Por El Discípulo
El sábado en la noche se trasmite en la televisión cubana, en el Canal Educativo, el programa “Espectador Crítico”, donde se proyecta un largometraje después de ser comentado el tema que trata, por un especialista en esa materia que trata la película. Es un programa que a mí en lo particular me gusta mucho por las propuestas cinematográficas que presenta, son de muy buena factura. La de este Sábado en especial me marcó mucho, me dio muchos argumentos de porque tengo que defender tanto el socialismo, y la obra de la Revolución cubana con todas mis fuerzas.
El filme proyectado se nombra “En el Mundo a Cada Rato” una realización de TV Española y la UNICEF, y el invitado de este programa fue el español José Juan Ortiz Representante de la UNICEF en Cuba. No me dio tiempo ni a terminar de ver la película y con lagrimas en los ojos, tomé rápido una hoja de libreta y un lápiz que tenía a mi alcance, y comencé a escribir este artículo.
Voy a compartir con ustedes una cifra que el invitado mencionó, 8 mil niños mueren cada día por no tener acceso, a alimentos o a agua potable, o a un médico.
“Como puede ser que para rescatar a los bancos en menos de un mes aparecieron 14 billones de dólares, y con una decima parte de ese dinero se pueden evitar todas esas muertes”.
“Esto es realmente un crimen, porque todas esas muertes de niños inocentes pueden evitarse, con un poco de voluntad política”.
“Hoy en el mundo hay un accidente de avión y lamentablemente mueren 90 personas y es titular de las noticas de todos los medios de información en todo el mundo tres o cuatro día, pero estos niños mueren todos los días y son 8 mil y no son reflejados por ningún medio, pasan desapercibido y que hacen la mayoría, miramos para el lado ignorando esa realidad”.
Eran algunas palabras expresadas por el invitado, que se me quedaron grabadas. Y concluyó afirmando “Cuba es el único país del mundo que protege a sus niños y que ninguno de esos 8 mil niños es cubano”, “la experiencia de trabajar en Cuba me ha demostrado que cuando existe voluntad política los niños pueden crecer en un ambiente sano y seguro para su pleno desarrollo, sí Cuba puede hacerlo siendo un país subdesarrollado y bloqueado económicamente, el resto de los países pueden lograrlo”. Puso el ejemplo de su propia experiencia con su nieto de tres años que en Madrid el no le permitiría que jugara en el parque solo, en cambio en Cuba eso es algo tan normal y natural que raro es que un niño no lo haga.
Esto son unas pequeñas ideas que retuve del comentario del representante de la UNICEF en el programa de televisión. Después vino la proyección de la película. Una niña en un país de áfrica muera, por no poder recibir una transfusión de sangre, tampoco había un médico que la atendiera. La familia la lleva al puesto de salud después de varios días enferma cuando ya no hay solución. La abuela desconsolada en llanto, la madre se desmalla y cae al suelo. Todos en la sala los invade la tristeza.
Un niño asiático de 8 años es huérfano, su madre ha muerto de sida, vive con su abuela en extrema pobreza. El niño trabaja vendiendo fruta para poder comprarse un uniforme para ir a la escuela. Se le informa a la abuela que el niño también es cero positivo. La abuela consternada y en un mar de llanto no tiene el dinero suficiente para comprarle las medicinas que necesita su nieto.
Una niña de 6 años en un país de Suramérica cuanta, con su propia voz, la historia de cómo se gana la vida trabajando en las calles limpiando autos, su padre que vive recogiendo basura en las calles en una pelea en su casa agrede a la madre y la mata, su hermano de 10 años cae preso por robar una casetera de un auto para llevarlo algo de comer a su hermana menor.
Así va transcurriendo la película reflejando la historia de varios niños en diferentes latitudes del planeta. Lo más impresionante de esta película es que eran historias reales contadas por sus protagonistas, las escenas no eran ficción también eran reales. Las imágenes eran realmente conmovedoras, y tristes. Otros valores de la película o documental, no se como llamarla, es que te narraba otras historias paralelas, de personajes reales, que interactuaban con la tragedia de estos niños que también son muy impresionantes.
Pensar que 600 millones de niños viven en la pobreza absoluta, 15 millones de niños mueren cada año por enfermedades prevenibles y curables. 165 millones de niños no van a la escuela. 275 millones de niños trabajan y 170 millones lo hacen en condiciones peligrosas, y que ni uno solo de esos niños sea cubano, dan muchas razones para defender mi sociedad aunque no sea perfecta pero es la más justa. Los invito a ver está película impresionante y conmovedoras y a preguntarnos.
Si los niños son el futuro de la humanidad y la esperanza del mundo, entonces: ¿habrá esperanza en el futuro?
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