Hoy hablamos de Cine Cubano

cubasi.cu

Por Eduardo

He leído con atención el post de mi amigo Guiteras acerca de la reaparición del cineasta y crítico de cine Enrique Colina en la programación de la televisión nacional y los comentarios de todos relacionados con su post, y tengo que confesar que aunque comparto la alegría del retorno de 24 x segundo, aunque sea solo como una sección de 15 minutos del programa Arte 7, y aunque conozco de sobra las intenciones de mi compañero a la hora de publicar la carta, donde primó su deseo de motivar el debate en La Joven Cuba, no comparto algunos aspectos de la visión de Colina acerca del papel que han jugado algunas producciones del ICAIC en nuestro devenir artístico, y sobre todo revolucionario.

Y que conste que si alguien no se perdía, se pierde, o se perderá, un programa de Colina soy yo. Si el pueblo cubano es profundamente conocedor del arte cinematográfico, tal y como refieren actores, directores y críticos que acuden a los principales festivales cinematográficos realizados en nuestro país cada año, se debe entre otras cosas a la labor que han realizado durante muchos años una pléyade de pedagogos de la cinematografía como José Antonio González, Mario Rodríguez Alemán, Tony Mazón Robau, Frank Padrón, Rufo Caballero, Rolando Pérez Betancourt, Martha Araújo, el propio Enrique Colina, y muchos otros, quiénes desde nuestros medios de comunicación nos han transmitido las claves para desentrañar los misterios del arte de las imágenes en movimiento.

Tampoco dejo de reconocer que en mi modesta opinión de aficionado al cine, los mejores documentales realizados en los años 80 del siglo XX, sobre todo aquellos donde mezclaba la crítica social con su evidente humor criollo, como “Jau”, o “Hay Vecino”, se deben a la firma de Enrique Colina. Ojalá los siguiera haciendo, porque en Cuba existen muchos aspectos de nuestra realidad que debieran ser abordados de manera constructivamente crítica, y que a través del sello muy particular y cubano del cineasta que hoy reaparece en nuestros hogares, pudieran propiciar el debate para a través de él llegar a avizorar las posibles soluciones del los mismos, en función de eliminarlos para siempre de la vida nacional.

Por estos días he escuchado de varios dirigentes nuestros la idea de que en cuestiones de crítica y autocrítica, ya es hora de pasar a la ofensiva, abordando nuestros problemas con mesura y valentía, y sobre todo desde la óptica de quienes defienden a la Revolución, así como buscar mediante el empleo de las actuales tecnologías de las comunicaciones y la informática, la vía de que nuestro mensaje llegue a la mayor cantidad de personas en nuestro planeta. Recuerdo entre ellas las de Luis Morlote, presidente de la Asociación Hermanos Saíz, en el Congreso de la UJC, y la entrevista de Alfredo Guevara en la Mesa Redonda. Ambos plantearon en esencia que en el mundo hay centenares de personas que escriben sobre nuestros problemas, ponen en Internet y los poderosos medios de difusión del imperio sus matrices de opinión, las cuales son repetidas hasta la saciedad con el objetivo de distorsionar la realidad cubana, favoreciendo las políticas genocidas del imperialismo yanqui, y que estas matrices de opinión nunca poseen en el momento de su aparición una contrapartida cubana, y sobre todo revolucionaria. Según Luis Morlote, y coincido con él, las últimas campañas mediáticas del imperio, como decimos en buen cubano, nos han cogido fuera de base. No nos ha quedado más remedio que después que han aparecido ponernos a contrarrestarlas. Es hora de cambiar la correlación de fuerzas, las cuales todavía nos desfavorecen, pero lucharemos como siempre por triunfar también en este campo de la batalla ideológica.

Colina siempre ha estado en el bando de los que aman y construyen, y a pesar de que a algunos de los que habitualmente acuden al blog, con una visión de confrontación con los principios de la Revolución, tratan de darle a sus palabras un cariz de enfrentamiento contrarrevolucionario, la realidad de sus intenciones se manifiestan al final de la carta, cuando sustenta la idea de que el debate que propone, se debe realizar en aras de la consolidación de nuestro proyecto social.

Ahora bien, al comienzo de mi artículo comenté que no estaba de acuerdo con algunos planteamientos de Colina, y es hora de referirme a ello. No voy a entrar en los aspectos de política de exhibición de los filmes cubanos por la televisión, cuestión ella que no me corresponde, y para la cual no poseo todos los elementos de juicios, sino exclusivamente en el aspecto ideológico de alguno de los filmes relacionados en la carta del crítico. Aunque como bien aclaraba Guiteras, existe en estos momentos un programa de horario estelar, en el canal educativo 2, denominado “De cierta manera”, en homenaje a todo el cine cubano realizado desde principios del Siglo XX, hasta la fecha. Todas las películas de la lista de marras se han exhibido, hasta en dos ocasiones, como “Un día de noviembre”, de Humberto Solás”.

En “De cierta manera” han exhibido además antiguallas de Pototo y Filomeno, filmes de Chan Li Po, películas dirigidas por Ramón Peón, películas protagonizadas por Rita Montaner, como “Romance del Palmar” y “La Única”. El conductor no es otro que el destacado profesor Luciano Castillo, quien se encarga de realizar una labor encomiable desde el punto de vista del rescate de nuestra historia fílmica. Hace alrededor de tres semanas se exhibió, “Tejado de Vidrio”, en su momento una de las películas cubanas que se quedaron en las latas sin llegarse a exhibir siquiera en las salas de cine.

En mi opinión, la película Guantanamera era abiertamente francotiradora, que es la manera más decente de expresar que era abiertamente contrarrevolucionaria, con el perdón de sus defensores. El personaje negativo, como casi siempre en esos años era interpretado por Carlos Cruz que no era otro que un burócrata (es casi una regla que estos personajes son miembros del PCC), que ideaba una especie de carrera de relevo donde se trasladaba un cadáver desde Guantánamo a la Habana. El personaje tenía todas las malas cualidades que podía tener un hombre, hasta le daba golpes a las mujeres.

El empleo del lenguaje subliminar y el doble sentido atacando a la Revolución, a veces era tan descarnado, que muchos de nosotros en el cine no concebíamos alguna de las cosas que estábamos viendo, como aquella imagen en la cual al salir el carro fúnebre en medio de un apagón de la funeraria de Guantánamo alumbra con sus faros la frase “Socialismo o Muerte”, y la niñita que representa a la muerte está paradita justo delante de la palabra Socialismo. Cuando era un niño, en el mismo programa de Colina aprendí esos códigos a través de las películas de Saura en el Franquismo, donde con las imágenes decía lo que no se mencionaba en palabras. Esa película estrenada en un momento en que en el país no existía ni madera para construir ataúdes a mi me resultó muy chocante. En mi opinión muchos de los que hicieron el Cine Cubano adoptaron en esos años una posición francamente oportunista.

Cuando se estrenó su película “Los sobrevivientes”, años antes de filmar Guantanamera, Colina invitó a Tomás Gutiérrez Alea a su programa. Yo que presumo de tener memoria de elefante, recuerdo el análisis de la escena final, en que quedando solo cuatro miembros de la familia burguesa que decide enclaustrase en su mansión esperando la caída de la Revolución, la pareja joven conformada por dos primos (interpretados por Patricio Wood y Lily Rentería) tratan de escapar de aquella mansión a lo Buñuel (la película es un homenaje al gran cineasta español), y el primo que siempre había estado enamorado de la muchacha (Jorge Alí), sin poder conquistarla, los asesina a ambos. Colina le preguntó a Titón el porqué de aquellas muertes, y a continuación inquirió que ¿Por qué si esos muchachos eran los únicos personajes positivos de la familia debían morir? ¿Por qué no permitirles escapar de aquel infierno e incorporarse a la Revolución? La respuesta de Gutiérrez Alea fue: – No debían sobrevivir, de ninguna manera, porque la burguesía debe desaparecer como clase social.

Yo durante muchos años pensé que el filme realizado en sus últimos días, debía su óptica muy hipercrítica a la visión de Juan Carlos Tabío su codirector (siempre se ha caracterizado su obra en tal sentido), sin embargo hace pocos días en el programa de Amaury Pérez, “Con dos que se quieran”, la actriz Mirtha Ibarra, viuda de Tomás Gutiérrez Alea, aclaró que el cineasta paradójicamente, quizás por aquello de que el acto de la creación revive, los últimos días en los cuales no se resintió de salud, fueron en aquellos en que filmaba Guantanamera, y que existía una comunión de ideas y propósitos entre los dos directores tan grandes, que ella en su calidad de actriz nunca distinguió diferencia entre uno y otro. Vuelvo y repito, es mi opinión que en sus últimos días, el gran Titón comenzaba a renegar de las ideas que defendió casi toda su vida, y su filme Guntanamera, fue en aquellos años en los que desayunábamos cocimientos de hojas de cualquier cosa, un golpe inoportuno y un llamado al desarme ideológico de aquellos que defendíamos a la Patria.

El giro a la derecha más espectacular de los cineastas cubanos lo dio Jesús Díaz. Para que se tenga una idea, en los años 80, el Departamento de Marxismo de la Universidad de Matanzas, orientaba a los estudiantes entre los cuales me encontraba la lectura de la novela “Las iniciales de la tierra”, del mencionado cineasta, para consolidar el tema del papel del individuo en la historia. En otro programa de Colina, en el cual el invitado era Jesús Díaz, el crítico le interrogó acerca de la secuencia en la que los obreros penetran por la reja de entrada de la compañía niquelífera al sentir la sirena que anuncia que a pesar de la desbandada de los técnicos e ingenieros formados por los yanquis, los obreros del níquel habían logrado poner a funcionar la planta. Aclaro para aquellos que no han disfrutado del filme, la citada secuencia es un remake de la entrada de la Guardia Roja en el Palacio de Invierno de los Zares, durante la Revolución de Octubre, en el filme “Octubre” del genio de la cinematografía mundial Serguei Einsenstein (hasta Brian de Palma lo copió en “The untochables”). El patriota que todavía era Jesús Díaz, respondió que era su modesto homenaje, no solamente a Einsenstein, sino a todos los revolucionarios y comunistas caídos por la redención de la clase obrera. Ese mismo hombre mis amigos, es hoy en día uno de los más talentosos alabarderos de la contrarrevolución cubana (creo que en este caso aunque oportunista y traidor nadie le puede cuestionar su calidad como escritor y cineasta).

El Período Especial tuvo además otra consecuencia funesta para nuestra cinematografía, la realización de coproducciones. Al caer la economía cubana en picada profunda en los años 90, el financiamiento estatal a nuestro cine también sufrió enormemente, y con ello la industria del cine cubano se vio en la alternativa de recurrir a fuentes de financiamiento externo, o detener la producción de filmes de producción nacional.

En ese período gris no se produjo casi ninguna obra donde la nacionalidad cubana no fuese seriamente menoscabada y los valores más sagrados del pueblo cubano no fuesen cuestionados. Por aquello del que paga manda, los productores extranjeros, en la mayoría de los casos españoles, impusieron a nuestros cineastas, o en el mejor de los casos, estos se dejaron imponer una visión eurocentrista de nuestro país, nuestra historia y de nosotros mismos, que resulta en mi opinión indignante. Dentro de las constantes de ese cine se encuentran:

  1. En Cuba, todas las cubanas son jineteras, y casi todos los cubanos chulos, delincuentes, violadores, y lumpens. Vivimos en función de perseguir a los turistas por los hoteles, y nadie en nuestro país es capaz de otra cosa que vivir del negocio.
  2. Ninguno de estos filmes roza ni con el pétalo de una rosa la esencia del bloqueo, y la política de agresiones yanquis a Cuba. Según los postulados de estas películas, la situación económica de Cuba es porque somos un pueblo de estafadores, ladrones, donde el 100% del pueblo cubano vive sin trabajar.
  3. Todas las cubanas se enamoran de los extranjeros protagonistas de los referidos filmes, que se convierten en sus príncipes azules que las salvan de las miserias sin límites del desastre de país que es la Cuba actual.
  4. La palabra Revolución y todos sus derivados es excomulgada de estas producciones. Si aparece un personaje revolucionario siempre es recalcitrantemente dogmático, bruto, extremista, tiene a la familia pasando miserias sin nombre, y es al decir de los cineastas, miembro de la casta de desclasados que mantienen a Cuba en el subdesarrollo. Este ser ha sido denominado por la crítica “el Combatiente”, y casi siempre es interpretado por el mismo actor, Enrique Molina (“Video de Familia”, “Hacerse el sueco”, “Lisanka”, “El cuerno de la abundancia”).
  5. Los mambises cubanos eran cobardes y se la pasaban corriendo delante de las tropas españolas (“Mambí”), o eran amiguitos de los españoles en los tiempos de la guerra hispano cubano americana (el tercer largometraje de “Elpidio Valdés”).

Del total de la producción nacional de esos años solo escapan, por su cubanía, grandeza, e identificación con los mejores valores de nuestro pueblo las obras de los maestros Humberto Solás (“Barrio Cuba”, “Miel para Ochún”), Fernando Pérez (“Suite Habana”), y Juan Carlos Cremata (“Viva Cuba”). En estas películas, los cineastas presentan nuestra realidad sin falsos afeites. Aparecemos representados como realmente somos, en nuestra imperfecta humanidad, con montones de defectos, pero con las innumerables virtudes, que han permitido que nuestro proyecto social haya sido capaz de mantenerse por más de 50 años, a pesar de las agresiones del imperio más poderoso que haya existido jamás sobre la tierra.

Hoy el cine cubano está retomando nuevos aires renovadores, y comienza a recuperar géneros que dejaron de producirse durante el Período Especial como el histórico (“Kangamba”, “Ciudad en Rojo”, “José Martí, el ojo del canario”), tan necesario al rescate de nuestros valores patrióticos, porque si algo desean nuestros enemigos, es que olvidemos las gloriosas tradiciones de lucha de nuestro pueblo, y de nuestra historia. Creo asimismo que nuestra realidad actual, nuestras tradiciones culturales y nuestra historia tienen una riqueza tal, que millones de argumentos podríamos abordar, sin tener que acudir a mitologías, y acontecimientos foráneos para realizar un cine de elevada factura.

Podría hacer este artículo mucho más extenso, porque como en casi todos los casos, cuando se aborda un aspecto de nuestra vida nacional, siempre queda tela por donde cortar, pero ya he alcanzado la longitud de texto, que habitualmente considero la idónea para abordar un tema con profundidad, sin provocar aburrimiento en mis lectores. Espero que el debate alrededor del mismo sea enriquecedor y constructivo. Un saludo a todos los que se animen a debatir, tanto a favor, como en contra.

Textos relacionados

Papá, papaíto, y la cosa mala.

Aunque naciera en la luna

¿De dónde son los miembros de la Comisión Nacional de Beisbol?

24 comentarios

jorge alejandro 28 julio 2010 - 7:44 PM
Muy bueno el post, y escrito con mucha mesura. la opinión es honesta; y hay varias cosas en que coincido. En otras, no, Voy a hablar de ambas: La polémica sobre "Guantanamera" la inició una declaración de Raúl, el cual, por cierto, la vio fuera de Cuba. En un discurso se refirió a ella como "esa película contrarrevolucionaria", lo quie disparó una disputa posterior a altos niveles en la cual Alfredo Guevara, según dicen, tuvo que ponerse duro, para poder quitar el estigma de la figura de Titón, que estaba ya viviendo sus últimos días. Esta polémica, que viví en Cuba, me recuerda otra célebre que sostuvo años ha el mismo Guevara (pero esta vez en la prensa escrita) con el fallecido Blas Roca, si no recuerdo mal, a raíz de un ciclo de cine italiano, particularmente sobre una película de Federico Fellini que, Blas Roca, y con perdón sea dicho, no tenía nivel cultural ni capacidad para entender, pero sí el poder de dar determinados criterios públicamente sobre ella, que hubiesen traído serios problemas sobre quienes autorizaron su exhibición. Yo no acabo de entender cómo se pide por un lado que el arte refleje los defectos y problemas sociales para erradicarlos; y por otro se critique el que lo haga cuando llega a determinada intensidad en la crítica. Yo creo que en Cuba se han dado suficientes actos bochornosos de represión a los intelectuales y es hora de que se deje al arte ser lo que es: un resultado de la intelectualidad humana que es reflejo de la realidad en la conciencia del artista: una recreación, no un espejo: es re-crear (en su acepción primaria de volver a crear) dentro del espejo. Por tanto tiene un componente subjetivo, sin el cual, pierde su esencia. Pienso que episodios como esa degradante autocrítica que se obligó a hacer a un Heberto Padilla (uno de los episodios más grotescos y degradantes de la historia de la intelectualidad cubana), no deben repetirse. Ni que tampoco una organización política se erija en censor del arte cubano a nombre de no importa qué principios (como ocurrió en el dantesco episodio del PCC convocando a sus miembros a ir en masa a los cines para evaluar la reacción del público y actuar, si fuera preciso, en el estreno de "Alicia en el Pueblo de maravillas). Creo que estas cosas son una bofetada a las libertades y un insulto al raciocinio de cualquier individuo pensante. Quiero aclarar que a mí "Guantanamera" no me gustó, como no me gustan muchas otras películas cubanas. Creo que entte mis preferencias no llegan a doce los filmes cubanos que de verdad aprecio; pero esto no es obstáculo para que aprecie sus méritos o incluso que califique a películas que no me gustan, como muy buenas. Ahora, en este blog he visto a varios comentaristas referirse a los filmes de Michael Moore casi con adoración, como si de verdades absolutas se tratara. Yo me pregunto si sería posible un Michael Moore en Cuba. Más aún, me pregunto por qué una película no puede ser "francotiradora", para usar el mismo término usado por el autor. El artista como individuo tiene una posición ante su realidad. ¿O es que en el fondo lo que se defiende es que la critica se vuelve contrarrevolución cuando se cuestiona ciertas cosas más allá de si recogieron la basura o si el delegado no resuelve los problemas de cemento en su circunscripción? O sea, ¿se pide al arte (cine incluido) critica "ma non tanto"? ¿Por qué todo el mundo tiene que estar de acuerdo con algo, sea un sistema, un dirigente, una polémica? Yo creo que el arte se ha encargado, unas veces con mayor, y otras veces con menor fortuna, de desengañar a quienes así piensan, incluso en los regímenes más cerrados. Evidentemente Edu es de los que piensa que la calidad del arte cubano está supeditada a la fidelidad ideológica del artista a cierto proyecto político. Lo que pasa es que si fuera así, tendría que dejar fuera a paradigmas de la cultura cubana como Lecuona, Lezama Lima o Dulce maría Loynaz (a quién , por cierto, sólo se sacó del olvido cuando recibió el premio "Cervantes", y no quedo más remedio de darle lo que siempre mereció), por citar sólo tres casos. Acaso fuera Edu capaz de firmar la bochornosa carta que tanto ofendió en su momento a Pablo Neruda, y que lo excluyó por bastante tiempo de las librerías cubanas. Recuerdo cuando aquí se hizo referencia al ISA; y yo dije que era la universidad más contestataria de Cuba, ciertas frases de Edu que evidenciaban un velado desprecio a los artistas. Si no recuerdo mal, se refirió a que se creían mejores que nadie: lo que pasa es que el verdadero artista tiene que ser un individuo libre de conciencia por autonomasia: el artista defiende lo que defiende porque así lo siente. El arte puede ser comprometido, pero hay mucha diferencia entre arte coimprometido y arte planificado, que fue lo que se intentó hacer pasar por "Realismo Socialista", trampa en la que cayeron tantos dentro y fuera de Cuba; y que significó la muerte artística de no pocos talentos. cuando esa función "ideológica", que tanto parece gustarle a Edu, se va por encima de la función estética, la obra de arte deja de serlo para convertirse en algo (Un panfleto, por ejemplo) quizás más importante que una obra de arte, pero, definitavamente, deja de ser una obra artística. Y de verdad que arte panfletario es lo que se sobra en Cuba; y no sólo a favor del sistema, que conste. Yo defiendo la obra de Titón, "Guantanamera" incluida. No creo que sea, ni con mucho, su mejor película, pero es una visión honesta y artísticamente válida de una realidad. Que se esté de acuerdo con su visión o no, es una cosa;(las mejores obras artísticas siempre han producido discusiones y diferentes puntos de vista); estigmatizarla en nombre de una pòstura política, es algo muy diferente, que tiene más que ver con la represión que con el arte. Estoy de acuerdo con lo que se dice de cierto cine producido y/o dirigido opor extranjeros que en verdad no creo que dé una visión real de los cubanos, y que exalta los aspectos más degradantes y oscuros de la realidad para darnos una visión simplista, chabacana y hasta obscena de lo que somos los cubanos. Pienso que a filmes como esos se debe parte de cierta imagen que se tiene los cubanos a nivel internacional, y con la cual hemos chocado no pocos de los que no vivimos en Cuba. Me dio mucha risa que un personaje que comenta aquí los posts, me acusara de estar españolizado porque decía que yo "hablaba como los españoles , o me "hacía el español". Incluso se atrevió a preguntarme si yo era un "español de asere, qué volá o un cubano de baja intensidad" ¿Habráse visto disparate? Pero lo cierto es que aquí donde vivo, mucha gente (mayormente de países sudamericanos) creía que yo no era cubano, y cuando uno fue lo suficientemente sincero como para explicarme esto, me dijo que era porque yo no decía malas palabras, constantemente, ni era chusma. La mayoría de estas personas conocian Cuba sólo por haber visto varias películas, que calificaban como "muy cómicas", por ejemplo "Un Rey en la Habana". Entonces tenemos de nuevo que recordar que la realidad no es ni blanca, ni negra, sino que entre los dos extremos hay infinitos matices. es hora de que al cine y al arte cubano se le devuelva ese derecho que todo buen arte ha tenido de dar una visión honesta de la realidad. No existen buenos o malos temas: existen buenos o malos artistas. Neruda fue comunistaL: ¿Hay quien dude de que es el segundo poeta de América?. Jorge Luis Borges no simpatizaba para nada con la revolución cubana. ¿Quien puede escribir la historia de la poesía y la narrativa latinoamericanas sin tenerlo en cuenta?
Cesar Rodriguez 29 julio 2010 - 2:41 PM
¡Bravo Alejandro!
Tatu 29 julio 2010 - 3:04 PM
Jorge ¿me estás diciendo que Michael Moore no ha tenido dificultades en USA por sus documentales? por favor dime si así para ponerte ejmplos de como le han hecho difícil el estreno de esos materiales dentro de USA.
wampampiro 29 julio 2010 - 5:04 PM
Y dale con lo que pasa en otro lugar!
Gabriel 30 julio 2010 - 5:08 AM
¡Pero
Gabriel 30 julio 2010 - 5:15 AM
¡Pero Tatu! Michael Moore ha ganado un Oscar y ha sido nominado para otro. Michael Moore ha ganado varios millones de dólares con los beneficios de las ventas de sus documentales, que han sido un éxito enorme en Estados Unidos y en el resto del mundo. Ha pocos artistas les han tratado tan bien como a Michael Moore en los Estados Unidos.
EL INAGOTABLE ORLANDO-Un buen comentario de Edu 28 julio 2010 - 7:58 PM
Dices: En mi opinión, la película Guantanamera era abiertamente francotiradora, que es la manera más decente de expresar que era abiertamente contrarrevolucionaria, ----------- -- JI Ji Comparto tu opinion. aceptando, para no entrar en debates semanticos, el termino contrarevolucionario que nos endilgas a nosotros los opositores. Tan ricamente opositora es la pelicula que, te lo aseguro, la disfrute pegando gritos de emocion y alegria. !Que desquite! !Que bien caratacteriza a los buroratas durante el llamado Perdido Especial!
EL INAGOTABLE ORLANDO-Un buen comentario de Edu 28 julio 2010 - 8:05 PM
El asunto Edu, es que vuelves a caer en lo mismo de que "con la revolucion todo" Arte, buen arte y politica adocenada no se llevan bien. No puedes pretender que se haga buen arte poniendole a las gentes esa mordaza. Lo importante es simplemente si Guantanamera entretiene y tiene valores artisticos. Te pongo mi ejemplo. Hace poco me lei las cronicas del Che en el Congo y su diario en motocicleta. Vi la pelicula que se basa en esa autobiografia. ?Eso me va a regresar a mi epoca de comunista? Y si la pelicula Guantanamera es , llamesmosle, opositora al contener una critica abrumadora, que? ?Cual es el problema? ? Acaso no fue Virgilio Pinneira quien dijo que si la revolucion habia soportado Giron y la crisis de Octubre muy bien que estaba en condiciones para resistir Paradizo?
rodolfo 29 julio 2010 - 12:22 AM
Edu,el arte es un acto basicamente individual.Como espectadores podemos estar de acuerdo o no con el mensaje,pero no puedes irrespetar o reprochar las intenciones y los objetivos del artista.Estos objetivos son tan variados como artistas hay en el mundo.Cuando te enfrentas como realizador a una obra lo que quieres es,finalmente,exponer lo que tu quieres y de la manera en que tu quieres.Es decir,tu obra es tuya,refleja lo que tu sientes y la utilizas para canalizar o expresar tus sentimientos,tus anhelos y hasta tus insatisfacciones. Los directores de cine no escapan a esa realidad. Ahora bien,en todas partes el arte es una manera de ver los fenomenos sociales.Los artistas ven un fenomeno de una manera,los economistas lo ven de otra,los politicos de otra,y asi,habra tantos puntos de vista como personas y profesiones hay en el mundo. Desgraciadamente corresponde muchas veces a los politicos determinar la"validez"de una obra artistica.Hubo tiempos en que esa tarea correspondia a la Iglesia,otros en que correspondia a alguna institucion cercana al estado.Es en ese momento que se olvida lo que el arte es y se le encierra en el marco estrecho de los"valores morales" en detrimento del hecho artistico en cuestion. En el socialismo le corresponde al estado determinar la validez de todas las cosas.Hay poco espacio para todo lo que no pase por el fino filtro de los censores del partido unico.El resultado es un conjunto de obras aburridas,casi iguales y de poco valor artistico.Si se quiere que una obra"pase"el filtro entonces debera tener una alta dosis de "patriotismo" y estar repleta de consignas que enaltezcan a nuestros "invencibles lideres".Esa es una amarga realidad.Bastaria que vieras un documental de Corea del Norte. Pero,ha escapado Cuba de esa situacion?La respuesta podemos buscarla en los tiempos en que "papito"Serguera y el se~or Pavon fueron los "censores oficiales" del regimen.Ahora,leyendo tu articulo,pensaba en el artista que tuviera que pasar por tu"filtro" si fueras alguien con poder para determinar la"validez" o la "conveniencia" politica de una obra de arte.Los espiritus de "papito"Serguera y Pavon aun rondan por la Isla. Es por eso que creo que aunque el arte tambien es una expresion de la politica,se le hace un muy flaco favor cuando son los politicos quienes tienen el poder de desicion para determinar que es lo bueno o que no. Aqui donde vivo,por ejemplo,hay religiosos y politicos ultraconsrvadores que han puesto el grito en el cielo "escandalizados" por la aparicion de cierta pelicula o cierto libro o cierta obra de teatro.A veces tienen tanto poder que logran sacar la obra de los grandes circuitos de programacion pero no tienen tanto como para evitar que la obra continue siendo vista en los circuitos alternativos.Aqui no hay obras"engavetadas" por algun Serguera o algun Pavon.Aqui toda obra tiene un espacio y los artistas simplemente crean y exponen lo que les de su realisima gana,protegidos hasta por leyes federales. Cuando dices que: .................. "En mi opinión, la película Guantanamera era abiertamente francotiradora, que es la manera más decente de expresar que era abiertamente contrarrevolucionaria,..." ...................... no se me ocurre mas que pensar que ese es tu punto de vista.Gracias a Dios que tu no tuviste que ver con la aprobacion del film porque de haber sido asi el publico cubano se hubiera perdido la posibilidad de ver esa comedia exelente. En fin,cogelo suave mi socio,que por una pelicula no se caera tu amado sistema.Esos extremos terminan por verse ridiculos cuando pasa un poco de tiempo y la gente comienza a identificar a los censores como a gente absurda y retrograda,enemigos de todo lo moderno y que signifique cambio.Yo no creo que con tu fundamentalismo revolucionario se pueda avanzar mucho,pero con las mentes mas abiertas,menos dogmaticas y cerradas si se puede avanzar hacia una sociedad donde todos tengan su espacio.A ti te han antecedido otros y seguramente despues de ti venga otro,pero afortunadamente van siendo cada vez menos. En Cuba se necesita que cada artista se pueda expresar sin tener detras un enguayaberado de estomago grande y cara de pocos amigos que le este diciendo"esto SI aquello No" Y cosa curiosa:lo que mas le gusta a la gente es lo que esta prohibido por los censores. Yo te digo a ti que....vaya...
josepcalvet 29 julio 2010 - 9:14 AM
Mientras voy leyendo atentamente la entrada voy poniendo unas notas que aparecerán a continuación: -totalmente de acuerdo en haber reaccionado un poco tarde ante la bien organizada campaña y la absoluta necesidad de que todo quien defienda el proceso revolucionario cubano, aporte datos, información y opinión de la realidad que no muestran los grandes medios de comunicación como contraste y alternativa a quienes han tenido los medios y tal vez la visión de adelantarse. -defiende Eduardo que Guantanamera no le hizo ningún favor a la difícil situación de aquellos años y se muestra la película como exponente de cambio ideólogo del director. Es una tesis que como todas admite profundizar sin descartar nada. Me permito señalar algo parecido, aquí en España, cuando se puede cuestionar algo que nunca se ha podido ni soñar. Me refiero a la relación entre García Lorca y otros, con Miguel Hernández. Son tesis. -mi impresión cuando vi la película en los días de estreno en España, y lo mismo con Fresa y Chocolate es que me reí un montón, me encantó, me pareció cine del Berlanga bueno, había estado en la isla en el 92 trabajando unos días en contigente agrícola y otros días de 'visitas' revolucionarias. Mi postura a favor de la Revolución no hizo que viera nada de contrarrevolucionario en la película. Al contrario tanto en Fresa como en Guantanamera, para mi, era bueno airear cosas que no andaban bien y se supone que cada artista utiliza su disciplina no sólo como creación en el vacío, sino como medio de expresión bien de crítica, de denuncia, o bien de todo lo contrario. -el tema de mostrar aspectos negativos que posteriormente se van a utilizar. por lo tanto mejor no decir nada.... No creo que sea el camino si se están defendiendo los valores tradicionales de la izquierda. El ejemplo está en otros barrios: el problema interno en la iglesia católica de pederastia en algunos países, la corrupción política muy relacionada con la corrupción urbanística en España,etc. En estos barrios se trata de tapar, tapar, aguantar, (el PP España le llama 'respeto a la presunción de inocencia', medrar para obtener apoyos de la Justicia (se consiguen), etc. y sólo cuando no hay más remedio, aguantar el chaparrón. Un mal ejemplo la política del avestruz. Que lo haga la derecha, perfecto. Que lo haga la izquierda, injustificable. -Hay en el texto varias cuestiones más, a mi juicio, de menor calado que las anteriores. Personas que 'se han pasado a la otra orilla', es un hecho. También aquí convendría plantearse por qué. Los casos de cantos de sirena económicos, se entienden solos. Los otros hay que verlos. Y por último, las coproducciones con España.Totalmente de acuerdo. Se salvan unos pocos títulos. Si se dedica tiempo, se podría ver qué películas 'españolas' dicen qué cosas.... y al cabo de unos años.... aparece más de uno/a en las firmas de la Plataforma de Vargas Llosa. Me gustó Habana Blues. También me ha gustado el post.
Cesar Rodriguez 29 julio 2010 - 11:04 AM
¿Viste Guiteras, que la cosa se trabò otra vez? En Cuba nada tiene soluciòn, porque el sistema no es compatible con la crìtica ni la libertad de expesiòn. Los que pasamos ya por eso muchas veces, sabemos que al final las eperanzas se van a volina.
Amel Rodriguez 29 julio 2010 - 11:59 AM
Creo que con la exposición de Joreg Alejandro esta dicho casi todo y me remite a unpost mio anterior. Mientras haya personas encargadas de definir que es y no es revolucionario y ni siquiera exista por escrito que significa eso, la mayor parte de la gente se va a limitar a repetir lo mismo que venga "de arriba". Mientras solo se permita criticar a los individuos puntuales de bajo rango y no a todo el mundo, incluyendo al sistema, la sociedad no será libre.
rodolfo 29 julio 2010 - 1:23 PM
Por supuesto Amel,100% de acuerdo contigo. Mira,a mi me gusta llamar a las cosas por su nombre.El viejo refran que dice:"juega con la cadena,pero no con el mono" es perfectamente aplicable al caso cubano.Los chicos de la joven cuba(todos)insisten en que el pais es un hervidero de criticas,que estan permitidas,etc,pero SIEMPRE la agregan la coletilla de que esa critica se debe hacer desde "posiciones revolucionarias" y no desde posiciones que ellos llaman"capitalistas", "entreguistas", "detractoras".Es decir,cualquier "critica" debe ejercerce desde un angulo perfectamente preconcebido para que el sistema o los maximos dirigentes no sean tocados ni con el petalo de una rosa.Resulta obvio que cualquier intento de"critica" bajo este concepto ya nace mutilada y amordazada. Ninguno de los chicos de LJC se atreveria ni en sue~os a decir que Fidel Castro o Raul Castro se equivocaron o se equivocan en esto o aquello,o que el sistema padece de tal o cual defecto,eso NUNCA!Para ser criticados estan los subordinados del regimen,esos, que despues de todo ,solo han seguido ordenes e ideas de los dirigentes llamados"historicos". Yo he escuchado a Castro hablar de"errores" en la conduccion del pais,pero eso solo lo puede decir EL,nadie mas! Es por eso que cuando veo a nuestros ilustres oponentes hablar de que ahora hay espacios para la"critica"en Cuba,no puedo mas que esbozar una sonrisa. Me gustaria que ellos vieran y disfrutaran como en este pais se pone de vuelta y media al mismisimo Presidente o a cualquier politico,institucion,compa~ia,etc.Ese tipo de critica SI es favorable para toda la nacion porque los que la dirigen sienten una formidable presion por parte de la opinion publica sobre su gestio,y los obliga a trabajar bien,a no creerse por encima de la ley y hacer lo que mejor les parezca. Eso si es critica!,lo demas,como decimos los cubanos,es pura muela.
jorge alejandro 29 julio 2010 - 1:20 PM
Amel: "Mientras haya personas encargadas de definir que es y no es revolucionario y ni siquiera exista por escrito que significa eso" Sin proponértelo, casi has citado textualmente una de las cuestiones que Desiderio Navarro plantea en su ponencia "In Media Res Pública", la denuncia de la censura en Cuba más valiente y exacta que he leído. leído
Cesar Rodriguez 29 julio 2010 - 3:02 PM
En los 80 Alberto Cortés frecuentaba Cuba y hacía recitales que disfrutamos muchos (quienes gustamos de él por supuesto) no todos saben de un incidente en el carlos marx donde el cantó una canción que denuncia la matanza de palestinos y de paso llevó su condena a presidentes de países que como USA y URSS poseen misiles atomicos. Del público se pararon unos comecandela de esa época (toda época los tiene en Cuba) y le hicieron duras críticas al cantante por ofender al "hermano pueblo soviético" Fue la ultima vez que Cortes cantó en Cuba. Historias como estas dan para muchos volúmenes en nuestra pobre y enferma Cuba, ojalá alguien los esté escribiendo para las nuevas generaciones que no saben y las viejas de simpatizantes que no quieren saber.
Tatu 29 julio 2010 - 3:10 PM
a mí en lo particular, y me duele decirlo, no me gustan las películas cubanas, hace tiempo se limita al facilismo, como los humoristas, con los chistes de pinareños o de negros. Rodolfo tú insistes en que sólo hay libertad si se grita abajo Fidel, compadre el problema es que no hay necesidad de gritarlo, no te das cuenta de eso?
rodolfo 29 julio 2010 - 4:04 PM
Tatu,aunque gritar abajo Fidel es tambien una forma de libertad de expresion yo no me referia a eso,sino,a la posibilidad de criticarlo directamente sin tener que gritar en lo absoluto ni buscarse un problema por eso,como tu sabes bien que sucede.Tu sabes muy bien que dentro de Cuba hay leyes expresas que prohiben criticar a los maximos dirigentes,a las instituciones estatales,etc. Quienes son ellos para no ser criticados?Esa es una de las aberraciones juridicas que ellos mismos se han inventado para sustentar una fama de"infalibles"que nadie se cree.Por que no hay leyes que prohiban hablar hasta por los codos de sus"exitos en la construccion del socialismo",de sus"virtudes patrioticas",de sus "lucidos analisis",etc,etc? Ah!,para guataquearles todo esta permitido,pero para criticarlos no!? Esa es una de las razones por las que ellos creen que son dioses y no simples seres humanos que pueden meter la pata como cualquiera. Que pais!!
wampampiro 29 julio 2010 - 5:11 PM
Un ejemplo claro. No muchos saben que por los 90 y pico, no puedo garantizar que pase ahora aunque no me extrañaria, en los festivales de humor como el aquelarre habia una reunion previa con todos los humoristas donde se les aclaraba que se podian meter con cualquier cosa menos con "el tipo".
jorge alejandro 29 julio 2010 - 6:49 PM
Tatu: Rodolfo tú insistes en que sólo hay libertad si se grita abajo Fidel, compadre el problema es que no hay necesidad de gritarlo, no te das cuenta de eso? Bien cojo sería mi concepto de libertad, si solo se redujera a gritar "abajo" a quien sea. El concepto de libertad va mucho más allá de eso. Ahora, también incluye eso, como también incluye que tú no sientas necesidad de gritarlo. Tu crees (y es sólo un criterio personal) que no hay necesidad de gritarlo, pero si yo considero que sí la hay, tengo que tener el mismo derecho para gritarlo, que tú, para quedarte callado.
Gabriel 30 julio 2010 - 5:25 AM
Hay un problema de fondo: ¿Exactamente cual es la idea de la batalla en la batalla de las ideas? Según parece la idea consiste en que si una película defiende la revolución se permite y si la ataca se hace lo posible para que la gente no la vea, e incluso se prohíbe. O, puesto de otra manera, si un artista va a hacer una película a favor de la revolución se le apoya al máximo. Pero si lo hace en contra se le ponen todas las pegas posibles, empezando por ataques personales. ¿Es que no hay otra forma de defender la revolución que con la censura? ¿Es que con la censura se defiende la revolución? Los buenos artistas tienen marcada la rebeldía en sus genes; y esa rebeldía se expresa fundamentalmente contra el poder político. Eso lo vemos magníficamente en Michael Moore que en los Estados Unidos critica el sistema todo lo que puede, pero el sistema le da premios y le hace millonario. ¿Cuándo aparecerá el Michael Moore cubano? Me refiero a un cineasta cubano que ataque sin piedad el sistema político y económico de Cuba, y, sin embargo reciba premios y glorias dentro de Cuba.
rodolfo 30 julio 2010 - 10:15 AM
Buen analisis,Gabriel.Lo que sucede es que el sistema cubano NO esta dise~ado para que la critica sea libre y cumpla con su verdadero papel. Los espacios para endulzar los oidos de los maximos lideres estan garantizados,pero no existen si se les quiere criticar de manera directa,de hecho,hay leyes bien claritas que lo prohiben. Resultados?Mas y mas meteduras de pata por parte de los maximos resposables de la conduccion del sistema,obras de arte complacientes y sumisas(hablo de las oficiales),y un perseguido movimiento de artistas independientes tratando con otro lenguaje y siguiendo otros codigos a los que no se les da un espacio dentro de la cultura cubana. Otros resultados?Artistas muy premiados por el regimen y artistas condenados al mas cruel ostracismo.
rodolfo 30 julio 2010 - 11:26 AM
Oye,y hablando como los locos:donde esta Edu?No lo veo defendiendo su post. Tiene algun problema de tiempo o algo asi? Un saludo.
robe 30 julio 2010 - 1:15 PM
A mi me gustan casi todos los filmes cubano y Guantanamera es uno de ellos .claro que a R no le gusta y la tilda de contrarevolucionaria ,porq se rei de los defectos de el sistema que ahora el dirige. El arte es expontaneo y no se debe ni puede controlar. Controlarlo es condenarlos a la mediocridad.
EL INAGOTABLE ORLANDO 30 julio 2010 - 8:21 PM
Para Jorge ... y Tatu: Dices: Rodolfo tú insistes en que sólo hay libertad si se grita abajo Fidel, compadre el problema es que no hay necesidad de gritarlo, no te das cuenta de eso? --- No hace falta gritar "abajo Fidel". Basta, como en la pelicula, de marras, colocar su foto en un elevador y que el ascensorista pregunte: ?Abaaajo? Ji Ji Ji. Eso esta genial.

Los comentarios están cerrados.

Agregar comentario