Lecciones a cien años de la Nueva Política Económica en Rusia

La Nueva Política Económica (NEP del ruso Nóvaya Ekonomícheskaya Polítika) introducida por el gobierno revolucionario soviético en 1921 fue en realidad un intento de aminorar el gran descontento de la población con medidas destinadas a aumentar la producción y el acceso popular a productos básicos de consumo. Si bien la guerra civil (1918-1920) causó en sí un gran empobrecimiento en las condiciones básicas de vida de la población urbana y rural rusa, fue la política del «Comunismo de Guerra», introducida por el liderazgo bolchevique durante ese mismo período, la que empeoró significativamente su situación.

Tal política conllevó a una profunda alienación de quienes habían sido pilares de la revolución de 1917: los trabajadores industriales en las ciudades y el campesinado, que en ese entonces constituía el 80% de la población.

Los destacamentos urbanos organizados bajo esa política para confiscar a los campesinos sus excedentes agrícolas y enviarlos a las ciudades, acabaron requisando parte de la ya modesta dieta de los mismos, además del grano almacenado para sembrar la próxima cosecha. La situación empeoró cuando bajo esa misma política se crearon los llamados «comités de campesinos pobres» (kombedy), basados en una supuesta estratificación de clases en el campo que no tenía fundamento real, para reforzar las funciones de los destacamentos urbanos.

Debido a los métodos informales y arbitrarios que caracterizaron el funcionamiento de los kombedy, estos terminaron siendo una fuente de corrupción y abuso, frecuentemente a mano de elementos criminales activos en estos grupos que acababan apropiándose, para uso propio, del grano y todo tipo de bienes que confiscaban arbitraria e impunemente a los campesinos.

Por añadidura, durante el otoño de 1920 empezaron a manifestarse síntomas de hambruna en la región del Volga, que se recrudecieron en 1921 después de una sequía muy severa que arruinó la cosecha y también afectó el sur de los Urales. Desde febrero de 1920, ya León Trotsky había propuesto que las requisas arbitrarias del «Comunismo de Guerra» fueran sustituidas por un impuesto en especie pagado por los campesinos, con el fin de incentivarlos a que cultivaran más granos. Sin embargo, dicha propuesta fue rechazada en ese momento por los líderes del Partido.

Los sucesos de 1956 en Hungría

La política del «Comunismo de Guerra» se aplicó igualmente a la economía urbana e industrial, mediante su nacionalización casi total, aunque ya sin el control democrático de los obreros y los soviets, que el gobierno soviético había abolido cuando comenzó la guerra civil y reemplazado con una dirección exclusivamente desde arriba, constituida por administradores del Estado. Mientras tanto, los obreros fueron sometidos a un régimen de trabajo obligatorio militarizado.

Para la mayoría de los líderes comunistas, incluyendo a Lenin, esa economía nacionalizada y centralizada representaba un gran avance hacia el socialismo. Es por eso que para Lenin la NEP significó un gran retroceso. Aparentemente, en su concepción del socialismo, la nacionalización desempeñaba un papel más importante que los controles democráticos desde abajo. Pero la eliminación de la democracia en el trabajo fue solo un aspecto de la supresión más general de la democracia soviética, que el gobierno bolchevique implementó como respuesta a la sangrienta y destructiva guerra civil.

Basados en las circunstancias objetivas creadas por esa guerra, y en la urgente necesidad de resolver problemas reales como el sabotaje político y económico, el liderazgo bolchevique no solo eliminó el multipartidismo en los soviets (consejos) de trabajadores y de campesinos, sino también la democracia e independencia sindical, e introdujo muy serias restricciones a las libertades políticas establecidas al principio de la revolución.

La clase trabajadora, diezmada por la guerra civil —había descendido drásticamente a solo una tercera parte de lo que había sido a principios de 1918— y muy afectada por la escasez que reinaba en las ciudades, ya no tuvo la fuerza de oponerse a la nueva organización desde arriba en el trabajo, ni de tratar de restaurar el rol que habían tenido en la dirección democrática de la producción.

Para el fin de la guerra civil, los soviets y los sindicatos estaban en vías de convertirse en meras bandas de transmisión de las políticas del Partido Comunista. Más tarde, una vez que se inauguró la NEP, los trabajadores empezaron a resistir y hubo muchas huelgas, hasta que Stalin consolidó su poder a finales de los años veinte.

La Nueva Política Económica (1921-1928)

Para aumentar la producción de bienes básicos de consumo y el acceso popular a estos, el liderazgo bolchevique recurrió a una serie de concesiones económicas de mercado. Así, por ejemplo, permitió a los campesinos vender sus productos por la libre a condición de pagar un impuesto en especie. Se reemplazaba de esta manera la odiada política de confiscaciones arbitrarias del «Comunismo de Guerra». Asimismo, permitió las operaciones del capitalismo nativo e internacional, tanto con respecto a la producción de bienes de consumo como a su distribución.

Las concesiones económicas del gobierno estuvieron acompañadas por una política de liberalización de la cultura en sus varias manifestaciones. Sin embargo, en 1923, cuando Lenin ya se había retirado de la política por motivo de su precaria salud, el gobierno impuso la censura de libros y otros materiales orientados a la cultura popular, especialmente aquellos de índole religiosa. Irónicamente, esta censura contradijo el único derecho mencionado como tal por la Constitución revolucionaria de 1918, que establecía el derecho a la diseminación y propaganda, tanto religiosa como atea.

Esa liberalización económica y cultural ocurrió, no obstante, junto con la contracción, en el ámbito político, de los derechos de pensamiento y organización. Lenin, junto con otros líderes, decidió contrarrestar lo que para ellos significaba la NEP en tanto gran retroceso del socialismo, al endurecer el control político de la sociedad a manos del partido que encabezaban.

La supresión de derechos, que pudo haber sido considerada necesaria bajo las condiciones «objetivas» de la guerra, no solo continuó en pie, sino que se institucionalizó y se convirtió en una virtud. La represión política ad hoc y tentativa de la guerra civil se generalizó y sistematizó. Así, por ejemplo, la episódica tolerancia del Partido Comunista, que durante la guerra civil había permitido ocasionalmente a partidos como los Mencheviques y Socialistas Revolucionarios, llegó a su fin con el inicio de la NEP, al decidir la ilegalización permanente de esas organizaciones. Y el X Congreso del Partido Comunista, celebrado en marzo de 1921 —el mismo que estableció la NEP—, prohibió el funcionamiento de las facciones permanentes dentro del Partido.

También aumentaron la persecución y el encarcelamiento por acciones políticas de oposición, aunque fueran de índole pacífica. Esto incluyó la supresión de la rebelión masiva de marineros en la base de Kronstadt (cerca de Petrogrado) en marzo de 1921, que demandaban el retorno a la democracia soviética así como reformas económicas semejantes a la NEP, que el congreso del Partido aprobó muy poco después. Fue ese endurecimiento político encabezado por Lenin el que socavó la fortaleza y cultura política del país que hubieran sido necesarias para resistir el totalitarismo estalinista que comenzó a fines de los veintes.

El endurecimiento político encabezado por Lenin socavó la fortaleza y cultura política del país que hubieran sido necesarias para resistir el totalitarismo estalinista que comenzó a fines de los veintes.

En mi libro Before Stalinism. The Rise and Fall of Soviet Democracy (Antes del estalinismo. El ascenso y la caída de la democracia soviética), propuse que el establecimiento de la NEP debería haberse acompañado por una Nueva Política de Apertura Política (NPAP) que reestableciera el sistema revolucionario multipartidista de los comienzos de la revolución. Esto hubiera significado reestablecer la libertad para organizar grupos y partidos políticos comprometidos a funcionar pacíficamente dentro del marco original de la democracia soviética que tomó el poder en octubre de 1917.

Dicho sistema político podría haber revitalizado la vida y cultura política del país y creado las condiciones organizacionales para, por lo menos, resistir la embestida del estalinismo. Es claro que para el liderazgo bolchevique y la revolución misma, esa apertura política hubiera representado un atrevimiento y un gran riesgo, dada la situación desesperante que confrontaba la URSS —nuevo nombre del país, adoptado en 1922—, y el aislamiento casi total del Partido Comunista. Pero el hecho es que en ese momento no existía tal cosa como una política sin riesgos que prometiera resultados positivos.

Más que nada, todavía existía la posibilidad de que la URSS adoptara un curso político democrático. A pesar de la tendencia dictatorial que empezó a despuntar entre el liderazgo revolucionario durante la guerra civil y que se consolidó con la NEP, existía todavía una memoria reciente de las tradiciones democráticas y pluralistas de los bolcheviques anteriores a la guerra civil. Solo tres años atrás, en 1918, había ocurrido una gran polémica nacional sobre las condiciones bajo las cuales se debiera firmar un tratado de paz con Alemania.

En esa discusión intervinieron varias tendencias, dentro y fuera del Partido Comunista, que trataron abiertamente de promover, a través de toda la sociedad, el apoyo a sus respectivas posiciones. Ello incluyó la libre circulación de panfletos y periódicos, publicados tanto por las diferentes facciones comunistas como por grupos fuera del Partido.

El romance cubano-soviético

Esta fue una de las numerosas ocasiones en que Lenin y los otros líderes bolcheviques no pudieron contar ni siquiera con la mayoría, y mucho menos con la unanimidad del Partido, y tuvieron que luchar muy duro para defender sus posiciones, lo que también indica la existencia, en aquel entonces, de una relación política igualitaria y abierta en Rusia.

Lenin no era el caudillo que imponía sus ideas; era una autoridad, sí, pero dentro de un grupo de iguales; era un primus inter pares. Incluso, durante la NEP hubo varias tendencias importantes que lucharon por reformas democráticas, tanto dentro como fuera del Partido Comunista. No en balde Stalin tuvo que eliminar físicamente a la mayoría de los líderes históricos del Partido años después para poder convertirse en lo que quiso ser: el Vozhd —el jefe de la URSS y del proletariado mundial según el culto a su figura.   

La situación cubana 

Desde los años noventa, y especialmente desde que Raúl Castro asumió la máxima dirección del país en el 2006 —formalmente en el 2008—, la reforma económica de la Isla ha ocupado el papel central de las actividades del gobierno. La lógica de esas reformas económicas apunta hacia el modelo sino-vietnamita, que combina un sistema político unipartidista y anti-demócratico con un capitalismo de Estado, y no a la colectivización forzosa de la agricultura y los planes quinquenales brutalmente impuestos en la URSS por el totalitarismo estalinista después de la NEP.

Si el gobierno por fin acaba autorizando la creación de las PYMES (pequeñas y medianas empresas privadas) que tanto ha prometido, eso constituiría un paso sumamente importante hacia el establecimiento de un capitalismo de Estado en la economía cubana, muy probablemente dominado por los actuales jerarcas políticos y especialmente militares, que se convertirían en capitalistas privados.

Acopio: Comunismo de guerra a lo cubano

Hasta ahora, el gobierno cubano no ha definido claramente las dimensiones de las pequeñas y, especialmente, de las medianas empresas que serían permitidas en Cuba bajo el concepto de las PYMES. Pero sabemos que en varios países de América Latina (como Chile y Costa Rica) se han definido esas dimensiones en términos del número de trabajadores.  Chile, por ejemplo, determina las empresas micro como aquellas con menos de 9 trabajadores; las pequeñas, con entre 10 a 25; las medianas con entre 25 a 200; y las grandes, con más de 200 trabajadores.

Si en Cuba se adoptan criterios similares, las empresas medianas acabarían siendo empresas capitalistas con sus jerarquías administrativas correspondientes. De ser así, es seguro que los sindicatos oficiales organizarían a los trabajadores de esas empresas medianas y, como en el caso del capitalismo de Estado en China, no harían nada para defenderlos de los nuevos dueños.

Con respecto a la reforma política, se ha hablado mucho menos y no se ha hecho nada de importancia. Como en el caso de la NEP rusa, la liberalización económica y social en Cuba ciertamente no ha sido acompañada por una democratización política, sino por un recrudecimiento del control en tal sentido.

Aun cuando por un lado, el régimen ha tomado medidas liberalizadoras en la economía, como las nuevas reglas que amplían las actividades económicas permitidas a los trabajadores por cuenta propia, sigue prohibiendo actividades privadas como la publicación de libros, que pudieran servir para desarrollar una crítica y oposición. De esta manera, el gobierno consolida su control de todos los medios de comunicación —especialmente radio y televisión— aunque solo lo ha logrado parcialmente con el Internet.

Burocratismo socialista, corrupción y censura

Sus propias políticas socialmente liberalizadoras son utilizadas para reforzar su control político. Por ejemplo, al mismo tiempo que liberalizó las reglas para viajar fuera de la Isla, elaboró una lista de regulados a los que se les prohíbe salir del país basado en decisiones administrativas arbitrarias, sin siquiera proveer el recurso de apelar al sistema judicial controlado por el mismo régimen.

Estas prácticas administrativas sin recurso judicial se han aplicado también a otras áreas, como las misiones en el exterior. Los médicos cubanos que se quedan en el extranjero y no retornan una vez terminado su servicio, son víctimas de sanciones administrativas —ocho años de exilio forzado—, sin la posibilidad de apelar judicialmente ese castigo.

Han quedado pendientes los reglamentos arbitrarios y la censura de las actividades artísticas en el caso del Decreto Ley 349, que le permite al Estado licenciar y controlar las actividades artísticas por cuenta propia. Su implementación se ha pospuesto por motivo de las numerosas y fuertes protestas que tal medida provocó.

Todas estas prácticas administrativas ponen en relieve que el muy discutido Estado de Derecho proclamado por la Constitución vigente ha sido hasta ahora «de mentiritas». (No olvidemos que la Constitución soviética que Stalin introdujo en 1936 era sumamente democrática… en el papel en que estaba escrita). Sin embargo, la gente debe apelar a estos derechos para apoyar sus protestas y reclamos al Estado cubano cuantas veces sea legal y políticamente oportuno.

Al principio del gobierno cubano existió una variedad de voces políticas dentro del campo revolucionario. Fue en el proceso de formar un Partido Unido de la Revolución que el liderazgo sentó las bases para lo que Raúl Castro más tarde llamaría «la unidad monolítica». Es el modelo partidista y de estado que emula, junto con China y Vietnam, al sistema estalinista que se consolidó en la Unión Soviética a finales de los años veinte, consagrando la «unanimidad» dictada desde arriba por los «máximos líderes», y el llamado «centralismo democrático», que en realidad es un centralismo burocrático.

Vietnam: la democratización pendiente

El PCC es un partido único que no permite la organización interna de tendencias o facciones, y extiende su control sobre toda la sociedad a través de correas de transmisión que son las llamadas «organizaciones de masas», como la CTC y la FMC; de instituciones como las universidades, así como de los medios de comunicación que reciben sus «orientaciones» del Departamento de Ideología del Comité Central del Partido Comunista. Es la manera en que el Partido único controla no necesariamente todo, pero sí todo lo que considera políticamente importante.

Los defensores ideológicos del régimen cubano insisten en sus orígenes autóctonos independientes del comunismo soviético. Es cierto que el origen político de Fidel Castro es diferente, por ejemplo, del de Raúl Castro, quien originalmente militó en la Juventud Socialista asociada con el Partido Socialista Popular (PSP). Sin embargo, Fidel Castro desarrolló desde muy temprano concepciones caudillistas, quizás como reacción al desorden y caos que presenció en la expedición de Cayo Confites para derrocar a Trujillo en 1947, y en el llamado «Bogotazo» de 1948.

En 1954, en una carta escrita desde la prisión a Luis Conte Agüero, su buen amigo en aquella época, Fidel Castro proclamó tres principios que él veía como necesarios para la integración de un verdadero movimiento cívico: ideología, disciplina y especialmente, el poder de la jefatura.

Asimismo insistía en la necesidad de un aparato de propaganda y organización poderoso para destruir implacablemente a las personas que crearan tendencias, escisiones y camarillas o que se alzaran contra el movimiento. Ese es el sustento ideológico de la «afinidad electiva» —parafraseando a Goethe—, que Fidel Castro más tarde demostró por el comunismo soviético.

El soberano sin trono

¿Qué hacemos? La manifestación de decenas de cubanos frente al Ministerio de Cultura el 27 de noviembre pasado para protestar los abusos contra los integrantes del Movimiento San Isidro y abogar por libertades artísticas y cívicas, marcó un hito en la historia de la Revolución cubana.

Hay mucha tela donde cortar para que pueda reproducirse este tipo de protestas pacíficas en la calle: contra el racismo policíaco, la tolerancia de violencia doméstica, la creciente desigualdad social y la ausencia de una democracia políticamente transparente y abierta a todos, sin los privilegios sancionados por la Constitución para el PCC.  En la actualidad, ese parece ser el camino para luchar por la democratización de Cuba desde abajo, en el seno de la sociedad misma, y no desde arriba o desde afuera.

La lección de la NEP en Rusia es que la liberalización económica no necesariamente significa la democratización de un país, y que, de hecho, puede estar acompañada por la eliminación de la democracia. En Cuba se han dado algunos pasos en el camino de la liberalización económica, sin que a la par se aprecie algún avance democrático.  

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23 comentarios

Esteban 8 marzo 2021 - 7:38 AM
Nuestro país está atrapado entre el rancio discurso comunista para beneficio de quienes desean conservar el poder de por vida a través del monopartidismo; el estancamiento y/o retroceso económico; la conculcación de derechos humanos y civiles fundamentales a la población; la implantación de un capitalismo de estado chapucero que pretende instalar en posiciones de privilegio económico a quienes hoy "dirigen" (los futuros oligarcas del Caribe), y el malestar creciente de la gente de a pie. Semejante Frankestein solo se puede mantener a través de la represión y no del apoyo popular. Interesante corolario para "la revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes".
Esteban 8 marzo 2021 - 7:51 AM
Por otra parte cada vez se hace más claro que el pueblo de Cuba, tanto los de adentro como los de afuera, tendremos que luchar solos por nuestros derechos y por un país mejor siendo que los señores del poder cada vez están más centrados en sus intereses de clase que en el bienestar general de nuestra nación. Sin la correspondiente presión popular esos señores seguirán navegando tranquilos en pos de su único interés: conservar el poder total y si todo les falla al menos ser los oligarcas de mañana luego de la repartición de la piñata socialista, tal y como sucedió en la antigua Unión Soviética.
dario45666 8 marzo 2021 - 10:26 AM
buen analisis en general,pero...sr.Faber : tanto el poder comunista en Rusia,como el poder comunista en cuba,fueron puros golpes de estado,fruto de una conspiracion partidista ,a espaldas de la poblacion.Con medidas de palo y zanahorias,en el peor estilo,los comunistas se aduenaron del poder y lo mantuvieron mediante el terror,la represion y,en ambos casos se encontraron ante la paradoja comunista o del socialismo real,a saber : "ahora tenemos el poder bien sujeto,pero que hacemos con el " ???? En ambos casos,tendremos,como tamben en China y Vietnam,simples dictaduras totalitarias con un capitalismo centralizado por el Estado que tiende a un estancamiento o....a la desaparicion.Solo las vertientes del socialismo que se parecen mucho al capitalismo y a la Democracia liberales,se mantienen.....lo otro es cuento de camino.
Daniel 8 marzo 2021 - 10:58 AM
Tu debes ser bien joven me imagino 😆😆😆 Mira solo te pondre el ejemplo mas reciente, dicen los animalistas que "ya tienen ley de bienestar animal" ley que a estas alturas nadie ha sido capaz de hacerme llegar el pdf, ley que por demas entrara en vigor 90 dias despues de su publicacion, o sea a dia de hoy ese reloj de 90 dias aun no ha echado a andar y sabra dios cuando entre... Ley que por demas no contempla el principal (o uno de los principales reclamos) reclamo de los animalistas y es el referente a las peleas de perros y gallos (eso es lo que se ha filtrado de la ley) Entonces si... Hay ley de biesnestar animal, como mismo habra ley de pymes como tu dices... No se trata de merchora, se trata de lo que por estadistica sabes que puedes esperar de la otra parte
dario45666 8 marzo 2021 - 12:32 PM
por que no me quitan el cartelito ?
Joaquin Benavides 8 marzo 2021 - 12:42 PM
Farber, prefiero no responderte. Apelas a la historia sovietica y le das tu interpretacion personal. De ahi saltas para Cuba y no se entiende bien lo que quieres decir y a adonde quieres llegar con tu razonamiento. Mas bien pareces un provocador.
Evelio Leon 8 marzo 2021 - 2:32 PM
brillante respuesta Usted siempre del lado de los q aman y construyen. Lo demás. .. Ya se sabe.
Alina Lopez 8 marzo 2021 - 2:33 PM
Estimado Benavides, llamar a otra persona provocador y al mismo tiempo no querer responderle me parece una postura francamente incoherente. Por otra parte, las valoraciones históricas siempre son interpretaciones de hechos objetivos. Las del profesor Farber pueden gustar o no pero están muy fundamentadas. Es una lástima que usted no ofrezca las suyas y solo se limite a etiquetar, algo muy común entre cubanos, desgraciadamente. Saludos.
tony crespo 8 marzo 2021 - 5:04 PM
Benavides: usted perdió.....no solo la tabla sino la compostura. La realidad no desaparece por cerrar los ojos o descalificar.... gracias a la libre expresión apoyada por L JC podemos manifestarnos TODOS sin cortapisas siempre que se respete y no ofenda en su disidencia...creo que su negativa tiene mucho de soberbia institucional oficialista que en la práctica los aísla y señala como fuera de la NUEVA ERA....yo creo que al usted no responder.... concede
Alexei 8 marzo 2021 - 9:28 PM
Excelente entrega del profesor Faber. Benavides prefiere no responder porque en este espacio no se admiten perretas ni puñetazos en la mesa. Pero ese tiempo ya se acaba. Está claro que es posible hacer un paralelo entre el modelo soviético y el modelo cubano, salvando las singularidades de cada uno. Alguien se atreve a probar que el modelo cubano es más parecido al dominicano y menos al soviético?
Alfonso Rojas Arjona (@AlfonsoRojasAr2) 8 marzo 2021 - 1:02 PM
Cuba esta en ruinas excepto para los que ocultan sus "jugueticos", uds nopo la destruyeron, pero si se estan haciendo complices porque no hacen lo que deben de hacer, lo demas son solo eso, teorias, estadisticas y bla,bla,bla, estan como la orquesta esa la del Titanic tocando mientras el barco se hunde, recuerden se es complice por accion u omision.
Alina Lopez 8 marzo 2021 - 2:36 PM
Alfonso Rojas, su comentario es similar a un jeroglífico egipcio, ¿pudiera exponer claramente su opinión? ¿Qué entiende por "acción" y "omisión"?
Nina 8 marzo 2021 - 10:04 PM
Más bien fue suave por tratarse del Prof Farber porque por ejm conmigo ha sido grosero, cuando los tiros van por donde a él no conviene ataca al mensajero eludiendo comentar con argumentos. La soberbia es un razgo aún cuando ya no seas del aparatik
Alina Lopez 8 marzo 2021 - 1:38 PM
Javier, permítame que le aclare que yo me crié también frente a un solar y ello no me hace grosera para discrepar. El profesor Farber es un prestigioso historiador, con múltiples investigaciones, libros y artículos sobre el socialismo soviético, especialmente del período de la Nueva Política Económica. Ahora quisiera saber cuáles son las credenciales investigativas o académicas que le permiten a usted afirmar, con ligereza absoluta, que Farber manipula datos. Creo que a usted, hasta la calificación de pseudointelectual le sería un elogio inmerecido. Saludos.
tony crespo 8 marzo 2021 - 5:42 PM
“, The Lessons of History Mucho de la Historia es suponer.....el resto es prejuicio. “. Will Duran 11 Tomos de la Historia de la civilización
Orl 8 marzo 2021 - 7:58 PM
Ministerio de Salud de Italia dijo que 318 personas habían muerto a causa de la enfermedad en las últimas 24 horas, lo que eleva el total en los 13 meses de la epidemia a 100.103. ! Qué suerte tengo de vivir en Cuba dónde se muere un promedio de cuatro personas diariamente con varianza estadística cercana a cero!
Observador 2021 8 marzo 2021 - 9:47 PM
Bueno, toda esa etapa del poder de los soviets, de sus experiencias de un “control democrático de la producción”, y el resto de sus improvisaciones económicas y políticas ya pasaron a la historia, fracasadas en su experiencia de imponer teorías contrapuestas a la naturaleza humana. Solo con represión, concentración de poder y una falsa democracia se mantuvieron en escena, incluida enfrentar una guerra que los esquilmó y una competencia con el occidente que los llevó al abismo. Ya solo tiene interés para académicos y trasnochados ideológicos. No creo que el futuro de Cuba tenga que nutrirse de eso. Para mi, ahondar en el asunto es como convertirnos en un buzo revolviendo un depósito de desperdicios.
Asier Sardiñas Rodríguez 9 marzo 2021 - 10:15 AM
En los comentarios, leo uno de la Dra. Alina haciendo una aclaración al forista Javier. Sin embargo, no aparece el comentario de Javier, que motiva la aclaración de la doctora. Por favor, podrían situarlo. Gracias.
tony crespo 9 marzo 2021 - 5:20 PM
Si el impacto del Covid-19 ha sido demoledor para la economía cubana, no menos alentador para el régimen ha sido el distanciamiento financiero que han tomado sus aliados políticos Rusia y China. La reciente suspensión de 50 proyectos de inversión rusa en la Isla por falta de pago, y la caída de las importaciones de productos chinos en un 75% en los últimos cinco años, así lo demuestran. La señal enviada por Rusia y China a los octogenarios cubanos es un fuerte conteo de protección y un aviso directo de que las fórmulas parásitas de sustento, al estilo URSS y Venezuela, no son opciones aplicables a la relación comercial con ellos en el siglo XXI.
Shyri 10 marzo 2021 - 6:20 PM
Sr. Tony Crespo: Si va a comentar con una cita aparecida en una publicación, al menos hágalo entrecomillando el texto y citando la fuente, si es que está autorizado. El copia y pega festinado no es muy honesto y puede inducir a error de los lectores al atribuirse la autoría de algo que no es suyo. Este es un fragmento de un artículo publicado por Diario de Cuba por Esteban Morales en la misma fecha, 9 de marzo, estando aún la tinta fresca,.
Cuba: NEP versus Comunismo de Guerra - La Joven Cuba 10 marzo 2021 - 6:00 AM
[…] Lecciones a cien años de la Nueva Política Económica en Rusia […]
Glosas de lo político en tiempos de la NEP - La Joven Cuba 15 marzo 2021 - 6:02 AM
[…] Lecciones a cien años de la Nueva Política Económica en Rusia […]
Bulgakov 17 marzo 2021 - 10:25 AM
En serio???.. En serio se puede comparar dos experiencias de superación al capitalismos, en dos contextos histórico-cultural distintas... El salto de la NEP a la Reforma de Raúl es de forzar , manipular la historia al punto de que el autor pareciera más interesado en problematizar que imponer su visión ideológica... Sería interesante que antes de dar esos saltos "mortales", mortales para la propia escritura, no intentara aplicar métodos de historia comparada tan simplista, creo que saber que cómo actitud del imperialismo académico, que el método comparatista tiene sus limitaciones, pero la pobreza del texto la devela no solo el método fallido sino el cierre.... Le faltó decir que Fidel guardaba una estampita de Stalin en Isla de Pinos, aunque no es cierto, uno nunca sabe, le hubiera sido más creíble y más efectivo que parafrasear a Goethe,,,Saludos!

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