La primera ola de la encrucijada final

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El mundo ha acumulado durante el 2019 y comienzos del 2020, muchos asuntos negativos, que indican el avance de un proceso de posible entrada en la destrucción de nuestra civilización. Causado, todo ello, por la forma en que el imperialismo ha venido conduciendo su política y los complejos problemas a los que no se les ha prestado la suficiente o ninguna atención.

Entre ellos se encuentran: destrucción del medio ambiente, crisis migratorias, hambre creciente, epidemias, desatención de la salud, acumulación de armas de destrucción masiva, guerras regionales, conflictos fronterizos, masivo desempleo, criminalidad creciente, desaprovechamiento y destrucción del capital humano, desatención del analfabetismo, mal manejo del crecimiento poblacional, corrupción galopante, criminal manejo del papel de la mujer en la sociedad, crecientes prejuicios raciales y racismo de todo tipo, desatención de la niñez y la adolescencia, utilización de los presupuestos nacionales hacia actividades nocivas al desarrollo social y al incremento de los niveles de vida de la población; dominio del comercialismo y la especulación, que se oponen a la satisfacción racional de las necesidades materiales y espirituales de las sociedades.

Crecen los grupos de odio, el terrorismo y los conflictos religiosos, las usurpaciones de territorio, el robo de cerebros, los intentos de utilización de los adelantos de la ciencia y la técnica solo como ventajas para los más poderosos. Todo ello ha tenido lugar bajo una hegemonía imperial absoluta de Estados Unidos, que se inició dentro del ciclo económico posterior a la Segunda Guerra Mundial, teniendo su periodo de mayor auge entre los años 1945 a 1970, en que comenzó su decaimiento en el contexto de la crisis económica entre 1974-75 al 1980.

A partir de entonces, la hegemonía norteamericana comenzó a deteriorarse marcando el tránsito de la Unipolaridad hacia la multipolaridad. Ya no es solo la potencia imperialista norteamericana la que controla al mundo, se ve obligada a compartir el poder con otras potencias internacionales. Por lo que, a la ya histórica agresividad de la política imperial, se le suma ahora la que dimana de que Estados Unidos en particular, siente en peligro su posición a nivel mundial.

En el plano de las relaciones internacionales, los conflictos se hacen más agresivos y duraderos. Como el Israel-Palestino, Irak, Irán, Siria, Afganistán, Corea del Norte, Libia, Somalia; en el medio Oriente y África del Norte, para poner algunos ejemplos. Principalmente, comenzados hace varios años, que no encuentran solución. Complicando políticamente los escenarios en que se desenvuelven.

Políticas de agresión y sanciones por parte de Estados Unidos, como las que desarrollan contra Nicaragua, Venezuela, Cuba, que no cesan. Las relaciones internacionales se encuentran entonces en uno de sus momentos de mayor agresividad, con una política desplegada por Estados Unidos, que no solo amenaza a sus viejos contrincantes, como China y Rusia, sino que no sigue reglas claras aun con sus propios históricos aliados europeos.

El conflicto comercial entre China y Estados Unidos afecta sobremanera el comercio entre ambos y al intercambio internacional en general. Poniendo en crisis el respeto a las reglas de la OMC, a las que Estados Unidos no atiende para nada. Llevando las relaciones internacionales, en particular las relaciones económicas hacia un continuo plano de agresividad entre los que la integran.

El capitalismo, definitivamente, ha logrado insertar a la economía dentro del mecanismo destructor de una forma de acumulación, que hace crecer la riqueza concentrándola cada vez en menos manos y no dentro de una distribución equilibrada, dirigida a la satisfacción de las necesidades de la gente.

La forma de producción capitalista, ha entrado definitivamente en contradicción con la forma de distribución y consumo de los bienes materiales y espirituales. En medio de una situación en la que el crecimiento de la riqueza y los adelantos técnicos en la vida social, qué podrían producir felicidad creciente, se ha tornado en un proceso que muestra ya, sus aristas más destructivas. Se ha impuesto una dinámica en la que cada vez menos personas disfrutan de esas ventajas, mientras que cada vez menos también, se apropian, acumulan, concentran y desperdician las ventajas y riquezas que el capitalismo ha creado.

La forma de acumulación sobre la que ya Carlos Marx nos alertó, que aumenta la riqueza en un polo, pero reproduciendo crecientemente la pobreza en el otro, nos está llevando a todos a la ruina económica y la destrucción. Púes se trata de que las contradicciones “…van a la esencia del patrón de acumulación y agravan las tensiones que se han generado en el proceso de acumulación, que ya no se basa en maximizar el consumo para obtener mayores tasas de ganancia tradicionales, sino en la elevación de las tasas de rentabilidad por peso de inversión, por lo que la cualidad que regirá la conducción de los procesos económicos esta ya determinada por la segmentación y estratificación de los mercados de aquellos bienes y servicios que demandan los que tienen la mayor capacidad adquisitiva…”( Tania García)

Ante tal desventaja para los que dependen de sus salarios disminuidos para el consumo, nos vemos obligados a luchar contra una cultura, en la que el capitalismo ha logrado introducir sus valores. Entre ellos la irracionalidad del consumismo desmedido y el desperdicio, supeditándolo todo a la satisfacción de una ampliación indetenible de las tasas de rentabilidad de la inversión, que satisfagan las crecientes ansias de ganancia del capital.

Ahora la epidemia del Coronavirus, sirve para poner en evidencia y catalizar todo eso, como elementos de una destrucción del mundo, que avanza y que no hemos logrado ni lograremos detener, sino cambiamos la forma en que se han hecho las cosas hasta ahora. Después de la pandemia el mundo habrá cambiado, ya está cambiando y debemos tratar a toda costa, que las tendencias que dominen ese proceso, no estén signadas por las intenciones imperiales de controlar aún más los recursos, los poderes y la vida de los ciudadanos.

A finales del 2020, podríamos estar viviendo en un mundo distinto, pero la cuestión es que no nos lo arrebaten, devolviéndolo a las manos del poder del capital imperial. Resultado de todo ello, se impone la necesidad de que muchos ganen la conciencia de que el mundo en que vivimos es uno solo y que lo estamos destruyendo. Que dentro de ese proceso no habrá vencedores ni vencidos, pues aun los que crearon tales mecanismos y se han enriquecido con ellos, no sobrevivirán para continuar disfrutando de sus riquezas, privilegios y ventajas.

Entonces lo que tenemos ante nosotros, es el adelanto de una ola de destrucción, que puede no sea la definitiva, pero que ya es un avance, un anuncio claro de que el capitalismo nos está llevando a la tumba. Por lo que la sociedad toda esta obligada a defenderse dentro de ese proceso.

No existiendo otro modo de oponernos al nuevo “Destino Manifiesto”, que apelar a las conciencias de los que aun, siendo beneficiarios del proceso, deben comprender que nuestro mundo es un “Arca de Noé”, donde nadie se salvaría sino somos capaces de conducir la nave a puerto seguro. Pero, en realidad, a puerto seguro, con el capitalismo, no llegaremos nunca. Habrá que destruirlo, o transformarlo, para que eso sea definitivamente posible. Para que la salvación no sea un mero sueño irrealizable.

Hace falta mucho más tiempo para que eso pueda tener lugar, ante lo rápido que el capitalismo nos ha puesto a todos en peligro. Porque la historia se ha acelerado. Por lo que una guerra mundial resulta hoy más cercana, que lo que el capitalismo puede tardar en desaparecer, devorado por sus propias contradicciones.

Luego entonces, ¿qué hacer? ¿Dónde puede estar la salvación?

Las batallas a librar son largas y no resultan nada fáciles, porque el capitalismo lleva más de 600 años construyendo ese sistema que ahora podemos observar. Ha acumulado muchas experiencias en globalizarlo, en convertirlo en un sistema mundial de dominio, habiendo desplegado, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, un modelo dentro del cual cuenta con todos los mecanismos y recursos de control en los países de manera individual (apoyado por sus clases subalternas) y a nivel internacional; contando con un conjunto de instrumentos, bancarios, financieros, institucionales en general, políticos y militares, que trabajan de manera mancomunada, sistemática y organizada, para liderar las corrientes de capital, dinero, finanzas, armamentos, tecnologías militares, patentes de invención, flujos de influencia, vínculos diplomáticos y otros. Que hacen del sistema imperialista un verdadero instrumento de dominio a nivel mundial.

En tal contexto del poder imperial, imposibilitados entonces de encontrar una alianza de clases dentro del capitalismo, tanto a nivel de cada país como de manera global, pues ello sería un suicidio además de considerarlo imposible, se nos hace indispensable encontrar todas las fuerzas políticas y mecanismos de lucha, por medio de los cuales podríamos defender la supervivencia del mundo y de la especie humana en general.

¿Cómo pensamos entonces, habría que trabajar para encontrar las salidas posibles a tal situación?

Considero que no hay otro modo de luchar contra ese sistema, que colectando dentro del mismo y en los marcos de sus límites, todas las conciencias capaces de producir los cambios necesarios. Fuerzas que existen, aun dentro de los propios países imperialistas y sus aliados; las que pudieran reaccionar para que el mundo no vaya a la debacle nuclear. Utilizando el principio de buscar nuestras armas para la lucha, aun dentro de los propios arsenales del enemigo. Arsenales que no son unicolores ni monolíticos políticamente hablando.

Tratándose de una estrategia que ya está diseñada y demostrada. Es posible, ya ha sido probada en la confrontación que hemos sostenido con los propios Estados Unidos. (Ver: Historia de los Intercambios Académicos entre Cuba y Estados Unidos. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2018). Una estrategia que además de buscar dentro del propio enemigo las herramientas para destruirlo, se basa también en el despliegue de una solidaridad mundial, que ponga en evidencia las debilidades de la política imperial, para convivir con una actitud internacional, que busque en el contacto solidario a nivel mundial, un modo sano, ético, de vincularse con el mundo.

Cuba tiene una estrategia que le ha permitido sobrevivir y defenderse ante los ataques criminales del imperialismo norteamericano, el más poderoso y que pienso podría servir también, para defender al mundo. El centro de esa estrategia, considero, es no luchar contra el imperialismo desde fuera, sino desde adentro. Partiendo de que se trata de un régimen social, plagado de contradicciones internas, insatisfacciones, incapacidades humanas, que lo debilitan y ponen en condiciones de ser sumamente penetrables por una política que ponga al orden del día la amistad, la solidaridad, el intercambio humano, la consideración y compartimiento de intereses mutuos; que acerque a las personas dentro de un modo de relacionarse, que elimine el carácter destructivo de la competencia, la ambición, el odio, el desconocimiento de las culturas que nos pueblan; priorizando aquellas cualidades humanas que nos acercan y apartando todas aquellas que nos alejan de un comportamiento realmente humano.

El carácter universal de la lucha que Cuba ha tenido que librar y que libra aun contra el imperialismo norteamericano, por más de 60 años, le ha brindado la posibilidad de diseñar una estrategia para defenderse, que pudiera ser útil también en la lucha contra el imperialismo a nivel mundial. Porqué si Cuba ha sobrevivido, ha sido por la efectividad mostrada por las herramientas políticas, ideológicas, culturales y humanas que ha desplegado para defenderse.

Foto: @iamjsullivan via Twenty20

Se trata entonces, de buscar alianzas con todas aquellas fuerzas políticas, humanas en fin de cuentas, que beneficiadas o aliadas potenciales del capitalismo, ven los lados excesivamente agresivos, criminales y peligrosos de su política. Estando muchos ciudadanos conscientes, de que no es poniendo al mundo en peligro de una conflagración mundial, lo que va a satisfacer sus verdaderos intereses. Es decir, hay que aprovechar al máximo la contradicción en que todo lo dicho se expresa, entre nación e imperialismo, que existe y ha tomado cuerpo dentro de las propias entrañas de las naciones del sistema capitalista.

Hay que trabajar fuertemente la contradicción entre la supervivencia de las naciones y la política imperial. Entre la supervivencia ciudadana y el peligro de guerra que entraña la política imperialista actual, por la que, de producirse una conflagración mundial, no podría haber vencedores ni vencidos. Pues nadie, tenga el poder que tuviera, el nivel económico o la posición de clase que tenga, podría disfrutar de la victoria, con posterioridad a una guerra, en la que la destrucción puede ser, o acercarse a la total.

Como segundo asunto, de esa estrategia esbozada, habría que movilizar a las masas para que luchen por sus derechos y reivindicaciones en cada región y país del mundo. Haciendo proliferar y dispersando al mismo tiempo, los escenarios de lucha. Evitando así que el imperialismo consiga manejar los problemas de una manera peligrosamente global. No todos los aliados que lograríamos llegarían hasta el final, pero debemos lograr que la lucha sea por tramos, a nivel regional y no global, porque el capitalismo puede manejar peligrosamente la globalidad, y mejor, que los que queremos su destrucción.

Hay que tratar de que esa lucha regionalizada, sea masiva y que este en mejores condiciones de enfrentarse a la globalidad con que el capitalismo puede manejar su poder destructivo. El Che hablaba de crear ” Dos tres muchos Vietnam” y esa tesis continúa siendo válida. Siéndolo hoy más aun, cuando el imperialismo coquetea y trata de paralizarnos, manejando la guerra como un peligroso instrumento disuasivo de poder, a su favor.

Al imperialismo hay que vencerlo entonces, con luchas dispersas y al mismo tiempo conectadas entre sí, en términos estratégicos. Pero sin darles la oportunidad a sus formuladores de politica, de que nos puedan atacar globalmente. Porque, aun y cuando tuviéramos las fuerzas para enfrentarlo, dentro de una guerra mundial, seria siempre la humanidad la que perdería. Dado que serían siempre los pueblos los que enfrentarían los mayores sacrificios, sufrimientos y las más grandes pérdidas. Por lo que, hay que conjurar la capacidad global del imperialismo para atacarnos.

No obstante, la guerra tampoco sería una panacea para el imperialismo. Pues, aunque el mundo no está nítidamente dividido entre capitalismo y socialismo, como antes de 1991, existen hoy al menos dos potencias principales, confrontacionales con Estados Unidos, manteniendo políticas, que, a nivel internacional, no siguen a la política norteamericana, sino que la confrontan o más bien la enfrentan. Dándole fuerzas al carácter multidimensional y multicentro, que tiene el enfrentamiento internacional actual.

Entonces, “sin que podamos dormir sobre esos laureles”, es posible confiar, hasta cierto punto, que el mundo cuenta con China y Rusia, tal vez con otros que van emergiendo, los que presentan un comportamiento diferente al de Estados Unidos en la arena internacional y que, al parecer, no ven en la guerra el instrumento para su sobrevivencia como superpotencias o potencias regionales. Contribuyendo todas a cimentar un multipolarismo que resta fuerzas a Estados Unidos para lograr decidir siempre las cosas a su favor. Muchas de esas fuerzas, son calificadas por Estados Unidos como terroristas, tratando de restarles capacidad moral y politica por combatir las pretensiones de dominio norteamericano. Como son todas aquellas fuerzas políticas que de manera armada se oponen al dominio de Israel en la Franja de Gaza.

Potencias o fuerzas políticas que, dentro de una estrategia de lucha contra el imperialismo que lograse dispersar regionalmente la confrontación y que alimentase alianzas regionales con fuerzas políticas no radicales, todas resultarían muy útiles, haciéndole la competencia a Estados Unidos en los mercados regionales. Encontrar alianzas en política es muy difícil, pero indispensablemente necesario.

La no existencia de China y Rusia como potencias socialistas, pero tampoco aliadas a Estados Unidos, ha tenido también sus ventajas para enfrentar al imperialismo. Pues si estas abandonaron el socialismo, no lo hicieron en el contexto o bajo la forma de estampida que desmembró el socialismo en Europa del Este, donde no quedó nada en que se pueda confiar mucho. El mayor interés e importancia de estas potencias, dentro de la estrategia actual de lucha contra el imperialismo, no es si son socialistas o no, sino que emergieron como potencias globales, independientes y no manejables por el imperialismo de Estados Unidos. Lo que les ofrece una mayor cobertura para acercarse a otros países y sin ser vistas con los prejuicios que antes sufrían.

Impresión en 3D de Vladimir Putin. Foto: @UsachevEvgeny via Twenty20

Nos encontramos entonces, dentro de una crisis sistémica varias veces peor que la de 1929-36, porque no se trata solo de una crisis económica o del ciclo capitalista, sino de todas las estructuras del sistema que comenzaron a funcionar después de Breton Woods y amenazados por crisis globales de otra naturaleza: medio ambiental, hambre, migración, conflicto bélico, etc. Que agravan la dinámica del comportamiento del ciclo capitalista, en medio de su agravamiento más actual, haciendo sus consecuencias políticas más agresivas y peligrosas que nunca. A ello se suma ahora la crisis del coronavirus, cuyos impactos y consecuencias totales son aún impredecibles, por las contradicciones que lleva implícita la propia lucha contra la pandemia.

El coronavirus o covid-19 está poniendo al mundo dentro de una situación complicada para defenderse, en medio del peligro más crítico por el que está atravesando hasta ahora.

Sin dudas, el aislamiento social, se pone de manifiesto como la táctica más eficiente para evitar la proliferación y dispersión del contagio. Sin embargo es ahora cuando la sociedad debiera estar más conectada y preparada para enfrentar los peligros que la política del imperialismo ha desatado, apoyándose en la política de una administración norteamericana que no tiene límites en su comportamiento agresivo.

Particularmente el peligro de la guerra, que es el más urgente, se expresa bajo las condiciones siguientes.

  1. Hay que evitar, a toda costa, una conflagración mundial. La paz debe primar en las relaciones a nivel internacional.
  2. La guerra, dentro de la política del imperialismo, es el instrumento más manejado y socorrido para controlar al mundo y, además, para evitar que las fuerzas políticas contrarias al imperialismo, traten de frenar sus intenciones de restauración hegemónica.
  3. En medio de una situación en que el Coronavirus, obliga al aislamiento social, el imperialismo aprovecha esa situación para ejercer su dominio.
  4. Lamentablemente, el aislamiento social funciona contradictoriamente. Hay que evitar que la necesidad del mismo, funcione al mismo tiempo, cómo un instrumento político que debilite la unidad de las fuerzas que deben combatir al imperialismo.

Pensamos entonces, que el único modo de solucionar el polo negativo que lleva implícito el aislamiento social, es contrarrestándolo con acciones de cultura en su sentido más amplio. Sin que hacer proliferar el contacto cultural, conlleve el peligro de su masividad y el contacto físico-social que esto representaría. Viene en nuestro auxilio el desarrollo científico-técnico, con el extraordinario despliegue de los medios de comunicación, que se han desarrollado en los últimos más de 50 años.

Internet, el correo electrónico, la telefonía digital, la televisión digital y otros medios, permiten la comunicación en tiempo real, deben ser utilizados masivamente y en grado creciente, para equilibrar la falta de contacto físico que la situación. Haciendo proliferar el contacto espiritual que es más necesario que nunca.

Un conjunto de factores, debieran moverse fuertemente, en función de mantener el contacto social con objetivos políticos, o sea más allá del simple entretenimiento familiar y él alivio espiritual. Utilizando los medios que el desarrollo pone en nuestras manos, para contraatacar sobre el necesario aislamiento social, en varias direcciones fundamentales. ¿Cómo hacerlo?

  1. Desplegando el contacto académico internacional, en el debate de los peligros que amenazan al mundo.
  2. Contraatacando contra las Fakes News. Desbaratando sus canales y obligándolas a batirse en retirada.
  3. Dispersando lo más posible el conocimiento de la producción artística, cultural y literaria mundial.
  4. Potenciando la música a distancia. El intercambio internacional entre todos sus profesionales. Haciendo lo mismo con la pintura, la literatura, el cine, la escultura y el resto de las manifestaciones artísticas.
  5. Promoviendo fuertemente el intercambio entre los artistas de todas las latitudes.
  6. Dando a conocer ampliamente la cultura y en particular las costumbres de los pueblos que forman nuestro mundo. Sus bellezas, valores y enseñanzas.

Producir un llamado internacional, dirigido a estar alertas sobre las políticas de todos los gobiernos, sus movimientos por el mundo. Sometiendo fuertemente a critica todas aquellas políticas gubernamentales o de las organizaciones nacionales e internacionales, que afecten, la paz, en primer lugar, los intereses de los grupos más desfavorecidos, las naciones, los sectores sociales obreros, mujeres, juveniles, intelectuales. Que afecten la cultura de los pueblos, sus identidades nacionales y culturales.

Decía nuestro José Martí, que “si la guerra es a pensamiento, hay que ganarla a pensamiento “. Por lo tanto, ninguna circunstancia más importante, necesaria y propicia que la actual, para luchar por hacer valer el pensamiento más progresista. Para ello no hay nada más efectivo que la práctica de la solidaridad internacional y el intercambio humano.

Cuba, como ya expresamos, es una practicante asidua y desinteresada de la solidaridad, contando entonces con un instrumento insuperable para poner en evidencia la criminalidad de la política imperialista. El principal enemigo de la Cuba Socialista no es nada solidario. Estados Unidos no deja pasar la oportunidad de agredir a los demás, cuando lo que se requeriría es repartir ayuda, como están haciendo otros con Estados Unidos. Sin embargo este último, aprovecha criminalmente la oportunidad que le ha dado el coronavirus, para agredir más a Cuba, Venezuela, Nicaragua Irán, Siria y otros. Haciendo oídos sordos al reclamo internacional, de que no es momento de sanciones.

Más allá de los sentimientos que lleva implícitos, la solidaridad que Cuba practica sistemáticamente y sin exigir nada a cambio, ha devenido en el reflejo más evidente y significativo de la actitud pacífica de la Isla en el contexto de las relaciones internacionales. Siendo el país más agredido en el ámbito internacional, Cuba pone en práctica una solidaridad que continuamente ha avergonzado a las administraciones norteamericanas.

Ahora Trump, con su política de criticar a Cuba por enviar médicos a múltiples lugares, trata de endosarle una actitud mercantilista, cuando no hay nada de eso en la actitud cubana, que no hace más que evidenciar el carácter criminal de la política norteamericana al reforzar el bloqueo contra la Isla, mientras que la Isla despliega un comportamiento, que el mundo reconoce cada día más como solidario. Como ya expresamos, la solidaridad de Cuba constituye también una herramienta de lucha contra el imperialismo.

No podemos separar la pandemia de lo que el imperialismo quiere hacer con la humanidad, de lo que es un ejemplo la politica de Trump. Trata de culpar a China, arreciando sanciones, desviando dinero para favorecer a sus iguales, escatimando recursos para combatir la pandemia, haciendo avanzar sus políticas de dominio mundial. Aunque no lo imaginemos, la lucha contra la pandemia del coronavirus no es de un solo frente, porque no es posible soslayar, que el imperialismo la está utilizando para avanzar en sus políticas de dominio mundial.

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25 comentarios

Tony 17 abril 2020 - 7:28 AM
Esteban Morales Domínguez, nos lanza una nueva "oda al socialismo", larga, densa, tratando de lanzar a la lucha contra el imperio al mundo y hace el llamado desde las ruinas de La Habana, razón por la cual todas las nuevas medidas que tomen los EEUU contra el regimen cubano, son validas. Quien quiere la destrucción de America y el capitalismo, es un enemigo y adversario, por lo tanto, la lucha continua. El reloj Omega marca los minutos tic, tac, tic, tac, veremos en unos meses quienes serán los vencedores y perdedores. :) :) :) Saludos ;)
jcpena122 17 abril 2020 - 1:11 PM
Mejor dicho,quien ganará,la razón o la fuerza. Espero ,por el bien de la humanidad,gane la razón
Luis Enrique 17 abril 2020 - 2:13 PM
¿La fuerza contra la razón? ¿Y quién fuerza el contexto y quién tiene la razón?
Carlos 17 abril 2020 - 8:17 PM
El comentarista pionero de LJC tiene razón. Dentro de unos meses veremos. Espero que eliminen el gravamen del dólar, los costos del pasaporte cubano y la doble moneda.
Armando Gomez 17 abril 2020 - 8:09 AM
No acabo de entender cual el problema de criticar un sistema que funciona,usted solo demuestra un odio brutal hacia los EEUU,posiblemete el pollo o el yogurt de soja que consuma un niño en Cuba provenga de USA,segun el banco mundial la pobreza se ha reducido a nivel mundial,no se puede negar los avances de China o Vietnan gracias al capitalismo;por otro lado,siempre es facil criticar a los EEUU pero muy dificil reconocer las masacres de Saddan Husseim o Mohammar Kadafi,ahora mismo Suecia esta sufriendo ataques ciberneticos procedente de Rusia,cosa que es habitual,y si los EEUU ha perdido poder economico a nivel mundial no es por que el capitalismo esta en crisis,es precisamente por que funciona,despues de la segunda guerra mundial,paises como Alemania o Japon se desarrollarona a gran velocidad y empezaron a competir con los EEUU;y como dijera Marti,,Las soluciones socialistas nacidas de los males europeos no tiene nada que cuarar en las selvas del Amazonas.
Carlos 17 abril 2020 - 11:14 AM
Armando razón tiene usted en su comentario. Imagínese usted dedicarle toda su vida al estudio del marxismo, y la creencia del hombre nuevo, y llegar a la vejez y estar peor que hace sesenta años, entonces lo mejor es radicalizarse en una ideología que no existe y mucho menos funcionará. La vida se le fué persiguiendo un arcoiris que no existe. Saludos.
Castellanos 17 abril 2020 - 8:29 AM
Resumiendo: 1- Si el mundo está tan mal es gracias a EE.UU y al capitalismo. 2- El socialismo es superior. 3- Cuba tiene una estrategia vencedora, lo que viene a demostrar la superioridad de nuestro sistema. 4- La vieja escuela del "socialismo real" no ha muerto. "Pronto se extinguirá el capitalismo devorado por sus propias contradicciones y el socialismo vencerá" (Ay de lo que queda del socialismo si el capitalismo desaparece! Quién le va a vender lo que no producen que es casi todo lo que consumen?). Y así vamos, creyéndonos cosas mientras el país nos cae en la cabeza.
Carlos 17 abril 2020 - 9:58 AM
Me imagino que los fanáticos quieren un mundo dominado por Rusia, China, Irán, Corea del Norte y Cuba. Para ellos todo sería maravilloso. Creo que la gente se irían entonces del planeta tierra. Entonces la culpa sería del calentamiento global 😁
Carlos 17 abril 2020 - 11:10 AM
Pero me olvidé que la culpa del calentamiento global es de Trump. 😀
Carlos 17 abril 2020 - 9:31 AM
Largo, y muy pero que muy desacertado éste artículo. Ojalá los que critican al presidente estadounidense hicieran los mismo con los dirigentes de la isla, solo un poquito más. Pero así las cosas. El capitalismo es malo, el socialismo qué no sabemos construir es bueno. China reconoció que la cifras de muertos tenía un pequeño error, han fallecido un cincuenta porciento más de lo informado inicialmente. Un pequeño error comunista. Algo mínimo, sin importancia.
Luis Enrique 17 abril 2020 - 11:25 AM
Ñooooo... Con respeto a Esteban... Creo que hizo un popurrí de temas y conceptos que me ha dejado un poco desorientado. Ya no sé si el problema es el capitalismo, el imperialismo, USA o Trump... He quedado sorprendido, eso sí, de que use todo esto como sinónimo: capitalismo, imperialismo, USA, destrucción, amenaza, Trump... Además insertando a Marx completamente fuera de contexto y para probar una situación que se contradice con Marx jajajaja. Dice el autor que el poder adquisitivo ha disminuido y eso básicamente muestra lo que predijo Marx. Pero si disminuyó es porque había aumentado ¿no? Y si había aumentado... ¿Qué pasó con Marx? Pero además... ¿Por qué aumentó y disminuyó? ¿Cuánto y por cuánto tiempo? Plantea un problema real, le pone nombres y apellidos a lo que considera son las causas y la solución que propone es buscar dentro del mismo problema, para hacer conciencia de lo que viene. Parafraseando al Goyo Jiménez: no lo hago, lo cuento: El sistema está jodido, vamos a morir, los grandes entre los grandes nos tienen esclavizados y condenados a todos. Pero aún podemos salvarnos, lo que tenemos que hacer claramente, no es combatir al sistema que es malísimo y nos pone en riesgo. Si no ponernos de parte de los poderosos que están por hacerse con el poder absoluto y vamos a ayudarles reclutando a los buenecillos que viven dentro del más poderoso para que el poderoso caiga más rápido. Ya después que el poderoso no esté, no hay motivo alguno para desconfiar de que hagan lo mismo nuestros aliados. Y si lo hacen pues no importa ¡porque son aliados! Si, si... Ya veremos qué hacemos entonces con el medio ambiente y el hambre y todas esas cosas de las que podemos acusar al vencido cuando lo logremos... Este artículo me parece retorcido y completamente forzado y de escaso fundamento. Parece más una rabieta ideológica.
Manuel* 17 abril 2020 - 12:13 PM
Esteban, ¿de verdad crees que sería una buena idea crear "dos tres muchos Vietnam"? Te lo pregunto porque antes de soltar algo como eso, tenemos que preguntarnos ¿qué podría salir mal? Porque podría salir mal que muriese muchísima gente. Además, partamos de la base de que financiar una guerrilla extranjera con el propósito de matar bolivianos para forzar un cambio de régimen es una injerencia criminal en la soberanía de un país extranjero. Ya sé que me dirás que muchos bolivianos lo celebran. Lo sé y me parece inaudito que existan bolivianos con semejante falta de dignidad y patriotismo. En fin Esteban, por favor, no de dejes llevar por la pasión y reflexiona antes de escribir. Te lo digo con cariño, sabiendo que eres un gran defensor de los derechos y libertades de los cubanos.
zegovierels 17 abril 2020 - 12:19 PM
Coincido totalmente en el panorama que se describe originado por la forma en que el imperialismo ha venido conduciendo su política y los complejos problemas surgidos. Pero más adelante afirma que la forma de producción ha entrado definitivamente en contradicción con la forma de distribución y consumo de los bienes materiales y espirituales. El 21 de febrero se cumplieron 172 años de la publicación del “Manifiesto Comunista” de Carlos Marx y Federico Engels. Allí se afirmaba también que el modo de producción capitalista había llegado al límite de sus posibilidades y que debía ser suplantado por el poder proletario y a partir de esta y otras premisas proponían unir al proletariado de todos los países en contra del capitalismo para derrocarlo. A lo largo de estos 172 años no pocas veces se ha vaticinado también el final inexorable del capitalismo, con el resultado evidente de que ha seguido prosperando, haciendo avanzar las ciencias y la tecnología en todas direcciones y elevando en general el bienestar de grandes masas de población, las cuales no quieren ni oír hablar de derrocamiento del capitalismo. Repito que estoy de acuerdo con todos los problemas que con acierto señala E. Morales, pero hay que ver las dos caras de la moneda. Cierto también que Cuba da un ejemplo único en su forma de enfrentar el imperialismo, pero es en los planos ideológico, político, diplomático, etc.; también podríamos constituir un ejemplo en el tema de los principios para la distribución tanto social como individual. No obstante en el tema de la estructura económico-productiva de nuestra sociedad, si fuéramos a constituir un ejemplo, sería a no seguirlo. El escrito intenta vincular la pandemia del coronavirus con la crisis total del imperialismo – y por ende del capitalismo. La realidad es que no hay quien se atreva a vaticinar en que va a terminar todo este asunto de la pandemia y su influencia en las economías de todo el planeta, pero se pueden hacer algunas observaciones. El desastre epidemiológico se ha agudizado básicamente en Europa y en EE.UU., no estaban preparados para un golpe de esta envergadura. Pero éste no ha sido el caso de China, Vietnam, Corea del Sur, Hong-Kong y algún otro y que tienen o bien economías de mercado muy similares al capitalismo, o son capitalistas. Estos países han tenido infestaciones, pero menores en comparación con los epicentros de la pandemia, y algunos se encuentran ya en etapa de recuperación. En Cuba, estamos hasta el momento controlando bastante bien la pandemia con un esfuerzo extraordinario de los sistemas de salud y la colaboración por la población. No quisiera pasarme de optimista pero pienso que nuestro país va a ser un caso destacado dentro de la América Latina en el bajo nivel de incidencia de la pandemia. Sin embargo hay algo para lo cual no estamos ni remotamente preparados y es en la capacidad de producción con nuestros propios esfuerzos y los sistemas y canales de distribución a la población, lo cual conducirá a que la población pase por innecesarias dificultades debido a la falta de previsión en estos aspectos. También nuestra recuperación posterior a la pandemia va a ser extremadamente difícil si no imposible dentro de las estructuras económicas actuales. En mi opinión ya debíamos estar trabajando en la recuperación – que seguramente tiene que venir – y para la cual no vamos a poder retomar la economía en el punto en que estaba cuando entramos en la crisis de la pandemia sino en un punto mucho más deteriorado. Considero que ésa es la tarea de orden y no otra, prepararse para recuperarse de la pandemia, sin embargo ¿qué nos propone este artículo? Pues a concitar conciencias y establecer alianzas con elementos progresistas fuera del país, y además a que la lucha contra el imperialismo se haga desde dentro del propio imperialismo. Ya en los años iniciales de la revolución hubo intentos con similares objetivos por parte de nuestros más prestigiosos dirigentes. Se establecieron alianzas públicas o encubiertas con prácticamente todo movimiento que estuviera en contra del imperialismo; se desarrollaron estrategias consecuentes con esos objetivos en prácticamente todas las facetas de la sociedad: los estudiantes, las juventudes, los movimientos obreros, los guerrilleros, los intelectuales, los artistas, etc.; y eran momentos en que se veía con admiración a la Revolución Cubana y sus dirigentes. Todo este movimiento unido al triunfo de la Revolución Cubana, al apoyo del campo socialista y al liderazgo de Fidel no tuvo por resultado la caída del imperialismo pero si el surgimiento de una nueva correlación de fuerzas más ventajosa para el Tercer Mundo. Considero que la propuesta adelantada por E. Morales lo único que pudiera lograr es desviar la atención de nuestros verdaderos problemas, sobre los cuales tenemos el deber de esforzarnos, de trabajar y de obtener resultados. Me permito citar unas palabras que el mismo E. Morales nos diera recientemente en septiembre/2019 cuando analizaba la postura que Cuba debía adoptar frente al bloqueo yanqui: “… el escenario que se le presenta a Cuba ahora, frente a la política norteamericana, es uno en el que debiera concentrarse en su realidad interna, particularmente económica, para evitar verse obligada a vivir continuamente en las continuadas coyunturas difíciles. “Es hora, ya, de realizar los cambios económicos internos, que nos permitan darle estabilidad a las salidas de las coyunturas económicas difíciles que se nos presentan. Ello significa, que deberemos tomar las medidas de política económica necesarias, qué nos permitan superar las dificultades…” Esas palabras no han perdido vigencia, al contrario tienen más importancia en este momento y me uno a lo que en aquella ocasión planteó. Estamos en el deber ya de debatir cómo pensamos que debe ser nuestra recuperación económica, es el momento y el país nos lo va a reconocer.
Castellanos 17 abril 2020 - 3:23 PM
Pero éste no ha sido el caso de China, Vietnam, Corea del Sur, Hong-Kong y algún otro y que tienen o bien economías de mercado muy similares al capitalismo, o son capitalistas. Estos países han tenido infestaciones, pero menores en comparación con los epicentros de la pandemia, y algunos se encuentran ya en etapa de recuperación. Nereida Naranjo. A China no le ha quedado otra que reconocer que las cifras ofrecidas eran falsas. Solo en Wuhan han reconocido que murió el doble de las personas infectadas que manejaron inicialmente. Corea del Sur y Singapur, que se tomaron como ejemplos de cómo se combate esta pandemia, están viendo un nuevo rebrote que les ha dejado estupefactos. Incluso, personas que ya estaban "recuperadas" se han reinfectado. Ningún país ha vencido al coronavirus https://reportemundial.com/ningun-pais-ha-vencido-al-coronavirus/
tony antigua 17 abril 2020 - 12:41 PM
Tengo en un alto concepto los criterios valientes y objetivos del Profesor Esteban Morales. Pero creo que este articulo no es su mejor entrega. Demasiado generalista y abarcador, demasiado disperso en las alturas ideológicas. Personalmente lo encuentro poco interesante. El momento es de aterrizar, hay poca visibilidad y la pista está en candela. El aparato tiene poca gasolina e igual no llegamos o nos salimos de la pista. El momento es de concentrarnos en sobrevivir para no hacer realidad los malos presagios. Y seria de agradecer que nuestros teoricos se enfocaran mas en lo mucho por hacer aqui y menos en la suerte del imperialismo, que en definitiva no esta en nuestras manos.
jcpena122 17 abril 2020 - 1:16 PM
Muy bueno su análisis de la situación que esta viviendo hoy el mundo. Estas personas que entran solo a criticar,me encantaría que argumentaran su posición.
Julio 17 abril 2020 - 1:25 PM
Casi todos los que han "criticado" han dejado claro sus argumentos, sería muy interesante que dejara los suyos de por qué le parece "muy bueno" el artículo de Morales.
Jcpena122 17 abril 2020 - 1:54 PM
destrucción del medio ambiente, crisis migratorias, hambre creciente, epidemias, desatención de la salud, acumulación de armas de destrucción masiva, guerras regionales, conflictos fronterizos, masivo desempleo, criminalidad creciente, desaprovechamiento y destrucción del capital humano, desatención del analfabetismo, mal manejo del crecimiento poblacional, corrupción galopante, criminal manejo del papel de la mujer en la sociedad, crecientes prejuicios raciales y racismo de todo tipo, desatención de la niñez y la adolescencia, utilización de los presupuestos nacionales hacia actividades nocivas al desarrollo social y al incremento de los niveles de vida de la población; dominio del comercialismo y la especulación, que se oponen a la satisfacción racional de las necesidades materiales y espirituales de las sociedades.
jcpena122 17 abril 2020 - 2:03 PM
Dígame si esto es cierto o no.
Castellanos 17 abril 2020 - 3:44 PM
Amigo JCPENA 122, el artículo del Sr. Morales es ciertamente catastrofista, algo que los cubanos de cierta edad conocemos muy bien pues ha sido la tónica de nuestra "prensa" por los últimos 61 años. Desde que nací vengo oyendo que al capitalismo le queda una afeitada. Si usted lee bien el artículo seguro notará que Mr. Morales desliza, como el que no quiere las cosas, que todo es un caos y que solo el socialismo cuenta con los medios y la base teórica para resolver semejante catástrofe creada por EE.UU y resto del sistema capitalista mundial. Pero lo cierto es que, a pesar de los problemas inherentes a cualquier FES, es el capitalismo el que ha desarrollado y desarrolla el mundo, un mundo que ya no tiene los mismos problemas de hace 50 o 100 años atrás. Pero puedo estar perfectamente equivocado y ser el Sr. Morales quien tenga la razón. Puede que mañana nos levantemos con un capitalismo en ruinas y un socialismo muy vital y erguido que, cual ave Fénix, ha resurgido de sus cenizas con una potencia descomunal para llevarnos al paraíso salido de los laboratorios mentales de Marx, Engels y Lenin. No lo cree? Pues yo tampoco. :)
Sanson 18 abril 2020 - 5:24 AM
Pongamos un ejemplo. Las hambrunas que se producian periodicamente en China durante la etapa comunista vinieron a desaparecer solo cuando Mao paso a establecer un sistema economico capitalista. Todavia me acuerdo de los diplomaticos chinos abandonando la Plaza ce la Revolucion ante la distriba de Castro criticando lo que se estaba gestando en China.
Jcpena122 17 abril 2020 - 1:52 PM
Prueba
manuel 17 abril 2020 - 2:44 PM
Me gusta leer al profe Morales......pero hoy no llegue al final . Soy de acuerdo con Tony en algo.......el capitalismo 3.0 viene llegando . Ese es el cambio . El capitalismo sin dudas en algunos paises tendra que pasar por cambios a nivel de la sanidad y tendra que extender la ascesibilidad general. Tendra que extender sus servicios y capacidades hacia las comunidades y grupos con mas nesesidades generales eso les dara una disminucion de presion y pondra a las democracias de forma mas democraticas . No ha habido solidaridad en el capitalismo en estos tiempos de coronavirus ? El sistema capitalista con todas sus diferencias en cada nacion se adapta , TODOS los nobles gestos de reconocimiento a los trabajadores de la salud se originaron en las pobladores de los paises capitalistas . Dejar de reconocer las caracteristicas de la nacion norteamericana y su forma de mirar al mundo desde una superioridad real ...oh , el pueblo escogido, sus contradiciones nacidas de su formacion como nacion y su papel dominante en la esfera internacional . No creo en la muerte del sistema por asociacion , el sistema desparecera cuando se agote en sus propias contradiciones , dejarlas crecer seria imperdonable para sus politicos pero los hitler y los stalin estan presentes. Ninguno de los socialismo que existen o existieron e incluyo el cubano ......del cual me fui , representa una verdadera alternativa ......en el capitalismo hay muchos paises con sistemas de salud con ascesibilidad general y sistemas educativos con ascesibilidad general ...................ENTOCES ? Cuba y EE UU tiene el mismo resultado en estadisticas de salud......................con TODO el desatre demostrado por la forma de organisacion del asceso y los costos excesivos al sistema de salud norteamericano .....ENTOCES ? Hoy fue un mal dia para el profe Morales.....a los mejores escritores se le va ....un error.
Lazaro Hernandez 17 abril 2020 - 8:39 PM
Los malos siguen haciendo billete y los buenos ladrandole a la Luna Así seguirá mientras hablar bonito es la flauta para encantar ratones
Armando Pérez 20 abril 2020 - 12:45 PM
Aunque hoy muere mas gente en total por la violencia, la probabilidad de que una persona muera violentamente en el mundo en general es hoy mucho mas baja que en epocas anteriores. Eso está demostrado. Despues de la 2GM los conflictos entre grandes estados se han reducido grandemente. La proporción de personas viviendo en la pobreza extrema viene decayendo desde hace decadas, mientras e acceso a la educación, la atención médica y las comunicaciones se han ido incrementando. Todo eso ha sucedido bajo el capitalismo, así que la situación catastrófica que pinta el autor no es cierta. Hay aun muchos problemas, pero las condiciones de vida en general han ido mejorando. Es cierto que las diferencias netre pobres y ricos se han incrementado pero muchos considerdaos pobres hoy viven mucho mejor que lo vivia un noble en tiempos medievales. No creo que sea un artículo acertado. Parece uno de esos escritos de los '70.

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