En abril de 1959 Fidel visitó los Estados Unidos y se entrevistó con Richard Nixon y este dijo después del encuentro que “…independientemente de los que pensemos de él, será un gran factor en el desarrollo de Cuba y muy posiblemente en los asuntos de América Latina en general”. Al parecer después cambió de opinión pues se refiere a Fidel como un comunista y un peligro para la estabilidad de los gobiernos del continente.
Las recomendaciones de Nixon llevaron a que solo siete meses después de la entrevista, en un famoso memorando fechada el 11 de diciembre de 1959, el jefe de lo que poco después se tituló División del Hemisferio Occidental de la CIA, J.C. King, exhortase a: “Analizar minuciosamente la posibilidad de eliminar a castro…muchas personas bien informadas consideran que la desaparición de Fidel aceleraría grandemente la caída del gobierno”
Estos planes no cayeron en el olvido pues el próximo presidente, John F, Kennedy (JFK), continuaría con ellos y lo llevaría a la práctica con varios hechos terroristas que se realizarían dentro y fuera de la isla.