A cinco días del referendo para el Nuevo Código de Familias, el debate sigue perfilándose hacia el matrimonio LGBTIQ+, la patria potestad y la autoridad que ganan los abuelos para ser tutores legales de los nietos que hayan quedado a su guarda.
Puede que las carencias sociales y económicas que atraviesa el país actualmente hayan acaparado la atención de la población cubana al punto de no permitirle el análisis profundo de este documento. Sin embargo, el referendo no puede aplazarse infinitamente.
Quienes sentencian que “los derechos no se plebiscitan”, los que prefieren perder cualquier garantía con tal de no ver a personas de un mismo sexo besándose en la calle, y aquellos que no han abierto una página del Código deberán votar junto a otro grupo que ha leído, releído y opinado sobre la nueva propuesta.
El apoyo y atención que recibe una ley a la hora de implementarse depende, entre otros factores, del contexto y la opinión popular sobre su realidad inmediata.
En el segundo capítulo de Visiones del Nuevo Código de Familias los entrevistados dejan saber qué preocupaciones están rigiendo el estado de opinión sobre el proyecto de ley.
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