Por: Osmany Sánchez (jimmy@umcc.cu) En Twitter: @JimmydeCuba
Dentro de un rato comienza el primer juego de la Serie del Caribe y con él la posibilidad de comenzar una nueva era en el deporte cubano, o para decirlo correctamente, en hablar de los deportistas cubanos. En la prensa cubana no se habla de ellos y cuando es inevitable se pone entonces la coletilla de “formado en la escuela cubana” y de esa forma parece que se está hablando de un producto industrial en lugar de un ser humano.
Serán tres los peloteros cubanos que representarán a otros equipos: Félix Pérez de la Isla de la Juventud, Hassan Pena de Industriales y el matancero Jorge Alberto Martínez y es de este último que quiero hablar y no porque sea matancero, sino porque por muchas cosas puede servir de precedente, o como se dice en las películas, referirse a él como el Caso Martínez.
En la 48 Serie Nacional Jorge Alberto Martínez se convirtió en el lanzador número 50 en propinar un cero hit cero carreras en nuestras series nacionales -a Industriales para darle más sabor- y de esta forma se hizo realidad las esperanzas de los fanáticos del equipo que desde hacía mucho tiempo no contaban con un pícher de calidad. Pasó el tiempo y pasó y de pronto Jorge Alberto no integró el equipo de Matanzas, los rumores decían que era porque se había ido, otros que lo cogieron cuando se iba pero lo que sucedió en realidad fue que le prohibieron jugar porque tenía previsto salir del país junto con su esposa por reunificación familiar.
Solo la llegada del criticado por muchos –y adorado por otros- Víctor Mesa permitió rescatarlo y en la 51 Serie Nacional ganó 11 juegos en la temporada regular y 4 en los Play Off y terminó con un promedio de carreras limpias de 2,94. Estos resultados lo llevaron a integrar la selección nacional que viajó a Nicaragua sin embargo alguien, en algún lugar, movió un dedo y a Jorge Alberto lo “bajaron del avión”. Nadie criticó entonces que planteara no jugar en la serie 52 aunque se incorporó en la etapa final y ganó el único juego de Matanzas en la final.
Es curioso, quizás el que le prohibió jugar, luego aplaudió y gritó en el estadio Victoria de Girón cuando Albertico ganó los juegos del Play Off, pero bueno esa es otra historia y otro tema. Sigamos con el Caso Martínez.
En los últimos días las autoridades del INDER se han pronunciado sobre la posibilidad de que deportistas que están fuera nos representen en eventos internacionales –lo que pide el pueblo a gritos- sin embargo plantean algunas condiciones. Debo decir que a priori estoy de acuerdo en no incluir a los que abandonaron una selección nacional pero aún con ellos, el análisis debe ser caso a caso, pues detrás de una decisión puede existir la presión de un burócrata o de un oportunista ¿no es lo mismo?
A Jorge Martínez le prohibieron jugar porque pretendía salir del país de manera legal con su esposa ¿alguna ley dice eso? No les prohíben trabajar a los que pretenden emigrar de manera legal. ¿Es diferente en el deporte o fue un burócrata/oportunista quién lo decidió?
En este punto diría que si Se non è vero, è ben trovato pues fue el propio Víctor Mesa quien en una declaración a la televisión matancera quien dijo que a Jorge Martínez no lo dejaban jugar. Si alguien considera que las cosas no sucedieron así, pues La Joven Cuba le abre las puertas para que lo aclare.
Jorge Alberto Martínez es uno de los principales lanzadores de los Cangrejeros de Santurce, equipo campeón de Puerto Rico y me gustaría que cuando esté lanzando se refieran a él como el matancero, como el cubano y no como una botella Habana Club o un tabaco “Hecho en Cuba”.
Son tiempos nuevos. Ojalá no duren mucho los “estudios” del INDER y el pueblo pueda disfrutar de sus mejores deportistas, emigrados o no, eso no importa, cuando tienen las cuatro letras delante, nadie será diferente.
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