Debido a la repentina aparición en los medios sobre el tema de la unificación monetaria, con explicaciones sobre la razón por la que fue necesario la introducción de una segunda moneda en el país, sus pro y sus contra, y el por qué de la vuelta a una sola moneda, se han producido múltiples comentarios a favor y en contra. Me ha sido económicamente imposible acceder a todos, pero tengo la impresión de que hay una arista que no se ha tenido en cuenta y que el Banco Nacional (BN) no ha aclarado. Me refiero a cuál será la tasa de cambio CUC-PESOS, cuando finalmente decida sacar de circulación al primero.
He conversado con varias personas al respecto y todas me han dado la misma respuesta: 24 Pesos por cada CUC. Debo aclarar que aunque tengo un Diplomado en temas económicos, no es ese mi perfil de trabajo, ruego a los economistas que entiendan mis próximas palabras como las de un aficionado.
La tasa de cambio 24×1 es la que ha regido a manera de transacción económica, entre el BN y los interesados en cambiar monedas. Hasta donde conozco, en todos los lugares del mundo el banco cobra por ofrecer un SERVICIO, y he puesto servicio en mayúsculas, porque considero que ahí es donde está la trampa mental. Si los CUC los tenemos en nuestros bolsillos, y acudimos al banco a cambiarlos, la institución tiene todo el derecho, de cobrar por ofrecernos el servicio, otra cosa es para los CUC que están depositados en cuentas, las que dice el BN respetará.
La decisión de crear y desaparecer la segunda moneda, no fue de la población, fue del BN, por lo tanto no puede aducir que nos estará prestando un SERVICIO cuando decida sacar de circulación al CUC, y tenga que llevar a una cuenta en pesos el equivalente a la existente en CUC, o entregarlos físicamente a los dueños de las cuentas actuales.
Es un hecho, hoy no es posible fijar cuantitativamente, cuál debe ser el valor justo, pero sí podemos fijarlo cualitativamente.
El valor de cualquier moneda, se expresa por la capacidad de compra que posee. Para explicarlo mejor, voy a hacer lo mismo, que ha hecho en otras ocasiones el periódico Granma. Supongamos que hoy es el día que dejará de circular el CUC, y usted tiene una cuenta en el banco por valor de 100 CUC, deberán entregarle entonces, el equivalente al valor de compra según los precios actuales, de esos 100 CUC, (100 x 25) o sea, 2500 pesos, en lugar de los 2400, que muchos piensan al creer, que le estarán vendiendo sus CUC al BN, por lo que éste, tendría el derecho de cobrar una comisión.
Tiendas en USD, medias verdades.
Hace casi un año, el gobierno decidió crear una red de tiendas, para vender directamente en USD, con el objetivo de enfrentar la difícil situación económica del país y traer divisas frescas, para impulsar la producción de la industria nacional. Poco ha sido el apoyo en las redes, pero llama la atención que esas tiendas tampoco escapan de las grandes colas y aglomeraciones.
A simple vista, podríamos decir que hemos vuelto al inicio, cuando en los años ’90, surgieron las TRD y tiendas similares, en aquella época, pocos eran los que podían acudir a comprar, en relación al total de la población. Aun así, no puede negarse que ayudó a reactivar la economía nacional y por momentos nos ha parecido haber dejado atrás al Período Especial. Cierto que no se aprovechó adecuadamente el beneficio, por lo que hoy se repite la historia.
Como me gusta ser realista, no me opongo per se a la medida, pero si me refiero a ella es porque odio las mentiras. Cuando se refirieron al tema de los precios a los que se venderían los productos, dijeron que se tomaría como referencia los precios en el área, algo que se puede considerar justo. No obstante, ayer pude visitar una de esas tiendas, y vi que los precios de los productos eran los mismos que antes estaban en CUC, sólo cambiaron el nombre de la moneda.
Nunca cuestioné cuando explicaron el motivo, de los altos precios cuando surgieron las TRD, y demás comercios en divisas, pero la situación no es la misma, han quitado muchas de las razones de entonces, y lo peor de todo, mienten cuando intentan negar los irracionales impuestos, que forman parte de los precios actuales. Vuélvase a explicar a la población las razones, pero no mientan, pues entonces hacen pensar que ocultan culpas o razones deshonestas.
El bloqueo se puede burlar.
En este mundo tan globalizado, es irracional no mirar alrededor y aplicar el benchmarking. Está demostrado que si lo sabemos aplicar mejoraremos aquello que decidimos comparar. En nuestra área geográfica, un país está enfrentando un bloqueo y presiones como pocas veces, o posiblemente nunca, hemos tenido que hacer frente nosotros. Recientemente me llamó mucho la atención una noticia: “Empresas Iraníes abrieron mercados en Venezuela”. Esto fue producto de un acuerdo entre los gobiernos de Irán y Venezuela para combatir el desabastecimiento en ese país hermano.
Un poco en broma, pensé cobrar un par de Petros al presidente Nicolás Maduro por haberme robado la idea, pero recordé que no la había publicado. Porque sí, en el verano del año pasado, a raíz de unas palabras del Presidente Díaz-Canel, reflexioné sobre qué podría hacer Cuba para zafarse de la persecución económica del bloqueo. Tras pocos minutos y recordando haber leído y escuchado varias veces que anualmente al país entran, según medios oficiales, entre mil y tres mil millones de dólares en concepto de remesas, noté que esa es una cantidad apreciable y cercana de lo que los economistas dicen debe invertirse si deseamos emprender la ruta del desarrollo.
Foto: @drummer4uva72894 via Twenty20
También me vino a la mente que China es el país que ofrece mejores precios y créditos. Pues entonces, por qué no negociar con China u otro(s) país(es) una vía para utilizar ese potencial de la mejor manera. Seguro de abrirse en el país mercados abastecidos y administrados por extranjeros, los productos estarían accesibles para más personas. La costumbre en otros países es vender todo lo posible como vía para maximizar ganancias, en lugar de nuestra práctica de maximizar ganancias vendiendo lo menos posible.
Se podría además, negociar que los comerciantes compren a los productores cubanos de primera opción, pagando los productos a precios internacionales según su calidad y en divisas, lo que incentivará a productores nacionales elevar la calidad de sus ofertas. Para los que pregunten cómo se beneficiaría el Estado, la respuesta es simple: como cualquier otro negocio, ofreciendo los servicios básicos incluida la mano de obra, pero además, puede poner como condición que se invierta en el país un porcentaje de las ganancias. Cada vez que escuchemos culpar al bloqueo de nuestros problemas, no nos mienten, pero si hay maneras para romperlo que no se tienen en cuenta.
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