Se ha generado mucha polémica alrededor del post publicado por Harold donde daba sus criterios sobre el finalizado Twitthab 2.0. En lo personal creo que fue demasiado duro con el encuentro, hemos hablado sobre el papel de los blogueros muchas veces y comparto sus preocupaciones pero sin dudas el post dejó un mal sabor en muchos amigos.
Quizás si los demás supieran que Harold ese día tuvo que ir de Santa Clara a la Habana para asistir, para luego regresar a Matanzas por la noche, perdiéndose así todo lo que ocurrió luego del parque, podrían entender un poco más el dolor que desprende el post. Quizás se trate de la frustración del que sabe cuánto falta por hacer y se sienta culpable por no ir directo al asunto. Harold a menudo se refiere a la responsabilidad que tenemos los blogueros, no es de extrañar que esa presión le pase factura a unos más que otros.
El Twitthab 2.0 es bueno si propicia el encuentro de un grupo de personas que desean lo mejor para nuestro país. El Blogazo que realizamos aquí en la Universidad de Matanzas nos sirvió para conocernos personalmente muchos de los que antes solo nos conocíamos a través de las redes sociales, luego muchas de esas amistades se consolidaron con el tiempo. Con eso bastaba para que el encuentro fuese positivo pero no debemos olvidar las ponencias presentadas y el debate generado.
A los únicos que en ese entonces le pareció mal y criticaron el blogazo fue algunos de los que no pudieron asistir y a los que no le convenía que nos reuniéramos. Es cierto que si tuviéramos la oportunidad de hacerlo de nuevo lo haríamos diferente y es sobre este tema del que tanto hablamos y a lo que creo que Harold intentaba referirse.
Ya nos conocemos, ya sabemos la importancia de la redes sociales, las deficiencias de nuestro periodismo, el trabajo que pasamos para conectarnos…y muchas cosas más por eso –y en esto coincido con Harold- debemos pasar a la acción, incluyendo el Twitthab 2.0. A mi juicio hay 5 puntos que no deben faltar en un encuentro de blogueros, pueden ser muchos más, solo expongo los míos y ojalá esto generara debate:
1. ¿Cuáles son los límites de un bloguero revolucionario?
Esta es una pregunta que debe acompañarnos constantemente. Cuáles son los límites, hasta dónde puede un bloguero hacer crítica social en Cuba sin “buscarse problemas”. Hay límites que no cambian, los relacionados con los principios se mantendrán siempre invariantes pero Cuba está en constante movimiento y si queremos que nuestros blog sean un reflejo de la realidad cubana entonces debemos estar al tanto constantemente de lo que escribimos y sobre todo de lo que no estamos escribiendo.
Decía un famoso pelotero que él respetaba las reglas pero las probaba para ver cuán flexibles eran. El objetivo nuestro entonces no debe ser solo conocer los límites sino probarlos, empujarlos, pues sabemos que esto es muy relativo, lo que no tiene problemas en La Habana puede ser mal visto en cualquier otra provincia.
2. Cuál es la posición hacia las redes sociales de los funcionarios en el lugar donde trabajamos, qué hacemos y qué podemos hacer para cambiar esa posición.
Este punto tiene mucha relación con el anterior, no podemos limitarnos a decir que no nos comprenden, que nos tienen miedo o que no confían en nosotros. Al principio siempre será así pero si obramos con paciencia e inteligencia al final comprenderán que somos aliados y no enemigos. El intercambio de experiencias puede aportar mucho pues aunque dos funcionarios estén separados físicamente, los motivos que los hacen dudar y rechazar lo desconocido serán los mismos.
3. Qué hacemos para establecer un vínculo más efectivo entre lo que decimos y lo que hacemos. Cómo sacar el blog del mundo virtual al real.
Para mí este debe ser el punto principal del Twitthab 2.0 y cualquier encuentro de blogueros. Uno de los motivos fundamentales por los que nuestra labor es vista con temor es que no saben qué es lo que hacemos y sobre todo lo que podemos hacer. No podemos esperar a que vengan a preguntarnos, debemos ser más activos nosotros.
En una ocasión fui a una escuela a dar una charla sobre la ciberguerra que existe contra Cuba, la mayoría de los presentes nunca se había conectado a Internet sin embargo les mostramos cómo el gobierno de los Estados Unidos se prepara para utilizar las redes como arma de guerra.
El objetivo no era predisponerlos con Internet, al contrario, les hablé de sus bondades pero también les mostré cómo se puede usar y se ha usado en Libia o en Siria para mentir, confundir y crear las condiciones para una agresión. En esencia el mensaje fue que la tecnología por sí sola no es ni buena ni mala, lo que determina son las intenciones de quien hace uso de ella.
Analicemos nuestro entorno y pensemos cuánto podemos aportar en la preparación de los muchachos de la FEU o de la UJC. Cuántas veces en las reuniones del Sindicato o del PCC hablamos de nuestras experiencias, de lo que nos ha aportado el trabajo con el blog para nuestra preparación.
Llevar nuestro blog a la vida real, crear espacios de debate en nuestro entorno debe ser la prioridad: ¿se imaginan ustedes cuántas buenas ideas pueden nacer cuando un grupo de personas con ganas se lo proponga? Eso va más allá del Twitthab 2.0.
4. Socializar experiencias para hacer más eficiente el uso de la red.
Son muy pocos los afortunados que pueden disponer una buena conexión a Internet, por eso el uso de las aplicaciones o los “truquitos”, tiene una importancia vital para la mayoría de los blogueros. En estos encuentros debe propiciarse el intercambio de información y herramientas que permitan un uso más eficiente de nuestro tiempo.
5. El tema de los Cinco es transversal.
Dejo este tema para último y no porque sea el menos importante sino porque es transversal, está presente en todos los demás. El regreso de los Cinco –siguen siendo los Cinco- se logrará cuando el pueblo norteamericano conozca el caso. Cómo llegarle a ese pueblo, cómo llevar la causa de los Cinco a las Universidades norteamericanas, sobre eso debemos hablar siempre pues nunca será suficiente, nos toca a los blogueros ser creativos en esa lucha. No se trata de tomarse una foto con René González y enseñarla orgulloso a los amigos sino que debemos ver a los Cinco como hermanos de lucha con los que estamos en deuda.
Estas son mis ideas al respecto, si algo positivo ha resultado del Twitthab 2.0 y el artículo de Harold es que nos ha puesto a pensar en los desafíos que tenemos por delante, ojalá estos cinco puntos sirvan como propuestas para encuentros futuros.