La jerga antitotalitaria

Foto: The Daily Beast

El concepto de totalitarismo ha llegado a ocupar un papel central en la reflexión teórica de las ciencias políticas. Sin embargo, se trata al mismo tiempo de un término cuyo sentido se desfigura de manera habitual en los usos ideológicos y propagandísticos que se hacen de él. Existe toda una jerga sobre el totalitarismo que se ha convertido en una especie de sentido común anticomunista, de la cual se puede rastrear su genealogía como una supervivencia de la Guerra Fría.

Por la pregnancia que ha alcanzado esta jerga, y la cantidad de discursos que contamina, se hace necesaria una discusión sobre el concepto de totalitarismo, enfocada principalmente en criticar el uso ideológico que se hace de él, aunque sin dejar de notar que ya en la forma que le dio Hannah Arendt, este era susceptible de tal manipulación.

Arendt fue una filósofa, alemana y judía, formada en la Europa de entreguerras, por lo que se entiende que tuviera razones para criticar los regímenes que asolaron ese continente durante la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, su libro Los orígenes del totalitarismo, al poner en un mismo plano al fascismo y al estalinismo como dos manifestaciones del mismo fenómeno, sirvió para darle un viso de fundamento teórico a la propaganda norteamericana de la Guerra Fría. De ese modo, y a pesar de estar ella bien lejos de ser una defensora a ultranza del capitalismo, le hizo un gran favor a la maquinaria de guerra cultural del bloque occidental capitalista.

Para entender su trayectoria intelectual, es necesario conocer esa trágica historia de tantos intelectuales de izquierda en el siglo XX, que por muchos motivos pasaron a defender la tesis de que el poder norteamericano era la opción más progresista en la alternativa que planteaba la Guerra Fría. Hubo sinceras decepciones ante los horrores del estalinismo, hubo también penosas traiciones, pero lo cierto es que muchos terminaron sirviendo de un modo directo o indirecto a las campañas propagandísticas que organizaba la CIA. La obra de Arendt corrió ese destino de ser materia prima para la propaganda, razón por la cual, además, son olvidados muchos de los matices de su libro, quedando en la jerga anticomunista solo un conjunto de tesis simplificadas.

Pero, ¿qué se entiende por totalitarismo? Para los que no están familiarizados con el término, vale la pena hacer una pequeña introducción. Un sistema político totalitario, según han planteado diversos autores, entre ellos Arendt, se supone que cumpla con los siguientes parámetros:

1) estar constituido y apoyado por un movimiento de masas

2) contar con una ideología difusa, que proponga una idea de perfección humana que debe ser alcanzada

3) tener al frente un líder supremo, máximo intérprete de la ideología, el cual debe tener en sus manos un poder total sobre todos los aspectos de la sociedad

4) el uso sistemático del terror, ya sea a través de la actividad de la policía política o de otras instituciones; se considera que el terror debe ser usado de manera sistemática, arbitraria y aleatoria sobre grandes sectores de la población

5) el papel central de la propaganda, basado en primer lugar en un virtual monopolio sobre los medios masivos de comunicación

6) progresiva identificación institucional entre el partido totalitario y el aparato del Estado, incluyendo la construcción de una institucionalidad paralela que va sustituyendo a las estructuras supervivientes de la sociedad anterior

7)  todo esto se considera dirigido a un objetivo fundamental, hacer que para los sujetos se haga indiferenciable la realidad de la ficción que el partido totalitario intenta recrear

8) la definición de un enemigo objetivo, un sector de la sociedad que por su sola existencia debe ser reprimido o exterminado

9) expansionismo militar

10) control centralizado de la economía, sea directo o indirecto, lo cual redunda en una primacía del colectivismo por sobre la autonomía del individuo

11) la experiencia fundamental de los individuos es la de un aislamiento, soledad e impotencia, lo cual los arrastra a la definitiva destrucción de todo pensamiento

12) se considera que la dinámica de los campos de concentración se adueña de toda la sociedad, una dinámica que escapa a la comprensión de la racionalidad común, pues se trata de la presencia de un mal radical

13) como resumen de todo lo anterior, se considera que el totalitarismo es un sistema político asociado al uso de las técnicas de la sociedad industrial moderna para la dominación.

Ciertamente, sería absurdo negar que ha habido sociedades que han cumplido parcial o totalmente con esta definición. De lo que se trata es de mostrar que el uso habitual que se hace de este concepto implica plantear la cuestión del análisis de la sociedad desde unas premisas insuficientes, razón por la cual lleva casi siempre a conclusiones sesgadas. Con un uso creativo y riguroso del concepto, no se descarta la posibilidad de construir una crítica antitotalitaria que sea consecuente con la realidad; sin embargo, aquí la atención estará dirigida a analizar la jerga antitotalitaria realmente existente, esa que se socializa como una plataforma discursiva hostil a cualquier alternativa socialista o comunista.

Lo que prima en la jerga antitotalitaria es la superficialidad.

El concepto de totalitarismo intenta referirse a un sistema político; sin embargo, se le usa de un modo esencializante, como si a partir de él se pudiera definir la esencia de una sociedad y todas sus características. No obstante, para conocer realmente una sociedad es necesario, o al menos eso es lo que enseña la teoría marxista, tener en cuenta las relaciones económicas, así como la posición que ocupan las diferentes clases sociales unas frente a las otras, y las dinámicas culturales que a partir de ahí se determinan.

Cuando no se tienen en cuenta todos esos factores, y se quiere despachar en un mismo saco de “sistemas totalitarios” lo mismo al fascismo que al estalinismo o a una teocracia, el concepto se está reduciendo a la función de una etiqueta sumamente abstracta. Deja de ser una categoría explicativa, para pasar a ser cuanto más descriptiva. Es algo así como lo que pasa con el concepto de “animal con cuernos”; ciertamente, hay muchos animales con cuernos, pero el concepto no sirve para para diferenciar un mamífero de un reptil. El imaginario más difundido alrededor de la palabra “totalitario” expresa solo eso: un estereotipo caricaturesco de sociedad disciplinaria, con alambradas y reflectores, completamente ineficaz para entender sistemas sociales complejos.

Lo segundo, es que se trata de un concepto que ha sido instrumentalizado muy cómodamente por la propaganda ideológica del liberalismo. El discurso sobre el totalitarismo se ha convertido en uno de esos que lleva trampa en su interior, de tal modo que usarlo implica ponerse determinados anteojos. Una vez que lo incorporas de modo acrítico, te lleva a reconstruir tus coordenadas mentales de tal modo que no puedes dejar de ver la democracia liberal como la única alternativa ética y política posible, y a todo el que se le oponga como potencialmente totalitario.

No en vano Zizek, en su artículo ¿Alguien dijo totalitarismo?, ha afirmado que “en el momento que uno acepta la noción de totalitarismo, uno está firmemente colocado en el horizonte democrático-liberal”. Y también que: “La noción de totalitarismo, lejos de ser un concepto teórico efectivo, es una especie de barrera, lejos de permitirnos pensar, nos fuerza a adquirir una nueva perspectiva dentro de la realidad social que describe, nos releva del deber de pensar, o incluso nos previene activamente de pensar”.

El filósofo esloveno va más allá, y describe la popularidad tanto de Hannah Arendt como del concepto de totalitarismo como la más clara señal de la derrota teórica de la izquierda. Esto es porque dicho concepto, convertido en artilugio ideológico, ha sido eficiente en la tarea de bloquear la capacidad para pensar alternativas a la sociedad capitalista global. Y de paso, ha servido como ariete contra las supervivencias que quedan en el mundo de lucha anticapitalista o antimperialista.

Es muy interesante que una de las cosas que se le achaquen a los sistemas totalitarios sea tener el objetivo de crear una ficción sobre la realidad, y llevar a los sujetos a un punto en que sean incapaces de distinguir la realidad de la ficción (punto 7). En este punto de la argumentación, se hecha a ver una de las bases más profundas de la teoría del totalitarismo: su carácter conservador. Los que así argumentan sobre la diferencia entre ficción totalitaria y realidad, olvidan que no existe ninguna realidad pura a la que los seres humanos tengamos acceso. Todo lo que conocemos está mediado por la cultura, esa “segunda naturaleza” que hemos proyectado sobre el mundo que nos rodea.

Si le damos vueltas a esta idea de la ficción totalitaria, tendríamos que ponernos a pensar que también los hombres y mujeres que fueron testigos del ascenso del cristianismo en la Antigüedad, sin compartirlo, pudieron haber pensado que les estaban tratando de imponer una gran ficción. Sin embargo, algunos siglos después, las verdades del cristianismo eran la Verdad. Lo mismo vale para la época moderna: los defensores del Antiguo Régimen podían haber visto la acción de los revolucionarios franceses como el intento de imponer una gran ficción, lo cual no habría evitado que cien años después las ideas de la Ilustración se hubieran convertido en verdad aceptada en gran parte del mundo.

Lo cierto es que todo intento de cambiar de manera radical la sociedad humana ha estado acompañado de la difusión de una nueva manera de ver el mundo, o sea, de una nueva ideología. Para lo cual hay una muy buena razón: el mundo es en gran medida lo que pensamos que es. Ver este intento como la imposición de una ficción será siempre la reacción natural de los conservadores, es decir, de los que estén anclados en la vieja ideología.

Cuando uno analiza los puntos 1, 2, 3 y 5, se da cuenta que las sociedades que han sido tildadas de totalitarias se han caracterizado por una intensa movilización popular. Esa constelación de la ideología, el líder, las masas y la propaganda, nos habla de momentos históricos en los cuáles ha habido un intenso proceso de pedagogía social. De momentos en los que se ha querido insuflar a grandes masas de la población una nueva cosmovisión. Se trata de una manera de conformar el sistema político que ha encontrado su justificación, en el socialismo real, en la necesidad de llevar a cabo esa transformación cultural que acompaña toda revolución social.

Por supuesto, se puede estar en desacuerdo con este paralelo que se ha trazado entre el esfuerzo pedagógico de la Ilustración y el del socialismo real. Sobre todo, se le echará en cara a este último su aspecto de sociedad disciplinaria, en la que una ideología simplista es repetida una y otra vez por los altavoces. Se ha instalado la imagen de la sociedad realsocialista como un gigantesco experimento pavloviano sin ningún objetivo trascendente.

Pero el paralelo no es para nada descabellado: del mismo modo en que la imprenta fue el vehículo técnico para la difusión de las nuevas ideas durante la modernidad, en el siglo XX se intentó utilizar la propaganda de los medios de difusión masiva, y las nuevas técnicas de control de la población, para llevar a cabo la tarea de la transformación cultural.

Alguien podría objetar aquí, que la intención de llevar a cabo una pedagogía social intensiva hermana tanto al fascismo como al socialismo real, y que todo lo nuevo que quiere ser impuesto en una sociedad no debe ser considerado como positivo. Esto es cierto, lo nuevo no se puede considerar progresista por la mera novedad.

La diferencia entre las intenciones pedagógicas del socialismo y el fascismo están, no obstante, en que el primero parte de un diagnóstico a grandes rasgos correcto de los problemas de la sociedad capitalista, lo que le permite vislumbrar el camino de salida hacia una sociedad superior, mientras que el segundo construye su ideología a partir de pulsiones de la psicología de masas, mayoritariamente reaccionarias, por lo que no puede conducir a otra cosa que a una explosión de barbarie.

Llegados a este punto, se hace evidente que en la lucha contra sus enemigos “totalitarios” el liberalismo aprovecha las ventajas de su modelo de sociedad con una esfera pública y una comunicación descentralizadas. La sociedad liberal clásica parece un oasis de tolerancia y espacio para el individuo, frente a la sensación de ahogo que provocan los modelos de sociedad que se conocieron en Europa del Este. Sin embargo, la trampa está en que el liberalismo no solo critica y denuncia las formas que ha tomado la pedagogía social en los socialismos reales, sino que cuestiona la legitimidad misma de todo proceso consciente de pedagogía social intensiva.

La jerga antitotalitaria se convierte en una forma de descalificar cualquier alternativa anticapitalista.

¿A qué se debe esta paradoja de que sociedades que se proponían construir un futuro superior al capitalismo hayan terminado generando modelos en los que el individuo se sentía aplastado, más de lo que lo podía estar en las sociedades liberales capitalistas? Bueno, a veces el viejo vagón en el que hemos estado mucho tiempo, a pesar de que sabemos que el tren se dirige hacia el abismo, nos resulta más cómodo que el salto hacia afuera, sobre todo si nos lanzamos de la forma más chapucera posible.

La sociedad liberal no necesita pasar por un fuerte proceso consciente de ideologización intensiva, puesto que no se propone la transformación social. Su paradigma de funcionamiento de la sociedad no tiene que ser alcanzado, puesto que este es el capitalismo, el cual es una realidad ya desarrollada. Del mismo modo, no necesita de la construcción de una nueva clase de ser humano, puesto que su materia prima, el hombre burgués, ya se encuentra bastante difundido. De ahí su ventaja frente a los socialismos reales.

En esta clase de sociedades, dada la existencia de una economía capitalista desarrollada, las clases dominantes pueden darse el lujo de pasar sin la necesidad de una ideología oficial explícita para poder garantizar la reproducción de su hegemonía. La misma red de intereses entrelazados que genera el sistema económico es uno de los pilares en los que se sostiene el sistema. Pero además, al tratarse de economías mercantiles, el fetichismo de la forma mercancía genera una forma de ideología descentralizada mucho más efectiva que la propaganda del Estado.

Por todo esto se entiende que la jerga antitotalitaria, ya devenida apología de la sociedad burguesa, considere como una aberración la aspiración de construir una nueva clase de ser humano (punto 2). Ello implicaría la destrucción del actual modelo hegemónico de subjetividad y, por supuesto, del capitalismo mismo.

Es muy sintomático que esta jerga derrame sus lágrimas por la destrucción de viejas formas de sociabilidad típicas de la vida burguesa o pequeño burguesa, a las cuales piensa que verá sustituidas por el aislamiento y la pérdida de toda voz auténtica. Sin embargo, en ningún momento se recuerda que esas formas de sociabilidad han sido un privilegio negado a los excluidos y oprimidos del capitalismo, a los que nunca aprendieron a leer y escribir, aquellos para los que la clase media es una barrera infranqueable.

Entonces, se puede decir que la jerga antitotalitaria se trata de una forma de capitalizar los defectos de las sociedades de transición socialista del siglo XX en favor de un conservadurismo liberal. Pero cuando se mira de cerca esos defectos, se ve que el problema no estuvo en los objetivos propuestos, sino en los medios utilizados, y en lo lejos que se estuvo de avanzar realmente en la dirección socialista.

Al no construirse una economía de nuevo tipo, que pudiera implicar de un modo real a ciudadanos en la construcción de la sociedad, el socialismo real se estancó en su primer momento ideológico-propagandístico. Al no cumplirse la promesa socialista de autogobierno de la sociedad, la única herramienta que quedaba para sostener la hegemonía del nuevo poder era la promesa misma, repetida una y otra vez por los altavoces, fetichizada como un discurso metafísico del Estado.

¿Por qué no se construyó la economía socialista? Es tiempo de decirlo con claridad: se trata de algo extremadamente difícil. La razón está en que no se conocen modos de organización de la producción que sean orgánicos a las clases tradicionalmente explotadas, que les permitan a estas dirigirse a sí mismas. Todas las formas que se conocen para organizar el proceso de trabajo implican la separación de la función dirigente, y adoptarlas implica continuar dentro del horizonte de las sociedades divididas en clases. Desgraciadamente, esas formas eran las que se conocían y fueron las que se adoptaron en los experimentos socialistas.

Cuando se analizan aquellas características que se le achacan a la sociedad totalitaria, el Partido, la ideología, los manuales, la propaganda, el control de la población, los monopolios, se ve que ninguna es original de estas, sino que fueron herramientas mimetizadas de la sociedad capitalista anterior. Incluso el líder forma parte de la instrumentalización de una forma cultural tradicional, el caudillismo, en función del objetivo de pedagogía social intensiva. Entonces, si algo se le puede achacar a las sociedades realsocialistas, es haber sido poco radicales técnica, filosófica y éticamente, en su pretensión de construir un mundo nuevo.

Una crítica antitotalitaria consecuente, no propagandística, debería comenzar por emplazar al capitalismo como la matriz de las técnicas y los modelos de racionalidad que han hecho posibles los totalitarismos políticos. Además, requeriría valorar la sociedad liberal clásica no como un paradigma  definitivo, sino como uno de los modos de dominación política de la clase burguesa. Implicaría señalar que por ser espacio para el desarrollo de las relaciones capitalistas, esta ha generado condiciones sociales que han hecho cada vez más restringido el ejercicio de las libertades liberales, condiciones que hacen posible también, en cualquier momento, la deriva hacia un sistema político totalitario.

¿Un poder total?

El poder no es una sustancia, decía Foucault. No es algo que se tiene en la mano. El poder siempre tiene una dimensión microfísica, donde a cada acción le corresponde una reacción. Entonces, ni siquiera la peor de las tiranías tiene un poder absoluto. Ni siquiera Stalin podía hacer cualquier cosa. Todo Estado tiene un marco de posibilidades, una forma de ejercer el poder hasta donde es coherente con la reproducción de la hegemonía.

Por supuesto, todos los Estados no tienen las mismas premisas en lo que se refiere a modos de distribuir la coerción, los consensos y los consentimientos. Algunas premisas son más coherentes con la dignidad humana que otras. Es por eso que algunos sistemas políticos merecen ser más condenados que otros. La forma de Estado que se construyó en la URSS, bajo el mando de Stalin, es una de esas que se merecen ser condenadas.

¿Un mal radical?

La posibilidad del terror estuvo siempre presente en la URSS, desde el momento en que se formó una nueva clase social que dirigía a las masas trabajadoras aplicando una racionalidad instrumental. En general, la onda larga de las tragedias históricas tocaba fuerte a las puertas de la naciente sociedad soviética. Entre esos avatares estuvieron también los permanentes ataques de las potencias imperialistas, que actuaron como una cadena más para amarrarla a la prehistoria humana. Allí se cumplió a cabalidad lo que Adorno y Horkheimer plantearon como una de las leyes secretas de la modernidad: que la apoteosis de la racionalidad instrumental coincide con el paso a la irracionalidad.

La jerga antitotalitaria, no obstante, quiere construir sobre ese fondo una dicotomía absoluta: la sociedad liberal como paraíso de lo auténticamente humano, frente al estado de excepción permanente de la sociedad totalitaria. Pero a través de esta operación alquímica se pretende glorificar, junto a las libertades individuales liberales, al capitalismo, y al imperialismo norteamericano con todas sus dictaduras aliadas, gobiernos títeres, empresas corruptas y vulgares sicarios. Se le da la vuelta a la rueda, y se cantan alabanzas a los mismos caminos civilizatorios que llevaron a los autos de fe de la Inquisición, a las purgas estalinistas y a los vejámenes de Abu Ghraib. Se olvida en qué consiste realmente el estado de excepción.

Esta es otra forma de volver a matar a las víctimas de los Gulags, de entregarlas a ese peligro del que hablaba Walter Benjamin, el de “prestarse a ser instrumento de la clase dominante”. Al final, es como él decía, “tampoco los muertos estarán seguros ante el enemigo cuando éste venza”.

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31 comentarios

Orl 4 septiembre 2020 - 7:44 AM
? Quiere más ficción sobre realidad que el mundo que fabrica Cubadebate para sus lectores? La apertura del curso escolar ya se declara un éxito y Cuba tiene una excelente vacuna para el Covid-19. En cambio no se menciona el número de médicos cubanos muertos en Venezuela.
Orl 4 septiembre 2020 - 8:00 AM
Lo que prima en la esta entrada es la intención de decirnos que Stalin era mejor que Hitler
Orl 4 septiembre 2020 - 8:03 AM
Oye. ?Y lo de Cuba, no es totalitarismo? 1) .u.movimiento de masas, 2) una ideología que proponga la idea de perfección humana que debe ser alcanzada, 3) un líder supremo, al frente, máximo intérprete de la ideología, el cual debe tener en sus manos un poder total sobre todos los aspectos
Yassel A. Padrón Kunakbaeva 4 septiembre 2020 - 9:26 AM
Bravo, ha encontrado usted una forma de simplificarlo todo.
Orl 4 septiembre 2020 - 10:15 AM
Quienes simplificaban eran Hitler y Stalin. El que de su entorno les hiciera sombra, eran pasados por los cuchillos largos y recibían un balazo en la nuca respectivamente. ?Cual es diferencia estimado analista?
Tony Medina Diaz 10 septiembre 2020 - 4:58 PM
De acuerdo con no hablar del pasado, entonces tendríamos que hablar de lo que ocurre hoy en La Paz, Quito, Bogotá, Brasilia, Santiago de Chile. Conozco de primera mano a 2 de estos países, es terrible lo que están haciendo allí para mantener la dictadura del capital. A como de lugar, cientos de asesinatos políticos en unos meses y ¨felices y contentos¨. Y se hacen en ¨modelos de democracias¨ burguesas. Se imagina eso en Cuba, algo que nunca va a pasar. Todavía muchos aquí en Cuba se cuestionan que se haya conmutado la pena de muerte al terrorista Cruz León, que puso bombas por doquier y asesinó a un turista italiano. La burguesía no se toma el trabajo de judicializar los asesinatos políticos, que aquí en Cuba fueron miles antes de la Revolución y ahora mismo son por cientos en Colombia y Brasil. Vienen ahora judicializando la política, se dieron cuenta que el poder judicial se mantiene intacto aunque la izquierda gane elecciones y haga crecer económicamente al país como jamás han crecido antes, como pasó en Ecuador y Bolivia, para ¨emparejar¨ la pelea electoral. Todo con la ¨ayuda desinteresada¨ de EE.UU. que en el caso del Chile de Allende no titubeó en el brutal golpe de estado, que ahora deviene ¨judicial¨ además de en Ecuador y Bolivia en el Brasil de Lula y Dilma. Venezuela ha cometido errores graves, que le costaron las elecciones a diputados, pero la derecha y EE.UU. se equivocaron terriblemente al intentar tomar el poder de facto después de la victoria electoral. Pisotearon las bases con las que habían ganado realmente en las urnas y pretendieron matar la Revolución a la fuerza con que pensaban contar. El pueblo estaba realmente descontento, pero no tanto como para entregar la Revolución y aquí estamos, maltrechos pero sobrevivieron. El cerco es brutal, casi parece la Rusia de 1917, sin guerra caliente aún, pero el enemigo buscando huecos por cualquier lugar para comenzarla. Sería un boomerang una guerra con Venezuela con Colombia como vecino, pero pueden aventurarse. Nicaragua, pues a su forma, haciendo lo que pueden. No conozco la situación para comentar. De Cuba, pues aquí escribiendo.
Luis Enrique 4 septiembre 2020 - 8:36 AM
Es un tema interesante, similar al uso demasiado común que se le da al término "fascista". Sin embargo creo que dentro de toda esta extensa explicación con mucho aderezo de justificación, Yassel ha demostrado una frase que no me gusta, pero que ilustra el fracaso de los sistemas "socialistas" y "comunistas": Comunismo es el camino más largo para llegar al Capitalismo. No he localizado al autor original de esa frase, probablemente sea algún político de guerra fría. Pero ignorando las diferencias teóricas, hay que reconocer que es una frase que recoge brillantemente la experiencia REAL de aquellos emprendimientos "ideológicos" devenidos masacre física y cultural absolutamente innecesarias. Creo entender con bastante nitidez la intención de Yassel , al exponer tan detalladamente el concepto original de "totalitarismo". Sería muy tonto ignorar la enorme influencia del contexto de la autora que por demás me parece irrepetible. Sin embargo leyendo los puntos, está claro que se puede extraer la idea fundamental: El Estado como rector de las vidas de los ciudadanos y definido y representado por un grupo reducido de personas o una sola persona, que deciden cuál es el camino a seguir y cómo se ha de recorrer. Yo añadiría que ese grupo reducido de personas tiene privilegios que el resto no puede ni soñar. Es que Yassel olvida que se describe la realidad, no la teoría. Cuando él critica al capitalismo y al liberalismo, crítica su implementación y las consecuencias de ser herramientas aplicadas en la realidad con personas y por personas disímiles. Sin embargo al defender al socialismo y justificar el apodo de totalitario, Yassel se enfoca en lo teórico, en lo deseable... No sé, pero a mí comparar dos "opuestos" pero uno en la teoría y otro en la práctica no me parece nada productivo ni razonable. Hay en ese texto además, un eufemismo que manifiesta el sesgo del autor en cuánto a su análisis "pedagogía social o de masas". Supongo que es la manera suave de decir: adoctrinamiento. Sucede, estimado Yassel, que para hacer pedagogía alguien tiene que enseñar ¿Quién y cómo y por qué? Creo que la autora original del término totalitario dió todas las respuestas. Hay también un párrafo que me llamó especialmente la atención, precisamente ligado a ese adoctrinamiento: "La sociedad liberal no necesita pasar por un fuerte proceso consciente de ideologización intensiva, puesto que no se propone la transformación social. Su paradigma de funcionamiento de la sociedad no tiene que ser alcanzado, puesto que este es el capitalismo, el cual es una realidad ya desarrollada. Del mismo modo, no necesita de la construcción de una nueva clase de ser humano, puesto que su materia prima, el hombre burgués, ya se encuentra bastante difundido. De ahí su ventaja frente a los socialismos reales". De aquí varias cosas: 1. ¿Es la ideologización intensiva algo deseable? ¿Qué beneficio podría tener ideologizar a las masas? Y lo principal ¿Qué ideología? ¿Quién y porqué se encarga de eso? ¿Cómo medir su intensidad? 2. ¿Transformación social? ¿Podrías ser más específico? Ten en cuenta ejemplos como los de Alemania, la URSS y Cuba. ¿Realmente fueron cambios deseables y para mejor? ¿Fueron cambios necesarios o solo necesidad política del grupo en el poder? 3. El capitalismo no es un paradigma de sociedad. Es una herramienta económica. Sí hay claramente sociedades en las que la herramienta económica por excelencia es la capitalista. Pero de ahí a establecer que el capitalismo define reglas sociales o políticas va un trecho demasiado ancho que no se puede cruzar. No lo digo yo, lo dice la realidad: hay tantas sociedades capitalistas diferentes como países. La explicación es muy simple: están usando una herramienta económica. 4. Por tanto, se puede tener la mayor voluntad política y humanismo posible. Se puede contar con las personas más geniales y dispuestas sobre la tierra, si no se aprovecha ese potencial creativo y se las deja interactuar libremente, jamás podrá una sociedad de genios y santos compararse con otra de personas reales corrientes que sí cooperan y trabajan libremente y de manera espontánea. Por eso es que los socialismos reales han fracasado y seguirán fracasando, porque reemplazan la iniciativa y la espontaneidad individual de millones con la voluntad y el control de unos pocos. Eso es, por ser totalitarios
Yassel A. Padrón Kunakbaeva 4 septiembre 2020 - 9:34 AM
Le responderé ahora uno de los puntos. Estoy de acuerdo en que uno de los mayores errores del socialismo real fue entender esa pedagogía social de un modo autoritario. Y aquí es importante recordar, que durante la mayor parte del siglo XX la pedagogía misma siempre se entendió según el modelo del profesor que lo sabe todo y el alumno que aprende. Yo creo que la solución al problema estamos más cerca de darla ahora, y pasa por las ideas pedagógicas de Freyre sobre educación popular. Todos aprendemos de todos y la vanguardia lo que cumple es el papel de facilitadores para echar a andar ese proceso de aprendizaje. Es un tema que lleva un artículo.
Orl 4 septiembre 2020 - 10:22 AM
La historia de las dictaduras aliadas de los gringos, gobiernos títeres, empresas corruptas y vulgares sicarios, es un poquito vieja; hablemos mejor de lo que ocurre en la Habana, Caracas y Managua.
Nina 4 septiembre 2020 - 3:13 PM
Hoy la pedagogía de masas dejó libre a Roberto Quiñones 1 mes más y desaparece del mapa parece salido de un campo de concentración nazi puro totalitarismo
Tony Medina Diaz 10 septiembre 2020 - 4:56 PM
Muy buen punto, la ideologización no tiene que ser ¨intensiva¨, si consciente, de eso aprendemos todos los días de del capitalismo liberal o como se llame. El rechazo es tan intenso en EE.UU. a esta ideologización que una parte apreciable de la población, sobre todo los más desarrollados intelectualmente, con independencia de que tendencia política comulguen, no ven prensa de ningún tipo, nada de tv. Le prohíben a sus hijos ver tv y les enseñan a utilizar internet para informarse, sobre la base de leer siempre al menos dos versiones contrapuestas de lo que se les dice. La ideologización es un proceso natural, clasista, que encuentra sus avenidas y que cada clase promueve con sus recursos. La clase obrera en el poder ha cometido tremendos errores, sobre todo al dejar a la pequeña burguesía, y al espíritu pequeño burgués, a apoderarse de su ideología y de sus objetivos. (Elaboro más adelante al respecto) Es lo que no ha resuelto plenamente aún. Doloroso, repulsivo, aberrante en el caso del stalinismo y de sus copias, en China con la Revolución Cultural y el maoísmo a ultranza, en Cuba en tanto copiamos al stalinismo y lo metimos dentro de la Revolución. Pero la ¨sociedad liberal¨, que hay otras formas de llamarla más recientes que compartiré con ustedes si me es posible, tomado de una de las principales revistas norteamericanas sobre política, Foreign Affairs, ha cometido y comete otras atrocidades que incluso cuesta trabajo asimilar como ser humano, y sus poderosos recursos ideologizantes, son capaces de convertirlos en ¨una necesidad para salvar la libertad¨, como aniquilar a 200 mil niños, mujeres y ancianos en Japón, o ¨excesos de política exterior¨, como la guerra de Vietnam, o ¨la ley y el orden¨ para aplastar lo que se le ponga por delante dentro de su país. Le faltó también a Yassel el Macartismo, que llegó a lo más increíble para una ¨sociedad liberal¨, satanizar al más grande artista del siglo XX y expulsarlo del país. Y el Macartismo no era en esencia una cruzada contra las ideas comunistas, era la construcción de los fundamentos de una sociedad capitalista sin sindicatos, o donde estos fueran un cero a la izquierda. Si a los tres ejemplos de países, Alemania, la URSS y Cuba. No sé qué edad tienes pero yo tengo 68, vividos en Cuba y en medio mundo. Te garantizo que la Revolución era imprescindible, necesaria y que logró más de lo que podía soñarse en buena parte de la vida humana de nuestro pueblo y de otros pueblos del mundo. Solo te doy un ejemplo, tuve el honor de estrechar la mano de Nelson Mandela la primera vez que pudo salir de Sudáfrica después de haber pasado 30 años en las cárceles del apartheid. Todo el campo ¨social liberal¨ del mundo contempló con mucha ecuanimidad y cordura una sociedad basada en el más repugnante racismo. Pero Cuba falló gravemente en la economía, en el mejoramiento de las condiciones objetivas de vida del pueblo. Lo que se debe pensar, con mucho cuidado, sin prejuicios y mente totalmente abierta, como es que, a pesar de fallar en la economía, se sostiene incólume, ¨tan lejos de Dios y tan cerca de……………..¨ Conocí la RDA y vi el desarrollo alcanzado y la burocratización y deterioro de la dirección política que llegó a extremos detestables, con total incapacidad para manejar la competencia que en lo económico ganó el estado aleman del este, algo que no solo fue allí, sino en toda Europa, Este versus Oeste. Lamento esta afirmación de que ¨ El capitalismo no es un paradigma de sociedad¨, no la esperaba de usted. Pero los ideólogos del capitalismo usan argumentos más convincentes que los suyos, dicen que su sociedad, es ¨de mercado¨, y lo triste es que buena parte de los ideólogos de la izquierda muerden el anzuelo. El pobre Marx se retuerce en su tumba gritándoles, ¨hello, lean el título de mi libro, se llama Das Capital, no Das Market¨. Pero para adelantar algo que diré más delante de economía, hay que utilizar al capital en el socialismo, gústele a quien le guste y pésele a quien le pese y aquí es donde nos mordieron los prejuicios pequeño-burgueses. Dijimos ¨niet¨ al mercado, y ¨niet¨ al capital y lo pagamos caro. Totalmente de acuerdo con lo que dice sobre la aniquilación de la iniciativa individual, botamos ¨al niño junto con el agua sucia¨. Matamos la iniciativa individual, que no sólo la privada. Sin esto no hay avance ni desarrollo. No lo llamaría totalitario pero si autoritario, para acercarme más a Yassel.
dario45666 4 septiembre 2020 - 9:07 AM
creo no hay que complicarse tanto para explicar claramente que es un sistema totalitario,por lo demas,al que le sirva el sayo,pues ya sabe: Cuando un ente politico,es la fuerza superior del Estado,cuando este partido domina : la escuela a todo nivel,los medios a todo nivel,la administarcion de la justicia,a todo nivel,las manifestaciones artisticas,a todo nivel,las fuerzas armadas y las fuerzas del orden,,la debil sociedad civil,el comercio,la industria,la banca,traza la politica de empleo y de propiedad,ese partido tiene metas difusas a largo plazo y no deja diseminar ideas alternativa,dictando reglamentos que reprimen esta actividad,se ha apropiado de los mecanismos de votacion y plasma en su constitucion su irreversibilidad y para rematar,proclama que ese partido todopderoso esta formado por los mejores especimenes dentro de los ciudadanos,entonces estaremos ante un sistema totalitario.Sera la exposicion poco cientifica,pero muy descriptiva y facilmente asimilable ......
Isaías 4 septiembre 2020 - 9:11 AM
Gracias por su artículo, Sr. Kunakbaeva. No pude precisar el objetivo real de su disquisición teórica, pero no creo sea lo más importante. Hay una forma más sencilla de saber qué es y si se vive en una sociedad totalitaria. 1- ¿Goza el ciudadano de libertad de expresión? 2- ¿Goza el ciudadano de libertad de asociación? 3- ¿Existe libertad de prensa? 4- ¿Existe la libertad de movimiento? 5- ¿Pueden los ciudadanos elegir a sus máximas autoridades mediante elecciones periódicas libres y transparentes? Hago notar que los derechos arriba mencionados tienen que estar respaldados por la constitución del país, no solo mencionados para guardar las apariencias. Como usted ve es muy sencillo saber qué es el totalitarismo y dónde se ha practicado o practica en la actualidad. No hace falta ninguna suspicacia o escuela filosófica determinada, ni la CIA ni nada de eso. Así de sencilla es la cosa. Cuando un ciudadano se encuentra completamente indefenso ante el poder ahí tiene usted una sociedad totalitaria y a líderes totalitarios, sean de izquierdas o derechas. Y ahora la pregunta que cae por su propio peso: ¿Es Cuba un país totalitario? Respuesta: ¡SI!. Saludos.
Tony Medina Diaz 10 septiembre 2020 - 5:00 PM
¿Es Cuba un país totalitario? Se pregunta usted. Y se responde ¡SI!. Le pregunto: ¿son los EE.UU. ? Conoce algún país en latinoamérica realmente democrático, es decir, elegido sin la intervención de EE.UU. Sepa usted que todos los gobiernos de América Latina son, o designados por EE.UU. o enemigos de EE.UU. todos. Esta regla tiene excepciones, puede que sí, el caso mexicano está por revelarse aún. Es demasiado cercano a EE.UU. para definirlo, lo eran todos los gobiernos antes de AMLO, no se trata de suposiciones. Solo le pido que tenga paciencia a que se ¨revelen¨ los documentos secretos al respecto dentro de 40 años. O, lo convido a que se lea un artículo de Foreign Affairs, una de las dos revistas que trato de leerme sin falta, si me dan un correo puedo circularlo, con los comentarios que siempre les hago, aunque todo en inglés, pero veo que aquí se publica también en inglés, así que ¨no problem¨. Si quiere algo de historia, pues léase Inside the Company. A CIA Diary de Philip Agee. Otro tema es la historia del capitalismo y en especial de los EE.UU. Es el mundo totalitario ???? Le gusta vivir a usted con un gendarme que nadie eligió y que se toma la atribución de mandar en su casa? En la vida y en política no solo hacen falta palabras bonitas, democráticas, sino realidades. Cuba se ha visto asediada por 60 años. Se preguntaría usted como usted mismo se sentiría si un poder tan grande como los EE.UU. ha tratado de matarlo más de 500 veces? Alguien ha tratado de matarlo a usted alguna vez? Dígame una sola persona que haya sido asesinada por el Gobierno cubano. Y esto a pesar del asedio y la guerra económica, política y mediática contra el país. De esto nosotros no sabemos mucho, no tenemos ideas, la podemos apreciar cuando salimos al exterior o conversamos con un norteamericano cualquiera, lo que tiene de prejuicios sobre Cuba es increíble. Ah, si, nos falta democracia, pero no la ¨representativa¨ que usted proclama, para esa tiene que apurarse y verla en EE.UU., digo apurarse pues las tendencias no son nada buenas ni para ese tipo de ¨democracia¨ en ese país. Sobre ¨libre expresión¨ conversaba en una ocasión con uno de los mejores periodistas sudafricanos, del Times de Johanesburgo, que terminó saliendo de la Sudáfrica del Apartheid y trabajando en el Washington Post que casi todos conocen. La conversación tenía lugar en casa de una Lady Inglesa, Lady de la Corona de verdad, no de nombre, magnifica anfitriona, y con la presencia de otro amigo periodista sudafricano con el que finalmente esta señora se casó. Discutíamos la libertad de prensa en general y veíamos, lo mismo que usted ve, las serias limitaciones que tiene en Cuba y como era esto en el capitalismo. Le pregunté cómo funcionaba y después le pedí precisiones sobre las escalas de ¨libertad¨, que lo habían llevado a él mismo a irse y terminar en el Post. En resumen, me definió que: En los órganos de prensa escrita: Total libertad de prensa: Solo el dueño del periódico. Mucha libertad: el Editor en jefe. Alguna libertad: el Editor de la página. Poquita libertad: el periodista contratado. Cero libertades: el resto de los ciudadanos. No existía internet en aquel entonces, hoy en día hay posibilidades de ¨descargarse¨ por esa vía. En Cuba como sería: En los órganos de prensa escrita: Total libertad de prensa: Solo la máxima dirección del Partido. Mucha libertad: El Dpto Ideológico del CC del PCC. Alguna libertad: Algunas personas seleccionadas. Poquita libertad: el periodista contratado. Cero libertades: el resto de los ciudadanos. Pero EE.UU. es el más poderoso país capitalista, puede darse algunos lujos de ¨libertad¨ que otros no. Los asesinatos de periodistas son comunes en el mundo menos desarrollado. La consideran una de las profesiones más peligrosas. Hay estudios sobre la manipulación de la verdad en la prensa, pero no soy especialista. Si veo en adoctrinamiento permanente, a como de lugar. Pero si hay prensa alternativa digital. En Cuba, pues está La Joven Cuba, Periodismo del Barrio, OnCuba News, el Estornudo que vi mencionado aquí en otro artículo parece que está censurado porque no puedo acceder a él. También Facebook, Instagram y los demás que no conozco, no funciona Tik Tok, no sé porqué. Ah, algo que si nosotros tenemos que no tiene EE.UU. son los medios de prensa, tanto tv, como por internet extranjeros dirigidos hacia Cuba, organizados y dirigidos por los servicios de propaganda e inteligencia de ese país, con algunas honrosas excepciones ¨independientes¨, aunque bajo la ¨poderosa influencia¨ del gobierno de EE.UU. Así que, si sumamos todo y comparamos ambos países, tenemos más ¨libertad de prensa¨ que aquel país. En cuanto a las elecciones, veo que se adscribe a la ¨democracia representativa¨ burguesa y me imagino que prefiere la de EE.UU. De libre nada, pero hay que reconocer que está bien montado el escenario de ¨elecciones¨. Primero 2 partidos solamente, no hay posibilidades de un tercer partido, está proscrito cualquier partido comunista, por ley, además de la limpieza o purga anticomunista que hicieron en los años 50 del pasado siglo, el Macartismo, que era contra todo vestigio de izquierda, Chaplin incluido expulsado del país. Si le llama escoger libremente a uno de los dos candidatos que le presentan cada 4 años, pues ok. Esto es así no solo para Presidente, sino para todos los cargos, senadores, representantes, gobernadores, alcaldes, salvo algunas posiciones menores. A nivel de Presidente tiene un problema serio, en ocasiones, cada vez más repetidas, se pisotea la democracia y se le concede la presidencia al que pierde en las urnas aunque gane por 3 millones de votos como lo hizo Hilary Clinton, una bobería, dirían algunos, una frustración incalculable para el pueblo norteamericano. No hay opción para ningún otro partido, aunque no sea comunista. Si me dice que se le niega la existencia al partido comunista en EE.UU. porque este busca un cambio de régimen, de constitución, de sociedad, entonces puede entender perfectamente la posición de Cuba, China, Vietnam, etc. Pero decía lo bien que está organizado el sistema, realmente mejor que el nuestro, que tiene que rediseñarse: dentro del Partido, por los poderes en Cuba, nada que ver con los famosos 3 poderes del estado burgués, aquí formados por el Partido, la ANPP y las municipales, el Gobierno, léase Consejo de Ministros, Primer Ministro, Gobernadores e Intendentes. El grave problema aquí es que se puede ser la Santisima Trinidad en todos los niveles y eso impide las contrapartidas imprescindibles para que haya verdadero funcionamiento democrático, el nuestro, nuestra democracia. Un Ministro es casi siempre Miembro del CC o incluso del Buró Político del PCC, y, increíblemente, Diputado a la ANPP. Esto hay que erradicarlo. La posibilidad real de elegir, tiene que resolverse empezando por el Partido y ese es un proceso que solo puede resolverse por el propio Partido, ojalá que en su próximo Congreso el año que viene. Hay muchas más cosas que agregar, pero por ahora creo que esta es la esencia para comenzar.
Alejo 4 septiembre 2020 - 10:59 AM
¿Entonces, si al final los socialismos totalitarios copiaron lo peor del capitalismo, debemos culpar a éste por las faltas de aquellos? ¿Entonces los socialismos totalitarios no son mas que un capitalismo en su peor versión?¿Pueden las sociedades humanas autogobernarse?¿Serán capaces de prescindir del Estado?¿Que tipo de ser humano viviría en esta utopía? El socialismo es efectivamente un eslabón superior en los sistemas de organización económico y social de las sociedades humanas, pero esta cualidad solo la otorga una democracia total que penetre en todas las esferas de la vida pública. El "plus" que puede ofrecer el socialismo por encima del capitalismo es precisamente aquel en el que "pecaron" todos los sistemas que presumieron de socialistas: la democracia. Que unos sean dueños y otros asalariados, en el orden práctico no establece una diferencia sustancial siempre y cuando sea esta una relación lo más humanizada posible. El concepto de que todos seamos dueños y obreros no creo que pueda ser ”orgánico" nunca. No en este mundo, no con este ser humano...
Tony Medina Diaz 10 septiembre 2020 - 5:00 PM
Creo que debe leerse El Estado y la Revolución, de Lenin, pero que incluye y desarrolla el pensamiento de Marx y sobre todo Engels sobre el tema del Estado y su ¨desaparición paulatina¨ al eliminarse las clases. El ser humano vivió así, en comunidad, pero en un nivel primitivo de desarrollo. Nadie quiere volver a ese nivel, pero si a una comunidad sin Estado represivo, sólo con una Dirección central para administrar los procesos, productivos, de distribución, de convivencia social. Le llamaron Comunismo, pero nadie lo ha visto, hay que esperar, no se cuánto, pero casi todo el mundo que cree esto posible piensa que serán muchos años.
zenon 4 septiembre 2020 - 2:10 PM
creo que totalitarismo es siempre un concepto postrimero, se aplica cabalmente a posteriori, luego que un determinado poder realiza el arco en que inicialmente se empodera un movimiento de masas, un grupo, un "pueblo", contra/en contra de determinada clase, circunstancia histórica, otros poderes/"pueblos", para luego volverse sobre los mismos que inicialmente han sido empoderados, en un proceso de extracción última/extrema de energía, ambiciosa disposición hacia la expansión continua que es característica de cualquier poder. Así ocurre la autofagocitosis/apoptosis, o la implosión luego de extenuante fisión. El caso hitleriano ha sido el caso extremo, en que el arco se interrumpe, debido a la intensidad temporoespacial de la expansión, generadora de una potente reacción de aliados, antes de que dicho poder llegase al apogeo pleno de la expansión en que comenzaría paulatinamente el cambio de foco hacia-contra los mismos individuos que lo constituyeron, ello como parte del curso natural de soltar amarras, de la tendencia al facilismo, de la rebelión continua del poder contra cualquier ralentizante fricción. De más estará decir que dentro de la onda expansiva de cada poder, surgirá otra que intentará ponerle coto, que también busca poder/agencia. Y es contra esta que el poder en expansión inicia su recesión. Esta vuelta sobre sí mismo es lo que completa el arco totalitario, total, en que la búsqueda/ofrecimiento de felicidad se vuelve miserable para los individuos, al inicio unos pocos, pero en exponencial contagio. Sin los resortes de control del ejercicio del poder, llámense virtudes humanas, democracia, prensa libre, periodos acotados para el ejercicio de las funciones, espacios internacionales de concertación, etc, el poder emancipado recorrerá ese arco. Algunas de las características enumeradas en el artículo, cuando son avistadas tempranamente, inmediatamente activan los resortes de las profecías, y comienzan los señalamientos de que tal o mascual movimiento o partido o personas, terminará en un regimen totalitario. Pero la realización, la comprensión, de que la profecía totalitaria se está cumpliendo, de que los individuos al interior del proceso han trabajado afanosamente sin saberlo para su autocumplimiento, se demorará en llegar. Esa brutal verdad que genera decepción, desilusión, desesperanza, vergüenza, hasta arrepentimiento en muchos, solo empieza a asomar la cabeza cuando el poder, hambriento, comienza a mostrar su cara feroz a cualquiera que intente ponerle freno, cuando a empiezan a resentirse los medios que se utilizan para el pregonado fin, cuando los seres humanos comprenden que el poder los ha mediatizado a ellos, y que dejando de ser sujetos, son solo objetos cuyo fin, como carbones encendidos, es alimentar la caldera de una supernova que no explotará dejando un rastro de luz, sino un agujero negro.
Jose R Alfonso 4 septiembre 2020 - 3:13 PM
Profesor Padrón Kunakbaeva, sin duda alguna, todo un derroche de conocimiento, búsqueda bibliográfica, preparación docente y sobre todo, un excelente ejercicio académico. Le felicito por ello. Hace algunos años recuerdo haber leído diferentes citas de Winston Churchill, líder del Reino Unido y su Primer Ministro (PM) durante dos periodos y, le confieso sinceramente, que entre las muchas páginas que examiné recuerdo una cita en especial: “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia; su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria". Profe, durante mucho tiempo de entregar sangre, sudor y sacrificio a esta filosofía marxista estuve convencido que esta frase formaba parte del arsenal de instrumentos políticos-ideológicos de las múltiples Operaciones Psicológica (Ops. OPSIS) que los Servicios Especiales Occidentales, dentro del marco de la Guerra Fría, utilizaban para descalificar al Socialismo, sobre todo el del modelo de Estado establecido por Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, c/p Iósif Stalin , de quien, le confieso, era un actor político que rechazaba por haber leído sobre temas de la IIGM escritos por numerosos y excelentes autores soviéticos -en los cuales creí- y publicados durante la época post Jrushchov, en los que estos criticaban todo lo relacionado con su figura, desde el culto a la personalidad hasta el de que gobernó y dirigió un sistema político excluyente, represivo, coercitivo, fraccionario, etc. etc., La cita de Churchill años más tarde cobraría realidad en mi país de nacimiento, Cuba, al quebrarse el Pacto Social que se había establecido entre el Soberano y el Gobierno, donde el primero había intercambiado y entregado su lealtad política por la independencia nacional, la protección social, la erradicación de la pobreza y una sociedad sin clase y, bajo el cual daría comienzo una rígida dirección de un único Partido Político el que se convertiría en un órgano rector por encima de la Constitución y el Estado bajo la egida de Moscú. Ruptura del Pacto Social ocurrida al producirse la implosión de la URSS en 1991, con la consiguiente desaparición del CAME y cuya consecuencia directa fue la instauración de un severo Período Especial en Tiempo de Paz —el que aún perdura parcialmente agravado esta vez por la pandemia del COVID-19— que traería consigo una depresión y colapso económico de grandes proporciones con un importante impacto y daño colateral en la ideológica dominante, principalmente sobre generaciones "X"; "Milennials incluyendo las Y"; y, "Z” nacidos desde finales de los ochenta y no vinculados directamente con la lucha revolucionaria ni de participación en las primeras décadas del proceso revolucionario. Profesor Padrón, ignoro si conoce que recientemente, durante este año 2020, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró que era “imposible” restaurar el socialismo en su país, ya que a su juicio, “siempre lleva a la economía a un callejón sin salida”. Su video esta disponible en un reportaje de Rusia Today (RT): [youtube https://www.youtube.com/watch?v=9KVNuYe6e9k&w=560&h=315%5D
 Profesor, con referencia a las palabras pronunciadas por el líder ruso Vladimir Putin significan que este ha sido reclutado por los Servicios Especiales estadounidenses, o han sido dichas por su amistad con Donald J Trump, presidente de los EE.UU. y, forman parte de una Ops. Opsis en favor de continuar desacreditando al Socialismo? Por favor, seamos realistas, usted está viviendo dentro de la isla y, en tiempo real, no considero que sea un simple espectador extranjero, sabe cómo se vive, se lucha el día a día, las vicisitudes en todas las esferas de la vida que atraviesa el hombre de "a pie". Profe, a estas alturas no hay que exagerar, pero además permítame afirmarle una cita bíblica: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres"… Juan 8:3. Le garantizo que soy agnóstico y no practico ninguna religión, pero le aseguro que por tocarnos vivir en la época de la Internet y el teléfono celular que hacen del mundo una aldea global, esta cita cobra un inconmensurable valor y la República de Cuba no es la excepción. Agradecido a LJC por la calidad de sus publicaciones. Dr. Alfonso.
Tony Medina Diaz 10 septiembre 2020 - 5:01 PM
Coincido con la idea de Churchil , pero no sobre el socialismo, sino sobre la aberración del socialismo, cuando si la envidia crece y se convierte en un mal perverso a erradicar. En Cuba también ha proliferado y es algo más de los rezagos pequeño-burgueses de que hablaba. La clase obrera no envidia al capitalista, como clase, pero la pequeña burguesía si, todo el tiempo y esto puede llegar a niveles increíbles. Si, la ideología de la clase obrera se ha permeado de este contagio y tiene que erradicarlo. La clase obrera no vive de ideología, es objetiva, quiere vivir mejor, por eso quiere quitar la explotación, no para convertirse en capitalista, algo que rechaza de principio. El pequeño burgués, no, añora llegar a ser, el llamado sueño americano, ese que solo consigue el 1%, para ser flexible. Pero los trabajadores todos son, o somos, seres humanos que incluimos la envidia como uno de nuestros defectos más despreciables. Y si se promociona por quien sea, pues contamina seriamente. La ideologización de los objetivos de la clase obrera son una contaminación pequeño-burguesa. Otra cosa es su ideología, que no es el marxismo, es el materialismo dialéctico, que incluye el histórico. Esto no es lo que dijo Marx, por más grande que sea como pensador, por más que sea mi referencia intelectual más importante. Lo que dijo Marx es tan válido como se sostenga en la práctica hoy. No es poco, casi todo, pero la realidad del socialismo después de 150 años de la Comuna de Paris es muy distinta, Lenin la adaptó a la realidad de hace 100 años, con el Partido Comunista más democrático que haya existido, aquel en cuyo Buró Político las discusiones eran diarias y con todo el rigor, que fue secuestrado tras su muerte por el estalinismo que todos conocemos y hemos sufrido incluso en nuestro país. Padura recientemente nos devolvió a otro grande de aquella dirección partidaria, Trotsky, asesinado cobardemente por órdenes de Stalin. Pero de nuevo, hablar de política en Cuba o Latinoamérica no es tan sencillo, con la intervención norteamericana permanente para coartar todo lo que huela a izquierda, no ya a socialista o comunista. Así se asesinan a líderes sociales por cientos en la ¨democrática¨ Colombia y nadie dice una palabra. Así masacraron a manifestantes pro Evo después del golpe de estado. Asi ¨ganan¨ ¨democráticamente¨ elecciones la derecha de Brasil, judicializando la política para perseguir, condenar y eliminar a los candidatos de izquierda, como ahora hacen asquerosamente con Correo en Ecuador. Eso es ahora, antes era a tiros, o bombas, como a Allende en Chile, y muchos otros antes que el. Entonces, tenemos que ser muy finos para juzgar los errores y las tendencias anti-democráticas en nuestro país. Ahora parece muy fácil todo, pero 50 años atrás estábamos absolutamente solos en el continente, de la misma forma que Rusia fue asediada por 14 estados europeos apenas tomado el poder por la revolución, que un Ejército Rojo, organizado por Trotski, no Stalin, logró rechazar y vencer. Entonces podemos ¨entender¨ el porqué del Macartismo en EE.UU., por la necesidad de la burguesía en ese país de hacer una ¨limpieza¨ política para poder gobernar con ¨tranquilidad¨ y no tener que aplicar los métodos que aplican en los países latinoamericanos. Es lo que hicieron en Europa al terminar la 2da Guerra Mundial con todos los partidos comunistas que, por el prestigio ganado en la lucha contra la ocupación nazi-fascista en sus países, eran la fuerza política segura a ganar cualquier elección realmente democrática que hubiera sido. Esto explica, no justifica los errores cometidos, como la UMAP que alguno mencionó. Estuve cortando caña en uno de aquellos campamentos, meses después de ser desmantelados como tales. Vi las dobles cercar de alambre de púas que los circundaban y solo puedo imaginarme lo que pasaron los que allí estuvieron confinados. Pero ni un solo asesinado, torturado. Eso, no lo puede decir ningún otro de los campeones de la democracia en la historia, empezando por los EE.UU. Y este, que creo ha sido el más grave error de la Revolución, duró 1 o dos años, aunque no debió existir ni un solo segundo. Y usted cree que Putin es socialista o comunista? Hasta donde entiendo es un nacionalista, patriota que hace todo lo posible por rescatar el poderío y la posición que llegó a tener Rusia en tiempos de la URSS. Pero Rusia, con relación al socialismo, es un caso peculiar que vale la pena analizar en otro momento. “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres»… Esa inscripción aparece en el suelo de granito a la entrada del edificio en Langley, Virginia que ocupa la CIA. No se si los cristianos se sienten cómodos con el uso de su frase bíblica, pero yo no.
Alexei 4 septiembre 2020 - 4:00 PM
Cuando de totalitarismo se trata, y digo más, de la clasificación de los regímenes políticos, la obra del politólogo germano-español Juan Linz es fundamental. Junto Linz debemos convocar Lefort y a Hannah Arendt, por supuesto. Es cierto que desde la prensa, el activismo y la militancia política se abusa del término totalitario, al asociársele a experiencias que pueden ser autoritarias, postotalitarias o simplemente, no democráticas. Me atrevería a decir que hoy el único totalitarismo vigente es el de Corea del Norte. Y lo digo con reservas debido a la escasez de información sobre el día a día de aquel misterioso país. Ahora bien, el tipo de sociedad que se intentó construir en la Unión Soviéticas y sus satélites fue, en varios aspectos, superior a las existentes en los países capitalistas desarrollados, pero solo hasta que estos se establecieran los sistemas de bienestar, de mano de las fuerzas de las socialdemocracia. Los estados de bienestar fueron la respuesta al absolutismo de los socialismos realmente existentes los que en detrimento de los derechos civiles y políticos, ponderaban los derechos sociales y económicos. Derechos sociales y económicos, más que derechos se convirtieron en deberes del Estado y su concesión por parte de este, en verdadero mecanismo de control social. El Estado cubano, por ejemplo, no decide directamente quién como qué, pero sí quién trabaja donde (verificaciones en el CDR, avales, persona confiable, etc.). Es un equívoco confundir o analogar la democracia liberal al capitalismo y no se trata de la misma cosa. Algo normal en un país donde la ciencia política fue expulsada de los programas de pregrado para nunca más volver. Por qué será? El liberal, de hecho, no es el único modelo de democracia pero sí el más extendido en Occidente. La democracia, incluso la liberal, entra en conflicto con los intereses del mercado y corporativistas. Es por eso que los neoliberales ven en la democracia un obstáculo para la ejecución de sus políticas económicas. En 1985, Chantal Mouffe y Ernesto Laclau, dos filósofos políticos marxistas de gran prestigio, escribieron Hegemonía y estrategia socialista: por una política democrática radical. En ese clásico se habla de la radicalización de la democracia liberal, por ser esta una de las grandes conquistas de Occidente en el siglo XX. Reitero, la democracia liberal radicalizada. Esto significa que antes de lanzarse a la crítica hay saber sobre democracia liberal (o liberalismo democrático) que si bien surge con el desarrollo del capitalismo, no es lo mismo que ese modo de producción. De lo contrario, se corren varios riesgos, no avanzar más allá del diagnóstico, refritar una y otra vez temas llevados y traídos; seguir con un discurso trascendido; no contribuir con nuevos aportes. La democracia liberal, como el nombre lo indica, pondera la libertad de los seres humanos. Rechaza cualquier forma de subordinación del individuo a cualquier forma de opresión venga del Estado, la iglesia, organizaciones, etc. El extenso catálogo de derechos que se defienden hoy fueron paridos por la democracia liberal. Defectos, límites, desviaciones, instrumentalizaciones de la democracia liberal existen, son evidentes y denunciables. Como dije, el mercado, las corporaciones, los grupos de poder intentan valerse de la democracia liberal para imponer sus voluntades. Mas a través de sus instituciones y de los derechos que esta reconoce, la sociedad se moviliza, vota, protesta, participa para contrarrestar cuando es posible la implementación de agendas antipopulares. A los críticos de la democracia liberal los emplazo a presentar una experiencia, tan solo uno, de una democracia de partido único. Se emplea mucho tiempo hablando de lo que no existe, de lo que pudo ser y no fue, para no hablar de lo realmente existente, especialmente en Cuba, términos de democracia política real.
Tony Medina Diaz 10 septiembre 2020 - 5:02 PM
La ¨democracia liberal¨ realmente ha aceitado bien su maquinaria política, pero no para perder nunca. Todo el que ose cambiar el sistema sale del juego, como el Macartismo dejó claro. A veces algún transgresor es ejecutado, incluso en lugares tan cercanos a lo que describes como Suecia. El bipartidismo de EE.UU. es realmente de lo mejorcito a este respecto. Pero, de nuevo, no te puedes ¨salir del plato¨, como me decía mi madre cuando se trataba de normas a cumplir. Pero, de nuevo, es tema para profundizar, pues el sistema está en una encrucijada nunca antes vista.
Manuel* 4 septiembre 2020 - 4:38 PM
Hola Yasel. Si vas a Rusia a visitar a tus familiares y te encuentras con Putin, recuerda que no debes de aceptar ninguna taza de té que te ofrezca.
Manuel* 4 septiembre 2020 - 4:48 PM
Este artículo lo veo demasiado teórico. No he sido capaz de digerirlo.
Miguel Saludes 5 septiembre 2020 - 10:07 AM
Es cierto que el conepto sobre totalitarismo es muy abierto y se verifica de diferentes maneras. Ni aiquiera en la llamada Cortina de Hierro, ese proceso tuvo los mismos alcances ni similitudes. El de Cuba es otra excepcion que tampoco se ajusta a la del campo socialista europeo y menos a la de China Maoista. Es muy complejo. Pero el totalitarismo se está verificando también en las sociedades que se dicen liberales y se está dando lo mismo en movimientos sociales de diferentes alcances y objetivos que en el nuevo orden que se está instaurando y que tiene mucho -pero mucho- en común con las descripciones de la novela 1984, asociadas en su momento al comunismo como proyecto politico.
cubanuestraeu 5 septiembre 2020 - 10:40 AM
El verdadero crimen de la jerga antitotalitaria al uso es que si bien sirve para la crítica de los totalitarismos de partido único, sean de inspiración bolchevique o fascista, se muestra impotente para cuestionar los totalitarismos de partidos varios inspirados por el liberalismo.
La jerga antitotalitaria | Cuba Nuestra: Polémica 5 septiembre 2020 - 10:43 AM
[…] La jerga antitotalitaria — La Joven Cuba […]
Diuber 5 septiembre 2020 - 12:10 PM
Vivimos tiempos en Cuba en los que existe un consenso casi total, en el que concuerdan hasta los más fanáticos de los extremos más alejados entre sí: hay que cambiar la situación actual. Las divergencias vienen entonces cuando le toca al qué y al cómo. Los burócratas y los de la partidocracia de aquí enarbolan enseguida la bandera de "sin prisa pero sin pausa". Sería mejor que dijeran sin pausa pero a mi aire; también imponen el yo digo qué y cuando y ustedes aplauden. En el otro extremo los que se dicen abanderados de la democracia pero empiezan intentando imponer el qué, el cómo y el cuándo. Quién con un mínimo de raciocinio puede creerle a los primeros que están dispuesto a un debate honesto que ponga en riesgo sus privilegios. Tenemos que imponérselo. Quién con un poco de información puede creerle a los fanáticos del capitalismo que quieren democracia de la buena. Lo que quieren es cambiar los papeles con sus colegas, los fanáticos de acá. Tenemos que denunciarlos. Ciertamente en Cuba el PC de manera directa y otras veces a través de sus instrumentos de control social: gobierno, organizaciones "de masas", etc. ha ejercido y ejerce funciones que no le corresponde. Práctica que va costar cambiar, si no lo arrastra a la tumba, a pesar que desde dentro algunos se empeñan sinceramente en conseguirlo. En el otro extremo los que consciente o más probablemente de manera inconsciente, ejercen de instrumento descalificado. Quieren que renunciemos a pensar siquiera, como bien dices Yassel, que existe siquiera una posibilidad de que haya una alternativa a mejorar, más bien rehacer, esto que tenemos sin que sea a través del capitalismo. Ya conocemos la jerga que utilizan ambos bandos. Sease honesto. Dese argumentos de porqué las cosas deben hacerse como cada quien pretende y déjense las descalificaciones.
Manuel* 5 septiembre 2020 - 1:03 PM
Existen sistemas totalitarios con muchas cosas en común y con muchos grados de tiranía porque no todo es blanco y negro. Los que anteponemos la libertad denunciamos los abusos usando unos conceptos que Yassel describe cómo jerga. Pues asumo esa jerga e insisto en Derechos Humanos, Libertad de Expresión y Elecciones Libres y Democráticas, esa jerga que tanto ha hecho por lograr un mundo mejor.
andresdovale 6 septiembre 2020 - 12:31 AM
El estalinismo fue el precursor del modelo que aplicaron Mussolini en Italia y Adolf Hitler en Alemania. El Pacto Molotov-Ribbentrop, el reparto de Polonia, los Gulags soviéticos y los campos de concentración en la Alemania Nazi así lo demuestran. Ambos regímenes cumplen cabalmente los 13 puntos que caracterizan a estos regímenes totalitarios descritos claramente por el autor. Mussolini surgió de las juventudes socialistas italianas y el Partido de Hitler era el Nacional Socialista, tratar de desconocer estos hechos históricos es un esfuerzo condenado al fracaso. En la medida que se estudien los hechos ocurridos en esos tres países y en los países dominados por la Unión Soviética a través del Comintern y lo que ocurre en la actualidad en los países que mantienen ese modelo de gobierno China, Corea del Norte, Vietnam, Cuba, Camboya, Nicaragua y Venezuela, aunque alguno de ellos no cumpla algunas de las características enunciadas pero sí cumplen las fundamentales: 1-Partido Único, 2-Control estatal de la economía, 3-Planes para la construcción de una "sociedad superior", 4-Control absoluto de los medios de comunicación masiva, 5-Represión extrema contra todos los opositores, 6-Control absoluto de las salidas y entradas al país, 7-Fusión del Partido con el Estado, 8-La creación de un enemigo externo al cuál culpar de los fracasos del régimen. Para poder desarrollar el verdadero Socialismo es preciso eliminar estos regímenes cuyo modelo económico el Capitalismo Monopolista de Estado es intrínsecamente ineficiente. Es falsa la aseveración que hace el autor cuando escribe: “La razón está en que no se conocen modos de organización de la producción que sean orgánicos a las clases tradicionalmente explotadas, que les permitan a estas dirigirse a sí mismas.” Esos modos de organización fueron señalados por Marx, Engels y hasta por Lenin, padre del estalinismo en Rusia, “productores libres asociados” dijo Marx, y Lenin dijo: “El Socialismo es la sociedad de cooperativistas cultos”. El modo de producción del verdadero Socialismo está basado en las formas autogestionadas de producción y la más amplia democracia.
Tony Medina Diaz 10 septiembre 2020 - 5:04 PM
Vayamos por partes: 1.- La creación de un enemigo poderoso fue un ¨descubrimiento¨ de la ciencia política hecho por Maquiavelo y expuesto magistralmente en El Principe. Lo usan todos los políticos, todas las políticas. 2.- La Fusión del Partido con el Estado es una aberración del socialismo. Aquí han comenzado a darse cuenta de lo dañino y llevamos unos 25 años en el empeño con muy pocos avances. Del Partido hablaré más en algún momento. 3.- El control de entradas y salidas ya no existe, ni aquí ni en los demás países que mencionas, salvo Corea del Norte, para mí también una aberración de sociedad. 4.- Represión extrema contra opositores, pues también es una cualidad del mundo hoy, tanto internamente dentro de cada país, como externamente contra cada país que piense distinto y haga distinto. Aquí no hay represión extrema, o no tienes idea de que hablas. Si quieres ejemplos del vecino del norte, pues te convoco a que leas la historia de Chaplin o veas la película ¨Frances¨, para que entiendas porque acusan a Cuba de lo que hacen contra una muchacha, disidente, en EE.UU. Aquí si hay represión contra los que se suman a la guerra contra Cuba por parte de EE.UU., no hay de otra, si queremos subsistir como Estado Independiente. Y sí, hay excesos contra otros por el sólo hecho de disentir y eso tiene que acabar, tiene que acabar esa cultura de intransigencia contra la crítica abierta y limpia, venga de donde venga entre los cubanos. Pero hay que entender la Represión Brutal contra países, que en nuestro caso se llama Bloqueo o Guerra Económica. Si para ti esto no cuenta, entonces no tenemos nada que hablar. La historia es infinita en este tema antes y durante el poder de la ¨liberal democracia¨, que se dio en llamar ¨imperialismo¨, hoy aceptado incluso por los ideólogos del capital como Foreign Affairs, si consulta esta fuente, nada que ver con el socialismo, pues verá como describen los fundamentos de esta política imperial. Si necesita ejemplos de hoy, pues Iraq, Afganistan, Libia, para no traer al presente la masacre en Vietnam. 5.- Control absoluto de todos los medios de comunicación. Hay una intención de esto, pero ya hoy imposible de ejercer. Internet no lo permite, más o menos, que de ¨internet¨ también hay que hablar. La Joven Cuba es un ejemplo. Este control se logra en la prensa escrita, lamentablemente, pues se necesita una prensa alternativa, crítica, profunda. Se necesita también que la prensa oficial cambie, si quiere sobrevivir dentro de sus lectores, que pierde a montones cada día que se mantiene encartonada, alejada de la vida del pueblo, apologética, aunque viene cambiando, pero muy de a poquito. En televisión igual se mantiene el control absoluto. Esto llegaba al colmo de no permitir a TELESUR las 24 horas en vivo, sin manipulaciones, en mi opinión, impidiendo que le llegara a nuestro pueblo la mejor tv de izquierda en el mundo, incluyendo la cubana. Ahora tenemos también a RT, rusa, con una visión alternativa interesante, sobre todo con relación a América Latina. Y no entiendo como no tenemos a los tres canales de la TV China, que, al menos en economía, es de lo mejorcito del mundo. 6.- Planes para la construcción de una «sociedad superior». Así es, no solo superior, sino imprescindible para salvar el planeta y la civilización. Le convido a que lea a Thomas Friedman, premio Pulitzer que lo puede motivar. Tiene varios libros muy interesantes sobre el tema de la sociedad y el medio ambiente y lo que hay que hacer y no se hace por la ¨liberal democracia¨. No hemos hecho otra cosa que caminar hacia esa sociedad superior, en que sean los seres humanos la prioridad y no las ganancias. No sé si sabe que el 50% de la juventud norteamericana piensa que el socialismo, no el dogmático, anti-histórico que se vivió en el estalinismo o el maoísmo de la ¨Revolución Cultural¨, sino algo así como una Suecia mucho más a la izquierda, algo que para mí es el socialismo posible hoy. De ahí el apoyo a Sanders y la política de Trump que encuentra apoyo en el fanatismo anticomunista bien extendido en ese país. Pero creo entender lo que hay detrás de esta idea suya, que esto se convierta en un objetivo totalmente voluntarista, sin fundamentos material, totalmente subjetivo e ideologizado. Y esto es peligroso, pues, como digo en alguna otra parte con otras palabras, esto es lo que da pie a la frase ¨de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno¨. 7.- Control estatal de la economía. Esto no funciona si es absoluto, pero con la combinación adecuada de Planificación con Mercado, es una maravilla para la economía. Keynes desarrolló la idea, dentro del capitalismo, por la Gran Depresión del 30 del pasado siglo, pero ya el materialismo dialéctico había llegado a la conclusión más acabada medio siglo atrás. Hoy, la discusión cada vez en menor con relación a la participación del Estado en la economía, en cualquier país. China viene demostrando que, si ese control es socialista, pues los resultados son aún superiores. Si, ese Partido Comunista que venera a Marx, que aún tiene que resolver tanto la democracia interna dentro de sus filas como en todo el país, ha hecho la más grande maravilla económica de la historia del hombre. Lo lamentable de la izquierda es que buena parte todavía considera a China ¨capitalista¨, ahorrándole trabajo a los ideólogos del capital. No quieren aceptar que el socialismo tiene que convivir con el capital, el mercado, por muchos años, sobre todo si se quiere ser socialista en un país que parte de unas condiciones de atraso como China, Vietnam, Cuba, la Rusia del 1917, etc. Y este año, el ¨milagro¨ económico chino va a hacer otra contribución, pero hay que esperar a que termine, que ojalá sea con una vacuna en mano para hacerle la guerra a esta pandemia. Ah, la restauración capitalista puede ocurrir, en China o en cualquier país socialista. Pasó en Rusia que fue la cuna del socialismo, que algunos creen que sobrevivió hasta 1991 y otros creemos que murió, o mal vivió, con Stalin. China hoy y en el próximo decenio tiene que lograr el más importante ¨milagro¨ y es transformar la economía hacia la total sostenibilidad ambiental. Tiene que hacerlo en 10 años y creo que, socialismo mediante, podrá. 8-Partido Único. El problema no es el Partido Único, el problema es cómo es y cómo funciona ese partido dentro de la sociedad. Estoy escribiendo al respecto, pero son ideas aún preliminares. Su Primer Secretario dijo que para ser único tenía que ser el más democrático, pero está bien lejos de esa meta. Mantiene en esencia los preceptos estalinistas de organización, prácticamente como si el legado de Lenin no existiera, con la mayor democracia interna que se conozca en partido comunista alguno. El centralismo democrático se aplica en total negación del materialismo dialéctico. Utilizo este último término pues considero un error craso llamarlo marxismo o marxismo leninismo, como si fuera esta ideología una religión, budista, cristiana, etc. Para las religiones está bien, hay un dogma de fe y es posible atenerse a un libro escrito hace 2,000 años. Pero no en política pura, en ideología de una clase social que incluso detenta el poder. El centralismo prevalece, pero de forma aplastante, dentro del Partido y por ende, en toda la sociedad, en toda forma de poder, en toda organización. Esto se pretende justificar con el asedio, real y criminal. Pero la práctica nos confirma cada día que no funciona o funciona muy mal, y lo más peligroso, que aleja al Partido cada vez más del pueblo. Se requiere de una verdadera Revolución dentro del Partido y esta sólo es posible hacerla por sus militantes. Mientras más demore, peor, pero creo que en orden de ejecución, esta debe ser precedida por la Reforma Económica en marcha y en la misma medida en que esta Reforma se vaya consolidando. En política no se puede ¨comer de lo que pica el pollo¨. Pero hay varios cambios que deben implementarse ya, en el próximo Congreso. No se puede perder esta oportunidad. En primer lugar la prohibición que los miembros del Comité Central ocupen cualquier otro cargo en el Gobierno. Ningún miembro del Consejo de Ministros y hacia los cargos de dirección inferiores, puede pertenecer a los órganos de Dirección del Partido. Se acabaría así a las decenas de personas que son ¨la Santísima Trinidad¨ política en el país. Se acabaría la posibilidad de ser juez y parte. Lo otro es concentrar al Partido, su trabajo, en las organizaciones de su clase, de la clase obrera, en particular los sindicatos, CTC, la FMC y los CDR. Creo que he abordado todos sus puntos, no espero que esté de acuerdo ni con todos ni con alguno, aunque en mi apreciación hay algunas coincidencias. Sobre la ¨autogestión¨ y como pienso la democracia en el socialismo estoy escribiendo, pero todavía me falta mucho. Gracias de verdad por motivarme a descargar todo esto.
Tony Medina Diaz 10 septiembre 2020 - 4:55 PM
Gracias mil por su trabajo que nos esclarece y sintoniza sobre esta forma de manipular conciencias utilizando el ¨concepto¨ de totalitarismo. Estoy escribiendo un trabajo sobre lo que se ha llamado ¨clase política¨, donde sostengo que no existe tal cosa, pero sí un sector de los servicios, que se llama ¨sector político¨. O sea, se trata de otro rubro de servicios, como el alojamiento, la medicina, la educación, etc. que es de los mejor pagados cuando se trata de los niveles superiores, como Presidentes, Vices, Senadores, Diputados, etc. Hice un pequeño estudio del cargo de Presidente de EE.UU., que fuera el mejor pagado en ese país hasta que surgió Babe Ruth, el famoso pelotero de la MLB. Todavía es muy bien pagado, hoy son 400 mil de básico más 169 mil de otras prestaciones y 200 mil anuales de jubilación de por vida. Pues más del 80% de los que han ocupado el cargo han sido políticos profesionales, solo dos eran magnates capitalistas, uno de ellos, Trump. La burguesía también se desentiende de gobernar, que es un oficio muy engorroso y pone en el poder a los que considere sus mejores servidores, como ha sido hasta hoy. Cada vez que ha aparecido un candidato a llegar a la Presidencia con algo de socialismo y de izquierda, pues se buscan los mecanismos para eliminarlos, así pasó con Wallace en 1944 que era el seguro Vicepresidente y futuro Presidente dada las condiciones en que estaba Roosevelt y ahora Sanders. Para la clase obrera, cuya cúspide política debe ser el Partido, no es igual. Es más del 70% de la población en cualquier país medianamente desarrollado, y puede disponer de elementos de sus filas para ejercer el poder, pero aun así, tienen que ser también un sector de servicios, que sirvan a la clase en el poder, no a sus fines individuales. No puede ser tomar el poder por el poder mismo, sino por y para los trabajadores, por y para el pueblo. Así, el Partido de la clase obrera tiene que concentrar su trabajo en los sindicatos, la CTC, FMC y los CDR en el caso de Cuba, organización esta última que no ha evolucionado para adaptarse al hoy que reclama la movilización contra la burocracia corrupta en primer lugar. Estas tres organizaciones son la mayoría del pueblo a las que hay que agregar a las organizaciones que componen lo que se llama la sociedad civil. Aquí se incorpora la intelectualidad, que incluye un segmento importante, la prensa. Si esta no se incorpora a la investigación, exposición y denuncia de todo lo mal hecho, sobre todo la corrupción, en particular por los que ocupan cargos de dirección, será difícil encontrarlos y erradicar el mal. Gracias por poner en su lugar a lo que llama ¨sociedad liberal clásica¨, ya los clásicos habían hablado con profusión del tema, pero usted lo actualiza y pone al día. Su análisis de la ¨dicotomía¨ que nos quieren imponer para tapar, por ejemplo, la tortura, que trataron de justificar y vendernos como buena e imprescindible con productos culturales tan magníficamente hechos como 24 Hours.

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