La ley dispersa

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En el IV período de sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba (ANPP) celebrados los días 20 y 21 de diciembre de 2019, se aprobó un cronograma legislativo ambicioso. Las expectativas generales ante los resultados de este debate eran altas. El deseo de diagramar una labor legislativa acorde a la nueva constitución y las crecientes transformaciones de la sociedad cubana, se convirtieron en una realidad.

En este marco, el 21 de noviembre del mismo año, 40 mujeres cubanas entregaron una Solicitud de Ley Integral contra la Violencia de Género a la ANPP. El objetivo era que dicho reclamo fuera tenido en cuenta en las sesiones ordinarias. Una propuesta con una fundamentación rigurosa: Detalla antecedentes legislativos en materia de políticas públicas y acuerdos internacionales, así como datos estadísticos de la reproducción de la violencia de género en nuestra sociedad; brindados por la Encuesta Nacional de Igualdad de Género (ENIG) realizada en 2016.

A día de hoy 900 personas han colocado su firma junto a las 40 iniciales, en apoyo a la solicitud. Sin embargo, no existe una respuesta formal a la iniciativa ciudadana; si una de facto: La ley no se encuentra dentro de las 107 previstas a aprobar en los próximos 8 años.

En el discurso de clausura de la Asamblea, el presidente de la república habló sobre la importancia de legislar sobre este tema, lo cual implica un reconocimiento de la dirigencia ante la problemática. Lleva entonces a preguntarnos qué criterios son los manejados para no tener en cuenta la solicitud presentada.

Una actualización del código de familia y del código penal vigente se encuentran dentro de las programadas en los próximos períodos asamblearios. Con esto podríamos suponer que dentro de ellas se encontrarán reformas para tratar el tema a nivel legislativo y jurídico.

Supongamos que se incluyan los términos correspondientes en el código penal y la tipificación del delito tantas veces solicitado, el cual debe ser abordado en toda su amplitud: la violencia de género y el crimen de odio afecta tanto a las mujeres, niñas, adolescentes, gays, trans y personas con identidades no binarias.

Supongamos también, que se contempla la violencia familiar dentro del nuevo código: es preciso diferenciarla de la violencia de género en tanto constituye solo uno de los ámbitos vulnerables en el entramado. Siendo más optimistas; supongamos que, dentro del conjunto de leyes propuestas, la mayoría abordarán el tema en algunos artículos medulares. Sin embargo:

¿Serán analizados los proyectos con una perspectiva de género?

El organismo designado como encargado de velar por los adelantos de la mujer en Cuba es la FMC. No ahondaré en el tema en esta ocasión, pero su carácter de ONG forma parte de las razones por las cuales seguimos sin tener una política transversal de género en Cuba.

Desde 1977, año en que se adoptó el Plan de Acción Regional sobre la Integración de la Mujer en el Desarrollo Económico y Social de América Latina, se ha reconocido la necesidad de leyes específicas para tratar este tipo de violencia. En disímiles encuentros –de los cuales Cuba ha sido partícipe— se ha destacado la necesidad de enfocar las políticas desde un lugar que permita la capacitación, el seguimiento de las políticas y resultados concretos. Entonces desconcierta cuando en un marco de reestructuración tan importante estos aspectos no son tenidos en cuenta.

Encarar políticas públicas que incidan de forma efectiva ante los mecanismos de reproducción de la violencia, comienza por comprender y abordar todas sus aristas. El código penal, constituye un conjunto de regulaciones que contienen las normas unificadas y sistematizadas de una nación. Uno de sus principios fundamentales es ser utilizado como último recurso al que una sociedad debería apelar.

Debe intervenir cuando sea estrictamente necesario en términos de preservar una integridad social general, pues su función reside en juzgar hechos acaecidos. Dado su carácter punitivo, el alcance del derecho penal queda en lo último de la cadena de violencia: su respuesta tiene límites. Sin instrumentos institucionales que lo apoyen, se convierte en un dispenser de penas que no tiene otro camino que esperar, con las manos atadas a que la situación llegue a su jurisdicción. Por ende, esta modificación no sería suficiente por sí misma.

Promover leyes que prevengan y sancionen la escalada es lo que pretende una ley integral. En esta díada radica la efectividad de una perspectiva más amplia para abordar la violencia de género, que de otro modo queda dispersa en muchas normas con agujeros legales difíciles de tapar.

Las organizaciones no gubernamentales y los esfuerzos de la ciudadanía no son suficientes. El Estado debe disponer de una institucionalidad que acompañe estos esfuerzos. Se necesita mayor número de consejerías y un funcionamiento adecuado de las casas de orientación: estas solo sirven de escucha pasiva sin un asesoramiento jurídico que acompañe el proceso. Además, se necesita un contacto directo que solucione el desamparo en los momentos de urgencia: una línea de apoyo las 24hs, casas de acogida a las víctimas de violencias, estadísticas reales y confiables, así como una transversalización de dichas políticas en todos los sectores.

En mi criterio, sin una ley específica hacia la violencia de género el tratamiento resulta reduccionista. Un paliativo a una problemática por largo tiempo invisibilizada y subestimada en la Isla. Una ley integral y transversal es lo exigido por razones evidentemente más exhaustivas, que no resolverán parches jurídicos.

¿Cuáles son los caminos para lograr incluir una perspectiva de género dentro de las leyes venideras?

El tipo de ley propuesta, se sustenta en cuatro pilares fundamentales: prevenir, sancionar, prestar asistencia a las víctimas y erradicar de violencia de género. Cada uno de ellos contiene un abanico extenso que abarca la economía, la salud, el mercado laboral, la esfera familiar, las formas de relacionarse, los medios, la integridad física y psicológica, entre otras cuestiones.

Cuba tiene un amplio recorrido en instrumentos encaminados a prevenir este tipo de violencia; pero al estar ausentes el resto de los elementos, los esfuerzos han sido insuficientes para un logro efectivo de su objetivo. Si no se tienen en cuenta, corremos el riesgo de que los mecanismos de reproducción de la violencia continúen transcribiéndose cotidianamente en la educación, la distribución del trabajo y en las relaciones interpersonales.

Las leyes regentes, deben poner en funcionamiento políticas con un mirada interseccional, con instrumentos transversales que permitan legislar hacia una sociedad más equitativa. La interseccionalidad dentro de una política pública; parte del reconocimiento de la coexistencia de distintos sistemas de dominación, que configuran estructuras históricamente situadas.

Pensar una ley con esta mirada, involucra reconocer la necesidad de intervenciones diferenciadas a través de acciones positivas. Para ello es necesario desterrar la visión homogeneizadora de la sociedad que por tanto tiempo ha regido la política de nuestro país. La preparación y la responsabilidad de cada uno de los organismos resultará fundamental para mirar una sociedad que ha cambiado y necesita legislaciones acordes.

La respuesta formal podría llegar en las próximas 72 horas, según una citación recibida esta semana por varias de las firmantes de la Solicitud de la Ley Integral contra la violencia de género. La reunión tendría lugar el 10 de enero de 2020, en la Oficina de Atención a la Población de la ANPP.

carta anpp

Hoy solo podemos afirmar que conocemos parte de ella, como diría una colega: “la ley se lleva el premio flaco” en este ejercicio sin precedentes. Si la respuesta fuera una mirada transversal en las leyes venideras, cabría cuestionarse de igual modo la necesidad de una ley que reglamentara, acompañara y controlara el proceso. Aún quedan muchas interrogantes por responder y varias transformaciones durante los próximos nueve años; en los cuales la participación activa de la sociedad tendrá un peso fundamental. Será nuestra tarea ubicar y hacer valer nuestro lugar en el «cronograma» de la Revolución.

Para contactar con la autora: gamgispert@gmail.com

Si quieres apoyar la Solicitud de Ley Integral contra la Violencia de Género en Cuba, envía un mensaje a cubaleyviolenciadegenero@gmail.com con tu nombre y apellidos.

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23 COMENTARIOS

  1. No es necesaria ninguna ley especial de proteccion a la mujer, contra la violencia. lo que si es necesario es endurecer el codigo penal, que son muy leves las sanciones a los delitos de agresion, del tipo que sea. Nadie tiene el derecho de agregir a otra persona sea del genero que sea… y para ser objetivos y ver las cosas como SON, la GRAN mayoria de las agresiones fisicas se dan entre hombres y NO de un hombre a una mujer… La mayoria de las agresiones verbales y de otro tipo no fisico, se dan entre mujeres y NO de un hombre a una mujer… Y eso por no hablar de que con el muy positivo empoderamiento de la mujer un efecto negativo es que se estan incrementando los casos de violencia de la mujer al hombre… Asi que no creo pertinente una ley que de mas derechos a una parte de la poblacion, cuando hasta ahora la tendencia es al equilibrio de poder y de derechos…

    • Magdiel su comentario me provoca verguenza ajena como hombre. No solo no reconoce usted la necesidad de proteger a la mujer en una sociedad de tradición machista española sino que sugiere que los hombres ya son las víctimas. Este tipo de comentario conservador, que no se sostiene sobre ninguna estadística sino en la intención de mantener el estatus quo de un género alfa, es la mejor prueba de cuán necesaria es esta ley.
      Harold

    • Tiene ud razon Magdiel .En Cuba lo mas preocupante es la gente que se pone por encima de la ley y esa ud sabe donde esta .La ley tiene que ser pareja para todo el mundo.La particularizacion y comportatimiento que piden los defensores de las mal llamadas minorias nos aleja del bien comun y el comun comportamiento de los seres humanos . Ley de acuerdo a la violacion de la misma…….. hagalo quien lo haga y sea quien sea ………eso es justicia.

      • Acuérdese que los que inventaron eso que usted dice eran burgueses, trabajaban para burgueses, o incluso algunos propietarios de esclavos. Ni reconocían a los pobres, ni a los esclavos, ni a las mujeres. Con tales origenes lo menos que tales ideas pueden ser es sospechosas.

  2. «En el IV período de sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba (ANPP) celebrados los días 20 y 21 de diciembre de 2019, se aprobó un cronograma legislativo ambicioso.»
    xxxxxx
    Lo raro hubiese sido que no lo aprobaran.
    Tras los «encendidos debates» que se dan allí no sé cómo se las arreglan nuestros parlamentarios que siempre terminan aprobando por unanimidad lo que sea. Después le sigue una atronadora ovación que le pone la piel de gallina a cualquiera que vea la sesión.
    No creo que haya otro parlamento en el mundo donde los asambleístas se lleven tan bien y haya tanta camaradería como en el cubano.

  3. ¿Qué hace peor que un jefe insinúe una mejora ocupacional a cambio de sexo comparado con que el mismo jefe solo tenga ojos y oídos para quienes le «perrean»?
    ¿Qué hace peor que un un hombre golpee a su mujer comparado con que golpee a sus hijos?
    ¿Qué hace peor que un hombre le diga groserías a una mujer comparado con que una mujer pegue tarros a su esposo?
    ¿Qué hace peor que una mujer no obtenga un trabajo por estar embarazada comparado con que un hombre no lo obtenga por no ser blanco a no tener «amiguitos»?
    El problema no es proteger a las víctimas, el problema es poder denunciar a los victimarios y que la ley actúe adecuadamente: corrupción, agresión física, vejamen, tráfico de influencias, abuso de poder, conductas inmorales… Ese es el tipo de delitos que merece y tiene sentido observar.
    Y sobre todo, merece observar que cada delito requiere denuncia, sin denuncia no hay delito ante la ley. Este sectarismo con los temas de la violencia de género (como si la violencia solo fuera peor si hay personas de diferente sexo) solo tapa una realidad mucho más preocupante: vivimos creyendo que solo es punible y denunciable si un delito causa daño físico. En realidad hay muy poca confianza en el sistema judicial para delitos que ellos mismos consideran menores.

  4. Si una ley de violencia contra la mujer es una ley efectiva y mejor que las leyes actuales,por qué no aplicar esa ley contra todo tipo de violencia,todos los ciudadanos deben estar protegidos por igual.

  5. Para un país donde un bando se considera muy progresista y de izquierda y el otro se presenta como muy demócrata y defensor de derechos individuales, hay bastante egoísmo de género y falta de sensibilidad en este tema. Con más intención seguiremos publicando en LJC sobre esto.
    Harold

    • Identidad de género, igual que otras yerbas que están hoy de moda, son diversionismo ideológico del sistema político cubano actual.
      Son grandes prestidigitadores.
      Violencia contra la mujer va a haber siempre porque son la mitad de la humanidad y la humanidad es violenta.
      No creo que un pescozón a una mujer sea peor que el castigo que ella puede dar a un padre para que no pueda ver a su hijo o adoctrinándolo en su contra.
      Ah, que conteste sólo el que haya pasado por eso y sea macho alfa. Los machos beta me aburren.

      • Este comentario suyo ya es abiertamente misógino. Puedo respetar e incluso aprecio a personas que no comparten mis preferencias políticas porque tienen otros valores personales que me parecen más importantes pero su conservadurismo radical escapa mi capacidad de empatía.
        Harold

      • Harold:
        Na, no es misogenismo na. Es la verdad y los comunistas le temen como el diablo a la cruz. Las mentes de ustedes trabajan por asociación de lemas; primero contruyen el lecho y después leen el manual de Procustes.
        ¿no son las mujeres la mitad de la humanidad; no es ésta violenta; no es horrible que una mujer manipule a un hijo contra su padre?
        El mundo no andaría tan mal si uno de los padres quedara en casa cuidando a su hijo, si hubiera un sueldo familiar decente para el otro de los padres. Pero no lo permiten, por una parte, la maldad intrínseca del capitalismo y por otra el comunismo caótico que quiere revolver el río para su ganancia, cuya principal víctima son los valores cristianos.
        ¿por qué se llevaban obligatoriamente a los niños y jovencitos para campamentos escolares a vivir sin la tutela de los padres, con estudios teóricos académicos y práticos de sexo, alcohol, abortos, y otras cosas que propiciaron el guión de la película Camionero?
        ¿por qué incluso en un tema tan liberal como el sexo, tienen ustedes tabú? Quieren meter sexo hasta en la educación infantil, pero no permiten alusión a las relaciones sexuales de una heroína de la revolución con un líder de la revolución. Ustedes son una religión muy rígida en lo que les conviene.
        Por si no sabe, Harold, todas esas ideologías están escritas una agenda de poderes ocultos mayores, valga la teoría conspirativa, a la que usted pertenece, quizá inconscientemente. La Carta de la Tierra, cuyo preámbulo escribió Gorbachov y cuya piedra filosofal fue el discurso de su Jefe en Río; esa Carta, convive con planes tan escalofriantes como el aborto para el cual la Clinton ya tenía asignados 500 mil dólares anuales.
        Para ustedes la verdad es fragmentaria.
        Yo realmente pensaba que usted era un joven inteligente y quiero pensar que es torpe, porque la alternativa es peor.
        No se sienta culpable por su antipatía; el sentimiento es mutuo.

  6. Doquier que las élites capitalistas occidentales, consiguieron contaminar los sistemas jurídicos de los estados nacionales con la eufemísticamente llamada perspectiva de género, los resultados han sido funesto. La violencia contra la mujer lejos de disminuir ha aumentado, resultado natural de una guerra de sexos auspiciado desde el poder que como nunca antes, ni siquiera en los peores casos de totalitarismo, estalinismo, fascismo, etc., se ha enseñoreado en la cama de sus ciudadanos, dictando allí que es lo que está bien y que es lo que está mal y sobre todo atribuyéndose el monopolio en la solución de los conflictos naturales de una pareja, por la vía del castigo y la disolución de la familia con capacidad reproductiva. Amén de su probada ineficacia esta degeneración sexista del sistema legal ha significado una autentica involución de la justicia al poner en entredicho principios fundamentales como la igualdad ante la ley o la presunción de inocencia de los acusados. A todo esto habría que añadir la desatención que implica dicha perspectiva de otras formas de violencia tan punibles o más como podrían serlo la de una mujer por su pareja masculina, por ejemplo, la que sufre a manos de su pareja del mismo sexo, de sus padres cuando es niña o de sus hijos una vez anciana, esto por no hablar del fenómeno creciente de hombres agredidos por sus parejas mujeres u homosexuales, algo sobre lo que nunca se pronuncian las reformadoras de feminismo moderno, acalladas convenientemente por el dinero que reciben a manos llenas de poderosas fundaciones antinatalistas. Endosarle este mal a Cuba, sin conocer sus verdaderas consecuencias sociales, solo por repetir un discurso trillado y especulativa es cuando menos una falta de responsabilidad social imperdonable.

    • La realidad de la vida, las estadísticas, dicen claramente que las mujeres sufren mucha mas violencia en las relaciones de pareja que los hombres y que las mujeres son mucho mas vejadas, insultadas y ninguneadas en la vida diaria que los hombres. Solo hay que ver la cantidad de groserias que tienen que escuchar a diario cuando salen a la calle. Es necesario concientizar a lapoblación sobre lo inadmisible de esta situación.

      • También dicen las estadísticas, que son más los hombres agredidos por hombres, que las mujeres acosadas por estos, que en las relaciones lésbicas el nivel de violencia que sufren las mujeres es todavía superior a la que sufren en sus relaciones heterosexuales, y también está demostrado que cuando se trata de agresión y asesinato de infantes, que las mujeres superan a los hombres en ese tipo de delito, lo cual indica claramente que esto no tiene que ver con el género masculino, ni que el ser hombre sea un agravante como ocurre en los sistemas judiciales dominados por la ideología que aquí se propuso. La realidad social demuestra el carácter mítico conspiranóico de las teorías sobre un patriarcado desaparecido hace siglos pero que el feminismo se empeña en revivir como el espantapájaros que necesita combatir.En cuanto a las groserías contra la mujer, que es la versión masculina de lo que hoy se logra con el perreo y otros meneos, exhibicionismos o alardes impúdicos disfrazados de prácticas “culturales” modernas, se trata de un problema de mala educación, nada más resultas más repudiables que el tratamiento vulgar de una dama, sobre todo desde la satanizada caballerosidad, es decir desde auténtica hombría colocada en la mirilla por los agitadores de género allí donde se apoltronan con las herramientas de formación del ciudadano.

  7. En asuntos como estos a los derechistas cubanos se les cae la careta. Van de la mano de gente tan repugnante como los de VOX en España.
    Cuidado con la derecha cubana, que puede ser tan o más perniciosa que el PCC.

  8. Una famosa feminista marxista nos advertía que «si el opresor no contara con la solidaridad de ciertos sectores entre los oprimidos, la traición no sería el dedal de la reacción». Los comentarios acá dispuestos por buena parte de los foristas varones, son muestra de esa solidaridad.
    Los «sesudos» análisis sobre la tipología y equiparación de todas las violencias, sin tener en cuenta condición de acceso institucional, representación efectiva de los sujetas afectadas por las violencias, chantajes sexuales en la esfera laboral, composición sexogenérica desigual en los ámbitos de definición estrategicos de la Nación, y el genocidio como práctica de una pedagogía capitalista que imprime un orden social igualmente desigual en la división social-sexual del trabajo, con la sangre de las mujeres, o la muerte de quienes son previamente patrimonializadas, privatizadas por las relaciones de fuerza de una economía de la muerte cuyos resortes manejan hombres; en el caso de los femicidas y violadores, gran mal de Nuestra Cuba, hombres que padecen el mal de pensar que los cuerpos de las mujeres son suyos, de su propiedad.
    El cinismo de quienes dicen que todas las violencias son iguales, revela una hipocresía auto condescendiente, basada en la incapacidad de leer la formación social y epistémica del pueblo cubano, y por ende, la agencia de los colectivos y de LO colectivo en la lucha por una acentuación de los deberes postergados de la Revolución.
    Saludos Gabriela

  9. Ahora no le queda a los sexistas que apoyan este tipo de panfleto otro recurso que identificar con VOX a los cubanos que reclaman la igualdad de género y leyes dura contra cualquier abuso, sin importar sexos. Sin las primeras feministas vieran esto, volverían a sus tumbas.

  10. Las mujeres jovenes que entran a trabajar en oficinas o unidades de las FAR o del MININT son acosadas por viejos oficiales y eso se sabe en toda Cuba. Por eso el rechazo a emitir leyes que protejan especialmente a mujeres.

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Gabriela Mejías Gispert
Gabriela Mejías Gispert
Psicológa cubana, femista, escritora

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