A diferencia de otros países, la vida privada de nuestros dirigentes se ha mantenido siempre alejada de la prensa amarillista que convierte un conflicto familiar en un asunto público. En principio me parece bien que sea así, para mí lo importante no es el color de las uñas de la hija de un funcionario sino el desempeño de este, sin embargo una cosa es la discreción sobre su vida privada y otra la no divulgación de los resultado de su gestión.
Me considero una persona medianamente informada y solo conozco y he escuchado hablar, a los primeros secretarios del Partido y presidentes de gobierno de dos municipios de mi provincia, de los demás quizás he visto su foto en el periódico cuando anunciaron su promoción pero nada más, es duro reconocerlo pero es la cruda realidad. Las únicas referencias que tenemos de los dirigentes municipales son las que nos llegan por alguien que vive en ese lugar y estas suelen ser bastante subjetivas. Los funcionarios a nivel provincial también suelen ser anónimos para la mayoría de la población.
En honor a la verdad, en muchos casos no es necesario conocerlos para identificarlos. Los dirigentes del partido o del gobierno llevarán la sempiterna camisa de cuadro o a rayas y los de la Unión de Jóvenes Comunistas el pulóver del Che. Para algunos mientras más sencilla y modesta luce una persona mayor será el reconocimiento social que recibirá, mientras que para otros proyectan una imagen poco atractiva, alguien a quien no se quieren parecer.
Las personas que asumen cargos políticos o administrativos de importancia deben transitar antes por las instancias inferiores, empezar a dirigir desde la base. Cuando esto no se ha cumplido y se han producido ascensos espectaculares, bastante caros nos ha costado. En la mayoría de los casos lo anterior se cumple pero al no existir divulgación sobre la gestión de los funcionarios, cuando uno de ellos es promovido a partir de sus resultados, en lugar de alegrarse la gente se pregunta ¿de dónde salió?
Los funcionarios cubanos –como norma- le tienen fobia a los medios de comunicación, desde los que evitan las entrevistas o entorpecen el trabajo investigativo de los periodistas hasta los que no comprenden el potencial de los mismos como vía de participación del pueblo en la toma de decisiones. Cuando no existe la información oportuna y veraz aparece “Radio bemba” con sus múltiples variantes sobre un mismo suceso.
Varios presidentes Latinoamericanos utilizan con efectividad los medios de comunicación tanto en la radio como en la televisión. Durante una o dos horas cada semana le hablan al pueblo de lo que se está haciendo y lo que falta, de los logros y los fracasos, además de recibir llamadas en vivo donde la población puede plantear quejas sobre promesas incumplidas e ilegalidades. Si algo parecido pone a correr a unos cuantos cuando sale en el periódico, imaginen cuando sea directamente al Secretario del Partido o al Presidente del Gobierno.
Mi sugerencia es la siguiente. Una vez a la semana, en un horario nocturno, el Presidente del Gobierno de la provincia comparece en la televisión –telecentros provinciales- acompañado de los dirigentes del gobierno a nivel de municipios. Se sigue un cronograma de forma tal que en un mes asistan todos. En la primera parte del programa cada uno de ellos hace un balance de su territorio en el último mes y luego se abren las líneas para que participe la población. De esa forma todos los meses la población podrá ver, escuchar y evaluar el trabajo de personas que de lo contrario no conocerían.
La radio puede ser un medio alternativo pero sin dudas la televisión tendrá más impacto. También se pueden transmitir las reuniones de las asambleas municipales y los plenos de las organizaciones de masas. Soy consciente de que algunos temas deben ser tratados internamente pero no serán nunca la mayoría. No se trataría se hacer solo en balance del territorio sino abordar el tema del presupuesto, en qué se gasta el dinero, cuáles son las vías de ingreso del presupuesto y por ejemplo la marcha de los proyectos de desarrollo local.
Un amigo me dice que nuestros dirigentes no tienen cuenta de Twitter pues eso se vería mal porque la mayoría de la población no tiene acceso a internet. Otro me dice que la verdadera razón es que para qué van a utilizar Twitter si la población no va a tener acceso a la información por no tener internet. La primera explicación me recuerda mucho el igualitarismo ridículo que tanto necesitamos dejar atrás. La solución no es compartir las limitaciones. En Cuba basta con que una persona se entere de una noticia interesante para que todo el mundo en la cola de la guagua, en la panadería y en la cuadra se entere, por lo tanto la segunda justificación tampoco tiene sentido. Internet es una vía alternativa, que no puede ser subvalorada.
Hace cerca de dos años la investigadora Alicia García durante la presentación de su libro “Matanzas la Atenas de Cuba” en la Ermita de Monserrate agradeció el apoyo del hasta hace poco tiempo Primer Secretario del Partido en la provincia, allí presente. En ese instante el auditorio en pleno se puso de pie y estuvo cerca de diez minutos aplaudiendo. Eso no fue casual, ni formal. Ese aplauso reflejó el reconocimiento hacia alguien que conocían, que iba a los lugares, que conocía de cerca a las personas y sus problemas.
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