Durante mis días de estudiante de ingeniería mecánica, cada vez que terminaba alguna tarea estudiantil para la asignatura “Diseño de Elementos de Máquinas”, como muestra fehaciente de que el diseño de la pieza correspondiente cumplía todos los requisitos de resistencia mecánica, agregaba en la hoja de proyecto, tal y como era costumbre, la frase: “El elemento de máquina satisface la condición de resistencia estática y resiste infinitos ciclos de fatiga mecánica”.
Para los lectores no conocedores de estas cuestiones ingenieriles les aclaro, que el 80 por ciento de los fallos de las piezas de cualquier ingenio mecánico se deben fundamentalmente a dos causas; el desgaste en cualquiera de sus variantes y la rotura por fatiga mecánica. Por tanto las metodologías de cálculo para el diseño mecánico estudiadas por los graduados de Ingeniería en Cuba durante los años 80, provenientes fundamentalmente de los países socialistas, posibilitaban diseñar elementos de máquina de una durabilidad muy prolongada. A mi mente acuden dos textos importantes que todavía conservo en mi biblioteca personal, conocidos entre nosotros por los autores de los mismos, el “Reshetov” y el “Glizmanenko”.
La prueba viviente de la efectividad de estas metodologías de cálculo, lo constituyen los equipos fundamentalmente soviéticos de todo tipo que aún continúan en servicio en nuestro país después de 20 años de la caída del Muro de Berlín y la caída del campo socialista de Europa del Este. Si algún lector de los que acuden a los post de este blog, no ha tenido la oportunidad de entrar en contacto con la tecnología mecánica soviética, les puedo poner como ejemplo de que por las calles de nuestra isla circulan camiones, jeeps, autos, motos, etc, fabricados hace más de 40 años, sin que sus componentes esenciales no hayan sido sustituidos. El auto Moskvich de mi padre, por ejemplo, fue comprado nuevo en el año 1980, y solo se le han hecho en 31 años dos reparaciones totales del motor, en las cuales solamente se les han sustituido aros de los pistones, cojinetes de deslizamientos de las bielas y el cigüeñal, así como algunas válvulas.
Cuando la dirección de la Revolución decidió sustituir los refrigeradores soviéticos, de otros países socialistas y cubanos, fabricados estos últimos en la INPUD, con tecnología socialista, por otros de tecnología china más ahorradores y con un gas refrigerante inocuo para la capa de ozono, la mayoría se encontraban funcionando en perfecto estado técnico. Esto incrementó la resistencia de muchos propietarios al cambio. Todavía algunas familias cubanas emplean televisores Orizon o Krim, a color o en blanco y negro con más de 40 años de explotación.
Algunos se preguntarán porqué traigo a colación estos detalles técnicos, quizás más propios de una publicación de ingeniería que de una bitácora personal. Pues bien, la motivación fundamental me la proporcionó un documental transmitido por el periodista Reinaldo Taladrid en su programa “Pasaje a lo Desconocido”, denominado “Obsolescencia Programada”. Tengo que confesar que el título me dejó intrigado. Incluso llegué a preguntarle a mi esposa si ella tenía conocimiento de la temática que anunciaba este, y su respuesta fue un no rotundo.
Cuando tuve la oportunidad de disfrutar del filme, y de los debates entre Taladrid y el conocido psicólogo Manuel Calviño, pude aprender que la “Obsolescencia programada” está relacionada con una de las barbaridades más grandes que los capitalistas han ideado en detrimento de la naturaleza, la preservación de los recursos materiales y la protección del medio ambiente. Se trata nada más y nada menos de reducir la durabilidad de los productos de la industria y el equipamiento de cualquier género, es decir, disminuir su vida útil, en función de garantizar las ventas de mercado.
El documental sitúa a los fabricantes de bombillas eléctricas incandescentes como los iniciadores de esta espiral del despilfarro. Se comienza por mostrar una bombilla eléctrica, colocada en una estación de bomberos de Livermore, California, en 1901, y que continúa funcionado a pesar del tiempo transcurrido. Pues como las bombillas no se rompían tan fácilmente, lo cual implicaba que no era necesario comprar tantas lámparas, y que los capitalistas del ramo ya no serían tan ricos, los fabricantes de bombillas occidentales se reunieron en secreto por los años 1920 y acordaron que la durabilidad de estas no debía sobrepasar las 10000 horas.
Las bombillas del campo socialista, no sujetas a esos embates del mercado, siguieron siendo las más duraderas. Al contrario; según un testimonio de uno de los entrevistados, en los países socialistas, los diseñadores recibieron grandes estímulos por el ahorro del estratégico y caro wolframio, empleado en la fabricación de los filamentos. En el documental aparecen las bombillas Narva, fabricadas en la antigua República Democrática Alemana, y que durante muchos años utilizamos en nuestra Patria, por lo que podemos dar fe los cubanos de la calidad de las mismas, como testimonio de que se pueden ahorrar importantes recursos materiales, cuando se diseñan los productos con la calidad requerida.
Otro ejemplo de esa tendencia funesta durante los años 1940 lo constituyó la obtención del nylon por la compañía Dupont. En el material televisivo se relata que la durabilidad de las primeras medias de nylon desarrolladas por la firma norteamericana era tan grande, que prácticamente se consideraban irrompibles. Aparece una secuencia fílmica de un automóvil tirando de otro, atado solamente por unas de las primeras medias de nylon. A pesar de la aceptación general de las mujeres norteamericanas por este producto de alta calidad,la Presidenciade la firma, obligó a sus científicos a afectar la resistencia del nylon, para que las medias ya no fueran tan duraderas.
En este punto del documental yo meditaba, sobre todo teniendo en cuenta que la fundamental materia prima de la producción de los plásticos, entre ellos el nylon, es el petróleo; acerca de cuantos millones de toneladas del importante recurso le han costado a la humanidad, la irresponsable y ambiciosa decisión de la directiva de la empresa Dupont.
(Continuará)
Enlaces relacionados:
http://www.rtve.es/television/documentales/comprar-tirar-comprar/
http://es.wikipedia.org/wiki/Obsolescencia_programada
Publicado originalmente en http://edumatanzas.blogspot.com/
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