Por Tatu
Primer Caso: Yoani Sánchez
Yoani recientemente en uno de esos tantos sitios que le hace coro a todo lo que ella dice (bueno a casi todo porque la entrevista donde la hicieron “papilla” no la publicaron) reconoce que las elecciones en Cuba son un suceso pacífico donde son los pioneros quienes custodian las urnas: “Mi hermana y yo íbamos con nuestros uniformes escolares los domingos de sufragio para hacer el saludo marcial cada vez que alguien introducía la boleta en la ranura”, claro no pierde la oportunidad para enviar el mensaje de que Cuba es una sociedad militarizada, por eso en lugar de referirse al saludo con que nuestros niños (y tantos en el mundo) saludan la bandera nacional, ella dice “saludo marcial”, pero bueno sigamos.
A esa edad para todos los niños es un reconocimiento participar en las elecciones, estar ahí con su uniforme, ser partícipe de algo que aunque a esa edad no entendamos del todo, notamos que es un proceso que los mayores asumen con respeto, sin embargo las motivaciones de Yoani y su hermana eran diferentes: “Recuerdo tres motivos al menos para participar en aquellas elecciones: creíamos aún en que el poder del pueblo era poder, no era posible decir un “no” si la maestra –con toda su autoridad– nos convocaba y, además, en aquellas jornadas repartían un pan con queso muy sabroso. No me perdía una, la verdad, pues nos entregaban también un jugo de frutas –en envase parafinado– que era imposible de probar en otras circunstancias, en medio de tanto racionamiento.” Sin dudas eran muy precoces esas muchachitas…
Más adelante ella pone en boca de una vecina la absurda afirmación de que en la mesa electoral, las boletas las entregaban con folio que las identificaba y habla de personas que fueron reprendidas por anular la boleta.
Al final en una de sus constantes incongruencias (lean la entrevista que recientemente le realizó el periodista Salim Lanrami) ella que al inicio dice que al crecer pasó a ser “esta adulta con varios años de abstencionismo a sus espaldas”, afirma sin embargo que al concluir las elecciones y comparar las cifras oficiales, con el número de amigos y familiares que habían invalidado su boleta, los números no cuadraban.
Conclusiones:
- Yoani era una “contratista” que cuidaba las urnas por comida. (desde chiquita fue flaca)
- Dejó de votar porque le dijeron que las boletas “estaban marcadas” y no confiaba en el proceso.
- Yoani es una mala amiga, porque a pesar de saber que las boletas “estaban marcadas” no se lo dijo ni a su familia ni a sus amigos.
- Yoani no vota más hasta que en Cuba haya un capitalismo sui géneris, como ella desea, donde no exista la privatización, sino que se privaticen las cosas.
Segundo caso: Guilermo Fariñas.
En una verdadera disertación de cultura política, Fariñas acaba de desenmascarar las elecciones cubanas como una “farsa”, según uno de esos sitios que pululan por ahí y que están “luchando el billete” con el negocio anticubano.
Según el analista Fariñas en Cuba: “La postulación no es libre, es a través de la mano alzada de los vecinos, que tendrían que enmarcarse ante los órganos competentes, reflexivos y de control político para votar por que un opositor sea candidato, o para que una persona que no sea miembro del partido sea candidato”. No me imagino que postulación puede ser más libre que ser elegidos por tus vecinos, los que hacen la cola en la bodega, trabajan limpiando la cuadra o compartiendo la caldosa que entre todos hicieron para festejar un aniversario más de la creación de los CDR. Me imagino que para el COCO (me imagino que se refieran a él cuando asustan a los niños) la postulación libre es cuando usted gasta millones de dólares, en la campaña y engaña a todos con una promesas electorales que después no cumplen.
“El pueblo cubano lo que va a protestar de manera callada, anulando boletas y dejando de ir a votar, los que tengan menos miedo”. Agrega el analista y extraña forma de protestar tiene el pueblo cuando hasta las 5 de la tarde habían ejercido su derecho al voto 8 094 419 cubanas y cubanos, cifra que representaba el 93,49% de los electores registrados cuando faltaba una hora para dar por concluidos los comicios. Así lo dio a conocer Ana María Mari Machado, presidenta de la Comisión Electoral Nacional.
Se afirma que el COCO recibió la boleta en el hospital donde se encuentra haciendo la huelga de hambre y sed más sui géneris de la historia, y escribió consignas contra la revolución.
Conclusiones:
- Para el COCO, elección libre es cuando el billete corre a “trocha y mocha”
- El pueblo cubano es como los búlgaros cuando dice que sí, quiere decir que no.
- Si Fidel mandó su boleta en un sobre, él le ganaría, por eso utilizó saco.
- No va a parar la huelga de hambre y sed hasta que rompa el record mundial que él mismo posee de 7 meses.
Tercer Caso: Martha Beatriz Roque
«Ya puedo votar en las elecciones y pagar impuestos en España», dice satisfecha, al recibir la nacionalidad española, sin duda ella tiene fijación con eso de votar por otros presidentes (bueno en realidad es su presidente) cuando en una ocasión votó por el presidente Bush en las elecciones del 2004, en un simulacro realizado en la oficina de intereses. (La foto está al final).
El Caso de esta señora es especial, recuerden que ella recibe dinero de la Fundación Rescate Jurídico, que pertenece al terrorista Santiago Álvarez Fernández Magriñat.
Conclusiones:
- A ella le gusta votar por la gente de “afuera”
- Cuando empiece a pagar impuestos en España, empieza a “extrañar” y regresa como Yoani.
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