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opinión política cubana
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Editorial

Partido Comunista de Cuba

Partido Comunista y responsabilidad política

por Consejo Editorial 14 abril 2021
escrito por Consejo Editorial

En los próximos días dará inicio el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba. Este cónclave será de los más importantes de cuantos ha realizado la organización en más de seis décadas de Revolución. En el umbral de este evento, la realidad política del país es preocupante, con una oposición que en su extremo incluye elementos plattistas y trumpistas en sus filas, y un partido cuyo sector más dogmático y autoritario capitaliza las decisiones en el país.

Cuba necesita un liderazgo que asuma su responsabilidad y emprenda el trabajo difícil de crear valores cívicos y democráticos en los ciudadanos.

Desde hace años se observa un proceso de degradación en el debate sobre Cuba, tanto dentro como fuera de la isla. Esto puede estar vinculado a la promoción de una nueva generación a cargos en la esfera ideo-política, donde abundan individuos que encuentran en el comisariado y la persecución a otros, la forma más rápida de acumular capital político en la estrategia de cuadros que maneja el Partido Comunista.

A esto se suma el uso de los medios masivos para una campaña permanente que solo categoriza a las personas como militantes dóciles o traidores. Hoy se exhibe en medios partidistas contenidos que por su poco profesionalismo e intolerancia eran impensables hace un lustro.

El populismo de extrema izquierda es cada vez más aplaudido por funcionarios del Estado y el Partido, la multiplicación de los asesinatos de reputación y en general la poca disposición al consenso y el diálogo, son fenómenos crecientes. Observamos cómo, con frecuencia cada vez mayor, la responsabilidad del Partido Comunista y los líderes del Gobierno ante una crisis, está siendo delegada a las fuerzas represivas del Estado.

Este extremismo no es exclusivo al Partido Comunista, el espíritu de reality show político que introdujo Trump en Estados Unidos ha calado muy bien en la política sobre Cuba que se consume en Miami. El trumpismo cubanoamericano, con sus componentes de desinformación y troleo en redes sociales, no es distinto a los métodos que hoy emplean algunos sectores dentro del gobierno cubano.

En este momento, hay fuerzas políticas aupadas por esos sectores que se esfuerzan en polarizar cada vez más la esfera pública, las redes sociales y los medios digitales. Este clima de intransigencia previo al Congreso no es saludable. Los despidos laborales y descalificaciones a voces moderadas en el país logran alienar a personas que tienen voluntad de consenso.

La violación de los derechos constitucionales de aquellos que no comparten la ideología del Partido Comunista e incluso algunos que sí, es inaceptable. Resulta irónico que nuestras autoridades, que denuncian constantemente el acoso externo de fuerzas radicales de extrema derecha, actúen del mismo modo.

Sabemos que en la Isla se viven tiempos de gran complejidad por el empeoramiento de la situación epidemiológica y la crisis económica acentuada con la pandemia. A esto se suman las sanciones del gobierno de los Estados Unidos a las cuales la nueva administración aún no ha realizado cambios, pese haber sido una de sus promesas de campaña y a las múltiples solicitudes que ha recibido, entre las cuales se encuentra la Carta Abierta, con centenares de firmas, que La Joven Cuba publicó e hizo llegar al Congreso estadounidense.

El clima político no es menos complicado ante los enfrentamientos de grupos opositores con el Gobierno. En medio de ese ambiente de crispación, la moderación es una virtud poco promovida en las filas partidistas, incluso vista como debilidad ideológica. Desde este foro hemos llamado en múltiples ocasiones al respeto de derechos fundamentales y a no subordinar la legalidad y la decencia a las agendas políticas de las fuerzas en pugna. Lamentablemente el curso ha tendido hacia la polarización.

Consideramos legítima la preocupación partidista sobre los programas de cambio de régimen del gobierno estadounidense, pero esta ha sido prostituida al utilizarse contra personas y proyectos que no participan en ellos y ridiculizada al no brindar una alternativa legal y soberana a la participación política de estos grupos.

Vemos con preocupación que el Estado y el Partido Comunista contribuyen al ambiente de polarización, al apoyar a individuos con espíritu de comisarios políticos y perseguir actores y proyectos de la sociedad civil que promueven procesos de reconciliación nacional y diálogo.

La búsqueda del consenso no debería ser acosada sino estimulada por el único partido con estatus legal en Cuba, ahí radica la diferencia entre construir un proyecto nacional exclusivamente para sus seguidores y uno donde todo el mundo cuente. Exhortamos al Partido Comunista a abrazar el camino del diálogo, la madurez y la convergencia en el próximo Congreso.

14 abril 2021 26 comentarios 1108 vistas
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La Joven Cuba sobre el Movimiento San Isidro

por Consejo Editorial 22 noviembre 2020
escrito por Consejo Editorial

El video al final de este texto, tomado por uno de nuestros periodistas, corresponde a una de las respuestas de la Seguridad del Estado cubana al llamado a la protesta pacífica en el Parque Central de La Habana que hiciera el Movimiento San Isidro. Los congregados no son manifestantes, sino miembros de los cuerpos de la Seguridad del Estado y personal movilizado que se han desplegado en diversos puntos para impedir la llegada de manifestantes.

La protesta, convocada desde las redes sociales del MSI, hacía un llamado «a todos los cubanos y las cubanas que creen en la libertad y en el respeto a la diversidad de opiniones como principios fundamentales de la convivencia humana». Según el comunicado, los reclamos que los mueven en esta ocasión son la liberación de Denis Solís, el cese de la represión policial y el respeto a los derechos humanos.

Si bien La Joven Cuba no comparte en lo esencial los principios del Movimiento San Isidro, ni de su ideología, ni comulga con sus prácticas; rechazamos absolutamente la represión a la que están siendo sometidos sus miembros y las múltiples vejaciones de las que han sido víctimas a manos de quienes tienen el mandato constitucional de protegerlos.

Amparados en el Artículo 61 de nuestra Constitución, que establece que «Las personas tienen derecho a dirigir quejas y peticiones a las autoridades, las que están obligadas a tramitarlas y dar las respuestas oportunas, pertinentes y funda-mentadas en el plazo y según el procedimiento establecido en la ley», protestamos ante las autoridades de la República por lo que está sucediendo con los miembros del MSI y exigimos que se tomen las medidas penales contra los órganos de la Seguridad del Estado y cualquier funcionario del Gobierno que haya infringido las leyes aprobadas por el pueblo de Cuba, en quien reside toda la soberanía de la República y de donde dimana el poder del Estado.

Los miembros del MSI están haciendo uso de su derecho, contenido en el Artículo 54 de la Constitución de 2019, que asegura que «El Estado reconoce, respeta y garantiza a las personas la libertad de pensamiento, conciencia y expresión». Es el Estado quien no está cumpliendo con su deber expresado de manera clara en el texto constitucional.

22 noviembre 2020 48 comentarios 555 vistas
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Editorial sobre el Telegram de LJC

por Consejo Editorial 28 septiembre 2020
escrito por Consejo Editorial

Ejercitar públicamente el derecho a la opinión implica de manera automática aceptar el hecho de caer bajo la lupa del escrutinio. Es ya casi un hábito para La Joven Cuba, adaptada a la vigilancia constante, que cualquier falta desate un aguacero de críticas, constructivas algunas y calumniosas otras. Irónicamente, a LJC se le aplica la lupa que mencionaba Galeano haciendo referencia al proyecto socialista cubano: magnifican errores y minimizan aciertos.

En días pasados, en uno de nuestros artículos incurrimos en un error, algo que aunque es común en cualquier medio de comunicación –por ejemplo, Granma debió corregir un texto esta semana–, no es frecuente en nosotros dado el celo con el que trabajamos. Por esa equivocación ofrecimos públicamente disculpas, tanto el autor del texto en cuestión como el equipo de LJC, costumbre poco habitual en medios cubanos. También en fecha reciente, han despertado comentarios negativos en diferentes espacios sobre algunos debates ocurridos en nuestro grupo público de Telegram, LJC-Grupo de debate.

Aunque se ha descontextualizado el contenido de muchos de esos comentarios y otros se han exagerado, reconocemos que en algún momento ha fallado la moderación en ese foro de Telegram. Se tomarán las medidas pertinentes para regular el espacio, con el fin de que sea reflejo genuino del espíritu moderado, reflexivo y serio que hemos intentado imprimirle a nuestro trabajo.

Además, ofrecemos disculpas a quienes se han sentido ofendidos por dichos comentarios, marcados muchos de ellos por la ligereza. Descalificar personas o instituciones es una práctica que merece nuestra total desaprobación. La dinámica que seguimos es la de promover la confluencia de ideas y posturas, siempre que estas tiendan a buscar el mejoramiento de nuestro país.

Dicho esto, consideramos importante señalar algunos ejemplos de la manipulación a la que antes hicimos referencia. Cuando en uno de los comentarios, un forista –recordemos que es un grupo público- señaló a Cuba como una dictadura, nuestro editor lo contradijo y argumentó que tales discursos sólo provocan más radicalización. Esto fue sacado de contexto, exagerado y utilizado como una prueba en su contra. Es evidente que se trata de una campaña de descrédito –basada en la desinformación y motivada por objetivos turbios- cuando intercambios informales entre foristas se le intentan atribuir a LJC, aunque la mayoría del equipo ni siquiera es parte de ese grupo.

El uso de fragmentos de nuestro foro como herramienta descalificadora, puestos a disposición de un público que en su mayoría no está familiarizado con ese espacio, es un acto burdo de manipulación. Que se utilice un medio digital como Cubadebate para legitimar este tipo de altercados, es muestra de cuánto ha degenerado el debate público no sólo en redes sociales sino en los medios a disposición del Estado y el Partido en el país.

La adjetivación, lamentablemente, es cosa común en marcos cerrados. LJC también tiene en su poder capturas de pantalla donde quienes hoy nos denuncian en redes sociales y medios partidistas, denigran a intelectuales, artistas y diplomáticos cubanos con calificativos muy bajos. Sin embargo, nos negamos a circular esas conversaciones privadas. La espiral de las descalificaciones no lleva a nada bueno y deseamos romperla.

En los últimos cuatro años, la administración Trump ha apoyado emprendimientos digitales de origen cubano con escasos o inexistentes estándares periodísticos y a numerosos activistas en redes sociales que utilizan la descalificación y la desinformación entre sus métodos. LJC también ha sido víctima de este sector reaccionario, con repetidas amenazas a su editor.

Grupos en Cuba, impotentes ante esa marea digital y limitados en sus medios para afectar seriamente a sus atacantes foráneos bien pertrechados, han imitado algunas de estas prácticas y la han emprendido –como ahora con LJC– contra proyectos nacionales que sí se encuentran bajo su radio de acción. Es un nefasto ciclo de bullying digital en el que medios pagados por una potencia global -Estados Unidos- presionan a un país pequeño –Cuba-, y algunos funcionarios de este han decidido hacer lo mismo con los medios que le estorban, muchas veces incurriendo en la injusticia y la falta total de ética.

Regresando a nuestro espacio en Telegram, la mayoría de los foristas allí asumen términos y giros coloquiales para comunicarse entre ellos, algo que puede ser utilizado –y fabricado– contra LJC. Es responsabilidad nuestra acompañar entonces a los foristas, promoviendo una cultura que permita debatir con argumentos y no con injurias. En cierta ocasión la anterior primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, Susely Morfa, manifestó que había que utilizar las mismas armas que el enemigo en la batalla ideológica. Era ese tipo de armas las que se estaban usando en nuestro grupo de Telegram, algo que no se repetirá, pues LJC no coincide con tales actitudes.

Agradecemos a nuestros críticos por su ejercicio. Con él, señalan deficiencias que pasamos por alto, ayudan a seguir mejorando nuestros servicios y ampliando nuestra audiencia. Reiteramos que se tomarán las medidas necesarias para que una situación de este tipo no vuelva a suceder, inspirados en la idea guevariana de “trabajar por nuestro perfeccionamiento interno como una obsesión casi, como una impulsión constante; cada día analizar, analizar honestamente qué hemos hecho, corregir nuestros errores y volver a empezar el día siguiente”.

Nuestro Telegram en seis meses tiene 900+ seguidores en su canal oficial y 200+ en su espacio de debate, es relativamente joven pero se le exige un nivel de moderación al nivel de otros medios con mayores recursos materiales. Cambiaremos lo que sea necesario y buscaremos los medios para estar a la altura. También seguiremos ejerciendo la crítica como el ejercicio del criterio que es, para intentar “desvanecer con mano piadosa la sombra que oscurece la obra bella”. A continuación, adelantamos algunas reglas que implementaremos en nuestro foro de debate de Telegram, donde la opinión de los foristas no debe ser atribuida a nuestro proyecto, pero agradeceremos la colaboración de todos en señalar cualquier violación ética.

Reglas para debatir en el foro público de Telegram LJC-Grupo de debate:

  1. Los debates en el grupo estarán enfocados en los temas políticos, sociales, económicos y culturales que son objeto de atención de La Joven Cuba y otros que sean interés de los miembros, siempre que no se alejen de esas categorías.
  2. Los foristas deberán respetar ante todo la diversidad de criterios, aun cuando estos difieran de la opinión propia. La ubicación en el espectro político, la filiación o no a cualquier tendencia, no puede ser motivo para atacar una opinión.
  3. El foro no será lugar para descalificar personas, instituciones o medios. El ejercicio de la crítica debe estar regulado por la ética y el respeto.
  4. No debe editorializarse en el foro. La exhibición exclusiva de preferencias políticas sin participar en los debates que tengan lugar y los contenidos compartidos, no será permitida.
  5. Los administradores del grupo velarán por el cumplimiento de estas reglas de convivencia. A ellos podrá dirigirse quien desee comentar o reportar algo referido a La Joven Cuba y sus espacios.

Puede acceder a nuestro canal de Telegram en el siguiente link: https://t.me/lajovencuba

28 septiembre 2020 51 comentarios 207 vistas
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Nota aclaratoria

por Consejo Editorial 24 septiembre 2020
escrito por Consejo Editorial

Ayer miércoles en la tarde, en los distintos soportes de difusión de contenido de LJC, fue publicado el texto titulado: «¿Un trumpismo cubano de ultraizquierda?», del politólogo y jurista cubano, Roberto Yepe, donde se hacía alusión al acceso a un grupo en la red social Facebook, que opera bajo el nombre del medio de prensa partidista cubano, Cubadebate.

A propuesta del equipo editorial de nuestro medio y después de comprobar que tal grupo no era la página oficial de Cubadebate en Facebook, le avisamos al autor del error. También le pedimos que compartiera con los lectores una nota aclaratoria sobre la mencionada publicación.

👇👇👇

Recientemente escribí un comentario titulado “¿Un trumpismo cubano de ultraizquierda?”, a raíz de la pregunta de admisión de un grupo de Facebook que erróneamente consideré vinculado al conocido sitio informativo Cubadebate, a partir de que el grupo en cuestión utiliza su misma denominación y logotipo.

Lamento profundamente haber sido víctima de una evidente operación de desinformación y haber contribuido involuntariamente con ella a partir de mi comentario.

Pido disculpas a Cubadebate y a todos los lectores.

De la misma manera, más allá de la indebida referencia a Cubadebate, ratifico la esencia y la pertinencia de lo expresado en mi comentario con respecto a cualquier manifestación de intolerancia y extremismo político-ideológico, venga de donde venga.

Roberto Yepe

—

En tiempos de abundante desinformación, exceso de propaganda y asesinatos de reputación con el objetivo de radicalizar políticamente a los cubanos, ratificamos nuestro compromiso con brindar la información y el análisis balanceado que merece nuestro público. El equipo editorial de LJC pide disculpas a nuestros lectores y a Cubadebate ante tal incidente. En las próximas semanas tomaremos medidas para evitar que esto se repita.

Somos @LaJovenCuba🇨🇺

24 septiembre 2020 38 comentarios 169 vistas
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LJC se abre a donaciones en PayPal

por Consejo Editorial 6 julio 2020
escrito por Consejo Editorial

Efectivamente, La Joven Cuba está abierta a donaciones por PayPal. Desde nuestra fundación -hace ya una década- LJC siempre ha sido un proyecto sin fines de lucro. Todos los gastos- el hosting, los datos móviles, etc- corrían de nuestros bolsillos y más recientemente por los ingresos de publicidad. Y eso no está mal para un blog, pero ya LJC no es solo un blog.

Ahora pretendemos ser más, un medio de comunicación y análisis político. Expandir LJC es necesario para ofrecerles más contenidos, más autores, mejor calidad. Los gastos ya no son negligibles pero tampoco queremos supeditarnos a regulación externa. Por eso abrimos esta opción, para quien pueda y quiera contribuir.

En Cuba sigue siendo polémico todo financiamiento que no es gubernamental. Y en LJC tenemos claro dos puntos al respecto: primero que sin fondos es imposible crear un sistema de trabajo más profesional, segundo que hay orígenes más legítimos que otros en lo que se refiere a financiamiento. SI nos parece legítima cualquier ayuda económica que no condicione la línea editorial de un medio cubano y NO creemos que recibir fondos de la administración Trump para cambio de régimen sea compatible con el derecho internacional y cubano, o incluso con la tradición del patriotismo cubano.

Estos principios que acabamos de mencionar pueden no ser del agrado para algún ideólogo asalariado del presupuesto público cubano, y de los grupos que se benefician económicamente de la política de máxima presión que Trump ha impuesto sobre Cuba. LJC se siente muy orgullosa de no pertenecer a estos extremos. Ahora les explicamos los pasos a seguir en las donaciones. Pongamos una persona cualquiera, por ejemplo, un cubano llamado Javier.

El botón de donaciones en LJC está de último a la derecha de los textos

1- Javier se siente inspirado por el trabajo de LJC y quiere contribuir. Va a LJC y clickea en el botón Donar de PayPal.

2- Ahora a Javier se le abre la página de LJC para donaciones, para que confirme su método de donación y pago. Buenas noticias para Javier: puede elegir su forma favorita para pagar, sea ya una tarjeta de crédito o débito, o desde su cuenta en PayPal.

3a- Si Javier ya tiene una cuenta en PayPal, puede iniciar sesión en ella y la plantilla de la donación se le llena automáticamente con el resto de su información personal. Después de revisar si todo anda en orden, Javier hace click en el botón de Donar Ahora en la parte baja de la pantalla. La cantidad de dinero donada se sustrae de la cuenta de PayPal de Javier y ya está.

3b- Si Javier no tiene una cuenta en PayPal, puede elegir crear una o, si quiere, hacer la donación vía su tarjeta de crédito o débito. Pone su información personal en la plantilla, y los detalles de su tarjeta, y le hace click al botón de Donar Ahora para autorizar el pago.

Luego pasa esto:

  • La información de la tarjeta de Javier se encripta y se envía a PayPal.
  • PayPal contacta al banco o a la compañía de tarjetas de crédito de Javier. Si él usó una tarjeta de crédito, PayPal chequea de que tenga suficiente dinero en ella para cubrir el monto de la donación.
  • Si Javier usó su cuenta de banco o su tarjeta de débito, una vez PayPal confirme de que tiene suficiente dinero en ella el banco autoriza la transacción y ya está, donación hecha.
  • A Javier le sale una página de confirmación con un mensaje de PayPal diciéndole que su donación ha sido completada. En ese punto, PayPal le envía un correo a LJC notificándole de la donación.
  • Una vez PayPal nos notifica, nosotros le enviamos a Javier un bonito correo agradeciéndole por su generoso apoyo.

Gracias a todos de antemano por su apoyo, ya sea leyendo nuestros textos o contribuyendo al crecimiento de este medio. Apreciamos cualquier comentario o sugerencia que puedan tener sobre esta decisión: jovencuba@gmail.com

6 julio 2020 17 comentarios 166 vistas
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El activista de El Nuevo Herald

por Consejo Editorial 1 mayo 2020
escrito por Consejo Editorial

En lo que concierne a Cuba, la prensa de Estados Unidos puede ser bipolar. Lo mismo profundiza un día en aspectos cruciales de la realidad cubana, que al siguiente publican textos políticamente parcializados. En su plantilla coexisten periodistas y activistas, aunque todos se presentan como lo primero.

Ayer un texto publicado en El Nuevo Herald sugirió que La Joven Cuba es un medio subordinado al gobierno de la isla y que su editor Harold Cárdenas Lema realiza activismo en Estados Unidos. Minutos después, Cárdenas le respondió al autor del texto: Mario J. Pentón dice que La Joven Cuba es una “revista a favor del gobierno cubano” y me llama activista. No Pentón, soy analista con una maestría en Columbia, el activista eres tú. Yo he criticado y elogiado al gobierno cubano y el estadounidense cuando les toca, eso es análisis. Lo que tú haces en El Nuevo Herald, de criticar exclusivamente a uno y elogiar exclusivamente al otro, eso sí es activismo. Y mediocre.

Le aclaro a @MarioJPenton que yo he criticado y elogiado al gobierno de #Cuba y #USA cuando les toca, eso es análisis político. Lo que hace él en @elnuevoherald, criticar exclusivamente a uno y elogiar exclusivamente al otro, eso es activismo. Y mediocre. https://t.co/ob0gePVQ0q

— Harold Cárdenas Lema (@haroldcardenasl) May 1, 2020

Desde La Joven Cuba queremos recordarle al periódico estadounidense, que en fechas recientes ha replicado artículos de esta revista «pro-gobierno cubano», lo que nos deja con muchas preguntas sobre su línea editorial. Los medios radicados en la Florida durante la administración Trump, deben ser cautos en no ser cómplices de las agendas que fomentan el odio entre cubanos y la radicalización política de los migrantes que llegan al país.

No está de más sugerirle a El Nuevo Herald que cuide más que las preferencias políticas de sus periodistas no superen sus estándares profesionales. Y en el caso de un activista como este, que con sus textos hace favores a la política de sanciones a Cuba y cambio de régimen político en la isla, que le brinde un curso de superación con motivo del Día Internacional del Trabajo. Este defensor de la libertad conservadora y anticomunista profesional, persiguiendo a quienes tienen ideas independientes de ambos gobiernos, parece más miembro de la PNR de Miami y coordinador de un CDR en Hialeah, que periodista. Porque es sólo eso, un activista.

1 mayo 2020 25 comentarios 141 vistas
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LJC en Telegram y WhatsApp

por Consejo Editorial 23 abril 2020
escrito por Consejo Editorial

Informamos que La Joven Cuba (LJC) actualmente realiza el seguimiento a la propagación de la COVID-19 en Cuba y el mundo a través de sus canales oficiales en las plataformas Telegram y WhatsApp.

Además, contamos con un grupo de debate en Telegram. Un espacio de discusión pública con los autores de LJC, siempre bajo el respeto a diversas posturas u opiniones.

Si deseas mantenerte informado, no dejes de seguirnos.
Somos: @LaJovenCuba

– Canal Oficial en Telegram:
https://t.me/lajovencuba

– Grupo de debate en Telegram:
https://t.me/LJCdebate

– WhatsApp:
https://chat.whatsapp.com/IQ5BOoTuxs0Cyls82fQvVU

23 abril 2020 15 comentarios 126 vistas
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Solidaridad vs Coronavirus

por Consejo Editorial 17 marzo 2020
escrito por Consejo Editorial

El colectivo de La Joven Cuba quiere enviarle un mensaje a sus lectores sobre la pandemia actual: cuídense pero sean solidarios. Aunque la enfermedad no se haya extendido ampliamente en Cuba hasta este momento, comience a aplicar las tácticas de prevención. Lávese las manos con frecuencia, tosa en el codo, no vaya a lugares públicos y aplique el distanciamiento social. Tampoco olvidemos ser solidarios.

No cometamos los errores más comunes respecto al Coronavirus: subestimar o sobreestimar la enfermedad. No vayan de la desinformación al pánico en un momento que requiere cooperación y madurez. No vaya a las redes sociales a politizar una pandemia que es global, tome precauciones y ayude a que otros se preparen. No estamos solos en esto, estamos todos juntos. El virus no pide carnet del Partido o visa estadounidense para infectarle.

Desde hace días hay numerosas críticas al gobierno cubano por no cerrar las fronteras. También hubo cuestionamientos ayer domingo cuando se anunció que recibiría el crucero británico MS Braemar, con casi un millar de pasajeros y varios casos confirmados de Covid-19. Nunca faltan los que aprovechan una crisis para avanzar su agenda política contra el gobierno vigente, tampoco faltan los funcionarios que subestiman la pandemia. Ambos ejemplos han ocurrido una y otra vez en el resto del mundo, no somos tan especiales.

Cuba tiene un sistema de salud dañado por décadas de crisis económica pero aún así efectivo. Tiene un gobierno que se equivoca, terco y en ocasiones autoritario, pero que se distingue en cuestiones de defensa nacional y salud pública. Es deber ciudadano acompañarlo en las medidas que deben tomarse, y exigirle que sea todo lo riguroso que requiere el momento. Sin histeria, sin pedir imposibles, sin dejar de hacer cada uno su parte.

En 1939 Cuba rechazó otro crucero de lujo, el SS St Louis, que quería atracar en la isla. En ese caso se trataba de 900 judíos escapando de la Alemania nazi. Las autoridades cubanas de entonces les negaron la entrada y los enviaron de vuelta a Europa. 250 de ellos terminaron muertos por los nazis. Ayer Cuba permitió que este crucero atracara y recibiera asistencia médica, incluso a riesgo de sus propios habitantes. Para eso existe un protocolo de cuarentena establecido por la Organización Mundial de la Salud, no es que los tripulantes vayan a pasear por La Habana Vieja sino que recibirán ayuda médica y eventualmente paso seguro a sus países de origen.

Quizás antes de reclamar imprudencia a las autoridades políticas del país, debería advertirse que en esto se juega la esencia de la nación. ¿Somos el país que da la espalda a otros o el que los recibe cuando necesitan ayuda? ¿Somos el mismo país de 1939? Nos gusta pensar que no, hasta que llega una crisis y salen a flote los egoísmos. Cuba envía ayuda a Italia mientras la Unión Europea, Estados Unidos y todo lo que nos ha enseñado Hollywood sobre cómo se salva al mundo de una pandemia, no ocurre. Cuba recibe a un crucero y los asiste mientras el resto de las naciones le da la espalda. Es solidaridad contra Coronavirus y en La Joven Cuba estamos orgullosos de ella, mientras exigimos a las autoridades que extremen las medidas de prevención.

Seguiremos informando sobre el Coronavirus en Cuba y publicando textos sobre cómo hacer un mejor país, porque sigue tocando hacerlo cuando termine esta crisis. Manténganse saludables.

17 marzo 2020 46 comentarios 124 vistas
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