—Acaba de efectuarse un encuentro que se vivió «como una celebración de amor fraterno».
—Qué bueno que nuestra hija encuentre novio. Me tiene preocupado esa chiquilla.
—Me refiero al Coloquio Patria. Posicionó, en el centro de los debates, «el análisis de los procesos relacionados con la disputa de sentidos».
—Es demasiado coloquial, pero no tiene sentido que le llames «disputa» a la pobre muchachita.
—Deja de ver fotos en el celular y atiéndeme. Hablo de un evento con «una notable presencia estética», que llamó a «entender la dimensión sensible y artística de nuestra política».
—Sí, son verdaderos artistas en materia de hacer política.
—«La Habana ha logrado reunir a un grupo de personas conocedoras que apuestan por estrategias comunicativas que permitan a la verdad ganarle un poco de terreno a tanto pantano de sensacionalismo financiado».
—¡¿Intentan otra vez desecar la Ciénaga?!
—Se discutió sobre una de las manifestaciones menos conocidas del bloqueo: el de Internet.
—Alguien tenía que denunciar a Etecsa por no permitirnos entrar a determinados sitios. O por ser cómplice de los perfiles falsos que abren los cibercombatientes.
—No hables así de la empresa telefónica que agradece preferirla. Hay que centrarse «en la unidad y la organización para producir sinergias que puedan enfrentar la maquinaria hegemónica dentro de las redes sociales».
—Basta una revuelta en cualquier parte para que en la central telefónica queden «sinergía» y tumben la conexión.
—A las horas que estamos sin Facebook se refirió el Coloquio cuando habló de que «implica mucho más que un acto de censura y de exclusión, es una restricción al desarrollo individual y colectivo, a la conformación de ciudadanía, a la participación integral en el devenir humano».
—Hay que estar «loquio» para decir algo así.
—«Luchar contra la mentira tiene un precio».
—¡Y qué precio! El otro día vi un spot del primer secretario con música de Rocky III y me comí lo que quedaba de megas. Tuve que comprar más datos, menos mal que en Plan Amigos, que si llego a enemistarme…
—Le fueron con todo al videíto en el encuentro ese en Casa de las Américas. Con Filo informa que «se reunieron para debatir un conjunto de estrategias culturales emancipadoras que ayuden a frenar o por lo menos a blindarnos contra la maquinaria de posverdades, manipulaciones y enajenación que tan de moda está por estos días».
—Ese muchacho es osadía y jocosidad en una misma persona.
—Oni Acosta ha ido más lejos: «El llamado mass media se yergue como el verdugo de estos tiempos para, en sentido nada figurado, cercenar atisbos de resistencia cultural desde el momento en que se posicionan determinadas tendencias en las pasarelas promocionales que inducen o pastorean a un público seductible desde lo emocional».
—La pasarela con música de Survivor nada tuvo de seductible ni de emocional. No sé cómo pude sobrevivir a ello.
—El Coloquio se propuso reinventar los códigos comunicativos.
—A ver si el equipo de prensa del presidente inventa menos, habiendo en él «mujeres y hombres que, desde la humildad de la pluma, describen y razonan sobre el presente, con tinta que bebe tanto en el pasado glorioso como en la epopeya actual que erige el pueblo con empeño y sudor».
—Hay que .«formar profesionales con modelos de prácticas contrahegemónicas» —se dijo en el cónclave— «que resulten de una enseñanza desde la praxis, o sea, formados tanto en el pensar como en el hacer»
—El pensar se ha deformado tanto. El hacer ni se diga. Y la praxis…
—«Con el acompañamiento del pueblo, debemos enfrentar las chapucerías y el mal actuar de algunos cuadros y jefes».
—¡A Canel lo llevan recio! Debe estar haciéndole Tik Tok la cabeza.
—La frase no la expresaron Ana Hurtado y compañía. La pronunció Marrero en un recorrido. Ha sentenciado también que «hay que volar en pedazos lo que le molesta al pueblo».
—Las tiendas en MLC son una estafa, pero no hay que recurrir al terrorismo para eliminarlas.
—Imagino se refirió a «los incumplimientos de los planes productivos y bajos rendimientos» o a que «estamos a las puertas de una hambruna a nivel global, y de ocurrir así no tendremos de dónde importar». A nadie le importa que «casi no se cumplen las 63 medidas aprobadas para estimular la producción», a pesar de los dos años que llevan de implementadas. «El campo se ha quedado sin brazos para trabajar la tierra».
—La hambruna planetaria debe convertirse en oportunidad para la exportación. Habría acá menos barrigas fofas. Pero «en el país se pierden más de la mitad de las producciones de mango cada año». Los norteamericanos nos impiden bajarlos de las matas.
—El viceministro de Economía y Planificación anuncia que «los meses siguientes serán complejos para la economía».
—Está escapao.
—Más lo está Trabajadores. Un titular notifica: «Devuelven 37 migrantes irregulares a Cuba».
—Veremos en qué estado nos la restituyen.
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