Comunicación social en tiempos de COVID

Por: Giordan Rodríguez Milanés

Más de cien años de manipulación mediática han equiparado en la interpretación de las masas, los conceptos de información y comunicación. Incluso en alguna literatura académica, se usan indistintamente los términos medios de comunicación o medios de información.  Inexactitud no menor.

En sentido estricto, informar es emitir con éxito paquetes de datos codificados desde una fuente, y lograr encauzarlos a través de un canal hasta un receptor que posea la capacidad de decodificar esos datos y reconvertirlos, a su vez, en datos de orden diverso al original. Comunicar, en cambio, es establecer nexos de correspondencia entre la acción de un sujeto generador de información y otro sujeto con aptitud interpretante que, a su vez, se convierte en un segundo sujeto generador de información, y así progresivamente. Se puede simplificar el concepto de información y definirla como el paquete básico de datos organizados que permitirían la comunicación, con la salvedad de que, la información en sí misma, no garantiza relación de correspondencia o comunicación si no posee al menos los siguientes atributos mínimos:

  1. Ser pertinente.
  2. Ser contrastable con la realidad o la experiencia previa.
  3. Poseer relevancia semiótica, o sea, tener la potencialidad de producir significados en el otro.

Los procesos comunicativos poseen simultáneamente diversos caracteres y múltiples grados de correspondencia. Cuando se puede comprobar empíricamente que un proceso comunicativo concreto iniciado por un sujeto, con determinada intención, logra modificar a mediano o corto plazo el comportamiento de sus destinatarios en correspondencia con esa determinada intención, podemos afirmar que el proceso tiene carácter persuasivo. Hay otras formas de correspondencias no persuasivas que van desde la aceptación pasiva hasta la negación activa. Si me dicen que debo usar el nasobuco y lo entiendo, pero al final no me lo pongo, ahí hay correspondencia expresiva y aceptación pasiva porque entendí el mensaje, pero no hay persuasión porque no modifiqué mi comportamiento. Si me dicen que me tengo que poner el nasobuco y, no sólo no me lo pongo, sino que, además, intento elaborar una hipótesis en contra de la importancia de usar el nasobuco, aquí igual hay correspondencia expresiva, pero hay negación activa porque mi comportamiento va en sentido contrario a la intención del sujeto que inició el proceso. Generalmente esto último se da cuando la información carece de pertinencia en función del objetivo del sujeto emisor. Como ya el lector habrá podido seguramente apreciar, para que la información propicie comunicación y esta, a su vez, sea de carácter persuasivo, es necesario manejar una compleja gama de variables psicológicas y socioculturales que no es posible detallar en este texto.

La estructura de poder político centralizado que dirige la Comunicación Social en Cuba parece entender que existen medios o espacios informativos de tipo periodístico; y que, por otro lado, existen medios y espacios de tipo artístico que, por su función, se clasifican en divulgativos, didácticos, de orientación o de entretenimiento.  Craso error conceptual que conduce a la apreciación de que mientras más información periodística se bombardee acerca de un determinado fenómeno o proceso, mayor eficacia comunicativa se tendrá. En un contexto en que nuestros medios nos han saturado de información a través de diversos géneros periodísticos sobre la Covid-19 en Cuba y el mundo, el hecho de que, como resultado de la flexibilización de las correctas medidas de control y coerción para contener la pandemia, inmediatamente se pusiera de manifiesto la baja percepción del peligro entre un porciento no despreciable de habaneros, demuestra que el bombardeo de información periodística sobre un tema no garantiza, en si mismo, comunicación de carácter persuasivo. Porque una cosa es enterar al público, y otra, mucho más compleja e interdisciplinaria, es lograr que el público actúe en consecuencia.

Aclaro que ha existido información en espacios no periodísticos con funciones divulgativas, de entretenimientos, de orientación, etc, pero en no pocos casos ha sido incoherente con el mayor énfasis que, por mucho, se le ha dado a la de tipo periodístico, o viceversa. Y en otros, se ha presentado con poca creatividad y deficiente elaboración estética, con no pocas arengas y monólogos desde una posición de superioridad o regaño, en detrimento de resortes psicológicos y culturales de diversa índole.

El otro gran error que se está cometiendo en el manejo de la Comunicación Social en Cuba para prevenir la transmisión de la Covid-19 es la polivalencia de objetivos en los mensajes que muchas veces tienden a cancelar sus efectos. Por un lado, se dice que la Covid-19 mata y por otro, en ese mismo espacio, un titular subraya que llevamos tantos días sin lamentar pérdidas humanas. La fatal asociación de las actividades por el inicio del verano con la contención que se logró de la transmisión del virus a finales de junio. La constante yuxtaposición de nuestros logros científicos y de gestión de crisis –que no los dudo en absoluto- con la debacle que tiene armada Trump en su país. Y el peor dislate de todos, la resistencia a escalar el dramatismo y la crudeza de los mensajes preventivos por temor a un pánico social que no es propio de la idiosincrasia del cubano, más bien tendiente al choteo y con una gran resiliencia entrenada durante más de sesenta años de Revolución.

Obviamente, el retroceso de La Habana en la contención del Covid-19, tiene otras causas que trascienden el manejo de la Comunicación Social. Pero como escribí aquí mismo el pasado 23 de marzo, apenas 12 días después de la detección de los primeros casos en Cuba, y reitero ahora: la ejecución orgánica de una campaña propagandística de prevención directa sigue siendo prioridad. Una campaña dosificada, centralizada aunque tenga en cuenta las características propias de cada audiencia, con terminologías homogéneas y, sobre todo, orientada hacia un fin único: persuadir para  modificar los comportamientos riesgosos  ante la Covid-19, que va a estar entre nosotros por unos cuantos meses más y que, aun no sabemos, si el nuevo coronavirus va a mutar para peor.

La elaboración de cualquier instrumento estratégico con el objetivo de lograr determinada modificación del comportamiento social, no puede dejarse sólo en manos de las buenas intenciones de un grupo de ¨iluminados¨ por mucho conocimiento enciclopédico que tengan, o mucha preparación político-ideológica que hayan manifestado tener.

La Teoría de la Comunicación es una disciplina científica, con su propia epistemología, que interactúa y se enriquece de otras ciencias como la matemática, la psicología, la semiótica y la sociología.  Ante la crisis provocada por la Covid-19, del mismo modo que el presidente se reúne con biólogos, médicos, genetistas, matemáticos, bioestadísticos, le sugiero tenga en cuenta el acervo comunicológico cubano no sólo en el sentido del estudio de los procesos sino, sobre todo, respecto a la elaboración creativa de mensajes persuasivoss en aras de aumentar a corto plazo la percepción del peligro ante la pandemia. Ya después habrá que crear conciencia de que el mundo será otro después de este 2020, pero para eso se necesitaran otras herramientas y otro tipo de mensajes.

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7 comentarios

dario45666 11 agosto 2020 - 9:05 AM
una caracteristica personal en que los cubanos debian eliminar para poder avanzar a mejores resultadoa sociales es el chovinismo y vanidad absurda que se gastan !!! Al parecer los cubanos tienen "ideas" sobre si mismos y sobre su sociedad que no se corresponden con la realidad ni nacional ni internaciona.Los cubanos,por ejemplo hablan de enfrentamiento a esta pandemia con una superioridad que tal parece que su pueblo es muy civilizado y su gobierno muy efectivo !!!! Sera esto verdad ?? es tan eficiente el gobierno cubano ?? estan tan civilizadas las masas cubanas ?? Mas que..en Espana ?? Italia ?? Gran bretana ?? EEUU ??? han logrado exitos relevantes en el tratamieto ?? Mas que espana?? mas que Italia??....vamos hombre sean mas humildes !!! Reconocer las deficiencias,errores y dificultades es siempre el primer paso para corregirlas...veanse como son,por favor !!!
Antonio 11 agosto 2020 - 9:33 AM
Es triste lo que sucede. En general hubo una percepción buena de como se manejó la cisis en marzo. Aunque se alertó por muchos de un cierre de fronteras antes. Y luego expresó en mi opinión, no se hacían los test suficientes. Quizás no existían en el país los test analíticos para ello. Pero no se dijo. Muchos asintomaticos se reportaban como atendidos y vigilados desde la atención promaria... Pero eran asintomaticos ... ni fiebre les daba... Y ahora...a correr...Aquellos asintomaticos han propagado sin querer el virus Por todas partes...
María Antonia 11 agosto 2020 - 7:10 PM
Por supuesto que no todos los cubanos tienen el mismo nivel cultural ni la misma cultura humanista y política para enfrentar por igual toda esta situación y eso influye en que, a partir de las características de nuestro sistema de salud, con servicios gratuitos desde la detección de la enfermedad hasta cualquier tratamiento que sea necesario al nivel que se presente la misma; hasta la actitud política de las autoridades gubernamentales, sanitarias y de todos los ramos vinculados al enfrentamiento de la epidemia en el país; muchas personas se muestran irresponsables ante esta situación, cuentan con garantías sin importarles el costo material que esto significa para nuestro país y el costo humano con respecto al personal responsabilizado directamente con el tratamiento y control de la enfermedad. Son muchos años de un paternalismo por parte de las autoridades que, si por un lado es criticado en función de lis intereses del que critica, por otro lado, es muy cómodo pues sus costos no se reflejan directamente en los bolsillos de la población sin distinción de ninguna índole. Esta realidad tal vez solo se vea en este país y no nos hace mejores, pero sí diferentes.
Giordan Rodríguez Milanés 12 agosto 2020 - 4:04 AM
Maria Antonia, precisamente por esa complejidad, singularidad y diversidad que usted hace notar, tenemos que abordar la comunicación social desde la ciencia establecida y no desde preconcepciones de ninguna índole.
Revenge 12 agosto 2020 - 8:15 AM
Maria Antonia, si usted se refiere como paternalismo al derecho universal a recibir atencion medica e instruccion, creo que no coincidimos conque no se refleja en los bolsillos de la poblacion sin distincion de ninguna indole. No se refleja en los bolsillos de quien no trabaja pero sí de los trabajadores de esos sectores, cuyos salarios simbolicos son el mayor sosten de los costos de esos y otros servicios sociales. Yo pienso como Giordan, que hay que hablar desde la ciencia establecida pero tambien desde la responsabilidad individual con las consecuencias de los actos propios. Con esto me refiero no solo a los ciudadanos indisciplinados o temerarios, sino tambien a los funcionarios que con sus decisiones (o falta de) propician estan indisciplinas.
Diuber 15 agosto 2020 - 7:30 AM
Hablando de resortes sicológicos en la comunicación: es importante cuando se crítica empezar reconociendo lo que de positivo haya en aquello que se va a criticar. El actual gobierno cubano tiene mucho por mejorar en todos los campos pero es mi apreciación de ciudadano común que intenta profesionalizar como no se hizo antes todas sus actividades. Algo de positivo habrá en la comunicación desarrollada. Nos parecerá que no tenemos que pasarle la mano a los gestores públicos para criticarles pero no debemos olvidar que si sólo ponderamos sus insuficiencias, por muy certeros que seamos quedará la sensación de injusticia que impide la receptividad.
Giordan Rodríguez Milanes 16 agosto 2020 - 1:54 PM
Bueno, Diuber, también para eso es este forum. Para entre todos enriquecer. Sería excelente que quienes deseen resaltar lo postivo en materia de comunicación social, pues lo hagan por aquí y por cualquier otra vía. No obstante, le aclaro que mi post no se refiere al Gobierno Cubano, en sentido estricto, sino a quienes están majenando concretamente la Comunicación Social en función de la prevención de la Covid-19, más allá incluso de la Comunicación Política. En el párrafo donde sugiero al presidente, precisamente, convocar a los expertos y creativos en Comunicación, como mismo lo ha hecho con los científicos y médicos, ahí estoy reconociendo que el gobierno está poniendo las cosas en orden en tal sentido. ¿O es que tengo que decirlo "mascadito" como si mi post se tratara de un panfleto propagandístico? Por otro lado, los que lo han estado haciendo bien en terminos de Comunicación Social, estoy seguro de que no se van a sentir aludidos con este post. Ni siquiera les va a interesar. Porque si lo están haciendo bien conocerán de sobra las cuestiones de pregrado que he abordado.

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