La entrevista robada

Foto: @crisantomacaraeg via Twenty20

Finalmente voy a hacerle una entrevista a un girovagante, como solían llamarle Raúl Roa y Alfredo Guevara a este tipo de persona. Este Girovagante es eso, un tipo que da vueltas sobre si mismo, sin consciencia de la inutilidad de su importancia. Y le teme al poder de la palabra, por eso la entrevista es robada. En esta masa informe llamada pueblo, ha sido educado al compás del metrónomo en la restricción, el reduccionismo, la descalificación, el escarpelo político y la colectivización moralizante.

Al Girovagante hay que hacerle preguntas simples sin el más mínimo resquicio a la pluralidad o la duda porque, aferrado a su espíritu ahorrativo, el tipo sólo se permitirá el uso de dos o tres ideas propias para responderte, y muchas citas y consignas. En aras de la buena comunicación, no deben usarse palabras como “libertad,  que le espanta si se trata de respetar la ajena, o “democracia”, que suele sobresaltarle, y ni se te ocurra usar ninguna derivada de la raíz disenso. El término “participación” le produce impotencia y “diversidad” pondría su identidad sexual al borde del colapso.

Su oficina: ordenada, pulcra y bien climatizada, muestra en las paredes cuatro fotografías propagandísticas que me ubican rápidamente en los paradigmas que él espera asociemos con su comportamiento laboral y personal. “Cualquier comemierda publica un libro en este país”, me suelta de saludo el Girovagante. Me invita a sentar frente al buró sintético con ribetes de modernidad, tapizado con un cristal bajo cuya transparencia apresa sus planes de trabajo, las reuniones de sistema y las directrices. Detrás los cuadros de Fidel y Raúl, “una pequeña indisciplina que me permito”, me advierte, “porque en nuestro país no practicamos el culto a la personalidad”.

Se reclina en la silla giratoria: “La Revolución ha sido tan magnánima con los llamados intelectuales que cualquier advenedizo, sin formación universitaria ni cultura política, intenta sacar los ojos a la obra suprema que le ha dado luz”. Está vestido con prendas demasiado fosforescentes, que no contribuyen mucho al triunfo proletario. “Hay quienes se dedican a criticar a los dirigentes porque son incapaces de brillar por si mismos como escritores”, comenta sin que aun éste entrevistador haya abierto la boca.

Sonríe y se acomoda los ricitos de oro, al estilo Matojo, con un gesto casi afeminado que nada tiene que ver con el personaje. “Yo vine aquí porque me dieron una misión, una tarea, y he sido formado para cumplir disciplinadamente cualquier misión que se me encomiende. Mañana puedo estar en otro lugar, incluso puedo estar en un aula impartiendo clases de lo que me gradué en el instituto pedagógico, no tengo ningún aferramiento a este puesto”.

“¿Qué tiempo usted impartió clases después de graduado en la Universidad?” Al fin logro preguntar.

Tiempo, no. Ni un minuto. Sólo impartí clases en los ejercicios de exámenes, y a veces ni en esos, porque siempre andaba ocupado en asuntos de mi vida como dirigente estudiantil, pero estoy dispuesto a ir a un aula o adonde se decida…

“¿Lo decida? ¿Quién lo decida?” Estoy dispuesto a pasar a la ofensiva.

El país, por supuesto”.

“O sea, ¿convocará un referéndum para que la gente vote si usted se dedica o no a lo que estudió en la Universidad?” El Girovagante lanza una carcajada, se inclina hacia delante, pone los codos sobre el buró y me mira como el juez al condenado:

Tú sabes a quiénes me refiero”.

“No, no lo sé, la verdad”, le respondo mientras levanta el auricular del teléfono y marca un número. “Cuando usted dice ‘el país’ –agrego-, pienso en una metáfora geográfica de todos los cubanos que vivimos en la isla parecida al caimán. Otra cosa sería ‘la nación’, o sea: todos los cubanos vivan donde vivan y sus aportaciones culturales, creo yo”.

Ante mi andanada, mira al vacío, a un punto intermedio entre la infinitud de la materia. Espera que alguien le responda al otro lado de la línea, cuelga, y se me encara como quien escruta. Le pregunto cuándo descubrió su extraordinaria vocación para liderar procesos políticos o administrativos…

Bueno, el problema es que yo no lograba aprender a leer ni escribir muy bien a pesar de haber llegado al tercer grado por mi buena conducta y participación en las tareas. Entonces la maestra, como incentivo, me entregó una libreta para anotar a los que llegaban tarde al matutino o hablaban en la fila hacia el comedor del semi-internado”.

¿Y logró aprender a leer y a escribir correctamente?

Sí, claro hombre, de otra manera no estuviera aquí. Pero nunca a leer letra impresa ni a escribir otra cosa que no sean anotaciones hechas en cursiva. Para lo demás está Maritza, la secretaria”.

“Sígame hablando de su trayectoria”.

Después, como jefe de colectivo, realicé una encomiable labor en la búsqueda y captura de comedores de guayaba, y de más está decir que desde entonces participé activamente en actos políticos y desfiles conmemorativos”.

“¿Cómo espera enfrentar su nueva tarea al frente de esta entidad?”, pregunto mientras Maritza entra con unas tazas de café.

Pensando todo en las decisiones del país, las directrices del partido y las orientaciones del gobierno provincial”.

“¿Y el pueblo, la gente de la comunidad? ¿No pensará en ellos?” Debo confesar que el café nada tiene que ver con el de la bodega.

Justo cuando se inclina hacia adelante para comenzar a responder, el teléfono suena, el Girovagante me da la espalda y habla con alguien. Se vuelve. Está más colorado que un tomate putrefacto, y es él entonces quien pregunta…

“¿Y a ti quién cojones te mandó a entrevistarme, porque ya me avisaron de que no perteneces a ningún órgano de prensa autorizado?”

Comprendo que ha terminado la entrevista.

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16 comentarios

Castellanos 27 mayo 2020 - 7:58 AM
En todo país hay trepadores, gente que haría casi cualquier cosa por llegar a un puesto relevante. Generalmente son personas sin escrúpulos a los que solo les importa flotar y/o escalar posiciones. Y en Cuba, país que nos ocupa, han existido montones de trepadores, hombres y mujeres que aparentaban desayunar, almorzar y comer revolución y socialismo. Muchos de ellos hoy viven en "el imperio" o en casi cualquier rincón de la Tierra, bien lejos del socialismo y la revolución que desayunaban, almorzaban y comían. Y no los culpo, pues si algo ha logrado el sistema implantado y mantenido en Cuba es fomentar la doble moral y desanimar a cualquiera. Gracias, Sr. Milanés.
Manuel* 27 mayo 2020 - 7:59 AM
Giorda, pareces un periodista disidente.
Marxismo callejero 27 mayo 2020 - 8:29 AM
Eso es dar en la diana. Un texto con un mensaje potente que subyace casi todo el tiempo y no acude a la queja inefectiva que, cuando se repite y repite alargándose en el tiempo, en realidad no llega a ningún lugar ni nos deja avanzar.
Charito 27 mayo 2020 - 8:54 AM
Manuel no parece un día disidente,te puedo asegurar que se quedo corto,si hubiera continuado la entrevista te preguntarias cual de los dos es el disidente,en mis años de trabajo que ha tocado sufrir a eso personajes y como dijo Castellano cuando se enreda la pita aquí van a dormir a los BRAZOS del imperio.
Manuel* 27 mayo 2020 - 12:52 PM
La pobreza material del cubano le obliga a vender principios, algo más difícil en lugares prósperos. Además la poquísima prosperidad que se reparte, se hace fajo sumisión ideológica. En otras palabras, sería imposible un Michael Moore cubano, alguien que critica al sistema y el sistema le convierte en millonario con sus críticas. O alguien como Pablo Iglesias en España que con sus críticas al sistema se enriqueció y ahora vive en un chalet a todo lujo en el barrio más exclusivo de Madrid. En fin, imaginaos a José Daniel Ferrer viviendo en un chalet en el reparto de Biltmore en La Habana.
Antonio 27 mayo 2020 - 9:00 AM
Llegar a girovagante resulta fácil. Repetir consignas, asentir continuamente con alguna sonrisita flotando en los labios cuando habla un superior y levantar la mano cuando participe en cualquier votación. si tiene ideas propias y se atreve a expresarlas, o mucho peor, simplemente se atreve a intentar dialogar no va llegar a nada. En caso de pretender disentir ya sabe lo que le espera, Saludos.
Marxismo callejero 27 mayo 2020 - 10:26 AM
Harold hice un comentario para poner en la entrada anterior pero quisiera preguntarte si lo que se comenta en el blog puede verse como un continuum del debate o prefieres que las cosas se ajusten estrictamente al tema propuesto en la entrada. Aunque creo que todo tiene que ver con todo.
Luis Enrique 27 mayo 2020 - 10:46 AM
Hay magia en describir tan brillantemente lo que en lenguaje callejero muchos llamarían: "empachado", "muela bizca", "chivatón" e "inflador". Creo que Giordán nos demuestra cuán importante es abrir, pelar, desempaquetar los estereotipos para refrescar cuánto se esconde y las implicaciones de aquello que es más cómodo designar con una o dos palabras. Excelente entrega. Hace reflexionar sobre qué tan frecuentemente y en qué puestos, podríamos encontrar girivagantes. Los mecanismos que permiten que estos ocupen posiciones de responsabilidad y de qué manera se podría minimizar su daño
zegovierels 27 mayo 2020 - 11:10 AM
Giordan tienes razón en la descripción, es mas, te apunto una vivencia que tengo de los inicios de los 90. Se trataba de un "cuadro" administrativo de otro municipio y que estaba muy vinculado con el mayor poder del municipio donde yo vivía. Dicho mayor poder necesitaba cubrir la plaza de Presidente de su Asamblea del Poder Popular Municipal y sencillamente mudó a ese cuadro para uno del los mejores edificios del municipio, le diseñó una circunscripción pequeña que no tuviera problemas de derrumbes ni nada de eso, lo postuló como delegado, palanqueó para que lo eligieran, salió electo, lo propuso como Presidente de la Asamblea y por supuesto salió. Cierta vez, que me reuní con dicho cuadro, me dijo que el no era más que un "medio básico de la Revolución". Para esto no tengo comentario; solamente que una mañana fui a buscarlo a su apartamento y desde el pasillo vi que estaba la puerta abierta y Radio Martí saliendo a toda voz de su casa. Moraleja: Los "girovagantes" siempre van a existir, lo importante no son ellos sino los poderes que los asignan a las posiciones en que están, les dan apartamento, carro, etc. y después los utilizan. Realmente esos girovagantes no son más que medios básicos de los que los ponen ahí.
Jagger Zayas Querol 27 mayo 2020 - 1:22 PM
Llama la atención -si el post no es una ficción trasnochada- de que esta despreciable persona escala en base a servicios de "chivateria" en buen cubano. Cobarde y soplón, no tiene principios, no enfrenta malas actitudes cara a cara para tratar de que otras personas sean mejores personas, sólo satisfacer las apetencias de personas que más parecen policías políticos tipo "SS" asegurándose escalar en la jerarquía de arrogantes, oportunistas y traidores. Cumplidor obediente y disciplinado de misiones sin importarle el fin porque en definitiva, el fin sea cual sea, justifica los medios. Aprendiz de Maquiavelo 700 años después. De que los hay, los hay y con caldo de cultivo que posibilita que, cual gusanos, se reproduzcan.
Jagger Zayas Querol 27 mayo 2020 - 1:28 PM
Aclaración: bajo ningún concepto, ni Raúl Roa, ni Alfredo Guevara fueron personas con tales defectos. Calificarlos de "girovagantes" a la usanza del despreciable prersonajillo, como decía Julius Fucik, es una acción de lesa moral. Si no fue esa la intención, merece la rectificación a su evocación.
Luis Enrique 27 mayo 2020 - 2:44 PM
Creo que usted debería leeer con más calma :-) A veces ponemos palabras dónde no van o quitamos algunas que estaban. Sobre todo cuando leemos predispuestos
Giordan Rodríguez Milanés 27 mayo 2020 - 2:36 PM
Jagger, Quién ha calificado aquí a Raul Roa o Alfredo Guevara de girovagantes? Me he perdido algún comentario? Una y otra vez este fórum me recuerda a Zoila Carballo, mi maestra de primaria.
Jose Augusto 27 mayo 2020 - 3:48 PM
Ya lo dijo Luis Enrique, solo leyó predispuesto... o tergiversó, y démosle el beneficio de la duda...
Sanson 27 mayo 2020 - 5:38 PM
No se, pero la descripcion del articulo creo que ese que dirige a Cuba hoy en dia, es un Girovante..
Jagger Zayas Querol 27 mayo 2020 - 6:43 PM
Les pido la debida disculpa. Habia leído mal. Gracias!!

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