El diario español El País escoge con pinzas a sus articulistas, estos a su vez manipulan y tergiversan la realidad cubana. Esta vez le tocó al blog de los jóvenes matanceros. La Joven Cuba responde.
Por: Harold Cárdenas Lema
Hace dos semanas un bloguero cubano publicó un artículo en El País sobre mi post La sospecha. Mario Armando Riva Morales me califica de mentiroso en su espacio personal Reflexiones de Manchiviri, alojado en la comunidad de blogs del diario español (sólo con mencionar este espacio ya le estoy dando la mayor promoción que ha recibido posiblemente pues apena nadie lee lo allí publicado, es raro el artículo que contenga comentario alguno). Aunque da vergüenza ajena tener que replicarle a un señor que casi podría ser mi abuelo, el que calla otorga y no tengo otra opción que responder de la manera más respetuosa posible.
Ya en el primer párrafo de su artículo se lamentaba de haber apostado inicialmente al caballo perdedor, (refiriéndose al proyecto socialista nacional), quizás ahora que le juega al caballo de los intereses foráneos su inversión le vaya mejor, aunque no apostaría mucho por su conciencia. A mí me enseñaron a no apostar mi patriotismo, a no tomar a la ligera mi lealtad con mi país y su circunstancia. Este hipódromo es del tamaño de una isla y mi corcel siempre se llamará Cuba, cambiar de caballo merece un montón de adjetivos que prefiero omitir.
No puedo evitar sonrojarme cuando le tengo que explicar a un veterano de Angola que ha viajado por tantos países cuál es el balance final de la historia de la URSS. Armando se refiere a su estancia en la Unión Soviética como estar en “las entrañas del monstruo”, curiosa selección de palabras pero la última referencia que tengo de ellas proviene del Apóstol nacional y en alusión a un país opuestamente contrario, casualmente un país con el mismo discurso inflamatorio que este señor. Me prometí no caer en el facilismo de una vendetta personal o un lenguaje ofensivo así que sólo me limitaré a replicar lo más decentemente posible los argumentos sostenidos por mi interlocutor.Comienza refiriéndose, siguiendo la lógica de mi propio artículo, a la Unión Soviética y las causas de su derrumbe. Para rectificar lo expresado por Manchiviri, voy a aclarar que en la URSS sí existió unión entre las masas y el gobierno, pero esta se fue deteriorando sistemáticamente hasta el punto en que los intereses de ambos no tenían nada que ver. Los burócratas sólo estaban interesados en mantener prebendas mientras el pueblo seguía esperando mejoras en su calidad de vida. Lección de la que debemos aprender, no limitarnos a utilizarla como pretexto para deslegitimar los esfuerzos en la construcción de un sistema más justo. Razón mayor que justifica la existencia de este blog, como expresión de la sociedad civil, como expresión de un proyecto que sale no de una “tarea” u “orientación” de algún nivel superior, sino de la espontaneidad popular. Nuestro objetivo debe ser velar por los intereses de los cubanos y la Patria en general, evitando reproducir acá el modelo de burócrata soviético y denunciándolo en caso de ser necesario. Debe existir en cada sociedad alguien que cumpla este papel desvinculado del Gobierno, nuestro deber siempre será con el proyecto socialista en la Isla, el Estado y sus dirigentes son susceptibles de cometer errores.
Luego afirma que los intereses del pueblo soviético no estaban acordes a los del Socialismo. El imaginario social en la URSS sí tenía todo que ver con el Socialismo, pero ocurre que no se puede pretender construir un nuevo sistema ignorando las lecciones de la filosofía que le dio origen. El marxismo enseñó hace siglo y medio que el hombre piensa como vive, cuando se vive en la miseria y se ve que tus representantes que supuestamente velan por tus intereses están rodeados de lujos, tienes toda la razón del mundo para alzarte contra esto. Pero la solución no puede ser suplantar un socialismo frankenstein por un capitalismo salvaje, sino corregir el rumbo y los errores.
Cuando se refiere Mario Armando a mi defensa del proyecto socialista cubano lo hace en un tono peyorativo y desfigura el sentido de lo que intenté transmitir. Las libertades alcanzadas todos las conocemos: educación, salud y un sistema de seguridad social a la altura del primer mundo, que aunque presentan limitaciones e imperfecciones son claramente logros envidiables por muchos. Las libertades insuficientes serían las que todos conocemos, la libertad de viajar y regresar al país periódicamente sería una de estas.
Armando luego nos saca en cara la incapacidad del gobierno para satisfacer necesidades sociales. Esto lo hemos visto a menudo cuando se aborda el tema cubano, yo siempre utilizo una metáfora para ilustrar la situación: es como si después de apretarte el cuello durante más de medio siglo te dijeran que no mereces vivir por presentar problemas respiratorios. Sí, a lo mejor somos asmáticos en el sentido de que tenemos nuestros problemas internos (heredados algunos incluso de la época colonial) pero también tenemos derecho a respirar por nosotros mismos, con nuestros propios esfuerzos y sin que nadie venga a joder sistemáticamente cada bocanada de aire que necesitan nuestros maltrechos pulmones.
Ahora me referiré a los puntos en que Armando discrepó con este servidor y mi respuesta:
– Ciertamente existe una enfermedad de secretismo en el país, tan impregnada en algunas personas que el propio presidente tiene que hacer referencia a ella y criticarla en la clausura de la Asamblea Nacional. Todo parece indicar que cambiar mentalidades no es sólo cuestión de voluntad o de cumplir orientaciones de instancias superiores.
El hecho de que fueran los llamados periodistas independientes los que trajeran el asunto a colación ratifica mi certeza en la necesidad de que la información no sea un predio exclusivo del Estado sino que también puede estar una parte de ella en manos de la sociedad civil. Ahora, no considero a los blogueros y autoproclamados periodistas independientes como genuinos representantes de la sociedad civil cubana, fallan esta prueba por falta de integridad muchos de ellos y de independencia también la mayoría.
– Televisar las sesiones de la Asamblea nunca debió haber sido un “logro” ni nada por el estilo, siempre fue nuestro derecho, si constitucionalmente podía asistir a las sesiones a observar lo que allí decían mis representantes, entonces ¿por qué no me televisaban íntegramente lo que allí se discutían? Por ahí venía el reclamo que hacía en noviembre del año pasado, lo considero más que nada como un deber de ciudadano.
– Dice Armando que el hecho de que el presidente explique las destituciones de los dirigentes no representa nada. No debería hacerlo, romper los círculos de la excesiva compartimentación de la información y el secretismo representa mucho. Pasa como siempre con el caso cubano, antes nos acusaban de estos errores a toda voz y ahora que se empiezan a corregir hay un silencio sepulcral y nos dicen que “no es nada nuevo”. Pues sí lo es, es importante porque fortalece la democracia en nuestro país y derrumba muchas mentalidades de trinchera. Ya lo dijo Buena Fe en una canción “Lo malo que hagan se va a amplificar, se va a manipular lo que hagan regular, lo bueno que hagan se va a silenciar. Bienvenidos al mundo real.”
– También me emplaza a explicar por qué me refería positivamente al caso de Esteban Morales. Le voy a explicar cómo se puede “leer entre líneas” que a Morales ya lo han reivindicado plenamente como el intelectual e investigador que es (si es que realmente alguna vez estuvo marginado). Cuando se hablaba de la expulsión de Esteban de las filas del PCC se argumentó que era como resultado de la publicación de un artículo suyo en el sitio web de la UNEAC (material con el que además, estoy plenamente de acuerdo), recientemente aparte de las varias apariciones por televisión en actos públicos, ha continuado publicando sus escritos en este mismo sitio digital. Esto lo veo muy positivo, sólo falta volverlo a tener escribiendo sobre asuntos de política nacional y no sólo temas de raza y noticias extranjeras.
– También pone en duda lo relativo al nivel de información en el país, dice que difícilmente pongan todas las cartas sobre la mesa. Difícilmente podría darse TODA la información que quisiéramos, quizás un país que no sufra un bloquee en todas sus aristas pueda darse ese lujo, pero nosotros no. De lo que sí estoy seguro es que no se da toda la información que se pudiera/debiera, ese debe ser el objetivo, conocer todo lo que podamos y sólo reservarnos lo muy indispensable por razones de seguridad.
– Pone en duda la libertad de acceso a Internet, el tiempo dirá, ya llegó el cable submarino a Cuba así que pronto veremos qué pasa. Yo me sumo a las filas de los que piden una mayor informatización de la sociedad cubana, especialmente en lo relativo al acceso de los nacionales a Internet, limitar el acceso a la tecnología sería una decisión errónea, vana y a largo plazo infructuosa.
– Duda que se cumplan los reclamos de las llamadas Damas de Blanco, demandas que resaltan en sus contenidos por un carácter entreguista a intereses foráneos. Mis respetos a todo aquel que no concuerde con mi sistema político, está en todo su derecho de disentir y expresar su opinión, lo que es inadmisible es convertir esto en un negocio o pretender que la opinión de un pequeño grupo es la de la mayoría. Cuba es actualmente un país sumido en una enajenación colectiva que es producto de la insatisfacción social, motivado todo esto por razones económicas, pero aún en momentos tan duros el pueblo no comparte las ideas de los llamados disidentes. Esta palabra (disidente) se convierte en un gran eufemismo, estas personas no están en contra del sistema político cubano, están a favor de pertenecer a una clase rica que ostente el poder sobre el resto. Nuestros esfuerzos siempre deben estar enfocados a luchar contra la diferencia de clases, ya se trate de una clase pobre, de una rica o de la lucha contra el surgimiento de una clase dirigente como pasó en la experiencia soviética.
Es así que este personaje me convierte en sospechoso, me convierte en “aniquilador de una sociedad”, en malévolo y malintencionado internauta que busca la preservación del “régimen”. Voy a dejarlo claro, mis servicios siempre estarán a favor del Proyecto, nunca del Poder. Quisiera saber a qué o quién responden los intereses de este señor, difícilmente a los del pueblo cubano. El solo hecho de contar con un espacio privilegiado dentro de la plataforma digital de El País (algo imposible para cualquier periodista cubano) es muestra de su línea política y hace bastante predecible los argumentos que va a sostener en sus escritos.
El País sirve ahora de plataforma para desacreditar a La Joven Cuba, sus articulistas toman lo que les interesa en nuestros escritos y desvirtúan la realidad cubana, el papel aguanta lo que le pongan e Internet también, yo por mi parte no puedo aguantar tanta falacia en silencio.
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