Blanco y negro no

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Todavía están frescas en la memoria las acusaciones de «comunista taimado» formuladas por gran parte de los medios de Estados Unidos contra el expresidente Barack Obama. Era entonces período electoral y con la elección del candidato, algunos cambios iban a tener lugar en la sociedad norteamericana. La historia se ha repetido ahora con Joe Biden, quien se convirtió en el objetivo de un acusador mucho más avezado en polarizarlo todo: Biden es «socialista», «amigo de los socialistas», «heredero directo de Stalin».

Estas hipérboles mediáticas no son exclusivas a los mandatarios estadounidenses. Es una buena época para no ser analista político y rozar el ictus al leer en las redes todo tipo de exageraciones y simplificaciones que hacen parecer al mundo un lugar de buenos y malos, como un jardín infantil a la hora del recreo. Entonces no es de extrañar que cualquier cambio ocurrido en Cuba tenga la misma suerte magnética de poseer un único polo positivo y otro negativo. Sucede así porque aquí hay mucho que ordenar.

Al parecer el reguero es terrible. Por encima de la pandemia y de Trump –que en paz sea juzgado y absuelto–, la Tarea Ordenamiento se manifiesta de las formas más inesperadas y cortantes, digamos urgentes. Por ejemplo, el sábado 6 de febrero, el gobierno anunció en sus principales medios, una gran apertura al trabajo por cuenta propia. Legalizaba más de 2000 actividades y restringía sólo –total o parcialmente– 124 de ellas. Según la Agencia Cubana de Noticias, el Ministro de Economía y Panificación dijo que ya no se habla de una lista positiva de 127 actividades permitidas, sino de una negativa de 124 prohibidas.

En tiempos de polarización mediática, las sentencias ante la nueva y monumental apertura para el sector privado han suscitado la preocupación de todos: parte de la opinión teme la capitalización por parte del Estado de la autonomía de las empresas, la interferencia en sus operaciones de importación y exportación, y la captación del grueso de las divisas generadas en las actividades económicas. Algunos han llegado a recordar el capitalismo de Estado de ciertos países asiáticos.

Pero lo más interesante es que otros, por su parte, interpretan que el Estado movido, sacudido y obligado por la consecución de infortunios económicos, y ante una nueva administración norteamericana, haya hecho de Fausto al pactar con el diablo del Capitalismo. De hecho, hasta hay anuencia en parte de la cúpula dirigente de Estados Unidos a las nuevas medidas cubanas. El senador Patrick Leahy, sin ir más lejos, detractor del bloqueo –o embargo, para él–, dijo en un tweet el 7 de febrero que «estas medidas eran una buena noticia, y que Estados Unidos debería afirmar que la intensión del embargo –bloqueo, para muchos– nunca fue, ni debe ser, la de castigar a la empresa privada en Cuba».

En una publicación de CNN del 9 de febrero, se dice que «Cuba dio un paso largamente esperado y probablemente irreversible hacia la expansión masiva del sector privado de la Isla durante el fin de semana, abriendo sus puertas más al capitalismo». Pero, ¿es sólo una estrategia estatal para abandonar la supervivencia económica sin renunciar a los principios del socialismo, o realmente es el umbral de un viraje irreversible al sistema capitalista?

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Por lo pronto esta apertura ha sido protagonista de las aspiraciones nacionales, no sólo de los dueños de negocios, sino de gran parte de los cubanos que ven en el desarrollo de un sector privado amplio, el desarrollo de la economía misma del país y un remedio a mediano plazo contra la improductividad vigente. El hecho es que el carácter primitivo de las pocas docenas de licencias permitidas antes no tenía capacidad alguna de procurar crecimiento económico, al no lograr –por su escala– abaratamiento de los costos ni generación progresiva de ingresos. Este proto-sector con bajísimos niveles productivos, sin embargo, logró superar en ingresos personales a casi todos los profesionales de la Isla. He aquí la famosa afrenta a la física: la pirámide invertida, campante ante el engendro de esas primeras licencias cuyo fin real era absorber una masa de trabajadores de la extremadamente inflada plantilla estatal.

Reducir la economía cubana no estatal a las 127 licencias permitidas, si bien fue un primer paso, podía terminar siendo nocivo de no dar el segundo: normalizar el trabajo privado, acercarlo al límite de la imaginación nacional –amplia en palabras de la Ministra de Trabajo y Seguridad Social–. El mismo proto-sector privado muchas veces, a golpe de imaginación –vocablo de amplio significado– logró romper el molde en que el Estado lo había puesto, para encarnar más de lo que le fue permitido, he aquí un antecedente.

Cualquier cambio en Cuba nace marcado por dos pecados originales: el primero, la polarización informativa en las redes, donde cualquier medida gubernamental va a presentarse como inequívocamente positiva o como un fiasco a priori. No existe generalmente la posibilidad en los medios de un análisis crítico objetivo, que parta de la máxima popular de que las cosas no son en blanco y negro, sobre todo en materia económica –práctica que cada día se asemeja más al arte que a una ciencia–. Aquí yace uno de los puntos de vista antes expuestos: ¿vía hacia el capitalismo irreversible? El segundo pecado original es el estado económico del país basado en la improductividad –multicausal y omnisciente–, listo para dar un desplante de antemano a cualquier ajuste que se quiera hacer.

Pero la demora de esta apertura y la instauración de otras más avanzadas, no tienen en estas desventajas originales las causas de tan larga espera. El gobierno cubano hace años que no espera la irrupción del capitalismo en la Isla con modos de invasión abierta, encabezado por multinacionales y partidos políticos. En cambio, la introducción taimada del capitalismo en el sistema socialista cubano sí ha sido –y es– la preocupación gubernamental. Es por eso que la implementación completa de las MiPyMEs se sigue haciendo esperar. No obstante, y aunque la economía ha dicho la última palabra y el camino hacia el sector privado ya está asfaltado, no hay que ver en ello necesariamente un salto al capitalismo.

El Estado ya no será el único gestor de la economía y no pasa nada. Ahora el mercado, con regulaciones, también tomará parte en ella con el protagonismo estatal, que tendrá siempre la última palabra. La propiedad mixta es capaz de combinar perfectamente a la propiedad estatal socialista sobre los medios de producción, con la pequeña y mediana propiedad privada, borradas del mapa nacional con la Ofensiva Revolucionaria de 1968. Las opiniones sobre esta ofensiva –que todavía anda pasándonos la cuenta– son variadas, aunque me atrevo a asegurar que desde el punto de vista actual, son mayormente negativas. La recuperación de ese entramado de pequeñas y medianas empresas, que al final deben constituir el núcleo de la economía de cualquier país, todavía le cuesta a Cuba el trocar cualquier tipo de desarrollo por la supervivencia financiera.

El camino hacia un ideal de sociedad no es recto ni uniforme. La complejidad de la economía y de la sociedad montada en ella no permite el avance aplastante y victorioso que pueblan las consignas desde que la retórica soviética llegó a Cuba, sino que implica estrategia y coordinación para obtener esos bienes que luego puedan ser repartidos justamente, según los principios socialistas. Sin bienes que repartir, el socialismo pierde sentido. También pierde sentido con la privatización de recursos o de compañías estatales que los gestionan, de industrias, del sistema de salud y del sistema de educación.

El temor de algunos y la esperanza de otros con respecto al inicio del capitalismo cubano –muchas veces imaginado como el del norte de Europa, aunque las probabilidades lo acercan más al del centro de América–, no tienen fundamento, como tampoco lo tienen un Obama y un Biden socialistas.

14 COMENTARIOS

  1. Más que capitalismo o socialismo, lo que hay ahora mismo montado en Cuba en un Frankenstein irracional

    Un solo ejemplo. Luego traigo uno más

    ? Alguien pudiera explicar cuál es lo lógica detrás para prohibir que un veterinario no pueda atender y curar a un cerdo, a un caballo a una vaca, a un burro, a un elefante o a un dromedario del zoológico o como apuntaba un comentarista de Cubadebate a un Yeti del Himalaya si se lo traen a consulta enfermo?

  2. El problema de Cuba es que los señores del poder no quieren perderlo y de ahí la lentitud y el fracaso final de todo lo que anuncian y emprenden.
    No se puede tener un pie en el discurso del partido único y otro en una economía capitalista de estado chapucera implantada que no conducirá a ninguna parte.
    O se está en el socialismo ineficiente y de mano dura o se está en la economía de mercado y el estado de derecho. El híbrido solo produce sociedades como la china o la vietnamita, con tiendas llenas de tarecos mientras no se respetan derechos humanos fundamentales.

    • Sí, pero no se trata de implantar una economía capitalista de Estado, la liberación de estas actividades privadas y la posible futura apertura a las MiPyMEs no está vinculada a ello obligatoriamente, tampoco significa la apertura total a la economía de mercado. Las definiciones -en blanco y negro- «socialismo ineficiente» Vs «economía de mercado y el estado de derecho» no son axiomáticas, quizás estereotipadas porque ocurre también que la participación y control del Estado en la economía ha sido -y es- uno de los fundamentos en los países caracterizados por tener estados de derecho, mientras que en países con economía totalmente de mercado y baja o nula regulación estatal, ocurre con frecuencia la falta de derechos, no ya en una constitución o en un legajo de leyes, sino en la práctica misma dónde la mercantilización sortea, obvia o se traga estos derechos.

      • Los cubanos temen perder derechos, si en Cuba se implantara el Capitalismo… Y yo preguntaría: ¿Qué derechos son los que les quedan por perder a los cubanos?

  3. El llamar “desorden” y “”reguero” a la situación que ha llevado a la nación cubana a la crisis actual originada desde el 1ro de enero de 1959 suena a una broma pesada….y sin ánimo por mi parte de restarle ccomplicidad al actual equipo gobernante, lo que el autor llama eufemísticamente “desorden y reguero” y que en realidad es CAOS.PROVOCADO tiene sus orígenes en los planes faraónicos de hacerlo todo nuevo del difundo leader….están llegando los tiempos de rendir cuentas por el desastre causado ante la impotencia de “componer al desoreden.y reguero” del equipo……..el juego se terminó, están ponchaos……que venga un nuevo equipo gobernante….a ver si pueden arreglar el desorden y el reguero

    • Independientemente de ideologías de izquierda o derecha, socialismo o capitalismo, me llama mucho la atención que nadie se refiera a lo que pienso es el único modo de poner a Cuba en el radar económico mundial. Tenemos amantes de las pymes, que creen será el santo grial del desarrollo, ¿ desarrollo para quién ? Para propietarios con capital ya existente en sus bolsillos. Cubanoamericanos que llegarán con amplia ventaja sobre los nacionales que no cuentan con capital alguno. Nosotros los de a pie, la gran mayoria, seguiremos de asalariados sujetos a los designios de los propietarios, pasará mucho tiempo para que se den las condiciones para que los obreros de esas pymes vean los resultados. Tenemos también los amantes de los modelos asiaticos, China y Viet Nam. Pero ellos siempre desechan el hecho de la pobresa en el campo, y los obreros que trabajan 13 y 14 horas en condiciones no siempre ideales para su salud. Por eso creo que lo único que salvará a Cuba, es la caña de azucar.Si señor y comienzo a explicarme. La industria azucarera fué a travéz de la historia la que puso a Cuba en el mapa económico mundial. El imperio español en su fase terminal se mantuvo gracias a la producción azucarera de Cuba, que representaba un gran porciento del ingreso de la corona, más de la mitad de lo que producía la propia España. Después de la guerra hispano cubano americana, Cuba quedó debastada, empobrecida y enferma, los EUA con el desarrollo azucarero lograrón que Cuba se pusiera en solo 50 años al frente de America Latina en diversos indicadores, trayendo en ese corto período de tiempo prosperidad inimaginada en 1900. Después de la Revolución Cubana el azúcar fué nuestra moneda de cambio con el CAME, nos dió la entrada a ese mercado socialista. El final de la historia azucarera, es por todos conocidos, pero me llama la atención que nadie escriba, plantee su recuperación. Los economistas se concentran en hablar de todo menos de esto. Me parece increíble que con los precios actuales del azúcar y el alcohol, no se tome en cuenta. Quien desarrolle la industria azucarera en Cuba, será el que traiga prosperidad a nuestro país, llenar los campos de cañaverales, del olor dulce que tanto extraño en nuestros campos, moverte de un pueblo a otro rodeado de cañas hasta donde da la vista. Sea de izquierda o derecha, capitalista o socialista, quien desarrolle la industria azucarera, hará a Cuba grande otra ves.

  4. que trabajo le cuesta a las personas con mente dogmatica acerse cargo de la realidad !!! El socialismo real,fracaso,hace tiempo y el totalitarismo politico solo s mantiene por la fuerza y la represion adjunta.Por mucha baba retorica,por muchos lemas,etc,etc……ya paso ese tiempo.Lo que queda ara cuba sera un caitalismo de estado y la ausencia de derechos para su poblecion que pasara a ser meras correas de trasmicion,partes y piezas de un entraado donde el Partido y el minint,su brazo ejecutor hagan vaer su estatus de «mejores de los mejores» entre los cubanos y una pila de funcinarios,electos por «meritocracia» los leales,patriotas,en fin,los conocidos idoneos» cogeran los segundos platos,siempre bajo presion,con constantes revisiones de » caso».En eso siempre para «la gloria que se ha vivido «.Ya vemos como una de las metas de estos nuevos patriotas y leales son sociedades tan horripilantes como : vietnam,china,etc,etc….y ponen a la sociedad liberal ejemplar,como EEUU en ultimo puesto de «los paises con mayor coeficiente negativo «………Analistas que no han todavia leido el mendsaje que encierra el tener que pensar en un muro para ayajar la avalancha de seres humanos que emigran de los «paises felices» hacia la pobre obeja negra internacional !!!! Que ceguera !!!

  5. Hay muchos ejemplos de que en economía creen que pueden hacer igual a 5 , dos más dos.

    El manejo de dólares o Monedas Libremente Convertibles es un desastre

    Remesas (no tengo tiempo ahora para meterme en otros asuntos como las inversiones directas y las riendas en MLC)

    El Gobierno se mete en el bolsillo un estimado del setenta por ciento del valor de las remesas. Ni siquiera dejan que el dólar llegue a manos de sus ciudadanos.

    Resultado:

    Solamente extranjeros o cubanos americanos muy presionados por razones familiares se dejan explotar.

  6. El mismo pequeño grupo de personas recicladas una y otra vez con ideas y métodos reciclados una y otra vez no podrán enmendar lo que ya mas de una vez trataron, irremediablemente volverían al punto de partida.
    En los EEUU el trabajador de una entidad o negocio particular es menos explotado que un trabajador cubano en cualquier timbiriche particular de este país, cuando autoricen las pymes veremos y viviremos capitalismo del duro.
    El estado cubano está más pendiente de controlar los ingresos del cuentapropista que exigirles responsabilidad jurídica por sus empleados sin ningún tipo de garantía incluyendo la salarial, los contratados por la izquierda (ejemplo los indocumentados de La Habana) son los más explotados, muy semejantes a los indocumentados de los EEUU o cualquier país europeo.
    Ya no soy empleada de nadie lo fui del estado por 35 años, al igual que a muchos el ordenamiento desordenó planes de ahorro y jubilación, seguirán aumentando las diferencias sociales y ………….. volvimos al punto de partida.

  7. En lugar de continuar con el debate socialismo-capitalismo, habría que reflexionar sobre cómo evitar que millones de cubanos honrados y trabajadores vivan en la indigencia.

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Alejandro Muñoz Mustelier
Alejandro Muñoz Mustelier
Escritor y profesor, Máster en Lingüística

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