En una entrevista concedida el 16 de marzo de 2010, Laura Pollán la mercenaria líder de las “Damas de Banco”, plantea que la muerte del delincuente común, Orlando Zapata, convertido en disidente por obra y gracia de los medios de comunicación, la ha desestabilizado emocionalmente, y que él fue consecuente “con los ideales por los cuales luchó y se inmoló”, agrega además que lo único que pedía eran buenas condiciones carcelarias, que lo del celular, la cocina y el televisor, son inventos de la “prensa oficial”. Según lo que plantea esta señora, como decimos en Cuba, no juega la lista con el billete, en este caso él no se inmoló por la libertad de cuba, ni por los derechos humanos de los demás prisioneros, ni por los ideales, sólo pensaba en vivir mejor en la cárcel, donde en definitiva se sentía como en casa, teniendo en cuenta la cantidad de delitos comunes por los que había estado detenido.
Más adelante la Pollán agrega que las Damas de Blanco están de acuerdo con la construcción de un monumento en el cementerio de Banes, también restaurar su vivienda para declararla “museo de la patria” y además construir un busto para colocarlo en el portal de la casa. Seguramente mientras daba estas declaraciones se le hacía agua el bolsillo, pensando en las recaudaciones para todo esto.
Sobre sus marchas, declara que: “No descartamos la posibilidad de que nuestra sangre sea derramada en las calles luchando pacíficamente por la libertad de los presos políticos…”, Seguramente se refiere a una arañazo o rasponazo con el asfalto cuando formen sus pataleos delante de la prensa extranjera.
El clímax de la entrevista sin embargo llega cuando ella dice que a ellas no les paga nadie, veamos su respuesta textual:
“A nosotros nadie nos paga. Los sentimientos no tienen color político. Cuando salimos a las calles, lo hacemos con dolor y amor. No somos mercenarios, es una mentira más del gobierno como parte de la intensa campaña de descrédito que realiza para desarticularnos. Mienten ante el pueblo de Cuba y la comunidad internacional, nos acusan de mercenarios para poder justificar la represión de que somos victimas. Nos mueven a nuestras pacíficas acciones la demanda de libertad para los presos políticos”
Que mala memoria la de Laurita, no se acuerda cuando declaró que ellas recibían dinero “lo mismo de la ultraderecha que de la izquierda” (Ampliar la foto del inicio).
El pasado 19 de abril en una de sus orientadas provocaciones, dice Laurita que el pueblo le gritaba: “paredón, terroristas, les estamos acorralando para que sientan el calor de los revolucionarios”. Esto sin dudas debe ser otro de sus inventos, sin embargo de haber ocurrido, ellas no deben sentirse ofendidas, los gritos no eran contra ella, sino contra el que les paga desde Miami, y les manda regalitos por el día de las madres, el terrorista Santiago Álvarez Fernández Magriñat, que tiene varias causas pendientes en Cuba.
Además de la ayuda del “benefactor” de Posada Carriles, el gobierno de los Estados Unidos aprobó más de 20 millones de dólares para apoyar a la contrarrevolución dentro de Cuba, incluyendo a las mercenarias de blanco.
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