La mujer y el movimiento femenino cubano (1952-1960)

La configuración del poder en los inicios de la Revolución desde las movimientos femeninos

La Generación revolucionaria del cincuentenario de la República construyó, en la segunda mitad del siglo XX, nuevas relaciones familiares y sociales. La convivencia clandestina rompió en la vida cotidiana con la hegemonía y la subordinación patriarcales en las relaciones familiares, sociales y de género; así como con la discriminación de la juventud y racial. Esa transgresión promovió valores de identidad, precedentes a la incorporación de las masas femeninas en la puesta en práctica de las transformaciones y cambios que concurrieron durante el Gobierno Revolucionario.

Al asumir el poder el nuevo Gobierno e iniciarse el proyecto de igualdad y justicia social del programa de la Revolución y sus documentos programáticos, el imaginario femenino insurreccional consideró que sus expectativas laborales, educacionales, de salud, etc., estaban contenidos en dicho programa como parte de la totalidad.

En el complejo devenir del proceso se manifestaron dificultades en las conexiones -enlaces, vínculos- como resultado de las fronteras ideológicas. Se potenció la continuidad de diferentes corrientes: nacionalista patriótica martiana, ya fuera o no de izquierda; norteamericana feminista, y la dogmática, propia del socialismo soviético, que se fueron evidenciando en la dinámica y mentalidad de los sujetos.

El presente artículo se propone visibilizar las principales organizaciones femeninas que existieron en el proceso de lucha contra la dictadura batistiana y explicar su devenir a partir del triunfo de la Revolución, hasta que fue creada la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en agosto de 1960.

I

El movimiento femenino que se había estructurado en la etapa insurreccional asumió diversos derroteros a partir de 1959.  El Frente Cívico de Mujeres Martianas (FCMM), creado en 1952 contra la dictadura de Fulgencio Batista, acordó disolverse el 28 de enero de 1959. Sus líderes -Aida Pelayo y Carmen (Neneina) Castro, de pensamiento martiano y de la izquierda liderada por Julio Antonio Mella y Antonio Guiteras- así como numerosas mujeres de esta organización, se incorporaron con Pastorita Núñez al Instituto de la Vivienda (INAV), de nueva creación.

Martha Fryde se había separado del FCMM en 1956 con la idea de incorporar a la lucha a mujeres insurrecionalistas y oposicionistas. Junto con Natalia Bolívar, del Directorio Revolucionario 13 de Marzo (DR 13-M); Zoila Lapique y Aurelia (Yeya) Restano -cuya familia militaba en el Partido Socialista Popular (PSP), pero quien incorporó por su cuenta al Movimiento Revolucionario 26 de julio (MR 26-7)-, habían fundado Mujeres Oposicionistas Unidas (MOU). Después del triunfo, ellas se fueron incorporando a diversas instituciones y ministerios.

Gloria Cuadras, dirigente provincial del MR 26-7, de pensamiento nacionalista martiano en pro de la libertad y la justicia social, vinculada a la doctrina chibasista y a la izquierda guiterista -que se destacó por combatir con el Directorio Estudiantil Universitario del 30 y, posteriormente, junto a Guiteras, y por sus simpatías con el sandinismo- fundó, junto con Marina Malleuve y otras combatientes, el Frente Cívico de Mujeres Cubanas (FCMC). Desde el triunfo del 59, las combatientes de su organización ocuparon diferentes cargos en las Instituciones del Gobierno Revolucionario, el Ejército y la Marina.

El Lyceum and Lawn Tennis Club se incorporó a la insurrección en 1958, con el Movimiento de Resistencia Cívica del MR 26-7. Una de sus líderes fue Elena Mederos, vinculada al movimiento feminista norteamericano y que sería nombrada por el Gobierno Revolucionario como ministra de Bienestar Social. Más adelante fue sustituida en su cargo por Raquel Pérez, de pensamiento nacionalista revolucionario y miembro del MR 26-7.

En la concurrencia de la toma del poder, fui una de los pocos dirigentes provinciales que se hallaba en La Habana. Fidel Castro había citado en diciembre del 58 a los dirigentes nacionales y los coordinadores provinciales del MR 26-7 y de Resistencia Cívica, para  una reunión en Altos de Escandel, en la Sierra Maestra. Allí se encontraban Luis Busch, jefe de las Secciones del exilio, junto con Manuel Urrutia, propuesto como presidente en la reunión del Pacto de Caracas, a la que asistieron numerosas representaciones -las organizaciones insurreccionales, instituciones religiosas y el movimiento oposicionista de los Partidos; con excepción del PSP que condicionaba su ingreso a que se incluyera en el documento no solo el tema de la insurrección, sino también la cuestión electoral, que fue su objetivo de lucha oposicionista electoral (1953 -1959)[1].

En la asamblea de Altos de Escandel, celebrada a fines de diciembre, participaron el Ejército Revolucionario del MR 26-7, conocido como Ejército Rebelde, los  dirigentes del MR 26-7 nacionales, provinciales, de Resistencia Cívica, el jefe de las Secciones del exilio y Manuel Urrutia, quien fue aclamado como presidente del Gobierno Revolucionario en armas.

II

El 1ro de enero de 1959,  después de dirigirme al  apartamento de Mario Vinat, en el céntrico edificio FOCSA -punto de contacto de los dirigentes del Movimiento ante cualquier situación-, como no existían orientaciones de Fidel ni de la dirección nacional, durante ese día y la madrugada del siguiente establecí los vínculos entre la dirección obrera del MR 26-7, que había tomado el poder en la CTC Revolucionaria,  y Vicente Báez, de la dirección provincial de propaganda, que, junto con la célula de Radio Centro, controlaba la TV y la radio.

La madrugada del día 2 permanecí todo el tiempo en tensión, a merced de los franco-tiradores y las emboscadas del MR 26-7 y el DR 13-M a lo largo del puerto de La Habana. Me encargué de manejar el automóvil, mientras en el asiento trasero iba el Guajiro, de Sagua la Grande, que llevaba una ametralladora y, muchas veces nervioso, la apuntaba a mi cabeza cuando la trinchera estaba a la izquierda, al mismo tiempo que lanzaba la consigna 13-26, en el recorrido desde la CTC hasta Radio Centro.

Por la mañana me dirigí, con el ejecutivo de las Células Revolucionarias de Base (CRB) y combatientes de uno de los grupos de las Milicias del MR 26-7, a tomar el edificio de la CENCAM, propiedad de Papo Batista, hijo del dictador, para establecer en dicho lugar la dirección política del 26. Pusimos el letrero «Casa del 26 de Julio» y nombré a las combatientes Lourdes Cejas y Emma Tejeiro para crear la estructura de la Sección Femenina en las direcciones municipales, dirigidas por ellas desde la capital.

El 8 de enero, en la Caravana de la Libertad, junto a Fidel Castro, entró a La Habana Marcelo Fernández, el organizador nacional del Movimiento. Se presentó en la Casa del 26 y le informé de todo lo ocurrido en esa primera semana del triunfo. Propuso que me hiciera cargo del Frente de la Sección Femenina, en cuyo ejecutivo integré a las compañeras que operaban conmigo en las CRB.

En los tres primeros meses del 59 se produjo una situación compleja en el seno del aparato político veintiseísta. Ante la incertidumbre del camino que tomaría la Revolución, algunos dirigentes y coordinadores provinciales y otros de La Habana solicitaron una reunión con Fidel. Varios de ellos se habían separado de los Socialistas Populares y se incorporaron a la etapa insurreccional, por lo que no estaban de acuerdo con introducir en el poder revolucionario el modelo del socialismo soviético, objetivo fundamental de dicho Partido.

En marzo del 59, Ernesto Che Guevara me orientó crear las Brigadas Femeninas Revolucionarias del 26 de Julio (BFR). El trabajo consistió en apoyar todo tipo de actividad y movilización de masas en apoyo al Gobierno Revolucionario, con la puesta en práctica de las leyes del programa de la Revolución: reforma agraria, industrialización, vivienda, campaña de alfabetización y otras.

Por mi iniciativa se trabajó en la regeneración de los presos comunes, de las prostitutas y del  barrio marginal de Las Yaguas, en el que hicimos un censo de viviendas y familias y entregamos, el 6 de enero del 59, juguetes recogidos por las CRB para los niños. Estas y otras acciones fueron coordinadas posteriormente con Elena Mederos, ministra de Bienestar Social. Al mismo tiempo, las BFR nos reunimos con Enrique Oltuski, ministro de Comunicaciones, para llevar a cabo, casa por casa, las campañas de preparación para las rebajas de las tarifas de teléfonos, luz y alquiler.

En apoyo a la reforma agraria se organizaron ferias en los jardines del Capitolio, apoyadas por los ministros y el cuerpo diplomático. Llevamos los ómnibus de las Bibliotecas Viajeras, cargadas de libros, a las cooperativas, granjas del pueblo y a la Sierra del Escambray. Orquídea Pérez, organizadora de la BFR, que era marinera, vinculó el trabajo conjunto de marinos y brigadistas para recaudar fondos en la Feria pro-reforma agraria y la Feria de La Vaca, los cuales le fueron entregados a Fidel. Con él recogimos a Clementina Serra, encargada de organizar los Círculos Infantiles, para entregarle las casas del reparto Siboney y organizar una feria con el fin de recaudar fondos que garantizaran esa tarea.

Presidencia de la inauguración de la Feria pro-reforma agraria en el Capitolio Nacional. En primer plano, de izquierda a derecha, Aleida March, Vilma Espín, Juan Almeida, Gladys Marel y Manolo Susarte.

Ante la potencia organizativa de la red de trabajadoras domésticas, tabacaleras, peleteras, del comercio y los servicios, organizadas por la BFR, Fidel Castro me propuso reunirnos con Manfugás, quien estaba al frente de las maestras voluntarias procedentes de Minas del Frío, en la Sierra Maestra. Acudimos al lugar donde estaban concentradas en La Habana y se dispuso que me entregara doscientas de ellas para organizar la Escuela de Instructoras Revolucionarias. Varias habían sido mis compañeras del movimiento estudiantil.

La BFR se convirtió en el antecedente de las Milicias Nacionales Femeninas que, organizadas en el Capitolio Nacional, operaron en el 5to distrito militar de La Habana.

La Brigada Femenina Revolucionaria (BFR) desfila en el aeropuerto de Rancho Boyeros.

III

Vilma Espín y Aleida March, insurreccionalistas ambas, asistían a algunos eventos de las BFR sin que pertenecieran a ninguna de las organizaciones femeninas mencionadas. A mediados de 1959, la primera de ellas me citó a Casa de las Américas. Se iba a organizar el Congreso de Mujeres Cubanas para asistir al Congreso Regional de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM), conocido como Congreso Latinoamericano de Mujeres, que se celebraría en Santiago de Chile.

 Vilma fue designada para presidir el Congreso de Mujeres Cubanas y se nombró como vicepresidentas a Delia Echevarría, combatiente de la Revolución del treinta y novia de Antonio Guiteras, y a la Dra. Elsa Gutiérrez, del PSP. También formó parte Lula Horstman, por las mujeres de la organización católica revolucionaria Con la Cruz y con la Patria, creada en 1959[2].

Los gastos de cada delegada serían costeados por la institución u organización a la que representaba. Para elegir a las delegadas de las BFR celebramos una asamblea general en el Hemiciclo Camilo Cienfuegos, del Capitolio Nacional. Allí se acordó, por unanimidad, que fuera yo como presidenta, junto con Orquídea Pérez, la organizadora.

Participé junto a Aleida March en una de las comisiones del referido Congreso de Mujeres, pero en aquel momento desconocía que el evento en cuestión se había programado, desde 1958, como tarea por la FDIM a su filial cubana, subordinada al PSP.

Durante el preámbulo del Congreso Latinoamericano de Mujeres se fue delineando la influencia de la organización femenina del PSP, que no se había incorporado a la primera etapa insurreccional de la Revolución, sino a los partidos de la oposición, como señala la historiografía[3].

Sesiones del Congreso Latinoamericano de Mujeres en Santiago de Chile, noviembre de 1959. Vilma Espín, primer plano al extremo derecho, se dirige al cónclave. Gladys Marel, cuarta de izquierda a derecha en primera fila, entre el público.

En abril de 1959 la organización femenina del PSP celebró una asamblea nacional e inició un movimiento de masas que le permitió lograr la correlación de fuerzas que conduciría en 1960 a la desaparición de las organizaciones y figuras insurgentes portadoras de las ideas nacionalistas revolucionarias y de la izquierda cubana y latinoamericana. De esta manera, en las relaciones de poder, lograron la representatividad fundamental para la creación y liderazgo de la futura FMC.

Al congreso de agosto de 1960 en que se constituyó la FMC, no fueron invitadas las dirigentes de las organizaciones insurreccionales femeninas mencionadas al inicio de este texto, que habían participado activamente en la etapa insurreccional. Tampoco las que se organizaron en 1959 como secciones en las Casas del 26 de Julio, ni las Brigadas Femeninas Revolucionarias del 26 de Julio[4].

Comenzaba en Cuba el proceso de puesta en práctica del modelo soviético. A lo largo del mismo, se cambió el proyecto patriótico nacionalista de izquierda (1959-1960) por el de la tendencia vinculada al socialismo soviético (1961). Como parte de ese cambio, se disolvieron las organizaciones femeninas insurgentes de la Revolución para que emergieran otras de contenido diferente.

IV

Al analizar estos hechos a la distancia de los años y con mayor experiencia, es posible percibir que al triunfar la Revolución las mujeres del movimiento de liberación nacional que habían integrado las organizaciones de ambos sexos y el movimiento femenino, no fueron conscientes de su rol como vanguardia de su segmento social, ni incluyeron demandas feministas en el Programa revolucionario, aun cuando debe reconocerse que la FMC desempeñó un papel importante en la promulgación de políticas públicas que se constituyeron en reivindicaciones femeninas.

La identidad de las mujeres y organizaciones insurreccionales había correspondido con el proyecto inconcluso del prócer José Martí, acerca del movimiento de libertad y justicia social para una época nueva de la Revolución moderna[5], que, para muchos de los miembros de nuestra generación, conduciría al socialismo cubano como parte de la izquierda latinoamericana; cosa que no fue lo que realmente ocurrió.

[1] Rolando Dávila Rodríguez: Lucharemos hasta el final. Cronología 1958, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2015, p. 272, referencia 44.

[2] Vilma Espín, Asela de los Santos y Yolanda Ferrer: Las mujeres en Cuba. Haciendo una revolución dentro de la Revolución, Editorial Pathfinder, 2012. (Asela de los Santos pp. 108-119; Vilma Espín  pp. 224-225).

[3] Angelina Rojas: Primer Partido Comunista de Cuba, t. II, pp. 248-250.

[4] Testimonios de Rosita Mier (del FCMM); Marinita Mallewe (FCMC en Oriente); Natalia Bolívar (MOU); Mirta Rodríguez Calderón y Norma Porras (Sección Femenina del MR 26-7).

[5] Ver nota 1, en Introducción al ensayo de Gladys Marel García: Memoria e Identidad. Un Estudio Específico (1952-1958), Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1996.

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15 comentarios

mepiamo 26 octubre 2020 - 8:45 AM
¡ Qué linda les quedó la pancarta !
Alina Lopez 26 octubre 2020 - 10:15 AM
Gracias Marel por este texto que aporta luz a un período del que creemos saber mucho cuando en verdad hay tanto por decir aún. Como historiadora lo considero un aporte excepcional.
Joaquin Benavides 26 octubre 2020 - 12:45 PM
Querida Marel, muy bueno. Tu eres una revolucionaria de toda la vida. Personalmente desconocia todos los detalles que tu aportas al nacimiento del movimiento femenino revolucionario cubano. Es un testimonio que las proximas generaciones de mujeres cubanas tendran que tener en cuenta al escribir la historia de su Organizacion que las ha agrupado durante mas de 60 anos. Al final, a pesar de origenes distintos y de diferentes concepciones de lucha, triunfo la unidad entre todos los revolucionarios y revolucionarias cubanas, que pese a todas las agresiones del enemigo historico de nuestra independencia y soberania, nos ha conducido hasta aqui.
Ivette García 26 octubre 2020 - 1:13 PM
Felicidades querida Marel. Otra vez nos regalas un texto muy pertinente, con las desgarraduras que provoca la guerra pero con la misma seriedad científica y pasión que te caracteriza. Es muy importante contribuir desde la experiencia a un mejor conocimiento de cómo se fraguó la Revolución y sobre todo esos primeros años, que como evidencia tu texto, fueron de una intensa lucha de clases, corrientes y opciones políticas dentro de un gran movimiento que enfrentó a la tiranía, pero dentro del cual habían diferentes proyectos de país. Es un proceso muy complejo en cualquier revolución. Sin embargo en nuestras escuelas se enseña de un plumazo diciendo que se unieron todas las organizaciones en la FMC con Vilma al frente, un paso en la unidad y punto. Es la historia encartonada que no enseña a pensar, que no sacude el espíritu y el alma patriótica de quienes la leen. Se pierde el verdadero análisis de cómo se produjeron los acontecimientos, cuáles eran las opciones, cómo una esfera específica era reflejo y campo de tensión entre las fuerzas políticas. Evidencia cómo fue cambiando la correlación de fuerzas entre las que principalmente protagonizaron la insurrección y luego la implementación del proyecto. Para eso habrá que volver más de una vez a 1960. Agradezco mucho que escribas estos textos para todos los que no vivimos aquellos tiempos. Te nos reafirmas como guerrillera consecuente y políticamente valiente, por eso cuentas con la admiración y el cariño de muchos.
Katia De Llano 26 octubre 2020 - 1:24 PM
Muy instructivo y oportuno este artículo, porque por lo que se divulga en la prensa parece que antes del 59 las mujeres cubanas estaban sentadas en su casa sin hacer nada por sus derechos
mariojuanvaldes 26 octubre 2020 - 1:30 PM
Gracias a Marel por este testimonio que escrito por una.historiadora de su talla constituye un aporte a la.historiografía de la época, tan maltratada y omitida en la.historia oficial. La.falta.de.detalles.acerca de lo ocurido por el.escaso tratamiento del hecho historico en sí a favor de conclusiones politicas convierte a veces la.historia en un discurso vacuo. Ojalá la.grandeza.de la lucha.y las.contradicciones de esos años.duros siga saliendo a la luz con sus héroes de carne y hueso, mujeres y hombres, muchas.veces preteridos y hoy casi desconocidos.
Asier Sardiñas 26 octubre 2020 - 5:58 PM
Comentario al Artículo “La mujer y el movimiento femenino cubano (1952-1960)”, de Gladys Marel García, el 26 de octubre de 2020. (I Parte) Muchas Gracias a Gladys Marel García, por su muy interesante artículo. Al leerlo, no podemos evitar, que nuestra mente regrese a aquellos años, o a algunos de ellos. Los que vivimos la segunda mitad de los años 50 del pasado siglo, siendo niños o imberbes adolescentes y que en la medida de las posibilidades de cada cual, contribuimos modestamente con los movimientos revolucionarios de la época, que habían optado por la lucha armada contra la tiranía de Fulgencio Batista, fundamentalmente el Movimiento 26 de julio y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, contábamos -como base programática o “parque ideológico”-, con algunos documentos básicos, que circulaban clandestinamente de mano en mano. Voy a citar solo algunos de los principales y señalar breves partes de su contenido, ya que aunque escritos en aquel contexto, guardan estrecha relación con el desarrollo y continuidad del proceso revolucionario, incluso, con el momento actual. Sobre esa base programática, ideas y promesas, se inspiró la lucha contra Batista. 1. Del Alegato “La Historia me Absolverá”, de Fidel Castro, (noviembre de 1953) en el juicio por el ataque al Cuartel Moncada. (Que circuló a partir de 1955-56) • “Os recuerdo que vuestras leyes de procedimiento establecen que el juicio será "oral y público"; sin embargo, se ha impedido por completo al pueblo la entrada en esta sesión. Sólo han dejado pasar dos letrados y seis periodistas, en cuyos periódicos la censura no permitirá publicar una palabra.” • “Debo decir que no se dejó pasar a mi celda en la prisión ningún tratado de derecho penal ni libros.” • “Que se respete mi derecho a expresarme con entera libertad. Sin ello no podrán llenarse ni las meras apariencias de justicia y el último eslabón sería, más que ningún otro, de ignominia y cobardía.” • Claro que el 10 de marzo no tuvo más remedio que sacar a los soldados de las fincas privadas, pero fue para ponerlos a trabajar de reporteros, choferes, criados y guardaespaldas de toda la fauna de politiqueros que integran el partido de la dictadura. Cualquier jerarca de cuarta o quinta categoría se cree con derecho a que un militar le maneje el automóvil y le cuida las espaldas, cual si estuviesen temiendo constantemente un merecido puntapié”. • Por otro lado, los militares están padeciendo una tiranía peor que los civiles. Se les vigila constantemente y ninguno de ellos tiene la menor seguridad en sus puestos: cualquier sospecha injustificada, cualquier chisme, cualquier intriga, cualquier confidencia es suficiente para que los trasladen, los expulsen o los encarcelen deshonrosamente. ¿No les prohibió Tabernilla en una circular conversar con cualquier ciudadano de la oposición? ¡Qué desconfianza!... ¡Ni a las vírgenes vestales de Roma se les impuso semejante regla!” • “La segunda ley revolucionaria concedía la propiedad inembargable e intransferible de la tierra a todos los colonos, sub colonos, arrendatarios, aparceros y precaristas que ocupasen parcelas de cinco o menos caballerías de tierra, indemnizando el Estado a sus anteriores propietarios a base de la renta que devengarían por dichas parcelas en un promedio de diez años”. • “La tercera ley revolucionaria otorgaba a los obreros y empleados el derecho a participar del treinta por ciento de las utilidades en todas las grandes empresas industriales, mercantiles y mineras, incluyendo centrales azucareros. Se exceptuaban las empresas meramente agrícolas en consideración a otras leyes de orden agrario que debían implantarse”. • “La cuarta ley revolucionaria concedía a todos los colonos el derecho a participar del cincuenta y cinco por ciento del rendimiento de la caña y cuota mínima de cuarenta mil arrobas a todos los pequeños colonos que llevasen tres o más años de establecidos. • “Ninguna de ellas (se refiere a las leyes anteriores y otras) podrá ser tachada por tanto de inconstitucional. El primer gobierno de elección popular que surgiere inmediatamente después, tendría que respetarlas”. • “Ningún maestro debe ganar menos de doscientos pesos (al cambio de hoy 5000), como ningún profesor de segunda enseñanza debe ganar menos de trescientos cincuenta (al cambio de hoy 8750), si queremos que se dediquen enteramente a su elevada misión, si tener que vivir asediados por toda clase de mezquinas privaciones” • “Cuba podría albergar espléndidamente una población tres veces mayor (está hablando de 18 millones de habitantes); no hay razón, pues, para que exista miseria entre sus actuales habitantes. Los mercados debieran estar abarrotados de productos; las despensas de las casas debieran estar llenas; todos los brazos podrían estar produciendo laboriosamente. No, eso no es inconcebible. Lo inconcebible es que haya hombres que se acuesten con hambre mientras quede una pulgada de tierra sin sembrar…” (60 años después del triunfo de la Revolución, un alto por ciento de la tierra queda sin cultivar y, un porciento similar de lo que se cosecha, no llega a la mesa del consumidor. En cuanto a los mercados y las despensas, todos conocemos bien su situación actual.) • “Un día se reunieron dieciocho aventureros. El plan era asaltar la República con su presupuesto de trescientos cincuenta millones. Al amparo de la traición y de las sombras consiguieron su propósito: "¿Y ahora qué hacemos?" Uno de ellos les dijo a los otros: "Ustedes me nombran primer ministro y yo los nombro generales." Hecho esto buscó veinte alabarderos y les dijo: "Yo los nombro ministros y ustedes me nombran presidente." Así se nombraron unos a otros, generales, ministros, presidente y se quedaron con el Tesoro y la República”. 2. Del Manifiesto No. 1 del Movimiento 26 de Julio al pueblo de Cuba. Fidel Castro, México, 8 de agosto de 1955. • “No nos importan los beneficios personales sino los beneficios del pueblo al que servimos desinteresadamente como misioneros de un ideal de redención”. • “La única solución cívica por tanto que nosotros aceptaríamos, la única honesta y justa es la de elecciones generales inmediatas sin Batista”. • “La propia economía del país, exige un cambio inmediato y radical de gobierno”. • “La patria no es comodín que se abre y cierra a vuestra voluntad; ni la república es un modo de mantener sobre el país, a buena cama y mesa, a los perezosos y soberbios, que en la ruindad de su egoísmo se creen carga natural y señores ineludibles de su pueblo inferior”. • “Reivindicación de todas las conquistas obreras arrebatadas por la dictadura; derecho del trabajador a una participación amplia en las utilidades de todas las grandes empresas industriales, comerciales y mineras, que deberá ser percibida por concepto distinto al sueldo o salario en épocas determinadas del año.” • “No se concibe que exista hambre en un país tan privilegiado por la naturaleza donde todas las despensas debieran estar abarrotadas de productos y todos los brazos trabajando laboriosamente”. • “Que todo cubano tenga la posibilidad de desarrollar sus aptitudes mentales y físicas en un medio de vida decoroso”. • “Reforma general del sistema fiscal e implantación de métodos modernos en la recaudación de los impuestos en forma tal que, evitando filtraciones y malos manejos con las contribuciones, el estado pueda satisfacer sus necesidades y el pueblo sepa que lo que paga de sus ingresos se revierte a la colectividad en beneficio de todas clases”. • “La revolución cubana no hace compromiso con grupos o personas de ninguna clase, ni a nadie ofrece empleos públicos civiles o cargos dentro de las fuerzas armadas; respetará la capacidad y el mérito donde quiera que se encuentren y no considerará jamás el estado como botín de un grupo victorioso”. 3. De la entrevista de la prensa norteamericana a Fidel Castro en la Sierra Maestra, mayo de 1957: • “No hay ni comunismo ni marxismo en nuestras ideas. Nuestra filosofía política es la de una democracia representativa y justicia social, en una economía planificada.” • Estableceríamos un Gobierno real, representativo y democrático.” (Continuará)
Rolopez 69 26 octubre 2020 - 7:25 PM
Muchas gracias Marel por compartir sus experiencias, hay muchas cosas que a penas se mencionan y su testimonio aporta mucho para conocer nuestra historia. Ud. fue protagonista del tiempo que le tocó vivir y es un privilegio leer su artículo. Imagino que hay muchas personas que tienen interesantísimas vivencias que contar, aportaría mucho para poder comprender mejor lo que tenemos hoy en día. Leer El Tiempo Que Nos Tocó Vivir me ayudó muchísimo a comprender y a respetar a las personas que como UD. pusieron alma corazón y vida para alcanzar un país mejor. Muchas gracias.
Asier Sardiñas 26 octubre 2020 - 8:39 PM
Comentario al Artículo “La mujer y el movimiento femenino cubano (1952-1960)”, de Gladys Marel García, el 26 de octubre de 2020. (II Parte) Continúo en orden cronológico la exposición que comencé en la I Parte: 4. Del Manifiesto de la Sierra Maestra, suscrito por Fidel Castro, Raúl Chivás y Felipe Pazos, el 12 de julio de 1957. • “¿Es que los rebeldes de la Sierra Maestra no queremos elecciones libres, un régimen democrático, un gobierno constitucional? Porque nos privaron de esos derechos hemos luchado desde el 10 de marzo. Por desearlos más que nadie estamos aquí. Para demostrarlo, ahí están nuestros combatientes muertos en la Sierra y nuestros compañeros asesinados en las calles o recluidos en las mazmorras de las prisiones; luchando por el hermoso ideal de una Cuba libre, democrática y justa. Lo que no hacemos es comulgar con la mentira, la farsa y la componenda. Queremos elecciones, pero con una condición: elecciones verdaderamente libres, democráticas, imparciales”. • “Las elecciones deben ser presididas por un gobierno provisional neutral, con el respaldo de todos, que sustituya la dictadura para propiciar la paz y conducir al país a la normalidad democrática y constitucional. Esta debe ser la consigna de un gran frente, cívico revolucionario que comprenda todos los partidos políticos de oposición, todas las instituciones cívicas y todas las fuerzas revolucionarias”. • “En consecuencia, proponemos a todos los partidos políticos oposicionistas, todas las instituciones cívicas y todos los sectores revolucionarios lo siguiente: o “Declarar que el Frente Cívico-Revolucionario alberga el propósito de apartar al Ejército de la política y garantizar la intangibilidad de los Institutos Armados. Que los militares nada tienen que temer del pueblo cubano y sí de la camarilla corrompida que los envía a la muerte en una lucha fratricida”. o “Declarar bajo formal promesa, que el gobierno provisional celebrará elecciones generales para todos los cargos del Estado, las provincias y los municipios en el término de un año bajo las normas de la Constitución del 40 y el Código Electoral del 43 y entregará el poder inmediatamente al candidato que resulte electo”. • “Declarar que el gobierno provisional deberá ajustar su misión, al siguiente programa: o Garantía absoluta a la libertad de información, a la prensa radial y escrita y de todos los derechos individuales y políticos garantizados por la Constitución. o Democratización de la política sindical promoviendo elecciones libres en todos los sindicatos y federaciones de industrias. o Adopción de una política financiera sana que resguarde la estabilidad de nuestra moneda y tienda a utilizar el crédito de la Nación en obras reproductivas.” • “Que esa persona (El Presidente provisional de la República) sea designada por el conjunto de instituciones cívicas, por ser apolíticas estas organizaciones, cuyo respaldo libraría al presidente provisional de todo compromiso partidista dando lugar a unas elecciones absolutamente limpias e imparciales.” 5. Del Manifiesto del Movimiento 26 de julio al pueblo de Cuba, 12 de marzo de 1958: • “Si el derecho a conocer la verdad se negaba al pueblo, ¿Cómo esperar el menor respeto a la integridad física, a la libertad personal, a la de reunirse y organizarse y elegir a sus propios gobernantes? Y es que la tiranía ya no podía conceder nada sin peligro de derrumbarse; es que a la tiranía no le queda otro camino posible que su inmediata desaparición”. • “En nuestro territorio los periodistas pueden transitar sin limitación alguna y exponer libremente lo que observen. Aquí no hay censura. Lo que demuestra que la libertad de información no está reñida con la seguridad militar y que las restricciones a la libertad de prensa no se justifican ni en medio de la guerra.” En la madrugada del 1 de enero de 1959, Batista huye hacia República Dominicana, se desmorona la dictadura y Triunfa la Revolución. El día 8 de enero llega Fidel a La Habana. Los primeros pronunciamientos y acciones de la Jefatura de la Revolución, continuaron afianzando en nuestras mentes, aquella base programática, ideas y promesas, que inspiraron la lucha contra la dictadura de Batista. Veamos algunas de las primeras: 6. Del discurso de Fidel Castro, en la Fortaleza de Columbia, La Habana, 8 de enero de 1959. • “Decir la verdad es el primer deber de todo revolucionario. Engañar al pueblo, despertarle engañosas ilusiones, siempre traería las peores consecuencias, y estimo que al pueblo hay que alertarlo contra el exceso de optimismo”. • “Los peores enemigos que en lo adelante pueda tener la Revolución Cubana somos los propios revolucionarios. Cuando no tengamos delante al enemigo, cuando la guerra haya concluido, los únicos enemigos de la Revolución podemos ser nosotros mismos.” • “Lo primero que tenemos que preguntarnos los que hemos hecho esta Revolución es con qué intenciones la hicimos; si en alguno de nosotros se ocultaba una ambición, un afán de mando, un propósito innoble; si en cada uno de los combatientes de esta Revolución había un idealista o con el pretexto del idealismo se perseguían otros fines; si hicimos esta Revolución pensando que apenas la tiranía fuese derrocada íbamos a disfrutar de los gajes del poder; si cada uno de nosotros se iba a montar en una “cola de pato”, si cada uno de nosotros iba a vivir como un rey, si cada uno de nosotros iba a tener un palacete, o si en cada uno de nosotros había verdadero desinterés, si en cada uno de nosotros había verdadero espíritu de sacrificio, si en cada uno de nosotros había el propósito de darlo todo a cambio de nada, y si de antemano estábamos dispuestos a renunciar a todo lo que no fuese seguir cumpliendo sacrificadamente con el deber de sinceros revolucionarios”. • “El pueblo, el pueblo ganó la guerra. Esta guerra no la ganó nadie más que el pueblo y lo digo por si alguien cree que la ganó él, o por si alguna tropa cree que la ganó ella. Y por lo tanto, antes que nada está el pueblo”. • “Pero hay algo más: la Revolución no me interesa a mí como persona, ni a otro comandante como persona, ni al otro capitán, ni a la otra columna, ni a la otra compañía; la Revolución al que le interesa es al pueblo”. • “Al pueblo le interesa mucho si nosotros vamos a hacer bien hecha esta Revolución o si nosotros vamos a incurrir en los mismos errores en que incurrió la revolución anterior, o la anterior, o la anterior, y en consecuencia vamos a sufrir las consecuencias de nuestros errores, porque no hay error sin consecuencias para el pueblo; no hay error político que no se pague, más tarde o más temprano”. • “Porque soy un hombre que sabe renunciar, porque lo he demostrado más de una vez en mi vida, porque eso he enseñado a mis compañeros, tengo moral y me siento con fuerza y autoridad suficientes para hablar en un instante como este”. • “Ahora la República, o la Revolución, entra en una nueva fase. ¿Sería justo que la ambición o los personalismos viniesen aquí a poner en peligro el destino de la Revolución?” • “Si el equipo gobernante que en este momento tiene el pueblo de Cuba no sirve, tiempo tendrá el pueblo de botarlo, pero no de votarlo en las urnas, sino de botarlo en unas elecciones. Este no es el caso de que si no fuera idóneo el equipo gobernante, fuera nadie aquí a hacer una revolución o un golpe de Estado para quitarlo, cuando todo el mundo sabe que va a haber unas elecciones”. • “Porque la opinión pública tiene una fuerza extraordinaria y tiene una influencia extraordinaria, sobre todo cuando no hay dictadura. En la época de dictadura la opinión pública no es nada, pero en la época de la libertad la opinión pública lo es todo, y los fusiles se tienen que doblegar y arrodillar ante la opinión pública.” • “Desde ahora, ya se acabaron los agasajos y las ovaciones; desde ahora, para nosotros: a trabajar, mañana será un día igual que otro cualquiera, y todos los demás igual, y nos acostumbraremos a la libertad.” (Continuará)
Alina Lopez 26 octubre 2020 - 10:16 PM
Estimado Asier, esperamos la continuación, gracias y saludos.
Alexei 26 octubre 2020 - 10:48 PM
Un texto que no toma de la mano y nos obliga a llegar al final. Personas como Gladys fueron testigos presenciales de uno de los momentos más trascendentales de la historia de Cuba. Responde muchas interrogantes, al tiempo que nos provoca tantas más. Hay formas y formas de construir la unidad. En este texto el término martiano aparece más de una vez. La unidad que Martí defendió y sobre la que se constituyó el Partido Revolucionario Cubano, era una unidad no libre de conflictos, disensos y desacuerdos, pero que buscaba, ante todo, estar libre de opresión, de caudillismo, de culto a líderes mesiánicos. Marel confirma lo que he leído en autores de diverso pelaje ideológico: ese proceso de búsqueda de la unidad se caracterizó por exclusiones, algunas bastante injustas. Sigue siendo un tema a investigar como el PSP que en 1958 era, desde el punto de vista de la lucha armada, una organización marginal, pasó a ejercer un rol tan protagónico justo después que Fidel asume el cargo de primer ministro. Carlos Franqui en su libro Retrato de familia con Fidel da algunas pistas, dice algunas cosas, pero sería genial tener acceso a una investigación histórica seria, libre de los tabúes de ambas orillas. Libre de polarizaciones.
Gladys Marel Garcia 28 octubre 2020 - 5:35 PM
Si Alexei. Esta pendiente de realizar una investigación que estudie por qué y cómo, en los años 1959-61, el proyecto martiano que formulaba "la necesidad de un movimiento de libertad para una época nueva de la Revolucion moderna" quedó inconcluso
Rolopez 69 27 octubre 2020 - 12:05 AM
Disculpe Marel, en mi comentario anterior dije que Ud FUE protagonista de su tiempo, realmente con su testimonio demuestra que aún lo sigue siendo. Ud es un verdadero ejemplo de la mujer cubana. Hay una mujer de la que se habla muy poco y que a propósito me gustaría mencionar en este espacio, se trata de Flora Tristán, desconocida para mí hasta que leí una maravillosa novela ( como son todas las que escribe Mario Vargas Llosa) Una pena que no se divulgue más su vida y obra. Invito a quienes no la conozcan que investiguen y a los que ya la conocían que ayuden a que las nuevas generaciones la conozcan. Una vez más muchas gracias por su testimonio.
Asier Sardiñas 27 octubre 2020 - 12:23 AM
Comentario al Artículo “La mujer y el movimiento femenino cubano (1952-1960)”, de Gladys Marel García, el 26 de octubre de 2020. (Final) A solo 38 días del triunfo de La Revolución, se emite la Ley Fundamental, de la que paso a continuación a señalar dos artículos, que guardan relación con lo expuesto en los Manifiestos suscritos en la Sierra Maestra, durante la etapa insurreccional, a los que me referí antes. 7. De la Ley Fundamental emitida por el Gobierno Revolucionario, de fecha 7 de febrero de 1959: • “Artículo 102.- Es libre la organización de partidos y asociaciones políticas. No podrán, sin embargo formarse agrupaciones políticas de raza, sexo o clase. Para la constitución de nuevos partidos políticos es indispensable presentar, junto con la solicitud correspondiente, un número de adhesiones igual o mayor al dos por ciento, del censo electoral correspondiente, según se trate de partidos nacionales, provinciales o municipales. El partido que en una elección general o especial no obtenga un número de de votos que represente dicho tanto por ciento desaparecerá como tal y se procederá de oficio a tacharlo del Registro de Partidos. Sólo podrán presentar candidatura los partidos políticos, que teniendo un número de afiliados no menor que el fijado en este Artículo se hayan organizado o reorganizado, según los casos, antes de la elección. Los partidos políticos se reorganizarán en un solo día, seis meses antes de cada elección presidencial o de gobernadores y de alcaldes o concejales, o para delegados a una Convención Constituyente. El Tribunal Superior Electoral tachará, de oficio, del Registro de Partidos los que en tal oportunidad no se reorganizaren. Las asambleas de los partidos conservarán todas sus facultades y no podrán disolverse sino mediante reorganización legal. En todo caso, serán los únicos organismos encargados de acordar postulaciones, sin que en ningún caso pueda delegarse esta facultad.” • “Artículo 103.- La Ley establecerá reglas y procedimientos que garanticen la intervención de las minorías en la formación del censo de electores, en la organización y reorganización de las asociaciones y partidos políticos y en las demás operaciones electorales; y les asegurará representación en los organismos electivos del Estado, la Provincia y el Municipio”. Ya durante el propio año 1959, por diferentes circunstancias, motivos, situaciones, criterios y demás factores, la ejecución práctica, comenzó a no guardar exactamente relación en diferentes aspectos, con aquella base programática, ideas y promesas que inspiró a muchos en su lucha contra Batista. Un tema relevante en ese sentido, fue la ascendencia progresiva que iban adquiriendo, los miembros del PSP, en diferentes esferas de la conducción revolucionaria. Paralelamente, una de las dos grandes organizaciones revolucionarias, el Movimiento 26 de julio, por derecho propio, adquiría el mayor protagonismo, mientras iba quedando relegado gradualmente el Directorio Revolucionario 13 de Marzo. Esto último, personalmente no alcancé a comprenderlo cabalmente, pues siempre, me faltaban algunas piezas en “el rompecabezas”, para entenderlo. Algunos magníficos artículos publicados este año (61 años después) de: La propia Gladys Marel García, Rosario Alfonso Parodi y Julio César Guanche, relacionados con el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, me ayudaron a completar las piezas que me faltaban, resultando decisiva, la aportada por Guanche el pasado 14 de marzo, cuando reproduce la carta dirigida por Fidel al Ché, fechada en Palma Soriano, el 26 de diciembre de 1958, de la que cito seguidamente algunos párrafos, que resultan fundamentales: “Considero que estás cometiendo un grave error político al compartir tu autoridad, tu prestigio y tu fuerza con el Directorio Revolucionario. La guerra está ganada, el enemigo se desploma estrepitosamente, en Oriente tenemos encerrados diez mil soldados. Los de Camagüey no tienen escapatoria. Todo eso [es] consecuencia de una sola cosa: nuestro esfuerzo. No tiene sentido aupar [a] un grupito cuyas intenciones y cuyas ambiciones conocemos sobradamente, y que en el futuro serán fuente de problemas y dificultades. Tan soberbios y presumidos son, que ni siquiera han acatado tu jefatura, ni la mía, pretenden erigir una fuerza militar autónoma y particular que no podremos tolerar de ninguna forma. Quieren en cambio compartir los frutos de nuestras victorias para robustecer su minúsculo aparato revolucionario y presentarse el día de mañana con toda clase de pretensiones. Es necesario que consideres Este aspecto político de la lucha en Las Villas como cuestión fundamental”. Fin de la cita Sesenta y un años después, al leer por primera vez estos párrafos dirigidos por Fidel al Ché, encuentro la “punta del hilo”, de aquella madeja que no lograba entender su por qué. Nos relata en el presente artículo, Gladys Marel, los antecedentes y su participación en el Congreso Latinoamericano de Mujeres, celebrado en Santiago de Chile en noviembre de 1959. A continuación cito algunos aspectos puntuales que nos refiere Gladys, referidos a dicho Congreso:  “A mediados de 1959, la primera de ellas (Vilma Espín) me citó a la Casa de las Américas. Se iba a organizar el Congreso de Mujeres Cubanas, para asistir al Congreso Regional de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM), conocido como Congreso Latino Americano de Mujeres, que se celebraría en Santiago de Chile.”  “Participé junto con Aleida March en una de las comisiones del referido Congreso de Mujeres, pero en aquel momento desconocía que el evento en cuestión se había programado desde 1958, como tarea por la FDIM a su filial cubana, subordinada al PSP”.  “Durante el preámbulo del Congreso Latinoamericano de Mujeres se fue delineando la influencia de la organización femenina del PSP, que no se había incorporado a la primera etapa insurreccional de la Revolución, sino a los partidos de la oposición, como señala la historiografía”. Fin de las citas. Aquí podemos apreciar, algo que comenté antes, sobre la ascendencia progresiva que iban adquiriendo, los miembros del PSP, en diferentes esferas de la conducción revolucionaria. En otra parte del propio artículo, Gladys Marel corrobora lo que acabo de exponer, cuando señala y la cito: “En abril de 1959, la organización femenina del PSP celebró una asamblea nacional……que conduciría en 1960 a la desaparición de las organizaciones y figuras insurgentes portadoras de las ideas nacionalistas revolucionarias……De esa manera, en las relaciones de poder, lograron la representatividad fundamental para la creación y liderazgo de la futura FMC.” “Al congreso de agosto de 1960 en que se constituyó la FMC, no fueron invitadas las dirigentes de las organizaciones insurreccionales femeninas……que habían participado activamente en la etapa insurreccional. Tampoco las que se organizaron en 1959 como secciones de las Casas del 26 de julio, ni las Brigadas Femeninas Revolucionarias del 26 de julio “Comenzaba en Cuba el proceso de puesta en práctica del modelo soviético”. Fin de la citas. Efectivamente comenzó el cambio de Proyecto, con sustanciales modificaciones a la base programática, ideas y promesas, en que se inspiró la lucha contra Batista. Lo que lógicamente produjo, frustraciones, incomprensiones, deserciones, separaciones y muchas otras “iones” en los que no aceptaron, ni entendieron estos cambios. Más adelante en diciembre de 1963, los cubanos vimos y escuchamos exclamar a Fidel públicamente “Soy Marxista-Leninista desde que tenía 17 años y lo seré siempre”. Es decir, que lo era desde 1943. Por último deseo expresar, que coincido con lo expresado por la Dra. Ivette García, en su comentario cuando dice y la cito: ”Es la historia encartonada que no enseña a pensar, que no sacude el espíritu y el alma patriótica de quienes la leen. Se pierde el verdadero análisis de cómo se produjeron los acontecimientos, cuáles eran las opciones, cómo una esfera específica era reflejo y campo de tensión entre las fuerzas políticas. Evidencia cómo fue cambiando la correlación de fuerzas entre las que principalmente protagonizaron la insurrección y luego la implementación del proyecto. Para eso habrá que volver más de una vez a 1960”. Fin de la cita. A lo que añado, hay que ir unos años más atrás doctora, y, no demorar mucho tiempo en hacerlo, si se quiere contar además, con testimonios de protagonistas -aun vivos- de los hechos. Les pido a todos, mis más sinceras disculpas, por lo extenso de este comentario.
Marel 27 octubre 2020 - 12:21 PM
Asier Sardiñas Muy bien documentada su exposición sobre el Programa y los documentos programáticos de la Revolución y discursos. Acorde a estos y a otros, forman parte de las fuentes para el estudio de ¿cómo el proyecto martiano --en su contexto latinoamericano y no europeo-- quedó inconcluso El tema resulta importantísimo para entender la intríngulis de la Revolucion y lo revolucionario, como expone Ivette. La historia del DR no se conoce. Y dada la importancia de esta organización, sus antecedentes y conflictos con los socialistas populares y otros, fue discriminado por la historia oficial.

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