―Así que siguen dándonos cuatro libras por la libreta. ¡No joda, jefe! Ahora hay que espantarse la mitad de azúcar prieta.
―Obvias que el azúcar crudo es producto de la evaporación del jugo de la caña. Sufre un procesamiento químico menos invasivo y, por tanto, conserva los nutrientes. Nos están alimentando más.
―Ese aporte extra de nutrientes frente al blanco refinado es prácticamente irrelevante, solo superado en irrelevancia por la cantidad de libras de azúcar que obtenemos de la cuota normada.
―Cuota normada que se mantiene a pesar del costo del endulzante en el mercado internacional. ¿Sabes a cuánto estaba la libra en mayo según Cubazúcar, empresa del Ministerio del Comercio Exterior y de Inversión Extranjera?: en el rango de 18,57 a 19,21 centavos de dólar la libra, con tendencia al alza.
―No tanto como en el mercado informal, donde se alza ya a unos 80 pesos, equivalente a 80 centavos norteamericanos. ¡Cualquier bolsa de valores tiembla ante nuestra bolsa negra!
―Eso acabará muy pronto. «El sector azucarero tiene suficientes potencialidades para revertir la involución tecnológica que hoy sufre». Lo ha dicho el presidente en una plenaria con los productores y representantes del Ministerio de la Agricultura y Azcuba.
―¡Haz Cuba, y si no puedes hacerla, retírate!, apuntaría yo de haber estado allí… Quizás lo esté llevando recio, ya no tiene ni asesor.
―…En esa reunión se examinaron los desafíos que tiene ante sí esta estratégica esfera. El primer secretario planteó que para salvar al sector que durante siglos lideró la economía nacional y superar los retos actuales en la industria agroazucarera es imprescindible hacer las cosas de manera diferente.
―Sí, la última zafra fue la más baja en más de cien años. Estamos haciendo las cosas diferentemente peor.
―La compleja situación está motivada en buena medida por los nocivos efectos del bloqueo estadounidense.
―Claro, porque fue George W. Bush quien cerró 70 centrales azucareros hace veinte años, con la Tarea Alvar O’Rey Noso.
―Pues mira, por primera vez el estudio y las universidades se abrieron como fuentes de empleo.
―Ja, y a partir de aquella histórica decisión pasamos de un producto interno bruto a un «producto interno inteligente».
―¿Quién iba a predecir que dos décadas después, camino a la prosperidad de la nación, el azúcar alcanzaría más de 500 dólares la tonelada?
―Gobernar es prever. Lo dijo Martí cuando se consumaban zafras superiores a estas molidas trapicheras de pleno siglo XXI.
―¡Bueno, ya!… que el apóstol dijo también que el amor a la patria no es el amor ridículo a la hierba que pisan nuestras plantaciones de caña, así que ponte a pensar en soluciones para salvar el único ingenio que queda con vida en el municipio. Si nos cae el vice Jorge Luis Tapia, va a cogerme como material de estudio para plantear que «el director tiene que ser el primer cuadro extensionista».
―¿Y eso qué es?
―Imagino que ser un cuadro en toda la extensión de la palabra. Si deseas que te consideren como tal en la próxima visita del Gobierno, propón al menos, como subordinado, una solución a la carencia de recursos en la zafra, a los «veintidós problemas de orden objetivo y subjetivo que lastran su quehacer».
―Fácil: se eliminan las cuatro libras motivo de discusión al inicio de nuestro intercambio matutino, y se le distribuye a cada núcleo una arroba de caña. La familia tendrá que responder por la diversificación de ese núcleo primario de desarrollo endógeno que ponemos en sus manos. Exigiremos más adelante que cada consumidor, para recibir lo que le toca, tendrá que sembrar y entregar al menos el doble de posturas de caña recibidas el mes anterior.
―La idea no es mala. Ahora mismo calculo, por lo bajito, la cantidad de petróleo que nos ahorraremos si la caña va directo del surco al mostrador de la bodega y del mostrador de la bodega a la economía de plantación. Vamos a tener «más exportaciones, más satisfacción, más bienestar para los trabajadores, más desarrollo del país y, en fin, más socialismo».
―Eso es lo de menos.
―¡¿Cómo que lo de menos?!
―Lo del combustible digo. ¿Se imagina cuánto guarapo podrán tomar nuestros niños para llegar con nuevos bríos a su escuela? Canel dijo que la trascendencia de la industria azucarera como parte intrínseca de nuestra historia, cultura e identidad implica en lo adelante producir, a partir de todos los usos que brinda la caña, alimentos, ganado, autoconsumo, frutales, madera, módulos pecuarios, alimento animal, acuicultura, materiales de la construcción…
―Y azúcar, ¿no?
―Ya usted pide demasiado.
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