron que hablara de todos esos temas, de los chismes de la ciudad, de los ministros nuevos, de las termoeléctricas… Todo el tiempo que duró mi catarsis, mi amigo permaneció mirando al gatico jugar con su madre.

Viaje

(Foto: Néster Núñez / LJC)

Ante el silencio y la expresión concentrada de su vista fija, yo también miré a los gatos. Los movimientos rápidos y elegantes. Los pelos con hormigas. El color blanco. No sé si pasaron cinco o diez minutos, o una hora. Cuando el gatico desapareció persiguiendo a una lagartija no dije nada, pero mi ritmo era otro. Otra mi comprensión de las múltiples formas que tiene la felicidad. Cada cual construye su propio camino para alcanzarla.

Viaje

(Foto: Néster Núñez / LJC)

En los tres días que estuve allí, aguanté la respiración para sacar unas yucas, porque si no aguantas la respiración el cangre se parte. Y recogí aguacates teniendo cuidado con los nidos de avispas, y anduve pegado a la tierra, carmelita como ella, seguido casi todo el día por un perro que no le pierde ni pie ni pisada a los humanos.

Viaje

(Foto: Néster Núñez / LJC)

Algún día voy a salir de este país e ignoro qué voy a encontrar allá afuera. No sé cuánto voy a lograr, cuánto tendré que sufrir, porque no conozco la vida del emigrado. Lo que sí sé es que, si alguna vez me siento perdido, recordaré estos tres días: el campo, el rocío, las hormigas, la tierra roja entre las uñas; porque aquí he sentido, intensamente, que la vida es más que esa serie de pensamientos más o menos fijos que dan vueltas en el cerebro. Que el éxito no son likes en las redes sociales. Que dentro de cada uno hay mucha más felicidad de la que normalmente vemos.

Viaje

(Foto: Néster Núñez / LJC)

A mis amigos que están intentando construir su muy particular fortuna en medio de la Cuba en crisis que todos conocemos, les doy las gracias por enseñarme, y les deseo la mejor de las suertes.

22 octubre 2022 24 comentarios 2k vistas
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Libertad

El viento fresco de la libertad

por Mario Valdés Navia 17 octubre 2022
escrito por Mario Valdés Navia

Un fantasma recorre Cuba, el fantasma de la libertad. Ni alisios húmedos y calientes, ni frentes fríos continentales, azotan tan fuerte en estos tiempos como esa brisa constante, llena de zozobras, que sopla a todo lo largo del archipiélago. Cuando en determinados sitios surgen áreas de alta presión —apagones, hambre, encontronazos con la policía—, aparecen súbitas mangas de viento en forma de cacerolazos, manifestaciones, tánganas y consignas voceadas a pleno pulmón, que suelen incrementarse en momentos de oscuridad.

Si los miles de protestantes fueran pagados realmente con dinero del Imperio, hace rato que el valor del USD se hubiera depreciado en todo el país y hubieran quebrado los fondos del Gobierno estadounidense para fomentar la subversión. ¿Será la falta de mantenimiento a las termoeléctricas lo que ha lanzado a miles de cubanos y cubanas de todas las generaciones a las calles a protestar? Si ya tuvimos un 11-J en 2021, ¿cómo le llamamos a esto que anda recorriendo el país a ritmo de reality show: el Otoño Turbulento de 2022? ¿Cómo explicar lo que está pasando en la Siempre Fiel Isla de Cuba?

-I-

Los regímenes totalitarios parecen fáciles de etiquetar cuando el clasificador se atiene a rasgos muy generales: Estado omnipresente; líder carismático; partido único; clases sociales convertidas en masas; ficción ideológica; violencia física y/o simbólica contra todo tipo de oposición o disidencia; enemigo externo al que achacar todos los males. Pero estos elementos no bastan para comprender cabalmente, y mucho menos transformar, un país totalitario. Es preciso analizar cada nación con los lentes que lleva.

En cada caso concreto, estos rasgos adquieren multiplicidad de matices y suelen aparecer tan metamorfoseados por el contexto histórico-cultural de la época, que se torna casi imposible distinguirlos de otros modelos autoritarios, como dictaduras caudillistas y tiranías militares, quienes también coartan las libertades individuales. Cuando se trata de países donde estas son parte de la tradición política, el totalitarismo parece brotar espontáneamente de la propia historia nacional.

La creadora de la teoría del totalitarismo, la filósofa, historiadora y politóloga judía alemana/estadounidense Hannah Arendt (1906-1975), aseguraba que solo había conocido dos regímenes totalitarios: la Alemania de Hitler y la URSS de Stalin. En su escueta lista ni siquiera incluía a la Italia de Mussolini, debido a la ausencia en ella de lo que llamaba dominación total y su instrumento por excelencia: el Terror Total.

Libertad

Hannah Arendt (Foto: Museum of Jewish Heritage)

Aunque los epígonos de Arendt abrieron el espectro de regímenes totalitarios a todos los continentes, en el caso de Cuba suele abusarse de la supuesta influencia soviética al dar por sentado que se estableció un Estado a imagen y semejanza del estalinista. Basta un vistazo a la primera década de transformaciones revolucionarias para comprender que las limitaciones a las libertades individuales se manifestaban a la par que las contradicciones con el gobierno soviético en aquella etapa del llamado socialismo cubano (1960-1971).

Desde el triunfo del 1ro de enero de 1959, el Gobierno Revolucionario Provisional (GR), instaurado tras la victoria del Ejército Rebelde y la huelga general antigolpista, adoptó la forma de una dictadura militar con un ropaje civilista apenas disimulado. Las condiciones primigenias para ello fueron determinadas tempranamente: entrega por el presidente Urrutia a Fidel de su facultad de Comandante en Jefe de todas las fuerzas de Aire, Mar y Tierra de la República (2-1-1959) y aprobación por el GR de una nueva Ley Fundamental que le atribuía al Consejo de Ministros potestades legislativas (7-2-1959).

A partir de ese momento, el GR hizo y ejecutó las leyes —de hecho, es algo que no ha cambiado en esencia hasta hoy. El presidente quedaría como figura decorativa. Cuando el 16 de febrero del 59 se designó a Fidel como Primer Ministro, en sustitución de José Miró Cardona, este asumió a condición de: «tener el control directo de la política general».

Apenas habían transcurrido los primeros meses de 1959 y ya el estatus quo anterior al golpe de Estado del 10 de marzo ha quedado desmantelado en medio de la vorágine revolucionaria: cerrado el Congreso de la República; cesantes los funcionarios electos, sustituidos por comisionados designados por el GR; creados los Tribunales Revolucionarios; y establecidos organismos supraestatales como el INRA, capaz de ir más allá de la letra y el espíritu de la propia Ley de Reforma Agraria que le dio origen.

En mayo de 1959 Fidel afirmaría que la Revolución no era: «ni capitalista ni comunista […] entre el capitalismo que hambrea al pueblo, y el comunismo que resuelve el problema económico pero suprime las libertades […] nuestra revolución no es roja, sino verde olivo, el color del Ejército Rebelde que surgió del corazón de la Sierra Maestra».

Sin embargo, la liberación de la tiranía de Batista y el inicio de una profunda revolución social encarnaban ya en una dictadura militar de corte bonapartista, donde el líder adoptaba medidas de amplio beneficio popular y el pueblo le entregaba facultades omnímodas para conducirlo sin cortapisas, según su voluntad. Era el inicio del fin de la libertad ciudadana, principio rector de la República y valladar más seguro para evitar la creación de un Estado totalitario.

Libertad

Manuel Urrutia Lleó, Fidel Castro y otros miembros del gabinete del primer gobierno revolucionario de Cuba. (Foto: Archivo / Cubadebate)

-II-

A pesar de la decadencia económica sostenida, las oleadas migratorias y los altibajos políticos de medio siglo de Revolución en el Poder; nunca como hoy se había puesto en aprietos internamente al modo de gobernanza establecido desde 1959 por el Gobierno/Partido/Estado. Ni siquiera la debacle del modelo estatizado durante el Período Especial, ni las tímidas reformas iniciadas en 2008, modificaron tanto la correlación de fuerzas internas hasta llegar a las actuales protestas y enfrentamientos callejeros —aun en modo golpizas inmisericordes de un solo lado.

Las condiciones para la brega libertaria popular se han agudizado desde 2019. De ellas, tres me parecen cardinales: falta del líder carismático con el que la masa había sellado un peculiar e intransferible contrato social; entrega de la economía nacional a los intereses particulares de grandes accionistas nucleados en un consorcio empresarial de origen militar (GAESA), en detrimento de todas las demás esferas; y acelerado deterioro de la actividad económica y el nivel de vida, crisis demográfica y despoblamiento acelerado, sin que el Gobierno/Partido/Estado haya tomado ninguna medida eficaz para revertir tan funestas tendencias.

Por otro lado, un grupo de factores concomitantes están propiciando estos aires de libertad que frotan las mentes de cubanos y cubanas y, cual lámpara de Aladino, despiertan sentimientos, valores y actitudes que aparentaban estar muertos cuando solo dormitaban. Entre ellos: el fin de la ficción ideológica totalitaria a partir de la pérdida del monopolio de la información masiva por parte de los medios estatales; aproximación entre la población de la Isla y los emigrados, e incremento de los nexos en ambas direcciones; posibilidad de comunicación en tiempo real con el resto del país y del mundo a través de las redes sociales por datos móviles.

Todo parecía indicar que el carácter cerrado, esotérico y hasta mitológico de que hacían gala la dirección cubana y su estilo de gobernanza hasta la primera década del siglo XXI, contribuía decisivamente a mantener la ficción ideológica en gran parte de las masas, aún en tiempos de Internet, condición sine qua non para garantizar la supervivencia de su poder omnímodo.

No obstante, al convertirse la telefonía celular en un lucrativo negocio de GAESA se aceptó la posibilidad de obtener cuantiosos ingresos oligopólicos con la extensión de los servicios digitales y las redes sociales. Ello dio al traste con aquellas reticencias comunicativas y abrió las puertas a un potente flujo libre de información. Como bien saben los políticos inteligentes, este es un factor capaz de disolver cualquier mito, leyenda, o precepto ideológico fosilizado en la mente colectiva durante décadas, por el simple recurso de la confrontación de evidencias y la erosión del adoctrinamiento.

Libertad

Desde el 2019, cuando la tiranía de GAESA empezó a engullir más aceleradamente la economía nacional, y la crisis de los servicios profesionales al exterior se agudizó ante las medidas de arreciamiento del bloqueo del presidente Trump; la crisis estructural del socialismo estatizado y burocrático tocó fondo y, al no poder revertirse, entró en metástasis. Cada día que pasa sin que se instaure un nuevo modelo de desarrollo: mixto, participativo, abierto a todos los cubanos y al mundo, es un día más de muertes, migraciones y estrés para la población de la Isla.

Mientras el Gobierno/Partido/Estado y sus medios oficiales intentan mantener la ficción ideológica, la ciudadanía parece haber hecho suyas las palabras del Maestro: «O se habla lo que está en el país, o se deja al país que hable». Él, que tanto predicó y organizó para evitar que el despotismo se instaurara en la república cubana, también advirtió: «La libertad cuesta muy cara, y es necesario o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio».

Cada día son más los cubanos y cubanas que deciden seguir el apotegma martiano desde el lugar, carácter y posibilidades de cada uno. En protestas callejeras, artículos científicos, posts en redes sociales, aulas y cátedras, paradas de ómnibus y sobremesas familiares. Como siempre pasa durante la crisis de los regímenes totalitarios, la liberación será, en primer lugar, un acto volitivo personal que se hará cada vez más colectivo.

Es vencer los propios miedos, sobrepasar las circunstancias y trascender la jaula de los estereotipos, ideologías y mitos que ensombrecieron nuestro entendimiento temporalmente. Los frescos aires de la libertad soplan cada vez más fuertes y son capaces de disolver cualquier niebla totalitaria.    

17 octubre 2022 34 comentarios 2k vistas
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Ian

Ian sin nada

por Jorge Fernández Era 2 octubre 2022
escrito por Jorge Fernández Era

―¡Ese noticiero no aprende! ¡Ni reuniéndome con ellos todas las semanas logran darme un respiro! ¿Tú viste el de hoy al mediodía, cuadro?

―¿Qué pasó?

―Que los mexicanos nos enviaron el primero de una decena de aviones con cien toneladas de insumos para restablecer el sistema eléctrico.

―Está bien divulgarlo, ¿no?

―¡Pero a quién se le ocurre poner a una funcionaria del aeropuerto de Varadero declarando sin más que «Cuando arribaron estas aeronaves, ustedes vieron que estaba lloviendo fuerte, y además coincidía con el cambio de turno de los trabajadores: los que salían por la mañana y los que entraban». Más fuerte que la lluvia fue imaginarme a la nave aérea dando vueltas y vueltas sobre Matanzas hasta quedarse sin combustible, en espera de que un turno relevara al otro.

―Peor fue perder la oportunidad de celebrar el aniversario 62 de los CDR con una gran caldosa donde la gente echara la comida que tenía en los refrigeradores. Total…

―Hay que tomar medidas. Comunícate con el presidente…

―¿Con Canel?

―…del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba. Que unifiquen los cambios de turno en todos los aeropuertos, y que en base a eso las compañías aéreas reestructuren sus horarios de llegadas y de salidas… o cualquier día ocurre una desgracia.

―¿Más desgracia que esa mujer diciendo tal barbaridad?

―No fue la única. Si el presidente…

―¿Del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba?

―…del Consejo de Estado y de Ministros, que se supone que es el presidente, ha dicho más de una vez que para resolver el problema de la vivienda hay que construir una diaria por municipio…

―…y nadie le hace caso.

―¿Cómo van a dejar que aparezca el director de la vivienda en Pinar del Río expresando que alrededor del sesenta por ciento del patrimonio habitacional de la provincia ha sido dañado por el huracán Ian, es decir, más de cincuenta mil viviendas? ¿Nadie saca cuenta de que, aun cumpliendo con Canel, y con once habitáculos diarios, la provincia no resolverá el problema ni en una década? ¿Será que no aterrizan?

―Por el cambio de turno. Se demuestra que no es lo mismo una visita del presidente al barrio La Guayaba, que una guayaba del presidente.

―La propia periodista confesó que Pinar del Río, desde otros ciclones, arrastra un déficit de seis mil viviendas. ¿Pensará ese que en el futuro no habrá más meteoros en la región occidental?

―No es por justificar al director de Vivienda de Pinar, pero si el primer secretario sugiere que hay que construir más consistentes las casas de tabaco, es loable que alguien se preocupe por las casas de los que se lo fuman.

―¿Se te ocurre algo en esa dirección, alguna propuesta que pueda ser considerada un aporte a la resistencia creativa?

―No sé si sabe, jefe, que en materia de viviendas tenemos cuatro tipologías constructivas. La tipología 1 se constituye de paredes y cubierta sólidas.

―Las nuestras.

―Tipología 2, con paredes sólidas y cubierta de tejas francesas o criollas.

―Las de La Habana Vieja.

―Tipología 3, paredes sólidas y cubierta ligera.

―Volaron sus techos en la mayoría de los casos.

―Y la cuarta tipología, de paredes de madera de quinta categoría y cubierta ligera inclasificable.

―Las que perdieron todo. ¿Según tú la solución es construirlas con tipología 1?

―Con tipología 5.

―No mencionaste esa.

―Habría que inscribirla a nombre nuestro como innovación. Cogemos la tipología 4 y le adicionamos en los cimientos un refugio. Los vietnamitas tienen experiencia en eso. Marrero anda por allá y podría pedirles asesoría.

―No está mal.

―Le quitamos medio metro a cada habitación y agregamos al proyecto arquitectónico un altar, para que la gente rece ante cada parte meteorológico.

―Magnífico. Ayer mismo pensaba en todas esas familias sin techo y se me ocurrió, fiel a nuestra divisa de convertir los reveses en victoria, que entre los ministerios de Educación y de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente podría firmarse un convenio para crear en dichas comunidades Círculos de Interés de Astronomía, aprovechando que cada uno de esos hogares, de cierta manera, se ha convertido en un planetarium.

―¿Y si la población no entiende?

―La mandamos a 23 y M.

―¿A la televisión?

―No, a la sede del Partido Provincial de La Habana. Que Torres Iribar los atienda. ¿No es él quien dice que protestar es un derecho?

2 octubre 2022 9 comentarios 1k vistas
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Cubanos

Mientras tanto… los cubanos se mueven

por Gustavo Arcos Fernández-Britto 26 septiembre 2022
escrito por Gustavo Arcos Fernández-Britto

Hace una semana, en La Habana, un grupo de jóvenes aspirantes a la facultad de medios de la Universidad de las Artes (FAMCA) realizaba sus exámenes de aptitud. Para el ejercicio final debían imaginar una historia, que en forma de película o dramatizado radial tenían que exponer ante el tribunal. Se les dieron varios pies forzados (¿extraídos de un cancionero de Ricardo Arjona?), invitándolos a construir sus relatos a partir de motivaciones muy generales como: desde mi ventana descubrí…,  te miré a los ojos y no te encontré, o yo nunca me fui, siempre he estado aquí.

No es la primera vez que se aplica este tipo de ejercicio, donde ellos pueden mostrar creatividad, habilidades para narrar, desarrollar personajes, idear una puesta en escena y ciertos conflictos. Debo decir que alrededor de cuarenta estudiantes de todo el país llegaron a esta instancia luego de superar varias pruebas. El proceso eliminatorio es duro, tenso y en múltiples ocasiones se torna dramático, porque de cierta forma está en juego el futuro de muchos de ellos.

Imagino sus rostros, sus angustias, deseos. Yo también pasé alguna vez por ahí, así que puedo fácilmente reconocerme en sus miedos, incertidumbres, sueños. Pienso especialmente en los muchachos que han llegado a La Habana desde sus provincias para presentarse a estos exámenes, conjurando todo tipo de adversidades, no solo formativas o económicas, sino también existenciales. ¡Cuántos sacrificios de sus padres y de ellos, pues algunos crecieron en ámbitos donde apenas existen prácticas artísticas!

Por eso no me sorprende que detrás de esas historias haya mucho de sus vivencias. Los relatos sobre violencia y separaciones, desarraigos y exclusiones, no fueron casuales. Sus miradas, lágrimas, gestos, no son impostados. No se habla con tanto sentimiento de la soledad, la vejez, los intentos de suicidio, la falta de afectos o el desamor, sin haber transitado por esos territorios. Dramas realistas, contemporáneos y descarnados, donde siempre alguien parece escapar hacia alguna parte.

Recuerdo que las historias que se contaban en otros años, también trasmitían angustia y temor ante la vida. Muchachas violadas o maltratadas, matrimonios rotos, padres agresivos, profesores corruptos, entornos criminales donde alguien engañaba o imperaba una doble moral. Nada que ver con la imagen idílica que mostraban los medios oficiales sobre nuestras escuelas y adolescentes. No eran simples ficciones. Era el testimonio de sus experiencias en los preuniversitarios en el campo o las ciudades, el servicio militar, la vida que conocían en sus barrios y comunidades.

Cubanos

Jóvenes cubanos en el servicio militar. (Foto: Archivo)

Algunos colegas se preguntan cómo puede haber tanta oscuridad y desesperanza en la mente de estos jóvenes. Bueno, solo están siendo fieles al mundo que les rodea. Esa es también la imagen de Cuba grabada en sus ojos.  

Mientras tanto, en la televisión nacional el presidente se reunía con trabajadores de la empresa eléctrica. El país lleva meses prácticamente paralizado ante el crónico déficit de energía, pero el sector no solo enfrenta los problemas de obsolescencia tecnológica, sino que también carece de fuerza laboral porque sus empleados están renunciando. La única solución que se le ocurre al mandatario es decirle a los administradores que demoren el papeleo, o los convenzan para que no abandonen, porque toda esta situación pasará muy pronto. Es algo transitorio, afirma el presidente, quien prometió que para diciembre todo el problema electro-energético estará resuelto.

A veces pienso que nuestros dirigentes creen que los ciudadanos tenemos amnesia; pero ya hemos pasado por ahí, no una, sino múltiples veces. Proyectos, campañas, discursos, planes y consignas triunfalistas han inundado y acompañado nuestra existencia durante décadas.

Promesa y sacrificio, son el feliz matrimonio que hace apenas dos años celebraba en la Cuba revolucionaria sus bodas de diamante. No hay pareja que guste más a las autoridades y sus voceros que esta. La táctica es mantener siempre a la gente ocupada en alguna «grandiosa» labor, que los llevará hacia adelante y hará de la Isla un país mejor. De ahí que todo cuestionamiento sea visto como impugnación al sistema o modelo, siempre trazado por el Partido, que «sabe lo que hace».

Así, tuvimos una Campaña de Alfabetización, un Plan Niña Bonita, un Cordón de La Habana, las UMAP, una Ofensiva Revolucionaria y una Zafra de los diez millones. Luego, cuando el sueño se vino abajo, aparecieron la Rectificación de errores, el Plan alimentario, los hidropónicos, el plátano microjet y los Contingentes de la construcción. Más adelante, la Batalla de ideas, los Lineamientos y ahora el Ordenamiento. ¿Cuántos recursos han consumido esas… tareas? ¿Y cuánto de nuestras mejores energías, tiempo de vida y esfuerzos hemos empleado en ellas?

De un macroproyecto pasamos a otro, que en esencia es el mismo pero con diferente nombre. Todo vuelve a repetirse, pero en una espiral cada vez más perversa en la medida que son actos que —especialmente en las últimas décadas—, no generan beneficios duraderos ni progreso real. Tal cuestión no le importa al Partido, totalmente consumido por su propia inercia, palabrería y soberbia. Lo terrible es que en ciertas instancias consideran que así mantienen viva a la Revolución.

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¿Cuántos recursos han consumido esas… tareas? ¿Y cuánto de nuestras mejores energías, tiempo de vida y esfuerzos hemos empleado en ellas? (Foto: ¡Ahora!)

Como los primeros que la han destruido —anulando sus propósitos y significados—, son muchos de los que dicen defenderla, cada día hay más ciudadanos que toman distancia de todo ese teatro de ilusiones y apariencias. La gente se cansa, abandona, se agota. No es solo una cuestión de ideología, es también ya un distanciamiento que se produce en lo físico, manifestado en los cientos de miles que emigran o se apartan.

Renunciar a un puesto de trabajo, pedir licencias, no cumplir un servicio social, abandonar los estudios, buscar una beca, proyecto o práctica fuera del país, quedarse incluso en casa para «luchar», son articulaciones que muestran también un disenso hacia lo que el Estado representa o promueve. Una forma de decir: ¡basta!

Ni siquiera el aumento de salarios o los incentivos que en algunos sitios se han aplicado para atraer a nuevos trabajadores, tienen ya significado. Sectores como el turismo o las telecomunicaciones, que años atrás resultaban tentadores y competitivos para el mercado laboral, tienen ahora mismo miles de plazas vacantes. Con una moneda tan depreciada el valor del trabajo carece de utilidad, porque la vida hay que buscársela en otra parte.       

Deportistas, intelectuales, médicos, profesionales y técnicos se marchan en cuanto tienen la primera oportunidad. Ya es raro encontrar alguna familia que no esté viviendo la angustia de esas partidas y separaciones, pendiente de las llamadas o noticias de sus hijos, quienes cruzan no solo el mar, sino también las selvas y el desierto.

Como una mueca a la historia y a toda la vacua propaganda oficial emitida durante décadas, la gran mayoría de esos emigrantes, gente talentosa y joven, tiene como destino y horizonte de realización personal al «imperio del mal».

Cuba es hoy un país completamente dependiente del capital extranjero, no importa si lleva el nombre de remesas, préstamos, ayudas o inversiones. Una nación endeudada y por tanto debilitada que, como un peón, debe moverse en el tablero de la geopolítica según los intereses de las grandes potencias. Ya no es faro de nadie, porque ni siquiera tiene energía para mantenerlo encendido.

¡Revolución, tanto que nadaste para morir en la orilla!

Mientras tanto, en Europa, Canadá y Estados Unidos el cine cubano independiente se abre paso. No son películas del ICAIC, no han sido aún exhibidas en Cuba. Quizás demoren en hacerlo. Sus realizadores o artistas alguna vez pasaron por la facultad de medios y también contaron o inventaron las historias de sus vidas.

Es lo que hace ahora Carlos Lechuga al presentar su más reciente filme Vicenta B (2022), rodado en localidades del Vedado y Guanabo hace un par de años. Inspirado en la vida de su propia abuela, Carlos desea hablar de la familia cubana y de cómo esta, cada vez más, siente la pérdida de toda esperanza. Vicenta ha visto partir a su hijo y eso la ha dejado sin fuerzas.

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Ella, que siempre fue capaz de leer el futuro a través de las cartas, ahora no tiene respuesta a las incertidumbres y angustias de los que la visitan pidiéndole ayuda. Miedo, parálisis, exilio, renuncias, vacío. Sensaciones extrañas que Carlos Lechuga conoce muy bien, pues transitó por todas esas experiencias cuando su obra anterior, Santa y Andrés (2016), fue prohibida por el entonces ministro de Cultura, Abel Prieto.

Censurar, amenazar, silenciar. Tres acciones que rodearon la vida del poeta Heberto Padilla a inicios de los años setenta. Pavel Giroud, desde España, lleva a la pantalla el vía crucis del conocido intelectual cubano, rescatando para su documental, El caso Padilla (2022), imágenes de archivo, testimonios y momentos inéditos que desnudan el macabro juego del poder contra las figuras que le son incómodas.

El socialismo nunca se ha llevado bien con sus críticos, menos aún si estos son intelectuales que denuncian, a través de sus obras, los males del proceso. Padilla fue detenido por «conspirar contra la Revolución» y luego de casi cuarenta días de arresto apareció en la UNEAC haciendo su famosa autoinculpación. El mea culpa fue tan exagerado y absurdo que se ha interpretado como una burla a sus propios captores.  

Como en otros filmes documentales de cineastas cubanos en años recientes, Pavel revisita la Historia desde otras perspectivas, adentrándose en uno de sus episodios más oscuros y olvidados, para encontrar no solo las claves de su nación, sino también para develarnos cómo los instrumentos del mal operan sobre las conductas humanas.

Pavel sabe que todas esas articulaciones perversas del poder siguen presentes en la Cuba de nuestros días. Los interrogatorios, las denuncias, el acoso, las regulaciones y la vigilancia no terminaron con el caso Padilla.

CubanosMientras esto sucede, un conglomerado de medios financiados por el Partido y su Departamento Ideológico se expande aceleradamente por las plataformas oficiales de comunicación.

Los nuevos empoderados no tienen freno, y muchas veces ni siquiera ética, porque no se puede emitir un discurso crítico hacia tus rivales (que no estaría mal) y reproducir los mismos gestos o métodos que cuestionas. Dime de qué alardeas y te diré de qué careces. Acomodados en su tribuna, la televisión y prensa nacionales, pueden decir lo que quieran, atacar o sembrar sospechas, sin permitir luego el debate o la réplica de sus víctimas en el mismo espacio, así que: ¡Yo hablo y tú te callas!

¿Dónde está entonces el punto? ¿Por qué debo abrazar sus ideas, si responden a un fundamentalismo que debe ser superado? Nuevos conductores, blogueros, influencers, realizadores y periodistas se consideran la fuerza moral de la Revolución, sus salvadores, no importa si tienen que utilizar rostros y perfiles falsos para ello, a fin de cuentas, en el mundo virtual a quién le importa eso. Son los actores y actrices que cumplen disciplinadamente su rol en el teatro o juego de apariencias en que se ha convertido la Revolución.   

Como una secta, se citan en determinados espacios donde siempre confluyen las mismas personas, a escuchar a dos o tres artistas que les siguen la corriente y deben rotarse para cubrir las actividades del mes. Mientras conversan y beben, en las pantallas del local se pasan videos de Buena Fe y del programa Con Filo, así cargan energías para enfrentar a los «enemigos y mercenarios» un día después.    

Obsesionados con «desmantelar las manipulaciones del imperio», se entretienen en todo tipo de boberías mediáticas, armando editoriales, «artículos de opinión» e intervenciones públicas alrededor de ello. Descalificar al sujeto resulta esencial. Un post de Facebook, un comentario en redes sociales, las directas que un bloguero cualquiera emite en su canal personal; son sobredimensionadas y tienen que ser respondidas de inmediato por nuestros «especialistas de la comunicación», empleando tiempo, recursos y energía.

Es la cultura de la guapería institucionalizada por el poder. Son como los niños de una escuela primaria, que se citan a las cuatro de la tarde para caerse a piñazos en el patio de la escuela.

Y es que no puede hablarse de ética, valores y principios, si no se empieza por limpiar toda la basura que tienes en tu propia casa. Pero no, es más cómodo y seguro hablar de lo mal que está el planeta porque, a fin de cuentas, la UJC o el Partido les dieron casa y privilegios en La Habana.  

¿Qué más da lo que sucede en otras partes, si aquí ocurren cosas similares o peores? ¿Dónde están tu integridad, tu moral, tus principios si miras hacia otra parte mientras el país se derrumba a tus pies? Las estadísticas no me sirven. No resuelven la miseria, el hambre o la violencia que ahora mismo se expande por toda la Isla. No consuelan a los padres que ven partir a sus hijos, ni a las niñas o mujeres que son maltratadas y asesinadas. No ponen alimento en la mesa, no arreglan una vivienda, no hacen mejor la vida de los ciudadanos.

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No ponen alimento en la mesa, no arreglan una vivienda, no hacen mejor la vida de los ciudadanos. (Foto: Laura Rodríguez Fuentes/CubaNet)

¿Cómo puede hablarse de un socialismo más humano si tenemos un sistema que cada día, por su ineficacia y algunas leyes, empuja a los ciudadanos hacia la deshumanización?

Si desde el Gobierno o Partido (que son la misma cosa) se emite una disposición que genera enorme descontento popular, o coloca a la ciudadanía al borde del colapso, el problema no está en «los enemigos de la Revolución» ni en el bloqueo, sino en aquellos que la suscribieron utilizando su nombre.

Rechazar, protestar, ejercer el activismo social en alguna de sus formas, no es ir contra la paz de la nación, es oponerse a los que, al dictar tales leyes, parecen empeñados en provocar el caos. Un cartel contra el gobierno, una canción, un filme, no generan ningún tipo de crisis social. En cualquier caso, serían un eco, una señal que debe atenderse, de que las cosas marchan mal.

Sin embargo, una ley dictada por el gobierno caerá sobre los hombros de millones de ciudadanos y sus familias. Si hay alguien a quien debe sancionarse por desestabilizar al país, no es a aquellos que escriben un texto, hacen un performance artístico, un video, o se expresan en las redes sociales; pues sus «gestos subversivos», por demás legítimos, no tienen el más mínimo impacto en la vida de los ciudadanos, como sí lo tienen las decisiones del gobierno.

Ni el imperialismo, ni la CIA, ni el bloqueo pudieron con la Revolución cubana. No les hizo falta. Ella fue derrotada por los propios revolucionarios.

26 septiembre 2022 60 comentarios 3k vistas
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