―¿Consciente de que estuviste a punto de crear un conflicto político?
―No diga eso. Me debo a mi Gobierno. Fiel a ello me dispuse a implementar las orientaciones del vicepresidente Tapia al Consejo Provincial de Defensa.
―¿Qué orientaciones?
―Dijo que hay pocos «con escobas en la mano», que «la gente no es mala, pero lo que no hemos tenido es capacidad de convocarla».
―Con escobas en la mano, las gentes son buenas o no según lo que deseen barrer. Nunca alcanzan el grado de madurez nuestro, pero, bien informadas, bien orientadas y bien dirigidas, podemos lograr grandes cosas de ellas.
―Hay que tocarles en la puerta, insiste: «¡Mañana vamos a limpiar esta calle! CDR y Federación: ¡todo el mundo para fuera!». Un periodista describe que «hay otras abejas y zánganos por el occidente de Cuba». Con esa cantidad de maleza en el suelo, y a diez zánganos por ramita, necesitamos de los habitantes de la zona. Me disponía a movilizarlos cuando usted llamó.
―¿Movilización? Es un desalojo lo que organizaste. ¡Hasta una anciana de ochenta años fue requerida por tus activistas para que saliera!
―A favor de mis subordinados debo aclarar que la actualización ante la defensa especifica que esa señora, en situación de guerra, se incorpora a Corralillo, Villa Clara, como camillera.
―Como si en Corralillo no hubiera suficientes…
―¿Camilleros?
―…octogenarios dispuestos al sacrificio y a la resistencia creativa.
―Lo ha dicho Díaz Canel: «Siempre que veo la actitud del pueblo y la manera en que sale a vencer las adversidades, digo que por este pueblo hay que morirse».
―La que va a morirse si sigues insistiendo es la vieja.
―La patria llama, ha dicho el órgano central del PCC, «y sus patriotas saltan a la manigua de la recuperación».
―¡Si vuelves a hablar de manigua vas a coger plan de machete!… Con la fruición con que te tomas lo de Tapia, encárgate de llamar a Cubadebate. Indícales que tengan cuidado con lo que escriben. Eso de que «Cuba es tierra de gente buena que comparte lo que tiene, dice lo que piensa y hace de la risa patrimonio nacional» y de que «Si sales a la calle, serás testigo de todo un festival de colores, pregones, carteles y cuanto puedas imaginar» puede interpretarse como nos dé la gana.
¡Cual si fuera poca la patente de corso para las protestas que dio el primer secretario del Partido en La Habana, ahora hay que aguantar que el cubano «dice lo que piensa» y anda con carteles en la calle!
―Yo rectificaría lo que expresó nuestro dignatario: «Cada día vamos a ir recuperándonos, y cada día vamos a hacer algo, y cada día vamos a ir resolviendo un problema». Si vamos a resolver un problema por día, no terminaremos nunca. Nos abocaría a lo que él llama «acumulación de desarrollo emotivo».
―Peor lo dicho por Ulises Guilarte: «Hay que seguir dando golpes…
―¡¿Cómo?!
―…de participación, de compromiso, de solidaridad, con los brazos y los corazones de todos».
―Ah.
―Lo que decide es «la información a la población; puede no llegar un recurso, puede no resolverse un problema, pero si hay la información adecuada, la argumentación, eso ayuda a entender, a comprender y a que la gente tenga una actitud distinta ante la situación que está viviendo».
―A propósito: ¿qué explicaremos sobre el aplazamiento de la Liga Élite del Beisbol Cubano?
―¡Mira que advertí que no negociaran los uniformes con Teammate! Puma es diferente, el contenedor con los pulóveres para el trabajo voluntario del domingo llegó con dos semanas de anticipación. ¡Y buenos que salen!
―No crea. Allá en el barrio Juan de Dios Fraga, del municipio La Lisa, donde «el jefe y el subordinado fueron uno solo en el mismo sudor que brotó en el escombreo que puso más bonito al barrio», al presidente lo picó en el abdomen una santanilla.
―¿Y dónde estabas tú que no lo previste?
―A favor de la santanilla debo aclarar que las confecciones Puma poseen una elasticidad a toda prueba, y a medida que sus fibras se acercan al punto crítico liberan espacio entre ellas y permiten un contacto más directo entre la piel y el medio ambiente.
―¿Insinúas que el primer secretario está gordo?
―Para nada. Solo aludo al derecho de esa hormiguita a defender su hábitat, tal y como lo hace nuestro pueblo aguerrido y noble.
―¿Será por eso que en los últimos días Canel anda vestido de verde olivo?
―Dice el Granma que «Tal vez por esa idea del legado, sucede con frecuencia que algún cubano, cuando habla con el presidente, le dice Comandante». Debe ser por eso.
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