Por Roberto Peralo
En los últimos días me vi envuelto en un grupo de acontecimientos que sucedían de forma natural uno tras otro y que me llevaron a pensar en el futuro de la actual generación de jóvenes cubanos, que nacimos y hemos crecido en un país suigéneris y especial. Desde que tenemos uso de razón entendimos que nos tocó vivir en un período especial en un país especial, “con una generación especial”. Pudiera haber sido este el título del artículo pero me sonó muy pretencioso. En estas líneas voy a intentar no dar mi opinión sino narrar un grupo de sucesos que sucedieron en mi entorno.
El pasado lunes 4 de octubre un grupo de jóvenes de la carrera de Informática coordinaron un encuentro con la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana para intercambiar con ellos diferentes vivencias y anécdotas de la Lucha contra Bandidos donde el territorio de Matanzas tuvo protagonismo. El encuentro duro cerca de dos horas, durante el cual los estudiantes preguntaban e indagaban sobre sucesos que aunque lejanos en el tiempo, aun quedan huellas muy profunda en aquella generación de cubanos que lo vivió y lo sufrió en carne propia. Así era trasmitida por aquellos dos combatientes que protagonizaron esos hechos históricos.
Dos días después el miércoles 6 de octubre cuando recordábamos los tristes hechos del ataque terrorista a un avión de Cubana de Aviación donde perdieron la vida 57 jóvenes cubanos, fue invitado por los jóvenes de la Universidad de Matanzas al luchador antiterrorista Percy Alvarado. Un hombre de baja estatura y muy agradable en su oratoria. Era agente de la Seguridad del Estado cuando se encontraba infiltrado en los grupos terroristas radicados en Miami. Fue un encuentro que duró 3 horas, donde el agente “Fraile” nos contó los peligros reales que enfrenta nuestras generación. Nos quedó muy bien claro que no importa que fuéramos Capitalistas o Socialista, ni tan siquiera Revolucionarios; por el simple hecho de ser cubanos podíamos ser victimas de cualquier acción terroristas que en la actualidad se siguen planeando, mostrándose en el encuentro un grupo de evidencias. Fue una velada inolvidable, más de 200 jóvenes nos encontrábamos atento a cada una de sus palabras. Sus anécdotas nos hacían reír, otras nos revolvían nuestros sentimientos cuando por ejemplo hablaba de los 5 héroes u otros que perdieron la vida en misiones de inteligencia y que nunca se conocerán sus nombres. Vi jóvenes fugarse de los turnos de clase que me comentaban los problemas que se iban a buscar con los profesores. También me tropecé con jóvenes muy molestos porque no cabían en el teatro y le reclamaban a los organizadores lo injusto de que se perdieran ese encuentro. No cabía en el teatro un estudiante más, hasta en los pasillos habían estudiantes de pie. Les puedo contar que observaba en muchos rostros de jóvenes la admiración y gratitud a aquel personaje que en miles de ocasiones conocí en libros policiaco y en aquella ocasión especial pude vivir con toda intensidad de forma muy real.
Al día siguiente me encontraba en una brigada debatiendo con un grupo de estudiantes de la carrera de Ingeniería Industrial. Inconformes con nuestra realidad explicaban las carencias y las dificultades que tienen que afrontar día a día para poder estudiar en la Universidad. Se comentó desde la situación compleja del transporte donde cada mañana se convierte en una odisea llegar puntal a las clases, se habló de la alimentación que los estudiantes que viven en el propio municipio de Matanzas el Estado Cubano no pudo seguir subsidiándole el almuerzo y tuvo que quitarle ese beneficio. Esos estudiantes se la ven muy difícil económicamente para enfrentar todos los días el almuerzo en las cafeterías donde los precios de los alimentos no son subsidiados. No faltó la crítica a algún dirigente por no hacer más con los pocos recursos que se cuentan. Pero hubo un estudiante que hizo una reflexión de como le preocupaba la actitud de algunos adultos de su barrio en la fiesta de los CDR, después de haber tomado la tradicional caldosa, se fueron a dormir. Nos contaba el estudiante que fueron algunos jóvenes de su barrio los que se quedaron hasta las 12 de la noche para escuchar el comunicado y eso le dolió mucho, el mismo joven que minutos antes protestaba por la escasez de guagua para transportarse a la Universidad.
El domingo 10 de octubre todavía el sol no despuntaba en el alba y un grupo de jóvenes acudían al llamado de un trabajo voluntario para labores agrícolas. En sus ojos se reflejaba el cansancio de la noche anterior por haber gastado sus energías bailando y disfrutando en la Plaza del Viaducto. Algunos comentaban como marcando un record la hora en que se habían acostado 2:00 a.m. o a las 3:30 a.m. y aun no eran los 7:00 a.m. Después de algunas palabras recordando que significa para los cubanos la gloriosa fecha y la figura de Carlos Manuel de Céspedes, rompimos a recoger boniato.
De la semana del 5 al 8 de octubre la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de la Universidad de Matanzas realizó sus elecciones para a través del voto directo y secreto elegir a sus dirigentes. Este proceso comenzó en el mes de mayo donde los estudiantes nominaron a los que ellos querían que los representaran. La FEU es la ONG más antigua del país con más de 85 años de creada en la que distintas generaciones de cubanos han visto resguardada sus ideas y conciencia revolucionarias. De lo que sucedió en la Universidad de Matanzas en este proceso no voy a usar ningún adjetivo para describir mis impresiones, solo voy a mostrar los resultados de las votaciones. De un total de 2212 miembros que tiene la FEU de la Universidad de Matanzas votaron 2075 para el 93,82 %, de ellas fueron anuladas 32 para el 1,58%. Muchas de estas anuladas fueron por errores a la hora de votar y solo unas cuantas las dejaron en blanco.
El martes 12 de octubre en horas de la mañana, convocados por la FEU un grupo de 60 jóvenes en el Parque de la Libertad de Matanzas al frente de la estatua de Martí, protestaban porque se pusieran en libertad a los 5 héroes que se encuentran injustamente presos en los Estados Unidos. Se entonaron las notas de nuestro Himno Nacional, se actualizó a los presentes de por donde se encuentra el caso judicial, se recitaron algunas poesías de Antonio y se leyó un comunicado de la FEU al presidente de los Estados Unidos. Este es un acto que no tiene porque ser trascendental y más para lograr convocar solo 60 jóvenes de la Universidad de Matanzas. Lo importante de este acto es que días antes después de haberse planificado una marcha estudiantil multitudinaria por problemas organizativos y otras actividades que se estaban realizando en el territorio se mandó a suspender por los organizadores. Para sorpresa mía, cuando los estudiantes se enteraron, espontáneamente mantuvieron su convocatoria e hicieron sus protestas. No la presidió ningún dirigente, no estuvo la prensa y la convicción de esos jóvenes era tan firme, que ni la lluvia logró que ellos desistieran de su idea. De este evento no pudimos tener memoria gráfica porque no quise arriesgar a que se rompiera la cámara, causado por la lluvia.
Este artículo no tiene la intensión de realizar propaganda política, ni hacer proselitismo barato, solo como una especie de crónica, alertando que no soy periodista, relaté algunos sucesos que fueron sucediendo una tras otro, que reflejan realmente el sentir de una generación, su cotidianidad y su realidad. Tratar de hacer interpretaciones y lecturas de estos acontecimientos, se los dejo a los lectores. Los que odian esta realidad no me es difícil imaginarme sus anacrónicos análisis, que tienen el raro placer de ser publicados en este Blog, para el resto de los lectores espero que tengan la posibilidad de conocer una realidad que los grandes medios de comunicación tratan hipócritamente de desconocer.
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