El recientemente electo jefe del Departamento Ideológico en el Comité Central, Rogelio Polanco Fuentes, con su intervención de ayer en el espacio Mesa Redonda parece marcar un cambio en el discurso que hasta ahora había tenido la esfera que comienza a dirigir.
Su designación frente a este importante Departamento parece ser una crítica a la fallida estrategia de la anterior dirección, aparentemente basada en la tesis de que el fin justifica los medios. El resultado de la aplicación de esa política había sido la creación de un tóxico clima de confrontación que rehuía los debates y potenciaba los ataques a la reputación de intelectuales, artistas y personas que discreparan de la política oficial.
En estos años, el Departamento Ideológico nucleó a intelectuales con escaso o nulo reconocimiento en el campo de las Ciencias Sociales, pero que a diferencia del resto tuvieron los medios oficiales a su disposición. El resultado fue un conjunto de artículos basados en el desconocimiento, las generalizaciones burdas y la manipulación de hechos, procesos y figuras de la historia universal y de Cuba.
En su aparición televisiva, el periodista y diplomático hizo un interesante llamado a lograr una mayor democracia y atender la diversidad de la sociedad cubana. También habló de la necesidad de «estimular el pensamiento creativo, la crítica comprometida, la disposición a escuchar a los otros, la profundización en los estudios teóricos, acudir a nuestras ciencias sociales».
Igualmente hizo referencia a la discriminación, la violencia contra la mujer y la importancia de los temas medioambientales como elementos que deben formar parte natural de las agendas de los medios. El reconocimiento de esas necesidades y el viraje –al menos desde lo discursivo– en el rumbo del departamento cuyo mando asume es un importante paso de avance.
El Departamento Ideológico de un partido único que se yergue como «fuerza política superior de la sociedad y del Estado» debe aprender a lidiar con la diferencia de pensamiento, sobre todo si este tiene sus asideros en la búsqueda de la soberanía nacional. La Constitución de la República mayoritariamente aprobada establece ese respeto a la pluralidad y debe ser lo que norme las acciones de los funcionarios públicos.
No pueden los ideólogos del único partido legal en Cuba dedicar más energías a buscarle enemigos a su institución que a generar consensos que permitan mejorar la gestión del Partido/Gobierno.
Con certeza declaró Polanco que «merecemos el bienestar, la prosperidad y la felicidad. No solo por el hecho de que debe ser el premio a nuestra resistencia histórica, sino porque es la razón de ser de nuestra lucha, de la construcción de nuestra nueva sociedad».
La Joven Cuba recibe con agrado estos aparentes aires de renovación. Estamos de acuerdo en que, como dijo el nuevo jefe del Departamento Ideológico, «tenemos que hacer los cambios profundos a los que estamos llamados».
48 comentarios
Los comentarios están cerrados.
Agregar comentario