La semiótica del Durakito

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El fenómeno del subdesarrollo, más allá de la economía, atraviesa un aspecto mucho más subjetivo e igual de difícil de superar: el pensamiento. El subdesarrollo individual impide el desarrollo económico, y este a la vez lastra de vuelta al desarrollo individual. Esta serpiente que se muerde la cola es el laberinto de los países pobres.

Después del 1959 en Cuba se intentó cortar este círculo vicioso empezando por el individuo, que es lo que había más a mano. La universalización de la educación y los programas culturales dieron sus frutos acaso en la década de los ochenta, coincidiendo, no casualmente, con el período de mayor abundancia y mejor distribución material de la historia de Cuba.

El período especial de los noventa invirtió la realidad económica pero ya había generaciones completas formadas antes de la crisis que sostuvieron, quizás por quince años más, el estandarte de la educación. De esa forma hubo un período de pobreza acentuada en el que de todas formas no nos parecíamos en pensamiento a ningún país de la región. Éramos una nación atípica con economía de subsistencia y conciencia social.

Entre errores internos, políticas extranjeras, meteorología y patógenos la economía cubana ha fluctuado de aquí para allá pero en esencia sigue siendo de subsistencia, sin embargo la conciencia social ya no nos acompaña.

Las generaciones que se formaron en el período especial vivieron otra realidad: las carencias, los apagones de doce horas, el hambre y la supervivencia del menos lastrado por conceptos éticos; los códigos morales aceptaron la corrupción y surgió una ideología informal que justificaba cualquier acción en provecho propio. Pero los protagonistas aquí son los hijos de la generación del 90.

Jóvenes de 13 a 20 años han creado una semiótica tras la cual Cuba vuelve al subdesarrollo más difícil, el del pensamiento.

Este regreso al subdesarollo no va de particularidades lingüísticas -puesto que toda nueva generación deforma el idioma a su gusto- sino de formas de vestir, de la desesperación por romper axiomas. La infancia y la adolescencia son influidos por tres elementos: escuela, familia y sociedad.

Es este triángulo de influencias el que potencia y orienta al individuo; pero es menester que sea un triángulo, y para que sea así debe haber tres ángulos según la geometría básica de la primaria –que todavía recuerdo-. No obstante, la principal influencia en estas generaciones viene de sus coetáneos, de sus socios, de sus amigos, de su grupo.

En Cuba la escuela tiene organizaciones dedicadas a aunar a los jóvenes, entre otras, la FEEM y la FEU. El problema está en que estas no se parecen en nada a los jóvenes que intentan convocar, ellos buscan a sus semejantes en opiniones y gustos estéticos, son sus semejantes quienes los evalúan y regulan, es Vygotskiano y es cierto.

Lamentablemente las organizaciones estudiantiles comparten estéticas que responden a otros momentos históricos del país, y sus esfuerzos con entronizar en el gusto de las nuevas generaciones, a pesar de ser bien intencionados, son estériles y muchas veces burdos.

He aquí que en este triángulo la escuela pierde, porque además, luego del período especial, la enseñanza ha entrado en una crisis de recursos humanos, ha descubierto la corrupción y ha simplificado los programas de estudio ¿El triángulo desaparece? Para nada, es mágico, donde se desdibuja un ángulo aparece otro.

Los jóvenes tienen acceso completo a la multimedia y a los contenidos actuales de las redes sociales, he aquí la “otra escuela”. Consumen estos contenidos sin control y sin orientación. La familia, la generación anterior no puede orientarlos en un espacio que apenas conoce por su novedad tecnológica. Es el espacio mismo quien los orienta o desorienta, quien los informa o desinforma sin criterios éticos o estéticos.

Las consecuencias son jóvenes homologados por el mercado, idénticos en moda, gustos y criterios puesto que consumen los mismos productos audiovisuales. Durakitos. Y he aquí un aspecto de gran peligro ya que estos productos comúnmente muestran ídolos que van desde figuras de la cultura cuyo mayor logro es ostentar bienes materiales hasta narcotraficantes, son casi ausentes los modelos de conducta positivos.

Los jóvenes van creando toda una subcultura alrededor de la violencia y lo material que es parte ya del ideario adolescente de miles y miles de individuos. Aunque todo depende de la situación geográfica, y en el caso de La Habana del municipio o del barrio, actualmente pocos lugares se libran de esta semiótica, llamémosla del mal gusto, aunque gusto es un término relativo, llamémosla entonces del gusto por lo fácil dentro de la música, el cine, los shows de televisión o los canales de YouTube: la semiótica del durakito, así, con k.

Ropa, teléfono, zapatos, bisutería, lugares de moda, migración, he aquí todas y cada una de las aspiraciones, que en principio no están mal, siempre que se tengan otras aspiraciones de fondo, y aquellas no sean las primeras. La nueva semiótica también implica la imposibilidad de crear o entender juicios complejos porque los productos audiovisuales simplifican el mundo, exponen una visión en blanco y negro, en buenos y malos, en tener y no tener.

La sexualización de la mujer es otra de las constantes en esta semiótica.

Muchas de las adolescentes, he aquí lo triste, tienden a sexualizarse porque es lo que la “otra escuela” les ha enseñado y muchas veces carecen de otro punto de vista y de orientación. Así, hay un aumento alarmante de embarazos e ITS en menores de edad y en la población joven en general a pesar de todos los programas nacionales de orientación sexual.

Además hay un altísimo índice de consumo de alcohol en menores de 16 años. Todo esto obedece a que, muchas veces, hay poco control parental y carencia de respeto por las figuras de autoridad, sean cívicas o filiales, he aquí una de las principales enseñanzas de la “otra escuela”.

Estos grupos etarios llegan a ser partícipes activos en la corrupción, por ejemplo, la compra-venta de exámenes en las instituciones educativas, con o sin la complicidad de los padres. Pero todo ello tiene incluso un lado más oscuro, y es la propensión a la violencia, a la violencia más pura, la de hierro y arma blanca. En Cuba desde hace algunos años ha habido un incremento de las organizaciones criminales juveniles: las pandillas, las bandas.

Ya no están caracterizadas por reunir individuos de la misma cuadra y molestar al vecino, quizás abusar de otros jóvenes; ahora tienen nombres, lemas, incipientes códigos de honor, y matan. De más está decir que no existen estadísticas públicas sobre el tema, pero un juicio empírico, y lo pequeño de la ciudad arroja una visión nada positiva sobre el tema.

Nunca es bueno hacer generalizaciones, los adolescentes arrastrados hacia la nueva semiótica no son todos, menos de la mitad quizás, pero son suficientes para desmembrar un país, cambiar el ideario nacional, lograr que el subdesarrollo individual se sume al económico, que la serpiente se muerda la cola otra vez. La solución no está a la vista.

Por lo pronto apuntalar la escuela podría ser un analgésico pero hay que saber qué hacer con el resto de los componentes del triángulo: familia y sociedad, tan dentro del subdesarrollo económico que muchas veces no tienen fuerzas para combatir el de pensamiento, tan arraigado que incluso superando la crisis económica, pudiera demorar décadas en ser erradicado, décadas en el mejor de los casos.

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17 COMENTARIOS

  1. Lo que sucede con nuestros jóvenes es lamentable, pero es al mismo tiempo la consecuencia lógica de un país prácticamente destruido por la mala situación económica producto de un sistema disfuncional y un modelo increíblemente torpe en su gestión económica.
    La actitud de nuestros jóvenes responde a la falta de expectativas y libertades individuales. Los jóvenes son por naturaleza rebeldes e inconformes en todas partes, características ambas más que justificadas dentro de Cuba debido a la sombría realidad de un país en que la gente está, literalmente, pasando hambre.
    El sistema/modelo cubano está agotado y Cuba es un país sin futuro del que una persona joven quisiera huir.
    ¿Qué tiene que ofrecer a un joven un país sin economía y además endeudado hasta los tuétanos? ¿Qué tiene para ofrecer a un joven un país en el que su gobierno cada vez hunde más a la nación en la desesperanza a pesar de las palabras grandilocuentes de sus anquilosados gobernantes? ¿Cómo se puede sentir un joven que después de graduarse y conseguir trabajo le pagan en una moneda con la que no puede comprar en las tiendas recién inauguradas?
    Con la llegada de las redes sociales esos jóvenes ven a aquellos de sus amigos que emigraron vivir mejor que ellos. ¿No quisieran lo mismo aún si algunos no desean emigrar?
    Esos jóvenes contemplan asustados qué ha sido de la vida de sus padres y no desean eso. Los han visto sacrificarlo todo para obtener a cambio la miseria desmoralizante que abate nuestro país. Sus padres participaron en marchas, misiones internacionales de tipo militar o civil, maratones productivos, guardias, consignas, y al final de colas de horas y horas para conseguir algo de comer cuando aparece. Los jóvenes cubanos saben que en Cuba no tienen futuro.
    Bastante buenos que son los jóvenes cubanos después de todo. Cuando en Chile hubo un aumento de centavos en los precios del transporte público, los jóvenes se tiraron a la calle y obligaron al gobierno a retractarse e incluso a modificar la constitución de ese país. Tras los abusos policiales en Estados Unidos los jóvenes fueron en su mayoría quienes pusieron en jaque a todo el país. Fueron jóvenes quienes se rebelaron contra Batista tras su infame golpe de estado en 1952. A los jóvenes cubanos de la época les hirvió la sangre cuando aquél dictador sacó a Cuba de la senda democrática.
    Que los nuestros solo piensen en reguetón o ropas de marca, en tomar alcohol o largarse del país, en verdad es un alivio para el gobierno cubano. Ello representa una amenaza al control absoluto que tienen esos señores sobre la vida de sus gobernados.
    Gracias por su artículo, señor Mustelier. Es bastante objetivo y gráfico de la triste realidad cubana de hoy.

  2. La tematica es un asunto que se debate en los espacios familiares con gran significacion por su impronta social. Referirnos a los jovenes recuerdo que toda generacion coloca el debate la semiotica o la semiologia o creencia de los signos significantes y significados como algo novedoso.
    Si las instituciones sociales no se parecen a sus protagonistas no se parecen a las formas de pensar ser entonces pudieramos poner la mirada en cuales son los factores que pueden estar influyendo en esta relacion. Quizas la mirada pudiera estar en la cultura de la dependencia en la cual los sujetos no han participado en esa construccion simbolica de su tiempo. Mas bien han reproducido comportamientos y conductas para nada acorde con su realidad.
    El pensamiento como actividad y creacion como actividad del intelecto debe responder a una dialectica en su desarrollo y construccion. Este triangulo por el cual apostamos su realizacion tambien cambia y su transformacion es una responsabilidad colectiva de la cual no debemos esperar. Ser creativo en su participacion podria significar una nueva semiotica.

    • La pirámide invertida. Si el médico gana menos que el colero, si el abogado gana menos que el que vende aguacates, si alguien recibe remesas para que trabajar. Para que seguir la política estatal, fracasada si al final la moneda con que me pagan no vale, me exigen una qué no tengo.

      Mejor sigo mirando videos de reguetoneros, bebiendo, y pensando en emigrar.

      • Parece que los señores del partido único quieren sacar un rubí del fondo de una botella. Culpan al pueblo de todos sus errores, no tienen ni cómo alimentar a la gente ni permiten que la gente cree formas alternativas para alimentarse a sí misma y encima le piden «resistir» como algunos todavía nos dicen.
        Toda una novela de ciencia ficción.
        Y nuestros jóvenes, que por serlo no son tontos, claro que se han dado cuenta que lo mejor es enajenarse con alcohol y reguetón o intentar irse del país. No todos, pero sí una inmensa mayoría. ¿Cuál de ellos va a querer gastar su vida igual que sus padres en un país que no tiene nada que ofrecerles salvo seguir el mismo camino de sus pobres padres? ¿Por qué las parejas cubanas no quieren tener hijos mientras la población envejece? ¿Por qué hay tantos jóvenes graduados universitarios de porteros en un hotel, de camareros en una paladar o de taxistas?

      • El exilio malo, gusano, dañino, antisocial, terrorista, etc… al final es el exilio el que esta sosteniendo al país. Remesas, recargas, envíos, etc. El turismo se fue a pique, las misiones medicas ya no dan tantas ganancias como antes, la agricultura ni produce limones, y las clarias se comieron las vacas.

        Al final, están exprimiéndole al pueblo el ultimo aliento. Ya le quitaron el oro y los dolares. ¿Que sera lo próximo?

    • De acuerdo con el articulo, menos con aquello de culpar al audiovisual. A mediados de los 80, cuando yo era adolescente, no teniamos paquete ni internet pero veiamos television cubana. Donde pasaban mil y un videos musicales de EEUU, series y novelas norteamericanas, brasileñas, españolas y mexicanas. La novela cubana, las aventuras y las dos películas norteamericanas del sábado eran punto obligado, estas ultimas siempre de accion, asesinato o terror. Contacto dedicaba varias emisiones a la transmision casi integra de los Grammys, Globos de Oro y Oscars. Cada semana se estrenaban varias películas en los cines, igual norteamericanas en su mayoría. En las fiestas, se bailaba con los Vanvan pero tambi?n con Madonna, y se terminaba cantando canciones de Silvio y Roberto Carlos . Nosotros también queríamos vestir a la moda, usar prelavados, pulovers OP, jeans Gloria Vanderbilt y tenis Kangaroo. Hacíamos mil trastadas de las que ahora nos reímos y hasta nos avergonzamos. Íbamos a fiestas todos los sábados, fumábamos, bebíamos y nos besuqueábamos más de la cuenta, y nos dividíamos en ‘grupos’ donde contaba cuánto podían darnos nuestros padres para salir el fin de semana. Es decir que como todas las generaciones anteriores estábamos expuesto a lo nuevo que venía del exterior, e igual nos ‘portábamos mal’. Esta generación hace lo mismo, pero en mi opinión la diferencia radica en que ha tenido que buscar paradigmas para la totalidad de su proyecto existencial en la antítesis de lo que ofrece nuestro entorno, más allá de tendencias y puntos de vista alternativos y novedosos que entretienen por un rato. Esto comienza desde que el niño crece en un entorno donde se está esperando siempre por la ayuda del exterior y resulta casi imposible emprender un proyecto de cualquier tipo a título individual. Pasa por el lamentable espectáculo de los honestos como seres insignificantes a nivel comunitario y objeto frecuente de burlas por ser ‘bobos’, raídos, flacos, tristes, huraños. Culmina en la convenientemente aprovechada reducción de la identidad nacional a ser ruidoso, descortés, ‘caliente’, improvisado, y en la ausencia total de productos autóctonos en nuestras vidas. La combinación de estos factores, sumados a un ambiente de resignación y desesperanza propugnada por llamados a ‘resistir’ en cuanto a asimilar carencias y a la de ‘no hay más ná’ como respuesta a las aspiraciones y demandas, es lo que propicia la marginalización y la emigración mental de nuestra ciudadanía. Echarle la culpa a un exceso de información, de mala información si se quiere, es botar el sofá.

      • Sería imposible estar más de acuerdo con usted.
        Creo que el autor habla de un problema bien importante pero está buscando la culpa en el lugar equivocado. Los cambios generacionales siempre son disruptivos de alguna forma, y por supuesto que los jóvenes de ahora no van a ser la excepción ni lo serán sus hijos y nietos. Mirar más allá del contexto inmediato para explicar el comportamiento de los que tienes al lado, es cuando menos miopía científica

      • El audiovisual ha cambiado en comparación con lo que veíamos en los 80. Independientemente de la procedencia del producto el mensaje era diferente. Nuestro tipo duro, bien parecido, el «bueno» era siempre el que buscaba justicia, el policía, el justiciero, hoy si Ud ve cualquier serie esas características se las «pasaron» al narco, al ladrón, al delincuente, el policía hoy es mas «feo» que el bandido, hasta mas torpe y muchas veces hasta corrupto (por nada del mundo nuestros héroes eran capaz de venderse). Entonces el mensaje es totalmente distinto, es el sálvese quien pueda, la violencia y el crimen para obtener poder no para que prevalezca la justicia y el orden. Por lo demás es lamentable que nuestros hijos hayan retrocedido en la escala de valores por las razones que Ud bien expone.

  3. Los frutos que se cosechan hoy no se sembraron en el Periodo Especial ni es culpa de los padres de la presente generación. Comenzaron el mismo día en que los barbudos bajaron de la sierra con muy buenas intensiones que a la larga se transformaron en un engendro. Ya en los 60 se empezó a usar el término bitongo para despectivamente señalar a los jóvenes educados y de cierta clase social, no precisamente por poseer dinero, sino por modales, lenguaje y formas de vestir. El mismo Fidel contribuyó a destruir lo que él consideraba pequeño burgués que podía ser desde tener el pelo largo, o un pantalón campana o una medallita de la Caridad del Cobre hasta oír las canciones de Los Beatles. Las organizaciones disque de masas, como los CDR y la FMC también contribuyeron a perseguir todo lo que , según ellos, no tenía cabida en la nueva sociedad, sembrando la envidia, el odio y lo peor: la doble moral. Recuerden la UMAP, a donde fueron a parar artistas, profesionales, creyentes, la gran mayoría personas decentes y de buena educación. Las asambleas de balance en las escuelas estimulaban la destrucción de aquellos jóvenes que se diferenciaban de la creciente tendencia mayoritaria a la vulgaridad y la doble moral atacando la debilidad de carácter, La ostentación, el amaneramiento…
    Tampoco se puede generalizar. En Cuba hay una élite bien educada que nada tiene que ver con el populacho, que manda a sus hijos a universidades europeas y americanas, que todavía disfrutan de un concierto de piano, que vacacionan en Cancún o Marbella y que hacen fiestas donde lo único que no se baila es regeton. Es un círculo cerrado, separado del resto de la sociedad, un mundo aparte

    • Hoy el país produce menos comida que cuando el periodo especial. En puro periodo especial, dígase año 1994, se podía encontrar leche de vaca a 2 o 3 pesos cubanos el litro, fresca. Muchas viandas, carne de cerdo, gallinas, y bastante frutas comparado con hoy en día.

      Que alguien me explique como es posible que se diga que Cuba salio de ese periodo especial, según dicen.

  4. «Éramos una nación atípica con economía de subsistencia y conciencia social.»…dice usted.Sin que le moleste,debe repasar sus conceptos,creo.Que conciencia social puede tener un ser humano que,como el cubano,desde hace 60 anos casi solo tiene un paradigma social.Como puede tener conciencia de ser social un cubano que ha ido a la escuela que solo ensena una forma de ensar,que ha sido narginado si no piesa como tiene que pensar,solo ha leido un periodico,visto una tv,leido lo que le han proporcionado y ,si no oye radio marti,ignora otras visiones ??Ha trabajado donde le han proporcionado trabajo,en las condiciones en que le han dado y tiene por seguro que su opinion puede traerle muchos disgustos ??En cuanto la economia de subsistencia,sera asi hasta que las leyes e instituciones sean encaminadas a sacar lo maximo a los ciudadanos y darle lo minimo !!! Gracias

  5. Mi punto de vista es el siguiente : Una de las peores políticas de este sistema,fue el invento de las becas,para, según ellos,cumplir con el precepto martiano del vínculo estudio/trabajo.

    ¿ Cuántos miles de nosotros no pasamos por esos lugares ? ¿ Cuántos niños/as, criados en el seno de familias ,de las llamadas familias de bien,fueron llevados a mezclarse con otros tantos/as venidos de familias disfuncionales ?
    ¿ Cuántos de esos niños/as no tuvieron que aprender a defenderse,en las formas más salvajes posibles,para no ser víctimas de niños más grandes e incluso del acoso del personal que se supone debieran cuidar de ellos?

    Esas escuelas suplantaron el lugar de la familia, y si no en todos los casos,en gran parte no fue para educar,fue para deformar. Y esas generaciones deformadas crecieron y a su vez formaron familias donde los recuerdos no eran las reuniones familiares ni las buenas disciplinas heredadas dentro del marco familiar. Los recuerdos pasaron a ser de broncas,robos, experiencias del cigarrillo,la fuga del centro,o las visitas furtivas al sexo, sólo por el sexo,sin amor. Y para los niños,inocentes al fin, esas van a ser sus aspiraciones,emular,y de ser posible, superar a papá o a mamá en esos lances » heroicos».

    En mis tiempos de chamaco,rara vez los padres nos mandaban a jugar a la calle,o a sentarnos en las esquinas.¿ Por qué ? Porque todo era más limpio, no había la necesidad de llevar la doble moral y la hipocresía hasta donde hoy nos han llevado la carencia de tantas cosas. La educación comenzaba por casa y los ejemplos del trabajo como fuente de solvencia de nuestras necesidades,eran parte del orgullo familiar.

    Hoy en día,nadie quiere a nadie dentro de su casa,puede ser peligroso. Un niño no calla nada,y los adultos no quieren que se sepa de los inventos,y mucho menos ,los resultados de los inventos. Entonces, a la calle,a ser víctimas fáciles de esos que ya se desviaron completo,y buscan nuevas presas en esos que serán los futuros durakitos y ,por consiguiente, crearán nuevas familias durakitas.

  6. No es cierto que el desarrollo individual impida el subdesarrollo económico porque la diferencia entre distintos sistemas económicos es que en unos se aprovecha el cien por cien del talento de las personas mientras en otros se desperdicia el 99% del talento.

    Puedo hablarte de España, un país mas subdesarrollado que Cuba en la década de los cincuenta. Había gente que vivía de recoger colillas del suelo, reunir el tabaco residual y venderlo de segunda mano. Ahora es un país donde el gasto per capita en cerveza es de mil euros al año.

  7. Los jóvenes que muestra Mustelier existen en todo el mundo. La diferencia la hacen otros jóvenes, los que crean, cuando les dejan crear. Ahí está la clave del desarrollo: permitir que jóvenes con talento e ilusión creen riqueza.

    Cuba saldrá de la pobreza cuando los jóvenes sepan que con talento y trabajo honrado se puede alcanzar la riqueza.

    • Si fuera parte de un discurso, estoy seguro que sus palabras tendrían miles de aplausos. Aquí en el foro, tiene al menos los míos.

    • Manuel en Cuba a los jovenes le dan la oportunidad cuando llegan a los 60 años o mas. Mire a Diaz-Canel tiene 60 años, y esta bien asistido por el club de los 120 años, es decir el adulto mayor del PCC.

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Alejandro Muñoz Mustelier
Alejandro Muñoz Mustelier
Escritor y profesor, Máster en Lingüística

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