La pandemia cubana no fue una plaga pero nos trajo al medioevo
Mi Habana es una ciudad única, seductora, enajenante, histórica, histérica; Con mucho sol y poca luz;…
Tres cosas me quedaron claras: no podemos creer que el aceptar regalos sea una actitud de todos los médicos cubanos, lo mismo he ido al hospital con la manos vacías y me han atendido muy amablemente que he visto personas llegar con regalos y no tener que hacer cola alguna. Lo segundo es la actitud que debemos tener los que seamos testigos de estas prácticas, de no ser cómplices y en vez de “jugar según las reglas”, cambiarlas. Y por último, si el funcionario que atiende esta esfera en ese lugar no reconoce ese fenómeno como una realidad, difícilmente pueda ser erradicado.