¡Se ha dicho tantas veces! Quien no conoce su historia está condenado a repetirla. En carta fechada el 24 de octubre de 1823, dirigida al entonces presidente James Monroe, Thomas Jefferson, uno de los padres fundadores de los Estados Unidos y su tercer presidente declaraba: “Confieso cándidamente que siempre he mirado a Cuba como la adición más interesante que podríamos hacer en nuestro sistema de Estado. La supremacía que esa Isla y la Florida nos daría sobre el Golfo de México y para los países colindantes, sería suficiente para colmar la medida de nuestro bienestar político”.
Este interés de Jefferson por Cuba era, sobre todo, estratégico. La posición de la isla partiendo las aguas del Golfo de México y el Mar Caribe la hizo apetecible desde años antes. En 1805 el propio Jefferson, entonces presidente del naciente imperio comunicaba al embajador de Gran Bretaña en su país su intención de apoderarse de Cuba en caso de una guerra entre España y la Pérfida Albión. Su interés principal: proteger a la recién adquirida Louisiana, primera prenda de la expansión territorial de los EE. UU. y cuya compra desató una crisis política por considerarla algunos legisladores como inconstitucional. Ya los ingleses habían dado muestras más que evidentes de su interés por Cuba años atrás y Estados Unidos prefería a Cuba en manos de la debilitada España antes que bajo la bota británica. Así sería más fácil apoderarse de la fruta madura cuando las leyes de la gravitación política avizoradas desde Washington la hicieran caer pa´rriba, es decir, pa’l norte.
Y esperaron.
La espera fue paciente, aunque no siempre pasiva. El 19 de mayo de 1850 desembarcaba en Cárdenas la expedición comandada por el controvertido Narciso López de Urriola. López, nacido en Venezuela, combatió como Capitán del ejército español a Bolívar y vino a dar a Cuba con los restos del maltrecho ejército godo luego de su derrota en América del Sur. Emigró a España y regresó a Cuba en 1840 con Jerónino Valdés, recién nombrado Capitán General de la colonia. En Cuba, López fungió como Teniente Gobernador de Trinidad y otras ciudades del centro de la isla; y contrajo matrimonio con María de los Dolores Frías y Jacob, hermana de uno de los hombres más ricos de Cuba, el conde de Pozos Dulces. Pero en 1843 su suerte cambió.
El nuevo gobernador colonial, Leopoldo O’Donnell, lo destituyó de todos sus cargos. Airado, López comenzó a conspirar con grupos de hacendados que temían que España, presionada por Inglaterra, aboliera la esclavitud. Estos afortunados, que amasaron pingües riquezas de la trata y explotación de cientos de miles de africanos, veían en los estados esclavistas del sur norteamericano y la anexión la preservación de su cornucopia. Tras fracasar la conspiración de la Mina de la Rosa Cubana, López huye a Estados Unidos y traba contacto con emigrados cubanos, Cirilo Villaverde fue su secretario particular durante años. Con el apoyo de prominentes sureños como Jefferson Davies (futuro presidente de la Confederación) y John A. Quitman, gobernador de Mississippi, organiza a 600 hombres que logran tomar la ciudad de Cárdenas por unas horas, de la que se retira al no lograr apoyo de la población.
Un año después, con el patrocinio del sobrino del presidente en funciones organiza una nueva expedición que desembarca cerca de Bahía Honda. Después de varios días de escaramuzas y combates fue capturado en la Sierra del Rosario y ejecutado en garrote vil. De todo este tropelaje anexionista nos quedó, sin embargo, nuestra hermosa bandera, honrada durante nuestras verdaderas guerras de independencia. Al sur esclavista le quedó la frustración de sumar con Cuba una fuerza más para combatir el creciente movimiento abolicionista. Y al norte revuelto y brutal que nos desprecia otras cinco décadas de espera.
1898
Intentos hubo, de comprar la isla y se ofrecieron sumas digamos que interesantes. Unos años antes, habían comprado a Rusia la inmensa Alaska por poco más de 7 millones de dólares. Pero España se resistía, primero porque no podían perder a la Siempre Fiel Isla de Cuba, el residuo más valioso de su otrora inmenso imperio colonial, que aportaba buena parte del dinero que sostenía a un reino decadente. Lo segundo, por ese orgullo muy español que ha dado de sí cosas tan terribles como el fusilamiento de 8 estudiantes inocentes y tan dignas como la espada rota de Capdevila. Pero los norteños tenían un incentivo adicional. Se construía el canal de Panamá y las rutas comerciales y militares del mundo cambiarían para siempre. El tráfico por el mar Caribe adquiriría una importancia vital y el Caribe tenía que convertirse, para sustentar una hegemonía imbatible, en el Mare Nostrum norteamericano.
En su obra “La expansión territorial de los Estados Unidos”, el gran historiador Ramiro Guerra da cuenta detallada de las carreras del embajador yanqui en Madrid intentando comprarle a España una colonia que ya tenía perdida. Pero España se resistía, y en eso, estalló el Maine.
El 15 de febrero de 1898, la noche habanera se vio estremecida por una explosión en la bahía. El viejo acorazado Maine, de visita en la capital cubana, explotó cobrando la vida de casi toda su tripulación. No se ha podido determinar qué causó la mortal explosión. Ni entonces, ni en 1911 cuando el casco fue reflotado y examinado, ni un reexamen en 1975. Las evidencias apuntan a que fue un accidente. No obstante, la explosión fue el motivo soñado del gobierno de William McKinley para intervenir en Cuba. Dos días después de la explosión el diario The World del magnate Joseph Pulitzer informaba a la nación que se trataba de un atentado, alegando que las autoridades españolas habían brindado después de la explosión, lo cual era falso, se encontraban en el lugar de los hechos intentando rescatar sobrevivientes. La opinión pública norteamericana simpatizaba sinceramente con la causa de la independencia de Cuba. No fue difícil que el 18 de abril las dos cámaras legislativas del congreso emitieran la famosa Resolución Conjunta, sancionada dos días después por el presidente. Era, de hecho, una declaración de guerra a España, la espera paciente llegaba a su fin, era el momento de lograr el propósito y apoderarse de Cuba. Porque una cosa son las simpatías de los pueblos y otra los intereses de los imperios.
La historia de la mal llamada Guerra Hispano-Americana (algunos por piedad o justicia histórica añaden Cubano después de algún guion) es bien conocida y terminó con el infame Tratado de Versalles mediante el cual, ignorando completamente a los luchadores cubanos, España entregaba la isla a la ocupación estadounidense conjuntamente con sus otras colonias en el Caribe y el Pacífico. Durante cuatro años gobernaron el país. El anexionismo volvió a la carga, alentado sobre todo por comerciantes y empresarios españoles y cubanos que veían en la protección yanqui el futuro seguro de sus negocios. El propio Leonard Wood, segundo gobernador norteamericano, era un ferviente anexionista. Pero la situación dentro de los EE. UU. había cambiado.
La esclavitud abolida apagó el interés de los sureños, los grandes productores norteamericanos de azúcar no querían la competencia del dulce cubano, libre de impuestos, en su mercado. Por otro lado, había impedimentos legales; la Joint Resolution (Resolución Conjunta) establecía en su artículo Primero: “Que el pueblo de la isla de Cuba es y de derecho debe ser libre e independiente”. Y más importante aún, el pueblo de Cuba quería su república, y aunque desarmado, el Ejército Libertador seguía con todos sus oficiales y soldados en el país. Los norteamericanos enfrentaban por entonces la brava rebeldía de los patriotas filipinos que se resistían a entregarse a un nuevo amo y una guerra en Cuba sería catastrófica. Y se inventaron algo inédito: ni colonia ni estado, la Enmienda Platt, es decir la colonia disfrazada de república.
Es tristemente memorable como lucharon los constituyentes cubanos por defender algo de soberanía, o al menos algo de decoro, cuando imposibilitados de seguirla rechazando, intentaron modificar mínimamente su redacción para hacerla menos vergonzosa. No se cambia ni una coma, impuso el gobernador Wood, y al fin primó el “sí, para que se vayan”.
Y se fueron.
Conmueve en la distancia, el júbilo con que los cubanos celebramos el 20 de mayo de 1902, la inauguración de nuestra primera república. La patria había parido, bien que la criatura era la versión política de Quasimodo, pero era nuestra república. Y se fueron, pero se quedaron con la mejor bahía del sur cubano: Guantánamo. Un bastión desde el cual el águila imperial podía dominar todo el Caribe y controlar el acceso a su flamante canal istmeño. La Isla de Pinos también estuvo en su mira durante años, pero al final la descartaron: no encontraron sitios adecuados para emplazamientos navales en el pantanoso sur de la isla.
Se fueron, pero regresaron apenas cuatro años después, al llamado del americanizado maestro de Central Valley para contener la rebelión de los liberales. El interventor Magoon dilapidó el tesoro público y sentó las bases de la corrupción generalizada que caracterizó el resto de la república mediatizada. Regresaron en 1933, en la persona de Benjamin Sumner Welles, para diluir la revolución contra Machado aupando figuras que tendrían un ominoso papel en el futuro político de la isla. Por la época, se derogó la Enmienda Platt, ya no era necesaria. Los capitales norteamericanos que controlaban la economía nacional y los políticos serviles a sus dictados garantizaban la perpetuidad de su tutela y control de los destinos de Cuba.
Lo que sigue es historia vivida.
El derrocamiento de la odiada dictadura batistiana y la llegada al poder de una nueva y desconocida generación, tomó por sorpresa al imperio, y cuando intentaron doblegar al incipiente gobierno revolucionario aplicando medidas de coacción política (la OEA y Punta del Este), asfixia económica (sin cuota pero sin amo) e invasiones militares (remember Playa Girón), métodos que emplearon antes y después en América Latina, pero que fracasaron en Cuba; volvieron a su paciente espera, que, una vez más, no significa inacción. El bloqueo impuesto con el fin de provocar una crisis sociopolítica que llevara al alzamiento del pueblo contra la Revolución, ha sido mantenido y reforzado, a pesar del reiterado reclamo del mundo de la necesidad de poner fin a esa política genocida que tanto daño ha hecho y hace.
Llegaron los 90 y se acabó el breve siglo XX y se hacían maletas para el retorno, pero no sucedió lo esperado. Fueron años muy duros, difíciles en extremo, pero, poco a poco el barco que naufragaba fue saliendo a flote. La dirección de Fidel fue clave, pero no olvidar que de situaciones así solo se sale con el apoyo del pueblo. Ninguna dictadura sobrevive una crisis de esa magnitud. Y cuando parecía que se impondría la razón, llegó el Innombrable a atizar viejos fuegos, construir nuevos muros e imponer eternos yugos.
Todos queremos un futuro mejor, vivir en paz y disfrutar una prosperidad honrosa y sostenible. Hoy como ayer, hay dos visiones medularmente antagónicas de cómo lograrlo, de ahí el encono que nos divide. Algunos piensan que ese futuro vendrá de un águila salvando al tocororo. Recuerden que los imperios tienen vasallos, clientes y hasta socios, pero no amigos. Me horroriza la idea de ver un día a un “salvador” rubio ayudando a los cubanos lanzando rollos de papel en una renombrada Plaza Cívica. Ellos están esperando.
Bibliografía consultada:
-San Francisco Call, Volume 83, Number 131, 10 April 1898. WHAT THOMAS JEFFERSON SAID ABOUT ANNEXING CUBA. Disponible en: https://cdnc.ucr.edu/cgi-bin/cdnc?a=d&d=SFC18980410.2.132.26&e=——-en–20–1–txt-txIN——–1
-ECURed https://www.ecured.cu/Thomas_Jefferson
– Dave Benner La compra de Luisiana: la crisis constitucional de Jefferson que puso en riesgo la disolución de la Unión. 10/15/2018. Mise Wire
–https://es.wikipedia.org/wiki/Narciso_L%C3%B3pez
-Guerra, Ramiro: La expansión territorial de los Estados Unidos a expensas de España y de los países hispanoamericanos. Cultural, La Habana, 1935
-Germán Segura. La explosión del acorazado Maine, ¿atentado o accidente? National Geographics. Historia. 07 de mayo de 2019. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/explosion-acorazado-maine-atentado-o-accidente_12386/1
-The Spanish-American War, 1898. Archive U.S Department of State. https://2001-2009.state.gov/r/pa/ho/time/gp/90609.htm
-Autor: Redacción Digital 2: Guerra hispano-cubano-norteamericana: Resolución Conjunta aprobada por el Congreso norteamericano. internet@granma.cu; 17 de julio de 2018 10:07:37. http://www.granma.cu/hoy-en-la-historia/2018-07-17/guerra-hispano-cubano-norteamericana-resolucion-conjunta-aprobada-por-el-congreso-norteamericano
-Rolando Rodríguez. Cuba: Las máscaras y las sombras: la primera ocupación, dos tomos, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2007.
24 comentarios
Los que de verdad estamos esperando, los que de verdad hemos sido exageradamente pacientes, somos los cubanos del pueblo, los de a pie. Nosotros ya contamos 61 años de un gobierno incapaz siquiera de reconocer algunos de los derechos más elementales a los que un ser humano tiene derecho, tales como la posibilidad de expresarse líbremente, asociarse y moverse líbremente sin sufrir persecución por ello.
Nostros, los cubanos de a pie, los del pueblo, 61 años después estamos aguantando a un gobierno que no es capaz de garantizar un simple vaso de leche para todos, un gobierno que no ha permitido que los cubanos mismos pongan en función de nuestra economía todo el potencial que tenemos. Por eso el bloqueo gringo es tan eficaz siendo que le colabora, increíblemente, un absurdo bloqueo interno por parte del gobierno cubano sobre el pueblo cubano que hace nuestra vida mucho más difícil.
Basta ya de artículos de “plaza sitiada” que no ayudan en nada a resolver los problemas que tenemos hoy, aquí y ahora. Y no digo que conocer la historia no sea importante, pero no podemos seguir viviendo en un pasado que solo beneficia a los actuales burgueses rojos de partido único. Va siendo hora que esos señores se quiten del camino en el interés de toda una nación, y no que la nación trabaje para quienes la han destruído con su rigidez, falta de libertades y torpezas.
Interesante, desde la primaria nos ensennaron que los americanos volaron el Maine.
Falto incluir otra investigacion de National Geographic en 1999. Hoy todavia no se conocen las causas de su hundimiento. Pero es muy conveniente al gobierno cubano mentir.
Hay demasiados lacayos y genuflexos,cuya conciencia reside en el bolsillo y el estómago que se empeñan, por conveniencia, a negar esa historia cazi reciente.
Los problemas en nuestra Patria, los tenemos que resolver los cubanos. Todo el que desde afuera venga con promesas de resolverlos con sus manidas fórmulas, sólo tratará de obtener sus ventajas en detrimento de nuestro pueblo.
Espero que pueda haber un verdadero y sincero diálogo nacional donde impere el respeto mutuo, se abandonen las posiciones dogmáticas y se adopten posiciones creativas y constructivas para alcanzar el deseado estado de bienestar y de derecho sin renunciar a ninguna de las conquistas de nuestro pueblo y la Revolución.
Asi es. Gracias por comentar
Ahí me parece faltó algo al final:
” Mirando las soluciones satinadas y rocambolescas que diariamente nos sorprenden en la Mesa Redonda,por ejemplo, a veces me pregunto si no son los dirigentes de este país los que poco a poco van empujando al pueblo cubano a depender más de las ayudas de los vecinos del frente y de las remesas que puedan recibir de sus familiares antipatriotas, anticubanos,de la mafia anexionista y entreguista. Y de paso cada vez más jóvenes,y no tan jóvenes miran con más interés las formas de salir de su país de origen y buscar en otras tierras una forma de vida más humana y más cercana a la normalidad,y no a depender de las migajas que este gobierno vende como oro puro y como si fuera una dádiva, no su responsabilidad. ”
Si esas fueran las palabras finales estoy seguro ,muy seguro, que se apegara más a la verdad actual. La historia es necesaria,muy necesaria,pero de ella no se vive.
Con todo el respeto a una opinión, pero también dando la mía… creo que terminar tan valioso resumen histórico, cargado de las verdades que hacen la historia, podria ser esa una ¨receta¨ disfrazada¨ … propondría entonces – ¨El pueblo cubano, que no se ha amedrentado jamás ante imposiciones, presiones ni intervenciones imperiales, continua hoy su lucha sin tregua por reencontrar la ruta de la luz que lo conduzca junto a su soberana voluntad a un destino prospero, de paz, armonía y respeto de su vecino del norte, donde se fundan además con la dignidad popular, los valores y logros sociales alcanzados por y para el bien de todos los cubanos¨
Saludos a La Joven Cuba , gracias por sus cronicas y por favor me gustaria saber cuando escribiran sobre los miles de medicos cubanos que hoy no pueden entrar a Cuba en 8 años a causa de la medida criminal del gobierno cubano que viola el Derecho Internacional y la Carta de Derechos Humanos de la ONU y que causa dolor y sufrimiento asi como daños psicologicos en miles de familias cubanas.
Saludos
Hombre y sumele los presos políticos! Dígase Roberto de Jesús Quiñones Haces
Comentario al spam, Harold.
El artículo como historia,muy bueno,pero alguien tendrá que salvar al tocororo,la dirección actual cubana va de mal en peor,no se ven cambios que pudieran hacer floreser la economía,y del pueblo,el pueblo cubano no es que aguante para defender la revolución,en Cuba hay una apatía total,las personas estan en face de supervivencia,muchos ven el futuro fuera del país,no creo que los EEUU quieran tomar Cuba,bastante tienen con la carga de Puerto Rico.
Porque una cosa son las simpatías de los pueblos y otra los intereses de los imperios.
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Yo no sé hasta cuándo la gente va a seguir sacándose de la manga construcciones verbales como estas que no tienen mucho que ver con la realidad. ¿De qué pueblo habla el autor? ¿Conoce algún imperio que se haya formado sin el consentimiento de su pueblo, vamos a decir, un número considerable de los habitantes del territorio original? ¿Quién va al ejército? La verdad es que toda esta verborrea suena bonita, pero no tiene nada que ver con la verdad, y por lo tanto, no sirve para nada. Al pueblo norteamericano Cuba le importa y le ha importado un comino, excepto cuando los misíles rusos se instalaron en la Isla. Si los hubiesen dejado votar probablemente hubiesen votado por desparecerla del mapa.
Lo mismo que esto otro:
El bloqueo… ha sido mantenido y reforzado, a pesar del reiterado reclamo del mundo… ¿De qué mundo habla el autor? ¿De los simpatizantes que pueda tener la causa de la eliminación del bloqueo? ¿Cuántos salen a la calle a protestar? ¿Los países que votan en contra del bloqueo en la ONU? Digamos, los gobiernos, que votan a sabiendas de que la votación es un show que no sirve para nada, como año tras año se demuestra. Ya me gustaría ver cuántos de esos gobiernos votarían como lo hacen si de verdad Estados Unidos se viera obligado a levantar el bloqueo por la votación.
Yo creo que el bloqueo es absurdo, contraproducente y criminal, pero si quieren de verdad que se levante, al único pueblo que hay que ganarse, y cuyos únicos votos importan, son los cubanos que residen en Estados Unidos, muchos de los cuales son filoamericanos, así que, de antemano, no es cosa fácil, a lo que se añade el hecho de que muchos de los que se consideran cubanos y patriotas no están nada contentos con la manera que los trata el gobierno cubano a ellos y a sus familiares, lo cual para la mayoría, cobra precendente antes que el pueblo y que la patria, después de esta laberíntica experiencia de 61 años.
Si hay algo que he dicho que no se ajuste a la realidad, por favor, infórmenme: me he propuesto no decir tonterías.
Sigueindo con la metáfora ornitológica: El tocororo se salva con la ayuda del tomeguín, del sinsonte, del gavilán, del zun zun, de la lechuza y hasta de la cotorra. Pero todos, ojo avizor con la rapaz de ese norte, revuelto y brutal que nos desprecia.
Una columna que decepciona, muy por debajo de los niveles que logran otros trabajos publicados en LJC, este, en cambio, esta plagado de omisiones y medias verdades. Otro mas en la larga letania, victimista y carente de la necesaria introspeccion critica que tanto necesitamos como nacion. Una vez mas, Cuba y los cubanos como victimas pasivas del mal que siempre nos viene de lejos.
Víctimas, tal vez, pasivas nunca. Nuestra historia esta llena de errores, pero también de heroísmo. Nuestra nacionalidad se ha forjado en la frontera de los imperios, bajo asedio, explotación y opresión. El artículo no es una queja, es un recordatorio.
…..”Nuestra historia esta llena de errores, pero también de heroísmo”….si ud. tan solo hubiese mencionado y analizado en profundidad y con honestidad algunos de esos errores (y la lista es bien larga), en un relato que pretende abarcar mas de un siglo, entonces empezaria a creer que ud. reconoce que esos errores son tan influyentes como la intromision externa……y lo de “victimas pasivas” es puro sarcasmo de mi parte.
Creo que lo mismo pudieran decir el 99% de los paises que hoy existen; imaginese si ahora va a ser un merito que en nuestro pais transcurra el tiempo. Por favor dejemos el chovinismo y el delirium tremens, ‘… el barco salio a flote…’. WTF??? No recuerdo un dia de los ultimos treinta años en que un ciudadano con un nivel de ingresos promedio haya podido satisfacer sus necesidades sin cometer un acto delictivo, o parasitar a algun familiar emigrado.
Esto ae deje conocer. Gracias por tu ayuda historica.
Muchas gracias por tu escrito. No debemos olvidar nuestra historia.
Diec el autor: “Llegaron los 90 y se acabó el breve siglo XX y se hacían maletas para el retorno, pero no sucedió lo esperado. Fueron años muy duros, difíciles en extremo, pero, poco a poco el barco que naufragaba fue saliendo a flote. La dirección de Fidel fue clave, pero no olvidar que de situaciones así solo se sale con el apoyo del pueblo. Ninguna dictadura sobrevive una crisis de esa magnitud. Y cuando parecía que se impondría la razón, llegó el Innombrable a atizar viejos fuegos, construir nuevos muros e imponer eternos yugos.”
Aqui el autor ignora con franca osadia la aproximación del “imperio” hacia el pueblo cubano que encabezó Obama y que fue totalmente torpedeada y rechazada por Fidel Castro. Alli se perdió una oportunidad única de reparar las relaciones. Como respuesta al rechazo, Obama (y como cediendo a los muchos insinceros pedidos de Cuba al respecto) abolió la Ley Pies Secos y cerro la valvula de escape a la presión social interna.
Con el rechazo a este cambio en la política de los USA hacia Cuba, se cerraron las puertas para un arreglo y solo quedo el anterior camino de la confrontación. Quedó claro que el gobierno cubano no esta realmente interesado en negociar el diferendo sin importar cuanrto tenga que sufrir el pueblo cubano.
Es vergonzoso observar como personas sin ningun amor por nuestra patria tratan de desvirtuar este magnifico articulo que presenta el autor, basado en verdades incuestionables. ! Que verguenza!
Seremos más cuidadosos con la moderación de los comentarios, coincido en que hay algunos que son tóxicos y no les interesa debate alguno, sino desacreditar a los autores de LJC, que como editor tengo la responsabilidad de proteger.
Harold
Estimado Harold: Despues de este comentario suyo, he vuelto a revisar las opiniones expresadas por los lectores con relacion a esta columna y; no logro encontrar uno solo que, injurie o intente desacreditar al autor. Hay varios, entre ellos los mios, que estan en total o parcial desacuerdo con el enfoque y las conclusiones del articulo. En el unico que noto un ataque personal es en el comentario al que ud. responde, el cual acusa, a quienes critican el texto, de “antipatriotas” . Espero que, en este espacio podamos seguir, como hasta ahora, debatiendo libre y respetuosamente. Un saludo.
Le sugiero leer más de un texto en LJC, y encontrará lo que no pudo o no quiso ver 😉
Harold
Si ud. se refiere a mi opinion sobre esta columna en particular, la primera oracion, en mi primer comentario, sobre este trabajo, es la siguiente:
….”Una columna que decepciona, muy por debajo de los niveles que logran otros trabajos publicados en LJC”…..
Si me esta “aconsejando” que vuelva a leer los comentarios, le repito que no encuentro insultos personales pero si, bastante desacuerdo con el contenido del articulo y el enfoque de este autor, No leo todos los articulos y mucho menos todos los comentarios que aqui se publican, pero una de las caracteristicas que me gusta del sitio es que se debate sin miedo pero con respeto.
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