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oposicion

La guerrita de los girasoles

por Resumen Semanal 13 septiembre 2020
escrito por Resumen Semanal

¿Lo viste? Mariela Castro reveló que Fidel tenía a Oshún de santa tutelar y que el amarillo no es ya el color de los traidores.

¿Lo leíste? La oposición ha querido reclamar para sí a la santa mambisa.

¿Te enteraste? Ahora lanzar un hashtag puede resultar de-li-ca-do. Se ha desatado una ligera tormenta de fuego digital por parte de los extremos habituales de la discusión política nacional.

¡Muy buenas! Somos La Joven Cuba y este es nuestro resumen semanal de la agenda pública nacional. Por lo totalizador que ha resultado el debate, hoy dedicaremos nuestro resumen a hablar sobre la #RevoluciónDeLosGirasoles y las diversas reacciones que ha provocado en el espacio público digital de Cuba, así como al “asunto de las gallinas decrépitas” y la discusión que ha provocado cierto comunicado del Banco Metropolitano.

***

 En el principio fueron los caracteres de Mariela Castro Espín. “Gracias Cachita por protegerlo, por amparar a Fidel y a la Revolución Cubana. Oshún no aceptará ofrendas de mercenarios y traidores a Cuba”, escribió en su cuenta de Twitter.

Gracias Cachita por protegerlo, por amparar a #Fidel y a la #RevoluciónCubana#oshún no aceptará ofrendas de mercenarios y traidores #Cuba

— Mariela Castro Espin (@CastroEspinM) September 7, 2020

Se refería, claro está, a la convocatoria a una #RevoluciónDeLosGirasoles, lanzada por la plataforma opositora Cubadecide y la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), que tanta polémica ha desatado en la última semana.

 El Presidente de la República de Cuba, Miguel Mario Díaz Canel Bermúdez, retweeteó un artículo de Ricardo Ronquillo para Cubadebate, donde apuntara que a la convocatoria a la #RevoluciónDeLosGirasoles le faltó originalidad y base social, fracasando en su búsqueda de “crear paralelismos entre las condiciones que desembocaron en otras «floridas revoluciones» o intempestivas primaveras, árabes o de otras regiones”.

Mientras tanto, medios de comunicación opositores ratificaron la convocatoria y la valoraron de positiva, pues habría resultado en una demostración de musculatura exitosa.

“Revolución de los Girasoles”: una prueba de vida de la oposición cubana

Activistas de derecha radicados sobre todo en Miami manifestaron su satisfacción por el resultado de la convocatoria, mientras denunciaban los arrestos arbitrarios, sobre todo a militantes de la UNPACU, así como a otras personas, dígase Berta Soler- lideresa de las Damas de Blanco- o Luis Manuel Otero Alcántara.

En las últimas 72 horas de #RevolucionDeLosGirasoles se reportan mas de 21detenciones arbitrarias.
19 activistas de #UNPACU y al menos 2 activistas del Mov Opositores por una Nueva República. Todos #CubaDecide https://t.co/rs8YNYLldd

— Rosa María Payá A. (@RosaMariaPaya) September 8, 2020

***

 Una típica lucha por la hegemonía simbólica: por un lado se intenta re-semantizar a la Virgen de la Caridad del Cobre a un signo político (“la libertad de Cuba”) e inyectarla de activismo entrecomillado (“la libertad de Cuba solo podrá ser mediante una oposición de derechas”) y por el otro se destapa una vertiente religiosa insospechada, con vistas a trazar una línea virtual: para creer en Cachita, o incluso en Oshún, hay que auto nominarse revolucionario, según una definición bastante estrecha del término.

 El hecho de que el gobierno se escandalice por convocatorias tan simples como portar un girasol, colocarlo en una ventana y otras de carácter pacífico, puede revelar un deje autoritario. ¿La Revolución es tan frágil como para peligrar porque José Daniel Ferrer se prenda un girasol en la solapa? Como señalara nuesto amigo meteorólogo y colega en LJC Yassel Padrón Kunabvaeva: “el gobierno no es de porcelana. No se rompe porque lo critiques”.

Más allá de un bufar y marcar territorio necesarios, la estrategia comunicativa de las autoridades gubernamentales -digamos, de sus voceros- ha resultado torpe. Si aceptamos que la #RevoluciónDeLos Girasoles no era más que una provocación, ¿hacía falta legitimarla? ¿No resulta esto el equivalente en comunicación política a dispararse en el pie por matar a una mosca amarilla?

¿Se acuerdan del treinta de junio? Entonces todos hablaron: El Estornudo, Mauro Torres, El Guerrero Cubano, Mónica Baró, Nuestra América, Pedro Jorge Velázquez et al. La crítica arreció. Los “sucesos del treinta de junio”, dígase la persecución a periodistas, las detenciones arbitrarias, la convocatoria muerta en su parto, su cooptación por parte de la derecha trumpista y la reacción mediática de voceros y partidarios de la gubernatura configuraron una matriz de opinión de la cual resultaba imposible eludirse.

En cambio, ahora la matriz de opinión partió de extremos. De los antes mencionados, solo hablaron Mauro Torres y El Guerrero Cubano- dos cuentas al parecer falsas, a todas luces manejadas no precisamente por ciudadanos individuales y voluntarios- mientras que voces representativas de espacios menos polarizados prefirieron abstenerse. Resulta interesante. Pareciera que a muchos todo el asunto les resultó francamente ridículo.

Encima, el equipo de campaña de Donald Trump felicitó por Twitter a los cubanos con un fervoroso “¡Que Dios los bendiga!”.

Hoy nos unimos al pueblo cubano y a nuestros amigos cubanoamericanos para honrar a la Virgen de la Caridad. El Papa Juan Pablo II describió a Cachita como la "madre amorosa" de todos los cubanos, y hoy nos unimos a ellos para celebrarla. ¡Que Dios los bendiga! pic.twitter.com/RJpEd6VckP

— Equipo Trump – Text VAMOS to 88022 (@EquipoTrump) September 8, 2020

También lo hizo Joe Biden desde su cuenta personal, apuntando que tanto él como su esposa Jill rezaban porque el amor y la compasión que la Virgen inspira llenen nuestros corazones.

On this feast day of Cuba’s patron saint la Virgen de la Caridad del Cobre, Jill and I pray that the love and compassion “Cachita” inspires will fill the hearts of Cubans and believers around the world. https://t.co/Vn1FoFV4Uo

— Joe Biden (@JoeBiden) September 8, 2020

Además, ambos se refirieron a ella como “Cachita”. ¿Mera curiosidad, o tienen muy claro las vibraciones en el suelo? Ciertamente resulta una lección discreta de comunicación política, aunque cuesta imaginarse a Trump diciendo “Cachita” en un discurso. ¿Ca-chee-ta? ¿Nuestro presidente devolverá el gesto felicitando al Partido Republicano el día en que se celebre la creación del alambre de púas?

Solo resta lamentar, por motivos ideológicos, que el camarada Kim Jong Un no nos haya felicitado.

***

Para cerrar, en otro orden de noticias:

  • El Banco Metropolitano intentó despejar las brumas provocadas por un audio que ha alcanzado ya difusión nacional donde se enunciara como fecha para la reunificación monetaria el próximo 1ro de octubre. Además, el comunicado señaló que serían eliminados los mensajes que circulan extraoficialmente y que “crean incertidumbres entre nuestros clientes”. La entidad bancaria no señaló como se haría esto, ni en qué disposición legal se ampararían, ni quienes serían los encargados de llevar a cabo esta tarea. Cabe la hipótesis de si sería bajo la sombrilla del tan socorrido Decreto 370, o involucraría autoridades del Ministerio de Comunicaciones.

El Banco Metropolitano concluyó su comunicado solicitando disciplina y apelando a sus clientes a consultarles respetuosamente todas sus opiniones.

  • Continúan las reacciones digitales “decrépitamente gallináceas”. Bajo el título “UNA GALLINA DECRÉPITA TAMBIÉN MERECE UN TRATO DIGNO EN LAS REDES”, una página en Facebook defendió el derecho de las aves a ser respetadas, repudiando “los chistes circulantes acerca de la edad venerable de estos animalitos y la explicación mal comprendida de un ministro”. Según dicha publicación, es meritorio aprovechar el exceso de tripas de una gallina senecta para alimentar a la población. Vendría a ser una solución que alivia un problema tanto a nuestro pueblo, víctima de un férreo e inhumano bloqueo, como a las propias gallinas, quienes merecen una vejez digna y saludable. Mientras tanto, internautas han recordado con cierta felicidad los tiempos en que a los contingentes obreros se les alimentaba con semejante manjar. Como bien señalara José Raúl Gallego, suena a estribillo de una canción de Chocolate MC: “Tú eres una chancleta sin suela y tú una gallina decrépita”.

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13 septiembre 2020 7 comentarios 478 vistas
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niños

Resumen Semanal: abrimos las aulas y se coló Celia Cruz

por Resumen Semanal 6 septiembre 2020
escrito por Resumen Semanal

¡Muy buenas! Cuba reabre -no del todo- sus aulas, la reunificación monetaria parece estar a punto de caer, Celia Cruz no es ya solo patrimonio de la oposición y el único periodista cubano preso ha sido liberado. Somos LJC, y este es nuestro resumen semanal de la agenda mediática y pública del país

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En la Agenda Mediática:

Volver a las aulas, pero con nasobuco:

El primero de septiembre, en medio de la pandemia del Covid 19, Cuba reanudó, en parte del país, el año académico 2019-2020. Más de un millón de estudiantes reiniciaron el periodo lectivo en 147 municipios del país, aunque todavía permanecen cerradas universidades en seis provincias.

El que no se tome la temperatura en la entrada de los centros, el hecho de que ya a muchos alumnos no les sirva el uniforme, la flexibilización necesaria de los horarios, el cómo se sientan los estudiantes en las mesas sin guardar la necesaria distancia, así como situaciones puntuales- casos positivos a la Covid en Majagua, Fomento y Consolacion del Sur; problemas en el transporte en Guira de Melena y Alquizar y con las redes hidrosanitarias en Nuevitas- fueron motivos para quejas y preocupaciones generalizadas en las redes sociales, si bien existe un consenso general de que la medida -defendida por el Ministerio de Educacion (MINED) y el Ministerio de Educacion Superior (MES) para poder retornar a cierta normalidad en donde se pudiera en el pais- era necesaria.

Al respecto, tanto Ena Elsa Velazquez Cobiella como como el Dr. José Ramon Saborido Loidi, titulares de dichos ministerios, valoraron de positivo en sentido general el reinicio de las clases, señalando el acompañamiento permanente de Salud Pública y que su preocupación era la de garantizar la salud de los estudiantes.

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¿Habremus única moneda?

Ya viene llegando la reunificación monetaria. Esta semana los medios estatales le han dedicado un tiempo importante a hablar del tema, lo cual en Cuba suele ser señal de que algo se cuece en las instancias gubernamentales.

El “mito del Día Cero”, donde ya solo tendríamos una moneda vigente en el país -el CUP- no es nada nuevo. Ya desde 2014 la cuestión de que dentro de poco, poquísimo, desaparecería el CUC, ha venido dando vueltas. Sin embargo, esta vez parece ser la buena. La TV nacional le ha dedicado varios reportajes al tema, presentándolo como un asunto importante para el Pueblo, que requiere de un consenso nacional y acciones específicas.

Palabras desusadas en el vocabulario de los medios cubanos han renacido “con esa fuerza más”: inflación, hiperinflación, déficit fiscal, devaluación monetaria, recesión, saneamiento financiero.

La estrategia comunicativa del proceso llevada a cabo por instancias del gobierno ha dejado vacíos sensibles que han sido aprovechados por los medios privados, tanto periodísticos como de comunicación política, para reiniciar un debate nunca agotado sobre los escenarios posibles.

Un dato que ha sido mencionado con cierta insistencia es que el ordenamiento monetario y cambiario no creará más riqueza, ni corregirá por si solo los problemas estructurales que arrastra la economía cubana, si bien se vuelve una medida de urgencia.

También vale señalar que los costos de las producciones se elevarán, y con ello los precios de los bienes y servicios, situación que pudiera derivar en un proceso inflacionario severo y que se vuelve uno de los mayores obstáculos para la reunificación monetaria.

Ante la incertidumbre y la ambigüedad, y en medio de un escenario donde la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) pronosticara que debido a la pandemia la economía cubana caería un 8 por ciento en 2020, solo queda esperar: quizás esta vez sea la vencida.

En otro orden de noticias:

– Roberto de Jesús Quiñones Haces, abogado y periodista, fue liberado este viernes luego de cumplir una sentencia de un año de cárcel en Guantánamo. Quiñones, reportero del medio opositor Cubanet, fue encarcelado el 11 de septiembre del 2019 por los delitos de desobediencia y resistencia.

– Medios periodísticos opositores cubanos, desmarcándose del trumpismo miamense, criticaron el caso de la publicitada “ayuda humanitaria” arribada a Cuba por el puerto del Mariel desde Miami. Dicha ayuda, a la cual siempre se le cuestionó su factibilidad, parece que quedará en su sitio: el Consejo Nacional de Iglesias rechazó hacerse cargo de su distribución. Los organizadores de la misma, que ya habían asegurado que “todo estaba coordinado” y que “esta vez sí la dictadura cubana no va a poder impedirlo”, ahora, en un viraje poco sorprendente, han pasado a exhortar a que los cubanos “salgan a la calle o vayan a Mariel a reclamar su ayuda”: Oh, los cubanos no quieren la ayuda que con tanto sacrificio les envía el exilio -obviando que el gobierno cubano tiene un mecanismo—deficiente- para recibir este tipo de ayudas y que el pueblo es sujeto y no objeto. ¿Provocación, estafa, ingenuidad, “probadera de fuerzas”? Usted decide.

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Por otro lado, en la Agenda Pública:

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Si tienes una fábrica de queso, puedes salir por el Noticiero Nacional

Luis Alberto García Novoa no se equivoca: la desactivación de una pequeña y clandestina fábrica de queso ha sido celebrada en el Noticiero Nacional como un golpe feroz a la corrupción.

Dicho decomiso, llevado a cabo a través del Ministerio del Interior en la finca Santa Ana, en el municipio Caimito, provincia de Artemisa, ha provocado serias críticas en redes sociales, cuestionando sobre todo el por qué un campesino propietario de 42 vacas y una fábrica artesanal -la clásica figura liberal del “emprendedor”- ha de operar bajo condiciones de ilegalidad, y no ser potenciada su labor.

Los quesos elaborados en la fábrica eran comercializados en La Habana a tres restaurantes de comida italiana tres días a la semana. Según explicaron las autoridades del Ministerio del Interior, la finca debía entregar alrededor de 150 litros de leche diarios al Estado, de los cuales solo hacía efectivos 70, incurriendo además en el delito de tráfico ilegal de leche.

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Celia Cruz le canta a la Revolución,

Continúa la polémica con la emisión del 27 de agosto del programa televisivo La Pupila Asombrada, dedicada a los cambios operados en Cuba en los primeros veinte meses de Revolución en el poder -desde enero del 59 hasta la Primera Declaración de la Habana-, donde se pusieran imágenes de una guaracha interpretada por Celia Cruz y dedicada a la Reforma Agraria.

De un lado, se ha cuestionado las posturas de Celia Cruz “en contra de Cuba” y de Fidel, llegando incluso a cuestionar su validez como artista en un resurgimiento del dualismo real-socialista que debió haber muerto en los 60; por otro lado, se ha acusado a Iroel Sánchez -director del programa- de “engañar al pueblo” y dirigir un espacio que “vende bien la utopía de la Revolución Cubana”.

El hecho de que la televisión cubana muestre a Celia Cruz es un paso importante para instaurar otras posibilidades en su discurso político. Sin embargo, el hecho de que fuera precisamente un programa dirigido por Iroel Sánchez ha levantado increíbles ronchas, dada toda la carga semántica negativa que porta su figura.

En respuesta a la polémica y la crítica generada, Iroel Sánchez condenó al receptor, señalando que en su programa siempre han tratado con respeto a figuras “políticamente hostiles a la Revolución”, acusando a Miami de ser la verdadera censora y apuntando que la política cultural del país (ejemplificada en su paso por el Instituto Cubano del Libro) apuesta por la inclusión -obviando, por solo trazar un ejemplo, el insilio radioactivo impuesto a artistas cubanos como Rafael Alcides, Rolando Prats, Reina María Rodríguez o Lynn Cruz, o el exilio forzado de nuestras letras de literatos e investigadores como Abel Sierra Mederos o Jorge Luis Pardo Lazo.

Como bien señalara el intelectual hegeliano Miguel Alejandro Hayes, director de La Trinchera: “¿Condenar al receptor de la televisión nacional es la respuesta de una parte del oficialismo y la oficialidad ante la crítica? (…) Si el público rechaza un mensaje, ¿el problema es el público? En buen marxismo, eso se llama enajenación.”

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Para cerrar, también se habló de esto:

– Desde la noche del 12 de agosto, un hashtag ha recorrido el Twitter cubano: #ApoyaAlEmprendedorCubano. La iniciativa lanzada por Erich García Cruz, cofundador y CEO (jefe ejecutivo) de Bachecubano, un negocio tecnológico que apuesta por el comercio electrónico y que posee un sitio de clasificados. La respuesta no se hizo esperar y fueron apareciendo las demandas de los trabajadores del sector privado de Cuba o el apoyo hacia sus exponentes en menos de 160 caracteres.

–  Carlos Alberto Montaner, el opositor y literato cubano más importante para el auto denominado exilio después de Guillermo Cabrera Infante, ha pasado a engrosar las filas del comunismo tropical- aunque no por su propia voluntad, sino porque el trumpismo cubanoamericano lo ha designado como tal, en una esperable carencia de valores democráticos, al haberse atrevido a señalar a Donald Trump como un peligro para la democracia estadounidense.

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6 septiembre 2020 12 comentarios 460 vistas
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inviabilidad

Inviabilidad

por Alina Bárbara López Hernández 30 julio 2020
escrito por Alina Bárbara López Hernández

Reformar la economía nacional ha sido una especie de Santo Grial para la dirigencia del país. A pesar de ello, el término reforma no es comúnmente utilizado en el discurso oficial. Según explica el sociólogo y politólogo Juan Valdés Paz: «En la historia del socialismo real las escasas reformas o políticas de reformas, han respondido a crisis económicas o a cambios en las estrategias de “transición socialista”, tales como en la experiencia cubana».

Sin denominarlos como reformas, treinta y cuatro años atrás, con Fidel al frente, fue anunciado el «Proceso de rectificación de errores y tendencias negativas». Hace trece años, esta vez con Raúl al mando, se declaró el «Proceso de actualización de la economía cubana». Ante el destino de tales propósitos, ya es hora de que pensemos que algo se está haciendo mal. La cuestión a dilucidar es: ¿qué ha fallado?

Las medidas económicas anunciadas por el presidente distan mucho de ser nuevas.

Varias generaciones de compatriotas pasamos por medidas similares en los duros años noventa. En todo caso, el cambio fundamental es del entorno, con otro tipo de complicaciones añadidas. Más allá de las tarjetas para comprar en dólares —una especie de corralito financiero que tendrá una peligrosa incidencia social, que ya la está teniendo—, recuerdo que tras la caída del socialismo europeo se fue aquí más expedito en los cambios. No se había declarado aún la consigna “Sin prisa pero sin pausas” que ha mostrado ser la maquillada tesis del inmovilismo.

El economista Juan Triana Cordoví en su artículo: “Marchas y contramarchas: el pa’trás y pa’lante de la política económica. Si todos estamos de acuerdo, ¿por qué no sucede lo que debe ocurrir?”, analiza con certera mirada la fuente de las contradicciones entre el declarado deseo de avanzar y los retrocesos:

«Con la existencia de culturas políticas e ideológicas resistentes a “actualizarse”, con comportamientos incluso personales marcados por aprendizajes anteriores, con prejuicios, con legislaciones muchas veces obsoletas, pero aún vigentes, con espacios grises que permiten “interpretaciones personales” y que condicionan, dificultan, retrasan los mejores propósitos que un país pueda tener y hacen extraordinariamente difícil alcanzar la coherencia deseada y con intereses personales creados difíciles de renunciar».

Varios países del antiguo campo socialista europeo intentaron procesos reformistas sin que pudieran evitar finalmente el colapso del sistema. Alguna experiencia debió dejarnos aquello. A mí me inquieta desde hace mucho esta interrogante: ¿Se puede reformar la economía de un país socialista sin proponer también reformas políticas? Cuando el periodista cubano-holandés Sergio Acosta me solicitó una pregunta para la conversación que tendría con el economista Janos Kornai[1] fue esa la que le entregué.

Kornai respondió: «Poder se puede, pero no tendrá éxito […] Si preguntas si puede funcionar, pues le cuento que en su momento también hubo ese debate en Hungría. Depende de qué usted define por la expresión “funcionalidad”.

Sergio Acosta: ¿Viabilidad?

Kornai: Exacto, viabilidad. Puede funcionar pero no funciona bien […]».

Mi duda se acrecentó más. La Nueva Política Económica (NEP) proceso de reformas puesto en práctica en la URSS entre 1921 y 1927, tuvo indudables éxitos al liberalizar el comercio interior, aceptar la creación de pequeñas empresas privadas y la colaboración con capitales extranjeros a través de formas mixtas de propiedad, aplicar el sistema de autogestión empresarial para luchar contra el burocratismo y las tendencias autoritarias de la administración y reconocer el interés personal en los resultados del trabajo. A pesar de sus efectos positivos, el paulatino fortalecimiento de Stalin frente al Partido tras la muerte de Lenin influiría decisivamente en el fin de estas reformas.

En 1928, durante una reunión, el secretario general del Partido dijo: “mandemos al diablo a la NEP”, cosa que, de hecho, había determinado el PCUS unos meses antes en su XV Congreso (diciembre de 1927), al aprobar las directrices del Primer Plan Quinquenal. Se iniciaba así el denominado modelo económico estalinista, férreamente centralizador.

Seis años de reformas se desplomaron ante la voluntad de una persona.

Ocurre que la propia NEP llevaba en sí la semilla de su destrucción. Un interesante debate me aportó otros elementos a la hora de enjuiciarla. Se produjo entre el profesor, historiador e investigador Samuel Farber, nacido en Cuba y residente desde muy joven en EE.UU. y John Marot, profesor del departamento de Historia de la Universidad Riverside de California.[2]

Farber sostiene que la NEP debió estar resguardada por una apertura política que permitiera la organización independiente de trabajadores y campesinos para oponer resistencia al estalinismo: « […] la adopción de la NEP debería haber sido acompañada de lo que llamé una Nueva Política Política (NPP). Esencialmente, de la libertad de organización política pacífica para todos aquellos grupos dispuestos a respetar la forma original de democracia soviética que llegó al poder en octubre de 1917».

Lenin, en la misma medida que había abogado por las concesiones económicas de la NEP, defendió la restricción de libertades políticas: eliminación total de partidos y grupos de oposición, control de los sindicatos obreros y del campesinado en los límites establecidos por el Partido y monopolio de los medios de comunicación.

En consecuencia, el Partido se tornó una organización cada vez más burocrátizada y antidemocrática, mientras que el resto de la sociedad derivó en una disciplinada colectividad, incapacitada para organizarse y presionar por cambios. Así fue en todos los países que aplicaron el modelo de socialismo burocratizado. Así sería hasta la implosión del socialismo, al que nadie defendió pues no habían sido convocados a su defensa.

Como dice Kornai, un proceso reformista exclusivamente económico «no funciona bien». Creo que una de las razones de su inviabilidad es el riesgo de que, aun marchando exitosamente en apariencia, puede ser desmontado por obra y gracia de una decisión de gobierno.

Cuando no se implica activamente a la ciudadanía como controladora de la dirección, resultados y velocidad de las transformaciones económicas, estas corren el riesgo de ser desmanteladas, como sucedió en la URSS. Pero no solo allí. En Cuba también «mandamos al diablo» un proceso de reformas que se inició en los noventa y que —si bien no tuvo nombre propio ni bautismo oficial— fue la respuesta del gobierno a la situación pos-derrumbe del socialismo europeo.

Sobre todo en la segunda mitad de esa década, se sintió una mejoría gracias a la relativa descentralización de la economía, un mayor peso del mercado, el permiso a la iniciativa privada y la diversificación de sus socios comerciales. Sin embargo, después del acercamiento a la Venezuela chavista se fueron abandonando aquí ciertas políticas de flexibilidad en la economía.

El acercamiento a Venezuela regresó a Cuba hacia sus fueros centralizadores.

La iniciativa privada sería frenada aunque no desapareció. Cuba se alejó con rapidez del relativo pragmatismo que emergió por poco tiempo en el último lustro del XX y que generara incipientes índices de reactivación económica y confianza en encontrar una salida propia.

Un gran conflicto irresuelto donde quiera que se entronizara el socialismo burocrático es el de convertir la propiedad estatal en verdadera propiedad social. Esta aspiración ha sido utópica por la falta de democratización, los fallos de la participación ciudadana en las decisiones económicas y el hecho de que los sindicatos dejan de ser organizaciones que defiendan los intereses de los trabajadores.

Cuba no ha sido una excepción. La burocracia se ha convertido entre nosotros en una «clase para sí» y obstaculiza cambios y reformas que, aunque acepta en el discurso, ralentiza en la práctica en perjuicio de la mayoría. Las reformas económicas concebidas doce años atrás no han demostrado su eficacia pues la mayor parte de lo deseado ni siquiera se ha implementado. Y esto avizora un futuro incierto para un proceso de cambios que se apoyaba en la concepción de una economía abierta a la entrada de capitales foráneos. Esos capitales, reacios desde antes de la pandemia, ahora lo serán mucho más.

Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, señaló que los efectos de la pandemia «generarán la recesión más grande de la región desde 1930 (la Gran Depresión) y desde 1914, con la Primera Guerra Mundial». La CEPAL considera así mismo que la salida de la crisis dependerá de la fortaleza económica de cada país, su capacidad productiva instalada, el acceso al financiamiento de los organismos internacionales (FMI, Banco Mundial) y la contundencia de su respuesta económica, en la que la política fiscal tendrá un papel fundamental.

Para Cuba se anuncia un decrecimiento de – 8% respecto al PIB, muy drástico en términos de una economía pequeña y ya deprimida. No quedará otra salida que echar a andar las reformas, de una vez y por todas, si no queremos someter a los cubanos a un proceso de privaciones al estilo del sufrido en los noventa, o mucho peor.

La Constitución cubana de 2019 es mucho más flexible en materia económica y de formas de propiedad que su antecesora, pero mucho más rígida en materia política. El Partido no solo es declarado como antes la fuerza dirigente, sino que se le adicionó el apelativo de superior respecto a la sociedad y al Estado.

Esta actitud arrogante del Partido fue propia de un modelo político que fracasó.

En febrero de 1989, la revista soviética Sputnik dedicó un número al inmovilismo que caracterizara al período de dirección de Leonid Brezhnev, allí se hacían estas preguntas: « ¿Debe la dirección del Partido convertirse en un órgano especial del poder, que estará por encima de los restantes órganos? ¿Si el Comité Central es un órgano especial de poder, cómo controlarlo? ¿Se puede protestar su resolución por inconstitucional? ¿Quién responde en caso de fracasar una medida decretada? Si este órgano superior de hecho dirige al país, ¿no debe entonces todo el pueblo elegirlo?».

En este modelo político el Partido es selectivo, «de vanguardia», y no un partido popular abierto a todos, entonces, si se declara como fuerza Superior a la sociedad también se erige por encima del pueblo. Para que no fuera así el pueblo debería poder elegir a los que encabezan al Partido, y ello no ocurre. Si está por encima de todos, y no es «un partido electoral», queda fuera del control popular.

En la Constitución del 2019 aumentaron los cargos por designación y se blindó a la burocracia ante la ciudadanía al considerar contenidos pétreos o inmutables cualquiera de los concernientes al sistema político. Ello, unido a la relativa apertura en cuanto a las formas de propiedad, y a la posibilidad de que unas formas se conviertan en otras, le otorga un peligroso estatus a los dirigentes políticos, sean o no de la denominada generación histórica. Así se fortalece una clase política que condiciona los cambios a la posibilidad de ver afectados sus privilegios.

Ante el disturbio que significa, para este modelo y para la clase política establecida por él, la visibilidad de opiniones ciudadanas a través de medios digitales —que debilita su control monopólico de los medios de comunicación— la respuesta ha sido represiva (Decreto 370) aunque infructuosa. Ahora podemos influir en las decisiones políticas y ser un factor significativo en la marcha de las reformas.

Un proceso de reformas no es una meta sin fecha de vencimiento.

Los que dirigen las reformas deben mostrar competencia y efectividad para realizar lo acordado. Deben establecerse plazos para vencer los objetivos y, sobre todo, debe ser posible demover de sus cargos a aquellos que no evidencien su compromiso real con las trasformaciones. Pero nada de eso es posible en un modelo político como el que tenemos.

Han tratado de convencernos durante mucho tiempo de que renunciar a ese modelo político es abrirle las puertas al capitalismo. Ya es hora de que tomemos conciencia de que ese modelo lo que ha logrado en realidad es cerrarle las puertas al socialismo al evitar que ese sistema se reforme y se torne verdaderamente participativo y próspero.

[1] Importante economista húngaro de 93 años de edad. Profesor emérito de la universidad Corvinus de Budapest y de la universidad de Harvard, donde enseñó por casi quince años. Es autor de textos como Economía de la escasez (1988) y El sistema socialista, la economía política del comunismo (1988). En este último argumenta que la economía de control de un partido comunista lleva al predominio de una administración burocrática de empresas estatales, con planificación centralizada y la fijación de precios para eliminar los efectos del mercado, lo que conduce a la economía de la escasez. Fue el principal experto consultado por China para sus reformas de la década del ochenta.

30 julio 2020 128 comentarios 1.173 vistas
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Castigar y proteger

por Alina Bárbara López Hernández 4 diciembre 2019
escrito por Alina Bárbara López Hernández

…Quien verdaderamente vive,

no puede dejar de ser ciudadano y partisano.

La indiferencia y la abulia son parasitismo, son cobardía, no vida.

 Por eso odio a los indiferentes

Antonio Gramsci

En el segundo mes de 2019 los cubanos que vivimos en la Isla nos dimos nueva Ley de Leyes. Una mayoría significativa votó en el plebiscito a favor de la Constitución. Si fue por lealtad o inercia, por convicción o indiferencia, por idealismo o tedio —que de todo hubo—, ello no es lo determinante.

La consecuencia verdaderamente importante fue la aprobación de un tratado legal que obliga a todos a cumplirlo; pero que también protege los derechos declarados de todos. Aun de los que no votaron; o de los que votaron en contra.

Aquí no valen excepciones, el respeto a la ley y la protección legal incluyen igualmente al sector denominado oposición. Nuestro gobierno intenta una actualización de la economía desde hace varios años. He dicho siempre que en Cuba se impone del mismo modo una actualización de la política. A ello agrego que tales cambios deberán incluir las relaciones y el tratamiento que se da a la oposición.

El 20 de diciembre de 2010, el periodista Fernando Ravsberg, por entonces corresponsal de BBC Mundo en La Habana, daba a conocer un cable revelado por WikiLeaks. El Jefe de la Oficina de Intereses en aquella fecha, Jonathan Ferrar, calificaba a miembros de la disidencia isleña como: “personalistas, sin arraigo social y excesivamente preocupados por el dinero”.[1] Esta crítica evidencia los canales de financiamiento desde el gobierno norteamericano al menos a una parte de los opositores en Cuba.

¿Es legal que Cuba intente protegerse de una oposición financiada desde otro país?

Para responder esta pregunta tomemos una hipótesis de partida. Imaginemos que la embajada cubana en Estados Unidos comience a recibir ciudadanos norteamericanos descontentos con el sistema de ese país —por ejemplo, a algunos de los simpatizantes socialistas que han proliferado allá en los últimos tiempos—; les entregue sumas de dinero y apoye una campaña para promoverlos en acciones contra su gobierno. ¿Cuál sería la actitud de la administración norteamericana?

Algunos fundamentarán que en el Norte la oposición es admitida como parte consustancial de la cultura política; cierto, sin embargo, no es así cuando se trata de una oposición financiada por otro país. El juicio político que se le sigue hoy al presidente Donald Trump, parte del supuesto delito de utilizar una potencia extranjera, Ucrania, para inclinar a su favor la rivalidad partidista con el Partido Demócrata de cara a las elecciones 2020. Y todavía se intenta comprobar si Rusia intervino indirectamente apoyando a Trump en las elecciones del 2016.

Cuando ocurrieron el estallido anti-neoliberal en Ecuador y los enfrentamientos internos en Bolivia, se pretendió vincular a Cuba como instigadora de acciones en esas naciones. Esto quiere decir que cualquier país se protege siempre de ser rehén de las decisiones emanadas en otros.

En el caso de la Isla, con mayor razón, la hostilidad tradicional de las administraciones norteamericanas, potenciadas por el actual presidente, le confiere absoluta validez a una legislación que penalice a quienes se presten a recibir financiamiento de EE.UU. para oponerse al gobierno.

Ha quedado respondida la interrogante: sí, es legal que Cuba intente protegerse de una oposición financiada desde el exterior. Resulta inexplicable entonces la actitud vergonzante del aparato de inteligencia cubano, que prefiere recabar pruebas de delitos comunes y no denunciar —y presentar las pruebas correspondientes, por supuesto—, el verdadero delito: aceptar dinero de una nación extranjera para subvertir el orden político. El proceso que se sigue contra José Daniel Ferrer se ha perdido en inexplicables vericuetos para intentar encausarlo como preso común. ¿Por qué se actúa de esa forma?

Mas, ya sea en un proceso por delitos comunes o de otra índole, todos los ciudadanos cubanos deberán estar protegidos por la ley. Debe existir una orden judicial para el arresto, se debe permitir acceso a un abogado y contactos con la familia e incluso, si no es un terrorista o un asesino peligroso, toda persona puede responder al proceso en libertad.

El inadecuado tratamiento de este caso resulta preocupante. No solo porque con ello se incumple la legislación, sino también porque se ignoran razones de naturaleza estratégica. ¿No se percata nuestro gobierno de la necesidad de procurar una correcta imagen al interior y al exterior?

En una relación sumamente hostil con EE.UU.; en un entorno regional que ha variado en los últimos tiempos, pues América Latina ya no es zona de paz y algunos gobiernos de nuevo signo político han deshecho importantes convenios económicos y alianzas estratégicas; en una crisis financiera y un evidente retroceso económico que no tiene nada de coyuntural; es crucial para Cuba un acercamiento con la Unión Europea.

Empezaban a apaciguarse ciertas controversias con el bloque del Viejo Continente por el tema de los Derechos Humanos. La decisión de definirnos en la Constitución como un Estado Socialista de Derecho fue bien acogida. Europa es hoy, geopolíticamente hablando, un aliado nada desdeñable. No solo ha condenado al bloqueo contra Cuba, sino que ha mostrado indicios claros de acercamiento e incita a sus países miembros a invertir en la Isla en tiempos en que es impostergable encontrar socios comerciales y financieros fieles, que se arriesguen a sortear las oscilaciones de nuestra economía.

Desconociendo estas razones de peso, se dieron a conocer imágenes que son contraproducentes por la carga de mediocridad y de burla que contienen. ¡Qué contundencia si se hubiera logrado grabar los momentos en que Ferrer recibió dinero norteamericano, o en que al menos se refiriera a este asunto! Qué mesa ni qué mesa…

Porque no es solo la economía lo que ha retrocedido. ¿Qué ocurre con nuestros órganos de inteligencia? Tenidos por muchos entre los mejores del mundo, parecen jovencitos inexpertos en un juego peligroso por lo que supone esta época, en que las redes sociales visibilizan, a través de fotos y videos, su actuación.

Apostados a las puertas de determinadas viviendas para impedir el libre movimiento de personas que no están sujetas a proceso legal alguno —lo que se ha hecho no solo para intimidar a opositores, sino para evitar que se asista a lugares donde se pueden generar tensiones, como ocurrió con SNET— o saliendo de hogares donde han ido a “conversar”; son retratados, las chapas de sus motos o autos reveladas y, a veces, incluso los nombres, apellidos, seudónimos y cargos en el aparato de inteligencia. Si los fundadores del antiguo G-2 resucitan, creo que se suicidan de la vergüenza.

En un artículo anterior me refería a la existencia entre la ciudadanía de “una masa crítica que no está de acuerdo con el socialismo de modelo burocrático que tenemos, pero tampoco con la política hegemónica y agresiva del gobierno de Donald Trump. Que rechaza por igual al tipo de oposición pro-norteamericana y a las reacciones de abuso, anticonstitucionales del Minint y la Policía contra dicha oposición”.

Sería bueno reflexionar con prudencia si las tácticas gubernamentales en el tratamiento a la oposición no están generando una simpatía hacia ella que hasta ahora le costaba ganar con sus propuestas políticas.

Si la ley no se aplica por igual a todas las personas, en mi opinión, la Constitución del 2019 va en camino a ser lo que se dice que fue la del 40: “de letra muerta”. Para que seamos un Estado Socialista de Derecho deben cesar los atropellos para-judiciales: detenciones arbitrarias por pocas horas y sin orden de un juez, impedimento para viajar fuera del país a personas que no están sujetas a proceso legal, golpizas desmedidas a opositores que se manifiestan pacíficamente, incluso cuando ese es un derecho que otorga nuestra Constitución.

En lugar de que los agentes estén posando para la cámara, deberían trabajar encubiertos, con profesionalidad. Su fin sería descubrir la conspiración opositora y su financiamiento para subvertir el orden político. E insisto en la obtención de pruebas, pues aquí se ha arraigado la tendencia a acusar de mercenarismo y oposición a cualquiera que explicite críticas abiertamente, y este no es el cuento de “Viene el lobo”.

El ministro de relaciones exteriores de Cuba denunció el 26 de noviembre, según Prensa Latina, “que la embajada norteamericana en Cuba, y particularmente [Mara] Tekach se concentró en los últimos meses en el fallido propósito de reclutar mercenarios, promover la división y la confusión entre la población de la isla”.

Si el propósito de reclutar mercenarios fue fallido, eso demuestra que no todos los cubanos están dispuestos a conspirar contra el gobierno bajo el ala de los EE.UU. No obstante, el tratamiento inadecuado y violatorio de la legislación que internamente se da a la oposición en Cuba, también crea “división” y “confusión”. Es hora de meditar, esto no es una cuestión de fuerza sino de legalidad. La Ley para castigar y la ley para proteger. A todos. También a la oposición.

[1] http://wwwbbc.com/mundo/noticias/2010/12/101219_wikileaks_cuba_disidentes_estados_unidos_pea.shtml

4 diciembre 2019 85 comentarios 741 vistas
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El mal estratega

por Alina Bárbara López Hernández 29 octubre 2019
escrito por Alina Bárbara López Hernández

El nacionalismo ha sido, con mucho, la corriente de pensamiento más influyente y duradera de la historia de Cuba. Nacida en pleno periodo colonial, se fue revelando en la literatura, la música y el teatro; en las actitudes, la idiosincrasia y la vida cotidiana, hasta estallar en un conflicto militar, tardío si lo comparamos con el resto de América, pero no por ello menos profundo y decisivo.

Treinta años después, el trance de una nación liberada de su metrópoli expoliadora y caída en el entorno hegemónico de su norteño salvador, alimentó una cultura de la resistencia que colocó a la Isla y sus símbolos como escudo ante cualquier penetración extranjera.

Nada fue un obstáculo para el nacionalismo de la vieja república. Se podía ser liberal o conservador, pero nacionalista; auténtico, abecedario, ortodoxo y comunista, pero siempre nacionalista; burgués, pequeño burgués, campesino, proletario, artesano, estudiante, feminista, intelectual, y, sin embargo, nacionalista.

Ignorar esto ha condicionado que el gobierno norteamericano equivoque constantemente su política hacia una isla en la que existen hoy millones de personas que pensamos diferente, aun cuando el discurso oficial y las actitudes del gobierno cubano no lo visibilicen, pero a las que el nacionalismo une en momentos determinados en que la nación y los que en ella vivimos, o los que viven en otra parte, pero se consideren parte de ella, seamos ofendidos.

Porque nadie podrá convencerme de que incrementar la crudeza de una crisis, contribuir a los rigores y las carencias es querer nuestro bien. ¿Defender a los cubanos? Promesa increíble de un presidente que dejó desprotegidos a sus aliados kurdos ante la agresividad turca.

En la cabeza de quién puede caber que las medidas que anunció están hechas pensando en el pueblo cubano. Un pueblo que vive en una miseria consuetudinaria, con escasez de alimentos y medicinas, con hospitales hacinados y necesitados de todo, con un amplio sector en la ancianidad más precaria, con clínicas de animales donde los veterinarios están desolados por la falta de medicamentos.

Va a afectar al gobierno, eso sí, pero los que sentiremos la presión real en nuestra vida seremos nosotros, la gran mayoría de los cubanos, no será la burocracia isleña que, cuando más, parará sus carros coyunturalmente para dar botella.

¿Cuál es el punto que quiere probar el presidente norteamericano? Sin esas medidas draconianas era evidente la deformación estructural de la economía insular, el estancamiento de los índices, la disminución sostenida del PIB. Eso está más que estudiado por excelentes economistas cubanos. Si en el Norte están convencidos del fracaso del socialismo, ¿por qué no dejan entonces que siga su curso natural?

El gobierno de Trump necesita los votos de La Florida para lograr la reelección —San impeachment o el buen sentido no lo permitan—, pero afecta a uno de los núcleos duros de los cubanos: la relación con su familia. El sábado 26, el sitio digital CiberCuba dio a conocer los resultados preliminares de una encuesta en la que han participado hasta ahora 4 400 usuarios. El 62 % se opone, mientras el 38 % apoya la decisión de Washington. Con toda seguridad ellos no son afines ideológicamente al socialismo o al gobierno cubano, pero son afines a lo que importa: la familia, que es el primer peldaño de la Patria.

El presidente Díaz-Canel dijo hace poco en Irlanda que favorecer a la emigración cubana en aspectos tales como bajar el precio de los pasaportes y facilitar gestiones dependería del gobierno norteamericano. Ahí tiene la respuesta presidente, los cubanos que viven fuera de su país mayoritariamente rechazan la política de hostigamiento de Trump, ¿cómo recompensaremos su fidelidad sin condiciones a la familia?, ¿no es hora ya de que Cuba cambie el leonino tratamiento a sus migrantes?

Un gobernante debería tener buenos asesores —aquí también los necesitamos—, una cosa es la propaganda política ramplona y otra muy diferente es el análisis objetivo, contrastado, que se erija por encima del pensamiento rígido, que existe en ambas orillas, por cierto.

A un amigo le debo la lectura del excelente texto El siglo soviético. Su autor, Moshé Lewin, explica en la introducción que un error de la propaganda política contra la URSS fue fijarse principalmente en su carácter «antidemocrático», lo que suponía hacer una lista interminable de sus rasgos «no democráticos», y ocuparse de lo que no era el país en lugar de analizar qué era.

En su relación con Cuba, Estados Unidos actúa exactamente igual. Durante mucho tiempo ha acostumbrado a potenciar la oposición en la Isla. El único modo que tenían las personas de aquí para mostrar su desacuerdo con el gobierno era acudir a medios de propaganda con centro en Miami. Pero esos grupos no capitalizaban el apoyo de la mayor parte de la ciudadanía, no lo hacen aún. Sea por temor en algunos casos; por desmovilización cívica en ocasiones; por falta de aceptación de un discurso opositor que replica conceptos ajenos al imaginario social, a una historia épica del proceso, a la educación, a la propaganda mediática…

Lo cierto es que ahora las condiciones se han modificado. La ampliación de los servicios de Internet, el acceso de los cubanos a las redes sociales, las facilidades que ellas crean para recibir y difundir información, análisis, opiniones y puntos de vista; están creando posibilidades de respuesta de la ciudadanía a nuestro gobierno y de concientización a las trasformaciones económicas y políticas que necesita Cuba.

Es una masa crítica que no está de acuerdo con el socialismo de modelo burocrático que tenemos, pero tampoco con la política hegemónica y agresiva del gobierno de Trump. Que rechaza por igual al tipo de oposición pro-norteamericana y a las reacciones abusivas y anticonstitucionales del Ministerio del Interior y la Policía contra esa oposición.

El presidente de Estados Unidos podrá ser un buen negociante, pero es muy mal estratega político. Mientras se ensaña con Cuba, América Latina hierve contra el neoliberalismo. En tanto idea cada día cómo afectarnos, pierde terreno entre antiguos aliados del Medio Oriente y ante Rusia. El escándalo con Ucrania lo ha dejado mal parado ante su país y las medidas contra Cuba lo han dejado muy mal visto ante la mayoría de los cubanos. Estudie la historia pasada y reciente de esta Isla míster presidente, si lo que quiere es dividir para vencer le aseguro que está jugando muy mal sus cartas.

29 octubre 2019 36 comentarios 441 vistas
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Los nuevos contrarrevolucionarios

por René Fidel González García 16 julio 2018
escrito por René Fidel González García

Los nuevos contrarrevolucionarios exhiben credenciales públicas de revolucionarios intransigentes porque son, es tan sencillo entenderlo, los oportunistas de un proyecto político revolucionario.

Los nuevos contrarrevolucionarios sospechan y señalan disidencias en cualquier átomo de pensamiento útil, o diferente al suyo, porque por razones obvias, saben por naturaleza que en una fortaleza sitiada los traidores nunca disienten: traicionan.

Los nuevos contrarrevolucionarios no creen en la justicia, ni en la igualdad de todos ante nuestras leyes y la Constitución, saben que es el legado de la Revolución para hacer el Socialismo en Cuba, regaladle una Constitución de la República a uno de ellos – me consta – invocadla ante ellos y tendréis a continuación un enemigo eterno y al mismo tiempo moribundo – gracias Roque Dalton –

Los nuevos contrarrevolucionarios no reparan por ello, llegado el caso, en violar, conculcar y subestimar derechos conquistados por la Revolución, o por nuestros ancestros, o en condicionarlos, o en justificar públicamente su inaplicación, si ello les hace parecer decididos, firmes y por supuesto, revolucionarios. Saben perfectamente que cuando el Derecho es de todos, para todos, entonces ya nadie puede monopolizarlo, nadie está por encima de él. En la antigüedad a ese sueño de la arbitrariedad se le llamó atinadamente privilegium, que quiere decir, ley privada.

En 1804, en Gran Bretaña, el Obispo Watson diría ante la Sociedad para la Supresión de Vicios con inusual sinceridad: “Las leyes son buenas para los pobres, pero, desgraciadamente, están siendo burladas por las clases más bajas. Por cierto, las clases más altas tampoco las tienen mucho en consideración, pero esto no tendría mucha importancia si no fuese porque las clases más altas sirven de ejemplo para las más pobres; os pido que sigáis las leyes, aun cuando no hayan sido hechas para vosotros, porque así, al menos, se podrá controlar y vigilar a las clases más pobres”.

Los nuevos contrarrevolucionarios otean cotidianamente el horizonte, calculan minuto a minuto donde quiera que estén cada paso que dan, cada palabra que dicen o escriben, son maestros consagrados de la interpretación del pensamiento del superior jerárquico y del silencio, cuando es redituable callar, o sea: ser inteligentes, no meterse en problemas, como dicen entre los suyos.  Los que no son accesibles a ese magisterio de la cobardía administrada son inmaduros, criteriosos, problemáticos, contradictorios y locos. Es mentira: saben que son peligrosos. Les consta.

Es por eso que los nuevos contrarrevolucionarios odian la historia, no sólo porque muchas veces son incultos –  éste es un dato importante –  sino porque quieren condenarnos a que cometamos los mismos errores. Cuando no pueden simplificarla o adulterarla, la historia es para ellos una pesadilla que no les deja dormir. Saben que su conocimiento sirve para la liberación de los hombres y no para su sometimiento, que las ideas, incluso derrotadas, laten en ella.

Los nuevos contrarrevolucionarios han copiado la técnica de la reducción de cabezas de algunas culturas para intentar reducir y empobrecer el pensamiento revolucionario en consignas, la verdad en frases huecas, la pasión en algo inocuo, la libertad en consumo. Saben que en ese pensamiento están las claves para comprender las condiciones de la opresión en cualquier circunstancia. Ahora intentan glorificar ese procedimiento, porque saben que la Revolución es hija de la cultura y de la crítica, porque saben que en Cuba existe una generación nueva, lúcida, anticapitalista y le temen.

Los nuevos contrarrevolucionarios dicen odiar furibundamente el capitalismo, pero le promueven travestido asépticamente como modernidad, eficiencia y prosperidad – las cosas buenas de los malos, dicen, a veces, cuando le disfrutan –  Quisieran borrar de la letra y el espíritu de la Constitución la salvaguarda ideológica que proscribe en Cuba la explotación del hombre por el hombre. Ellos saben que no es una simple frase, que detrás hay una idea sencilla y demoledora, una verdad, el capitalismo no produce pobres por defecto sino por necesidad. Somos anti imperialistas y nadie nos mete el píe, pero que bonito está ese zapato, ¿por cierto que marca es?, les cantó mordaz el grupo Buena Fe a sus cachorros.

Los nuevos contrarrevolucionarios espolean desde cada cota que ocupen el conservadurismo social, político y económico que ya practican en su vida privada, trasmiten su escala de valores como un patrón de éxito, se aseguran que así sea, porque saben que sobre ellos cabalgará el odio, el miedo y la ignorancia del otro, y eso puede bastar para matar la solidaridad, la bondad y la confianza. No dudan ya en devaluar la dignidad, en convertir la vileza en virtud, intentan destruir pacientemente los límites éticos en la impostura de la defensa de lo que no creen, porque saben que del abismo que se abra saldrán de entre nosotros mismos las bestias del pasado.

Los nuevos contrarrevolucionarios están hambrientos de poder, porque están obsesionados con lograr que se pierda en la memoria colectiva el significado de escoger la forma de gobierno republicano y el Socialismo. Necesitan desarmar la noción de ciudadanía y de democracia porque sueñan con una patria de consumidores, amnésica, insensible al dolor del otro, a la suerte del otro, enajenada. Por eso les inquieta más una opinión solitaria que el silencio, la inconformidad que la abulia. Es cosa sabida, también por ellos, que de vez en vez aparece un hombre, o una mujer, una persona sin mayor mérito que la decencia, sin mayor coraje que el hastío, que un buen día dice basta, y eso basta.

Por eso es que los nuevos contrarrevolucionarios saben quiénes son sus enemigos y por lo menos en eso hay que concederles tienen la razón.

Otra cosa es que nosotros no sepamos quienes son.

16 julio 2018 22 comentarios 315 vistas
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La libertad de Ariel

por Harold Cardenas Lema 3 julio 2018
escrito por Harold Cardenas Lema

Ariel Ruiz Urquiola fue liberado ayer después de una huelga de hambre de 16 días. Quien tuviera dudas que su sentencia de un año en prisión por desacato a la autoridad tenía un componente político, ahora debe explicarse si su libertad fue decidida solo en el ámbito ejecutivo. En un país tan politizado como el nuestro, cuesta creerlo. El biólogo de 43 años parece quedar en libertad en lo que solo puede ser una rectificación necesaria, un acto de justicia. Como lo más importante ha sido alcanzado, quizás es hora de analizar qué acaba de ocurrir.

Pronto veremos algunos adjudicarse el mérito de su liberación. A la oposición y sus medios les fascina presentarse como representantes de amplios sectores populares con capacidad de presionar e influir en la política gubernamental, nada más lejos de la realidad. Como la desconexión y el aislamiento no son buenos argumentos a la hora de solicitar fondos para el cambio de régimen político en Cuba, fomentar campañas con apoyo internacional es su especialidad pero con resultados dudosos. Aunque se haya movilizado a favor de Ariel, la oposición mueve poco o nada en la toma de decisiones del país, hay que mirar hacia otra parte.

Ariel estará en libertad en primer lugar porque su sentencia era injusta y parecía un exceso a todas luces, pero a veces eso tampoco es suficiente. Lamentablemente, sin hacer luz sobre la injusticia esta puede pasar inadvertida, hubo luz en esta ocasión. Los sectores de izquierda en Cuba que no necesitan guardar silencio esperando que se pronuncie el Granma, que no consideran culpable por defecto a un acusado, los revolucionarios de pensamiento y no de obediencia, se pronunciaron. Junto a ellos muchos otros cubanos dijeron lo suyo. Se expresó en contra de la sentencia un variopinto abanico ideológico, que fue escuchado.

No debió ser fácil la decisión. Al parecer Ariel no dudó en apelar a los medios de oposición para hacer valer su causa, lo cual más que una solución a veces se convierte en el  impedimento. Cuando La Joven Cuba estuvo en una situación injusta hace años (mucho menos grave que esta) y se nos acercaron dichos medios, tuvimos cuidado de no prestarnos a su agenda. Supongo que en ese momento definitorio salen las preferencias políticas de cada uno. No conozco personalmente al biólogo pinareño para valorar con justeza sus decisiones, quizás vale preguntarse a qué medios puede acudir un cubano cuando los estatales hacen silencio y los alternativos están más vulnerables que nunca. ¿Qué camino tiene quien ve fallar los canales oficiales y sabe que todo lo vinculado a oposición llama la atención que él necesita? Quizás algunas reglas actuales son la mayor fábrica de opositores, la mayor fuente de resentimiento.

A pesar de mis diferencias (y de otros supongo) con las decisiones del biólogo, injusticia es injusticia y no vale hacer silencio por conveniencia. Entre muchos se denunció la sentencia y fue derrotada. Ojalá esto traiga consecuencias positivas para todos. Que el aparato legislativo sea cuidadoso de no politizar el uso de la ley en Cuba y que el propio Ariel vea más allá de sus preferencias. En el pasado he combatido injusticias aplicadas a otros que piensan distinto a mí para luego verlos defender solo lo que conviene a su causa política. Mientras expresaba mi rechazo a la sentencia y leía a muchos desgarrarse sus vestiduras en Internet por Ariel, pensaba en cuántos de ellos lo habrían hecho por los Cinco.

¿Cuántos no utilizaron a Ariel para promover el derrumbe del socialismo en Cuba sin que este les importara realmente? Un pretexto más para atacar al Estado cubano. ¿Cuántos que les gusta llamarse revolucionarios y sabían del caso no hicieron silencio sobre esta injusticia porque no consideran a Ariel uno de los suyos? Si lo correcto es reaccionar a la injusticia, no puede detenernos que un adversario también lo haga, subordinar lo que es justo a bandos políticos es muestra de sectarismo ciego.

Hasta este momento no ha sido publicada una línea sobre Ariel en los medios estatales, quien pretenda disputar la relevancia del tema quizás deba leer algunas noticias nacionales intrascendentes que publica nuestra prensa. ¿No había siquiera una línea para este caso en el periódico Guerrillero de Pinar del Río?  Por su parte, los medios de oposición utilizarán la noticia para darse bombo y humillar al Estado, al carecer de mártires se agarran de lo que aparezca. Pero hasta que el biólogo no se recupere y salga en libertad este asunto no habrá terminado realmente.

En una revolución más que nada debe respetarse el Estado de Derecho y que la justicia no se politice. La historia de Cuba estuvo llena de revolucionarios que sufrieron abusos e injusticias legales en el pasado, imitar este comportamiento en el presente es el camino a la ruina moral. No necesito coincidir políticamente con Ariel para alegrarme de que se recapacite su sentencia. Me alegro por su salud y por esta obra social que llamamos Revolución.

3 julio 2018 131 comentarios 494 vistas
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Las listas del Camaján

por Osmany Sánchez Roque 16 junio 2018
escrito por Osmany Sánchez Roque

Si algo ha caracterizado a la llamada “disidencia” cubana es la falta total de escrúpulos a la hora de manipular la realidad cubana. No importa si son personas sin la menor credibilidad, igual siguen recibiendo dinero y atención mediática como es el caso del farsante Elizardo Sánchez Santa Cruz, alias El Camaján.

Su trabajo es confeccionar las listas de los supuestos presos políticos en Cuba en las que incluía por ejemplo a Ernesto Cruz León, un terrorista salvadoreño que por dinero vino a poner bombas en Cuba. Igual la lista la integran deportistas famosos, cantantes, escritores del siglo XIX, en fin, que si de poner nombre se trata pue a poner nombres.

En la más reciente lista resaltan varios nombres de “presos políticos” vamos a ver solo el ejemplo de Elías Pérez Bocourt a quien El Camaján señala que está preso por “intento de piratería”

Aparentemente Pérez Bocourt intentó secuestrar un yate para salir del país y entonces lo acusaron a 30 años de cárcel, por eso ahora la “disidencia” reclama su libertad, pero ¿Cuál es la verdad?

El 9 de enero de 1992 Elías Pérez Bocourt junto a un grupo de personas armados de dos machetes,  una daga fabricada de una bayoneta, una navaja y una llave de extensión intentaron secuestrar una embarcación en la base náutica de Tarará.

El resultado es conocido por todos, cuatro jóvenes asesinados en lo que se conoce como el crimen de Tarará. ¿Es Elías Pérez Bocourt un prisionero político o simplemente un asesino que cumple su condena?

16 junio 2018 27 comentarios 445 vistas
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